Post de Naiara Salinas Son tiempos oscuros: en Poniente se acerca el invierno y en Storybrooke la amenaza de viejos fantasmas es cada vez más palpable. Quizá deberíamos ir pensando en unir fuerzas con los salvajes como en Los 100, o en contratar a bibliotecarios o cazadores especialistas en resolver anomalías mágicas, pero aun así hay algo que falta. ¿Tal vez sean las piedras élficas de Will? ¿El poder del árbol sagrado Ellcrys, que mantiene a raya a todos los demonios? La fantasía es un género que siempre ha pegado fuerte en la literatura y en el cine, pero en la televisión no estamos tan acostumbrados a verla, o más bien no estamos acostumbrados a lo que sería el epic fantasy (a lo Señor de los Anillos), y casi siempre son series adaptadas de sagas literarias (como ejemplo destacado de la actualidad está Juego de Tronos, pero también cabe alguno antiguo como La leyenda del buscador, que solo tuvo dos temporadas). Mundos imaginarios, leyendas, guerras de clanes, profecías, elfos, gnomos, trolls, dragones… son cosas que parecen más comunes del cine que de la tele, pero la cosa está a punto de cambiar, porque una nueva serie llegó a las pantallas la semana pasada gracias a la MTV y se estrenará mañana en TNT España (para los predilectos del doblaje): Las crónicas de Shannara (que, por cierto, también está basada en una serie de libros, escrita por Terry Brooks). Con tiempo suficiente para descubrirla, ha llegado el momento de hablar de ella, sobre todo porque el canal ha sido casi tan majo como Netflix y ha subido los cuatro primeros capítulos a su web, así que hay cierta chicha ahí (y esta semana se añade el quinto). En una mezcla entre postapocalíptica y fantástica, Las crónicas de Shannara se ambienta en el mundo de las Cuatro Tierras, surgido miles de años después de la destrucción de la civilización actual y donde las criaturas están segmentadas en especies como humanos, elfos, gnomos, trolls, enanos, demonios, etc. Los últimos están prácticamente fuera de combate gracias a la labor de la magia de los druidas y de los elfos, quienes crearon a Ellcrys, un poderoso árbol que es el guardián de todas las tierras. Pero claro, sin villanos, ¿dónde está la gracia? Los elfos están gobernados por Eventine Elessedil (John Rhys-Davies, el Gimli de El Señor de los Anillos), padre de dos príncipes vivos y uno difunto, Aine. Para proteger la Ellcrys, designan cada X tiempo a siete jóvenes tan intrépidos y habilidosos como para superar una carrera a ciegas por los bosques de Arbolon, pero siempre son chicos. Todo cambia cuando Amberle Elessedil (Poppy Drayton), la nieta del rey, decide presentarse también como corredora (no, tranquis, esto no es El corredor del laberinto) tras ser entrenada por su tío Ander (el más majo de todos, os lo digo ya). A duras penas, con sudor y unos cuantos moretones, consigue ser la séptima guardiana del mágico árbol, pero en el momento en que le toca recibir su bendición, lo que recibe es más bien una visión muy gore de un mal que está por llegar (chan chan chaaaan). Hasta aquí la introducción que nos muestra el piloto y con la que pretendía captar vuestra atención. Como es de suponer que ya la tengo, continuaré e iré avisando cada vez que venga un spoiler, no os preocupéis. Tras presentarnos a la primera protagonista de forma impresionante, llega la hora de conocer a Will Ohmsford (Austin Butler, ¡cuánto tiempo!), un híbrido entre humano y elfo con ciertas nociones de medicina que, sin embargo [SPOILER], no le ayudan a salvar a su madre (R.I.P.). Es por ello por lo que el joven decide abandonar al único pariente que le queda para ir a estudiar medicina a la ciudad, aunque no sin tomar antes un recuerdo de su madre: unas piedras élficas que según ella son muy poderosas y pertenecieron a su padre. El problema es que la siguiente información que le dan es que también fueron la causa de su perdición, así que el chico recela (nadie desea un Darth Vader como padre en su vida). No obstante, se las lleva, aunque no duran mucho en sus manos (de hecho a este no se le puede confiar nada sin que lo pierda una y otra vez) por culpa de Eretria (la española Ivana Baquero), una joven humana que primero le salva de las garras de un troll (que más parece un dread doctor), luego le enseña su “morada” y a continuación le droga y le roba, porque en este mundo los humanos se distinguen entre aquellos “honorables” y los rovers, que son ladrones y asesinos, muy rastreros y ladinos (toma rima XD). Regresando a Arbolon, Amberle no deja de oír las voces de Ellcrys en su cabeza, advirtiéndole. Ni su mejor amiga Catania ni su novio Lorin son capaces de entender qué le pasa. Harta e intrigada, vuelve a visitar el árbol y de nuevo este le muestra una horrible visión del futuro: ella asesinando a su novio tan buenazo. Asustada y temerosa de que se cumpla, decide huir y, por el camino, adivinad con quién se topa: con Eretria (un aplauso para los que hayáis acertado). Mantienen una fuerte discusión cuando la princesa descubre la identidad de la chica, que siempre miente (es su regla número uno, por lo visto), y termina robándole el caballo con todas sus cosas, incluidas las piedras, insistiendo en su fuga pese a que la Ellcrys no deja de pedirle ayuda (eso es una heroína xd). Por si fuera poco, llega a la corte de Arbolon Allanon (Manu Bennet, de Arrow y El hobbit), un viejo amigo de Eventine que además es el último druida, recién despertado de un sueño tan largo como el de Odín. Y si despierta no es porque de pronto tenga ganas, sino porque las cosas están verdaderamente mal, y es que la Ellcrys está muriendo y con cada hoja caída, un nuevo demonio es liberado, empezando, cómo no, por el más poderoso y peligroso de todos, que se construye una fortaleza para ir alimentándose del poder de la Ellcrys mientras sus secuaces hacen el trabajo sucio. Por cierto, ese bicho fue antiguamente un elfo que se corrompió. Esto os suena, ¿verdad? A mí mucho. Allanon va en busca de Will, a quien reconoce como el último descendiente de la dinastía Shannara, un importante clan de reyes y guerreros con magia, algo que hasta entonces se había considerado un mito (incluso la existencia de los demonios. Y esto por parte de la misma gente que selecciona año tras año guardianes para proteger su árbol sagrado. Y digo yo, ¿cuál es la excusa, si para ellos ni los demonios ni la magia son reales? En fin). Will deberá aprender a usar su poder con las piedras élficas (cuando las recupere), así como ayudar a Allanon a encontrar a Amberle, que es la última guardiana que queda con vida (al resto los mata un demonio multiforme, cumpliendo así con la visión de la joven) y la destinada a encontrar una cura para la Ellcrys en un Refugio Seguro que nadie sabe dónde está. Ah, y Eretria debe acompañarles, pero de esto no os voy a decir nada porque es muy divertido, jeje [FIN SPOILERS]. Tres jóvenes aventureros en una misión de alto riesgo para acabar con la amenaza demoníaca y restaurar la paz, identidades cambiantes, tensiones políticas, mucha magia y también romance, con efectos especiales que merecen un sincero aplauso de tan logrados que están. Las crónicas de Shannara es una mezcla perfecta de serie épica y serie juvenil, que muestra elementos de ambas. No faltan también esos personajes secundarios que prometen abrirse un hueco en nuestros corazoncitos, como Bandon, a quien conocemos a partir del tercer capítulo: un joven elfo con un don maldito en su interior; los tíos de Amberle, Ander y Arion (uno más majo y menos vanidoso que el otro); Catania, una elfa muy dulce (y yo ya la he shippeado con alguien… ejem, ejem); Pyria, la tía de Amberle, etc., etc. Sin duda alguna, MUY recomendable a los amantes del género y de la diversión, porque desde principio a fin la serie encandila. Tiene aspectos que recuerdan a otras sagas (lo del politiqueo entre rey y príncipe, por ejemplo, es muy de Juego de Tronos; también está la misión clásica del héroe que hemos visto en la obra de Tolkien y en La leyenda del buscador…) y bueno, podría mencionaros incluso algunos libros, pero no me sirven para lo que quiero dar a entender: que tiene su puntaco y que, dentro de lo que cabe, es original (casi me da hasta envidia no haberla creado yo). Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien con un estreno. Ah, y la banda sonora es estupenda. Yo ya me he hecho shannadicta, ¿y vosotros? ;)
4 Comentarios
1/28/2016 01:50:54
Lo único que les quiero comentar es, que es necesario que no eliminen la serie tan solo con una temporada, que es lo que ocurre la mayoría de las veces, cuando nos encariñamos alguien determina que no es muy productiva monetariamente hablando y la cancelan.
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Alba
1/29/2016 17:00:27
URGENTE!!
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Laura
2/16/2016 08:08:23
Se llama Lorin
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