Llega un momento en que hasta nuestra parrilla de series se va de vacaciones. Por supuesto que tenemos sustitutos para el verano, faltaría más, pero junio marca un antes y un después en muchos corazones, pues algunas despedidas son para siempre, inevitablemente. He esperado con el afán de acumular cuantas mayores temporadas completas para este momento y ahora, las reseñaré resumiendo con lo que más y lo que menos me ha gustado de cada una. SPOILERS A PARTIR DE AQUÍ.

Westworld (empezamos por la última, como quien dice)

Lo mejor: sin duda, toda la segunda temporada ha sido PRECIOSA, de cinco estrellas y por lo menos nueve Emmys. Tanto por el cariz que toma la trama y la evolución de los personajes como por la estética, se podría decir que para mí esta serie se ha convertido de culto. Quiero destacar los increíbles papelones de Thandie Newton y Evan Rachel Wood, quienes para mí han sido las líderes indiscutibles, lo cual sitúa en muy buena posición al género femenino con una balanza muy equilibrada de personalidades, jugando con los matices grises de cada una (¿el fin justifica los medios? ¿Qué nos hace humanos? ¿Dónde reside el alma en verdad? Estas son algunas de las preguntas que se plantean en esta entrega). Westworld ya no es esa ficción que nos conquistó por su misterio y su premisa de anfitriones de un parque lúdico que de pronto adquieren conciencia de su ser e inician la rebelión. Es interesante cómo cada vez bucea más en la propia idea del parque, es decir, en por qué tanto interés en esos androides y en qué puede suponer eso para el futuro de la humanidad. Casi podría decirse que toda la ficción es una metáfora del laberinto mental que recorren nuestros héroes y heroínas para encajar todas las piezas, porque de hecho así es como funciona el guion, y me parece increíble que todavía sea capaz de sorprendernos con giros inesperadísimos que no veía desde Perdidos o Juego de Tronos.
Quiero destacar el 2x08 (episodio dedicado a los indígenas y a la historia de Akecheta, el personaje nuevo más hermoso para mí) como favorito. La introducción de los parques de la India y Japón han estado muy interesantes, en especial para ver el alcance de las habilidades de Maeve y en cómo se plagian las narrativas. Es impresionante cómo actúa cada personaje en función de en qué situación se encuentre y con quién esté, lo cual denota todas las capas que tenemos bajo nuestra superficie. 

Lo peor: me encantaría decir que nada, de verdad, me encantaría comentar que ha sido una temporada perfecta y que no le encuentro fallos, pero lo cierto es que había un misterio que me tenía intrigadísima y el cómo se ha resuelto me ha dejado un poco plof. Hablo ni más ni menos que de Logan, oh, sí, personaje al que se le cogió mucho odio en la primera temporada pero por el que no puedes evitar sentir cierta lástima en esta (aparte, está mi amor por Ben Barnes, divino ángel caído de Inglaterra). Siempre esperé su regreso como una venganza contra William por lo que pasó en el parque. Hasta el 2x10 estuve esperando que apareciera en la base oculta donde se encuentra el núcleo del sistema y que lo estuviera usando para traicionar a William con unos pocos aliados de Delos. Esperaba hasta que estuviera compinchado con la hija, Emily, para hacérselo pagar por destruir a la familia. Bueno, la verdad es que esto no lo esperé de fijo hasta el 2x08, porque mi primera opción, y no os riáis (please) porque me la tomé muy en serio hasta casi el final, es que se había unido a los indios y vivía en el parque como un anfitrión más, "encubierto". El momento en que Akecheta lo encuentra me hizo tener esperanzas de que esto fuese así (explicaría cómo sobrevivió), pero no pudo ser. Así que cuando salió del parque esperé que pudiéramos ver su versión envejecida, pero resulta que murió joven. Life is not fair, siempre quise un reencuentro con William de los dramáticos. Creía sinceramente que Logan tenía un papel importante que jugar. No me vale que sea el reflejo del sistema, lo siento, yo quiero al auténtico. 

Legion (pasemos a los superhéroes)

Lo mejor: su gran nivel técnico y el choque entre héroe y villano. Aunque el juego ya lo conocemos y sigue habiendo confusión en ocasiones, esta temporada no ha sido tan quebradero de cabeza como lo fue la primera, si bien sigue exteriorizando a la perfección las experiencias mentales ya no solo de David, sino también de Oliver y Farouk. Por supuesto que el excentricismo debía mantenerse para hacer de esta ficción la más original de Marvel (incluso he llegado a aceptar a los robots transexuales..., si es que ese es el término para definirlos. Vaya, que llegó un punto en que ya me parecía hasta normal que se pasearan por ahí). Los efectos especiales llegan a su culmen en la batalla final, esa season finale que pasará a la historia como de las mejores del año, y es que qué comienzo, oh my god, QUÉ COMIENZO. Aparte de mi amor por las escenas musicales de esta serie, ha sido una idea introducida con mucha genialidad, ya lo creo. Y Amahl Farouk es lo que esperaba de un villano: tiene clase, tiene astucia, no tiene escrúpulos y si le sale la vena sádica la desata en su totalidad..., pero a su vez demuestra que puede ser comedido y negociar, que sabe aprovechar muy bien las cualidades y debilidades de su oponente y que, llegado el momento, acaba no siendo el malo malísimo que todos esperaban. Esa parte en especial ha sido lo mejor desarrollado del argumento, cómo el héroe acaba siendo el villano y viceversa de a pocos. Te niegas a creerlo y acaba siendo verdad. Estoy deseando ver cómo el equipo se llevará ahora con este hombre, casi dios, que llevan intentando detener desde la primera temporada. 

​Lo peor: ciertas partes se me han hecho algo largas. Está muy bien recrearse en los efectos mentales, los diálogos y la filosofía, pero llega un momento en que esto tiene que avanzar. Ha habido episodios entre medias que he pasado sin pena ni gloria, es decir, no me transmitían la misma emoción que los demás. A veces no eran tanto los episodios, sino más bien escenas sueltas. El capítulo de Syd, por ejemplo, me gustó en general, pero se me acabó haciendo un poco eterno con esa repetición a lo Atrapado en el tiempo. Fue interesante sobre todo gracias a los flashbacks de Syd, pero me hubiera gustado ver más aparte de eso. ¿Con tan pocos episodios hace falta dedicarle uno a un personaje solo? Aunque sea nuestra Syd, la mutante que todo lo vale. Luego, al igual que en Westworld, siento que el personaje de la hermana, Amy, no se ha valorado lo suficiente. Hasta que apareció me preguntaba por su paradero. No sabemos cómo ha llegado hasta esa parte del desierto y me cuesta creer que no estuviera preocupada por la desaparición de David al principio, que nadie la hubiese tenido informada o que nadie hubiese contado con ella más tarde. Sí, lo sé, es humana, pero... ¿regresar solo para morir o acabar sepultada por otra conciencia? Hummmm.

Agents of S.H.I.E.L.D

Lo mejor: ha remontado con respecto a la cuarta temporada. La exploración del interespacio en el futuro, la involucración de los kree y nuevas especies, el vestuario y el papel que juega cada uno en esta aventura... Bravo por el súper cambio de Fitz y su arco con Simmons (no solo fue héroe en la primera parte, sino que en la segunda lidió con el plot twist que supuso Deke). Toda la trama del espacio en mi opinión ha estado mejor que la de la vuelta a la Tierra, pero me gusta la sensación que me ha dejado de querer englobar lo mejor de la serie rindiendo un particular homenaje a cada uno. Es obvio que se olían la despedida, pero no ha estado mal, sobre todo ahora que pueden planificar una más en condiciones (aunque como final este era ideal). 

Lo peor: que Coulson ya no esté. Aquí me ha pasado algo parecido que en Legion, ha habido capítulos o partes que no me han transmitido nada, o se me han hecho muy largos, hasta el punto de haberse perdido en algún recoveco de mi memoria. Tal vez por eso preguntas como de dónde sale en realidad Robin, la niña, todavía estén presentes, o qué ha pasado con Deke (en un momento dado desaparece y adiós muy buenas). Bravo por la emoción y todo eso, pero, porfa, estoy un poco perdida. ¿Creéis que debo refrescar la temporada? 

The Flash (seguimos con los superhéroes, pero los del otro bando)

Lo mejor: ha sido una temporada, para mi gusto, con muchos altibajos, pero si tengo que destacar algo me quedo con Ralph Dibny y Killer Frost. Caitlin es un personaje que me lleva encantando desde los inicios de la serie y me ha gustado la esencia de Gollum que ha ido alcanzando tras el flashpoint, hasta el punto de aceptar su otra mitad como una parte de ella sin la que no podría vivir. Esta chica es oro haga lo que haga, sea la temporada que fuere.
En cuanto a Ralph, lo que más me ha gustado es que no se lo cargaran al final. Vale, jeje, me explico: ¿por qué esa maldita manía en las series DC de ir contratando nuevos actores o sumando personajes chulos para UNA SOLA TEMPORADA, y después finiquito o a Legends of Tomorrow? Así conseguirán que me acabe gustando más la ficción por la que no apostaba ni un duro. Y no, no perdono todavía lo de Julian y sí, todavía sigo esperando que lo recuperen. 

Lo peor: creo que lo de arriba vale como sneak peek. Pero además tenemos el desarrollo previsible de la temporada y un villano genialísimo, de los que pienso que dan muchísimo juego, poco aprovechado, que se convierte en otro cliché, no tiene gracia, es irritante y lo único guay que tiene es que es bastante puteador y difícil de vencer. The Thinker es la clase de villano que a nada que lo hubiesen desarrollado una poquita más, como el Farouk de Legion, habría molado, pero no tiene ni la personalidad arrolladora de Thawne, ni el encanto de Zoom, ni la melancolía ni la capacidad de provocar pánico de Savitar. Solo tiene poderes guays que por lo menos sabe usar. Y aun así se le acaba venciendo de una forma muy Disney.
Pero perdono la temporada por los chistes de Cisco (aunque ha estado más cansino, la verdad) y por ese capítulo que cuenta con la aparición estelar de Jessie donde todo va a cámara súper lenta para evitar que explote una bomba nuclear (no recuerdo el número, lo siento). También considero que la primera mitad estuvo mejor que la segunda. En este caso la midseason finale le da mil vueltas a la season finale. La aparición de Nora me parece un poco sacada de la manga, la verdad, ha ido apareciendo y desapareciendo a su antojo y tengo ganas de que lo expliquen. 

Supergirl

Lo mejor: emocionalmente nos ha tenido los nervios a flor de piel. Creo que es de las series del Arrowverse que mejor camino está tomando, y esta temporada ha sido muy buena sobre todo por la villana y su relación con Supergirl. Me ha gustado cómo Lena se metía en medio también y empezaba a mostrar el lado oscuro Luthor. Veo que van por el mismo camino que Clark y Lex en Smallville, cuando el calvo iba de buenas pero experimentando con la kryptonita y demás por las espaldas. Luego la relación entre Alex y Kara y Alex y Ruby ha sido de lo más precioso. El episodio en que las hermanas regresan a casa de escapada tras la ruptura de Alex con su prometida demostró mucha humanidad y una hermandad de la que me declaro completa fan. Alex es ya de mis favoritas de la serie.
Nota: la escena del karaoke en otro episodio también fue muy TOP.

Lo peor: sintiéndolo mucho, voy a tener que quejarme de la participación de la Legión, pero por una cuestión muy simple: Brainy me pareció majo, pero en ocasiones demasiado enfocado al típico personaje cómico que es inteligente pero corto de miras, e Imra me resultó irritante desde su primera escena. Su voz, su presencia... No dejé de tener la sensación de que solo estaba ahí para ser el origen del triángulo amoroso entre ella, Kara y Mon-El. Y hasta llegué a pensar que iba a traicionar a la Legión (no me hubiera disgustado, la verdad, porque eso daba a entender con sus secretos iniciales). Y luego lo del padre J'onn pues tampoco lo acabé de ver. Muy bien por la parte sentimental y todo eso, pero para mí no aportó mucho al arco principal, más que su ayuda al final. 

Shadowhunters (cambiemos de aires)

Lo mejor: en general el nivel ha crecido. Y no siendo lectora de la saga puedo sentirme libre de aplaudir la evolución independientemente de si esta es fiel o no. Yo lo único que quería era más magia, más seres sobrenaturales, más desarrollo de personajes como Maia... y lo he tenido todo. Malec fluye, Clary ya no me parece la cría irritante de la primera temporada, Simon se va convirtiendo en cada vez mejor personaje... Sé que todavía no ha acabado la temporada y sé que la serie tendrá que despedirse muy pronto, lo cual es una pena porque siento que hay mucho que contar aún, pero el desarrollo psicológico y la complejidad que va cobrando el mundo me convencen y me enganchan, y todo lo que quiero es seguir descubriendo más. La historia de Raphael, por ejemplo, me parece muy tierna y triste, así como la de Maia. ¡Pero cómo mola que haya una especie de clan supremo de hombres lobo! Esto me inspira. 

Lo peor: que se acabe tan pronto. Hasta ahora el ritmo ha sido bueno, pero con esa noticia tengo la impresión de que el final va a ser tan acelerado como el de la séptima temporada de Juego de Tronos. No sé si me acaba de gustar. Y hablando de cosas que no me gustan..., la compañera de Luke: puerta, por favor. Lo único que hace es estorbar. 

Vikings 

Lo mejor: no pierde calidad estética, es verdad, y la lucha de egos y astucias, sumado al componente mitológico y antiguo me pierden. La de esta temporada prometía ser una gran batalla; tener la oportunidad de ver en qué se va convirtiendo el hijo de Athelstan es estupendo (y hablando de Athelstan, ¡genial ese cameo!) y Lagertha siempre será genial, pero...

Lo peor: con tanta batallita ya empieza a ser repetitiva y se nota muchísimo el antes y el después de Ragnar, quien era el espíritu de la serie. Su legado está teniendo un desarrollo interesante, la participación de Jonathan Rhys Meyers ha sido satisfactoria y los vaivenes de Björn por Europa y Asia recuperan parte de la esencia exploradora de esta gente. Pero ciertas decisiones de Lagertha han perdido sentido, se la ha visto como debilitada por el guion para equipararla a Yvar cuando ella no solo tiene más edad, sino más experiencia y ha sobrevivido a peores males. La aventura de Floki en busca del Paraíso cojeó para mi gusto. Ese es otro gran personaje que desde que ha perdido a su mujer, su hijo y a Ragnar va sufriendo altibajos. Así pues, un hurra por los nuevos personajes, pero un dedo abajo por los viejos. Yvar sensacional, por mucho que me pese, y ¡ya está bien de cargarse parejitas, leñe!

Llego para hablar de otra serie que tenía pendiente, cuya primera temporada me vi partida en dos tandas, marcándome otro maratón. 
Si todavía no habéis visto El alienista, merece dársele una oportunidad si disfrutasteis con las novelas, las películas y las series de Sherlock Holmes, si os dejasteis absorber por la oscuridad truculenta de Penny Dreadful y, en definitiva, si buscáis una historia narrada con gran calidad, tanto interpretativa como ambientadora. 

Jack el destripador is back

No literalmente, claro, pero creo que mencionando ese nombre resumo muy bien los parámetros de la serie, que no es otro que una investigación a cargo de un alienista (como se conocía a los psicólogos o psiquiatras en el pasado), Lazlo Kreizler (Daniel Brühl); un ilustrador del New York Times, John Moore (Luke Evans); la secretaria de la comisaría, Sara Howard (Dakota Fanning) y los médicos forenses Marcus y Lucius Isaacson (Douglas Smith y Matthew Shear), después de que el cuerpo de un niño prostituto sea hallado completamente desfigurado. La ola de muertes se sucede y Lazlo se empeña en encontrar al asesino aportando su ingenio y conocimiento de la mente humana.  

Un viaje en el tiempo

Lo primero que voy a destacar de esta serie es la ambientación, a mi parecer muy, muy lograda. Sientes realmente que estás en la América del siglo XIX. El vestuario es impresionante, la forma de las calles, los diferentes estratos sociales... Te muestra esa penuria y pobreza normalizada de la que el ser humano escapa como bien puede, aunque sea malamente. Y a su vez, tenemos lo más pudiente de la sociedad, la elegancia y la clase de la ópera, el orden de la comisaría... Por su premisa principal, la serie está enfocada a la realidad cruda y un tanto siniestra, por lo que cobra mucha importancia la noche, los juegos de luces y sombras, el ambiente de opio y prostíbulo. Es una serie visceral, pero siempre tratando desde el respeto. No olvidemos que estamos ante una trama de asesinatos en serie. 

La guinda del misterio

En ese mundo que os acabo de introducir, nadie es un ángel al cien por cien, todos tienen secretos que ocultar y toda senda es un acertijo plagado de intersecciones. Lo bueno de una serie breve (diez capítulos solo) es que el ritmo acompaña y termina dotando de equilibrio a una trama que acostumbra a cerrar cada tramo del viaje con un plot twist, cada vez más agudo conforme se llega al final. Mentiría si dijera que todos los episodios o todas las escenas se disfrutan, sin embargo, pues, si bien fluye y si bien saca a relucir la otra cara de cada personaje, en ocasiones la investigación llena todo el arco y da cierta pena, pues aunque es interesante y es lo llamativo de la serie también nos quita tiempo para ahondar en ciertas historias secundarias e incluso terciarias centradas en personajes que terminan llamando la atención, porque...

Personajes con luz y sombras

Una historia, por buen argumento que tenga, no es nada sin sus personajes, y esta serie aporta perfiles que no solo dan mucho juego, sino que, en el caso del trío protagonista, se desarrolla estupenda y convenientemente. La elección del reparto es un colofón, pues personalidades como Fanning, Evans y Brühl, tan reconocidas, son capaces de brillar con los matices que añaden. Ya que la serie se titula El alienista, hablemos más a fondo de este hombre cuyo arco augura el mayor misterio de todos, un pasado oscuro que se va revelando poco a poco y que esperas, deseas, que en el fondo esté conectado con el asesino (si es así puede que os llevéis un chasco, porque no es el caso). Brühl se maneja entre el orgullo de alguien que se sabe más inteligente que la mayoría y la seriedad y temor de un sufridor. Un tipo que al principio es fuerte y muy sherlockniano va mostrando cada vez más debilidad y más sensibilidad hasta llegar a la altura de un hombre corriente. El titán que desciende a la Tierra, vamos. 
El personaje de Sara, por su parte, aporta el feminismo en una mujer descontenta y revolucionaria, que no se queda en su papel de señorita, sino que aprovecha todo lo aprendido en la comisaría para defenderse y atacar. Inteligencia e independencia es lo que logra transmitir, y no la veremos arrodillarse ante ningún hombre, ni siquiera ante Moore, el más normal, el que está en medio por su talento y su vínculo con Kreizler. Moore es la cara más inocente, dentro de lo que cabe, junto con los médicos (quienes además son los rostros jóvenes, un reflejo de la curiosidad y el morbo de estas edades), pero su humanidad llega a ser necesaria frente a una inteligencia fría que amenaza con salirse del límite, y es bonito ver cómo su carácter rebaja el orgullo de Lazlo, de manera que de una relación profesional establecen lo más parecido a una amistad. 
Otro personaje al que no debéis perder de vista es al comisario, si bien podéis coger cariño a los secundarios que se alojan con Lazlo

En resumen: creo que encontrarás un producto satisfactorio en muchos sentidos. Si te aburres con la trama, siempre puedes admirar a los actores, que lo hacen genial. O el mundo que los realizadores han construido. Pero ya digo que todo se va volviendo interesante, pues, como pasa con Sherlock, participas en el enigma intentando encajar todas las piezas. 

Ya han pasado cuatro semanas desde que se estrenó una de las series de superhéroes del verano. Cuatro semanas y cuatro episodios de los que por fin vengo a daros una visión general. Si queréis saber más, seguid leyendo. 

Con Capa y Puñal (Cloak and Dagger para los amantes de las VOSE) la cadena Freeform se suma al compendio de productoras que acabarán haciendo de esta una gran familia marvelita, aterrizando con una propuesta única que demuestra que puede haber alternativas al UCM de la gran pantalla que nos ha enganchado. Y es que si algo bueno tiene la tele es el juego que ofrece con diversos tonos sobre un mismo (sub)género, algo supeditado por la visión y el estilo de cada plataforma (por ahora: la comedia y la acción de ABC, la oscuridad y el misterio de Netflix, el misticismo de Fox y la familiaridad de Hulu).
Así, ¿cuál es el ingrediente principal de Freeform? La normalidad. De alguna forma, suma un escalón más en la evolución de la narrativa superheroica, que conforme más se va explayando más intenta alcanzar a todo tipo de público. Empezaron con los fanáticos de los cómics, pero hoy en día el género está tan normalizado o es tan corriente en la programación que cuesta centrarse en un solo colectivo. Por eso, la primera impresión que uno tiene cuando ve el piloto de esta serie es que podría ser cualquier historia, no necesariamente de superhéroes ni específicamente de Marvel. Porque Capa y Puñal va más allá del combate y la epicidad con la que siempre se nos han presentado a estos personajes; es una historia de orígenes y autodescubrimiento, algo también muy habitual de cara a introducir los héroes a aquellos que no están familiarizados, sí, pero poniendo los pies en la tierra y profundizando en un tema que persigue a la tradición desde tiempos remotos, que siempre está presente en la vida de todo adolescente y que sin duda seguirá originando más relatos a su alrededor: la luz y la oscuridad. 

En estos cuatro primeros capítulos he podido ver cómo dos jóvenes luchaban contra sus propios demonios internos e intentaban comprender lo que resultaba nuevo para ellos, algo que sucede en cualquier historia juvenil y adulta.
El trabajo que hay delante y detrás de las cámaras es impresionante, empezando por un guion que se vincula armónicamente con el montaje para mostrar en paralelo las vidas de estos dos protagonistas, que pegan un giro de ciento cincuenta grados en solo una secuencia. Lo que más me llamó la atención fue precisamente eso, cómo se logra mantener el paralelismo con formas de vida que se contradicen. Cómo la chica de bien que solo tenía que preocuparse por aprobar ballet se convierte en una ladrona sin hogar y cómo el chico que vivía en los barrios bajos prospera y se educa con uniforme para tener el futuro que su hermano mayor no tendrá. ¿Cómo pueden acabar formando equipo estas dos personas? Cada encuentro que tienen (los cuales por ahora podemos contar con los dedos) es único. Este choque es precisamente de lo que va la serie, de cómo la luz y la oscuridad se solapan y acaban dando equilibrio al mundo. Cómo alguien que siempre lo ha tenido todo fácil en la vida, en la desesperación puede acabar abrazando la oscuridad y cómo también el que más ha sufrido puede encontrar la luz. Tandy y Tyrone se darán cuenta de esta forma de que no solo comparten una inicial y un encuentro fatídico cuando eran críos. Es en el tercer episodio cuando se llega a ese descubrimiento y los jóvenes por fin harán algo más que seguir con sus vidas tras aquel trauma. 

Por tanto, el título que le he dado a este post queda como una broma a secas, pues lo que pensé al ver los dos primeros episodios, no sin ironía, fue, cómo al tocarse estos dos en esa escena que a día de hoy sigue pareciéndome la mejor de toda la serie (ver gif de arriba), sus vidas asumirían las características del otro (prueba de ello es cómo Tandy se queda con la sudadera de Tyrone, el reflejo de cómo ella se decanta por seguir a la sombra que en su día la salvó, mientras que él es más impoluto, más "puro", como la luz que le salvó). ¿No es recuerda eso a la película de Lindsay Lohan con Chris Pine, en la que, cada vez que ambos se besaban, su suerte o desgracia pasaba al otro? Para mí es lo mismo explicado de forma diferente. 

El progreso que sigue por ahora la ficción me llama la atención, porque el significado de los poderes no es el mismo que en otras series de superhéroes, no se trata de ponerse una máscara y salir a pelear contra los malos porque un "gran poder conlleve una gran responsabilidad", sino que Tandy y Tyrone tratan de comprender aún de qué va todo eso, por qué les ha tocado a ellos y qué deberían hacer. No tienen dominio e incluso se asustan. Para ellos su don no es más que otro problema sumado a los muchos que tienen o creen tener, pues no dejan de ser adolescentes en crecimiento que van madurando poco a poco. Aparte, los personajes adultos también tienen su telita, empezando por los padres, que en lugar de facilitar el "viaje espiritual" de sus retoños les añaden más presión que supone una bomba de relojería para sus poderes. Luego está la detective que conocemos en el segundo capítulo, cuya introducción no podría ser más extraña, porque no habla en todo el episodio y llegas hasta a creer que es muda, pero luego resulta muy avispada. Con ello me refiero a que no parece la clase de policía que de por hecho las cosas, sino que analiza de verdad. Sin duda intrigante. 

Mi conclusión es que considero a Capa y Puñal como la propuesta idónea para aquellos que no están muy metidos en el género de superhéroes y que de hecho lo miran con recelo. Tiene un montaje maravilloso que cuadra a la perfección con lo que narra la escena y más símbolos que referencias directas al UCM, por lo que nadie se pierde. Se apoya mucho también en la fuerza emotiva, bien a través de las reacciones de los personajes o de la música (confieso que lloré con los dos primeros episodios. Ala, ya lo he dicho). A mí ya me ha encandilado. 

Una cae, otra se salva por los pelos y la otra se salva. Hoy toca hablar de ‘finale seasons’ y, concretamente, las de 3 nuevas series de esta temporada: Deception (RIP), For the people (Uff) y The Resident (¡Salvada!).
​
Deception
El título no es un juego de palabras con esta serie, pero también me sirve. Y es que la nueva serie policíaca de ABC contaba con un mago (o dos) entre sus filas. Empezó interesante, pero no demasiado diferente a otras series del estilo (Castle, Ladrón de guante blanco o Perception) lo que hizo que me costara seguirla. Al final se encajó en mi parrilla particular como una serie para entretener, pero que no me enganchaba.

Érase que se era un reino muy lejano en el norte de España, donde dos seriéfilas lloraban por separado como dos mocosas que estuvieran viendo una peli Disney por vez primera. Mas las mocosas no eran niñas realmente, ni tampoco princesas sensibleras. Eran fans, mucho, del SwanQueen, de los Charming, de Alice y Robin, de las Wicked-Evil-Witches y má.
Ya han pasado dos semanas desde el final de una de las series más emblemáticas de nuestra agenda seriéfila, y no puede ser que, habiendo despedido a Bates Motel, Bones, The Vampire Diaries y Pretty Little Liars, nos la dejemos en el tintero. Los cuentos siempre han formado parte de nuestra vida, así como de la del mundo del cine, y este recorrido de siete años ha sido demasiado grandioso como para pasarlo por alto. Aun sabiendo que estas historias no morirán mientras los aplausos continúen, como escribí tiempo atrás en una reseña de La bella y la bestia, la nostalgia empieza a ser grande pensando en todas esas historias y personajes que nos quedamos sin ver... hasta nuevo aviso. Pero aun y todo mucho de lo que sí hemos visto nos ha llegado al corazoncito, así que he resucitado este especial en cuanto he podido sacar tiempo (eran muchas cosas que recordar y muchas que escribir de esta magnífica producción) para, antes de la review de la season finale que nos ofrecerá Rose a posteriori, rememorar los cuentos o historias que vivimos más intensamente en esta serie, siete por el número de temporadas. 

7. La bella durmiente

O Maléfica, más bien. Y es que aunque Aurora y Felipe tuvieron su aparición en al menos la segunda y parte de la tercera temporada (¿o fue la cuarta?), es la villana la que más nos ha calado hondo, cosa que no esperábamos cuando Emma se la cargó con una espada a finales de la primera temporada en un intento de salvar a Henry. Pero como nada en esta serie permanece mucho tiempo muerto, Maléfica regresó y lo hizo para protagonizar un arco argumental lleno de redención y amor... por su hija, Lily, que convivió con una Emma adolescente durante un tiempo. Todavía recuerdo con cariño esos flashbacks y cómo el hada toma un cariz más amable y maternal con su rebelde retoño... Esto nos gustó tanto a los fans en general que por supuesto los creadores no podían olvidarse de ellas en el último episodio, pues se hizo referencia a un secreto que nos moríamos por descubrir en el momento en que reunieron a estas dos: ¡la identidad del padre, que no es otra que el Zorro! ¡Ay! ¿Y si Antonio Banderas hubiera hecho un cameo? 
Sin duda, la historia de Maléfica estuvo mejor tratada que la de la pareja protagonista del cuento, que, si las neuronas no me fallan, tuvieron un trágico final como monos alados de Zelena... Aparte, también nos descubrió que no siempre los Charming obraron con nobleza...

6. Peter Pan

Este es mi cuento favorito, tanto como para gastarme parte del sueldo en un ejemplar magnífico durante la Feria del Libro de Madrid. Me he visto todas las versiones de la gran y pequeña pantalla habidas y por haber. Soñé con Hook, con Peter Pan, una gran aventura, con la animada y su secuela, con Descubriendo nunca jamás, con Pan... Así que cuando entre medias me enteré de que la tercera temporada iba a transcurrir en Nunca Jamás monté una conga, bailé el Ajerejé e hice que lloviera confeti. El trato que le dieron también fue especialico, razón, aparte de mi amor fanático, por la que la incluyo en este top. 
Si algo podemos destacar de Once Upon a Time es la facilidad con la que cambia o reinterpreta los cuentos. Recuerdo que este fue el que más me impactó, porque eran muchas de las nociones creadas por James J. Barrie las que se venían abajo, empezando por la primera frase del libro: "Todos los niños crecen... menos uno". ¡Nada que ver! Este Peter no solo creció, sino que encima se casó con el Hada Oscura y tuvieron al futuro Ser Oscuro de la serie... ¡Rumple! Al que luego abandonó para recuperar la libertad de su juventud. Osea que no es niño, no es virgen y encima es todo un canalla nada honorable. Sin embargo, lo amé, y parte del motivo es el actor que le dio vida, Robbie Kay, que logró dejarme a cuadros con su mezcla de adolescente travieso y juguetón con la de un villano adulto calculador y conocedor de las emociones. ¿Y sus escenas con Rumble? Alucinantes. ¿Recordáis también cuando se hizo pasar por Henry? Verlo adorable me afectó al fangirleo demasiado, guau. Astuto juego, chicos, astuto... Por supuesto, que luego me regalaran un vistazo más en la quinta y en la última temporada me hizo explotar de buchabú. 
¿Y Garfio? ¡OMG! Porque, claro, Peter no fue el único personaje al que vimos un cambio radical. ¿Quién se atrevió a llamar a este buenorro sexy "bacalao" a la cara? La historia de cómo este hombre se convirtió en pirata tras perder a su hermano y descubrir que su gobierno era una farsa y era mucho más noble seguir tus propias reglas, cómo se enfrentó a Rumplestilskin tras matar este a su novia (aunque esta a su vez era la esposa de Rumple, cierto derecho tenía, digo yo), cómo se asoció con Cora primero y más tarde cayó rendido a Emma... Lo adoramos por su humor negro y su honradez pirata.
​Campanilla es otro personaje que conocimos. 

6. Oz

La tercera temporada me seguirá pareciendo genial, aunque no la mejor, por varios motivos. El primero ya se puede intuir por lo que he comentado arriba: reavivó mi interés por la serie, la hizo más interesante, inteligente y psicológica comparado con el fiasco de la segunda temporada. Ya no se trataba de aprender a convivir con los dos mundos después de la primera maldición, sino de afrontar nuevos peligros o consecuencias del pasado. Peter Pan fue el primero, he dicho, pero luego vino una villana que caló lo bastante hondo... como para acabar quedándose: la Malvada Bruja del Este (u Oeste. No recuerdo ahora si lo llegaron a concretar). Vamos, se podría decir que la tercera temporada fue bastante "verde" (badum tss), pero Zelena, con el tiempo, también ha recibido el mismo amor de los fans que su hermana, Regina. ¡Su hermana! ¡La primera hija de Cora, la Reina de Corazones! ¡The feels! Pero al contrario que Regi, abandonada por su madre y criada en una granja donde aprendió antes de nada a envidiar. La envidia la corroyó hasta el punto de buscar venganza, cómo no, con una nueva maldición (porque ni la de Regi ni la de Pan fueron suficientes). Primero llegan a Storybrooke, luego son desterrados de nuevo al Bosque Encantado, luego otra vez a una Storybrooke diferente... y así toda su vida. 
A Zelena, con el tiempo, llegamos a compadecerla, porque a la pobre todo lo salía fatal. Incluso cuando en la quinta temporada la liaron con Hades, el villano oficial de entonces, para luego perderlo, nos dio muchísima pena. Ningún malo o mala de esta serie nació tal cual, al contrario que la impresión que dan los textos: todos se hicieron. Así que acabamos sumándonos al trío calavera de la cuarta temporada (Maléfica, Cruella y Úrsula) para reclamar esos finales felices a todo el mundo. Zelena podría decirse que lo ha conseguido y lo celebramos con ella. 

5. Merlín, Arturo y Excalibur

Y hablando de vueltas de tuerca, orígenes oscuros y demás... ¿Qué me decís del principio de la quinta temporada, cuando viajamos al reino de Camelot en pos de una Emma que batallaba cual Gollum con su lado oscuro? Bueno, ¿Gollum? En su día la comparé más bien con Anakin Skywalker. 
Así como en esta adaptación de la leyenda Merlín seguía siendo ese mago inteligente y tutor al que estamos acostumbrados (aunque bastante mucho más joven, y de color), el rey Arturo pecó de cobardía y egoísmo... Pero esta presentación tuvo más cosas: el duelo interno de Emma, el descubrimiento del origen de los seres oscuros, el primer amor de Henry... Sip, bastante completo. Ni qué decir como potterhead la importancia que tiene esto para la historia del Mundo Mágico (¿os imagináis que fuese canon allí? Dejadme fantasear feliz). 

4. Alicia en el País de las Maravillas

O debería decir de las locuras, porque la locura siempre ha estado asociada a estos personajes.
Ah, antes de que se me olvide, un minuto de silencio por Once Upon a Time in Wonderland. ¿Ya? Perfecto, continuemos. 
Esta historia tuvo su presentación a lo grande gracias al personaje de Jefferson (minuto de silencio por él también, porque junto con Pinocho fue mi favorito de las primeras temporadas y jamás volvió, maldito seas, Sebastian-Stan-Muy-Ocupado-Con-Marvel). Jefferson fue el único al que la maldición de Regi no afectó, el único que sabía su verdadera identidad, lo cual acabó trastornándolo (por tanto también se cumplió su castigo). Esto en el mundo real, vale, ¿pero y su background qué? Supimos que tenía una hija, aunque jamás conocimos a la madre (¿por quéeeeeeee?) y su sombrero no era un simple adorno, sino un ¡portal para viajar entre mundos!). Desde el principio Jefferson me cayó bien: un loco cuerdo con el que era mejor tener cuidado. No era mala persona pero se había visto obligado a actuar radicalmente para salirse con la suya, sin mucho éxito. Escurridizo, inteligente, histriónico... Combinó lo mejor del personaje con un espejismo de racionalidad y sentimentalismo justo que lo dotaron también de humanidad.
Y más tarde, en la última temporada, conocimos a Alice, maldecida con lo mismo: el recuerdo, la memoria (aunque en menor grado). Dice un refrán que los locos abren el camino a los sabios. Tanto a Alice como a Jefferson les debemos eso y más, pues sin sus actos tal vez unos cuantos seguirían ciegos a la verdad o habríamos necesitado otra temporada más para deshacer la maldición. Por supuesto, lo de Alice surtió más efecto porque la chiquilla es más especial y su pasado se relacionaba con Gothel, Rapunzel y Garfio (es lo que tiene ser una de las protagonistas y además serlo de su propia novela).
La relación entre estos dos personajes de la novela llega más lejos cuando encima descubrimos que a ambos los juntaron con dos actrices que ¡son hermanas en la vida real! Así es, la pequeña Grace es hermana de Robin. La hija ficticia de uno con la novia ficticia de otra. ¡The feels again!
En fin, como hijas ficticias del Sombrerero Loco que somos, ¡le damos a esta adaptación un puesto muy cerca del top 3!

3. Pinocho

​Abro el top 3 con el que será mi personaje favorito de la serie por siempre jamás. La primera temporada me regaló un tesoro cuando apareció August en una moto, siempre enigmático pero dispuesto a ayudar. Todavía recuerdo lo mucho que lo shippeaba con Emma, incluso poco después de descubrirse el pastel, pero me alegro de que lo suyo quedara en una amistad o hermandad. August también puede decirse que sufrió lo suyo, aunque la temática de Pinocho siempre ha sido aprender a huir de las tentaciones y asumir responsabilidades. El tipo no siempre lo consiguió, razón por la que Emma acabó vagando sola, pero de alguna forma él siempre estuvo ahí. Pinocho no perdió el tiempo en nuestro mundo como puede parecer y aprendió muchísimo: sobre el legado de los Autores, sobre el destino del hijo de Rumple... Este pequeño mentiroso se lo montó bastante bien para conservar su nariz intacta durante ese tiempo. Lo reconvirtieron en niño, luego volvió a ser adulto (para mi delicia...). Me apena que no volviera como tal para el final.
Ah, tampoco nos olvidemos de Pepito Grillo, el genial Archie, ni del Hada Azul, muy maltratada en todas las temporadas, la verdad. ¿No os hubiera gustado ver más escenas con estos tres personajes juntos?

2. La bella y la bestia/Rumplestilskin

Volvamos a Rumplestilskin porque ya es hora de dedicarle el protagonismo que se merece. Otro de los rasgos que más recordaremos de OUAT es el pluriempleo, y Rumple se pasó en ese sentido. No le bastaba con ser el Oscuro, no. También fue el "cocodrilo" de Garfio, el viejo de Up y, entre otras, la Bestia del cuento francés. Es aquí donde caigo rendida porque, aunque es cierto que el romance con Bella ha tenido tantos tira y afloja que hasta hacía justicia al rumor del síndrome de Estocolmo, a la hora de la verdad le aportó muchas cosas al personaje. Lo hizo crecer, madurar, darse cuenta de que no siempre podía hacer lo que le viniera en gana sin que le afectase... Le hizo conocer el amor y, sabiendo lo importante que es este elemento en la serie para algo que más tarde explicará Rose, puedo alegar que este viejo hueso duro de roer contiene alma. 
Robert Carlyle ha sido otro regalo que nos ha dado la ficción: sus manías y sus "dearies", más el lidiar con la criatura ladina de los cuentos y el hombre real al que todo el mundo acude cuando necesita ayuda y que resulte creíble es una tarea muy compleja que le ha salido redondísima. Algunas veces pecó de desgaste, pero al final acabó muy dignamente (Rumple, además, es uno de los pocos personajes que nunca ha sido visto en una película Disney, sino de Dreamworks: en Shrek 4: felices para siempre. Sin duda OUAT ha alimentado la curiosidad por el personaje, ¿no creéis?). 
¿Y ella? Esta Bella ha sido un ejemplo de lucha continua que muestran prácticamente todas las mujeres de esta serie, mucho más que los hombres, por ser reconocidas como algo más que princesas o "damas en apuros", y en su caso le ha salido muy bien la jugada. Acostumbrada a ser la principal buscadora de información gracias a su biblioteca, su sabiduría conquistó al que se creía el rey del mambo y acabó dándole severas lecciones. Emma Watson estaría orgullosa. 

1. Blancanieves

Ni qué decir el protagonismo que ha tenido esta historia, considerada la principal de la serie por cuanto que empieza y acaba con ella. Lo más maravilloso de esta adaptación no fue solo incidir en el pasado de un príncipe muy hermético en su versión literaria, sino también mostrar a una Blanca adaptada a los nuevos tiempos, superviviente, luchadora y amiga de sus amigos, toda una princesa (o reina) a la que venerar con sumo respeto. Los vaivenes que atravesó la pareja a lo largo de seis temporadas no pudieron ser más completos y variados. Si bien su mensajito de que "el amor lo puede todo" resultó un tanto cansino y ñoño a veces, todo el legado que han dejado merece que los sitúe en el puesto número uno. Aparte, no olvidemos a uno de nuestros personajes favoritos de toda la serie, Regina, cuyo background sí que ha pegado un giro de ciento cincuenta grados. Los personajes de este cuento, actualmente, son los que más relación han tenido con todos en general: Campanilla, Robin Hood, Bella, Hércules, Zelena, el rey Midas...

Otros cuentos, leyendas o mitos que no puedo dejar sin mencionar:
​

• 101 dálmatas (Cruella de Vil)
• Hércules
• Mulán
• La reina de las nieves
• Brave
• Tiana y el sapo
• Cenicienta
• Hansel y Gretel
• Robin Hood
• La sirenita
• Aladín
• Jekyll y Mr. Hyde
• Frankenstein
• Caperucita Roja

Y ahora os dejo las palabritas de mi querida oncer Rose sobre la season finale:

¡Hola, allscreeners! Sí, sé que llevo desaparecida mucho tiempo y que debo muchas, muchísimas reviews, pero la vida me lo impide, aunque prometo que tarde o temprano las haré. Por el momento he querido pasarme por aquí para dejaros mis últimas impresiones sobre mi amada Once Upon A Time. Como sabréis, mi OUAT fue mi serie favorita desde que me la descubrieron hace ya seis años (sí, la primera temporada no la descubrí hasta un año después) y, de hecho, fue una de las series que propiciaron esta aventura que es All Screens. Por eso, cuando me enteré de su final, tuve una reacción algo extraña: por un lado, entendía que era el momento de darle un final pero, por otro, estaba tan enamorada de la serie original y del reboot que habían hecho (a los que hayáis abandonado la serie tras este reboot que sepáis que os habéis perdido una de las mejores temporadas de la ficción) que me daba pena. Una vez visto el final y tras haber asumido que mi OUAT no regresará, he de deciros que el final, aunque se percibe que se realizó un poco deprisa, cumple con la dinámica de la serie. Aquí volvemos a ver que no todos los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos, y vemos que las segundas oportunidades son algo bueno que nos permite cambiar. Sin una segunda oportunidad, Rumple no habría dejado de ser el Oscuro ni habría podido reunirse con su amada Bella. Sin una segunda oportunidad, Henry no habría podido volver a creer en la magia y así recuperar a su familia (sí, gente, lo sentimos, al final Cenicienta es su amor verdadero). Y, sin una segunda oportunidad, Regina/Evil Queen/Roni no podría haber defendido a capa y espada (o bate) a su familia ni podría haber sido coronada como The Good Queen (permitidme aquí un pero y es que no me creo que absolutamente todos los reinos hayan perdonado a Regina y de la noche a la mañana la hayan convertido en su soberana). Por eso, he de decir que lloré y me encantó el final de OUAT, por que supieron darle importancia a las segundas oportunidades. Y, esto, mis queridos allscreeners, es lo que espero que le den a la serie: una segunda oportunidad para que, dentro de unos años, nuestra Once Upon A Time regrese con más fuerza que nunca y nos permita volver a soñar con los cuentos de hadas. Porque, si hay algo que Once Upon A Time nos ha enseñado es que "siempre la encontraremos". ¡Muchísimas gracias por tus enseñanzas, querida OUAT y hasta la próxima!