Tres insólitos puzzles audiovisuales al servicio del arte y del onirismo

Post de Mariaje Ruiz

¿Situaciones intrigantes, escenarios rocambolescos, referencias literarias, pictóricas, folklóricas y una buena dosis de surrealismo, mundos oníricos y alusiones psicológicas? He aquí tres juegos con los que podréis devanaros los sesos mientras exploráis todo esto.

The Franz Kafka Videogame​

Si te gusta el surrealismo, el humor absurdo, los puzzles, el misterio, la psicología y odias el sistema al mismo tiempo que te parece un meme, este puede ser tu juego. Basado en las historias del escritor Franz Kafka, y su crítica social y burocrática, acompañarás al doctor K, un psicoterapeuta que recibe una misteriosa oferta de trabajo. La historia se desarrolla a  través de una curiosa mecánica de puzzles, de cierta dificultad dada la excentricidad de la historia y más aún si no estás familiarizado con el género rompecabezas: en más de una ocasión tendremos que buscar caminos que requerirán una lógica que se trascienda a sí misma y que se deje llevar por la imaginación y la fantasía. La mezcla de una estética singular y desenfadada envuelta en una bellísima BSO y una interesante narrativa, consigue que se mantenga la diversión y el interés hasta el final de esta aventura repleta de disparatados escenarios, cada uno más esperpéntico que el anterior, si cabe. Una visión original  del universo kafkiano que bien merece los premios y alabanzas que ha recibido. 

​Year Walk

Sus creadores se inspiraron en la tradición pagana sueca Year Walk (Årsgång en su idioma original), que consistía en enclaustrarse durante todo el día en una habitación completamente oscura, sin presencia humana y sin comida o bebida. Tras esto, el caminante debía  salir al bosque en dirección a la iglesia y enfrentarse a las pruebas que las criaturas sobrenaturales le pusieran. Si las superaba, vería imágenes de lo que ocurriría el próximo año. Ese será el ritual en el que nos veremos inmersos en esta peculiar historia en primera persona.

Estamos ante un juego no solo minimalista visualmente, sino también en mecánicas y explicaciones: el hermetismo y la sutileza de la trama requiere atención para avanzar y comprender su complejidad. Sumergidos en una ambientación siniestra, bella, enigmática e invernal, nuestra particular caminata se realizará siguiendo una perspicaz mecánica de pistas a través de nieve, parajes inquietantes y algún que otro jump scare. Su estética lúgubre y su música de estilo escandinavo transmiten tristeza, incertidumbre y hasta una extraña calma; provocan curiosidad e incluso el miedo a lo desconocido de manera intachable. Se podría decir que hasta se percibe cierto halo inocente, cercano e íntimo, que contrasta en cierto modo con la oscuridad de algunos de los elementos que vemos. Un juego misterioso en todos sus aspectos. 

Back to bed

Bob padece narcolepsia y sonambulismo, lo que provoca que se quede dormido mientras camina, poniendo así constantemente su vida en riesgo. Nuestra misión como Subob (una especie de subconsciente perruno) será devolverle a la cama resolviendo puzzles en el mundo onírico. 

La dinámica de este rompecabezas es más o menos sencilla: Bob camina y nosotros tendremos que modificar sus pasos moviendo objetos para crear o cerrar caminos y evitar obstáculos inoportunos como terroríficos despertadores -en realidad no dan miedo, pero Bob se despierta del susto y, ¿a quién le gustan realmente esos aparatejos?-. También tendremos que evitar el vacío, en el que podemos caer sin interrumpir el juego -lo cual nos da tiempo para modificar el espacio- pero nos obliga a volver a empezar el recorrido desde el principio. A través de distintas sugerencias vamos averiguando como interactuar con los distintos extraños elementos que vamos encontrando. 

Uno de los mayores puntos fuertes del juego es su aspecto visual repleto de un surrealismo tal que todo parece formar parte de un diseño aleatorio, de lo raro por lo raro. Pero lo cierto es que aparecen múltiples referencias tanto al arte surrealista como a las teorías psicoanalíticas. Los relojes derretidos de Dalí, las manzanas de René Magritte y el estilo arquitectónico de Escher dibujarán los escenarios. 

El juego puede volverse algo reiterativo porque los distintos niveles repiten patrones visuales, aunque dispuestos de diferente manera, el incremento de dificultad conforme avanza el juego y la creciente e ingeniosa fantasía pondrá constantemente a prueba nuestra perspicacia y velocidad. Para fans de la matemática espacial, de la arquitectura, del arte y de lo random. 

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