Post de Rosana Rábago (con la colaboración de Teresa Antón)“Querido diario, Ayer vimos el final de The Vampire Diaries y aún no nos hemos recuperado. 44 minutos de un final que ha sido perfecto, el mejor final de serie nunca visto…”. Así comenzaría nuestra entrada de la página de diario escrito ayer por nosotras (si se diera la casualidad de que escribiéramos un diario, cosa que no hacemos), pero es que el final de esta serie de vampiros más perfecto no pudo ser y nos dio absolutamente todo lo que pedíamos para el final de esta ficción. ¿Lo comentamos? Desde ya os avisamos de la presencia de SPOILERS del último capítulo de esta gran serie, así que si aun no habéis visto el capítulo, no sigáis leyendo y corred a verlo. Dicho esto, ¡empezamos! El penúltimo capítulo nos dejaba con ganas de muchísima Katherine y, precisamente, desde el comienzo del último capítulo lo solventaron con la presencia de Nina Dobrev desde prácticamente el minuto uno. Si bien es cierto que primero nos aparecía como Elena reencontrándose en el bosque de Mystic Falls mientras Elena se despertaba de su cama y veía a Bonnie y se fundían en un precioso abrazo. Ahí, Elena caía en la cuenta de que Bonnie había muerto por duodécima vez en lo que va de serie. Y mientras Bonnie le decía haberlo aceptado, aparecía Enzo para informar a la bruja de que él no y que no la iba a dejar morir así como así, por lo que finalmente volvía a la vida ante la mirada de Caroline y Stefan que estaban intentando traerla de vuelta de la mejor forma humanamente posible (incluyendo darle un poquito de sangre vampírica, por si colaba). Tras esto, veíamos a Damon jugando a lo que mejor se le da, matar. Y así éramos testigos de como el mayor de los Salvatore asesinaba a Vicki en un intento desesperado por impedir que ella deje de tocar la campana del infierno. Pero claro, ya estaba muerta, por lo que volvía a regresar decidida a cumplir con su función para evitar así regresar al infierno. Ni siquiera Matt podía disuadirla de su función y, éste ponía en marcha el protocolo de evacuación por una fuga de gas (sí, otra vez, este pueblo y el gas se llevan muy mal). Así, todos regresaban a sus casas a recoger sus objetos personales irremplazables y los Salvatore regresaban a su casa para recoger el ataúd de Elena. Al llegar, descubren el ataúd de Elena abierto y sin ella dentro, sino que está fuera preguntándose que ha ocurrido. ¿Qué ha pasado? Por un momento pensamos junto a Damon y Stefan que Elena ha despertado tras la “pequeña” muerte de Bonnie y mientras Damon y Elena se funden en un abrazo, los Salvatore se dan cuenta de que no es Elena quien está con ellos. Es el mito, la leyenda, la mujer más perra de todas: la gran Katherine Pierce. Y su venganza no puede incluir a otra persona que no sea Elena. Así que Kat esconde su cuerpo para que los hermanos lo encuentren. Y, como si tal cosa, les explica su malvado plan a los Salvatore, haciéndoles ver que el diablo (Cade) solo se fijó en ellos, porque ella los quería para su venganza y Cade siempre estuvo a sus ordenes desde que llegó al infierno. Mientras tanto, Alaric va en busca de Caroline con las niñas y Bonnie. La vampiro, que está en su casa recogiendo los libros infantiles y alguna foto suya y de su madre decide quedarse a ayudar a encontrar el cuerpo de Elena a Stefan. Alaric se muestra reticente porque no quiere que las niñas crezcan sin su madre. Así que a Caroline no le queda más remedio que prometer que escapara a tiempo antes de que el infierno se instale en Mystic Falls. La verdad es que a Stefan le cuesta muy poco localizar el cuerpo de Elena pero, ante su sorpresa, cuando va a irse con ella, se encuentra con que el cuerpo de Elena está hechizado para no poder abandonar la sala de calderas del instituto. En ese momento, Caroline llega al instituto y tiene una charla muy sentimental con Stefan en la que él le dice que se vaya y cumpla su promesa a Alaric, pero que él se quedará para intentar convencer a Damon de que abandone Mystic Falls con él aunque eso signifique perder para siempre a Elena. A la par que sucede esto, Bonnie, Alaric y las niñas llegan a la Armería y allí y gracias a Dorian y Alaric, Bonnie descubre cómo vencer a Katherine y salvar el pueblo redirigiendo las llamas del infierno hacia la gran villana de la serie. El problema, alguien debe sacrificarse y matar a Katherine con la daga hecha con sus propios huesos (cosa que no paran de hacer los Salvatore desde que la ven) justo cuando las llamas lleguen a ellos. Y aquí es cuando los dos hermanos comienzan a pelear por ver quién debería sacrificarse. Pero, Damon, siendo como es, se da cuenta de que Stefan es humano y puede controlarlo para salvarlo. Cosa que hace. Mientras tanto, Alaric le cuenta el plan a una estupefacta Caroline que pide al padre de sus niñas que pare el coche para poder mandarle un mensaje en la intimidad a Stefan en el que le dice que por favor la llamé para poder despedirse y que lo entiende. A todo esto, Bonnie, desde la Armería, se dispone a parar las llamas del infierno. Cuando por fin admite que no se irá sin luchar, aparece Enzo para darle fuerzas y para decirle que no tiene que hacerle frente sola. Y es que todo el clan de brujas Bennett lideradas por su abuela, Sheila Bennett, acuden en su ayuda para redirigir las llamas del infierno y así, mediante un encantamiento que comienza con el ya por todos sabido (y que echábamos mucho de menos, dicho sea de paso) Phesmatos, todas las Bennett consiguen redirigir las llamas del infierno mientras Damon y Katherine ven cómo les vienen hacia ellos. Sin embargo, no había llegado la hora de morir de Damon y es que Stefan se decide a sacrificarse al haber tomado verbena (claro está que siendo humano iba a meterse verbena de por vida) y concediendo a su hermano de nuevo la humanidad al inyectarle la cura y, por tanto, una esperanza de vivir con Elena mientras al mismo tiempo le pide disculpas por todo lo que le había hecho pasar desde que se convirtieron en vampiros. Tras esto vemos de nuevo un reencuentro Stelena en el que ambos chocan en el pasillo justo como en el piloto de la serie y donde Stefan le explica todo lo que ha sucedido y le pide que le haga llegar un último mensaje a Caroline cuando despierte. Tras lo cual sale del instituto para encontrarse con su mejor amiga Lexi, cumpliendo así su promesa de pasar la muerte juntos. Tras esto pasamos a unos días después en los que vemos cómo Bonnie logra romper el hechizo que la unía a Elena y así vemos cómo despierta sola junto a Bonnie. Por lo que lo primero que pregunta es dónde está Damon. Ella le explica que se ha ido con Caroline a despedirse de Stefan. Y es en ese momento cuando todo se pone sentimental y si ya habíamos llorado durante todo el capítulo, a partir de aquí la llorera fue interminable. Primero vivimos el reencuentro de Damon y Elena justo tras ver la despedida de Damon y Caroline a Stefan donde Damon sigue siendo escéptico sobre si existirá la paz y, si existe, si él será capaz de encontrarla después de todo el mal que ha hecho en más de 150 años. Una vez visto este emotivo momento vemos un poco de la vida de los protagonistas. Así, descubrimos que Damon ha donado la mansión Salvatore a Alaric y Caroline para que monten ahí su escuela para las niñas y otros niños con poderes, que Matt sigue siendo el sheriff de la ciudad y que está pensando en presentarse a alcalde o que Bonnie se ha decidido a cumplir la promesa que le hizo a Enzo y viajar y vivir su vida al máximo. Todo esto lo vamos viendo a la par que vemos cómo algunos personajes regresan para ayudar (sí, Jeremy se convierte en profesor de la escuela de Caroline y Alaric y Klaus manda una carta a Caroline con un generoso cheque para financiar la escuela) y otros van cuidando de los suyos desde el más allá (Vicki, Tyler, Enzo, Jo y Liz Forbes). Aquí nuestra fangirl interna también saltó y se emocionó porque la carta de Klaus a Caroline nos hizo pensar que al final serán endgame y, esperamos que su spin-off nos lo muestre. Y si no, que pasen a Caroline a The Originals. Pero tenemos claro que tienen que estar juntos. Y por último, somos testigos de un poco de la vida humana de Damon y Elena, incluyendo el momento de su muerte (o al menos eso pensamos), ya que al final, vemos que ambos encuentran la paz con sus seres queridos. De esta forma, Elena se reencuentra con su tía Jenna, sus padres y el tío/padre biológico John, mientras que Damon se reencuentra con su hermano Stefan y, tras pronunciar el “Hello, Brother” que hizo famoso al personaje de Damon, se funden en un abrazo con el que se pone fin a la serie, dando a entender, que antes del amor hacia una chica, esta serie ha tratado de la historia de amor y redención de dos hermanos, los Salvatore. Y, así, se puso fin a The Vampire Diaries, una serie que nos ha hecho sentir y comprobar que con la muerte, también hay vida. Echaremos de menos a los Salvatore, a Elena, a Caroline, a Bonnie, a Enzo, a Katherine y al resto de la tropa de Mystic Falls, pero sus enseñanzas se quedan con nosotras y The Vampire Diaries nunca será olvidada. ¡Hasta siempre, Mystic Falls y gracias por todo, The Vampire Diaries! Y, a vosotros, ¿qué os ha parecido el final de The Vampire Diaries? ¿Echaréis tanto de menos a los Salvatore y los demás como nosotras? ¿Con qué parte del final os quedáis? ¡Esperamos vuestros comentarios mientras lloramos todos juntos por el precioso final que nos ha dado esta maravillosa serie!
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