El martes os comentamos que la ganadora del concurso de fanfics había sido Silvia Mora Muñoz por Café, que bien merecido se lo tenía, pero también nos llegaron otros fics que nos gustaría que podáis leer. Así que, ¡aquí van! ¡Disfrutarlos tanto como nosotras! Welcome to the Darkness, por Silvia Mora Muñoz (@TheTheoryofA)¿Dónde estoy? ¿Cuánto tiempo ha pasado? Me incorporo apoyando mis manos en la tierra, las sacudo una vez estoy sentada y echo hacia atrás mi pelo totalmente enredado y despeinado. Miro hacia abajo viendo como el pelo me ha crecido hasta llegarme casi la cintura, cojo un mechón y me fijo en algunas partes que se han tornado negras, mezclándose con mi cabello rubio. Aún desorientada, cierro los ojos antes los fogonazos que me dan intentando ubicarme. Lo primero que me viene a la mente soy yo estando en una taberna, destrozando esta, con suerte de que apenas había nadie, o porque tenía pocas ventas o porque bien ya habían huido. El posadero estaba muerto agarrando una tinaja de vino. Estaba parada en un sitio, en una mesa de esquina, jurando que había estado ahí antes con alguien. Al segundo siguiente, frustrada por no recordarlo, tiro la mesa por los aires haciendo que se parta en dos contra la pared. Otro fogonazo. Yo en mitad del Bosque Encantando, algo perdida recorriendo el solitario camino yendo hacía un castillo que había al fondo. Un castillo donde había estado antes. Cuando justo, un campesino se me cruza y le arranco el corazón dejando su cuerpo inerte a un lado del sendero. Otro fogonazo. Yo en el puerto mirando los barcos a lo lejos en el mar, como si estuviera esperando alguno para que me llevara a algún sitio. ¿O para ver a alguien? Atisbé una cola de sirena introducirse en el agua. ¿Y si ella podría ayudarme? Los fogonazos se acaban, por ahora. Miro alrededor y sin saber qué hacía en ese bosque, comienzo a gruñir hincando las uñas en la tierra. Grito desesperada sintiendo algo que me ancla aquí, algo cuya conexión puedo notar y que me llama. Me levanto sin dificultad y miro mis ropas. Es un gran vestido de lo que podría haber sido de la realeza, pero que en cambio ahora, es completamente negro y gris. Realza bien mis pechos, marca mi cintura para luego caer como pétalos en varias capas, unas más largas que otras y no en el orden correspondiente. Levanto los brazos mirando las mangas que cuelgan, algo desgastadas y rotas. Giro mis brazos y recorro el derecho con mi vista hasta llegar a mi mano. La daga. Eso es lo que falta en ella, y sé que está aquí, puedo sentirla. Me giro y veo Storybrooke de fondo. Tengo que ir allí, sé que está allí. Con un chasquido de dedos me desaparezco del bosque. Aparezco en mitad de la carretera, envuelta en un humo negro que va desapareciendo a medida que avanzo, dejándolo detrás. Uno de los enanitos sale de un coche, se queda helado al verme, pegando su cuerpo al vehículo y voy hacía él. Sonrío parándome delante de su cara y poniendo una mueca de pena falsa, introduzco mi mano en su pecho. Se lo había visto tantas veces hacer a Regina que hacerlo ahora es pan comido. Saco mi mano al instante, con su corazón en mi poder. Puedo notar su miedo en su cara, la poca felicidad que le quedaba en mi mano y todos los sentimientos confusos que está pasando por su cuerpo en tan poco tiempo. Voy abriendo mis labios hasta formar una ‘o’ perfecta, a continuación sonrío de lado y aplasto su corazón. El polvo de este ya reducido, cae por mi mano cerrada y el cuerpo del enanito cae al suelo. ¿Y este quién era? ¿Acaso sabía su nombre? Poco importa ya, uno menos al que matar. Vuelvo a la carretera, siguiendo esta recta hacía donde tengo que ir. Puedo notar unos hilos invisibles que me lleva hacía la daga, que me dirigen hacia ella sin dificultad alguna. Sigo andando hasta que llego al reloj donde está la biblioteca, en sus puertas está Belle. Ignorándola por completo porque no tengo necesidad de matarla por ahora, sabiendo que me podría ser útil de aquí en adelante. Miro hacía el reloj, ¿otra vez se había parado el cachivache ese? Hasta ahora, no me fijo en que el cielo está completamente oscuro y que se avecina tormenta, seguramente por mi llegada. Saludo a Belle con una sonrisa de lado y con un movimiento de mano, termino por guiñarle un ojo para luego soltar unas carcajadas. Es realmente divertido ver las caras de espantos de todos. Me agarro el vestido para no pisar los bajos, porque me acabo de dar cuenta de que voy descalza y para andar rápido me lo voy a pisar. Al fin, llego hacía donde sé que está la daga. Subo las escaleras de lo que había sido mi casa y al llegar a la puerta, con un movimiento de mano la abro. Entro y miro alrededor. −Swan. Conozco esa voz, sé perfectamente de quién es, y una pequeña parte de mí la ha echado de menos. Giro mi cabeza hacía la persona que lo ha dicho. Está poniéndose de pie ante la mesa donde estaba sentado. La daga se encuentra en mitad de esta, rodeada de muchos papeles, mapas, y un libro muy gordo de color marrón. Como ya la tengo localizada y sé que nadie se la va a llevar, hago una cosa más importante. Aparto de un manotazo todos los papeles y todo lo que había en la mesa tirándolo al suelo. Me coloco frente a Hook y le miro un segundo, analizando su cara. Tiene los ojos demasiados abiertos, desorientado, seguramente pensando que estará pasando. Hace el amago de hablar pero niego con la cabeza adelantándome. Coloco una mano en su pecho haciendo que se deje caer de espaldas sobre la mesa y me echo sobre él para besarle. 23, por Cristina Cosano Fernandez (@KGBiebsNavy)Este fanfic es un crossover entre las series de The Vampire Diaries, con la aparición de Damon Salvatore, Caroline Forbes. Teen Wolf con Allison Argent y un personaje de la novela 23, llamado Tina, una chica con grandes habilidades con el arco, las cuales obtuvo tras un entrenamiento intenso con Kim, una soldado, que en principio la buscaba para capturarla pero que opto por protegerla a ella y a sus amigos y ahora también al hijo de Tina, Dylan. Hasta hace poco que se marcho de su lado por el mismo motivo, protegerles. Comenzaba a ponerse el sol en la víspera del 31 de diciembre, cuando Tina acababa de acostar al pequeño Dylan en su cuna tras una larga noche de lloros y pañales. La joven bajo a la planta baja, tumbándose en el sofá esperando poder descansar aunque fueran unos míseros minutos antes de que Miranda, su mejor amiga, y su novio llegaran de la juerga diaria a la que habían cogido como costumbre. Sin apenas darse cuenta Tina comenzó a cerrar los ojos poco a poco cayendo en un profundo sueño. De un momento a otro se vio en un bosque oscuro y muy frio, al final de un camino que pudo distinguir con mucha dificultad y por el que anduvo mientras se frotaba los brazos intentando entrar en calor. Había una cabaña con una tenue luz encendida. Cuando se estaba acercando a la puerta de dicha cabaña una especie de pájaro voló delante de ella, de un lado al otro del camino, lo que hizo a Tina dar un par de pasos atrás y echar mano a su espalda para coger su arco con la pega de que no lo llevaba consigo. -Estúpido pajarraco... -Dijo casi susurrando mientras miraba a su alrededor. -Me han llamado muchas cosas pero, estúpido pajarraco es la primera vez que me lo llaman- Comentó una voz masculina bastante sexy entre las sombras de los arboles. -¡¿Quién eres y donde estas?! –gritó la joven intentando divisar a quien hablaba. -Soy Damon Salvatore, y estar... estoy justo detrás de ti –Comentó el joven sonriente enseñando su afilados colmillos, cuando la joven se giro mirándole. -Tú eres.... –Dijo la joven mirando al apuesto hombre que llevaba unos vaquero negros, camiseta negra y una chaqueta de cuero negra, lo que le hacía tremendamente sexy -¿Un vampiro? Em si, pero no hagamos la escena de oh que miedo y empieces a correr, entre otras cosas porque te alcanzaría, así que dejémoslo en un – carraspeo un poco antes de extenderle la mano a Tina- Hola, me llamo Damon Salvatore, si soy un vampiro de ciento setenta y tres años y estoy aquí para hacerte ver todas las meteduras de pata que has hecho, y sus consecuencias y todo eso tan típico de la Navidad, ya sabes el espíritu de las Navidades pasadas, presentes, futuras... blablabla, aunque de espíritu tengo bastante poco, por si te lo preguntas –dijo mirándola levantando una ceja. -Pues... empecemos, pero si no te importa señor vampiro, dentro de la cabaña porque no se usted pero yo me estoy helando. Tina abrió la puerta de la cabaña y buscó una manta con la que poder arroparse, ya que presentía que sería una larga noche, mientras Damon encendió la chimenea con unos troncos que en un momento fue a buscar. -Bueno... ¿empezamos? – Preguntó Tina mirando inquieta a todas partes sentada en un sofá cerca de la chimenea. -Claro, necesito que dejes la mente en blanco, para que pueda mostrarte esas partes de tu vida. Así que relájate –Respondió el vampiro sentándose con ella en aquel sofá. – Ahora dime lo que ves. – Susurró Damon adentrándose en la mente de Tina para mostrarle el futuro que le esperaba, por el momento. -Veo... una mujer... no le veo el rostro pero dice algo de... que le traigan a alguien... -Tú trae a la prisionera y encadénala a la pared y tú con el resto traer a los demás quiero que los vea gritar –ordenó la mujer antes de soltar una pequeña risa. -Si señora. –dijeron los soldados antes de abandonar a la sala. -Traen a alguien.... A varias personas pero... espera... -Bien Kim ahora que te has entregado con tanta buena voluntad tengo un regalo, para ti – siguió la mujer mirando a Kim que se encontraba completamente inmóvil por las cadenas que la ataban. – Como ves Miranda, esa rubia tan... pesada y su novio, y ex compañero tuyo Diego han metido las narices en asuntos que no debían y han querido rescatarte, ¿qué tonterías no? Cuando tú les abandonaste y te entregaste a mí. Y lo mejor de todo es que también nos hemos encontrado un ser muy... especial para ti, aunque no sé porque es un bebe como otro cualquiera, será por niños –siguió comentando mientras se reía cada vez mas. – Así está la cosa, se lo tuyo con... tu regreso de entre los muertos, eso que te cuando te enfureces te vuelves mas... agresiva, pues bien, si se te ocurre moverte el niño y la madre, que por cierto, también tenemos mueren, si te quedas quieta y eres buena, pues ellos sobreviven. Pero no todos puedes ganar, ya me entiendes... -concluyó riéndose mientras sus hombres descubrían las caras de Miranda y Diego quitándoles las bolsas de la cabeza.-¡Chicos! Comenzar la tortura y aseguraros de que ninguno se libera de las cadenas. –Ordenó antes de salir de la sala. Mientras que Miranda y Diego se retorcían por la electricidad que les estaban infligiendo, Kim se comenzaba a sentir aquel odio que le recorría todo el cuerpo haciendo que sus ojos se tornaran casi totalmente oscuros, no podía controlar aquello incluso sabiendo que Dylan y Tina correrían un gran riesgo si permitía que aquello la controlase. -Kim no está bien... Miranda..... –Gritaba Tina aterrorizada por lo que Damon le hacía ver -Relájate... eso solo una visión –susurró Damon procurando no desconcentrar a la joven. -Espera... Están... Están muertos... Miranda, Diego, Kim.... Dylan.... Están muertos...-Dijo la joven dejando caer unas cuentas lagrimas que no pudo retener al tiempo que abría los ojos. -Recuerda que es el futuro y que todo futuro se puede cambiar, bueno... a menos que sea porque un estúpido brujo vincule la vida de tu novia a la de su mejor amiga y amiga tuya también y no puedas hacer nada... a parte de estar unos sesenta años sin ella, eso ya es más complicado de cambiar pero tu aun tienes el poder de hacer bien las cosas y que esto no pase. -Damon hazle un favor a la chica y no le cuentes tus penas, ya bastante tiene como para aguantar también los nuestro –dijo la voz de una mujer rubia, que entraba por la puerta de la cabaña. – ¡Hola! Soy Caroline, he venido para que este insoportable no hiciera que te asustaras más de la cuenta. -¡Y nuestra rubita más inteligente vino a salvar la noche!-exclamó Damon con un ligero tono burlesco. -Me da igual quien me ayude o diga las cosas pero quiero saber, a que se debe ese... futuro que nos espera. -Se debe a esas cosas que quedaron sin resolver, que se rompieron y que no arreglasteis. – Respondió Caroline apoyando sus manos en el respaldo del sofá. -Escúchala, es muuuy sabia- Dijo Damon aun burlescamente mientras se levantaba a servirse una copa de Bourbon que extrañamente había aparecido en la mesa de madera situada bajo una de las ventanas de la cabaña. -¿Qué clase de cosas? –Preguntó Tina mirando a Caroline que se sentó donde antes estaba Damon. -Déjame que te lo muestre, cierra los ojos y despeja la mente. -¿Qué te parecería si nos fuéramos? –Dijo repentinamente Tina mirándole a los ojos -Ya nos vamos a ir, me parece bien... -No me refiero de la casa, me refiero a... irnos dejar todo esto atrás, solo Dylan, tu, Miranda y yo... bueno y Diego- comentó Tina incorporándose sin dejar de mirarle -Espera... ¿Y mi hermana? -Ella... se quedaría con Megan y Ray, estarían bien. No es que quiera dejarla sola ni mucho menos, pero creo que entre menos seamos más difícil seria rastrearnos y por lo tanto, más complicado que nos encuentren. -¿Lo has hablado con Miranda y Diego? –preguntó Terry aun intentando asimilar lo que le estaba proponiendo la joven. -La idea es de ellos, bueno de Miranda. Y yo quería hablar esto contigo, porque es tu hermana y sé que no te hará mucha gracia lo que hagamos. -No me hace gracia... pero si es por el bien de Dylan, creo que deberíamos sí. -Un momento, ¿ella lo escuchó? –Preguntó Tina volviendo a abrir los ojos -¿Por qué crees que se marchó con su padre? –Respondió Caroline pasando su mano por su abdomen. –Al cual luego mató, pero continúa allí y no porque apoye su causa si no porque hizo un trato, ella se entregaba a él, si no os buscaban y dejaban que Dylan tenga una vida tranquila y lejos de todo esto. -Y por unirse a ellos, la terminan utilizando y como tú no aceptabas eso Miranda fue a ayudar y... ¡boom! Cables eléctricos para todos –Siguió contando Damon. -¿Es tarde ya? –preguntó Tina mirando a ambos. -No, si fuera tarde ni ellos ni yo estaríamos aquí ¿no crees? –Preguntó Allison entrando por un hueco del tejado. – Ahora es el momento de actuar. -¿Pero cuanta gente se ha apuntado a esto hoy? –Preguntó Damon mirando a Allison – Tienes el poder de detenerlo, sé que puedes hacerlo- continuo diciendo mientras se acercaba a ella cogiendo su arco y su carcaj para entregándoselo. -Y si llego tarde, es casi imposible que ahora me escuche y más después de la última pelea -¿Imposible? Hace años ni creía ni en brujas ni en fantasmas y mucho menos en vampiro y mira ahora, soy un vampiro que está embarazada de gemelos y eso que los vampiros no podemos procrear, pero mediante unas palabritas por aquí y otras por allá de todo un aquelarre me introdujeron dos niños, créeme es menos imposible de lo que crees. -Tina –dijo Damon dejando el vaso sobre la mesa y acercándose a ella poniéndose de cuclillas para mirarla a los ojos- Ya hiciste los más complicado en su día, hiciste que diera el paso a querer ser mejor, quizás no por ella si no por mantenerte... manteneros a salvo a vosotros, pero en el momento que decidió no obedecer las órdenes de su superior, no capturarte a ti y a tus amigos, eso fue los más complicado. Ella está allí porque quiere evitaros lo que vosotros pensabais evitar dejándola atrás. Créeme puedo imaginar por lo que ha pasado o ha sentido, es como vivir en una gran oscuridad, pero un día llega esa persona que le da un poco de luz y cuando decides ponerte en ese camino gracias a ella, solo quieres ser lo suficientemente bueno, hacer las cosas bien para no perder eso, a ella. Te escuchara solo tienes que recordarle el camino de vuelta. -Y te lo ha dicho un chico que le cuesta mucho decir esas cosas –dijo Caroline mirando a Tina. -Yo no le conozco prácticamente pero tiene razón, si consiguió cambiar un vez solo es cuestión de tiempo y ayuda que vuelva y no se sacrifique nuevamente como sabes que hizo hace tiempo, y te lo dice alguien que dio su vida por los suyos a igual que ella hizo hace años. – Comentó Allison volviendo a salir por el techo rápidamente. -Ahora todo está en tu mano, tu decides, y por cierto feliz Navidad y año nuevo. –Dijo Damon con una última sonrisa antes de desaparecer junto con Caroline. -Tina, Tina, despierta Tina –insistió Miranda zarandeándola -¿Qué pasa? ¿Dónde estoy? ¿Ya se han ido? –Preguntó Tina completamente desorientada -¿Irse? Si estabas sola cuando Diego y yo llegamos ¿Te encuentras bien? -Si, es solo un sueño... y si es real.... Tenemos muchas cosas que hacer Miranda ¡Muchas! -Si es real las haremos- Dijo Miranda sin comprender bien a lo que se refería su amiga- pero ya mañana ahora deberías acostarte y en tu cama no en el sofá. Tina entro en su dormitorio, se acercó a la cuna y vio que Dylan seguía dormido, era increíble lo que le costaba dormirse pero una vez que se dormía podía caerse el mismísimo mundo que el seguiría dormido. Tras arroparle bien, la joven miro por la ventana observando que había comenzado a nevar y antes de que le diera frio el simple hecho de ver la nieve en el exterior se metió en su cama arropándose bien. Nada más cerrar los ojos de nuevo, en su ventana se poso un cuervo oscuro idéntico que con el que creía haber soñado aquella noche. FIN Espera, por Lina María Pardo (@_MissLeguleyaR)Un, dos tres....un, dos, tres. Este era el simple conteo que resonaba en la cabeza de Oliver y era en lo único en lo que se podía enfocar en el camino hacia el Star General mientras los paramédicos suministraban a Felicity toda la atención necesaria para mantenerla con vida, para evitar que la oscuridad que Darkh había esparcido sobre Star City se llevara a la luz en su camino. Un, dos tres....un, dos, tres. Oliver observaba como los monitores que los médicos habían conectado a Felicity en la sala de urgencias mostraba que ella no podía luchar más que el cuerpo de la única persona que nunca se había dado por vencida que siempre le había dicho que existía otra alternativa, quien lo había incentivado a ser más que un justiciero que tachaba nombres de una lista que siempre le había demostrado que no podía perder la esperanza en hacer lo correcto... Si ese cuerpo le estaba fallando a la mente más fuerte que él había conocido. Le estaba fallando a la mujer que él amaba. Un, dos tres....un, dos, tres. Sentado en esa dura silla, en el pasillo que llevaba a las salas de cirugía, repitiendo una y otra vez su mantra personal, mirando los vestigios en su ropa y sus manos, de que esto no era un sueño; de que en uno de esos quirófanos la luz luchaba contra la oscuridad, su luz luchaba por no dejarlo sólo sumergido en la oscuridad que la isla había sembrado en su alma, que su tiempo con A.R.G.U.S. había dejado en su mente, que su tiempo en Rusia había sembrado en su corazón y que todas combinadas había transformado su luz en una pequeña flama pérdida en alguna parte de su ser; y que ella con su sonrisa y su balbuceos lograron enardecer, le hicieron sentir que él tenía derecho a vivir y ser feliz. Un, dos tres....un, dos, tres. Ella no se había dado por vencida, sentado al lado de su cama, miraba como sus mejillas que siempre eran rosadas tenían un tono pálido, como sus labios que siempre lucían un color de labial estaban totalmente al natural y su cabello que siempre estaba recogido en su cola de caballo, estaba suelto por toda la almohada; en ese momento se dio cuenta que nunca se había visto más bella, si porque estaba viva, estaba con él. Bajo mando, de María García Martin (@maria_gm12)Los muros en los cuales estaban encerradas cayeron pero tan solo para sus miradas.
El estruendo de la verdad era mucho mayor de lo que creían, la ciudad construida a sus pies había dejado de ser lo bastante creíble para aquellas tres chicas, todo parecía ya sintético. Con el tiempo los papeles se enredan, los roles cambiaban en demasía y aquellos que ellas creían que eran sus familias, amigos, enemigos… comenzaban ya a marchitar. Quien creyera ser la “cabeza artífice” de aquel reality, comenzó a preguntarse si el también era otro mero actor, y si por lo que empezó todo ya no existía. ¿Le estaría alguien manipulando también? De entre las sombras se escucho una voz, que escucho claramente decir detrás de él. - No hay personajes pequeños, solo historias que terminan muy pronto, cuando acaban su contrato. Aquellas palabras eran las últimas que escucharía ya que lo siguiente que se oyó fue el tiro certero que acabo con su contrato. Las pantallas de aquella sala en la que se gestaba todos los movimientos, se tiñeron de rojo. El sonido fue tan aterrador que las chicas que se encontraban en el otro extremo de aquel teatro enorme se quedaron aterrorizadas. Sus mentes parecían haberse configurado tras la reveladora verdad de su existencia (entretener), ahora no entendían nada no sabían si era realidad o pura ficción lo ocurrido. Aquella persona tan aterradora avanzo en busca de las tres chicas. Finalmente cuando las tenía en frente dijo con voz seria y controladora. - Durante años habéis sufrido en primera persona ver la “muerte” de cerca, la traición de quienes creíais que eran de los vuestros como amigos, familia… y haber sido empujadas para actuar como otros así lo decidieran, a no ser libres…¿Sabéis? Antes había cuatro chicas pero la gente se cansa… Este juego no es real, hagamos que “tengan lo que quieren, ¿no?”. La historia había cambiado, nadie sabía que ya no era una representación sino la realidad, “lo que habían deseado los espectadores”. Quienes habían sido manipuladas serían ahora quienes escribieran todo y cada una de los actos, las respuestas,… en definitiva la vida de todas esos “queridos espectadores de lo ajeno” que habían estado durante años escribiendo la vida de aquellas cuatro chicas. La gente no sería libre, no amarían a quienes desean, no trabajarían en lo que desean,… y todo aquello sin saber porque les está ocurriendo esa desgracia. Como es la realidad quien despareciera de la obra, desaparecería para siempre. No se puede condicionar a las personas porque al final se vuelve contra quien obliga, y en esta historia han conseguido que cuatro personas que de inicio no eran malas decidan el papel de la vida de alguien.
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Noviembre 2016
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