Post de Naiara SalinasUna sabia llamada Yazmin dijo hace tiempo: “El verdadero éxito nace de las cenizas de un error.” A este se vincula otro refrán de Eugenio Trías, que afirmaba que “hay que morir varias veces para después renacer”, y que “las crisis, aunque atemorizan, sirven para cancelar una época e inaugurar otra”. Esto han debido de pensar los productores de las que fueran dos grandes series del pasado: Héroes y Prison Break. Ambas cosecharon gran éxito en sus primeras temporadas y fueron decayendo hasta ser canceladas, dejando un rastro de cadáveres entre sus protagonistas. A día de hoy, cuentan con una segunda oportunidad, y por eso había que sentarse un momento para respirar y asumir esta noticia, más dedicarle un post en nuestra Semana Seriéfila (porque cuando una serie vuelve debería ser obligatorio montar una fiesta). Mismos creadores, misma premisa, pero nuevas caras, nuevo guion y nuevo tratamiento. Sabemos que la “secuela” de Héroes se estrena en 24 horas, el 24 de septiembre, pero de Prison Break no tenemos más que algunas especulaciones. De todas formas, no son las únicas en contar con remakes o continuaciones (ya sabéis lo que dicen: donde hubo fuego…). Héroes RebornAsí ha sido bautizada la continuación de la historia creada por Tim Kring y llevada a la televisión el 25 de septiembre de 2006 por la NBC. Casi en el límite de su undécimo aniversario, la cadena ha decidido devolver a su hija pródiga a la pequeña pantalla y lo hace de la mano de colaboraciones notorias. Tim Kring regresa con un nuevo guion sin importarle el fracaso de la última temporada de la serie, emitida en el año 2010, y asegurando que ha aprendido de sus errores. Y como si quisiera dar fuerza a su mensaje, decide cambiar el título añadiendo un verbo lleno de optimismo, como un fénix que renace de sus cenizas. Como los fans de esta serie sabéis, todo empezó como en un cuento de hadas: la primera temporada contó con los veintitrés episodios (aparentemente) reglamentarios y estuvo nominada a importantes premios, de los que obtuvo el Globo de Oro, el BAFTA, el Primetime Emmy y varios People’s Choice y Teen Choice Awards. La renovación de la serie estuvo prácticamente regalada, pero entonces, las cosas se torcieron. Primero fue la huelga de guionistas, que obligó a recortar la segunda temporada en once capítulos únicamente, pero de nada sirve acusar solo a los escritores de un relato pobre y una trama con menos repercusión que la primera. Eso demuestra el peligro de triunfar enseguida: las expectativas y las exigencias de los telespectadores aumentan, y en el caso de Héroes, no pudo (o no supo) suplirlas. La serie original solo contó con cuatro temporadas, al igual que Prison Break. Curiosamente, ambas siguieron casi el mismo trayecto hasta su final: una excelente primera temporada que dejó en vilo al público con aquellos finales que abrían nuevas tramas que parecían ser prometedoras. Y no es que los creadores no se esforzaran, pero quizá se relajaron un poco al ver que contaban con el favor de la audiencia, y eso, queridos míos, es lo que nadie, pero NADIE, puede hacer nunca (¿no habéis oído/leído la fábula de la tortuga y la liebre?). Así, Héroes intentó sacar su serie adelante a través de un formato cómic, dividiendo sus temporadas en volúmenes: “Génesis” (primera temporada), “Generaciones” (segunda temporada), “Villanos” (tercera temporada A), “Fugitivos” (tercera temporada B) y “Redención” (cuarta temporada), y alimentando el fandom con sus websodios (algunos de los cuales tuvieron más éxito que la propia serie), novelas gráficas y hasta una banda sonora (que tenéis disponible aquí: http://www.allmusic.com/album/heroes-original-tv-soundtrack-mw0000794369). Con sinceridad y desde la perspectiva de esta redactora que “devoró” la historia hasta su último suspiro, Héroes contaba con un guion original, buenos personajes y poderes nunca vistos hasta ese momento. Podía comparársela a X-Men: individuos con dones extraordinarios que intentaban luchar por abrirse un hueco en la sociedad y huir de aquellos que intentaban masacrarles. Nunca llegaron a formar un equipo con un líder claro, pero sí que exploró el lado más humano de aquellas personas que solo intentaban llevar una vida normal… mientras salvaban el mundo. Su error fue convertir una trama pura en un enredo cada vez más complejo y confuso, hasta perder su sentido. Aun así, era difícil no encandilarse con los divertidos Hiro Nakamura y Ando, identificarse con las penurias de Claire Bennet en el instituto, odiar primero y admirar después al villano Sylar, seguir la cruzada de Peter Petrelli contra su familia… Afortunadamente, parece que Tim Kring supo reconocer su error. Él mismo afirmó que muchos de los personajes que sobrevivieron no deberían haberlo hecho según su concepción original, pero la reacción de los fans lo era todo. Si las segundas partes nunca fueron buenas, tal vez lo ideal hubiera sido construir una trama diferente detrás de otra con nuevos personajes, en lugar de extenderla más de lo que podía soportar. La verdad, yo opino que si tomas las medidas oportunas todo puede lograrse. La cosa es que el espectador no se aburra viendo siempre lo mismo, que fue lo que sucedió al final: la pérdida de la originalidad, del espíritu de algunos de sus protagonistas y esa trama que iba complicándose terminaron con una serie que hubiera podido dejar un buen legado pero que, en sus últimos días, pasó muy desapercibida. La segunda temporada presentó personajes que luego no terminaron de encajar, como la familia paterna de Micah Sanders o los gemelos Alejandro y Maya Herrera, por ejemplo. Y por eso, la nueva entrega contará tan solo con trece episodios y una trama que cerrará, sin la promesa de una renovación. Lo importante a la hora de rescatar un proyecto del baúl de los recuerdos es que los espectadores identifiquen aspectos cruciales de ese proyecto. No solo la banda sonora es importante, sino también los personajes, y aunque desgraciadamente no podemos volver a contar con algunos de los más queridos (Sylar, Peter y Claire), otros sí que regresan: Noah Bennet se presenta como líder indiscutible que deberá solucionar el problema que han dejado atrás los “héroes” tras un atentado con múltiples víctimas, cuando uno de los afectados acuda a él en busca de ayuda. También regresan Angela Petrelli (la madre de Peter y Nathan), Matt Parkman (telépata), Micah (tecnópata, a saber: ser con la capacidad de manipular con la mente aparatos electrónicos y tecnológicos), Hiro Nakamura (hábil en eso de viajar por el tiempo y el espacio. Y también sabe luchar con espada), Mohinder Suresh (el científico que lo empezó todo y pasó por un complejo de Spiderman en la tercera temporada) y el haitiano (culpable de la memoria Dory). Juntos deberán resolver la trama y asesorar a los nuevos “héroes”: Tommy (la nueva presencia adolescente, interpretado por Robbie Kay, quien fuera Peter Pan en Once Upon A Time), Malina (la nueva “rarita” con un poder que promete ser devastador), Miko (la cara asiática y espadachina y, por ende, la nueva “Hiro”), Carlos (el tío bueno que en las promos nos deleita con mensajes positivos, o lo que es lo mismo: el nuevo Peter, interpretado por el bailarín Ryan Guzman, de Step Up Revolution y All in) y Quentin (primer novato en ser presentado a la audiencia a través de una serie de websodios – porque sí, también vuelven los websodios- que recomiendo ver para ponerse en antecedentes. Un spoiler: la preocupación por el destino de su hermana extraordinaria desencadena todo). Una de las caras villanas de esta temporada no tiene mucho que ver con Sylar, salvo dos cosas: mata a todo ser con poderes que encuentre y su actor tiene el mismo nombre de pila: Zachary (en este caso, Levi, conocido por Chuck, Enredados, Thor: el mundo oscuro y Alvin y las ardillas 2). Él interpreta a Luke Collins, que junto con su hermana Joanne (Judith Shekoni), perseguirá y estresará a nuestros protas. Como he proclamado antes, queda muy poco (¡un día! ¡Solo un día!) para revivir grandes momentos. Ya tan solo después de ver las promos me espero un sinfín de homenajes a la serie original, y espero que los demás fans estén tan ansiosos y emocionados como yo de que llegue mañana/pasado mañana para disfrutar otra vez de poderes espectaculares (aparte, el hecho de que Robbie Kay, que me encandiló en Once Upon A Time, regrese a la pantalla me tiene en ascuas. Adoro a ese chico). Prision BreakHay muchas cosas que le debo a Fox España, canal con el que prácticamente creció mi devoción por las series (hoy en día me declaro más de TNT, pero sigo recordando de vez en cuando los buenos tiempos con la Fox), y una de ellas es el estreno de esta ingeniosa creación. Creía que la reunión de Wentworth Miller y Dominic Purcell en The Flash y Legends of tomorrow era definitiva, pero cuán equivocada estaba. Los eternos hermanos en pantalla (porque también lo son en las series que he mencionado) Michael Scofield y Lincoln Burrows (síp, con distinto apellido) regresan una vez más para intentar satisfacer y compensar a los fans por el final que tuvo la serie hace ya mucho tiempo (concretamente, el 24 de mayo de 2009). Mi madre y yo nos enganchamos de inmediato cuando el honorable Michael diseñó un plan para sacar a su hermano de la cárcel, condenado injustamente a la pena de muerte por un crimen no cometido. No solo el argumento y las penurias en la cárcel nos llamaron la atención, sino también el debut del hombre más tatuado de la televisión (y qué tatuaje, omg, qué tatuaje) y su grupo de compañeros, desde el mafioso Abruzzi (Peter Stormare), pasando por el loco T-Bag (Robert Knepper, que también apareció en la última temporada de Héroes), hasta el mejor colega de celda de Scofield, Sucre (Amaury Nolasco). Una conspiración, un grupo llamado La Compañía, una guapísima abogada y una todavía más guapa enfermera de prisión hicieron las delicias del público, y con semejante soporte, no es de extrañar que Michael completara su misión imposible a lo Tom Cruise y lograra escapar con sus seis compañeros y su hermano. La segunda temporada nos llevó tras estos fugitivos de la mano de un agente especial contratado para esta labor: Alexander Mahone (William Fichtner). Sin huelga de guionistas de por medio, se completaron veintidós episodios que nos dejaron más en ascuas. Pero el regreso a prisión, esta vez en Panamá, y la inevitable alianza con la Compañía parece que no cuajaron demasiado, ¿o quizá fue la reducción a trece episodios? En fin, para mí la serie perdió fuelle con la trama de Whistler, pero me mantuve fiel, esperando volver a ver al Scofield de la primera temporada en acción. Me quedé un poco con las ganas, pero lo que de verdad me irritó fue la muerte del personaje a manos de una enfermedad, justo cuando podía tener una oportunidad de saborear la justicia. ESO me mató a mí y a millones de fans. Por tanto, no sé cómo pretende volver la serie con Miller y Purcell a la TV si uno de ellos en teoría está muerto y la trama tiene lugar años después, pero parece que predica con el ejemplo de Héroes y se reduce a un mínimo de diez capítulos que no esperan renovación. Mi teoría es que Michael aparecerá como mero recuerdo e inspiración para aquellos personajes que todavía siguen dando guerra, como la doctora Sara Tancredi, que acabó convirtiéndose en fugitiva, Lincoln y su familia. ¿Veremos quizá al joven L.J asumiendo el papel de su padre y a Lincoln el de su hermano en un nuevo lío carcelero? ¿Volverá la Compañía? ¿Se vengarán por todo lo que Michael desbarató? ¿Habrá un nuevo interés amoroso para Sara? ¿Qué fue de los otros supervivientes de la fuga? ¿Volverá T-Bag a las andadas? Cuestiones como esta, lamentablemente, no se responderán hasta el año que viene. El antecedente: 24: Vive otro díaYa que he mencionado mis series, aprovecho el recuerdo que me ha traído la mente sobre un renacimiento que tuvo lugar antes, sobre otra serie muy seguida en mis tiempos mozos (aunque yo jamás la he visto. No se puede ver todo en esta vida, chicos). No voy a dedicar un discurso elaborado de cómo esta serie nos dejó para regresar efímeramente años después (en 2014), sino que, a raíz de ese citado regreso, voy a hacer un análisis de cómo funciona esto de abrir el baúl de los recuerdos. Vive otro día tiene una diferencia de cuatro años con su última temporada y no es un regreso al uso, ya que en realidad continúa la trama de la serie como si nada hubiera pasado, como si todo hubiera sido un mero parón (prueba de ello es el subtítulo de “Día 9”, posterior al “Día 8” de la octava temporada de 2010. Claro que también es verdad que los días se vinculan con el número de temporada). Los protagonistas se mantienen intactos y el argumento sigue el camino de Jack Bauer (otro hito entre los espías, como bien se demostró en Kingsman, servicio secreto) en su misión por salvar al presidente de la amenaza de unos drones. La ficción regresó con doce capítulos que la audiencia de España pudo disfrutar en Cuatro y en Fox. Un nuevo escenario, Londres, aportó la gran novedad a una trama desarrollada en tiempo real (si creíais que era chungo sacar una temporada de Cómo conocí a vuestra madre centrada solo en el día de la boda de Barney y Robin, es que no habíais visto nunca 24). Ah, y como dato: también hubo una película, Redemption. 24 planeó muy astutamente su regreso para no caer en el olvido en forma de mini serie, el camino que están siguiendo los nuevos renacimientos. Un golpe pequeño pero profundo, de los que dejan huella: ese es el propósito de los productores. Nunca se la llamó secuela ni remake, sino “novena temporada”; no fue un regreso al uso, y surtió efecto: 8 de millones de personas la vieron en España según El Mundo, y en USA se llevó tres nominaciones: dos a los Satellite Awards (incluyendo mejor Miniserie de TV) y otra al Sindicato de Actores, en la categoría de Mejores Especialistas en Acción. Ah, y cosechó muy buenas críticas. Tal vez Prison Break tome su ejemplo o se acerque más a los planes de Heroes Reborn; lo que puedo afirmar es que la artillería viene pesada, al menos en lo que respecta a Héroes con su labor de propaganda. El legado de SmallvilleSmallville es otra de las grandes series duraderas y con las que hemos crecido. Si en 2001 me hubieran dicho que cumpliría 17 años y Smallville todavía seguiría en antena, no me lo habría creído, pero así fue. La serie cerró un triste pero esperado 13 de mayo de 2011, y aunque es una serie insustituible que no piensa volver a la TV de momento de ninguna forma, sí que ha dado lugar a todo un universo, pues varios de sus personajes secundarios cuentan ahora con serie propia y nuevos actores dándoles vida: Arrow fue la primera, estrenada en 2012 con Stephen Amell en la piel de Flecha Verde, sustituyendo a Justin Hartley. The Flash llegó en segundo lugar, el año pasado, con Grant Gustin a la cabeza del reparto. En Smallville su personaje, Barry Allen, no tuvo presencia directa, pero sí que conocimos a su descendiente, Bart, alias Impulso, interpretado por Kyle Gallner. ¿Y ahora? Nos preparamos para recuperar la historia de Kara, la prima del superhéroe, de la mano de Supergirl, con Melissa Benoist (Glee, Wiplash) en el papel que en su día interpretara Laura Vandervoort y con la presencia de un Jimmy Olsen bastante diferente al de Aaron Ashmore. Pero además tenemos Legends of Tomorrow, un spin off que vincula Arrow y The Flash y que cuenta con la participación de Hawkman (visto en Smallville con la cara del actor Michael Shanks) y Hawkgirl. ¿Hará Tom Welling algún cameo en una de estas series? ¿Quién sabe? De todos es sabido que es el mejor Superman de la pequeña pantalla (guiño). Como regalo, un sneak peek donde podéis ver al personaje de Robbie Kay (eternamente vestido de verde, por lo que parece) presentando su poder a su "amiga".
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