Post de Naiara Salinas Amables lectores, bienvenidos a una nueva review, esta vez con motivo del maratón realizado con éxito entre Rose y yo el fin de semana pasado de una serie por cuya continuación, lo reconocemos, no dábamos ni un duro al principio. Y es que las historias que cierran a veces conviene dejarlas así. Tal era el caso de Por trece razones, esa ficción netflixiana que contaba el impacto del suicidio de una adolescente sobre sus compañeros de instituto al dejarles unas cintas con los motivos para cometerlo. Tras eso, y a pesar de que algunas tramas abrían la posibilidad de una continuación por sus finales abiertos, ¿qué más quedaba por contar? La protagonista ya había acabado su narración, caput, fin. Por eso, voy a empezar mi crítica con una disculpa: a los guionistas, a los productores... Quien sea. La segunda temporada de Por trece razones no solo ha demostrado tener más sentido del que parecía, sino que además ha tomado todos aquellos rasgos que levantaron polémica en su día para mejorarlos y ofrecer la elección al espectador de continuar viéndola con todas sus consecuencias o no. Este seguimiento nos aporta una nueva mirada más externa por cuanto que esta vez no oímos solo la voz de una protagonista, sino de todos. Pero entremos en detalles. 1. El punto de vista Ya he comentado arriba que hay una diferencia y esta es tan importante como para ocupar el primer epígrafe destacado. La primera temporada estuvo completamente narrada por Hannah Baker con un acercamiento al público como víctima. Pero nunca debemos fiarnos por entero de una historia narrada en primera persona, porque a fin de cuentas esa visión es única, subjetiva, y no siempre se corresponde con la realidad de otros personajes, quienes pueden interpretar sus actos de otro modo. Esta temporada podría haber optado por el mismo sistema, a través de otro personaje, pero no; en lugar de ello cede la voz a los "acusados", los "culpables", como forma de hacerles justicia igualmente dejándoles explicarse, admitir su error, arreglar las cosas y seguir con sus vidas, una propuesta que surte efecto por el contexto escogido: el juicio. Así, conforme cada chico o chica va declarando, conocemos no solo su versión de la trama que ya vimos en su día, sino también contenido extra. Por supuesto, esto tiene como consecuencia el cambio en tu propia percepción de esos personajes, vistos con un ojo muy diferente que ya no los juzga por lo que (no) hicieron, sino por lo que hacen en el presente (¿no os ha pasado a los que la habéis visto que de odiar o coger manía a ciertos personajes habéis pasado a quererlos o respetarlos? Justin es el ejemplo más claro, para mí). 2. Evolución El primer regalo que nos brinda siempre una nueva temporada es el saber qué pasa después de los acontecimientos de la anterior. Una de las preguntas más repetidas tras el final de la primera parte bien pudiera haber sido: "¿Y ahora cómo vivirán estos chicos", "¿Cómo van a superar todo lo que les ha ocurrido?" "¿Qué va a pasar con Alex, ha muerto de verdad?" "¿Y Tyler? ¿Planea un genocidio escolar?" Esta entrega responde a todas y cada una de esas preguntas con un margen de tiempo considerable para notar el cambio que todos deseábamos ver, ya que transcurren cinco meses entre el suicidio y el juicio. En el 2x01 se nos muestra cómo continúa la vida en el instituto con absoluta normalidad: Alex y Jessica se preparan para volver a clase, Zach juega al béisbol con Bryce, Clay sale con Skye, Courtney por fin ha salido del armario, Marcus sigue como siempre y Tyler decide admitir sus errores y ser auténtico. Por supuesto que muchos tienen todavía traumas que superar y el juicio los reaviva, pero fuera del estrado siguen siendo jóvenes y sufriendo las consecuencias de sus actos. La experiencia les ha enseñado mucho, y es gratificante ver hasta qué punto en algunos casos. Todos tienen historias que contar. 3. Las fotografías: un nuevo misterio Algo que me gusta mucho de Por trece razones porque lo considero perspicaz es cómo juega con los sistemas de comunicación más habituales entre los adolescentes para contar su historia, y cómo esta se divide y genera un efecto (igual o distinto) en el receptor. En la primera temporada teníamos las cintas; ahora el peso lo llevan las fotos, que no solo son más populares entre los jóvenes, sino que conectan con uno de los protagonistas y apoyan el mensaje clave de que un solo objeto no cuenta toda la verdad ni muestra toda la realidad. Así, el misterio no se trata solo de quién es la persona que deja esas fotos reveladoras o ataca a los protas, sino, cual puzle, de componer la historia completa. Es un juego de interpretación que engancha, como un acertijo (viva Sherlock Holmes). 4. Las subtramas Por un lado regresan viejos personajes (sí, hasta la difunta, de la que hablaré más adelante) y por otro hay nuevos. Chloe, Cyrus y Nina se vinculan a los más afectados de esta temporada, los que yo considero protagonistas estelares con más sino que los demás, a saber: Bryce, Tyler y Jessica. Estos tres elementos se convierten en el núcleo central que conecta el pasado con el presente y el futuro. Los dos últimos tienen mucho que superar; con el dilema de las cintas, parece que nos olvidamos de que Tyler también era una víctima de bullying y lo que eso podía acarrear, y además es fotógrafo y eso lo vincula al punto anterior, oseasé, que Tyler es el primer narrador excelente, el que nos presentará uno de los temas de la temporada y al mismo tiempo dará uno de los mayores vuelcos a su historia, porque sí, más o menos ya teníamos calados a Clay, Zach, Tony y los demás, pero ¿por qué Tyler actuó mal con Hannah cuando ambos sufrían acoso? En esta temporada no solo tenemos la oportunidad de descubrirlo, sino que además vemos el impacto justiciero de las cintas sobre él, hasta el punto de considerar que puede tomarse la justicia por su mano también. Pero en este apartado tiene más peso Cyrus, el típico rebelde macarra que da la impresión de ser una bomba de relojería de lo loco que está. Así que el desarrollo de este personaje y cómo acaba sin duda es una sorpresa. En cuanto a Jessica y Nina, a ambas las conecta la violación y su forma de seguir adelante, lo cual también guarda relación con otro mensaje que transmite la serie. Gracias a Cyrus y Nina percibimos el deseo de cambio de Tyler y Jessica, y es curioso cómo a ambos les inspiran de forma distinta, por un lado para cometer un error mayor y por otro para adquirir valor y dar un paso a su favor. Y en cuanto a Chloe... pobre chica. 5. "Solo porque me haya muerto no significa que vaya a dejar de aparecer" Veamos. La primera aparición de Hannah como fantasma es un tanto rara. Es como "¿Por qué?". Pero luego empiezas a entender y hasta aceptar su presencia dentro de la mente de un Clay todavía muy obsesionado con ella pese a que afirme lo contrario. No es que sea un fantasma, es una exteriorización y personalización de la conciencia del chico mezclada con el recuerdo que tiene de ella y que bulle en ese instante, es decir, el reflejo de los propios miedos y prejuicios de Clay sobre su amiga, viendo lo que le faltaba por descubrir de ella. Ya en la primera temporada el chaval había demostrado esos flashes alucinógenos que ni una droga le hacía falta tomar. Y he de decir que la Hannah fantasma-conciencia mola. Tampoco estaría mal que fuera un espíritu de verdad (no sé si lo es, sinceramente), pero eso le restaría parte del realismo que la serie ha construido y que es un factor de éxito asegurado. Nos prometieron a una chica diferente y en esta temporada ya no la vemos como víctima, sino como alguien gris, igual que el resto de personajes. Hannah baja de categoría para situarse en la normalidad, una adolescente con sus vicios y virtudes que acabó muy mal parada. Ese choque con la realidad nos puede afectar un poco como a Clay si en la primera temporada clamamos justicia por ella después de partírsenos el alma con su historia. O, por el contrario, puede haber logrado aproximarla al fandom que la consideró tonta, falsa, etcétera (la verdad es que no sé por qué alguien cogería manía a la chica solo por el tema de las cintas. Que no fuera perfecta no implica que lo que le sucedió no fuese algo grave y que no necesitara ayuda. A ver esa empatía, haters). Esta Hannah es mala, muy mala, acosando al pobre Clay para que le haga justicia. Pero al mismo tiempo sigue siendo una joven confusa que muchas veces ni entiende sus propios actos y que quiere ayudar a su viejo amigo a seguir adelante. Su presencia, al final, es necesaria para poder darle una despedida en condiciones. 6. Un mensaje poderoso Pues no voy a llegar a las trece razones, lo siento. Podría detenerme en las nuevas relaciones inesperadas que se forjan a raíz de esta situación, como la amistad entre Tony y la señora Baker, el bromance entre Clay y Justin, entre Alex y Zach o incluso entre Alex y Tyler (pero ellos como amigos a secas), o en el debate sobre la culpabilidad que abre el juicio en el que los padres de Hannah se enfrentan contra todo el instituto y donde se plantean cuestiones como de dónde viene la mala educación o si deben los profesores llevarse la culpa por no avisar a los padres cuando ni ellos conocían las circunstancias debido a que la chica en el fondo no quiso dejarse ayudar. En otras palabras, si la ignorancia ante determinadas señales de la vida cuenta como culpabilidad. En realidad la respuesta a esta pregunta es tan simple como que todos son culpables, por no esforzarse más, por no hacer caso... Sin embargo, Hannah era la excusa, pero no la razón auténtica de esta temporada. Como he dicho antes, el tema del acoso escolar continúa a través de Tyler, pero algo quizá más grave se pone en boga: el acoso sexual y el machismo de estudiantes, padres y profesores. No solo Jessica sufre sus consecuencias; docenas de chicas han pasado por el mismo trato que Hannah. Era un asunto que desde la primera temporada sabíamos que tenía que abordarse porque no era justo para las mujeres que el violador se saliera de rositas, y lo cierto es que la justicia se ha logrado en esa narrativa que no solo critica el sistema penitenciario con respecto a este crimen, sino que también denota un enorme espíritu de lucha insistiendo una y otra vez en el porqué de la denuncia, como hacen los amigos de Jessica con ella. Los flashbacks de Hannah acentúan esa necesidad de izar la bandera a favor del colectivo femenino y, si os fijáis, los machistas y mujeriegos del grupo son los más perjudicados por el karma. Por trece razones no se va a detener en las tragedias de las mujeres, sino que tendrá en cuenta su fortaleza y su dualidad, diferentes modos de enfrentarse a la situación. Una dualidad representada sobre todo por Jessica, pero también por Chloe. Esta temporada se cuestiona por qué suceden estas cosas, quién tiene la culpa (al igual que con el bullying). Brillante es cuando Justin confronta a Clay y le suelta a la cara: "Yo me he acostado con docenas de tías y se me sigue mirando bien, pero Hannah te besa, se lía conmigo y se acuesta con otro y ya es una zorra?" Esta serie está llena de mujeres fuertes que aprenden a aceptarse a sí mismas y a responder al mundo ante los abusos. Ya cerca del final es cuando más se les rinde homenaje, aunque toda la temporada lo es.
No hay una sola verdad, nuestro sistema de creencias necesita una revisión, tenemos que cambiar y hacerlo mejor, tenemos que dejar atrás los prejuicios; esos son los pilares sobre los que se sustenta esta producción y mientras sigan siéndolo tendrán materia para rato. Yo me he quedado encantadísima con el resultado y no puedo esperar para ver la tercera parte y qué otros dilemas sociales nos plantea (EJEM SPOILER, EJEM, tiroteos en las aulas, EJEM, FIN SPOILER). Por trece razones no suaviza las cosas y eso es un acierto, porque la cruda realidad es la única que el ser humano tiene en cuenta para el elemento educativo. Con esta continuación, tanto por su argumento como su forma de desarrollarlo, demuestra que el guion no busca la simple polémica, sino que realmente pretende concienciar.
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Post de Naiara Salinas Esta es la situación: dos series con protagonistas juveniles que afrontan los clásicos problemas familiares, de amistad, etcétera (algunos con un añadido más truculento). Dos finales de temporada pensados para que todos, no solo los personajes, levanten sus banderas mientras proliferan un grito revolucionario rollo "¡Conmigo no podrán!" al más puro estilo de Victor Hugo. Y una redactora dispuesta a informar y opinar sobre ello. Así es, amigos seriéfilos lectores. Esta semana empiezan muchos adioses (algunos para siempre) y es momento no solo de desahogar las penas, sino también de hacer un balance de todo lo que hemos vivido durante este último semestre. Y como da la casualidad de que mis primeras dos season finale tenían este temilla en común, he decidido juntarlas, en un día en el que justo se estrena la segunda temporada de otra serie sobre institutos revolucionarios que supongo que no necesito nombrar (porque yo lo valgo y es muy obvio). Ahora mismo, por supuesto, me refiero a las estupendas Riverdale y Rise. El despertar... y el sueño de un mensaje Empecemos con Rise, una serie que desgraciadamente no vivirá más allá de los diez capítulos que componen esta primera temporada pero que por lo menos no sufre del final inconcebiblemente abiertísimo de Lucifer (y, como siempre hago, dentro de unas líneas fijo que me contradigo). Como bien nos la presentó Rose hace un par de meses, Rise es una serie capaz de cautivar al espectador por el enfoque con el que decide tratar asuntos que nos ocurren a todos pero a los que a veces no prestamos demasiada atención, trasladando y proyectando su mensaje positivo desde el arte y, más en concreto, el teatro. Sin embargo, lo que al principio se vende (o al menos eso parece) como un crossover entre Glee y This is us, poco a poco va cogiendo más referencia del drama que de la comedia musical, pues esta producción está aquí para enseñarnos que nada hay de bonito en tener que lidiar con una ruptura familiar, un embarazado indeseado, una madre enferma, padres y entrenadores exigentes o un sueño roto. Además, aporta novedades con respecto a los problemas que plasmó Glee, como el alcoholismo (¿veis? Si al final es This is us en versión juvenil). El profesor de apellido "inescribible" (razón por la que me referiré a él siempre por su nombre pila, Lou, por la pereza de abusar del copy-paste) es como su ángel de la guarda al proporcionarles, sin que se den cuenta, el espacio que necesitan para desahogar sus frustraciones, a través de una obra cuyo texto y cuya música les arropa con la mayor de las comprensiones, a la vez que les ayuda a abrir sus mentes en busca de esa identidad que en los jóvenes siempre está indefinida. Lo bonito de la serie es que no cuela música porque sí, sino que todo sirve a la representación, es decir, los personajes no cantan fuera del escenario a menos que estén ensayando o tratando de animar a un ser querido. Los momentos sonoros de esta serie son realistas y hasta nos hacen olvidar que en el fondo es de género musical (drama musical, para ser más exactos), salvo cuando logran que conectemos con la historia, y es que una obra como El despertar de la primavera no deja indiferente a nadie. Está hecha para mostrar la realidad cruda y causar polémica (¡como Por trece razones!), y es tan importante para los personajes que se acaba convirtiendo en el centro de todo. Rise habla del teatro como conexión con la vida y la cultura, como terapia de grupo y forma de afrontar la realidad protegidos en un contexto ficticio. Se agradece que se hayan mantenido fieles a este concepto de principio a fin, sin intercalar números musicales extras con covers alejadas del musical (aunque la banda sonora oficial las admita) porque es lo que la diferencia con respecto a otras producciones de temática similar. Ahora bien, siempre que hablamos de series americanas ambientadas en un instituto los mayores acaban recibiendo de regalo sus propias tramas, porque son tan importantes los chicos como los profesores y padres que les enseñan y apoyan cuando conviene (o les tocan la moral). Y aquí encuentro la mayor ironía, porque válgame que esta sea una serie ideal para un amante del arte como Josh Radnor y justo su personaje sea más cansino que en Cómo conocí a vuestra madre. A ver, amigo, ¡si no se puede tener el monopolio no se tiene y punto! Su actitud revolucionaria empieza a cansar cuando de soñador pasa a ser un tiquismiquis casi divo que va por la vida pidiendo y que solo te cae bien lejos del escenario cuando actúa por el bien de sus "niños" y no por el suyo. También es comprensible, porque cuando tienes un sueño y lo visualizas quieres llegar hasta él como sea y es difícil conformarse con menos. Pero, vaya, hay visiones que deberían ser más realistas, y en este sentido es genial que cuente con una ayudante que le baje de las nubes (para mí, de los mejores personajes, oye). En general podría decirse que Rise busca romper un poco con los estereotipos mostrando la debilidad de gente calificada como "popular" sin llegar a marginarlos, porque esto no es una guerra de clases (de las sociales, digo). El chico transexual no tiene por qué ser objeto de burla y orientar toda su trama ello, sino que puede querer volver a establecer lazos con su mejor amiga y ayudarla con su problema. El jugador de fútbol puede enfrentarse al estrés de darlo todo en el partido y en la obra con una madre enferma de esclerosis. La chica que le gusta puede no ser popular, pero tampoco una marginada sufridora de bullying, sino simplemente con una vida y unas posibilidades muy distintas de las suyas. Y el chico gay puede no querer reconocer lo que es pero porque todavía está descubriendo esa sexualidad, ya que viviendo con una familia católica no podía esperarse que le gustaran los hombres. Cero triángulos amorosos que no llevan a ninguna parte, cero rivalidades por el mejor papel (quitando los primeros episodios)... Otro que salva el show por la puerta grande es Mazouz, creado para caer de maravilla a la primera y conmoverte profundamente más tarde. No solo es majo y algo guapete: es listo, creativo, amable, educado, atento, servicial... y una cosita tan adorable que no me extraña que las hijas de Lou quieran adoptarlo como hermano mayor (o como algo más).
¿Por qué Rise no ha logrado la renovación? Porque, a pesar de estar bien planteada, es algo floja en su ejecución. Creo que no se esperaban el "no" tan directo, razón por la cual tras el final de temporada te preguntas por el destino de ciertos personajes cuya trama sigue abierta. Pero en general, después de tanta polémica y quebradero de cabeza, acaba como tiene que acabar: representando la obra. Y es una pena no ver cómo continúa la aventura teatral, batallando con el director y el AMPA, viendo al hijo de Lou actuando, la decisión final que toma Mazouz..., pero en fin, así son las cosas. Algunas tramas bien pudieran haberse colocado antes, como la de Sasha. Entiendo que hay muchos personajes y solo diez capítulos, pero eso en Juego de Tronos, que además tiene mucha más tela, es suficiente, así que no vale de excusa. En esta serie se nos presentan personajes que luego se dejan sin desarrollar y es una pena, o aparecen otros de la nada que luego tienen tal importancia que te preguntas por qué no han salido desde el principio. Aun así, yo la he disfrutado mucho y la recomiendo por su profundidad y buen reparto juvenil. Sangre, puñaladas traperas, Romeo y Julieta y El padrino Pasamos a Riverdale, por si no lo habéis notado (resulta muy difícil definir esta temporada con una sola referencia, cachis). En términos de revolución, una vez llegan las comparaciones Rise es claramente un precedente, una semillita, y River-DALE es LA GUERRA. Guerra entre amigos. Guerra entre el norte pudiente y el sur marginal. Guerra entre parejas. Guerra entre padres e hijos. Guerra entre familias. Guerra contra el sistema... Así es como he sentido esta temporada que para mí se divide en dos partes que al final se mezclan y dan lugar a una tercera, cuyo desarrollo equivale al de una montaña rusa. De la primera parte no tengo mucha queja, la verdad. Introducir el morbo del asesino en serie fanático de Betty más los Serpientes del Sur y el vicioso padre de Veronica hizo que mis amigos y yo lo pasáramos genial cada jueves. La intriga había subido de nivel, las tramas empezaban a complicarse pero manteniendo un equilibrio y nuestros chicos evolucionaban como pokemons (Archie de no hacer nada pasó a ser agente doble y líder fundador del Círculo Rojo, una organización dedicada a la búsqueda y captura de Capucha Negra, el villano presentado al final de la primera temporada). La pandilla que tan bien había funcionado en los inicios de la serie se veía resquebrajada por sus diferentes creencias y problemas. Pero Roberto Aguirre-Sacasa sabía que esto no podía durar mucho, porque el grupo es una parte muy clave de la serie y de los cómics, así que tras el primer dramón y subidón de adrenalina, dio paso a la calma y a los típicos enredos de instituto que, si bien colaron cosillas entretenidas, en general bajó el listón de la temporada, y solo el regreso de Capucha Negra logró que remontara. Si tuviera que decir en una frase qué es lo que más me ha gustado de esta temporada diría: Serpientes, Hiram, Bughead, Alice Cooper y Cheryl. El cambio en todos es bastante evidente, pero la pelirroja, la madre rubia y el chaval del gorro se salen por su acercamiento a su lado más rebelde y macarra, que curiosamente los ha convertido en modelos a seguir incluso aunque sepamos que no son perfectos. Jughead como Serpiente es..., qué puedo decir. Me tiene enamorada. Ya lo tenía antes y me encanta esa sopa de emociones y acontecimientos a la que le someten en estos capítulos, donde por un lado está el ansia de justicia, por otro su romanticismo con Betty, por otro el deseo de cuidar el legado de su padre y sentirse parte de su familia (recordemos que en la primera parte prácticamente se alejaba de ella hasta vivir solo y desamparado). Sin quebrar su espíritu, vemos lo que la vida ha hecho a este chico que, tras pasar una infancia siendo apaleado por los que se creían superiores a él decide gritar basta y tomar cartas en el asunto. Leal a su gente, simpático y sin perder esa sonrisilla adorable cuando está con su chica: Jughead es uno de los tesoros más preciados de Riverdale y merece quedarse hasta el final. En cuanto a Cheryl, siempre jugando con la ambigüedad, en la segunda mitad por fin parece decantarse por un bando y elige el correcto, demostrando que es una pija que puede ser mala pécora tanto con buenos como con malos, pero cuando apoya al bando bueno... yiiijaaaa. Ojito a esta arquera con capucha roja. Yo diría que el factor sorpresa sigue ejerciéndose de buena forma, sobre todo cuando acaba la segunda parte y comienza lo que yo llamo "la recta final", porque se pasa de la calma a la tormenta en un segundo, aunque la calma no era tan pacífica con Hiram Lodge al acecho representando la Guerra Fría del siglo XXI, hasta revelarse como el auténtico gran villano. Porque sí, Capucha Negra asesinaba, pero Hiram tiene una mente brillante y no necesita estar loco para cometer el crimen, solo calcular cuidadosamente el momento adecuado, elegir muy bien a sus aliados y enemigos y manipularlos como marionetas. Una presentación mucho más que digna y eficiente para alguien que en la primera temporada ocupó muchas boquitas por su problema carcelario. Qué ironía que al salir de la cárcel lo primero que quiera este tipo sea construir una en el lado sur de la ciudad (parece que alguien no ha tenido suficiente...). No me cae nada bien, lo odio, quiero que pague las consecuencias y que pierda, y por eso sé que los guionistas y el actor han hecho un trabajo más que excelente, porque Hiram no solo juega con los de su alrededor sino también con nosotros, los espectadores, añadiendo a su faceta de Padrino una de auténtico padre que quiere lo mejor para su hija... para luego darle la vuelta. Así es como funciona este Harvey Dent de cuidado. Creo que el problema que ha tenido esta temporada es dejarnos con la idea de que existe una manía hacia las protagonistas, dado que no hay chica del norte en esta serie que crezca con unos padres normales que solo quieren el bienestar para sus pequeñas. No, solo Archie y Jughead se libran de ese pésame. Pero feminismo ha habido, mucho. Desde la rockera recién descubierta Alice Cooper hasta la nueva incorporación, Toni Topaz, pasando por los tejemanejes de Veronica y Hermione y llegando a la mente de Betty... Oh, sí, chicas al poder. Pero lo de los padres no es el único asunto turbio, porque cuanto más se enganchan los fans a la serie más teorías surgen y más fan service da la impresión de que incorpora el texto (como esa alusión a una relación pasada entre Alice y F. P. que dio como resultado un bastardo, o la relación entre Cheryl y Toni, a las que ya shippeaban incluso antes de coincidir en pantalla, más el episodio donde la pandilla de toda la vida se va de escapada a la casa de campo de Ronnie; eso directamente fue un fanfic, con perdón de los que los escriben). Lo de Chic es otra parte que me tiene un poco mosca; por un lado aportó creepysmo en el momento de Guerra Fría, pero por otro..., no sé, estorbaba. Aun así era un tema que tendría que haber salido tarde o temprano y me alegra que lo hayan sacado cuanto antes para seguir adelante con la serie (aparte, en lo que a mí respecta el problema no lo tuvo tanto la trama como el personaje, que daba un mal rollo de cojones pero al mismo tiempo sacó a la luz la oscuridad de los Cooper, lo que al final se relacionaba con Capucha Negra. Es decir, gracias a Chic el crimen prevaleció en ese paréntesis, y como los crímenes son algo muy guay aquí por cómo se resuelven... pues ole). Y en cuanto a las nuevas incorporaciones e historias secundarias y lo que les depara el futuro a todos en general solo puede decir... ¡quiero más! Bravo por los Serpientes del Sur, por los Espectros, la mafia de Hiram, las participaciones de Reggie, Kevin, Midge, Jossie y Moose, que mantienen el espíritu joven, divertido y liviano de los cómics cuando todos los demás se han "oscurecido"...
Una buena temporada, con sus pros y sus contras. Hemos pasado de una adaptación de A sangre fría a... un popurrí protagonizado por Sons of Anarchy y la pandilla de Scooby Doo. Estoy deseando ver qué hacen con Sabrina la bruja. Post de Naiara Salinas y Rosana Rábago Y hemos vuelto una vez más. El viernes pasado comenzó la más grande de las batallas televisivas, equivalente a la de los Vengadores contra Thanos, a la de Katniss en los Juegos del Hambre y a la de Harry Potter versus Voldemort. Hablamos, por supuesto, de los Upfronts, ese evento que a todo buen seriéfilo pone más nervioso que cuando va a presentarse al examen de conducir, de idioma o a cualquiera en general, más nervioso que cuando tienes que pedirle dinero a tus padres o, peor, contradecir a tu madre. Como bien realizó la luchadora Rosana el año pasado, hemos decidido continuar su trabajo ofreciendo en un solo golpe de vista a través de este post TODA la información que vayamos recopilando. Como esta es demasiada, os pedimos paciencia en los días venideros mientras vamos actualizando, porque lo mismo nos dejamos una serie por el camino, aunque intentaremos que eso no pase. Para los bienaventurados que no han oído hablar en su vida de los Upfronts, sabed que es esa reunión demoledora de cadenas estadounidenses (quitando HBO y Netflix por el momento, que son más bien plataformas de streaming) donde deciden qué series se renuevan o se despiden para siempre, así como qué nuevos productos saldrán realmente a la luz y cuáles no. Por eso en nuestras tablas tenemos cuatro columnas, que hasta que esto acabe pueden ir variando porque, si os fijáis, Brooklyn Nine-Nine ha sido cancelada, efectivamente, pero también rescatada por otra cadena. Para esos títulos nuevos encargados que todavía no han recibido luz verde, sugiero que consultéis la web de Loving Series. Tras esta presentación, procedemos a compartir el listado. Antes de nada, aprovechamos para recordaros que en nuestro Twitter podéis ir siguiendo la información también con el hastag #Upfronts2018. Parrillas En los Upfronts no solo se anuncian las renovaciones y cancelaciones, ¡sino que también se exponen las nuevas parrillas horarias! Atentos ¡Estos son los horarios oficiales de cada cadena para septubre! Avances Y, por supuesto, no pueden faltar los primeros vistazos a las nuevas apuestas de cada cadena, y ¡aquí os los traemos conforme van saliendo!
Post de Naiara Salinas Mayo es un mes intenso para los seriéfilos, que nadie lo niegue. Mientras los upfronts se hayan en línea de salida, nos vemos obligados a despedir las temporadas de nuestras ficciones favoritas (algunas para siempre, snif). No obstante, que no se diga que todo lo bueno acaba cuando nos referimos a los tesoros televisivos, porque los que planifican estas cosas saben cómo llenar el vacío de nuestros corazones con más estrenos o regresos, y es que ya lo decía José Mota: las gallinas que entran por las que salen. A la espera de ir cerrando temporadas para evaluar los mejores y peores momentos de cada una, quiero repasar con y para vosotros lo que está al caer, y es que por muy callada que haya estado durante un mes, jamás podría dejar de ver mis series. En el fondo es bonito que alguien se acuerde del periodo veraniego, que para muchos es tiempo de repasar o verse todo lo que se han perdido en el periodo escolar (los que trabajamos no tenemos tanta suerte con el tiempo libre para hacer maratones y disfrutar al mismo tiempo de la playa o la piscina, pero, eh, al menos descansamos de tener que llevarlo todo al día, qué alivio). Adelanto que estoy viviendo estas season finales y regresos un poco cual montaña rusa, pero en general estoy muy contenta y ahora veréis por qué. 1. Westworld Prácticamente está recién comenzada (vamos ya por el tercer capítulo y esto está que arde). La esperábamos desde hacía año y medio y por el momento puedo afirmar con rotundidad que cada día en vilo ha merecido la pena por este regalo de trama donde los anfitriones cobran alma. No puedo esperar a realizar una reseña completa de esta temporada, pero ya os digo que está resultando de lo mejorcito actualmente. 2. The 100 Otra que ha empezado sobre las nubes. Con dos capítulos ya me ha ganado esta quinta temporada, pero, tal y como me comentaba Tessa el otro día, la intensidad dramática está al nivel de Supervivientes y ahora también Los Juegos del Hambre. ¿Qué será lo siguiente, Yisus? 3. Por 13 razones De la nada un poco ha salido esta segunda temporada que apenas hace unos días se anunciaba para estrenarse lo que se dice la semana que viene. Una promo muy apurada pero efectiva, porque la info viene ahora en masa y no tenemos que esperar mucho para saciar el hype. Seré sincera: yo no apostaba por ella. Creía que con una temporada era suficiente. Pero el enfoque de este adelanto me ha llamado mucho la atención y... tal vez, después de todo, no haya sido mala idea. Por ahora tened el 18 de mayo marcado en el calendario. 4. Allí abajo En España también tenemos con qué desquitarnos de este parón de tres meses, y qué mejor que hacerlo con una gran comedia como es esta, que por muy mal que tengas el día siempre te saca una sonrisa con sus personajes locos. La tercera temporada lleva en marcha unas semanitas y por ahora se podría decir que la serie no pierde fuelle, aunque también le lleva a una a preguntarse cuánto pastizal se gasta esta gente con tanto AVE y vuelo del norte al sur y viceversa. Veremos cómo acaba 5. La catedral del mar POR FIN. Por fin, lectores y camaradas seriéfilos. Llevo casi un año esperando este estreno porque la degustación en el FesTVal de septiembre me dejó con un hambre voraz y, tratando de acabar a la velocidad del rayo el libro, tengo casi por seguro que a partir de la semana que viene volveremos a aquellos tiempos medievales para disfrutar de una trama bien cuidada, con una ambientación impresionante y una calidad que... Madre mía, como ya dije en su momento, esto merece mucho la pena. Este mes nos la han prometido, y este mes en vilo estoy. 6. Capa y Puñal Antes de que nos de tiempo a echar de menos a algún superhéroe, Marvel nos regala a esta parejita adolescente que si ya tiene bastante con soportar la pubertad, encima debe lidiar con sus poderes recién descubiertos y la gente que seguro que irá a perseguirles. El 7 de junio (lo dicho, no vamos a tener tiempo de echar menos a nadie). Pinta interesante y la veré seguro. 7. Luke Cage ¡Hombre! ¡Hablando de héroes que no vamos a echar de menos! Ya quisiera yo perder a este de vista, la verdad, y recuperar en su lugar a mi diablo rojo favorito, pero qué se le va a hacer. Cuando Netflix nos da naranjas... las mezclamos con chocolate y así el cítrico sabe más rico. Nunca acabé la primera temporada, así que realmente no puedo juzgarla más allá de mis razones para no continuarla. Pero... he de admitir que el que Iron Fist, que sí completé, aparezca esta segunda temporada... puede animarme a ver algún que otro episodio. Pero no prometo nada. Esta llega en junio too. Próximamente...
Por los avances que ya van saliendo se ve que son varias las series que se avecinan, yo he puesto las más queridas o esperadas de esta última recta de temporada. En algún momento deberíamos saber más de Castle Rock y Mayans MC, por ejemplo. Tengo entendido que Midnight Texas, que el año pasado se estrenó en verano, ha renovado (¿¿cómo es posible??), pero llegará en septubre y... es todo lo que tengo. De momento ¿qué saborcito os están dejando las que he nombrado? |
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Enero 2023
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