Post de Naiara Salinas Qué tremenda felicidad, lectores. Hoy se celebra Santa Cecilia, lo que significa que se celebra el Día Internacional de la Música, una de mis grandes pasiones. En el cine, la música es súper importante, vamos, crucial, incluso en el cine mudo. Hoy en día contamos con unas bandas sonoras de alucine que no me canso de recopilar, pero hay ciertas ocasiones, poquísimas en comparación, en que el compositor de esos temas míticos se adueña de obras que firman otros y que se encuentran a libre disposición del público por la cantidad de años (o siglos) que tienen detrás. Algunas veces la decisión viene de más arriba (dirección, producción...) y normalmente está motivada por el deseo de señalar alguna simbología con respecto a la historia (puede servir para señalar cierta época, por ejemplo, o para establecer un símil indirecto), porque queda muy bien en el metraje, porque es música diegética (que se escucha en el propio filme) o para suplir alguna carencia de sonido, ya que el compositor contratado no tuvo demasiado tiempo para desarrollar muchos temas. El caso es que en las últimas semanas me he divertido mucho encontrando ejemplos, algunos conocidos de antemano y otros, un completo descubrimiento. Helos a continuación. Drácula (1931): El lago de los cisnes, de Piotr Ilich Tchaikovski A priori puede chocar esta elección, hasta que nos fijamos en el importante paralelismo que establece esta adaptación del clásico de Bram Stoker sobre el de Tchaikovski, en el que un villano (vampiro en una; brujo en el otro) secuestra al amor (Mina/Odette) de un hombre (Jonathan Harker/el príncipe) y lo transforma. En ambas historias el final resulta trágico. Mientras que Tchaikovski se recrea en el drama, la película se dirige más al terror, pero con el uso de la canción número 20 de este ballet ruso tan popular (desde 1877) en la intro ya nos está adelantando que habrá un señor culebrón que no acabará bien. Sí, la podemos acusar de destripadora (a menos que no conozcáis El lago de los cisnes). Fantasía: El aprendiz de brujo, de Paul Dukas Esta no tiene mucho misterio. Fue Disney quien se basó en la obra de Dukas para crear este corto que incluyó en uno de sus mejores clásicos: Fantasía (1940). Por tanto, la animación entra totalmente en sincronía con las notas musicales; se juega con los efectos visuales en los momentos más intensos y los movimientos de los personajes acaban siendo casi una coreografía. Música e imagen se dan la mano para contar en conjunto esta historia; una pone la vista y la otra, la entonación dialéctica. El original resulta ser un poema sinfónico compuesto en 1897 partiendo de la balada homónima de Johann Wolfgang von Goethe. Ya que estamos, merece la pena escuchar el arreglo que realizó Trevor Rabin para el live-action de El aprendiz de brujo protagonizado por Jay Baruchel y Nicolas Cage, en el que encontramos, además, un sonido muy Piratas del Caribe. Apocalypse Now: "La cabalgata de las valkirias", de Richard Wagner Posiblemente uno de los momentos más icónicos del séptimo arte, hasta el punto de que si alguien menciona a Wagner seguro que piensa primero en esta película. El compositor alemán (1813-1883) ideó esta melodía como la apertura del tercer acto de la ópera La valquiria, que forma parte a su vez de la tetralogía de El anillo del Nibelungo, algo así como El señor de los anillos made in Germany (y de hecho Tolkien se inspiró en este famoso cantar para su Tierra Media, ejem). El tema refleja a las valquirias lanzándose al combate en sus caballos alados y es tan épico y grandilocuente que naturalmente si te diriges en helicóptero hacia la guerra de Vietnam te levanta el ánimo. Los aristogatos: "Habanera", de George Bizet Otro ejemplo de música diegética y, al igual que en los casos anteriores, con toda la razón de ser. Disney sigue predicando a los grandes y, dado que la trama de Los aristogatos se sitúa en Francia, recurre a una de sus óperas más conocidas, Carmen, estrenada un 3 de marzo de 1875. Fue el último trabajo de Bizet, quien murió un día después de firmar para llevar la obra a Viena. Más en concreto, pertenece al género de la opéra-comique (ópera cómica), que se distingue por sus personajes burgueses, su inclusión de diálogos (sí, hablados) y un ritmo más ligero. La trama de esa ópera se ambienta en Sevilla, como dato, y su protagonista es una gitana. En su momento no cosechó el éxito que se esperaba, pero las damas francesas de buena alcurnia como la dueña de Duquesa e hijos sabe apreciar el buen arte, más cuando este dio lugar a un movimiento: el verismo. Por eso y teniendo en cuenta la comedia general de la escena en la película, no nos extraña que recurran a ella. Entrañable momento, ¿verdad? Las aventuras de Pinocho: "Funiculì Funiculà", de Luigi Denza y Peppino Turco Esta es una de mis canciones italianas favoritas y cada vez que me acuerdo de Pinocho, Florencia, etc. me viene a la cabeza y tarda un buen rato en irse. Se compuso en 1880. Denza se encargo de la melodía y Turco, de la letra (Tú la música y yo la letra, un romance italiano, badum tss). Según la Wiki, "conmemora la apertura del primer funicular del Monte Vesubio y se cantó por primera vez en el Quisisana Hotel de Castellammare di Stabia". Incluso al compositor alemán Richard Strauss le encantó tanto que la incorporó a su poema sinfónico, Aus italien. Lo podéis escuchar con la voz del famoso cantante de ópera Luciano Pavarotti aquí. A raíz de esta versión se creó la de Pinocho en 1984, con letra en inglés interpretada por Jerry Hadley en la piel del pobre Luigi al que en la película todos mandan callar (nunca entenderé por qué). Es muy animada y, por ende, buena apertura para esta aventura. ¡Por cierto! No es el único reciclaje que se produce en este caso. La canción de "Il Colosso" incluye notas de "La cabalgata de las valkirias", "Fígaro, fígaro" y la Obertura 1812, de la que hablo seguidamente. V de Vendetta: Obertura 1812, de Tchaikovski Ya que hablamos de la gran Obertura, qué menos que mencionar la película que le ha dado la fama, ¿no? Fue creada en 1880 para conmemorar la resistencia rusa ante el avance de Napoleón Bonaparte (hecho que se puede ver en Guerra y paz, por ejemplo). El ruso dota a sus partituras de la intensidad perfecta para ponerle banda sonora a la caída de un cisne, la fantasía de un cascanueces o... un macro atentado en cadena en edificios emblemáticos de Londres como el Parlamento. Y con semejante escena os dejo. Stardust: "Cancán", de Jacques Offenbach Peli mitiquísima con una melodía todavía más mítica. Tal vez su origen os sorprenda, y es que forma parte del repertorio de la opereta ideada por Hector Crémieux y Ludovic Halévy titulada Orfeo en los infiernos (1858). Su planteamiento era mayormente satírico y el tema que más sorprendió a la audiencia fue justo este, cuyo nombre original, por cierto, es "El galop infernal". ¿Por qué lo llamamos "Cancán", entonces? Adquirió tanta popularidad que se convirtió en la canción por excelencia de este baile que derrocha energía al involucrar patadas altas y demás piruetas. Eso la convierte en la ideal para escenas donde hay una pelea, como sucede en este filme basado en el libro de Neil Gaiman. La música contribuye a acentuar el entretenimiento de la que es una de las mejores partes, con un gracioso Robert De Niro al mando. La red social: "In the hall of the Mountain King", de Edvard Grieg Vamos a ver, ¿nunca habéis empezado el día tan normales, relajados, haciendo vuestras tareas... y de pronto habéis notado que el caos poco a poco iba asomándose por la puerta hasta desatarse la hecatombe? Para situaciones así, la música de Grieg nos viene de perlas, y por eso ha sido de las más populares en la historia del cine. Su procedencia es la obra Peer Gynt, de Henrik Ibsen (1876). En la escena en cuestión el joven Peer se adentra en el castillo del Rey de la Montaña y trata de salir. Por cómo avanza la canción diría que le va tan bien como a los enanos y a Bilbo con Smaug en El Hobbit: La desolación de Smaug. La red social es el ejemplo que he escogido, pero también la podemos escuchar en Trolls. Y, al loro cuando la oigáis, porque es posible que sus notas os resulten muy familiares de otro lado... Tal vez de cierta serie de animación que se convirtió en un live-action sobre un inspector con muchos... gadgets. ¿No me creéis? Yo os dejo la canción para que penséis. El llanero solitario: "Obertura de Guillermo Tell", de Gioachino Rossini De un momento musical con Armie Hammer pasamos a otro momento musical con Armie Hammer. ¿Os acordáis del tipo que popularizó lo de la manzana en la cabeza como diana? Pues resulta que en 1829 le escribieron una ópera en Francia (tampoco vamos a cambiar mucho de terreno, ¿para qué?) y el compositor italiano que he mencionado, con todo su arte, le dedicó esta intro tan legendaria que un siglo después sería adoptada por la serie de televisión El llanero solitario, de la que Disney filmó este reboot minusvalorado en 2013. Creo que en este caso sí era importante resaltar el origen, ya que, debido a la serie y parodias o alusiones posteriores, la gente no la asocia con otra cosa. Pudimos oírla también en Princesa por sorpresa 2, cuando Chris Pine cogía la bicicleta de su tatarabuelo para llegar a tiempo a la boda de Mia. Ante todo, que se note la urgencia. Emma: X Por supuesto que iba a llegar hasta la mayor recicladora de clásicos en pleno 2020, tantos que no la he podido asociar solo con uno. En su caso la motivación resulta sobre todo histórica, porque la cinta está tan bien realizada que cuida hasta el más mínimo detalle y para adaptar el tono se apoya en clásicos rimbombantes que acentúan el rococó y la extravagancia de la sociedad de la Regencia. No es que toda la BSO se componga de ellos, pero sí que adornan bastante y añaden significado. Por ello tenemos la Sonata en F de Mozart en el momento en que Emma y Jane Fairfax se "enfrentan" al piano. El hecho de que Jane consiga emular a un genio la convierte en otra, algo que despierta la envidia de su rival. Por otra parte, la película entera ya nos anunciaba que la rubiales, aun con ese aspecto refinado, iba a pasar por las vidas de todos como un huracán cuando en el teaser coló la "Tormenta" de Vivalvi (gran presentación, by the way). En este artículo podéis encontrar más. Menciones honoríficas Ya he sugerido con Emma que los avances suelen ser un recipiente idóneo para el reciclaje, por lo que no es de extrañar encontrar otros ejemplos como Un ratoncito duro de roer, que se vale de El cascanueces de Tchaikovski (todos aman al hombre). Y en el ámbito de la televisión cómo no mencionar a Glee y su espléndido uso del Carmina Burana de Carl Off para desatar la ira de Sue Sylvester a lo largo de las seis temporadas. Mayor apocalipsis en la historia de los institutos juveniles ficticios jamás ha ocurrido. ¿Qué otros ejemplos se os ocurren?
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Agosto 2023
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