Post de Naiara Salinas Con los Oscar acercándose, me ha parecido buena idea retroceder unos años a uno de los biopics más curiosos de mi mediateca. Mi semana con Marilyn cuenta desde el punto de vista de un novato en la industria cinematográfica, Colin Clark, cómo fue el rodaje de El príncipe y la corista, gracias al cual Inglaterra acogió a la popular Marilyn Monroe y todo su equipo. La película no solo es un reflejo de este evento, sino también de la peculiar relación entre el joven Clark, interpretado por Eddie Redmayne, y la actriz, basada en el testimonio del primero. Cuando uno piensa en Marilyn Monroe piensa en: pelo rubio, glamour, fama, encanto, éxitos musicales, leyenda, vestido blanco y boca de alcantarilla. Es decir, cosas positivas (salvo la boca de alcantarilla). Hay un último pensamiento, no obstante, reservado a los pocos que se han molestado en conocer su historia a fondo: tragedia. Y es que esta mujer es un ejemplo de que la fama no lo es todo si no eres feliz al otro lado. Este largometraje parte de una visión única, un tanto idealista de un chico admirador de Monroe que, tal y como dice, "haría cualquier cosa por trabajar en el cine". Como tantos otros, babea por Marilyn, por su encanto natural, su sarcasmo y su simpatía, y, por trabajar con ella, conoce lo que el público ignora, el lado más oscuro de esta superestrella: su falta de seguridad. Quién lo diría, ¿eh? De la misma que admite ante la prensa que duerme desnuda. Pero no todo son ni han sido rosas en la carrera de la actriz. Ha sufrido en sus carnes el machismo de Hollywood y arrastra todavía muchos traumas de su infancia que le generan una depresión de la que pocos son conscientes. Colin es el afortunado y, quizá porque Marilyn le considera especial para revelarle ese secreto, no puede evitar caer enamorado como un polluelo. Es más, Colin peca de inocente durante toda la trama, creyendo que el que Monroe se haya fijado en él es una correspondencia a sus sentimientos, cuando en realidad es un amor platónico que, como su nombre indica, nunca será real. El cariño que Marilyn le muestra en realidad se debe a que todavía es "puro", no se ha contagiado por la fama y la arrogancia de la industria, es un novato con pasión que otros han perdido en su camino al estrellato, incluso ella. Así que, tal y como lo veo, no se está contando solo la historia de un enamoramiento efímero sino que se está mostrando cómo Hollywood afecta a las personas, cómo se crea y se propaga la star system, qué hay de personal e impersonal delante y detrás de la cámara. La seguridad que los actores dejan entrever cuando ruedan se desvanece cuando se dan cuenta del circo en el que viven, donde llegan incluso a ser tratados como objetos. El mundo real lo experimentan más los trabajadores como Colin y la encargada de vestuario, Lucy, que se limitan a acudir al plató, fichar, dejar preparadas sus cosas, cobrar e irse. Es más, estos trabajadores a menudo muestran más sensibilidad con respecto a su "aventura", como cuando Colin le ofrece una silla de atrezzo a una de las mujeres del reparto que está cansada de tanto rodaje y uno de sus superiores le grita, pese a su muestra de cortesía. Quien es superior y está acostumbrado a los rodajes funciona de un modo diferente al que obtiene una pequeña oportunidad (de hecho, esa gente es la propagadora de la star system para obtener mayores ingresos. Por eso la llegada de Marilyn levanta tanta expectación. Algo solo tiene la importancia que le da la prensa). La ironía es que es un trabajador menor el que alcanza el corazón sufridor de Marilyn, que en el fondo siente envidia por la libertad de la que gozan los demás mientras que ella se ha convertido en una "cara bonita" para el público. Por eso se pega a Colin, intentando quedarse con algo bueno de esa experiencia, sentirse normal por una vez, no estar atada al circo. Colin, sin embargo, desea acercarse más a los ricachones, a los superiores, que tienen la suerte de tener cerca a joyas como Marilyn. Una desprecia la fama y el otro quiere un poco más de éxito y reconocimiento. Una está arriba y el otro, abajo. Ese arrastre por ganarse el favor de la mujer a la que admira es objeto de crítica por parte de Lucy, que al principio apuntaba a ser el amor de Clark. Es como si le dijera: "Espabila, sois de mundos distintos, ella nunca será tuya". Interpretaciones: la caracterización de Michelle Williams como Monroe roza una perfección que la hace merecedora de aquella nominación en 2011. Sobre todo cuando, después de lo dicho, se ve que no es un personaje fácil de captar, pues es delicada y decidida, alegre y traumática... No tiene una sola pincelada sino muchas y por tanto hay que tener cuidado porque cada una tiene su justa medida. La idea es ofrecer algo verosímil, así que Marilyn no puede ser sobreactuada, sino todo lo contrario, que es lo que logra Williams. En cuanto a Eddie... ¿haciendo de un hombre con muchas ideas infantiles? Por qué no, su cara simpática ayuda, es muy fácil imaginárselo así un poco al comienzo de su propia carrera (no le estoy insultando, que conste, sino señalando que bien pudo sentir la admiración de Colin en sus inicios hollywoodienses). No me olvido de otras caras muy conocidas como la de Kenneth Branagh, que hace un poco de sí mismo, ya que también es un reputado director en la vida real. En este filme es un poco el caballero de la sala, el general, el que los pone a todos firmes pero a la vez se desespera con Marilyn porque no ejerce ningún tipo de influencia sobre ella. Judi Dench es una actriz tan veterana que ya nada le sorprende. Actúa sin aspavientos, limitándose a cumplir su papel, y es la que pone los puntos sobre las íes cuando se trata de Marilyn. No la mira por encima del hombro ni como si estuviera loca, pero enseguida capta su punto débil y le hace alzarse con dignidad como la superestrella que es. Muy buena para motivar al resto del equipo. Emma Watson es el realismo más firme de la clase trabajadora. Humilde, sincera... Conoce de qué va la industria y se niega a dejarse llevar por ella, luchando por mantener los pies en la Tierra, algo que le falta a Colin. Sabe que todo es temporal y que con el amor no se juega. En resumen: buen reparto y buen bildun roman sobre el cine. Con razón seguimos a Colin en sus aventuras y desventuras: es el que aprende que los sueños tienen un lado oscuro y que hay que ganarse el estrellato. Tanto le afecta esta experiencia que, fijaos, en la vida real terminó publicando un libro. En sí eso es una muestra de madurez. Por otra parte, puede que parezca que Marilyn tiene un punto inocente también. No es tan cierto, solo se deja contagiar por Colin porque quiere ser como él. Ficha técnica Mi semana con Marilyn (My Week with Marilyn) 2011, Reino Unido Director: Simon Curtis Reparto: Michelle Williams, Eddie Redmayne, Kenneth Branagh, Judi Dench, Dominic Cooper y Emma Watson Puntuación: 7,5/10
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Agosto 2023
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