Post de Naiara Salinas ¿Alguna vez os habéis ido de Erasmus? ¿AuPair? ¿Tenéis familia que vive en el extranjero? ¿Creéis que no tenéis ninguna oportunidad en vuestro país y deseáis marcharos? Entonces os traigo la película perfecta para desahogaros: Eilis Lacey, harta de no encontrar empleo en su tierra, Irlanda, toma la dura decisión de emigrar a Nueva York, donde se instala en una pensión de Brooklyn y poco a poco va consiguiendo un futuro, en especial cuando conoce a Toni, un italo-estadounidense con el que vive un romance muy tierno. Sin embargo, cuando la nostalgia ha quedado atrás y Eilis empieza a encontrar un hogar en América, circunstancias personales la llevarán de vuelta a casa, y allí deberá decidir dónde está su corazón de verdad. Bien, de acuerdo, lo más lejos que he estado de casa han sido unas cuatro provincias de distancia, pero como persona que ha pasado mucho tiempo lejos de los suyos sin mucho dinero para movilidad me es sencillo ponerme en la piel de la protagonista. Dramáticamente, la cinta cumple con los parámetros de este viaje "obligatorio", que no solo cambia la vida de Eilis sino también a ella, lo cual ejemplifica el dicho de "hay que abandonar el nido más a menudo". En Irlanda Eilis no se exprime a sí misma, cobijada bajo el ala maternal; por eso a la gente le cuesta darle una oportunidad. Cuando cambia de aires enseguida se obliga a espabilar para poder comer. La distancia le otorga independencia y la independencia la vuelve mujer. Dicen que de todo es posible aprender una lección y Eilis bebe de cada ayuda que le ofrecen, pues aunque su gente está a un océano, no está sola en la gran ciudad y cuenta con amigos y compañeras que le aportarán cosas, sean muy pocas o muchas. La película, así, se convierte en un consejo general sobre la madurez y el hogar. Hay veces en las que marcharse es conveniente, para abrir la mente, para conocer mundo, para vivir..., para aprender. Y sí, los comienzos serán penosos, pero el renacer es lo que cuenta. Esto me lleva a considerar una estructura de dos partes: en la primera asistimos a esta evolución en la chica, el cómo se recupera de la nostalgia y empieza a hincar codos, cómo cambia su relación con el entorno y cómo empieza a tomar la oportunidad que se le ha dado y a luchar por sus sueños. Y la segunda es como si ocurriera mucho más tiempo después (es lo que tiene la elipsis), donde podemos ver el fruto de ese esfuerzo y ese viaje. En su pueblo irlandés Eilis no tenía mucho, pero fuera se abrió camino y consiguió lo que le faltaba, tanto de carácter como de formación. Sería muy gratificante ver cómo eso le repercute al regresar..., si no fuera por la historia de amor, que, aunque no la haya mencionado mucho hasta ahora, es clave de este proceso. Pues otro de los pasos de la madurez es conocer gente, experimentar nuevos sentimientos, tomar decisiones aún más complejas... Gracias al amor Eilis se "engancha" a Brooklyn, pero parte de su ser todavía reside en casa. Tal y como ella le confiesa a su hermana por carta, aunque su cuerpo estuviera allá, su vida aún estaba en la isla, aunque había pasado a encontrarse varada en medio del océano, es decir, entre sus dos hogares. El filme transmite muy bien esa sensación de estar cada dos por tres en una encrucijada, de no saber qué hacer. Eso es más verosímil que si la joven decidiera luchar todo el rato por su relación con Toni (lo cual, si me lo permitís, también la haría muy... cursi). Justo cuando la pareja no puede ser más feliz llegan las malas noticias y, como espectadores enamorados, no podemos sino observar con recelo a la gente que intenta que Eilis permanezca en Irlanda, logrando que incluso su decisión de volver con Toni se debilite. Otro de los aspectos mejor llevados en el guion es la incertidumbre mediante el engaño, es decir, realmente Eilis no vuelve a Irlanda hasta el tercer acto, que no supone más que la última media hora de la peli. Es decir, todo lo que ahí ocurre es rápido y/o repentino como la vida misma y la obliga a cambiar de planes, y tal y como pasa uno no se espera la decisión final. Y eso para reflejar el quebradero de cabeza de la protagonista, lo cual me parece maravilloso. En resumen: una buena historia, muy real, que además te muestra conexiones culturales entre ambos países. El reparto es estupendo (siempre haré hincapié en lo mucho que ha evolucionado Saoirse Ronan), la relación entre Toni y Eilis muy tierna y la realización es ideal. Me gusta que se reconociera el trabajo con una nominación a los Oscar. Ficha técnica Brooklyn (Brooklyn) 2015, Reino Unido Director: John Crowley Reparto: Saoirse Ronan, Domhnall Gleeson, Emory Cohen, Jim Broadbent, Julie Walters y Emily Bett Rickards Puntuación: 10/10
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Agosto 2023
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