Post de Naiara Salinas ¡Los dinosaurios han vuelto! Y de qué forma. Jurassic World: el reino caído es lo que podríamos soñar tras tres años de espera: un mensaje ecológico y animalista de fondo, regreso a la vieja esencia y, sobre todo, ¡más dinosaurios! Con los avances emitidos la verdad es que temía que fuese a parecerse al Mundo perdido que presentó el afamado Steven Spielberg hace su tiempo, y, aunque es verdad que ambas son segundas partes que cuentan con un encargo de alguien vinculado al parque, una misión de rescate, saurios en la ciudad y el doctor Ian Malcolm, nada tienen que ver, pues a un tiempo diferente se le suma un dilema ético moral diferente: por primera vez la humanidad se cuestiona: ¿salvar o no salvar a seres que surgieron por los artificios de la ciencia? El párrafo anterior no es más que un sneak peek de lo que viene siendo la verdadera intención de este post, que no es sino comparar ambas secuelas mientras reseño uno de los grandes estrenos de la temporada. 1. Hablemos de títulos Gran manera de empezar una comparación, ¿verdad? El reino caído y El mundo perdido: dos estructuras similares que hablan de algo que ya no existe o algo que fue olvidado, que desapareció. Y es que si las primeras partes se fundamentaban en los sueños, la posibilidad de obtener lo imposible, las segundas se desengañan y sufren un golpe de realidad devastador, donde se percibe el control del mundo a partir del dinero y el conocimiento, donde el sueño se convierte en una inversión... No obstante, El mundo perdido hablaba de otra isla, Sorna, hermanada con Nublar, donde los dinosaurios también eran una realidad menos sonada. Allí eran la franja de la recreación desconocida, un descubrimiento por parte de Malcolm y su equipo. Lo perdido podía ser encontrado, ya que a fin de cuentas el título no era sino una referencia a una conocida novela de Arthur Conan Doyle en la que unos exploradores encuentran una meseta sudamericana donde todavía hay animales prehistóricos. Poético, ¿no creéis? En El reino caído, sin embargo, la desgracia es aún mayor, pues solo hay dinos en Nublar y la isla, tras varios años intacta, se ve amenazada por un volcán. La extinción de la especie, así, se reproduce y provoca una carrera contrarreloj para salvar lo que se pueda y reubicarla en otra isla... ¿Sorna, tal vez? Eso no parece posible de acuerdo con los planes de segundas personas. En esta entrega se masca la tragedia porque el sueño quiebra del todo al tratarse de una época donde el avance científico es tal... que se piensa que todo puede ser sustituible, o que las grandes amenazas que no pueden controlarse es mejor destruirlas dejando que la naturaleza siga su curso. Dicho de otra forma, cuanto más alto llegas, más profunda es la caída. Bayona captura esta idea y le da peso en toda la secuencia de la isla, sobre todo al final, donde el animal más grande y fuerte es derrotado por el fuego. Resulta tan emotivo y se apoya tanto en la banda sonora... que es imposible no sentirse mal. Los seres que en otro tiempo fueron reyes... se extinguen de nuevo. Así de simple, y es un momento que debe tratarse con la solemnidad y el dramatismo justos. 2. ¿Por qué volvemos? John Hammond es un nombre que está destinado a sonar en cada entrega, remake o reboot que se haga sobre esta saga, pues es el hombre que jugó a ser Dios y el que se empeñará por siempre jamás en salvar su trabajo, que es la razón principal por la que envía a Ian Malcolm de nuevo a la isla, tras haber perdido él el control sobre su parque frente a alguien muy cercano, su propio sobrino. En El reino caído tal vez ya no tengamos a Hammond, pero tenemos a un viejo colega suyo, Lockwood, que, descubrimos, inició los experimentos con él antes de seguir otra senda. En el caso de este amable señor, su sueño es tan importante como lo fue para Hammond, razón por la que enviará a Claire a protegerlo, sin saber que él no controla la operación de rescate. Y es que la traición aquí viene por la espalda al más puro estilo del siglo XXI. No obstante, los dramas familiares todavía están presentes, pero de eso hablaremos más adelante... Lo más importante es quedarse con la idea de que aunque los malos quieran sacar provecho con la venta de los animales, los buenos intentarán impedirlo. Pero, claro, las circunstancias no son exactamente las mismas. 3. Personajes involucrados Uno de los aspectos que llaman la atención de Jurassic World es su actualización en más de un sentido, más allá de la temática. Se nota la esencia del nuevo siglo en cada uno de los debates que sostiene, sumado a la inclusión de una juventud enérgica, beligerante y rabiosa clamadora de derechos. Por eso los jóvenes van a tener relevancia en esta lucha y acompañarán a Claire y Owen en su aventura. También tenemos una niña, Maisie, un abuelo majete... El equipo de Malcolm era más adulto y menos variado, quitando a su querida hija, claro, pero eso no quita que haya coincidencias muy llamativas, como el hecho de que el doctor se reúne con su ex novia, una paleontóloga que, como Claire, siente auténtica pasión por los dinosaurios. Owen es un tipo igual de carismático y realista que Ian, pero aun así más atado a ese mundo por culpa de Blue, la velocirraptor a la que crió. Aparte de eso, vemos a los clásicos trabajadores víctimas y verdugos de InGen, al científico loco de turno que nos garantiza más catástrofes mientras no lo maten y al empresario ambicioso que todo lo vende al precio que sea. 3. El dinosaurio estrella Si hay un animal que pueda representar tanto a Jurassic Park como a World ese es el T-Rex. Un momento, ¿estamos seguros de eso? Porque una cosa es la relevancia que tuvo en la trilogía original, pero a partir de la tercera otra especie se fue imponiendo y ahora mismo queda al nivel que el tiranosaurio. Hablo, por supuesto, del velocirraptor, que además en Jurassic World cobra un sentido distinto, ya no únicamente como depredador al que temer, sino como criatura especial e inteligente a la que tener en cuenta, y eso es curioso por su simbología. El rex siempre ha reflejado la fuerza, la fiereza, el poder, en un mundo dominado por seres salvajes que amenazaban a la humanidad. La idea de El reino caído es que ese poder se pierde, aunque no enteramente. Los animales están a merced de la humanidad, cada ejemplar es el último de su especie y pueden devorar y destruir, es cierto, pero su amenaza no es tan grande como en otras películas. Es por ello por lo que para sobrevivir deberán ser algo más, más inteligentes. Y ahí es donde entra el raptor, el cazador que se mide con el hombre y gana, lo que anticipa un nuevo reto a la hora de capturarlo. Blue no solo ha calado hondo en la historia, sino también en el espectador, que ven en ella la razón, el deseo, que sienten los jóvenes animalistas por salvar lo que queda de su experimento. Con este animal se abre el debate mucho más que con el resto, porque a ella sí llegamos a conocerla en profundidad, a temerla, a admirarla... Gracias al sentimentalismo del guion, Blue se convierte en el primer velocirraptor, y en el primer dinosaurio protagonista de dos pelis, que realmente significa algo para nosotros. El tiranosaurio pasa así a la historia y queda como mero homenaje. PD: sobre un detalle que quizá algunos hayan pasado por alto: en El mundo perdido curan a una cría de rex que está malherida. En El reino caído es a Blue a la que hay que sanar. 4. Lo lejos que podemos llegar con la ciencia Y no me refiero a un salto de la isla a la ciudad (que también). Jurassic World introdujo la cuestión de los híbridos artificiales y en El reino caído prosiguen con la idea adaptándose a lo que he mencionado antes sobre el dinosaurio protagonista. Se llega a la conclusión de que el avance no está en la fuerza bruta, sino en la inteligencia, razón por la que surge el indoraptor. Pero hay mucho más, porque esta manipulación genética da el salto al ser humano, con el que también se es capaz de crear un clon... De acuerdo con la peli, este fue el motivo que separó a Hammond y Lockwood, lo cual para mí presenta el debate sobre la experimentación en animales versus en humanos. De acuerdo con los sucesos, Hammond defendería que es lícito experimentar con animales, pero no con humanos. Sin embargo, Lockwood no ve la diferencia. Esto se plantea muy secundariamente en el filme, pero de algún modo creo que tendrá más relevancia en la tercera parte, porque si no ¿por qué habrían de meterlo? Y es interesante porque la visión de Lockwood apoya a los que están a favor de salvar las especies por muy destructivas que sean. Esta trilogía enfrenta a los que defienden la economía contra los que defienden la vida. Unos abogan por el utilitarismo y otros, por la libertad. Pero incluso estos últimos juegan a ser Dios al elegir quién debe vivir. El último acto de Maisie es determinante para lo que está por venir y sus palabras no podrían ser más defensoras del mensaje ecologista: "Tenía que hacerlo. Están vivos... como yo". Precisamente, niña, precisamente. Aquí detengo mi comparativa y reflexión para concluir con lo mucho que Jota Bayona ha aportado a la saga más allá del homenaje a Spielberg. No solo en el guion, sino también en su forma de narrar los acontecimientos está la magia, cómo emplea los recursos cinematográficos para crear un cuento de terror y al mismo tiempo de esperanza, familiar (la fotografía, por ejemplo, es impresionante, así como el montaje de los planos, que son las dos cosas que más me maravillan de la filmografía de este director). No idealiza a los dinosaurios, sino que los lleva al mismo terreno del hombre y alude con ello a la idea de la coexistencia, como dos especies destinadas a luchar por la supervivencia como lleva siendo la historia desde el surgimiento del primer microbio. ¿Vuelta a la Edad de Piedra, a la prehistoria? No lo creo. ¿Pero entonces cómo puede convivir lo antiguo con lo nuevo? Es algo que tendremos que ir viendo y podremos, ya que por suerte hay mucho juego en ello.
Por tanto, en una trilogía donde parece que empiezan a agotarse las ideas, el director español (r)evoluciona la mirada de modo que nos de miedo lo que podemos lograr con nuestra propia tecnología, una reflexión muy acertada para los tiempos que corren. Muchas gracias, Jota, por devolvernos a un mundo conocido pero con un nuevo aire. Es un orgullo que haya sangre española en esta firma.
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Agosto 2023
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