Post de Rosana RábagoHace tres semanitas ya llegaba a nuestras pantallas, cortesía de The CW y de la HBO, la nueva serie del Arrowverso, una a la que muchos teníamos ganas y a la vez temíamos porque juntaba un Arrowverso que parece estar llegando a su fin (recordemos que Arrow acabó el año pasado y este año nos toca despedirnos de Supergirl y Black Lightning) con uno de los superhéroes favoritos de todos: Superman. Pero parece que la nueva era del Arrowverso llega potente y es que, si ya Stargirl nos dejó alucinadas, lo cierto es que Superman and Lois va por el mismo camino (aunque mi querida Tessa la haya abandonado...), así que aquí regreso a dejaros las razones por las que debéis ver (sí, Tessa, va por ti), esta nueva serie. ¡Empezamos! 1. Unos Superman y Lois centrados en la familiaSi hay algo que agradecemos a esta serie es quizás su toque familiar. Es algo a lo que no estamos acostumbrados en el Arrowverso, el ver que el motor central de la serie está en preservar la familia, en cuidar de que Jordan y Jonathan (sus hijos) tengan una vida normal y no tanto en mostrarnos el lado heroico de Clark. Y no nos engañemos, escenas de Superman hay y bastantes, pero al final es más normal ver a Clark intentando lidiar como padre que otra cosa. Y es algo que me gusta. Porque si quiero acción ya tengo a Flash o a Arrow o incluso a Supergirl, pero ese lado más familiar aun no lo había visto en el Arrowverso, ni siquiera con Barry y Nora o con Ollie ejerciendo como padre de William y Mia. Y también me gusta ver a Lois intentando compaginar en el primer capítulo el ocultar el secreto de la identidad secreta de su marido a sus hijos mientras intenta explicarles su repentina ausencia o cómo aconseja a Clark sobre los niños, porque al final ella es la que ejerce más de figura materna. Eso sí, sin dejar de lado su mayor pasión, su trabajo: el ser reportera. 2. Unos hermanos muy unidosSi los protagonistas indiscutibles son Lois y Clark, tampoco debemos olvidar a los motores de la serie, a sus hijos, Jordan y Jonathan. Y es que su relación es la que todos queremos tener con nuestros hermanos. Da igual lo que pase, siempre estarán el uno para el otro. Y lo demuestran capítulo a capítulo. Desde el principio podemos ver que razones para sentir celos del otro no les faltan y es que al principio nos pintan a Jonathan como la estrella del fútbol emergente, con novia, con su vida ya resuelta en Metrópolis y a Jordan como el rarito, con problemas mentales y con muchísima rabia debido a la ausencia del padre. Pero en Smallville se descubre que quizás Jordan tiene algún que otro poder heredado de Clark y pasa a quitarle protagonismo a Jonathan. Y su hermano gemelo, lejos de sentir celos, decide cambiar su vida y aceptar el traslado a Smallville, le ayuda a hacerse amigo de Sarah e incluso acepta que Jordan se inscriba en lo único en lo que él destacaba: el equipo de fútbol. Además, también apoya que su padre le preste más atención a Jordan que a él e incluso se lo lleve a la Fortaleza de la Soledad a conocer a Jor-El y a él le toque ir al colegio. Todo por ayudar a su hermano. Eso es amor fraternal y lo demás, tonterías. 3. Personajes recurrentes ya conocidosUna vez conocidos a los principales, toca presentar al resto de personajes. Y más que presentar sería redescubrir porque a todos más o menos les conocemos gracias a los cómics o a series como Smallville o la propia Supergirl. En primer lugar tenemos a Martha Kent, la madre de Clark, y aunque su papel es minúsculo en la serie nos sirve para seguir descubriendo que sigue siendo una madre entregada y una ciudadana dispuesta a arriesgar su bienestar económico por proteger el pueblo en el que ha vivido toda su vida. A quienes sí conocemos y vemos algo más en la serie es a los Cushings y quizás el apellido nos suene a chino, pero a quien conocemos de sobra es a la madre de la familia: Lana (antes apellidada Lang). Y aquí sí que notamos ciertas diferencias respecto a la que conocemos habitualmente. Para empezar, su forma de vestir (¿no os parece algo choni y muy poco representativa de Lana?) pero si dejamos de lado eso también vemos que ha perdido gran parte de su independencia y se ha visto reducida a ser la madre y la mujer que nunca logró escapar de Smallville. Vale, su carácter es el de la típica ama de casa encantada con su vida, pero poco a poco descubrimos que su relación con su hija Sarah está pasando por un gran bache y que su marido, Kyle, y ella hace mucho que dejaron de ser felices. Y es que Kyle, a mí parecer, tarde o temprano acabará siendo un villano de estos capitulares. Demasiado apoya a Morgan Edge. Este oculta algo. Mientras tanto nos lo ponen como el tradicional pueblerino dedicado a proteger a los ciudadanos de Smallville en su labor como bombero que va haciendo barbacoas para quedar bien con todo el mundo, aunque al final los pone a parir en cuanto se dan la vuelta. La que sí me causa más intriga quizás es Sarah, su hija. Y es que ella sí me recuerda más a la Lana que vimos en Smallville. Ha pasado por un gran trauma (no ha perdido a sus padres pero se ha intentado suicidar) y está saliendo con el chico más popular de la escuela pero pronto se verá atraída por los raritos llegado de Metrópolis, Jordan y Jonathan Kent, e irán haciéndose amigos. Además sí que nos presenta un lado más independiente y más problemático, y es que la chica lo está pasando mal y está bastante perdida, como se va viendo a medida que avanzan los capítulos. Otro al que vemos poco es al General Lane. Sabemos que conoce el secreto de Clark y que no le hace mucha gracia cuando se lo cuenta a sus nietos, por lo demás es exactamente igual a los cómics: un personaje serio, entregado a su causa y que no acabamos de saber si juega a dos bandas o es leal a Clark. Además vemos que tampoco su relación con su hija es la mejor del mundo, aunque se desvive por sus nietos. Y ya solo nos queda presentar a los villanos. En primer lugar tenemos a Morgan Edge, el empresario de turno que llega a Smallville con ganas de revitalizar el pueblo y motivos ocultos. ¿La piedra en su zapato? Ni más ni menos que Lois Lane, quién le tiene cazado y hará todo lo posible por descubrirlo. Y ya se sabe que cuando Lois va detrás de una historia no hay quién la detenga. Y por otra parte tenemos a un nuevo Luthor (a mí que alguien me explique como esto es posible si se había unido todo el multiverso en Crisis on Infinite Earths), alguien que quizás tiene los motivos equivocados para atacar y es que va a por Clark al considerarlo una amenaza basándose en el otro Superman al que conoció. Su peligro aquí es que nadie sabe quién es, está convencidísimo por su causa y encima sabe como lograr que el General Lane le apoye. Pero seguro que será de esos personajes que al final acaba cambiando de bando. 4. Referencias a los cómicsSi hay algo que nos encantó en el primer capítulo de Superman And Lois fue la primera escena en la que vemos a Clark como el famoso superhéroe y es que ahí ya se nos hace patente el tono familiar además de ser una clara referencia a los cómics siendo la portada del primer número del hombre de acero. No es la única referencia, la granja Kent es la misma que ya conocimos en Smallville y que vimos durante Crisis on Infinite Earths y el Daily Planet es también bastante similar al que conocemos en las películas de Superman y en los cómics. Sin embargo, hay algo que echamos en falta. Y es quizás esas referencias a Supergirl. Se nos hace rarísimo que no se la mencione ni una sola vez porque ya sabemos por Flash que están todos en el mismo universo, con lo cual al descubrir que su padre es Superman, los chicos deberían haber unido hilos y haberse preguntado si quizás Kara es Supergirl o al menos hacer alguna referencia a ella. Como sabemos que aun llevamos únicamente tres capítulos de esta gran serie, se lo perdonamos, pero esperamos que en breves tengamos esas referencias a la superheroína y prima de Clark. Y a vosotros, ¿qué os está pareciendo Superman And Lois? ¿Creéis que, junto a Stargirl, podría significar la revitalización del Arrowverso? ¡Esperamos vuestros comentarios!
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5 razones por las que (re)descubrir WandaVision se convertirá en una experiencia inolvidable3/5/2021 Post de Naiara Salinas Uff, pero qué gris está todo por aquí... (*Soplo sobre la casilla de búsqueda y se levanta una nube de polvo que me provoca tos seca. La espanto con la mano*). En fin, creo que las telarañas pueden esperar un poco. Porque si hay un motivo poderoso para volver a escribir en este bello mini paraíso tras una semana de sequía es poder vomitar por fin todo lo que me he contenido viernes tras viernes durante el pasado mes. De la misma forma que hice con The Mandalorian, así como con Stargirl (con mi fiel Rose como cowriter in disguise, ¿o era al revés?), no vengo aquí a daros una opinión que se da por supuesta acerca de (lo voy adelantando) esta SERIAZA, sino que voy a sacar la artillería pesada para contaros por qué deberíais darle una oportunidad si no lo habéis hecho ya. Fans, si me estáis leyendo, ¡assemble a mi causa! (*guiño*). 1. Su conexión con el UCM Tras Agents of S.H.I.E.L.D y Agent Carter no habíamos vuelto a ver una serie que conectase con nuestro adorado Universo Cinemático de Marvel, esa casa a la que nunca parecen agotársele las ideas. Sí, estaban las series de Netflix sobre los Defensores y las de Fox sobre el universo de los X-Men, pero estas constituían micromundos y vivían felizmente en su burbuja, a pesar de que ahora los medios y los directivos insinúen cada dos por tres que esos héroes por fin se juntarán con los de la gran pantalla. WandaVision, en cambio, es esa serie que no solo nos devuelve el UCM, al que no vemos desde hace más de un año (¿¿tanto??), sino que además cuenta con personajes de la gran pantalla que han llegado para quedarse y que sin duda harán las delicias a los guionistas que tengan la oportunidad de "jugar" con ellos. Oseasé, esta serie no es un mero spin off, sino que cumple un papel esencial en el entramado marvelita tejido por Kevin Feige, de manera que no solo contiene más easter eggs y fan service (lugar de honor para las apariciones estelares, como las de Monica Rambeau y Darcy), sino que además podría decirse que es imprescindible en nuestro calendario, al contrario que todas las anteriores, cuya conexión era más anecdótica. De hecho, ha cruzado un umbral que hasta ahora solo se había rozado (ejem, cierto cameo de otro universo...). Y no hay que olvidarse de que enlaza directamente con la secuela de Doctor Strange... 2. Un formato muy inusual y meta Cuando creía que Legion iba a ser la serie más bizarra (en sus dos acepciones: rara y valiente) de Marvel, llegó esta joyita... Honestamente, Legion sigue siendo la bizarra del grupo; lo que hizo Noah Hawley con su mutante dudo que vuelva a repetirse y, en comparación, WandaVision es 100% digerible porque es más light, pero eso no significa que no haya querido darle un toque muy personal y, si acaso del UCM, se ha convertido en la más curiosa. Los tres primeros capítulos no hacen más que generar preguntas y la primera es: "¿Qué cojones estoy viendo? ¿Esto tiene alguna salida? Me muero por ver alguna explicación ya". Tranqui, querido espectador impaciente, que la tiene. A partir del capítulo 4 la cosa empieza a ponerse seria y de ahí hasta el final se va creciendo. WandaVision no toma su título solo de sus dos protagonistas, sino que le da una vuelta al concepto de televisión (por eso no me gusta usar el castellano Wanda y Vision para referirme a ella, porque pierde toda su gracia): cada episodio se estructura como una sitcom de una década, empezando por los 50-60 y acabando en los 2000. Esos episodios a su vez son referencias a sitcoms concretas, como Malcolm in the Middle y The Office. Una elección que a priori parece aleatoria va cobrando más y más sentido conforme avanza la trama y se descubre estrechamente ligada a esta y a lo que es el personaje de Wanda, cómo se ha desarrollado a lo largo de los años. Es decir, no solo es una serie con mucha personalidad y carisma por cómo está retratada, sino que además cada tramo es un carácter con el que se configura un viaje emocional e histórico por el octavo arte en paralelo al de su protagonista. Es un doble tributo que va más allá del UCM, una celebración a la seriefilia por todo lo alto. Y si os soy sincera, este detalle es lo que más me ha gustado. Porque podría haberse contado de mil maneras distintas y han elegido una de las más atrevidas y divertidas. 3. La buena pareja que componen Elizabeth Olsen y Paul Bettany Ella es... divina. Reina. Y él es encantador y súper carismático. Hacía tiempo que no lo veía tan carismático. Juntos conforman el dúo dinámico. Ya los habíamos visto relacionarse antes; la química estaba ahí desde Capitán América: Civil War, puede que incluso desde Los Vengadores: la era de Ultrón. Pero esta serie ha sido un regalo para ellos y sus fans, porque por fin los hemos visto como la pareja que siempre soñamos que fuesen: agradable, sencilla, con los problemas típicos de una pareja. Y, sobre todo, muy desenfadados, alejados de todo el drama. Vision siempre ha tenido su toque humorístico, pero Wanda vivía rodeada de drama en prácticamente todas las películas: cuando no perdía a su hermano gemelo, la encerraban en casa sin pandemia por terrorista o se cargaban a su novio. Vida justa la muchacha no ha tenido. Así que Wanda ha llegado a Disney Plus a reinar, a conquistar, a coger el micro y cantar: "No quiero más dramas en mi vida, solo comedias entretenidas". Y ole por ella, con dos ovarios. Ole, ole y ole. La muchacha pone toda la carne en el asador interpretativamente. Sabíamos que era buena, pero aquí se ha lucido como nunca. El rol de depresiva desesperada intentando conservar a duras penas la cordura en su loco mundo me ha tocado la patata (porque, no lo neguemos, la pobre estaba al borde de un ataque de nervios, un claro indicio de mental breakdown que se evidencia en el episodio 7). Juntos son el matrimonio ideal. Nos regalan momentos en cada capítulo y eso es conmovedor. Queremos verlos actuar más veces juntos, ya sea en otra serie, película u obra de teatro. Nos hemos encariñado mucho con su bonita amistad actoral. La química es explosiva. 4. La oportunidad de conocer más a toda una leyenda de los cómics Desde que vi mi primera serie de X-Men animada, mucho antes de la pubertad, quise saberlo todo sobre los mutantes y sus poderes. Y los hijos de Magneto, que eran los que menos aparecían, me provocaban una curiosidad tremenda. Sabía que tenían un historial único y, aunque no sabía cómo se las ingeniarían para mostrar todo ese potencial en una pantalla, cuando me enteré de que por fin iba a verlos en carne y hueso en el UCM monté la fiesta, porque los llevaba esperando igual desde X-Men 2. Aun así, cuando llegaron, eran diferentes y se mantenían en un segundo plano (mejor que un tercero, oye, pero no como el primero donde quería verles). Su historia tras La era de Ultrón se me quedó insuficiente, yo necesitaba saber más de estas versiones, no podía creer que hubiéramos perdido a Pietro tan pronto... Esta serie es el background que le pide el cuerpo a todo fan de los mellizos Maximoff. Sobre todo en lo que respecta a Wanda, pero no puedes tener a una Maximoff sin intentar profundizar un poco más en la relación que tenía con su hermano. Tampoco puedes tener a Bruja Escarlata sin exaltar sus poderes y su identidad mágica. Y en lo que a eso se refiere el guion es exquisito porque introduce cosas mínimamente esperadas cuando se habla de esta superheroína (villana en algunas versiones), más otras ligeramente diferentes que convencen y te dejan ciencia y folklore a partes iguales. Todo eso que quedó pendiente desde el ataque a Sokovia se resuelve en esta serie al fin. Podemos decir que esa herida se ha cerrado. 5. Un guion bien construido
Creo que esta es la conclusión inevitable (como Thanos, badum tss) que se extrae de todo lo que he contado. Y es que estos ingredientes no funcionarían si el argumento no estuviera escrito de forma astuta para que pueda sorprender pero sin dejar agujeros. Igual si nos ponemos tiquismiquis encontramos alguno, pero a buen ojo no le veo errores significativos. La experiencia es una gozada, cumple con lo que suele ser Marvel y más allá. Es otro ejemplo muy bueno de variedad en el (sub)género de superhéroes y pocas cosas hay que lamentar, aparte de un final que obliga a sacar el klínex, de muchas teorías echadas a perder (ojito con emocionarse mucho ahí, que luego os rabiáis) y de la ausencia de Aaron Taylor-Johnson (se puede considerar en espíritu). El último episodio es como ver una película, con sus dos escenas post-créditos y todo (advertencia a los aventureros: no hay que despistarse en este aspecto, ya que más de un episodio viene con sorpresa al final). No puedo contaros más de WandaVision sin acabar en spoiler, por lo que lo mejor que podéis hacer es encender la tele y comenzarla. Yo me uno, ¿o acaso pensabais que no iba a revisionarla (*guiño*)? ¡Si es lo mejor, ahora que conozco sus secretos! ¡Sumergíos en esta muñeca rusa televisiva! |
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