Post de Rosana Rábago y Naiara Salinas ¡Hola de nuevo, allscreeners! ¡Hacía mucho que no nos prodigábamos por aquí! Pero ha llegado el día de recuperar nuestra sección Legends of Flarrow y qué mejor forma para hacerlo que con vuestra reina de DC (Rose) acompañada de la reina de Marvel (Naia) con el maravilloso motivo de hablar de las tres seasons finale que tuvieron lugar la semana pasada de nuestras series favoritas de DC. Hablamos, por supuesto, de esos emotivos, intrigantes y frenéticos finales que nos han ofrecido nuestros superhéroes televisivos de DC favoritos, es decir, Supergirl, The Flash y Arrow. ¿Empezamos? Pero antes de nada, y porque quien avisa no es traidor, tener presente que las tres reviews contendrán varios SPOILERS de estas series. ¡Dicho esto, que comience el post! Supergirl 2x22: ¿puede la chica de acero tenerlo todo? La primera season finale estuvo marcada por un ritmo frenético y combates épicos a más no poder, drama, comedia (de hecho, fue la season finale y el capítulo de DC preferidos de Rose)… Como punto final a esta segunda aventura de Kara Danvers y compañía no estuvo nada mal, y el principio merece un repaso porque el momento en que la madre de tu novio aparece para tocar los ovarios es el momento en que sabes que en la lucha habrá pérdidas. Rhea continúa ejerciendo de Amenaza Suprema del planeta Tierra, sacándose como as de la manga a nada más ni nada menos que el primo de la protagonista, el heroico, el legendario, el que no es ni pájaro ni avión…: Superman. El kryptoniano poseído por los efectos de la kryptonita plateada (nueva piedra que, tal y como afirma Clark, ni él mismo conocía su existencia) se marca un combate épico con Supergirl. Ella es más joven, tiene menos experiencia y…, por qué no decirlo (aunque suene fatal), es una chica. Sin embargo, su fuerza de voluntad y determinación son suficientes para derrotar a “la leyenda del espacio”. A partir de aquí la acción se sucede en una búsqueda de solución para echar a los daxamitas de la Tierra. Y así es como Supergirl, tras una lucha épica en la que ella se proclama vencedora y que culmina con ambos en la Fortaleza de la Soledad junto a Alex para sanar sus heridas, invoca el Dakkam Ur. Los espectadores, sorprendidos, no sabíamos muy bien qué significaba, pero no podía ser nada bueno si teníamos en cuenta la cara de Mon-El cuando se enteraba. No tardábamos mucho en saberlo, sin embargo, y es que esta palabra venía a significar un combate ritual ante los dioses en la que la ganadora se quedaba con National City. Mientras esto sucedía, Lena tenía una conversación con su madre en la que ella le otorgaba un arma de Lex que servía para lanzar kryptonita a la atmósfera terrestre y así eliminar a los kryptonianos de una vez por todas de la faz de la Tierra. Sin embargo, no era para que la usarán contra Supergirl y Superman. Su plan era modificarlo para que en lugar de expulsar kryptonita echase plomo y así librarse de los daxamitas para siempre. La dueña de L-Corp hablaba con la chica de acero y decidían usar eso como plan B, aunque eso significase que Mon-El debería abandonar la Tierra, cosa a la que el joven se muestra de acuerdo tras entender lo que significa ser un héroe y aunque eso significase separarse para siempre de Kara. Tras esto, el Dakkam Ur. comenzaba y cuando todo parecía estar a favor de Supergirl, descubrimos que Rhea sangra kryptonita y, no solo eso, sino que decide hacer trampas y, con ello, obligar a Kara (que era la que tenía el interruptor para ponerlo en marcha) a activar su plan B aunque tanto J’onn como M’Gann (que regresa para ayudar al último marciano verde del planeta rojo junto a un ejército de marcianos blancos arrepentidos por sus actos en la Guerra de Marte) y los soldados del DEO intentarán controlar la situación. Los daxamitas mueren y huyen de inmediato, sin embargo, Mon-El que ha estado más tiempo en la Tierra, tiene un par de minutos más. Los suficientes para que Kara pida a Alex que traigan su nave y, tras una despedida muy emotiva, el daxamita ponga rumbo al espacio dejando a Kara con el corazón roto tras haber antepuesto la seguridad de National City a su propio corazón. Sin duda un capítulo movidito y emotivo. Lo mejor: que dejara esa sensación de acabar como empezó, con Superman y Cat dando bombo. O al menos Cat (siempre genial), pues lo que es Superman… pese a que cuenta con apariciones y algunos diálogos estelares es un personaje al que todavía no se le ha exprimido todo su potencial argumental. Uno esperaría mayor intervención del superhéroe incluso aunque Kara sea la protagonista. Podría haber tenido más momentos con ella. El diálogo final, sinceramente, mató un poco el clímax al empezar con un “Me tengo que ir”. Hijo mío, tu prima acaba de perder a su amor y desde que os habéis reencontrado apenas habéis tenido tiempo de retomar la relación familiar, no vayas tan al grano. Lo que viene después lo arregla un poco, pero mejor hubiera sido empezar con eso, no sé. Sin embargo, Kara también contaba con el apoyo de Alex que se muestra mucho más empática con la situación que está viviendo su hermana y que culmina con una Kara que le pide que cuide a Maggie y se amen siempre. ¿Qué sucede tras esto? Pues, como no podía ser de otra forma, ¡Alex le pide matrimonio a Maggie! Nos quedamos sin saber si aceptará (aunque su sonrisa parece indicar que si lo hará), con lo cual, la próxima temporada podrían sonar campanas de boda.
Volviendo a la aparición de Superman en este episodio, se echó de menos algún consejito en relación con los Luthor, pues, ejem, recordemos que Clark perdió a Lex como amigo cuando no le contó su secreto, entre otras cosas. Y ese es uno de los temas que la serie ha tratado esta temporada. De hecho, tal vez muchas cosas no habrían salido como salieron si no se hubieran guardado tantos secretos (aunque al final todo resultó bien): M’Gann y J’onn, Kara y Mon-El, Lena y Kara, Jimmy y la tropa entera… Que sirva de lección. Otro momento estelar, sin duda, fue el protagonizado por Kara Danvers y Cat Grant. Ese diálogo que comenzaba con un “¿Kara Danvers tiene novio? Una se va un año y algo y se pierde todo...” por parte de la reina de los medios y que acababa dirigiéndose a una conversación muy profunda en la que la grandísima Cat Grant (por favor, la queremos de vuelta en la tercera temporada de forma permanente, aunque eso implique la salida de Snapper) volvía a aconsejar a Kara como si de una hija se tratase y la hacía ver que, ante todo, lo importante de las mujeres es que “tenemos la valentía de sentirnos vulnerables”. No solo eso, también la animaba a seguir con su profesión tras haberse leído todos sus artículos a pesar de estar en las montañas himalayas (porque sí, ahí resulta que tienen wi-fi en el año 2017) y que acababa con lo que todos queríamos que pasase, una declaración de Cat que hacía ver que ella ya sabía que Kara es Supergirl (aunque nuestra superheroína no se enterase de que aquí su jefa lo sabía) y nos volvía a recordar porqué amamos tanto al personaje de Cat y le queremos de vuelta de inmediato. Una grandísima referencia fue la de Zod (muy bien introducida). Y el final que deja con muchas preguntas es el mejor, porque le da materia a la siguiente temporada, como ¿a dónde exactamente se dirige Mon-El tras haber sido absorbido por el agujero de gusano? o ¿qué significa la imagen de ese bebé en Krypton siendo desalojado en una nave exactamente igual como la de Mon-El? ¿Acaso nos han estado troleando todo este tiempo y ahora va y resulta que el chico no es daxamita sino kryptoniano, fruto de algún experimento con cierta sangre daxamita?¿O, por el contrario, tenemos a un personaje nuevo? Si es así, que no intenten liarlo con la señorita Danvers porque la chica ya ha sufrido bastante del corazón y necesita cumplir con lo que se propone: buscar a Mon-El y traerlo de vuelta a la Tierra. Ojalá, sinceramente, que lo consiga. Esa pareja ha gozado de buena química toda la temporada. The Flash 3x23: La caída del dios Savitar Para mí, Naiara, la mejor season finale de las aquí presentes. Contiene todo lo que un fan podría desear para cerrar una temporada: un plot twist, un sacrificio, una solución y cuestiones pendientes para la próxima temporada. Cuando creímos que los guionistas iban a ser cabrones, estos nos colaron un giro ya sospechado por algunos espectadores e hicieron que la Iris apuñalada revelara su verdadera identidad…: H.R. Así es, tal y como sospechamos y/o intuimos tras ver su reacción en el capítulo anterior, el escritor consiguió dar el cambiazo y sacrificarse en lugar de Iris para enmendar su error. Una lástima perderlo…, si no fuera porque ya tenemos a otro Wells, que al parecer acatará la petición de Barry y se quedará (¿y qué se ha hecho de Jessie, eins?). Esa muerte, aunque dramática, no ha sido tan difícil de asumir como la de Iris. Lo que sí costó asumir fue que, después de una buena temporada jodiendo, Savitar se fuese a ablandar en el último momento. Y efectivamente no lo hizo (aunque caí en la trampa de los demás, lo admito). El hecho de que Barry optara por la compasión en lugar del castigo y/o la venganza es una prueba de lo que ha madurado el chico después de los tropezones de esta temporada, pese a que eso tampoco le saliera bien. Yo lo prefiero así; el hecho de que a veces el lado oscuro no tenga salvación le añade chispa y sirve al propósito de mostrar qué consecuencias tiene dejarse dominar por nuestros demonios internos. En este sentido, como villano Savitar ha sido una propuesta de nivel alto en comparación con el Flash Reverso y Zoom. Pero claro, a esa clase de villano que se desatiende de la redención solo le queda un destino, que es parte de la culpa del gran plot twist, y es que cuando Iris se cobra su revancha y dispara al doppelgänger de su futuro marido elimina toda posibilidad de encerrarlo en la Fuerza de Velocidad, por lo que esta se desestabiliza y amenaza con absorber toda la energía de la Tierra antes de volarla en mil pedazos. Aquí Barry vuelve a ejercer de superhéroe maduro y decide responsabilizarse antes de volver a condenar a Jay, de modo que toma su lugar en esa prisión supersónica con una imagen que más parecía que iba al cielo en lugar de al infierno. Otro de los grandes momentos se dio cuando Caitlin recuperó al fin su ser, más o menos. Julian, como mago que es (ejem), encuentra por fin la cura y se la da a... ¿Cisco era? (a alguien), pero la chica rehusa y ni por las buenas ni por las malas cambia de opinión. Lo que sí hace es abrir sus ojos cristalinos y darse cuenta de quiénes son sus aliados de verdad, por lo que cuando traiciona a Savitar queda patente una cosa: que ni es Killer Frost ni Caitlin. Tal y como ella cuenta en esos minutos finales, su deber es encontrarse a sí misma, razón por la que se va. Creo que el que la hayan mantenido como metahumana con vistas al camino luminoso puede dar mucho juego. Nuestra chica frigorífico ha encontrado su vocación: ser Elsa de Frozen y cantar "Let it go". ¡Pues ole tú! Ahora bien, guionistas: con Julian, por favor. No rompáis algo sin haberlo apenas empezado, que aquello prometía. Un buen capítulo no podía cerrar sin un entierro, porque hay que rendir homenaje al héroe caído. Gran pésame para Tracy, quien acababa de encontrar una pareja posiblemente para toda la vida (de hecho, su sed de venganza es el principal problema de cara al autocontrol en todo el episodio. Aunque, bien pensado, si Barry le hubiera dado vía libre para ir a por Savitar se habría podido librar de matarlo y por ende no acabar en la Fuerza de la Velocidad, aunque dudo que a la mujer le bastara con encerrar al villano para siempre después del dolor que muestra). Una de las cosas que ha ido desarrollándose un poco en la sombra es la relación entre el escritor y Cisco, de tira y afloja, así que fue bonito que las últimas palabras de H.R. fuesen para él y que este le dejara las baquetas en la tumba. Muy emotivo, la verdad (mierda, no voy a llorar, no voy a llorar...). No hay duda de que la cuarta temporada va a poner a prueba todo el buen espíritu del velocista escarlata... o no. Cuando es tu madre la que te da la bienvenida no tiene pinta de que te vayan a atosigar con imágenes duras del pasado. Puede que hasta encuentre algo de felicidad. Pero no puede ser eterna porque si no se acaba la serie, así que veo al equipo luchando por una forma de liberar a su amigo mientras Kid Flash asciende a superhéroe oficial de Central City. ¿Y Caitlin? ¿Podría ella encontrar la clave para rescatar a Barry? ¿Volverá con Julian? ¿Se unirá a un grupo de metahumanos anónimos? Las respuestas las tendremos en septubre, como siempre. Arrow 5x23: Lian Yu, el purgatorio donde todo comenzó y en el que sucede la batalla final Toca comenzar esta review con una confesión (Rose al habla) y es que, hace bien poco, estuve a nada de abandonar Arrow como ya lo hizo Tessa (y Naia confesó que, como yo, también estuvo tentada de hacerlo), pero no sé muy bien por qué al final la seguimos viendo. Aunque no daba un duro por ella. Hoy, mientras escribo este post, tengo que retractarme. Y no es por la historia en sí ni por los flashbacks (Dios bendiga a quien haya decidido eliminar los flashbacks a partir de la próxima temporada), ni siquiera por Oliver y compañía. Lo que ha salvado esta temporada ha sido ni más ni menos que Adrian Chase aka Prometheus (interpretado por un brillante Josh Segarra), un personaje que por fin ha metido la psicología en esta serie, y es que este villano no quería venganza por la muerte de su padre únicamente (como al principio nos hicieron pensar), sino que quería que Oliver asumiera que es y ha sido desde hacía diez años un asesino, alguien que mataba por placer y no el superhéroe por el que toda Star City (y gran parte de otras ciudades americanas) le tenía. Y para lograr su objetivo, Chase obligaba a Oliver a regresar a Lian Yu, esa isla en la que estuvo gran parte de sus cinco años en los que se le creía muerto y cuyo significado es “purgatorio”. ¿La excusa para atraerlo allí? Que había atrapado a William, su hijo, y a Samantha, madre del pequeño, junto a todos y cada uno de los miembros de su Team Arrow. Así que Oliver se alía con Nyssa Al Ghul y con Malcolm Merlyn y parten hacia Lian Yu, donde recluta a Slade Wilson (Deathstroke) y a Harkness (Capitán Boomerang) dando así comienzo a su plan de rescate. Mientras siguen el rastro, encuentran el primer campamento donde Evelyn y Thalia tienen retenidos a Curtis, Felicity, Samantha y Thea. Tras una traición por parte de Harkness y lo que parecía una traición por parte de Slade (que luego se revela no ser así), Oliver consigue rescatar a este primer grupo al que ordena dirigirse acompañados por Merlyn a buscar el avión de Chase que les sacará de la isla china. Tras esto, llega el momento romántico del capítulo con una Felicity que besa a Oliver no sin antes pedirle explicaciones sobre la liberación de Deathstroke y que continúa con una conversación entre hermanos en la que Oliver convence a Thea para que acompañe al grupo en busca del avión y así pueda protegerlos. Una vez en marcha, Oliver se lleva a Nyssa y a Slade y siguen rastreando la isla. Allí, Slade Wilson se siente en la libertad de aconsejar a Oliver sobre sus errores del pasado para así evitar nuevos fallos en el futuro. Mientras tanto, el otro equipo está en la búsqueda del avión y, mientras investigan, tanto Thea y Malcolm como Samantha y Felicity aprovechan para hablar un rato. Pero ambas conversaciones pronto terminan cuando Thea pisa una mina y es aquí cuando toca despedirse de Malcolm que toma el lugar de su hija y espera a que los que le persiguen estén lo suficientemente cerca de él y sus aliados ya estén lejos para volarse a sí mismo y con él a unos cuantos adversarios. De esta forma nos toca decir despedirnos para siempre (o eso parece, ya se sabe que en estas series todo puede pasar) de Malcolm Merlyn, aunque su muerte cuanto menos resulta poética. Volviendo a Slade, Oliver y Nyssa, el trío llega al templo donde Black Siren, Chase y Thalia tienen retenidos a John, Rene, Dinah y Quentin. Tras lo que parece ser una nueva traición de Slade, Oliver consigue estar lo suficientemente cerca de Dinah como para darle lo que Curtis diseño para su grito del canario y así liberarse todos, demostrando de nuevo que Deathstroke parece estar arrepentido por sus actos. Mientras esto sucede, Slade va en la ayuda de Nyssa que ha decidido enfrentarse a Thalia y ya de paso recriminarle que la abandonará a su suerte con su padre. La lucha, pese a ser esperada, resulta algo pobre y es que en menos que canta un gallo, Nyssa derrota a su hermana mayor. Mientras tanto, el grupo liderado por Thea llega al avión y allí les toca ponerse a trabajar a Felicity y a Curtis para activarlo. ¿El problema? En ese instante descubre que hay una antena y un montón de dinamita toda conectada de tal forma que si Adrian muere toda la isla volará por los aires llevándose con ella a todos sus actuales ocupantes. Esta información le llega a Oliver justo cuando parece haber derrotado a Chase (pese a que el villano afirma haber matado a William como última baza para lograr sus objetivos) y le da a Prometheus el tiempo justo para escapar sin decirle a nuestro Green Arrow donde está su hijo. Todo esto, como siempre está regado por lo que sucede en los que serán los últimos flashbacks de Oliver en la isla y así vamos viendo como nuestro héroe en una carrera contrarreloj asesina al ruso (Kovar) que tanto le ha estado tocando las narices toda la temporada y consigue llegar llegar al pesquero que le llevará de vuelta a la civilización. Una vez visto este flashback volvemos al presente con un Oliver, que está decidido a encontrar a William, y que salta al barco en el que Chase pretende fugarse. Allí vuelven a hablar de cómo Oliver nunca más volverá a matar y Chase, que aun no ha quemado su último cartucho, decide sacar a William y obligar a Oliver a matarle si quiere que su hijo siga vivo. Sin embargo, el héroe que ha aprendido de sus errores le lanza una flecha a los pies y así consigue recuperar al pequeño. Y, por si este momento no fuera lo suficientemente emotivo, mientras Oliver vuelve a abrazar a su hijo nos vuelven a llevar a un último flashback en el que vemos como el superviviente arquero llama a Moira Queen y la preciosa conversación que ambos mantienen en la que nuestro héroe anuncia que vuelve a casa. Sin embargo, todo era demasiado bonito para ser el final y es que a Chase aun le queda una última jugada. De esta forma y sabiendo el daño que inflingirá, Adrián decide suicidarse delante de Oliver y William. ¿Qué supone esto? Pues resulta que el villano había unido su propia vida a las famosas bombas que plagaban Lian Yu y aunque Oliver les dice que se dirijan al barco de Argus que hay en la otra costa de la isla parece que no llegarán ya que en cuanto Chase se suicida vemos como Lian Yu (purgatorio en mandarín) vuela por los aires llevándose a todos los que están en la isla con ella. ¿Qué sucederá con el resto del equipo? ¿Quién morirá y quién sobrevivirá? ¿Cómo se tomará William que Green Arrow sea su padre? ¡Parece que tendremos que esperar hasta el próximo octubre para resolver todas estas preguntas en una sexta temporada que esperamos que vuelva a atrapar a los espectadores y nos ofrezca un villano tan magnífico como el de esta quinta entrega de Arrow!
Breve apunte de Naia: Deadstroke fue lo mejor. Qué gran villano/antihéroe (*me brillan los ojos*). Y con esto, ponemos fin a las reviews de las series de DC hasta la próxima temporada. Pero, no os preocupéis la semana que viene volveremos a estar de vuelta (o, quien sabe, quizás algo antes) para seguir con este especial de seasons finale, en este caso tocará hablar de otras series de DC, Lucifer y Gotham. ¡Hasta la próxima, allscreeners!
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Junio 2017
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