Post de Naiara Salinas Qué otra cosa cabía esperar del Spoiler Fest, ese evento que contra todo pronóstico me tuvo de aquí para allá en Madrid el pasado fin de semana. No quería esperar en exceso para poder contaros los entresijos que mi compañera Rose y yo vivimos allí. Exceso de planes Cuando digo que fue un finde intenso, me refiero a que de viernes por la tarde a domingo por la mañana no descansamos ni un segundo. La última vez que asistí a este festival todavía se llamaba Festival de Series sin más y era 2015 (anda que no ha llovido desde entonces). Ahora la organización ha cambiado bastante, como vais a ir leyendo. Mientras yo salía del trabajo y cogía un autobús rumbo a la gran ciudad, Rosana ya estaba allí, en la sede de Fundación Telefónica, descubriendo las novedades de este año, entre las que se encontraban: merchandise exclusivo de la Comic-Con de San Diego (que fue lo más aprovechado, sin lugar a dudas) y atracciones tan peculiares como el Escape Room de Professor T, la zona de disparo de S.W.A.T., la realidad virtual de The Walking Dead, el make up con los héroes y monstruos de SyFy, el examen sheldoniano de Young Sheldon, etc. Faltaban los platos fuertes de este evento: las conferencias, celebraciones y proyecciones, por supuesto. Estas últimas en concreto se realizaban en los Cines de la Asociación de la Prensa, unas calles más abajo. Ni qué decir el reto que supuso sortear el tráfico humano para llegar a tiempo a las colas, algunas de las cuales... resultaron demasiado infinitas. No obstante, el centro de nuestra acción fue la Fundación, donde asistimos compartiendo acreditación a dos conferencias-masterclass con profesionales y a una sesión con la creadora y parte del reparto de Velvet Colección (sí, otra vez). Y, por supuesto, nos entretuvimos descubriendo a nuestra media naranja de TNT, respondiendo a Fox Life qué hacía a una persona irresistible, maquillándonos como Arrow, jugando en los recreativos, sacando matrícula de honor en Conocimiento de Sheldon Cooper y terminando la colección de bolsas y pines de la Comic-Con. Y todo ello solo en la jornada del sábado (pues el viernes llegué tan tarde que suerte tuve de ir a la proyección de Young Sheldon, durante la cual descubrimos los deliciosos y tradicionales perritos calientes de Cosmopolitan, que nos llenaron el estómago varias veces durante el festival (hummm, ya me está entrando el hambre). Ah, y sabiendo de qué vamos a hablar, estáis alertados de SPOILERS (*guiño*). ¿Qué hay de las novedades? Con humilde sinceridad, poco os puedo contar de ellas, dado que las actividades que requerían de reserva se llenaron en cuestión de minutos y en cuanto a las ruedas de prensa, algunas fueron sacrificadas en virtud de otras sesiones (lo malo de tener varias charlas al mismo tiempo). Así que no vimos al Rubius presentar su Virtual Hero, no pudimos descifrar enigmas en el Escape Room, no asistimos a la presentación de La zona ni, para nuestra desgracia, nos tomamos una cerveza en el Birraseries mientras sacábamos a relucir el lado oscuro de nuestras ficciones favoritas (pero que conste que esto fue por exceso de aforo, no porque no quisiéramos ir). En cambio, sí disfrutamos de dos sesiones interesantes con un compositor de bandas sonoras y varios guionistas que nos contaron cómo es trabajar de lo suyo (hasta pude hacerles un par de preguntas), acudimos al decimoquinto aniversario de La hora chanante y, cómo no, nos enteramos de lo que está por venir en la heredera de Velvet, de lo que os hablará Rose más adelante ( y sí, fue aquí donde llovieron la mayoría de los spoilers del título de este post. Se lo perdonamos en cuanto nos pusimos al día con la serie). Aprendiendo el proceso de editar una banda sonora La primera de las conferencias o masterclass no tuvo mucho que ver con series (al menos en cuanto a referente y ejemplificaciones), pero sí resultó la mar de curiosa (al menos a mí, que me encanta el tema). La impartió Claudio Ianni, compositor de las bandas sonoras de Los otros, El maquinista y Mar adentro, entre otras, quien nos mostró una por una las fases de montaje de un tema para proyecciones, desde la primera maqueta hasta la inserción del trabajo final en el montaje: 1. Primer esbozo del guion: consiste en una reunión entre el director y el compositor donde el primero le cuenta al segundo un resumen lo más detallado posible del guion de la serie o película, describiendo a los protagonistas y definiendo el género ante todo. Para Ianni lo ideal sería "contar con el guion acabado", pero sabe que no siempre es posible, ya que el compositor comienza su trabajo casi al mismo tiempo que el equipo de producción (puede que con unas semanas o unos meses posteriores de diferencia, sin contar con los cambios que durante ese tiempo pueda hacérsele al guion en cuestión). 2. Spotting: una vez que la película o serie (o incluso videojuego) ha terminado su rodaje, el compositor se reúne de nuevo con el director, esta vez acompañado de los productores y varios asesores, que estudian y toman nota de las partes donde se va a introducir música. Aquí me picó la curiosidad y quise saber si las canciones con letra y artista también se deciden en esta fase, a lo que el compositor me respondió que para eso hay otro equipo de producción que suele llegar a acuerdos más tarde, y que muchas veces el compositor original ni siquiera es partícipe de esa decisión o grabación. 3. Creación de los leivmotivs, que, como sabéis, son las notas recurrentes para cada personaje o momento clave. También suponen el primer esbozo de la banda sonora, que se incluirá en la maqueta de muestra para los realizadores. Según Ianni, esta primera semilla surge de una de las muchas interpretaciones o lecturas que puede tener un guion. El suyo no sería el primer caso de partitura en borrador que ha acabado siendo algo muy diferente, bien por exigencias o bien por cambios en la historia. ¿Los programas más habituales para estas maquetas? Digital Performer, ProTunes y Logic, que son emuladores. 4. Grabación: una vez aprobada la partitura, se pone en marcha el proceso que más estamos acostumbrados a ver en pantalla: la mágica reunión de músicos que interpretan los temas. Para ello cuentan con unos cien micrófonos distribuidos estratégicamente por el estudio para luego seleccionar el sonido que más conviene a la escena (si este se produce lejos, cerca, más bajo o más alto). En este punto Ianni destacó Londres como la ciudad de donde han partido la mayoría de bandas sonoras famosas de la historia (El señor de los anillos, Star Wars y Parque Jurásico son solo algunos ejemplos), dato que, como supondréis, para mí resulta maravilloso. ¿Qué hay que hacer para trabajar de guionista en este mundo? Paso número uno: buscar al próximo Guillermo del Toro. Al menos eso parecía tener muy claro David Muñoz, uno de los asistentes a esta segunda conferencia, quien hizo su debut con este aclamado director de cine tras conocerle un compañero de profesión en el festival de Sitges hace años. Junto a David estuvieron Pablo Bartolomé, Irene Varela y, por último, Carlos Molinero como moderador. Salvo Irene (guionista de El intermedio), estos autores venían de trabajar con ficción (Pablo consiguió trabajo en Cuéntame cómo pasó y allí sigue). Los cuatro, patrocinados por el sindicato de guionistas Alma, desmintieron durante casi una hora mitos sobre el oficio a la vez que ofrecieron datos curiosos. Uno de ellos fue relativo a la formación, es decir, ¿es necesario estudiar una carrera audiovisual para ser guionista? No, aunque tal vez sea recomendable un curso de escritura (incluso aunque no te garantice el trabajo, al menos tendrás más posibilidades). Irene era una filósofa cuando llegó a un máster de Globomedia (extinguido a día de hoy) para formarse en la materia y Pablo trabajó como camarero varios años antes de ejercer de lo suyo. Carlos sí que estudió en una escuela de cine y tuvo la suerte de "pillar la Edad de Oro de las series españolas" (Al salir de clase, Compañeros, Un paso de adelante, Hospital central... Esa era). Cada cual con su historia, todos insistieron en la importancia de no rendirse, luchar duro y saltar a la menor oportunidad, pues ese, recalcaron, es un mundo muy competitivo y lleno de prejuicios por parte de las productoras. Al igual que en composición (aunque quizá de forma más acusada), los escritores también sufren el ver sus primeros borradores totalmente modificados, lo cual, según dijeron, no quita para "escribir el guion como si se fuera a rodar, aunque asumas que se reescribirá entero". Un buen guion prima más, en definitiva. ¿Recomendaciones de cara a los futuros aspirantes? "Ser normales", es decir, venderse humildemente sin esperar nada aparte de una presentación cordial. Y no dejar de intentarlo, trabajes de lo que trabajes. Incluso animan a trabajar en equipo con alguien con quien se comparta sensibilidad artística o afinidad creativa, pues los ratos en los que un escritor puede enfrentarse a sus demonios cuando trabaja solo son muchos. Reunión chanante Probablemente lo más gracioso de todo el día, por cuanto que a los fans y meros espectadores se unió buena parte del reparto de este programa cómico. Tras quedarnos sin el Birraseries, decidimos aprovechar la oportunidad de ver lo que se iba a cocer en la sala 1 de los cines. La hora chanante fue uno de los grandes éxitos de Paramount Comedy (actual Comedy Central) en su día, de modo que la celebración del decimoquinto aniversario debía ser un gran acontecimiento. Para ello el equipo liderado por Joaquín Reyes decidió grabar un documental plagado de los mejores momentos del programa, mezclados con entrevistas igual de sarcásticas, chistosas y ácidas. El gran equipo no dudó en salir después de la proyección al escenario para comentar lo mejor de su paso por el programa y el Spoiler Fest. Vimos muchas caras conocidas (Pablo Chapela, de La que se avecina, y Julián López, por poner dos ejemplos) y fue estupendo cantar con ellos en plan karaoke sus temas más conocidos, con los que se encargaron de cerrar la sesión y animarnos a una buena fiesta (que en nuestro caso no fue porque ya llevábamos demasiado trote acumulado). En definitiva Un fin de semana intenso que se saldó con bolsas de Riverdale, Arrow y The Big Band Theory, una Liga de la Justicia casi completa (al menos por mi parte, que me quedé sin pin de Wonder Woman), muchos regalitos (varias lentes de ojo de pez, cuadernillos, bolsos temáticos, chocolatinas, USBs...), muchos encuentros y actividad a tutiplén. Milagroso fue que sobrase tiempo para ver todas las esculturas expuestas de Harry Potter (ahora entendéis lo del trote acumulado, ¿verdad?). Y el domingo por la mañana decidimos dedicarnos a las redes sociales y visitar un poco los stants infantiles, pues no solo adolescentes y adultos iban a disfrutar del festival (los niños pudieron hacerse fotos con ídolos infantiles como Bob Esponja y Dora la Exploradora, meter unos cuantos goles en el puesto de Disney XD y disfrutar también de proyecciones y bolsa de regalitos. La pega que le pongo (y mi compañera está de acuerdo) es la organización, dado que hubo varias confusiones con las entradas, cuyo reparto no se controló de forma que una vez completado el aforo se cesara (y por eso, entre otras, no acudimos al Birraseries); los espacios, por otra parte, aunque cerca, estaban "alejados", teniendo en cuenta la de gente que frecuenta la Gran Vía, y muchas veces las prisas y la aglomeración nos jugaron una mala pasada y más cansancio (era mejor, personalmente, cuando todo el festival se concentraba en un sitio). Hubo retrasos en algunas conferencias y ello impidió que disfrutásemos de algunas actividades, aunque muy pocas. Dejando a un lado esas cuestiones, recomiendo sin lugar a dudas asistir a este festival, que reúne lo que más nos gusta a los seriéfilos: disfrutar de buenos episodios de nuestras series favoritas, poder charlar con profesionales (actores incluidos), enterarnos de cositas jugosas y disfrutar de merchandise y juegos gratuitos.
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Post de Naiara Salinas Por fin este post que estaba deseando (y seguro que muchos esperando) escribir. El tiempo no me acompaña: mis continuas ocupaciones, tanto para con las redes sociales como para con lo personal, dificultan que encuentre un ritmo de trabajo ideal. ¡Y este finde vuelvo a viajar para asistir al Spoiler Fest en Madrid! De todas formas, puede que este retraso hasta me haya venido bien, pues así he podido degustar más de una ficción recién nacida y corroborar mis primeras impresiones con un "atracón" de capítulos. No sé si lo sabéis (aunque eso espero a estas alturas), pero las series que veo no se pueden contar con los dedos de una mano, ni siquiera de dos. Necesitaría palitos. Y para colmo, llega septubre y no solo vuelven algunas de mis favoritas, sino que además se estrenan nuevas. En estas últimas he decidido que voy a centrar mi crítica, para acotar lo máximo. Allá voy. Star Trek Discovery He de decir que aunque soy fan de la reciente saga cinematográfica, no recibí esta versión con mucho hype. Sí que me intrigaba, claro, pero después del primer episodio decidí que no me atraía lo suficiente como para engancharme ahora, así que la he pospuesto para cuando tenga más tiempo. Aun así, tengo cosas que decir. El primer episodio me pareció óptimo para sentar un poco la base de esta temporada. Yo, que soy muy buena escéptica cuando quiero, dudaba de que el guion fuera a tener la misma fuerza sin apoyarse en esos personajes que ya forman parte de la historia cultural, oseasé, Kirk, Spock y CIA. Aun así, celebro la intervención de la tripulación sustituta de la del Enterprise, en especial el personaje de Sonequa Martin-Green, Michael Burnham, una líder intrépida, práctica y con una disciplina digna de Spock. Sin duda el piloto nos acerca mucho más a ella que a cualquiera de los otros, que son introducidos con naturalidad como si llevaran ya conviviendo una temporada con nosotros (y puede que esa sea parte de la gracia, ya que en cierto modo es una referencia al background de la saga). Es una pena que no haya llegado a ver introducirse bien a Jason Isaacs, cuya participación en este proyecto fue una de las cosas que me inclinaron a "catarlo", lo admito. Aunque este primer capítulo tiene acción, lo recuerdo como con cierta lentitud en el desarrollo, es decir, algo letargoso. Sabemos que las misiones siempre se inclinan al descubrimiento de lo desconocido y al ir más allá, pero tal vez por eso temo que se me haga repetitiva si continúo viéndola. Ya veremos. Inhumans Seré muy directa: no está nada mal. No entiendo a qué viene tanta mala crítica (algunas se han pasado tres pueblos). Cierto es que, comparando con otras series de Marvel (las de Netflix en concreto), no es muy rica, pero el comienzo es ya muy intrigante y prometedor, a través de esa familia real que de pronto se ve rota por una traición, golpe de estado incluido. A lo mejor lo que falla es un poco su desarrollo, que parece querer seguir la estela de Agents of S.H.I.E.L.D. en sus inicios (mismo universo, mismo canal, mismos patrones). En otras palabras: podría contar más de lo que cuenta, deja la sensación de que le falta exprimirse a sí misma. Pero a mi modo de ver el inicio impacta más que el de S.H.I.E.L.D. y te anima a seguir viéndola. A mí al menos no me ha resultado nada cansina, ya que cuenta con historias y personajes muy interesantes. Quiero detenerme un momento en Maximus, interpretado por ese Iwan Rheon que tanto ha aprendido de su paso por Juego de Tronos, por cuanto que este villano muestra la misma calma fría en su gobierno, pero no se reprime en dar puñaladas por la espalda a la familia cuando es preciso (je, menuda comparación). A veces su modo de actuar me recuerda a Loki, por nombrar una referencia más cercana. Medusa es esa reina noble con mucha fortaleza que cree en su misión, su rey y su pueblo por encima de todo y no se deja derrotar. Me cae bien. Crystal y Mandíbulas añaden el toque inocente y leal. Y Rayo Negro es el misterio personificado, y me encanta cómo su intérprete logra captar su inquietud interior sin pronunciar una sola palabra, manteniéndose en esa máscara ruda que lo hace parecer más duro y seco de lo que puede ser en realidad. Con esto quiero subrayar que como familia es muy completa y muy complementaria, y que no deberíamos temer por un futuro que puede dar mucho de sí a nada que esto coja algo de carrerilla (ya está en ello). Yo por lo menos apuesto por esta primera temporada; luego ya se verá. ¿Y vosotros? The Good Doctor Esta es una de las joyas de la corona, una heredera de House mezclada cual macedonia con el sentimentalismo de This Is Us y los rollos de Anatomía de Grey. BRA-VO. Un protagonista camaleónico que nos demuestra que puede pasar del terror al drama en un chasquido de dedos, de ser un asesino en serie trastornado a un autista con un objetivo muy claro. Freddie Highmore está empezando a ser para mí en televisión lo que Eddie Redmayne en cine, de verdad, y me encanta que haya parado en una ficción que lanza continuas reflexiones y críticas sobre los trastornos mentales (o trastornos en general), animando a que el público se posicione a favor del protagonista y de su situación. Me parece un tema muy humano, que se desarrolla con el mayor equilibrio posible mostrando la relación de Shaun con el mundo que le rodea, así como su historia personal. Es tierno, es agudo (aunque aparente mucha inocencia en determinadas situaciones, lo que me recuerda un poco a Sheldon Cooper)... Por el momento llevo solo dos capítulos (o tres, ya no me acuerdo) y ya me tiene enamorada. Es la clásica trama que te conquista por el protagonista y nada más que por el protagonista, porque de los secundarios poco se puede comentar, quitando al doctor Glassman y a Claire, cuya ironía es que resultan interesantes por su conexión con Shaun (a mi modo de ver. Es mi crítica, ojo). Bueno, tal vez exagero, ya que poco he visto y no me cabe duda de que irán apareciendo segundas y terceras tramas, y de que, aunque el arco principal es el de Shaun, pronto veremos qué se cuecen los médicos del hospital en su totalidad. Por el momento me relajo en el sillón y disfruto del universo mental del doctor Murphy, que piensa e imagina ingeniosamente cuando quiere. Esa forma de representar su autismo también me gusta, le añade cierta genialidad a un cerebro sufridor en el fondo y, como he dicho, me recuerda a House. Tal vez todos los genios están locos o todos los locos son unos genios. En fin, mensaje muy moral. Tiene muy buenos momentos, no siempre sentimentales (cuando las tuercas de Shaun funcionan a veces resulta muy gracioso). Digna de dársele cuantas oportunidades haga falta. Young Sheldon Los spin offs están de moda, nadie lo niega. Pero a mí siempre me da un poco de reparo que una historia se explote por encima de otras (no todos los personajes funcionan bien en solitario. Véase Luke Cage). Así que yo no estaba muy a favor de esta serie, lo confieso. La promo me pareció que reducía mucho la esencia de The Big Bang Theory y la convertía en otra comedia americana más, protagonizada por un niño muy especialico. Sin embargo, mis amigos me animaron a ver el piloto y después de eso tuve que admitir que el pequeño Sheldon sí podía tener cosas interesantes que contar antes de convertirse en el físico excéntrico que conocemos. Por desgracia, aunque buena apuesta, no he podido ver más que el primer capítulo (la falta de tiempo es la culpable de mi selección), de modo que solo os puedo contar mis primeras impresiones. Efectivamente, no es The Big Bang Theory y no se puede esperar la misma clase de humor (este se mantiene, pero pasa a ser más infantil, adecuado a la edad del protagonista). A pesar de ello cumple con una buena interpretación por parte del pequeño Ian Armitage, quien no solo logra captar la esencia del personaje, sino que además le dota de una ternura y un corazón sin parangones. Casi todos somos adorables de críos, "Shelly" no iba a ser menos. Lo más interesante de esta producción es el poder conocer un poco más a fondo al padre y al hermano de Sheldon, y cómo fue el porvenir de este chaval al que le adelantan cursos. The Gifted Creo que es una muy buena apuesta que, al contrario que las anteriores, empieza ya con un ritmo muy claro y lo va manteniendo a lo largo de los tres episodios que lleva emitidos. The Gifted está para servir a los fans de X-Men, puesto que cuela muchísimas referencias, pero también se suma a la guerra entre los poderes y la humanidad que van más allá de Marvel, al temor a lo que resulta extraño e imprevisible. Pese a respetar los cómics en buena parte, la adhesión de personajes nuevos me parece el mejor acierto: el mensaje se expande si ponemos a una familia "anónima" como protagonista de una guerra muy famosa. Los Strucker tienen de especial que se ven envueltos en esto sin tener la más remota idea de qué se cuece. La forma en que los padres protegen a sus retoños resulta entrañable, más cómo estos van descubriendo poco a poco su fuerza. Eclipse (o Marcos) es la otra gran novedad, la más interesante por su don y por su relación con Polaris, que viene a ser la "superestrella" por cuanto que es hija de Magneto (dato que aún no se ha mencionado, por cierto). De momento ese ritmo del que hablaba se adecua muy bien a la premisa: es frenético porque todo el rato se trata de escapar y esconderse mientras idean un plan para rescatar a sus seres queridos, que a su vez sufren lo suyo como prisioneros. Todo se complica cuando encima la humanidad interfiere con su racismo, o cuando los propios poderes se rebelan. Esto causa que no haya hueco apenas para el aburrimiento, pues al drama de los Strucker unimos el drama de Clarice (o Blink), una mutante que se nos introdujo en la gran pantalla y ahora, gracias a Dios, tenemos la oportunidad de conocer más a fondo. Y ya se ve desde el minuto cero que la chica ha tenido una vida de perros, y ahora para colmo todos quieren usarla por su especialidad: el teletransporte (es un traslador humano, básicamente). Creo que conforme más mutantes se vayan uniendo a la causa más guay va a ser todo. Me está intrigando tanto que ojalá no la fastidien, pues sueño en secreto con un crossover con Legion (dos buenas series del mismo universo en el mismo canal... Llamadlo destino, pero tiene que suceder, por favor. Además, cada una tiene a un hijo de un mutante poderoso). Estoy vivo Cuelo para acabar dos españolas. No tuve ocasión de hablar de esta durante el festival de Vitoria, de modo que lo hago ahora, dado que, en contra de mis creencias, ha terminado dejándome un sabor muy dulce, y es que pocas series como esta hay en nuestro país, ni qué decir de en TVE. Pero este thriller paranormal a mí me funciona, en especial cuando se añade el toque cómico. La relación entre Márquez y el Enlace es muy clásica. No repetitiva, clásica. Significa que no le faltan los referentes, pero estos son tan buenos que se agradecen (por ejemplo, si habéis visto Qué bello es vivir podéis reconocer a George Bailey y su ángel de la guarda). Además, están las relaciones detectivescas que logran buenos equipos de investigación y de aventuras. La parte dramática no es ni demasiado moñas ni demasiado transparente, es decir, está en su punto justo (un hombre que muere y resucita en el cuerpo de otro, que se pone a trabajar con su hija y trata de conquistar de nuevo a su mujer sin revelar su identidad es lo más. Y si encima tiene que enfrentarse a su asesino, que resulta ser un demonio, ya se añade la guinda). Creo que tiene todos los ingredientes aptos para atraer y enganchar (hasta se acuerda del público más joven, a través del personaje de Bea, la "niña que habla con los muertos"). Lo mejor: su popurrí de géneros y cómo se entrecruzan las tramas de cada personaje. ¿Y peor? Que corre el riesgo de que no se tome muy en serio, debido al exceso de comicidad en ciertas escenas (a mí me gusta, pero me he encontrado con que a mi padre ni le va ni le viene) o a que resulta muy... atípica en la televisión nacional y por tanto más fácil de desechar, ya que en España la ciencia ficción goza de muy poco prestigio comparado con otros países. Yo defiendo el trabajo de TVE intentando sacarla adelante con historias como esta y El ministerio del tiempo. ¿Y vosotros? Si fueras tú
Hablemos un pelín de la primera serie transmedia de España. Tengo suerte porque es tan cortita que la sigo sin esfuerzo, pero diría que el debate que surge a raíz de su método podría dar para un post en solitario (en un futuro no muy lejano, cuando ahorre tiempo). Por el momento avanza muy bien en cuanto a misterio, algo que temía que no pudiera surgir, dado que son los espectadores los que toman las decisiones. La buena noticia es que, aunque no siempre se elige como me gustaría (he visto algunos votos demasiado clichés y sin sentido), el guion se elabora para darle un poco la vuelta y crear otro camino que nos plantea más dudas. Es decir: previsible, pero hasta cierto punto. Creo que el conservar el factor sorpresa es lo que más juega a su favor, sin lugar a dudas: la gente interactúa por la web, crea teorías, empieza a preguntarse cómo diez minutos pueden dar para tanto (cosa que no es del todo cierta pero existe)... No sé medir esto de los ránkings, pero yo no diría que este experimento termine siendo fallido, aunque por ahora tampoco me parece el gran éxito del año. Veremos cómo queda el resultado y ya juzgaré a partir de ahí. Post de Naiara Salinas Antes de que nadie me diga nada, sí, ya sé que llego tarde para sacar un post sobre verano, lo tengo en mente. Pero también es verdad que entre medias se han colado tantos eventos que no he podido redactarlo y publicarlo hasta ahora, y no me quería quedar con la morriña (además, así sugiero ideas para los futuros parones). Imitando a mi compi Rose os traigo un sumario de todo lo que he visto esos tres meses que ya quedan lejos. He de decir que aunque han caído estrenos completos, sobre todo me he dedicado a cosechar ficciones limitadas, es decir, en formato miniserie. Viejas, nuevas... Estoy bien servida. Voy a obviar y dejar en un cajón las series que me gustan (Juego de Tronos y Teen Wolf) y voy a lanzarme a la piscina con nuevas entregas. Miniseries Birdsong Este verano he vivido mucho en la BBC, lo admito. Supongo que la vena me dio por vaciar un poco la lista de "pendientes" y porque echaba de menos ver material de ciertos actores, ejem. Birdsong es una miniserie dividida en dos partes, basada en la novela de Sebastian Faulks, que cuenta el romance del inglés Stephen Wraysford (Eddie Redmayne) con la francesa Isabelle (Clémence Poésy), casada con René Azaire, un empresario de la industria textil que acoge a Stephen en su casa para enseñarle el oficio. Durante la estancia el joven se enamora de Isabelle y ambos tienen una aventura. La narración intercala esta historia pasada con el presente, situado en el frente de Amiens durante la Primera Guerra Mundial. Durante esas dos partes atendemos la experiencia de Stephen en la guerra y descubrimos qué pasó con Isabelle. La trama está bien y cuenta con personajes interesantes entre los secundarios, como Firebrace, uno de los hombres de Stephen que esconde su propio drama y acaba siendo muy heroico a su manera. Es una historia sencilla y bonita que, para mí al menos, funcionó (Eddie sabe cómo cautivarte, es todo un romántico). La historia de amor sirve para dar cuerda a un tipo que se está jugando la vida en el frente y que en principio cree que no tiene nada por lo que luchar, cosa que no es verdad. Hay mucho misterio en la primera parte alimentado por el contraste entre pasado y presente, es decir, intriga el cómo los personajes han llegado a ese punto y es lo que te mantiene pegado a la pantalla. Es una de las curiosas mezclas mágicas que vais a ver por aquí (ya sabéis que él es actualmente Newt Scamander... y ella fue Fleur Delacour en Harry Potter). Por si fuera poco, también aparece Robb Stark (o Richard Madden). Guerra y paz (2016) Esta adaptación de la famosa novela de Tólstoi sí que la tenía pendiente desde hacía tiempo, no porque leyera el libro sino porque tenía buena pinta, y me gustó bastante. Me intrigaba porque hasta que la vi creí que sería a lo El arte de la guerra, pero nada que ver. Si conocéis Anna Karenina pues más o menos sabéis qué podéis esperaros: mucho drama romántico en una Rusia que atraviesa conflictos políticos. En este caso, a lo largo de seis capítulos, vemos cómo ese drama se concentra entorno a las guerras napoleónicas y cómo la acción transcurre entre Moscú y San Petersburgo. El que hayan sido capaces de reducir el tochaco escrito a seis episodios interesantes y con buena dosis de todo tiene mucho mérito (a mí esa lectura siempre me ha causado pereza porque no soy muy fan de Tólstoi y la versión cinematográfica de Anna Karenina, la protagonizada por Keira Knightley, me aburrió tanto que me prometí que no leería nada semejante nunca). Guerra y paz convence por la complejidad de sus personajes y el cómo la Rusia hostil les obliga a enderezarse y madurar deprisa. Aun tratándose de un número amplio de gente se puede distinguir perfectamente a los protagonistas y, para que no resulte excesivamente cansino, las apariciones se limitan a las que contribuyen a los arcos argumentales principales (todo el relleno de la historia se elimina, para que me entendáis mejor). Así en resumen la historia se centra en cuatro familias aristócratas: los Rostov, los Bolkonsky, los Bezukhov y los Kuragin. Pierre Bezukhov es el bastardo de un conde que está en las últimas y acude a Moscú a despedirse de él. Siendo el hijo favorito (aunque ilegítimo), el conde le lega toda su herencia, pero como es bastardo debe pelear para conservarla (a lo Juego de Tronos). Helena Kuragin, sedienta de poder, acabará casándose con él para disfrutar de su herencia, aunque mantenga una relación algo incestuosa con su hermano Anatole (de nuevo, a lo Juego de Tronos). Además, Pierre se acaba enamorando de su amiga de la infancia Natasha Rostova, quien a su vez empieza una relación con Andrei Bolkonsky, un príncipe viudo, poco antes de que él se marche a luchar en la guerra. Como veis esto tiene tela para rato y se disfruta por todas las intrigas y jaleos que arman los personajes. Mezclar amor, política e historia puede dejarnos grandes momentos, y cuenta con cameos de figuras que de verdad existieron. Por todo este popurrí, creo que merece la pena que le hagáis un hueco en vuestra agenda un día de estos. Y, como digo, los capítulos están bien estructurados como para que no pierda fuelle (ventajas de este formato reducido). Además, cuenta con caras famosas (Lily James, Callum Turner, Paul Dano, etc.). Me gustó más que Birdsong (ala, ya lo he dicho. Sorry, Eddie). Glue Realmente no estuvo pensada como miniserie, pero solo gozó de una temporada y acabó bastante cerrada dentro de lo que cabe, de modo que la incluyo en este grupo. Si os gustan las series tipo Riverdale, Skins o Pequeñas mentirosas puede que os llame la atención, dado que esta ficción inglesa también cuenta con un grupo de jóvenes que hacen frente al asesinato de un conocido. En este caso la víctima es Caleb Bray, un chico de catorce años que tras salir una noche con sus amigos aparece al día siguiente semidesnudo y muerto, y se arma la marimorena porque además el chaval es un gitano con un hermano mayor, Eli, que trabaja en el hipódromo y que hará lo que sea por hacerle justicia. Ruth, una mujer criada entre gitanos que cambió su vida y se convirtió en poli, es la encargada de investigar el caso, y tanto ella como los demás descubrirán que el grupo guarda muchos más secretos de los que parece. Cuernos, identidades falsas, crímenes, relaciones prohibidas...; todo esos elementos se sirven en ocho capítulos cuyo estilo de narración va muy en la línea de Skins (de hecho se consideró en su día la sucesora). A veces resulta muy lenta, pero lo bueno es la química entre los personajes, cada uno con su propio misterio y drama. Y el final te deja a cuadros porque no lo ves venir. A pesar de que el misterio se cierra esa temporada (como en Riverdale), pienso que podría haber continuado mostrando el porvenir de Eli, Tina, Rob, James y todos los demás involucrados, pero entiendo que no renovara porque, aunque la idea es buena, la manera de desarrollarla es algo... sosa. Podría haberse añadido más chispa, algo de más acción...; hay tramas y misterios secundarios que acaban sin resolución o se resuelven de una forma demasiado repentina... No es tan liante como Riverdale y Pequeñas mentirosas (es muy light en comparación), pero tiene su puntito. Leaving Otra de la BBC, ¡nuevo récord, señores! De esta me atrajo el morbo, así de claro, ya que el argumento se centra en la aventura entre un joven y una mujer casada después de que el primero empiece a trabajar en el mismo hotel que ella tras haber sufrido allí la boda de su hermano con su antiguo amor. Es muy cortita (solo tres capítulos) y buena opción para pasar una tarde. Lo mejor es cómo el choque entre ambos caracteres se transforma en atracción pura y dura. Aquí el dilema está bien servido, dado que él tiene muy claro su amor por ella y hasta dónde estaría dispuesto a llegar, pero ella lo ve todo como una locura y no deja de pensar en su familia (obvio). Él es un cínico y un inmaduro que pasa de lo que le dicen, mientras que ella es el orden, la compostura y la ilusión personificadas. Ambos acabarán teniendo mucho impacto en el otro, hasta el punto de que él querrá asentar la cabeza para ser más digno de su amante y ella se arriesgará para volver a sentir el amor que sintió de joven. Esta bien desarrollada y es fácil engancharse (además, acaba tan rápido que parece la típica película que echan en la sobremesa los fines de semana). Igual os hartáis un poco de la montaña rusa que es esa relación (cosa que también juega a su favor), pero acaba como tiene que acabar, de eso no cabe duda. Antes de que digáis "Tu cara me suena", sí, es verdad: ella hizo de Narcissa Malfoy en Harry Potter y él es el nuevo fichaje de Animales fantásticos, Theseus Scamander (que además aparece en las dos miniseries mencionadas antes, qué casualidad). Como es difícil de encontrar, os dejo el link aquí por si os interesa. Series de estreno Iron Fist La vi casi a la par que Glue. Como en el momento de estrenarse yo andaba muy ocupada, decidí posponerla. No me convenció tanto como Jessica Jones y Daredevil, pero me pareció mucho mejor que Luke Cage y digna de entrar en el top de Marvel y Netflix. El primer capítulo me gustó mucho y a partir de ahí, hasta más o menos la mitad, se me hizo lenta porque la acción parecía no querer avanzar y los personajes estaban siendo muy tontos para mi gusto (yo no aguanto con protagonistas así, lo siento). Aparte, como bien notó el público, era muy Arrow, una serie a la que también me costó engancharme en su día. Pero toda la parte mística, la leyenda del dragón, la aparición de la Mano y por ende la conexión con las otras series me aliviaron la experiencia y causaron que no me rindiera tan pronto. Resultado: un aprobado digno (un seis y medio). Como digo, porque dentro de lo que cabe es un superhéroe interesante que añade el toque mágico y legendario que le falta a la otras propuestas. Personajes como Colleen Wing también llaman la atención (su relación con Danny es bonita), y la evolución de Ward, un tío que me llevaba cayendo mal hasta los últimos capítulos, es cuanto menos sorprendente. Teniendo en cuenta cómo se ha desarrollado The Defenders, opino que la serie es obligatoria en este multiverso, aunque, al contrario que Luke, creo que Danny Rand puede sobrevivir sin equipo... siempre y cuando tenga compañeros de acción buenos y tramas algo más diferentes de lo que se ha visto hasta ahora, ya que puede dar mucho juego. Midnight Texas Y aquí vamos con un meollo de los gordos, porque esta serie empezó prometiendo mucho y se quedó... a medias. Más que a medias, incluso. Con Midnight hay una cuestión importante y es que, a pesar de contar solo con una temporada (de momento), no he podido acabarla, me he quedado a tan solo tres capítulos. Sé que algún día me los ventilaré por el gusto de no dejar nada pendiente, pero por el momento me da pereza y hay mejores ficciones que disfrutar. La premisa de un pueblo gobernado enteramente por criaturas y/o seres de leyenda de terror donde los humanos son más bien los intrusos y donde acontecen misterios y hay que luchar contra fuerzas malignas es fantástica (en sentido literal y figurado), aunque en esta serie muy mal explotada. Con una estructura bastante repetitiva, Midnight va perdiendo fuelle tras un principio tranquilo pero prometedor, hasta que parece que se agota y se hunde. Dicen que al final logra remontar, pero eso yo no os lo puedo asegurar, como comprenderéis. Lo que sí sé es que, tratándose de una creación de la autora de True Blood, hay aspectos que pueden esperarse (el sexo, el morbo, los líos familiares y personajes con doble cara), pero dudo que esta historia goce de la misma repercusión, es más, puede que el intentar parecerse a ella haya terminado desbaratándola, sobre todo porque logra el efecto contrario. Tal vez sea mejor dejar el pasado en su sitio. No obstante, la mayor queja no va sobre esto, sino sobre los personajes, seres demasiado prototípicos y poco originales, muchos de los cuales pierden carisma a medida que avanza la trama. Si tuviera que destacar alguna excepción, esa sería la pareja formada por Olivia y Lem, los más misteriosos, interesantes y badass. Creek, una de los pocos mortales, acaba resultando muy cansina y aburrida. Manfred (el prota) es el inocente del grupo en más de un sentido, y le cuesta mucho espabilar. El desarrollo no está conseguido y el enganche decae. Tiene puntazos (como el gato parlante a lo Salem, lo del reverendo medio tigre y el ángel gay), pero aun así pesa. No diré más sobre esta serie, salvo que no me extrañaría que se cancelase. Series viejas sin acabar The Vampire Diaries Esta la incluyo porque prometí que la retomaría. El problema es que no logro recuperar la adicción que sentí en las primeras temporadas de la serie, con lo cual... mi proyecto ha fracasado y he vuelto a dejarla, esta vez en la cuarta temporada. No sé qué me pasa, porque tenía ganas de sumarme a tramas como la de Hayley y quería ver la famosa Boda Roja vampírica, pero, tal vez por la pereza que da el calor más la larga lista de episodios restantes, no he conseguido más que reverme la tercera temporada (que ya no recordaba) y empezar la cuarta. Espero que algún día sea capaz de acabarla, pero ese día no llegará este año, de modo que aquí cierro este párrafo. Si conocíais alguna de estas series y también las habéis visto, me gustaría que me dijerais qué os han parecido. Y también si merece la pena acabar The Vampire Diaries y Midnight.
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Enero 2023
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