Post de Naiara Salinas Hay películas a las que igual llegas muy tarde, pero de pronto consideras imprescindibles en tu vida y te preguntas cómo has podido vivir sin conocerlas. La mayoría de las veces tienes que escarbar en lo más profundo de Internet para dar con esos tesoros. Pero otras resulta que simplemente estás paseando una tarde y tus ojos aterrizan sobre un cartel publicitario de determinadas proyecciones promovidas por la filmoteca que tienes al lado de casa y te dices: «Oye, ¿por qué no?». Y abres la puerta. Así es como llegué a esta (huelga decir que ya conocía su existencia, pero no llegué a tiempo a su emisión en salas, así que agradecí sobremanera esta segunda oportunidad porque mi curiosidad era ingente). La opera prima de Daniel Brühl como director nos presenta a un actor alemán casado y con hijos de camino a Londres para una audición que podría darle el papel de su carrera. Sin embargo, al encontrarse en su bar de confianza con un vecino muy curioso comienza un diálogo que poco a poco se convierte en una batalla dialéctica que irá desentrañando varios secretos. En este garito, la polémica está servida. En 1954 Alfred Hitchcock estrenó La ventana indiscreta, que se coronó como una de las mejores películas de misterio de todos los tiempos. Desde entonces, Hollywood nos ha regalado unos cuantos momentos de espionaje (in)voluntario a través de un cristal con múltiples consecuencias dramáticas (desde la erótica Los voyeurs de Prime Video hasta la pausada Mujer en la ventana de Netflix, pasando por la caótica Chica del tren, de Universal). Esta no es una película de misterio como tal, pero, al igual que en filmes como Mass o El sastre de la mafia (de las que tengo una opinión elevada) su estructura a capas te sumerge en un cuestionario que va profundizando y despegando un par de esas por acto hasta alcanzar la hecatombe. Nuevamente nos topamos con un guion que bebe de lo mejor del teatro (escenario apenas invariable con decorado austero, pocos personajes y diálogos muy centralizados) y, como espectadores, consigue engancharnos e implicarnos en la historia con muy poco esfuerzo, tomando en este caso el desconcierto del protagonista como punto de apoyo emocional. Y así es como pasamos de una conversación inocente a otra cada vez más turbia. No se juegan todas las cartas desde el principio y siempre estamos pendientes de la reacción del protagonista, que además representa un tipo de perfil muy acostumbrado a ser observado en la distancia, lo cual genera un conflicto más interesante, pues surge la fina línea entre el mero interés y el acoso absoluto propio de un paparazzi, por ejemplo. La puerta de al lado pone en entredicho la felicidad con filtro, cómo ninguna vida es tan perfecta como parece, toda la historia de fondo que se olvida y las mentiras que se ignoran o se elige ignorar. Que la protagonice un actor resulta muy alegórico, pues al final su trabajo consiste en creer una fantasía, vivir en ella para poder transmitirla (de hecho, al principio vemos cómo intenta sonsacar a su agente información del personaje para el que va a realizar el casting, ya que desea prepararlo lo mejor posible. Es una pobre ironía oculta, porque ansía conocimiento y vive en la ignorancia absoluta). Claro que si ahora mismo me preguntan una sola razón por la que ver esta película, mi respuesta inmediata es Daniel Brühl. El barcelonés criado en Colonia se desenvuelve detrás de la cámara con la misma fluidez que delante, es un gusto ver cómo hace suyo el guion de Daniel Kehlmann y plasma parte de su historia en la construcción de su personaje: el nombre de pila, la ciudad de procedencia, el amor que siente por Berlín y su profesión... Todo eso es cien por cien Brühl. No es necesario conocerlo mucho para darse cuenta, de tan natural que es al comentarlo, como si hubiera aprovechado la oportunidad para emitir su propio discurso sobre un tema que sin duda le interesa como profesional del sector y famoso. ¡Hasta cuela un guiño a su paso por Marvel que no tiene precio! Así, intérprete y personaje se mimetizan y a partir de ahí todo es magia, incluso estableciendo la frontera con la ficción. Además, quien tenga la ocasión de verla en V.O.S.E. que lo haga, porque disfrutará de un políglota muy hábil (sí, el muy astuto consigue hasta colar su español nativo en el diálogo). No me sorprendería que el bar donde tiene lugar la acción principal sea en la vida real el suyo de tapas (por si no lo sabíais, desbloqueado un nuevo destino turístico). Ya solo me quedaría hablar de su excelente compañero, Peter Kurth, un portento, el tipo de persona discreta que puede reírse en tu cara perfectamente sin perder el temple, el hater de Twitter al que bloquearías a nada que te de la chapa y que en este filme queda incluso por encima de Brühl en cuanto a interpretación. Gracias a su personaje sin pelos en la lengua y con la moral así asá entramos en un debate sobre el oficio de actor que pone al personaje de Brühl entre la espada y la pared. Este guion opina que primero hay que cuestionar los hábitos del intérprete antes de entrar en los temas más personales, para ver cómo conecta una cosa con la otra. Y me encanta. En resumen: Brühl nos regala una de la interpretaciones más divertidas y sinceras de toda su carrera, llena de humor negro con esos diálogos viperinos en medio de una realidad sarcástica y agria. Resulta que su mejor papel es ser él mismo. Además, con esta trama lo ha tenido verdaderamente fácil para tomar las riendas, no es nada extraña su soltura. Se le puede acusar de haber arriesgado poco, pero para ser la primera vez ha obtenido un resultado muy óptimo e interesante. Puede llegar a ser un director muy detallista, ya que tiene una visión tan desenfadada como puntillosa (lo veo tomando nota en cada rodaje pasado), y el hecho de que nos permita acercarnos tanto a su zona de confort demuestra lo hogareño, nostálgico y humilde que puede ser (o que es). En fin, que si ya le admiraba, ahora estoy enamorada. PD: hay escena midcréditos, ojo. Ficha técnica La puerta de al lado (Nebenan) 2021, Alemania Comedia negra, dramedia Dirección: Daniel Brühl Guion: Daniel Kehlmann Reparto: Daniel Brühl, Peter Kurth, Aenne Schwarz, Rike Eckermann, Gode Benedix, Vicky Krieps, Mex Schlüpfer, Stefan Scheumann y Luisa-Céline Gaffron Puntuación: 10/10 Disponible en: HBO Max
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Marzo 2023
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