Post de Naiara Salinas La plataforma roja ha encontrado un nicho de creatividad en el que se siente muy a gusto y me da que no piensa dejarlo en un tiempo. Últimamente se sale con la fantasía, vamos, basta con verlo: Locke and Key, The Order, The Witcher, Las escalofriantes aventuras de Sabrina (incluso si ahora de la noche a la mañana decide cancelarla), Lucifer... Normalmente apuesta por un estilo peculiar. Si algo tienen en común todas estas producciones es su oscuridad, junto con una dosis de humor negro, aventura (bueno, menos en Lucifer) y, sobre todo, mucha magia. Su última incursión parecía ser obligada, ya que cómo puede ser que una de las grandes productoras de la actualidad no tenga su propia versión del rey Arturo y CIA cuando encima Disney tiene como unas tres. Por eso, cuando el título de Maldita bajo la autoría de Thomas Wheeler y Frank Miller cayó en sus brazos con una portada oportunamente roja... lo tuvo muy claro. Era una señal del destino. El argumento realiza una revisión de la leyenda artúrica a través de un prisma femenino, contando la historia de Nimue, quien en algunas versiones acaba siendo la Dama del Lago. La ventaja de tratarse de una leyenda recogida por muchísimos textos, cada cual con su versión, es que la libertad creativa a la hora de reproducirla apenas se ve coartada y, aunque existan elementos comunes, no hay límites a la hora de explorar el mundo que aborda, donde la fantasía se da la mano con los sucesos históricos, en una época de auténtica división en el actual Reino Unido, cuya diversificación de clanes y territorios ha enriquecido su cultura con el paso de los siglos. La propuesta de Wheeler y Miller es una historia mayormente de orígenes, anterior a la conocida, con un estilo que se amolda al carácter presente de Netflix. Es gratificante reconocer a los personajes de la leyenda con una nueva trama, a la par que se introducen nuevos. Sin embargo, ¿qué es invención y qué es historia? Para eso estoy aquí, para rescatar las fuentes principales y arrojar un poco de luz sobre los easter eggs más llamativos de esta primera temporada. Me temo que a partir de aquí habrá algún que otro SPOILER. Punto de partida: de los celtas a los romanos Quien crea que lo de Arturo, Excalibur, Merlín y los caballeros de la Mesa Redonda es pura invención, se equivoca en parte. La leyenda surge en medio de un contexto realista de conquistas y guerra entre pueblos, difundida de forma oral a través de cantares que perfilaron un héroe más idealista que el real, como sucedió también con Roldán, el Cid Campeador e incluso Mulán. El general romano Aulo Plaucio inició las campañas por la conquista de Britania en el 43 d.C, aunque previamente ya había sido explorada por Julio César tras la conquista de las Galias en el 55 a.C (fue él quien nombró así la isla, de hecho). Roma consiguió el poder absoluto sobre las actuales Inglaterra y Gales, pero durante siglos se enfrentó a las rebeliones celtas, lo cual ocasionó que la romanización se diluyera más que en otros territorios conquistados. Y eso fue lo que llevó a la construcción del famoso muro de Adriano en el que George R.R. Martin se inspiró para Canción de hielo y fuego y que también aparece en la película de El rey Arturo de 2004, que, opino, resume bastante bien el proceso de la conquista: Roma ejerció una influencia poderosa en esta leyenda, ya que no fue hasta la irrupción del cristianismo cuando los cantares se convirtieron en textos que, sorprendentemente, denotaban un nivel de paganismo elevado. En otras palabras, que debemos a estos escribas, sacerdotes en su mayoría, la transmisión de estas leyendas, de las que se ha perdido un número importante debido a la dificultad del idioma celta a la hora de traducirse. Hasta ese momento, el saber de los clanes se transmitía gracias a tres figuras imprescindibles: el filidh (poeta supremo que tan pronto componía poesía como custodiaba la memoria histórica y las leyes del pueblo), el druidh (el druida, encargado de la magia y la filosofía) y el bard (el bardo, un poeta menor encargado de transmitir las enseñanzas de los dos primeros). A partir del siglo V d.C, los anglosajones se unieron a la fiesta (como dato, contribuyeron con el famoso poema épico Beowulf). Otra gran aportación celta fue la de los ciclos, que valieron para clasificar toda la literatura heredada al ponerla por escrito. Estos eran: el ciclo de Ulster, el ciclo Ossiánico y el ciclo Bretón. A este último pertenece la leyenda de Arturo. El mito escrito: de Monmouth a Tennyson, pasando por Malory y Chrétien de Troyes El primer recopilador inglés del mito artúrico conocido fue Geoffrey de Monmouth (s. XII), quien dedicó un pasaje extenso al dueño de Excalibur en su obra La historia de los reyes de Britania, a partir de los Annales Cambriae del siglo X de origen galés, donde aparecían las batallas de Mount Badon y de Camlann (en la que se cuenta que Arturo se enfrentó a muerte contra Mordred). Si bien no es la obra más rigurosa y presenta numerosas incoherencias, otros datos verídicos sirvieron de inspiración para determinados poemas, como un romance de 1155 por Wace de Jersey. En el siglo XIV aparecieron los poemas de Sir Gawain y el Caballero Verde y Lancelot del Lago. Y, por fin, en 1471 llegó una de las obras más aclamadas que es de la que parten casi todas las adaptaciones de esta leyenda: La muerte de Arturo, por Thomas Malory, que también fue la primera en incluir la búsqueda del Santo Grial. Si bien los ingleses deben a Monmouth la recogida del texto en latín, el primero en escribir sobre Arturo en inglés fue Layamon (1200), que se basó en el Roman de Brut de Jersey y añadió más elementos, como la Mesa Redonda, la historia del primer rey britano (Brutus) y la historia del rey Lear (que siglos después inspiraría a Shakespeare su obra homónima). En Francia, el mayor difusor fue Chrétien de Troyes a través de dos obras: El caballero de la carreta, centrado en la búsqueda de Lancelot a Ginebra, que había sido secuestrada, y el Romance del Santo Grial, donde también exploró la figura de Parsifal. Entre los siglos XVIII y XIX, el escocés Walter Scott fue el encargado de rescatar el folklore con su poema La dama del lago (aunque sin ninguna relación directa con Nimue). Y, finalmente, en plena época victoriana, Alfred Tennyson publicó Los idilios del rey (1859), más una nueva versión de La muerte de Arturo en el 42, con los que se consagró como poeta. Los idilios se considera la recopilación más importante en general junto con la de Malory; en ella refrescó el mito acomodándolo a la situación socio-política de Inglaterra a través de la importancia del orden social y el ideal de la familia, para lo que la llegada de Arturo fue "providencial". El libro se compone de poemas que abordan a personajes diferentes: "Dedicación", "La llegada de Arturo", "La Mesa Redonda", "Gareth y Lynette", "La boda de Geraint", "Geraint y Enid", "Balin y Balan", "Merlin y Vivien", "Lancelot y Elaine", "El Santo Grial", "Pelleas y Ettarre", "El último torneo", "Ginebra", "La partida de Arturo" y "Por la reina". Buena parte de los poemas de Tennyson están disponibles en este libro, para los interesados, aunque la edición de la que parto yo es la de Tinta del Calamar, fruto de una colaboración entre Edelvives y el Máster de Edición de la UAM (que estudié allá por el 2015-2016), cuya portada es la que tenéis a la derecha. Y ahora, pasemos a los personajes uno por uno. Los personajes Nimue La protagonista de la serie se nos presenta como una fae del clan de los Celestes, con un gran culto por los dioses, que de pequeña fue atacada por un dios oscuro (o un demonio mismamente) y "maldecida" a raíz de sus heridas. En realidad Nimue es uno de los personajes del mito más desdibujados, hasta en lo que a su nombre se refiere, dado que es llamada de mil formas: Nimue, Niniana y Nyneve por un lado, o Vivien, Vivianna o Viviane por otro. La primera vertiente se relaciona con Mnemósine, la madre de las musas griegas, y el nombre céltico Niamh, que significa 'brillante' y en las leyendas irlandesas se refiere al dios del mar. En cuanto al otro grupo, se ha estudiado su relación con Coventina, la diosa celta de las aguas. Apareció por primera vez en la obra de Chrétien de Troyes, donde era madrina o madre adoptiva de Lancelot. Los fae son criaturas nacidas del folklore celta que pueden presentar apariencia (semi) humana y poseen poderes mágicos. Tales son las hadas, los sátiros o los faunos (como los que vemos en la serie), las banshees, los elfos, los duendes, las dríades y los selkies, entre otros. En castellano habitualmente los conocemos como feéricos. El asunto de la dama del lago se relaciona con la importancia del agua para el pueblo celta, los primeros hippies (ejem, perdón, naturalistas) de la historia. El agua era la esencia vital y lo habitual era rezar a sus dioses. Nimue no fue la primera ni la única dama del lago (hay quien la consideraría una náyade o nereida, aparte). Durante siglos los celtas dedicaron infinidad de canciones al mar, siendo la más famosa el Canto del mar de Ruman mac Colmain en el siglo VII. ¿No os parece una ironía que la futura dama del lago nunca en su vida haya visto el mar, ni navegado, y para colmo acabe casi ahogándose? LOL. Otro rasgo que la serie refleja muy bien es el valor de la naturaleza y los elementos en general para ese pueblo, poniendo especial énfasis en la tierra. En lo que se refiere a su relación con Merlín, en algunas versiones empieza siendo su aprendiz. Se cuenta que era nieta de Diana, la hija del rey de Northumberland, y que el mago encantador quedó fascinado por su belleza. Se la considera responsable de su desaparición al encerrarlo en una cueva (o un roble o un cristal, depende), aunque en otras versiones se mantienen como aliados y es el mago quien le entrega Excalibur para su custodia. Tras su muerte, pasó a ocupar su puesto como consejera de Arturo. Fue en la versión de Malory cuando entregó la espada Excalibur al rey. Acudió a la corte para presentar su regalo, pero acabó exigiendo a cambio la cabeza de sir Balin, con quien mantenía una vieja enemistad. Sin embargo, sir Balin la decapitó ahí mismo (trágico, terrible). Al final de la obra otro caballero arroja la espada al lago y es capturada en el aire por la mano de otra dama del lago. Fue Tennyson quien le otorgó todo el carácter del que se hace eco la versión de Wheeler y Miller: amorosa, amable y fuerte. Además, la convirtió en un ser cristiano. Merlín Personaje variopinto como pocos, ha sido considerado profeta, bardo, druida, salvaje y chamán, y en todas las adaptaciones prácticamente lo hemos visto en todos estos roles. También tiene mil nombres y trasfondo histórico real, ya que se le asocia con un poeta llamado Lailoken que, tras morir su rey, se volvió loco y huyó a un bosque para llorar su pérdida. Esa historia fue recogida en Gales, donde lo llamaron Myrddin Emrys. Otros afirman que era Ambrosio Aureliano, un líder celta-romano que se enfrentó contra los sajones (la película La última legión, basada en una novela homónima, tomó esta última acepción). Lo cierto es que Maldita es bastante fiel a su historia, ya que en el libro y en la serie se le menciona como un heredero de los dioses oscuros, el último, y la versión extendida sugiere que fue engendrado por un demonio (y una monja, por añadirle salseo). Durante años Merlín fue un corruptor de la humanidad hasta cruzar al lado luminoso y convertirse en guía espiritual de monarcas, entre ellos Uther Pendragón, pero también el usurpador Vortigern (que si os suena de hace poco es porque lo visteis con la cara de Jude Law en Rey Arturo: la leyenda de Excalibur). En una de estas, como bien reflejan las adaptaciones cinematográficas más antiguas, Uther le pidió que lo transformara en el duque de Cornualles para acostarse con su mujer, Ygraine. El mago accedió a cambio de que le entregara a su primogénito cuando naciera. Poco después, el duque murió en combate y Uther se casó con Ygraine y acogió también en su castillo a las dos hijas que ella ya había tenido con el duque, Morgana y Morgause. Por lo que cuando en la serie Morgana menciona que su abuela se llamaba Ygraine, aaaaamigo, es un easter egg que alude a la madre real tanto de ella como de Arturo. Merlín se convirtió en tutor de Arturo durante su juventud, lo ayudó a llegar al trono y se mantuvo como consejero. Entre los dones que poseía se encontraban: hablar con los animales (se le conoce por haber sido el único mago capaz de domar a un dragón, algo que vemos en la serie Merlin), cambiar de forma, volverse invisible y también controlar el clima y los elementos, siempre respetando las leyes naturales. En Maldita lo vemos con complejo de Thor, pero, sabiendo esto, no es de extrañar que nada más recuperar la magia desate una tormenta. Seguro que solo estaba extrapolando su ira tras perder a Nimue. A todo esto, ¿cómo consiguió ella encerrarle? Bueno, se enteró de que tenía origen demoníaco y no le gustó nada, como tampoco en la serie que se dedicase a destruir pueblos. De modo que le preguntó cómo podía atrapar a un hombre y él, encandilado perdido, se lo enseñó y cayó en su trampa. Jamás estuvo ahí para ayudar a los caballeros con la búsqueda del Santo Grial, lo cual es irónico, ya que en Maldita, al mostrarle su colección de tesoros, el Rey de los Leprosos se lo menciona como el único que jamás ha sido capaz de encontrar. Arturo Con este no me detendré mucho, creo que todos lo conocemos como al que más. Los celtas y los romanos se lo han estado rifando con tanta saña que llegan a agarrarle cada uno de un brazo y lo rompen entero tirando. No se ha podido demostrar su existencia, dado que no se recoge a ningún rey britano con ese nombre, aunque sí se le ha asociado, tanto por similitudes históricas como por cronología, con el militar romano Lucio Artorio Casto (s.II), el rey Riothamus (s.V), el caudillo celta Owain Ddantgwin (s.V) y el rey Athrwys ap Meurig (s.VI-s.VII). Lo siento porque soy consciente de que estos nombres son un poco impronunciables. Etimológicamente se cree que Arturo es una evolución del latín Artorius (como le llaman al Clive Owen), pero también del galés arth, que significa 'oso' (hasta se le ha asociado con la estrella Arcturus, muy cerca de la Osa Mayor). Eso genera otra ironía en Maldita, ya que el dios oscuro que ataca a Nimue de chiqui toma la forma de un oso. En la leyenda, tras nacer, Uther cumple con lo pactado y se lo entrega a Merlín, que a su vez se lo entrega a Sir Hector, con quien vive como criado y hermano adoptivo de Kay hasta el episodio de la espada en la piedra. Es la versión que nos enseñó, por ejemplo, la animada Merlín el Encantador. En la serie Hector resulta ser el tío del chaval, pero nanai, en verdad no les une ningún parentesco. A la edad de quince años es cuando Arturo es coronado rey de los bretones y fallece en el 542 d.C. Respecto a su aspecto físico, comúnmente se le describe como rubio y blanco, aunque algunas adaptaciones tiran hacia el castaño. Que lo interprete alguien de rasgos afroamericanos es muy de este siglo. ¿Qué hay de su espada, en cambio? Mucho más interesante, ya que todo lo que sucede en Maldita gira entorno a ella. El primer registro que se tiene se lo quedan los monjes de Cluny, quienes son los que promulgan la leyenda urbana de la piedra. Robert de Boron también la mencionó en la materia merliniana. No obstante, sus orígenes pueden remontarse hasta los mitos clásicos, en concreto al de Hércules. La cuestión es que, como en toda adaptación, es una espada legendaria y muy antigua. Monmouth se convirtió en el primero en acuñarle el nombre Excalibur, directamente del celta Caledfwlch (presente tal cual en la obra galesa Culhwch and Olwen, donde deriva a su vez del gaélico caladbolg: 'espada centelleante'). Otra teoría es el nombre Caliburn, que se piensa que proviene del término latino chalybs: 'acero'. Es la más cercana a la aceptada: acortamiento de Ex Calce Liberatus ('liberada de la piedra'). En la serie es denominada el Colmillo del Diablo (y con razón, puesto que actúa como el anillo de poder de Tolkien. Por cierto, ¿sabíais que el autor fue traductor de otra obra importante del pasado llamada La caída de Arturo? Pequeñas casualidades no tan casuales). Fue devuelta a la Dama del Lago por orden de Arturo y esta (no necesariamente Nimue, sino su sucesora) se la entregó cuando llegó a Ávalon. Aunque a priori su existencia se considera fantástica, en Italia sí que hay una abadía, la de San Galgano en Siena, que contiene una espada incrustada en una piedra que jamás ha conseguido sacarse y se puede contemplar protegida por una urna de cristal. Morgana Morgana Le Fay (como atestiguan las ranas de chocolate de Harry Potter) es uno de los personajes más impopulares en la tradición, impopular por odiosa. Su nombre etimológicamente alude al mar e incluso según el vocablo elegido (morigena, moricant o mormoroin en galés) puede significar 'sirena' (de nuevo, los celtas y su obsesión por el agua). Sin embargo, se la considera bruja o hada como mucho (es decir, fae, al contrario que en la serie, por ahora). Todas las adaptaciones se mantienen de acuerdo en considerarla hermanastra de Arturo por parte de madre, aprendiz de Merlín y mala pécora con el tiempo. Si bien en Maldita aún la tenemos desarrollando su potencial, al igual que en algunas versiones del mito reside en un convento temporalmente, donde se gana la fama de hada por los remedios mágicos que utiliza. Además de la sanación, entre sus poderes se contaban el vuelo y la metamorfosis, todos aprendidos de Merlín. Para Monmouth fue una de las hadas que recibió el alma de Arturo en la isla mágica de Ávalon (eran nueve en total, pero ella destacaba como la más agraciada en belleza, sabiduría y poder). Aunque realmente en las primeras fuentes no contó con gran relevancia, y para cuando lo hizo fue para mal. De hecho, cuando Uther se casa con Ygraine, hay divisiones sobre el destino de la pequeña Morgana: los hay a favor de su aprendizaje con Merlín y los hay que defienden la temporada en el convento. ¿Y por qué no ambas, como en Maldita? Pues sea. En La muerte de Arturo termina siendo casada infelizmente con el rey Uriens de Gore y tienen un hijo llamado Owain, pero está la versión extendida de que cambió su forma a la de Ginebra para acostarse con Arturo. Fun fact: casi todo el daño a la reputación de esta bruja viene por parte de las adaptaciones modernas, tanto al cine como a la literatura y el teatro, que toman como Biblia una Vulgata anónima de origen desconocido. Entre las muchas fechorías que llega a cometer están: la rivalidad con Merlín; intentar sabotear el triángulo Arturo-Ginebra-Lancelot para mal de todos tras el destierro por parte de Ginebra al descubrirla cometiendo adulterio con su sobrino; el robo de Excalibur y su entrega a su esposo para que asesine con ella a Arturo; un segundo robo que acaba con la espada arrojada al lago y el regalo de una capa a su hermanastro pensada para quemarle y asfixiarle... Por no hablar de lo del incesto y el nacimiento de Mordred, que es quien acaba matando al rey cuando los dos se enfrentan en Camlann por Ginebra, otra vez. Sí, no es muy agradable la muchacha, pero sin ella nos hubiésemos quedado sin buena parte del salseo de la leyenda. Para redimirla, sin embargo, los escritores quisieron que ella fuera la portadora del cuerpo de Arturo a Ávalon, donde descansa en paz a día de hoy (susurran por ahí). Galván Esa al menos es la traducción al castellano de Gawain, quien en la serie es identificado como el Caballero Verde (un fae amigo de Nimue y héroe de todos), aunque en el mito son dos personajes distintos. Hummm ¿nos adelanta esto que veremos a otro Galván en el futuro cogiendo el testigo en la Mesa Redonda? Como sea, la historia de este caballero fue una de las más divulgadas, gracias a su poema mencionado más arriba. Según Monmouth, quien también lo mencionó de pasada, era primo de Arturo, pero os recuerdo que su versión es la menos fiable de todas. El poema está compuesto por 2500 versos aliterativos (que emplean la aliteración como figura métrica además de retórica. La aliteración es aquella en la que se repiten los fonemas, como el "susurro de abejas que sonaba"). En él se narra cómo durante la fiesta de Año Nuevo en Camelot, se presenta un Caballero Verde que reta a los caballeros de Arturo a que le corten la cabeza, con la consecuencia de que al año siguiente ellos sufran el mismo destino. Galván se ofrece voluntario y gana, pero el Caballero coge su cabeza y se marcha tan campante, así que al otro se le fija la sentencia. Sin embargo, cuando el Caballero, un año después, está a punto de cortarle la cabeza, le deja marchar con un rasguño en el cuello, ya que previamente él había rechazado a la dama del castillo en el que se hospedaba antes del duelo y que resultó ser la esposa del Caballero Verde. No querer acostarte con la mujer del tío que te va a matar en breve es de lo más honorable que hay, así que salir con vida es lo menos que mereces. Aun así, Galván no se libró de la muerte, que cayó en manos de Mordred. El destino de este personaje en la serie es muy distinto, pero eso no quita que tenga menos easter eggs, como el casco verde que emplea y el suelo que le envuelve en enredaderas de hierba y flores al final. Si hacemos caso a las leyendas celtas, el Caballero buenamente podría revivir a través de la tierra y eso lo convertiría no ya en uno de los caballeros de Arturo, sino en el mismísimo Caballero Verde que le perdona la vida al futuro Galván. Uther El líder de la casa Pendragon tiene orígenes tan dispares como su hijo, aunque ninguno lo relaciona con un vikingo, sino con un romano. Para el querido Monmouth fue el hijo del general Constantino III y hermano de Ambrosio Aureliano. Exacto, Merlín (toma giro dramático). Pero como ya hemos acordado que esa recopilación es tan dudosa como el Sálvame, mejor nos quedamos con que apareció por primera vez en un poema galés dentro de El libro negro de Carmarthen, sin ninguna relación con Arturo. De hecho, en el límite entre la historia y la leyenda hubo una confusión por los nombres, ya que uthr significa 'terrible' (y el hombre la verdad es que hace honor a eso) y a Arturo le acuñaron ese epíteto durante mucho tiempo. Por tanto, de "Arturo el terrible" pasó a ser, como quien no quiere la cosa (y porque los héroes no caen del cielo), "Arturo, hijo de Uther". En cuanto a su apellido, puede provenir de otro epíteto: 'cabeza de dragón'. Aunque también se cuenta que lo adoptó tras contemplar un cometa en forma de dragón cual señal divina. Es más, por ello habría adoptado el estandarte del dragón rojo. Como curiosidad, quien también veía un cometa rojo era Daenerys Targaryen, de la Casa del Dragón, en Canción de hielo y fuego. Merlín profetizó la caída de su reino al ser un dragón rojo derrotado por el dragón blanco que representaba a los sajones. Si bien la relación entre ambos personajes siempre ha sido estrecha, se los asocia más como consejero y asesorado que como hermanos. ZONA MEGA SPOILER A CONTINUACIÓN (leer bajo la propia responsabilidad) El Monje Llorón Uno de los personajes más enigmáticos introducidos en la serie es este "ángel vengador" mortífero que rastrea, encuentra y mata fae, declarado siempre al servicio de su jefe y su dios cristiano. También, para qué mentir, es el mejor personaje, ya que contiene uno de los mayores plot twist de la primera temporada, con el que se presenta un arco que puede dar bastante juego. Y es que a quién no se le cayó la mandíbula cuando reveló su verdadero nombre: Lancelot (og, está bien, le llamo Lanzarote por una vez). Repasando lo que sabemos hasta ahora, observamos que su relación con Nimue es muy estrecha en la leyenda, pero de una forma muy diferente a lo que vemos, ya que él no la persigue cual gato a por ratón, sino que, tras la muerte de su padre, ella rapta al niño y se lo lleva a vivir con ella en su palacio bajo las aguas, así como a sus primos, Boores y Lionel. Solo cuando este cumple dieciocho, su "madre" le revela su auténtica identidad y lo lleva a Camelot para que sea armado caballero como su padre. Le entrega un anillo mágico para protegerlo del peligro y a raíz de ese poder se le empieza a identificar como parte de los fae. En la serie, por el contrario, lo es desde el principio (pertenece al clan aparentemente extinguido de los Fresnos, con habilidades de rastreo sobrenatural y camuflaje). Pero sin duda por lo que más es conocido es por, aparte de ser la mano derecha de Arturo y su mejor guerrero, su adulterio con Ginebra. Aun así, que no se diga que su amor no era real. En el poema que le dio la fama, El caballero de la carreta, el héroe corre a salvarla y realiza algo tan impropio de su categoría como saltar sobre una carreta, de ahí el apodo y el título de la obra. Pero el efecto es que ambos se enamoran. Lancelot es un hombre servicial y tan noble que continuamente está confrontado entre su lealtad a Arturo y sus verdaderos sentimientos. No por nada más ayuda a su compañero Tristán a llegar hasta Isolda. Sin embargo, su romance provoca la caída de todo el reino. Incapaz de darle muerte, Arturo lo destierra, aunque más tarde se arrepiente y va a buscarlo. Para entonces él ya se ha convertido en paria por desobedecer el código de los caballeros, porque además el episodio con Ginebra no es el único, sino que previamente una muchacha, Elaine, a la que caía en gracia, le había pedido que llevara una prenda suya en un torneo tras seducirle, a lo que Ginebra se enfureció celosa y Lancelot rechazó a la doncella. Elaine acabó muriendo "de pena" meses después, no sin antes escribir una carta donde dejaba claro al caballero qué ocurría cuando se rechazaba de forma tan cruel el amor, logrando que su vergüenza y su decepción fuera la de todo el reino. Además, le dejó un hijo, Galahad, quien se acabó convirtiendo en el caballero de Arturo que encontró el preciado Santo Grial. ¿Y Lancelot? ¿Qué es de él? En desgracia, se pasa el resto de su vida como ermitaño. Históricamente se le ha identificado con un héroe de Gales de nombre Llwch Llenlleawg de Culhwch y Olwen ("Olwy" para los amigos y los no galaico-parlantes). En la serie su caballo se llama Goliath y, si bien esto no está demostrado, sí que se comenta alguna vez en los textos que su montura es de color negra e incluso de raza árabe, reservada para los héroes nobles combatientes, mientras que los caballos blancos representan la pureza y la casi divinidad o trascendencia, como es el caso de Merlín y, normalmente, Arturo, aunque en la serie se iguala a los guerreros con otro caballo castaño. ¿Sabéis qué otro caballo es árabe y se llama Goliath? El del príncipe Caspian en Las crónicas de Narnia (por lo menos en el doblaje castellano). Por otra parte, en la adaptación del Rey Arturo de 2004 se transmite la leyenda popular de que las almas de los caballeros caídos en batalla pasan a sus caballos. No sabemos si fue el caso de Lancelot y CIA como se deja entender al final de la película, pero sí que existió un caballo real llamado Launcelot (la cuestión es... ¿cuántos habrá con ese nombre en la actualidad? Es muy digno para un equino, reconozcámoslo). En la serie animada Gárgolas (1994) uno de los personajes se llama Lancelot y otro, Goliath. La raíz de este nombre, por cierto, es hebrea (gola) y significa 'exilio' o 'destierro'. Vamos, que es el nombre perfecto para la montura de este caballero, jeje. Ardilla La identidad del más joven del reparto no es otra que la del futuro caballero Parsifal (o Percival o Perceval, como gustéis), que cuenta también con historia propia. En ella, el querido niño (porque sí, en la leyenda también empieza siendo un niño poco inocente) se queda huérfano de padre y su madre, la princesa Herzeloida, decide alejarlo de las pretensiones de convertirse en caballero y se lo lleva al bosque. Cuando crece, totalmente asalvajado, se cruza con Arturo y sus caballeros en medio de un viaje y queda fascinado por sus historias, por lo que le suplica a su madre que le deje irse con ellos. Esta, con gran pesar, se lo permite. Esta es la versión que se recoge en el Romance del Santo Grial de De Troyes. Cuando acontece la búsqueda, Percival es uno de los que (casi) logra ver el codiciado cáliz cuando se encuentra con el Rey Pescador, su guardián, pero no logra pasar la prueba y se ve obligado a regresar al castillo. En gaélico su nombre es Peredur y tanto se le deja célibe como se le relaciona con Blancaflor, la versión ibérica de Medea. Maldita es bastante leal, a su manera, a los orígenes de este chaval, que durante mucho tiempo se las ingenia para vivir por su cuenta en la naturaleza, y no puedo esperar para ver qué le depara su nueva alianza con su viejo enemigo (*guiño, codazo, guiño*). Lanza Roja Aunque en la serie nos introducen a esta líder vikinga derrocada por el clan de Cumber como un personaje novedoso, en la novela de Wheeler y Miller se presenta ante Arturo como Ginebra, lo que me lleva a incluirla sí o sí en este post. Ya sabéis en esencia lo que ocurre con ella pero... ¿de dónde viene? ¿Y a dónde va? Ginebra (cuyo nombre, por cierto, significa 'sombra' o 'hada blanca'. Claroscuros para la muchacha desde el principio) era la hija del rey Leodegrance de Cameliard (es decir, para nada vikinga) y cuando se pactó el compromiso, fue Lancelot el encargado de trasladarla a Camelot (la mayoría sostiene que ahí fue cuando se enamoraron, pero a mí me gusta más pensar que fue con lo del secuestro). Una vez ocurrido lo del adulterio, se la condenó a muerte, con algo tan sumamente extremo como quemarla en la hoguera cual bruja. Lancelot acudió al rescate y mató por el camino a los hijos del rey Lot de Lothian y de Morgause (recordemos, la hermana mayor de Morgana y Arturo), Gaheris y Gareth, lo que derivó en una guerra entre ambos reinos (cuando digo que el adulterio provocó la caída de Camelot no es exageración). Lancelot ya sabemos que no acabó el resto de sus vidas como fugitivo con ella, sino que fue Arturo el que le permitió quedarse a su lado, hasta que Mordred quiso pretenderla, momento en el que se ocultó por voluntad propia en el convento de Glastonbury. No se quitó los hábitos en lo que le quedó de vida. Cuando recibió la noticia de la muerte de su ex, recibió la visita rápida de su otro ex, a raíz de la cual él cambió su vida de ex caballero por la de un monje ermitaño (oye, pues al final la serie acierta y todo con lo del monje). Al final ella falleció de causas naturales en Amesbury y su eterno amante recogió su cuerpo y lo enterró junto al de Arturo, a sabiendas de que, a pesar de todo, el amor que sentía por ella duraría para toda la eternidad (*pañuelos*). FIN ZONA MEGA SPOILER El papel de la Iglesia en todo esto ¿Cómo era la caza de brujas en la Edad Media? ¿Realmente entrenaban monjes guerreros? ¿Nos tenemos que creer Nun Warrior? ¿Los Paladines Rojos forman parte de la leyenda? Sí, no y no. Hay muchas historias recogidas sobre monjes caballeros (desde las Cruzadas, sin ir más lejos). Todo empezó con la Orden de los Templarios fundada por Hugo de Payns en 1120. Fue la única donde se permitió a los religiosos empuñar armas y vertir sangre en nombre de Dios. También se les conocía como los "caballeros de Cristo". Aunque no se dedicaron exclusivamente a perseguir el paganismo se les puede considerar una especie de origen de la Inquisición de siglos más tarde. Lo que está claro es que durante la época de Arturo es poco probable que existiera una orden parecida (las fechas no coinciden) o por lo menos no se tiene registro más allá (en Internet, al menos. Si alguien sabe otra cosa que me lo comunique). Cualquier alusión a esos roles no es más que fruto de la libertad creativa de Wheeler y Miller, quienes seguro que solo querían retratar los tiempos de miedo y persecución de los viejos clanes celtas a causa de todo lo arraigado tras el Imperio romano. Hasta aquí mi repaso de la leyenda artúrica. Espero haberos entretenido. Os diría lo del like y la suscripción si esto fuese YouTube, pero siempre podéis dejarme vuestros comentarios, eso es universal en todas partes. ¡Nos leemos!
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