Post de Naiara Salinas Otra semana más que acaba y una nueva película para pensar en lo que a la redactora de este post más gusta: las letras. Amoy y letras nos habla de Jesse, un viejo estudiante de Lengua Inglesa e Historia que, una vez en su vida adulta independiente, recibe la llamada de un profesor colega para acudir a una ceremonia donde lo condecoran. En su antiguo hogar Jesse no solo se reencontrará con un pasado que extraña, sino que además conocerá a Zibby, una joven con las ideas muy claras y una madurez intelectual que atraerá a Jesse a una relación diferente. Lo más bonito de esta cinta es la de matices que tiene, pues la trama no solo va de una historia de amor como puede parecer, sino que hay mucha filosofía sobre la vida, el arte y la literatura. Al principio es fácil reconocer en el protagonista la nostalgia por la etapa universitaria, no solo por la de aventuras que suceden ahí y la gente que se conoce, sino también por el conocimiento y la ilusión que despiertan cuando estudias algo que te apasiona y a lo que deseas dedicarte de mayor. La visión humana del guion te proporciona un acercamiento a tu propio pasado de forma que puedas entender mejor que nadie a Jesse, quien no disfruta tanto de Nueva York como lo hizo de la universidad, donde el futuro era toda una promesa... hasta que abandonó el nido y se alejó de toda esa fantasía literaria a la que le habían acercado sus maestros. El papel de la literatura en este filme es muy importante, pero el mensaje es otro. Los libros sirven como nexo de unión entre los personajes, que a menudo batallan entre lo que consideran "literatura de verdad" y lo que no, entre lo que es real y lo que es fruto de la ensoñación vana de un poeta. En ese sentido, parece que Jesse, perdido en su nostalgia, idealiza su recorrido estudiantil como un romántico, pero a su vez con una visión bohemia y clásica de la vida, lo que le lleva a entenderse a las mil maravillas con Zibby, cuya relación de amistad y de amor comienza a la antigua usanza, oseasé, enviándose cartas. Zibby es una chica que desea madurar deprisa, que no se siente a gusto con la juventud que la rodea porque no despierta en ella el conocimiento y la pasión que le transmiten los libros. Pero no deja de tener diecinueve años, por lo que tampoco se cierra a experimentar nuevos horizontes, leer y probar de todo. Esta relación entre personas con la misma mentalidad entronca, sin embargo, con la cuestión de la edad, algo muy importante para Jesse. Cuando hablas con una persona madura es fácil olvidar que le llevas dieciséis años, pero al final, por una cuestión u otra, la diferencia sale a la luz, y es ahí cuando hay que decidir si merece la pena atarse, si no deberían explorarse otros caminos. Vemos la literatura a través de esta relación y también a través de la de Jesse con sus profesores y otros jóvenes. Cada uno aporta una filosofía diferente, por lo que casi se podría decir que Jesse, al volver a casa, vuelve a la universidad para retomar su aprendizaje vital y encontrarse con una perspectiva bien distinta, lejos del idealismo de su juventud. Mención especial para Nat, ese loco bohemio que vive la vida como si no hubiera un mañana y que supone un aire nuevo para Zac Efron que le sienta muy bien. También tenemos a Dean, un estudiante que paradójicamente toma a Jesse como una figura mentora y a quien el hombre coge cariño porque se ve a sí mismo (a su yo joven, más bien) en él, la misma clase de espíritu que sueña con ser como los autores que lee y en los que basa su filosofía de vida. En resumen: Josh Radnor firma en la dirección y el guion una película muy intimista donde manifiesta su amor por el arte y demuestra que, haga lo que haga, siempre llevará una parte de Ted Mosby con él, a través de esos personajes adultos que a veces denotan la inocencia propia de un adolescente y que nunca dejan de aprender nuevas lecciones gracias a la gente con la que se relacionan. Una película que merece la pena por sus diálogos, su reflexión, esa idea de fondo que tiene mucho que ver con el desengaño y la madurez, mediante algo tan natural y simple como leer un libro y compararlo con la realidad, y que además contiene un reparto más que a la altura y digno de ser reconocido. Es una historia pacífica, pero entretenida. Ficha técnica Amor y letras (Liberal Arts) 2012, USA Director: Josh Radnor Reparto: Josh Radnor, Elizabeth Olsen, Allison Janney, Richard Jenkins, Zac Efron, John Magaro y Elizabeth Reaser. Puntuación: 9,5/10
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Agosto 2023
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