Post de Naiara Salinas Buenos días, allscreeners. Como bien sabéis, el lunes pasado nos dejó una serie que esta temporada nos ha hecho vibrar como nunca. No sabría cómo empezar este post; no porque tenga las palabras atascadas, sino porque hay tanto que contar que más me valdría haberme grabado uno de esos vídeos de reacción tan famosos, como muchos otros espectadores que los cuelgan en YouTube, para ayudarme a expresarme. Pero se me ocurre que lo mejor sería comenzar por un breve resumen de mi opinión, antes de incidir en cada aspecto. La sexta temporada de Juego de Tronos ya marcaba el inicio de un nuevo ciclo incluso antes de estrenarse, uno donde tanto lectores como espectadores marchaban ciegos. Sin la guía de George R. R. Martin, ¿qué le deparaba a los Siete Reinos? Afortunadamente, David Benioff y Daniel B. Weiss, esos maravillosos creadores cuya labor Tessa alabó una vez, no dejaron que el caballo se desbocase y lo agarraron con firmeza, con mucha más que en las temporadas anteriores, si cabe. Por una vez, estaban solos, sin límites creativos impuestos por unas páginas. Y aunque el final debería coincidir, en principio, el cómo no está estipulado (que sepamos). De modo que el nuevo ciclo ha arrancado con una propuesta más activa, sangrienta y emocionante. El guion ha tomado su propio rumbo y sus comandantes se han puesto las pilas para que el cierre de la serie dentro de dos temporadas sea lo más épico y conclusivo posible. Y esta es la forma en la que lo van consiguiendo (ALERTA SPOILER EN TODOS LOS PÁRRAFOS): La resurrección que deseábamos (y esperábamos) Tanto la quinta temporada como el quinto libro cerraron de una forma truculenta, con Jon Nieve caído y herido de muerte por sus hermanos juramentados, a lo Julio César. ¿Cómo?, pensamos. ¿El héroe va a morir antes de que descubramos su verdad? ¿Qué va a pasar con los salvajes? ¿Y los caminantes blancos? Evidentemente al bastardo aún le quedaban asuntos pendientes y el regreso de Melisandre al Castillo Negro ofreció la esperanza que mantuvo en vilo a los fans hasta el estreno de esta temporada. Pero los guionistas no iban a confirmar nuestras sospechas tan rápido y esperaron hasta el final de 6x02 para la “sorpresa”. (Re)encuentros (in)esperados Después de que Sansa rehuyera la ayuda de Brienne y Pod en la quinta temporada, volvió a encontrarse con la pareja a comienzos de la sexta tras escapar de Invernalia con Theon. El Greyjoy decidió volver a casa y la guerrera rubia acompañó a la joven loba al Castillo Negro, donde para nuestra alegría pudo (aleluya) abrazar a un familiar: su hermanastro Jon, recién resucitado (menos mal que la chica no llegó antes. Se hubiera traumado). En los libros lo último que supimos de ella fue que seguía con el cabello teñido, que había pasado a llamarse Alayne Piedra y que seguía a salvo en el Valle de Arryn, de modo que poca oportunidad de reencuentro con Jon hay. En la serie, el giro de haber obligado a Sansa a casarse con Ramsay propició la oportunidad de que Theon expiara su traición a los Stark ayudándola a escapar y luego ella uniera fuerzas con Jon y le convenciera para recuperar su hogar, cosa posible ya que, una vez “muerto”, el bastardo ya no le debía nada a la Guardia de la Noche y por tanto podía reclamar su lugar en el norte. Pero aún hay más, pues más personajes se han visto las caras esta temporada y con más de una me he llevado una sorpresa grata (porque nunca imaginé que semejante encuentro pudiera tener lugar fuera del campo de batalla). Es el caso de los hermanos Greyjoy con Daenerys y de las dornienses con Olenna Tyrell… Y todo por un mero objetivo: derrocar a los Lannister y recuperar cada uno el lugar que le corresponde. Momentos que ya tardaban en producirse En la quinta temporada se omitieron varias escenas que acontecían en el libro de Danza de dragones (más un pelín del de Festín de cuervos) que, por si las moscas, los guionistas decidieron reservarse. Tal es la aparición de Manosfrías, el asedio de Aguasdulces, las muertes del maestre Pycelle y de Balon Greyjoy, la irrupción de los tíos de Theon y Yara para reclamar el Trono de Sal o la carta amenazante de Ramsay Bolton a Jon Nieve. Vale que la mayoría no se hayan producido como lo esperábamos (en los libros, por ejemplo, Victarion Greyjoy es el tío malvado, mientras que en la serie lo es Euron, que en papel apoyaba a su sobrina, mientras que Theon seguía ausente), pero al menos los han tenido en cuenta, no como a otros (ejem, los Martell que faltan, ejem, Aegon Targaryen, ejem, Penny la enana, ejem, ejem, ejem). Al mismo tiempo, se extendieron en tramas que se habían quedado a medias o que ni siquiera habían comenzado, como la lucha entre la corona y la fe (o más bien entre Cersei y el Gorrión Supremo), el aprendizaje de Bran con el Cuervo de Tres Ojos, las peripecias de Arya en Braavos y las de Daenerys tras escapar de Meereen a lomos de Drogon, la llegada de Sam a Antigua... Todavía, sin embargo, sigo esperando (y creo que me quedaré con las ganas) ver a Lady Corazón de Piedra. Muchas sorpresas/muertes, como siempre Nunca pueden faltar en el guion, son un elemento básico. Toda la temporada en sí podría considerarse una sorpresa en cierto sentido, pero seguro que algún que otro abrió ojos y boca al ver al Perro vivito y coleando; a Doran y a Trystanne Martell siendo asesinados junto con Areo Hotah por Ellaria y sus Serpientes de Arena; el papel tan efímero de Ian McShane, que era el invitado de honor esta temporada; la forma en que se iba cumpliendo la profecía de Maggy la Rana a Cersei; las muertes del Cuervo de Tres Ojos y los niños del bosque; el secreto de Melisandre, el final del Pez Negro; el desarrollo de la batalla de los bastardos y la guerra de Meereen, y, lo mejor, Arya asesinando a Walder Frey y eliminando un nombre más de su lista. Secretos revelados y teorías confirmadas Pero si hay algo que no esperaba descubrir tan pronto es el origen del trastorno de Hodor (que en paz descanse), ni la revelación del origen de Jon, más la identidad de Manosfrías. Secretos que George R. R. Martin todavía guarda celosamente en sus páginas pero sobre los que los fans rumoreaban y teorizaban desde hacía tiempo. ¿Es buena señal que se hayan confirmado antes de llegar al final o hay gato encerrado? ¿De verdad esto es así o es una solución que se han sacado de la manga para darle al fandom lo que deseaba? Sinceramente, me niego a creerlo, y una de las razones es que Benioff y Weiss ya habían preguntado a Martin sobre estos temas y habían sacado sus propias conclusiones, aplaudidas por el escritor. Parece que en el fondo no todo es sorpresa en la literatura de estas novelas río y hay cosas que son muy obvias con tanta pista que nos dejan. Como verdevidente solo Bran podía ser el puente entre el pasado y el presente y por ende el conocedor de esas verdades. Gracias a él hemos tenido la oportunidad de ver en primicia la historia de la familia Stark y de cómo Lyanna engendró un bastardo que entregó a su hermano en su lecho de muerte para salvarlo de su mismo destino. Por estar encima más allá del Muro ha podido reencontrarse con su tío Benjen y conocer sus circunstancias peculiares. Y su conexión con Hodor explica la anomalía del gigantón, cuya misión vital resultó que era sostener un portón. Y tras la season finale… Toca ir al meollo del asunto, dado que todas las tramas mencionadas convergen en el final de temporada, y puedo afirmar con rotundidad que nunca había visto mejor cierre. Tras la reconquista de Invernalia y el asesinato de Rickon, no queda otro varón emparentado con los Stark (que los ponientis sepan, ojo) más que Jon para asumir la guardia del norte, que tras muchas temporadas dividido vuelve a alzarse como uno para hacer frente a la amenaza de los caminantes blancos. El haber dejado a Edd el Penas casi al frente de la Guardia de la Noche y haber matado a los traidores asegura una alianza entre Invernalia y el Castillo Negro. Es decir, que alguien va a estar un poco al margen de lo que pase en el centro del país, aunque no creo que dure demasiado porque, ya se puede decir alto y claro, la guerra definitiva está a punto de comenzar. Y es que este episodio empezó fuerte desde el minuto 0, con el ataque terrorista de Cersei al Septo de Baelor donde iba a celebrarse su juicio. Nadie se esperaba que la Lannister fuese a arremeter contra media población de Desembarco (lo más grave, incluyendo a media casa Tyrell, la reina y el Gorrión). Su momento Aerys Targaryen (oigo de fondo lo de “¡Quemadlos a todos!”), sin embargo, no es tan chocante como el suicidio posterior de Tommen al perder a su querida esposa, cosa que se puede interpretar como un acto de dolencia desesperada o como una rebelión contra su madre, que siempre lo ha sobreprotegido. En cualquier caso, el chiquillo que parecía inocente cuando lo compraron ha saltado con valentía desde su torre y apenas nos ha dejado tiempo de dedicarle un R.I.P. hasta que su madre se ha coronado a sí misma reina otra vez. Poco le queda a la casa Lannister para considerarse en peligro de extinción… Esto explica que luego más tarde las bastardas de Dorne llamen a una enfadada y descorazonada Olenna a su palacio para ofrecerle una alianza. Salvo que la propuesta no es tanto de ellas como de Varys, que se teletransporta desde Meereen para contarles la historia de cómo una reina exiliada, madre de dragones y khaleesi que no arde está preparada para embarcar hacia los Siete Reinos e invadir la capital con todo su ejército de inmaculados y dothrakis, más el apoyo considerable de la flota de Yara Greyjoy, otra heredera exiliada. Los únicos a los que echaremos de menos serán sus pretendientes, vaya casualidad: Daario es obligado a permanecer en Meereen y Jorah no ha vuelto a aparecer desde que ayudase en el rescate de Vaes Dothrak. De modo que en esta coalición tenemos a: los restos de las casas Martell y Tyrell, medio Greyjoy, una Targaryen y un Lannister. Los sanguinarios, los ricos, los saqueadores y los llameantes: menuda combinación peligrosa. El último plano de Danny es el que marca el comienzo de la guerra (qué imagen tan poderosa y grande, por Dios). El cuervo blanco ya sobrevuela Poniente; el invierno ha llegado. Los Stark están a punto de reunirse para aullar en manada de nuevo (Bran y Meera solo deben cruzar el Muro y llegar hasta Invernalia o esperar allí a las tropas del nuevo rey en el norte, aquel que desconoce una verdad que podría cambiarlo todo, y Arya está en las Tierras de los Ríos, relativamente cerca) y el sur está a punto de volverse más caliente que de costumbre. Dos amenazas que llegan por ambos extremos y rodean el centro del continente: el hielo y el fuego. La guerra promete dejar víctimas y encima ahora alguien más que nosotros sabe que lo del trono es un tanto más complicado de lo que parece porque, aun siendo técnicamente un bastardo, Jon lleva la sangre del justo heredero y, por consiguiente, si las leyes jugaran a su favor tendría más derecho al Trono de Hierro que Daenerys, pero dudo que esta sea capaz de matar a su sobrino, sangre de su sangre y del hermano noble que nunca conoció, tan vilmente. Además, el dragón debe tener tres cabezas y en el bando del fuego ya hay dos… Sí, Tyrion es la segunda cabeza, tras demostrar su empatía con los dragones y ser nombrado Mano del Rey (vuelta a la segunda temporada). Lo único que falta es que se confirme su sangre Targaryen, otra teoría muy sostenida por los lectores (me cuento entre ellos) y que cada vez parece más real. Él podría montar a Viserion, porque es justo que Rhaegal sea domado por Jon. Y así es como se cumpliría otra profecía. Las venganzas se van cumpliendo y cada vez quedan menos personajes vivos. He de criticar negativamente los regresos de Loras, Rickon y Osha solo para morir, el de la Hermandad sin Estandartes sin Lady Corazón de Piedra y la ausencia inexplicable de Gendry, que supuestamente estaba en Braavos y no ha tenido ni un mísero reencuentro con Arya. ¿Qué ha sido de este chico? Su papel podría llegar a ser decisivo a la hora de disputarse el trono. ¿Nadie quiere una revancha Baratheon-Targaryen? Porque es el único que queda de la sangre del venado. Por tanto, para acabar esta entrada de una vez, la guerra empezará en el sur en cuanto Dorne abra sus fronteras para que cruce el ejército de la dragona. Desembarco del Rey va a pasarlo muy mal intentando protegerse de tres dragones, pero estos no pueden morir sin haber alcanzado primero el norte, donde el fuego es más que necesario para derrotar al rey de la noche. ¿Unirán sus fuerzas Jon y Daenerys? ¿Se repartirán el poder cuando todo acabe? ¿Llegarán ambos vivos al final de la contienda? Solo quedan dos temporadas para saberlo.
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