Post de Naiara Salinas Para febrero he decidido recuperar un poco de las viejas aventuras, incluyendo organizaciones secretas, búsqueda de reliquias, personajes estrafalarios... y un reparto de lujo. El secreto del cofre de Midas se basa en la saga de Mariah Mundi, de G. P. Taylor, y arranca cuando en medio de una presentación de los profesores Mundi irrumpe un extraño con una herida grave y un objeto misterioso que entrega a los maestros, quienes a su vez se lo traspasan a sus hijos. Dicho objeto supuestamente es la llave para activar el cofre del rey Midas y desatar sus increíbles poderes, que no tienen que ver necesariamente con convertirlo todo en oro. Sin embargo, cuando los padres sean asesinados y el hermano pequeño secuestrado, el primogénito, Mariah, tendrá que aliarse con el extraño Charity, quien en realidad pertenece a una agencia secreta del gobierno que protege tales reliquias, para salvar al joven y detener los planes del villano de turno, Otto Luger, y su compinche, Monica. Para empezar, el principal atractivo del largometraje tiene que ver con mi malsana obsesión desde hace unos añitos, porque si fotos de mis últimos disfraces de Halloween, proclamaciones de amor a la Inglaterra victoriana a lo largo de los cientos de artículos en este blog y el tirón de la fantasía y la ciencia ficción no han bastado, declaro in situ, alto y claro, que yo, Naiara de los Salinas Barbosa de toda la vida, AMO EL STEAMPUNK Y SI PUDIERA VESTIRME ASÍ EL RESTO DE MI VIDA Y VIVIR EN UN MUNDO ESTÉTICA Y FUNCIONALMENTE IGUAL NO NECESITARÍA MUCHO MÁS PARA SER FELIZ. El siglo XXI ideológicamente está chachi (cuando la gente no se deja llevar por los radicalismos, al menos), pero ¿tener la oportunidad de percibirlo desde la ficción que idearon Julio Verne y H. G. Wells cuales profetas? Dadme una señora máquina del tiempo, voy y no sé si vuelvo, en serio. Así que no esperéis leer una recomendación igual de profesional que otras, porque básicamente pienso ser yo comentando como lo haría en vuestra presencia, mientras os zarandeo para que me hagáis caso (perdón de antemano por esta agresividad). Ese carácter steampunk (habría que añadir que pseudo-steampunk, ya que se camufla mejor que otras) que juega con la fantasía y la maquinaria de una revolución industrial en su apogeo es lo que otorga el brillo a un filme con una estructura sencilla y bastante convencional, ya que el mundillo que recrea basta para activar la gula de todo amante del género. La trama se desarrolla en una década donde los avances científicos y tecnológicos, más los descubrimientos culturales, son aliciente suficiente para que de hecho existan organizaciones como la que plantea, destinadas a cuidar de estos tesoros legendarios. El guion se redacta en torno a lo que más gustó de sagas como Indiana Jones, La momia, La búsqueda y El bibliotecario: misterio, leyendas, humor, romance y mucha, mucha aventura. El ritmo no decae en ningún momento y a menudo es frenético, deteniéndose poco en los personajes, la verdad, pero favoreciendo el entretenimiento. Y hablando de personajes, oulalá, los grandes nombres que uno puede o no esperarse en un largometraje como este, tan legendarios como el propio Midas a estas alturas porque suelen ser de los que producen y ganan millones: Sam Neill, Lena Headey, Ioan Gruffud, Michael Sheen y el joven Aneurin Barnard, que, en caso de que necesite presentación, es mundialmente conocido por la miniserie Guerra y paz de 2016; la serie The White Queen; Dunkerque; Radioactive; El jilguero; María, reina de Escocia, La historia personal de David Copperfield... Así, para empezar. Si no os enamoró en ninguna de estas, a lo mejor esta es la peli definitiva que necesitáis para quedaros con este chico, ya que para variar es el protagonista y no un recurrente o un secundario. Aunque, a la hora de la verdad, las sombras de Sheen y Neill se imponen como antítesis ideales la una de la otra (Sheen es muy Sheen y Neill es mucho menos Alan Grant, si os sirve). Los perfiles de todos son muy arquetípicos, pero funcionan en el conjunto cinematográfico. Estéticamente sí puedo destacar algo más, cómo no: a ese paisaje nublado typical english le sumamos tecnología punta y un edificio-cuartel general que simula un hotel con un diseño typical steampunk muy chuli. La atmósfera ayuda bastante a adentrarse en la narración y permanece uniforme hasta el final. De la presentación física de los personajes llama la atención el aspecto un tanto gótico que le dan a Mariah (Barnard) en contraste con el resto (vale que el chico lo pasa un poco mal, pero se desenvuelve bien y no tiene un alma muy Tim Burton que se diga). Los villanos adoptan el estilismo más elegante, pero al final es el personaje de Michael Sheen, Charity, quien pone el estilo de verdad, tanto en lo que hace, cómo lo hace y cómo se viste. Os podéis imaginar que sobre el vestuario no pongo ninguna pega (*guiño*). En resumen: no es la primera película que se te viene a la mente cuando enumeras tus favoritas, contiene muy pocas sorpresas y una puesta en escena general quizá algo básica, pero con un toque muy original y atractivo. Básicamente es ver algo muy familiar en otro ambiente, y justo porque es steampunk y me puede mi gusto la recomiendo, como bien he dicho. No obstante, también considero que de vez en cuando no está de más volver a este cine donde no importa quién dirige, cuántos Oscar tiene el prota, si habrá estado nominada, cuánto se ha gastado en efectos especiales, etc. Ese cine familiar, de peli de tarde, donde puedes olvidar tus malestares un momento y distraerte observando problemas ficticios basados en preocupaciones reales (pero de otros, claro). Puro entretenimiento y ya está. No pasa nada, está bien querer evadirse de vez en cuando y en ello la película cumple a saco. Y a quien le guste el género de aventuras fantásticas seguro que la disfruta como un/a/e enano/a/e. Tampoco está mal escrita, provoca todo lo que tiene que provocar, hasta empatía por los protagonistas (a pesar del poco desarrollo, o más bien desarrollo abrupto, de otros personajes que me hubiera gustado conocer más). Es convencional, pero efectiva, que no por nada se pasa un buen rato. Lo más lamentable es que no diese lugar a toda una saga que hubiese seguido con mucho gusto, aun descubriéndola tarde (Netflix, Amazon, HBO, Disney, por favor, un remake, un reboot, lo que sea. Joder, ¡ponedme más steampunk!). Siempre quedará la saga literaria y el gusto de ver a grandes actores en una aventura así. Ficha técnica El secreto del cofre de Midas (The Adventurer: The Curse of the Midas Box) 2014, Reino Unido, España, Bélgica Aventuras, fantasía Director: Jonathan Newman Guion: Christian Taylor y Matthew Huffman Reparto: Aneurin Barnard, Michael Sheen, Sam Neill, Lena Headey, Ioan Gruffudd, Keeley Hawes y Tristan Gemmill Puntuación: 9/10 Disponible en: Filmin
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Marzo 2023
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