Post de Naiara Salinas Si hace poco se celebraba el Día Internacional de la Educación, para la primera recomendación del año quiero rendirle tributo con uno de esos largometrajes que descubrí hace un par de mesecitos y guardé con miramientos en el cajón de sastre. En él no veréis la típica relación maestro-alumno, ni tampoco nos quedaremos en un ambiente muy académico. Pero aprender... seguro que lo hacéis. Mi nombre es Te Ata es la biografía de Mary Frances Thompson, una nativa americana de la nación Chickasaw (actual Oklahoma) que se convirtió en una de las primeras de su clase en ingresar en la universidad, donde desarrolló una fascinación por el teatro y alcanzó la fama en Broadway por contar historias de nativos americanos. Al graduarse, llegó a representar a su pueblo en las cenas estatales ante el presidente Franklin D. Roosevelt en los años 30 del siglo XX. La película sienta las bases para llegar a esa notoriedad con un primer acto basado en la infancia de Mary, centrada en los asuntos políticos en los que estaba involucrada su gente. A continuación saltamos a la juventud, en la que se convierte en la primera estudiante nativa de su Estado. Tras su educación, veremos cómo esta repercute en su vida y su público. El filme adopta una estructura sencilla tratada con bastante mimo, donde se nos introduce en la vida de una persona maravillosa e inspiradora y se nos muestra una batalla "amistosa" para trasladar la situación de su pueblo a todos los ciudadanos norteamericanos, en pos de un reconocimiento. Mary no es un personaje reivindicador al uso. Posee mucha luz y se rodea de las mejores compañías para hacer realidad su sueño. Una vez lo consigue, motivada por todo el aprendizaje que la ha llevado hasta ahí, decide emplearlo para ayudar. Es decir, que usa su posición privilegiada para devolver el favor a su familia, usando la voz que ha adquirido entre la comunidad para hablar por aquellos que no la tienen, mostrando sus vivencias y su cultura con el fin de convertirla en patrimonio. Una nota importante sobre esto que el largometraje hace muy bien en resaltar es que desde un punto de vista sociopolítico Estados Unidos todavía está terminando de asentarse como nación y los nativos constituyen un obstáculo en apariencia a ese proceso por su modo de vida, por lo que la película se acaba convirtiendo en una defensa de la identidad racial y de los orígenes. Básicamente viene a decir que la identidad de cada pueblo importa para la nación. Mary no está pidiendo más igualdad para los nativos, o más derechos (por lo menos no directamente), sino reivindicando su historia. Ella, que ha gozado de lo que otros no (una educación), actúa recíprocamente al educar a los demás en su cultura, valiéndose del arte para ello, porque nada cautiva más que una buena historia interpretada con el corazón. Y por ello lo mejor que podía haberle pasado a la película es tener a Q'orianka Kilcher como protagonista, una actriz que en El nuevo mundo ya hizo gala de enorme sensibilidad a la hora de transmitir. Su expresión no solo alcanza el rostro, sino también el cuerpo, lo cual es importante porque Mary narra con todo lo que tiene. Ella convierte su viaje en algo verdaderamente cautivador y le dota de intimismo a una historia que, de no ser por este focalizar, quedaría superficial. Otros rostros conocidos entre los adultos son Gil Birmingham y Graham Greene, quienes hace años compartieron pantalla en la reserva Quileute de la saga Crepúsculo. En resumen: una historia preciosa sobre una cultura diferente que nos invita a explorar, viajar, indagar y abrir la mente, justo los que considero los pilares de la educación. Es muy correcta en cuanto a correspondencia histórica, a la par que entretenida. No solo ofrece pinceladas de la vida en los Estados conservadores y su educación, sino también (y quizá esto sea lo más interesante) del Broadway de aquella época, algo que no estamos muy acostumbrados a ver. Quizá narrativa y cinematográficamente no tenga algo súper especial (exceptuando el lirismo del guion y un halo fantasioso que, irónicamente, recuerda un poco al de El nuevo mundo. La fotografía es otra cautivadora, especialmente en las escenas de representación), pero merece la pena darle una oportunidad, su protagonista es brillante. Ficha técnica Mi nombre es Te Ata (Te Ata) 2017, USA Drama Dirección: Nathan Frankowski Guion: Jeannie Barbour, Esther Luttrell Reparto: Q'orianka Kilcher, Graham Greene, Mackenzie Astin, Brigid Brannagh y Cindy Pickett Disponible en: Filmin Puntuación: 8,5/10
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Post de Naiara Salinas ¡Hola, hola! Me alegra ver que All Screens crece cada día (o cada semana. O cada mes). Por fin hemos tomado el gran paso de separar esta sección para facilitar el acceso a los nuevos lectores a todas nuestras recomendaciones a lo largo de estos años. Debido a que son muchas y la migración se ha hecho a mano, de momento hemos recopilado en esta lista aquellas correspondientes a la temporada 2016-2020. Pero ya irán surgiendo en post aparte (*guiño*).
2016
2017
2018
2019
2020
¡Espero que los disfrutéis si no lo habéis hecho ya! |
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Marzo 2023
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