Post de Naiara Salinas Creo que este es el título más extravagante que le he dado nunca a un recopilatorio de críticas, pero es como siento que podría resumir mi experiencia cinematográfica del ya pasado mes, uno muy, muy tedioso, eterno y estresante, de arrancarse los pelos. Por suerte, donde haya buen cine... Por cierto, dejo las críticas aparte de Cómo entrenar a tu dragón: el mundo oculto y Dumbo. Y ahora sí: ¡comencemos! Alita, ángel de combate (fecha de visualización: 4 de marzo de 2019) Marzo empezó con el rescate de esta abandonada de febrero cuya premisa a lo Pinocho 3000 en versión femenina y una poquita de Ghost in the shell me resultó atractiva, aparte de por contener la firma de Robert Rodríguez y James Cameron. ¿Qué podía salir de ahí? Pues toda una historia, que, ahora visto, puede que tenga mucho de resumen de las trayectorias de ambos cineastas: la inventiva, la acción, la aventura, la búsqueda de una identidad, la violencia, la injusticia, la relación entre dos seres diferentes, la sensibilidad de la máquina... Lo que Alita construye se auguraba como una buena saga... que, sin embargo, es difícil creer que vea la luz debido a la crítica general y los pobres resultados de taquilla, lo que es una pena. Como digo, la historia es muy completa, y quizá una bomba para nuestro cerebro, que siente que está procesando mucha información y, al mismo tiempo, se deja atrapar. Esa condensación, no obstante, es también la que provoca cierto colapso o la percepción continua de que todo ya lo has visto antes. Se disfruta porque su protagonista es lo que todos esperan de ese rol: carismática, valiente, misteriosa, inocente, divertida... Bien construida emocional pero también físicamente. La tecnología de Cameron se nota mucho aquí, ya que consigue dotar a la cyborg de una humanidad realista digna de su Avatar (como cuando ella se moja. Parece que lo hiciera de verdad. De no ser por esos ojos anormalmente grandes sentirías que estás ante una persona real). El motion capture sobre las expresiones de Rosa Salazar, actriz que le da vida, es perfecto. Todos los efectos en general son una pasada, más las coreografías bélicas y el estilo de muchos personajes, que hacen que te sientas un poco en un anime (nota añadida a posteriori: de hecho, lo es en parte. Está basada en un manga). Un gran elenco aparece en papeles secundarios que, aunque bien interpretados, minan un poco el estatus de estrella de sus intérpretes, quienes tienen muy contadas ocasiones para lucirse y, en algunos casos, ninguna (Christophe Waltz es el que mejor sale parado aquí). La aparición de Edward Norton al final es lo que más me apenó, pues prometía un gran desarrollo... si pudiera hacerse). Casi toda la culpa de esto recae sobre el guion, sobre lo que comentaba de la aceleración en la trama para poder contarlo todo. Cierto es que hay elipsis también, pero eso no quita que el contenido sea a veces excesivo. En ello acuso al ritmo, ojo, pero no a la historia. Dentro de lo que cabe, podría haber sido mucho peor, y aquí al menos han ofrecido un producto de calidad. En resumen: muy disfrutable si te encanta alguna de las películas que he mencionado, o el género, o los animes/mangas en general. Lo mejor: el CGI y la inmersión de Rosa en el personaje de Alita. Lo peor: amenaza con ser imperceptible por ser "otra más". Pero de todas formas, cuando llama la atención, aunque cuenta mucho, todavía le queda y te deja con las ganas. Capitana Marvel (fecha de visualización: 8 de marzo de 2019) El estreno de la primera película sobre una superheroína de Marvel tenía que verse, naturalmente, el día del estreno, el Día Internacional de la Mujer. Ya comenté aquí lo que me parecía el personaje antes de verla en acción y después de verla, la verdad es que me cayó mejor. Carol Danvers aporta la frescura idónea para encajar donde quiera. Es indómita y al mismo tiempo legal, buena compañera disciplinada y voluntaria. Buena persona inmerecida del desprecio de muchos, en definitiva. Capitana Marvel se adapta buenamente a la tendencia vintage que prima hoy en día, pues aunque la historia sea en los 90 y haya varias referencias culturales sobre todo a través de la música, en el fondo se amolda a los parámetros que Marvel tan bien ha construido en esta década. Con eso quiero decir que sí, la protagonista es una badass que tiene que superar determinados obstáculos y sí, hay mucha acción y mucho, muchísimo, humor. Hay veces en las que te preguntas si a la Casa de las Ideas se le agotarán alguna vez las fuentes de chistes y gags. ¡Hasta Nick Furia es gracioso, válgame Grimm! Está sorprendentemente joven, pero ojito con tacharlo de inocente porque tampoco es tal. Y qué decir de la alegría que supone tener a Coulson de vuelta. Estos dos agentes son buena razón del éxito de esta película, para mí el clickbait definitivo (¿quién no quiere ver la juventud del misterioso Furia?). Pero a la hora de la verdad quien se lleva los aplausos es... el gato. El mejor de todos los gags, y ahí lo dejo. Sin embargo, a pesar de mi buen recibimiento, he de destacar un problema que no solo le veo a este filme, sino a todo el UCM a la larga: el peligro del reciclaje. Hasta ahora a Marvel le ha ido muy bien con la presentación de superhéroes, pero bien es cierto que lleva mucho tiempo en la zona de confort, apoyándose sobre todo en los Vengadores. Sin embargo, a partir de End game siento que va a tener que ponerse las pilas y reescribir su fórmula. Por qué habría de hacerlo si funciona, os preguntaréis. Porque las comparaciones son odiosas y emplear elementos de otras películas de éxito en las nuevas es un rasgo muy de Disney. Capitana Marvel sufría ya de recelo bastante antes del estreno y tal vez eso ha provocado que la compañía recorra lo mejor de cintas como Guardianes de la galaxia y Iron Man. Muchos de los planos o ideas que se utilizan aquí son casi un calco de otros que hemos visto en las aludidas, en especial respecto a escenas de acción con música. Esto es fácil de explicar, ya que el soundtrack de las tres pelis se centra en canciones muy cañeras de la época (de los 70 a los 90, más o menos): AC DC, los Jackson 5, No Doubt... Las escenas siempre mejoran con música, eso es algo que tengo clarísimo y que siempre voy a apoyar (así que probablemente sea un mal ejemplo de crítica "en contra"), peeeeero aquí ya queda como "el recurso". Vaya, que se les ve el plumero un poco. Y no me parece mal, repito, pero la idea que extraigo de esto es, de nuevo, el confort, que puede impedir que se establezca una relación de conocimiento auténtico. Es decir, al adornar una escena igual que otras privas al personaje de originalidad y le quitas al espectador la oportunidad de acercarse a él como persona individual, algo de lo que sí han gozado otros del UCM, como es el caso del trío original de los Vengadores y los Guardianes. Brie Larson como Carol es maravillosa, pero está rodeada de adornos y hay momentos en los que cuesta verla solo a ella. Al final, sales de la sala pensando en Capitana Marvel como una Thor mezclada con Capitán América que podría entenderse con Ojo de Halcón y compartiría gusto musical con Tony Stark y Peter Quill. Así que... ¿encaja en este supergrupo? Por supuesto. ¿Tiene menos personalidad propia desde un punto de vista creativo? Puede que un pelín. No quiero que esto se convierta en el centro de mi crítica, sin embargo. Es una mera puntualización. Porque Carol mola, la gente que le rodea mola y el marketing ha acertado poniendo grises en ciertas partes para que al final, pese a lo que he dicho, sorprenda en algunos de sus giros. Es también una película feminista de principio a fin y ensalza la lucha sobre todo. El momento del clímax en el que Carol se da cuenta de que puede ser más que una subordinada, que siempre ha tenido una gran fuerza aunque otros la hayan menospreciado, contiene el mensaje importante que hace de esta una cinta obligatoria para las niñas del siglo XXI. En resumen: valiosa, aunque es recomendable repasar la historia del UCM porque ya te pierdes con cierto dato compartido. Funciona porque coge lo mejor de otros largometrajes. Es un poco de tranquilidad y desenfado antes de la tormenta, la de Vengadores: end game. Hablando de lo cual, hasta qué punto es necesario ver esta cinta antes de esa es discutible, a mi modo de ver. Pero Carol merece ser conocida. Lo mejor: Goose, ver a un Nick Furia desenfadado, el regreso de Coulson y prácticamente todo el último acto. Ah, Ben Mendelsohn: gran incorporación. Lo peor: se le puede acusar falta de originalidad y con mucha razón. Perdiendo el este (fecha de visualización: 14 de marzo de 2019) Cuando vi Perdiendo el norte en salas me gustó mucho, me reí como hacía tiempo que no hacía con el cine español. Jugaba muy bien con el panorama inmigrante (o emi) actual. Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero me alegra poder decir que en este caso también hubo carcajadas. Si bien no tantas como la primera vez, al menos sí bien pronunciadas en un par de escenas. Cosas que eché de menos: a Yon González y Blanca Suárez. Es una pareja que para mí siempre ha encajado en todo lo que han hecho juntos. Ella en especial pienso que es una de las mejores actrices jóvenes que tenemos y no me extrañaría que de aquí a unos años esté cruzando el charco. Aparte, todos los personajes de la primera vuelven menos ellos, y teniendo en cuenta el éxtasis armonioso en que acaba el filme pues... qué menos que un cameíto al menos. Cosas que aplaudo: Braulio o, por antonomasia, Julián López, que salva el desgaste de la secuela ofreciendo mejor humor de lo que lo hizo en la primera. Antes compartía el protagonismo, pero ahora este es todo suyo y luce la patosidad del personaje como mejor puede, mostrando su ineptitud cultural... en China, lo más opuesto a Occidente, todo un reto para el señor. El sueño sigue siendo el mismo, pero, al contrario que en Alemania, aquí se le abre por fin la puerta que él deseaba y hará de todo por conseguir cruzarla antes de que se le cierre. Y, como casi siempre, el amor jugará un papel importante. La evolución es notoria en ese sentido, ya que el chico pasa de ser el amigo torpe del guaperas al torpe galán que sabe hacer algo más que inventarse el idioma que está intentando aprender: sabe conquistar con su encanto natural y, no menos importante, ¡la discografía entera de Sergio Dalma! A su lado sus compañeros se quedan estereotipados de por vida y, la verdad, poco evolucionan, por no decir nada. No son más que meros bufones del guion, diseñado para que el antiguo bufón brille aun más con luz propia. Entre los papeles femeninos, y dado que estamos hablando de comedia, Carmen Machi se lleva el aplauso, aunque su participación esté reducida. En resumen: nuevo buen juego intercultural. Me gusta cómo esto va de menos a más en cuanto a viajes con el único objetivo de prosperar en la vida. Julián es adorable, al final siempre te va a sacar aunque sea una sonrisilla. Y qué puedo decir; como pamplonica de toda la vida, viva San Fermín (*guiño*). Lo mejor: que Braulio por fin se luzca como es debido. Te deja con la sensación de que el personaje podía necesitar esta película para obtener verdadera justicia, que se merecía llegar tan lejos como Hugo (aunque yo no le ponía pegas al final de Perdiendo el norte). Lo peor: no mejora la primera. No es romántico (fecha de visualización: 18 de marzo de 2019) De una comedia pasamos a otra. No estoy tan metida en el cine de Netflix como en las series, pero a esta le tenía ganas porque me encantan las películas que se ríen de sí mismas. Cuando Hollywood es autocrítico mola, le añade un punto de sarcasmo y humor absurdo que te llevan a pensar que no todo está perdido y que al final la industria sabe lo que se hace. Nada mola más que ser autocrítico; por eso obras como La importancia de llamarse Ernesto me gustan tanto. Y así es como se nos vende esta hilarante trama cuya protagonista, que tiene manía a las comedias románticas, se lleva el golpe duro de su vida (literalmente) al verse atrapada en una. Es aquí cuando tendremos oportunidad de hacer un repaso de todo lo que nos molesta y al mismo tiempo nos agrada del género, desde la lista interminable de tíos buenos, pasando por los milagros espontáneos, la corrección lingüística y el momento musical (ya lo dije en Twitter: cuando suena "A thousand miles" la crítica contra este tipo de historias es definitiva). No fallan referencias a cintas concretas como Pretty woman, de modo que esto no es solo una crítica al género, sino a muchos clásicos del ayer que hoy se ven con otra mirada. Y es que el mensaje es claro: la forma en que se hacían antes las cosas ya no vale. Es imposible creer en el amor de antaño porque la sociedad de ahora está mucho más mentalizada en cuanto a valores y prioriza otras cosas. Los cuentos de hadas son materia del ayer; es el momento de las guerreras que se ganan el pan cada día, de los encuentros casuales, las amistades que se desarrollan y el paraíso que se puede encontrar en la sencillez. Fuera la rimbombancia. El problema es que todo esto se concentra sobre todo en la primera parte. Surgido el golpe de efecto, la segunda pierde fuelle, no pasa de la mera simpatía y es más fácil distraerse con algo que tengas alrededor, como el móvil. Al final la película se convierte en otra comedia romántica, pero si nos paramos a pensarlo puede que esto forme parte del mensaje que quieren darnos, y es que sí, por un lado, estamos hartos de lo mismo, pero por otro, seguimos viendo y valorando esos clásicos y un género no nace, se hace. Al final, es crítica y defensiva consigo misma: ¿por qué las cosas tienen que ser así? Porque es lo que hace al género lo que es. En el momento en que lo cambiamos, pasa a ser otra cosa. Si pretendes que aparezcan unicornios en una de terror, o son carnívoros o algo malo se cuece. Cada pieza del séptimo arte existe para una función determinada, obviando la lúdica. Así que si quieres soñar con el amor ideal, ves una comedia romántica. En resumen: una comedia romántica que, como su nombre indica, no es romántica (pero lo es). La elección de la actriz se amolda bastante a la intención; nadie como Rebel Wilson para un poco de ironía cruda. Lo mejor: todos los gags sobre el género, incluido el número musical final. El salero que Liam Hemsworth demuestra no tiene parangón tampoco. Siempre tan serio en sus pelis... Me alegra verle liberado. Lo peor: cae en su propia trampa y tiene una división de actos tan clara como descompensada en cuanto a atractivo.
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Agosto 2023
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