Richard Schultz: ¿Desprecia a su gobierno?
Abbie Hoffman: Creo que las instituciones de nuestra democracia son maravillosas, pero en este momento están llenas de personas horribles. 
Schultz: Responda a la pregunta.
Hoffman: ¿Me la repite?
Schultz: ¿Desprecia usted a su gobierno?
Hoffman: Le aseguro, señor Schultz, que no es comparable al desprecio que él siente por mí.
Schultz: Hemos oído la testificación de 27 personas que afirman que ustedes buscaban la confrontación con la policía, que sus planes para la convención tenían como objetivo específico forzar un enfrentamiento con la policía.
Hoffman: Si llego a saber que mi primer deseo iba a hacerse realidad habría apuntado más alto. 
Schultz: Responda solo sí o no. ¿Vinieron a Chicago buscando un enfrentamiento con la policía?
[Silencio de reflexión]
Schultz: Me preocupa que tenga que pensarlo.
Hoffman: ¿Le importa darme un momento? Esta es la primera vez que me juzgan por mis ideas. 

​Eben Adams: No sé que esperaba encontrar en el convento. Solo sabía que era allí dónde Jennie había hayado alguna verdad. Fue allí donde me dijo 'creo que Dios lo sabe todo'. Por primera vez desde la última vez que le vi sentí que no estaba solo. Que el mundo, Jennie y yo éramos la misma cosa, aunque hubiéramos perdido el rumbo por un tiempo. El ayer volvería a surgir entre nosotros. Habíamos encontrado la belleza juntos y nunca la perderíamos.