Post de Naiara Salinas Hoy es un día especial para mí, tanto en lo personal como en lo seriéfilo. Y es que no podéis imaginar las ganas que tenía de escribir sobre esta serie, quitándole un poco el papel a @IvnCalderon, que tan gustosamente se ha dedicado a reseñar los capítulos en los últimos meses (no pienso quitarle el trabajo ni mucho menos, ojo, que lo mío va a ser general). Este verano he tenido el suficiente tiempo para, una vez dejada atrás Stranger Things, ponerme al día con esta especie de Smallville estilo Batman, y he de decir que he acabado enganchadísima y sumándome a la lista de fans que esperan con ansia el estreno de la tercera temporada el lunes que viene. Por no mencionar que es la última serie estrenada un 22 de septiembre (el año pasado en España) y, si estáis atentos a las redes sociales, entenderéis por qué esa fecha es tan importante. Lo que Gotham es para mí está en el título de este post (agradecimientos a Rose, que accedió a hacerme la imagen promocional cuando se la pedí), ya que no veía tan buena adaptación del cómic del Caballero Oscuro desde la versión de Christopher Nolan, y de hecho hay tantos elementos que remiten a esa trilogía del cine que los voy a ir soltando en lista (ALERTA SPOILERS). 1. El tono Oscuro, serio... El Caballero Oscuro no era solo la adaptación de un cómic, pretendía también ser un ciclo: cómo se forja un héroe y cómo cumple con su misión de vida. Era la historia de un hombre que clamaba justicia y venganza por la muerte de sus padres, un alumno que tras aprender lo necesario ponía en práctica sus habilidades para salvar a una ciudad agonizante de los villanos más psicóticos y peligrosos de todos los tiempos. Mafias, locos, vengadores, justicieros... Ni el humor de Marvel ni la excesiva pena y autoexploración de otros superhéroes de DC (ejem, Superman) tenían cabida en una saga que estaba continuamente en movimiento, intercalando arcos argumentales, explorando la caída al lado oscuro de muchos personajes, manteniendo la tensión en las investigaciones criminales... Un proyecto muy profesional. Gotham, de alguna forma, mantiene ese tono y esa carga intensa de una manera que podría funcionar perfectamente como precuela de esa trilogía. Mismos personajes (a falta de una Rachel, ya que tenemos a Cat), mismo escenario, mismo punto de partida (la muerte de los Wayne)... Se estanca en el "cómo se forja", pero mucho más detallada y profundamente, lo que le permite introducir personajes con los que Nolan no jugó, aunque podría haberlo hecho, como el Pingüino, lo que lleva al punto dos: 2. Evolución de los personajes Hay aquí dos grupos diferenciados:
A su lado, Harvey resulta el mejor mentor y compañero de acción, un tipo que comprende seriamente dónde se está metiendo, aunque, cuando se trata de moralidad, nadie como la doctora Leslie Thompkins para ponerle los dedos de frente a Gordon. La línea entre el bien y el mal resulta muy delgada y cuestionada a lo largo de los cuarenta y dos episodios que componen por ahora la ficción. Prueba de ello está el otro bando, el de los villanos, que destacan en actuación por muchísimas razones. Con todos ustedes, les presento a los próximos ganadores del Emmy, cuando tengan la decencia de nominarlos: Robin Lord Taylor (Oswald Cobblepot, alias el Pingüino), Cory Michael Smith (Ed Nygma, futuro Enygma o Acertijo), Jada Pinkett Smith (Fish Mooney) y Cameron Monaghan (Jerome, alias el Joker). Estos cuatro, para mí, son la cumbre del poderío villano, en especial cuando se vuelven ambiguos, como Oswald, por ejemplo, cuyas motivaciones son perfectamente comprensibles por el espectador, que hasta le apoya. ¿Héroe o villano? Nygma es adorable al principio cuando trabaja como ayudante del forense, es incomprendido por sus compañeros policías, suelta todos esos acertijos en medio de las investigaciones y trata de ganarse el corazón de la señorita Kringle. Luego, cuando se vuelve Gollum (porque su trastorno es un trastorno Gollum claramente) termina siendo un cabrón de mucho cuidado, pero igual de divertido e interesante, ya que su mayor arma es su inteligencia. Fish es una mujer sin miedo que no tiene reparos en arrancarse un ojo con una cuchara para evitar que la utilicen de experimento. Según confiesa ella, sufrió mucho en la infancia y, viendo su determinación, no es nada difícil creerla. Y Jerome, oh, qué decir de Jerome. Es el único que siempre estará loco y siempre será un sádico, es decir, nunca me podré poner de su parte, pero para ser joven ni tan mal. Su risa de Joker da escalofríos. Es un chaval muy, muy peligroso y, por tanto, muy bien interpretado. Y hablando de chavalines, el bando de los jóvenes también cuenta con grandes actores. Alabemos a David Mazouz en la piel de un Bruce Wayne que, aunque todavía está a unos años de distancia, se acerca a Christian Bale de un modo asombroso, ya que posee esa calma solemne y una valentía muda que le ayuda a resolver problemas con la mayor astucia mientras finge ser un niño (vamos, que madura muy deprisa y tiene muy claros sus objetivos. Lo único que le saca de quicio es pensar en sus padres muertos, pero él no tiene miedo a morir, lo que a veces lo vuelve un poco temerario). Camren Bicondova como Selina Kyle es lo más bonito que he visto nunca. Es la primera actriz con la que quedo completamente satisfecha para el papel (Halle Berry no tenía mucha personalidad y Anne Hathaway no daba el pego, demasiado delicada). Es la antihéroe, la pillastre, la que solo mostrará lealtad secreta a una única persona. Como es joven al principio sus crímenes pasan por travesuras y acciones típicas de una chiquilla de la calle: robar, trapichear, mentir, fugarse... Pero de pronto, está cogiendo un arma, está aliándose con figuras poderosas y representando algo más que un mero obstáculo para la policía. Y se cuela en fiestas de gala y da consejos muy sinceros, oportunos y maduros. Ella es mi personaje favorito junto con Alfred (fiero guerrero militar escondido bajo la máscara de mayordomo. Un maestro para Bruce más excelente que Ra's Al Ghul, en mi opinión) y el Pingüino. Ivy, que obviamente es una niña aunque en esta tercera temporada la hagan crecer de golpe, muestra ya manías que acojonan un poquito si la tienes cerca. No parece nada del otro mundo porque es una huérfana sin hogar que se busca la vida para sobrevivir, un pasado (o presente en este caso) que de hecho comparten la mayoría de los villanos de la serie. Como Libélula, Bridgit para los amigos, una chica amiga de Selina desde niñas a la que sus hermanos obligan a entrar en la piromancia. O Victor Zsasz, que congelaba a gente solo para encontrar un remedio que salvase a su mujer de la muerte (o como mucho la preservase hasta encontrar el remedio). 3. La trama
Para ser una precuela tiene bastante tirón (por eso me gusta compararla tanto con Smallville). Repasamos el origen de los villanos más famosos de Batman, cotilleamos en la juventud de Wayne, nos enamoramos de Jim Gordon y vamos hilando misterios porque, al final, todo está conectado. La pega que le veo es la de las muertes y resurrecciones, pero esto es el mundo de los cómics, es decir, está a la orden del día, así que es muy fácil perdonarlo y seguir disfrutando, y más ahora que tenemos una horda de monstruos sueltos por la ciudad. Cosas que merece la pena destacar:
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Enero 2023
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