Post de Naiara Salinas Tras saltarme un mes de este especial regreso porque junio es el mes oficial de Nicholas Hoult con dos estrenos en su parrilla: X-Men:Dark Phoenix y Tolkien. Y vaya casualidad con respecto a esta última que sea la segunda vez que el inglés interpreta a un escritor clásico que atraviesa una guerra mundial. La primera es esta que hoy os traigo. Rebelde entre el centeno nos lleva por los recovecos biográficos de uno de los escritores más herméticos de la historia de la literatura universal: J. (de Jerry, no de John) D. Salinger, padre de Holden Caulfield, el protagonista de El guardián entre el centeno. Y hay una razón por la que esta novela esté reflejada en el título de este biopic, y no solo se trata de que sea el trabajo más (re)conocido de esta figura, sino también a todos los años que Holden estuvo en la imaginación de Salinger y le proporcionó su salto al mundo que tanto ansiaba conquistar. La película representa un resumen de la vida completa de Salinger, desde sus aspiraciones literarias, su etapa de aprendizaje al lado del profesor Whit Burnett (Kevin Spacey), sus amoríos con la futura esposa de Charles Chaplin Oona O'Neill (Zoey Deutch), su intervención en la Segunda Guerra Mundial, su éxito con El guardián y su posterior aislamiento a raíz del trauma por la guerra. Lo curioso no solo es que la cinta esté protagonizada por Nicholas Hoult, sino que además siga una estructura bastante similar a la de Tolkien. Sí, se podría decir que esta recomendación entonces no es al azar: la tenía preparada desde hace un par de meses, y podría dedicarme a comparar las estructuras y la forma de tratar ambas vidas en la gran pantalla, pero... solo daré un par de pinceladas, las más llamativas. La primera tiene que ver con la voz narrativa. Esta es un elemento muy importante en Rebelde entre el centeno, dado que no solo está presente desde prácticamente la primera escena, con un protagonista narrador de todas sus vivencias mientras escribe una carta a su maestro, al igual que Holden en la novela, sino que también es lo que Salinger debe aprender a controlar en sus escritos y en su vida. Su personalidad arrogante se va poco a poco diluyendo y encaminándose hacia un estilo más auténtico y personal, lejos del vocabulario grandilocuente y artificial que le caracteriza al principio. Tal y como expresa el profesor Burnett en esa etapa, para ser escritor de éxito no basta con escribir bien, tienes que expresar y ser consecuente, no esperar obtener el éxito a la primera, sino trabajar duro y nunca parar a pesar de todas las negativas. Y no podría haberle aconsejado mejor, porque pronto se verá que la vida de Salinger no es un camino de rosas y, como una profecía, todo lo que Burnett le cuenta se acaba cumpliendo. Y así, como espectadores, asistimos al nacimiento de Holden paralelamente al desarrollo del escritor, hasta el punto de que ambos personajes, ficción y realidad, se fusionan, porque en el fondo (y sobre todo en esa época), la primera se fundamenta en la segunda. Muy bien, señor Strong (director): lección aprendida. En Tolkien, por ejemplo, el protagonista no está tan presente en ese aspecto. No necesita contarnos lo que sucede. Su voz queda en segundo plano a favor de la imagen, de la extrapolación de su mente sobre los horrores y la belleza vividos. El segundo elemento tiene que ver con el eje sobre el que gira la trama: la guerra. No es que esta sea protagonista ni mucho menos, pero tanto en Rebelde entre el centeno como en Tolkien marca la división entre la primera y la última parte. Es más, la guerra es el momento de inicio, el que impulsa el maremágnum de recuerdos de los protagonistas, así como la forma en que esos cobran otro cariz y alimentan sus demonios internos al mismo tiempo que son la luz de su inspiración. El contraste que se respira entre el principio y el final se trata de forma muy diferente en cada película, pero en ambas se nos muestra la importancia de los periodos vitales más oscuros en la obra de todo artista de aquel tiempo, cómo a veces la única forma de sobrevivir a ellos a posteriori, a las pesadillas y al trauma general, es, como bien dijo Meryl Streep, coger su dolor y convertirlo en arte, en ficción. Para tener dos historias muy similares, Nicholas Hoult realiza un trabajo de interpretación tremendo al reflejar dos tipos de personalidad bastante opuestas, una más soberbia frente a otra más humilde, además de la frustración del que quiere ser artista frente a la ilusión del que va descubriendo su vocación paso a paso. El que lo quiere todo dado, frente al que lo ha trabajado desde siempre. No faltan el mentor; la chica objeto de las pasiones y musa por naturaleza, que colma tanto como destruye el corazón de los autores, y los amigos que están dispuestos a apoyar hasta el final. La historia de Salinger, se ve desde el principio, es compleja. Un tipo con las ideas muy claras y un vocabulario y estilo ácidos que aprende por las malas lo que es la humildad, lo que de verdad importa en la vida. La base sobre la que, como digo, nacerá Holden y toda la parafernalia de El guardián. La historia contiene múltiples referencias a la novela que los lectores asocian enseguida, como el famoso dilema de los patos del estanque de Nueva York. Al mismo tiempo, no siempre pretende ser amable con el protagonista, pero sí que intenta hacerle justicia sobre todo al final. A saber si todo es verdad, esa es otra. En resumen: película que se disfruta mucho porque se vive tanto como un biopic como una adaptación de El guardián entre en el centeno, ese libro maldito inspirador de muchos asesinatos a lo largo de la historia. Quizá el contexto histórico, el cómo surge esa creación, interese entonces para comprender por qué esto es así. Hoult convence mucho (buen acento americano para un británico), pero algunos secundarios (Spacey y Sarah Paulson, sobre todo) no se quedan atrás. Si alguien se plantea crear un universo cinemático literario, podría decirse que esta es una secuela de Tolkien (ya que esta se ambienta en tiempos de la Primera Guerra Mundial). Hablando de literatura, se echa de menos el contacto que se sabe que tuvo Salinger con otros escritores, como el mismísimo Hemingway durante la guerra. Pero es que hasta en eso se parece a Tolkien, yisus. Ficha técnica Rebelde entre el centeno (Rebel in the Rye) 2017, USA Director: Danny Strong Reparto: Nicholas Hoult, Kevin Spacey, Sarah Paulson, Zoey Deutch, Victor Garber, Lucy Boynton y Hope Davies. Puntuación: 7,5/10
0 Comentarios
Dejar una respuesta. |
El diálogo cinéfilo de la semanaRuido de fondo
Jack: La sorpresa es infinita. Siento lástima por nosotros y por el extraño papel que desempeñamos en nuestras catástrofes, pero, a partir de un persistente sentido de ruina a gran escala, seguimos inventando la esperanza y aquí es donde esperamos: juntos. Acceso a Calendario CinéfiloArchivos
Agosto 2023
All Screens by All Screens is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License. Creado a partir de la obra en http://allscreens.weebly.com. Puede hallar permisos más allá de los concedidos con esta licencia en http://allscreens.weebly.com |