Post de Naiara Salinas La ironía de esta recomendación solo la sé yo, porque anda que no he tenido caballos en mi vida de cinéfila y océanos de fuego terrenal esta última semana. Océanos de fuego es una película ya con su edad, pero con una historia que trasciende las generaciones: cuando en 1890 el antiguo soldado de caballería Frank T. Hopkins, que trabaja en el circo de Buffalo Bill, recibe por su fama de jinete la oferta de un jeque árabe para participar en una de las carreras de caballos de más prestigio y peligro por el desierto, hasta entonces reservada para los nacionales, el hombre acudirá a la llamada a lomos de su mustang, Hidalgo, desafiando con ello sus propios límites teniendo que resistir con el equino tres mil millas de recorrido por el territorio de Arabia. Para hacerse una idea muy aproximada del riesgo que entraña esta competición, sugiero pasar un día entero paseando por Madrid en época de bochorno, a ver cuánto aguantas. Ahora en serio, la película está enfocada como clásico relato de aventuras y supervivencia, con una marcada relación entre hombre y animal que hace que el espectador conecte enseguida su empatía, pues el premio y la vida no es lo único que se juegan ahí, sino también el orgullo. La historia arranca con un hombre en decadencia que pese a su talento y su más que merecida fama ha tocado fondo y se ve obligado a "venderse". Por lo que en verdad esa carrera es una oportunidad de resarcirse y recuperar parte del orgullo perdido ganando una última pelea, y la única forma de hacerlo es sobrevivir. De esta forma, parte del filme puede interpretarse como una metáfora de los golpes que te da la vida, los cuales solo puedes acabar enfrentando continuando adelante, pase lo que pase. El viaje acaba añadiendo más matices cuantos más peligros se van superando, y es que a la dificultad natural se añade la "mecánica" producida por el hombre, gestionada por el jeque, quien desea humillar a Hopkins provocando que pierda. Con semejante distancia por cubrir, podemos esperarnos mucho vaivén por el camino, peleas cuerpo a cuerpo, sprints, y realmente muy poco descanso para el héroe. Vamos, que no hay aburrimiento. A ese argumento se añade una buena ejecución, sobre todo en lo referente a la banda sonora de James Newton Howard, que tan pronto nos transporta a ese paraje desértico como nos hace vibrar de emoción, y a la fotografía. Otro de los aspectos llamativos es que tiene trasfondo histórico, es decir, de verdad semejante carrera existió (no sé si continúa en el presente) y de verdad este hombre participó en ella. Uno de los elementos clave a la hora de comunicar ese realismo es la exteriorización de los efectos que produce la competición en sus participantes, incluso llegando a embellecerlos con los dos elementos mencionados en el párrafo anterior. Y es que este pretende ser un largometraje de dimensiones épicas que juega con el héroe clásico sufridor, valiente e ingenioso. ¡Podríamos considerarla, sobre todo tras ver el tráiler, como la antecesora de Los Juegos del Hambre! Al mismo tiempo, el caballo Hidalgo es también un foco claro de atención, pues a su jinete lo une otra historia que explica la relación especial que mantienen y el secreto de tanta fama. En resumen: yo recuerdo esta película como un cuento clásico muy apto para el entretenimiento, y así de momento os animo a que la catéis si no lo habéis hecho ya. Esto forma parte de la época dorada de Viggo Mortensen, cuando se volvió muy popular tras su papel de Aragorn en El señor de los anillos. El historicismo y la crudeza de la carrera atraen por sí solos y, en definitiva, si te gusta la buena aventura no deberías dejarla pasar. Te emocionarás con Hidalgo. Ficha técnica Océanos de fuego (Hidalgo) 2004, USA Director: Joe Johnston Reparto: Viggo Mortensen, J. K. Simmons, Omar Sharif, Zuleikha Robinson y Louise Lombard Puntuación: 7/10
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Agosto 2023
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