Post de Naiara Salinas Lunes, 17:15h: estaba enferma. Me sentía muy, muy enferma. Había perdido el sentido de la vida y cuestionaba mi rumbo una y otra vez. No me quedaba esperanza alguna, pero de todas formas entré en la sala porque no tenía nada que perder. Allí me recibió este egocéntrico personaje, que me invitó a sentarme en la camilla para el chequeo sin ni siquiera mirarme. Pensé: "Uy, dónde me he metido". Pero nada debía salir mal, ¿no? Al fin y al cabo, era Benedict Cumberbatch quien me atendía, y no había nadie más inteligente y hábil que él. Si esperaba una cura, qué menos que confiar en el hombre. Claro que una cosa es toparse con simplemente Cumberbatch y otra con Stephen Strange. Lo siguiente que recuerdo es pasar de estar en una mísera habitación de hospital a estar en el infinito. Como lo leéis. Cuando me fui de esa consulta, era una persona nueva. Y es que Strange sabe hacer magia. Obviando el hecho de que sea un hechicero (el primero que nos presenta Marvel), es capaz de retorcer la realidad y darle un nuevo enfoque. Con cuadros que recuerdan muchísimo al cubismo que fue Origen (sí, esa en la que Leonardo DiCaprio nos volvió literalmente locos), volvemos a la etapa de los orígenes superheroicos, en una frontera que nada tiene que ver con las anteriores, ya que la ciencia ya no es la base, sino las artes místicas. Con ello Marvel pretende demostrar lo poderosa que es la mente si uno conoce todos sus secretos... Y dada la complejidad de adentrarse en los recovecos de nuestro cerebro para llegar a nuestro espíritu, no nos queda otra que explorar varios planos. Y es aquí donde empieza el cubismo y nos vemos arrojados a una espiral que gira y que muestra el techo en el suelo y el suelo en el techo. Imposible no marearse con la ola de edificios que asoman por la derecha y por la izquierda, por arriba y por abajo, se mueven como si estuvieran vivos, se retuercen, se quiebran... Pero más allá de esos increíbles efectos especiales (no aptos para sensibles al vértigo), el mundo trae como novedad no solo el concepto, sino también la forma en la que surge el héroe. Tenemos a un cirujano rico con un gran ego y una gran habilidad. Todos están orgullosos de él, todos acuden a pedirle ayuda. Hasta que de pronto, será el karma, pierde el sentido de su trabajo y, con él, de su existencia. Doctor Extraño es el reflejo de la caída y el levantamiento de un hombre que debe recordar lo que es ser humano y reorientarse realizando un "viaje espiritual" para volver a encontrarse a sí mismo. Lo que descubre le cambia la vida por completo, y quizá sea esta la razón por la que este superhéroe haya escalado en menos de tres horas al top 3 de mis favoritos. No es una historia de superación como puede ser la de Capitán América, no es un mito como un Thor, no lidia con dos personalidades como Hulk y desde luego no es un millonario con enemigos que le guardan rencor como Iron Man. Es, en el sentido más literal de la palabra, un hombre, que conoce el fracaso y lo emplea para redirigirse a un nuevo objetivo. Y pese a que seguimos contando con el humor marvelita, que forma parte de su encanto y al que Benedict se amolda muy bien (el actor es así en la vida real, qué le vamos a hacer), la película es muy seria, es de las más serias que haya visto nunca en este Universo. ¿Por qué? Porque no se reduce todo a una cuestión de bueno vs malo, patadas, golpes, explosiones, destrucción, etc. Es mucho más: hace cuestionarte la realidad, muestra que no todo es blanco y negro y que hasta los buenos deben operar en contra de sus principios por un bien mayor; las motivaciones de los villanos no tienen que ver con la venganza o la sed de poder (bueno, en parte sí), sino con su forma de entender el multiverso (porque sí, igual que en la serie The Flash, nos movemos por varias dimensiones y mundos). Cualquier fin es justificable, aunque no los medios. Y Strange no llega de pronto para asumir su nueva condición de héroe sino que tiene que pasar por varias etapas para darse cuenta de su verdadera misión, que él escoge porque aprende de su maestra la importancia de proteger su mundo de fuerzas mayores. Hasta ese momento, lo único que quería era volver a ser el que era, sin importarle el precio. En otras palabras e irónicamente, es más seria porque es más verosímil, o por lo menos la sentimos así. El reparto me ha parecido estupendo para las circunstancias. Una película así debe rodearse de personalidades fuertes como las de Tilda Swinton (cuya elección como la Anciana para mí es casi mejor que si hubieran dejado al de los cómics, ya que le da otro sentido a su ser), Cumberbatch, Rachel McAdams (dulce, amable e inteligente), Chiwetel Ejiofor y Madds Mikkelsen. No tengo queja contra ninguno. Cuando dijeron que Benedict era la primera opción para encarnar al hechicero quiero pensar que no fue solo por el parecido físico, sino porque el genio llama al genio, y Ben ya lleva en su trayectoria unos cuantos papeles así. La diferencia es que por primera vez se ha tenido que poner cachas y volver a ser un alumno, lo cual es tan divertido como interesante. No lo sabes todo, pequeño Sherlock. ¿Las escenas post-créditos? De entre las mejores de todo el UCM (y hacía mucho que no quedaba satisfecha con las dos). Uno: porque no se limitan a escenas cómicas sino que forman parte del hilo argumental tanto como el metraje principal, ya que nos anuncian cómo seguirán las peripecias de este místico. Dos: porque los crossovers siempre molan (cuando la veáis sabréis a qué me refiero). Hablando del hilo, su forma de conectar con las otras películas merece un pulgar arriba. Sutil, no cita referencias directas (salvo un par de veces en las que se menciona a los Vengadores), sino que es el fan el que lo enlaza todo. Por tanto, en resumen, los de letras lanzamos ovaciones al doctor por alejarse de la ciencia para encontrar la verdad en la profundidad de su alma... y por dejarnos con un muy buen sabor de boca. La etapa de aprendizaje de Stephen es genial y la función que cumple la gema del Tiempo (una de las del infinito) recuerda a la del giratiempo de Harry Potter. Si estáis deprimidos, si como Stephen creéis que os han quitado algo sin lo que no merece la pena vivir, si queréis motivar a vuestro espíritu y si queréis algo más que yoga y filosofía... visitad a este doctor, que cura muy bien. Con lo cual, ¡viva la magia!
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Agosto 2023
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