Post de Naiara Salinas Retrasé más de lo que pretendía la redacción de este post. ¿La razón? Pues no lo sé: pereza, cosas en medio, más pereza, ganas de salir a pasear... y una necesidad de darle el espacio suficiente a mi investigación. Porque, igual que sucedió con Origen, salí de la sala de cine aquel buen 1 de agosto preguntándome qué cojones había visto. Y necesitaba tiempo para digerirlo y leer reseñas para saber si era la única que se había quedado algo confusa. No os equivoquéis: sabía lo que había ido a ver. Había leído varios artículos sobre lo que suponía Dunkerque, no solo como retorno de uno de los directores más ambiciosos de nuestra década, sino también como mirada a un acontecimiento histórico que cambió el destino de todo el mundo, en tiempos donde la fe pendía de un hilo. Y no voy a negar que eso es lo que vi, aparte de una obra maestra capaz de introducir al espectador en la piel de cada uno de sus personajes. Pero, de pronto, hubo un cambio, una vuelta de tuerca que me hizo replantearme todo el esquema sobre el que se había construido esta historia épica. Pues fue cuando entendí que había más de una línea temporal. Es evidente que Dunkerque juega con los planos espaciales, dividiendo la acción y el conflicto en tres sectores: tierra, aire y agua. Cada sector está protagonizado por diferentes personajes que a su vez se distinguen entre rescatadores y rescatados. Este filme, no olvidemos, supone también la opera prima de Nolan dentro del drama bélico (los superhéroes y la ciencia ficción a un lado han quedado), así que si la trama ya no resulta una sorpresa debería serlo el montaje. Por eso, uno es capaz de percibir su genialidad en esa estructura bipartita, para después preguntarse qué más secretos esconde tal guion (una pena que no llegara a estos Emmys Cinéfilos). Porque en el momento en que el viejo padre (que dirige una de las embarcaciones que rescatarán a los soldados) cuenta la historia de un hijo que fue piloto, es inevitable pensar que tal vez Nolan haya sido tan cabrón como para querer colárnosla otra vez y añadir otro plano temporal (¿nadie pensó en eso, tal y como acabó Tom Hardy en la trama?). Pero parece ser que no (aunque la duda prosigue). De modo que lo primero que destaco es la estructura aguda e ingeniosa de la película. No solo con ella Nolan logra fomentar la tensión y el suspense, sino que además contribuye a un ritmo armónico donde la tranquilidad no es más que una máscara que a menudo se quita para mostrar la auténtica violencia y desesperación de la guerra. Además, el momento en que los planos espacio-temporales confluyen la emoción aumenta. En realidad, todo lo bueno que estoy diciendo podría condensarse en una sola palabra: ¿qué es lo que mejor se le da a este cineasta? El misterio. Y esa es la única clave que de verdad importa, ya que todo funciona para alimentarlo y dejar al público con el ansia no solo de saber qué va a sucederles a los personajes..., sino también de conocerlos a fondo. La acción prima mucho más que el diálogo. Desde que comienza la primera escena vemos a la gente en movimiento. Y cuando están quietos, en realidad observan y analizan sus posibilidades. En tierra lo que importa es la supervivencia; en el aire, la contención. Y en el agua, la velocidad. La ausencia notoria de banda sonora en buena parte del metraje causa que participemos del temor y la urgencia que viven los protagonistas, donde vive el más listo. Pero con la atención del mundo en Dunkerque y la falta de palabras poco podemos averiguar de ellos. Tal vez sea porque, en el fondo, no importa. La historia que se quiere contar es la de los supervivientes de la Operación Dinamo, no de cómo Fulano llegó a meterse en ese lío y a salir airoso. Y esta es una de esas pocas veces en el cine en que uno empatiza con los personajes sin necesidad de conocerlos, solo por lo que hacen y lo que les ocurre. Christopher Nolan quería contar un episodio que le impactó siendo un alumno más de Historia y en eso se centra. Lo que le convierte en uno de los directores más geniales es que él no necesita adornar el argumento con historias personales para llenar lagunas. No es que sus personajes sean de piedra, pero con solo sus juegos estructurales y sus maniobras de ataque cubre el tiempo establecido (unas dos horas, minuto más, minuto menos). Nadie hará o dirá nada que no tenga que ver con ese momento. A esos elementos se une una buena interpretación por parte de TODO el elenco (sí, incluido Harry Styles). Los rostros jóvenes desconocidos impresionan especialmente por su fuerza dramática, como víctimas del conflicto que luchan por su vida. Incluso los que rescatan aportan mayor profundidad psicológica que los adultos. Nolan con ello hace hincapié en un hecho más crítico: que la mayoría de los sufridores son apenas chavales a los que la guerra ha enterrado antes de tiempo. Los de esta cinta casi podrían considerarse inexpertos comparados con los más veteranos, pero también protagonizan los peores riesgos: explorar el pueblo infestado de nazis en busca de provisiones, cruzar una pasarela destrozada para llevar a un herido a un barco, huir de un hundimiento, resistir las balas del enemigo para hacerse a la mar en un pesquero... Así que cuando Harry Styles cree que los demás van a echar pestes sobre ellos por no haber eliminado nazis y, al contrario, les felicitan y les aplauden por sobrevivir, no puedo sino unirme al coro. Y es que otra cosa que recalca este guion es que una vida vale mucho más que quitarla, y que ser capaz de conservarla teniéndolo todo en contra merece como mínimo una condecoración. Por tanto, sí, Nolan cumple haciendo justicia a esos héroes y, para con el público, recreándose en las técnicas narrativas. El trabajo de postproducción es increíble: la calidad de la imagen, el sonido, los planos... Los franceses critican mucho la falta de reconocimiento a estos, pero a mí me parece que en cierta medida lo hay, dado que uno de los mejores personajes (el más listo) resulta ser francés, y el final nos deja a Kenneth Brannagh aguardando por ellos.
Me ha parecido que esta forma de contar un episodio bélico puede tener muy buen futuro. Es muy original.
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Agosto 2023
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