Post de Naiara Salinas Tras un día duro, nada como quitarse la ropa, encender la ducha y ponerse a cantar como si esto fuera un casting para La Voz… Un momento, ¿quién anda ahí? ¿Y ese cuchillo? ¡AAAAAHHHHH! O al menos, esto sucederá en unos años. Por suerte para nosotros, los tiempos son otros y Norman Bates ha rejuvenecido, aunque su trastorno psicótico no piensa abandonarle tan rápido. Bates Motel es una serie basada en la famosa película de Alfred Hitchcock, Psicosis, cuya cuarta temporada acaba de estrenarse con una buena dosis de drama. Freddie Highmore, quien fuera el inocente Charlie que visitó con Willy Wonka la fábrica de chocolate, es el encargado de dar vida a este joven asesino en serie cuya degradación va aumentando temporada tras temporada. Vera Farmiga es la madre, Norma Bates. Y esta es la historia de su relación, un ejemplo claro del famoso complejo de Edipo. ![]() Fase 1: Vida idílica falsa Todo empieza cuando esta pareja se instala en mitad de un pueblo de mala muerte para abrir ahí un nuevo negocio: un motel. La feliz familia está ilusionada por su nueva vida y su proyecto, hasta que de pronto aparece la oveja negra: un hijo perdido de Norma que regresa buscando a su madre, Dylan. Con su llegada, los días ideales de Norman y Norma se trastocan. Dylan es el intruso, el tercero en discordia en medio de esa relación materno-filial tan especial. Sin embargo, Norman tiene otras preocupaciones en mente, como las chicas. Al empezar el curso, conoce a Emma Decody, una joven con una enfermedad respiratoria que la obliga a llevar siempre un tercer pulmón en forma de tanque sobre ruedas. Pero también conoce a Bradley Martin, otra joven muy independiente que tiene la mala fortuna de perder a su padre en un accidente. Un momento, ¿un accidente? ¿Seguro? Ninguna de las muertes en este pueblo es casual, ni siquiera las de unas cuantas prostitutas (¿quién habló de pueblo pacífico?). Y mientras, ¿qué hace Norma? Acostarse con el asesino. Suerte que tiene al sheriff del pueblo, Romero, de su parte. Un hijo que descubre nuevas pasiones, otro hijo que trafica con las drogas, una madre con sus propios traumas infantiles y una chica enamorada secretamente del joven protagonista. ¿Cuándo comienza a manifestarse realmente esa psicosis? Justo antes de acabar la primera temporada, como giro truculento: al matar a la señorita Blair Watson, profesora del asesino en cuestión. E incluso antes, con un perrito muy adorable que es brutalmente atropellado delante del muchacho. Después de que el padre de Emma le enseñara un poco de taxidermia (dícese del arte de disecar a un ser vivo), decide ponerla en práctica con su amigo peludo para que siempre le acompañe. El hecho de buscarse estos hobbies tan frikis indica que hay algo roto en su mente. Ya que estamos, tampoco es buena idea apuntar con una pistola a un paciente de tales características mientras le secuestras en su propia casa para obligar a su madre a cooperar. Fase 2: Estrés emocional En la segunda temporada nos adentramos más en el perfil de Bates, que ya desde niño mostraba indicios de tendencias asesinas al descargar su furia contra un padre que maltrataba a su madre. Madre que por cierto tampoco es muy normal, aunque cómo no justificar a una mujer que fue violada por su propio hermano y siendo muy joven tuvo un primogénito al que dejó a su suerte. Mientras Norman se enfrenta a sus primeras pérdidas de sentido en su nuevo hogar, Dylan debe asumir sus propios orígenes y Norma debe responsabilizarse de sus actos. Una vez más, el hijo se apoya en la madre y la madre en el hijo, y la oveja negra huye sintiéndose menospreciada. Pero sigue quedando tiempo para el amor. En su viaje hacia la madurez, Norman encuentra el consuelo en Cody tras la fuga de Bradley (que ha matado al asesino de su padre), una chica a la que ayuda con el taller de teatro. Pero como nadie que conozca a este chico puede tener una vida normal, Cody no iba a ser menos: es hija de un padre alcohólico que la golpea. Adivinad quién es la nueva víctima de Bates… Por otro lado, tenemos a Emma aprendiendo a superar sus sentimientos buscándose otros líos, como el de un joven yonki con el que experimenta más de lo que tenía pensado. Y mientras, Dylan se enrola en una mafia nueva que se lía a tiros con otros. La violencia aumenta y los crímenes empiezan a configurar su propia lista… Fase 3: Corazón traicionado, mente corrompida Tercera temporada: Bradley se fue, Cody se fue, así que Emma ya tiene vía libre y decide aprovecharla. Pero cómo aguantar a un novio que sufre desmayos y pérdidas continuas de memoria, o que a veces parece que sufra trastorno de doble personalidad. Por si fuera poco, el pasado regresa a casa de los Bates y Dylan, que ahora vive solo en una furgoneta, debe lidiar con él, aunque su hermano no le dejará. Hemos visto a un Norman sobreprotegido por su madre de una forma enfermiza, a un chaval que intentaba vivir su vida adolescente para variar en lugar de pegarse a las faldas de su progenitora. Ahora se tornan las piezas y Norman asume el poder y el papel de guardián, aunque sus métodos no son precisamente los más diplomáticos. Un chico que se fuga de casa cuando le da la gana en medio de un ataque de ira, que cada vez golpea con más frecuencia y tiene poco cuidado en recordar quién es. Tenemos a un “maternodependiente” (término que me acabo de inventar. Por si acaso no lo busquéis en el diccionario, sino en el Naiaccnario) que llega a su crisis máxima cuando Norma estalla y se marcha de casa abandonando a su retoño. Esta es la consecuencia de ese crimen, el peor que puede cometer una madre: ![]() Da escalofríos. Aunque ella regresa, el hijo no vuelve a ser el mismo y al final, mientras las peleas entre mafias y sheriff continúan y una chica viaja a Portland para recibir un nuevo pulmón, es él quien escapa… a su control. No sin dejar antes el cadáver de una vieja conocida en el bosque. Fase 4: Aceptación de la degeneración Ahora todo el mundo lo sabe: este chico no es normal. Lo raro es que no lleguen a internarlo directamente en el psiquiátrico, claro que si eso sucede nos quedamos sin película. Sin embargo, todo el mundo está avisado y hasta el propio Norman no ha tenido otra que reconocerle a su madre eso de “Tengo un problema”, a su sutil modo. La madre y su cachorro vuelven a estar unidos, pero ¿por cuánto tiempo? Norma necesita dinero para que su hijo vaya al médico y no los separen. En un mundo lleno de corrupción, secretos, estafas y armas de fuego, solo queda una salida: volverse criminal. ¿O accederá Romero a casarse con ella al final para echarle un cable? Locuras ya se han visto demasiadas en esta serie, que nada más estrenarse se ha cobrado una nueva víctima, dejando la de Bradley Martin un poco olvidada: la madre de Emma, que se pasa por el motel con la esperanza de dejar un mensaje para su hija y tiene la mala fortuna de encontrarse con un Norman en “estado” (de transformación). Lo de este personaje ha sido un veni vidi vinci en toda regla, ha durado menos que un secundario en Juego de Tronos. Solo comentaré dos cosas sobre esto; uno: si recibes una orden, cúmplela, no quieras husmear donde no te llaman, y dos: si eres una madre que ha abandonado a su hija y se te ocurre regresar justo cuando más te necesita, no quieras enfrentarte a un adolescente que también ha pasado por lo mismo. Fase 5: ¿Psicosis definitiva? Viendo lo rápido que evoluciona la enfermedad de Bates no sería de extrañar pensar que la serie esté llegando a su fin. Pero quedan algunos cabos sueltos que puede que la retengan una temporada más en nuestro televisor, como todos esos secundarios que intervienen en la trama de forma muy fuerte. Eso y que Norma sigue viva y, como sabéis, el daño de Norman se vuelve irreversible cuando… *sonido de degollamiento”. Sea como fuere, el chico tímido que salía de la fábrica de chocolate ya no existe. Freddie Highmore es ahora todo un loco experto con sed de sangre. Más que eso, es todo un Gollum. Y sin ordenador de por medio (Andy Serkis y Jack Nicholson estarían orgullosos). Cualquiera diría que interpreta dos papeles cuando lo ve en acción. Todo un crack. El poder de las madres es demasiado grande, más cuando tu mente empieza a depender de ellas para pensar, decidir y vivir. El cachorro ha escogido su modelo; la hembra le obsesiona, pero si la madre no la acepta... muerte. Así pues, mi diagnóstico ha concluido. Debéis ser precarios y no perder de vista al enfermo. Vuestras vidas dependen de ello. Ah, y de alojarse en algún sitio, escojan un hotel, no un motel perdido en una carretera.
0 Comentarios
Dejar una respuesta. |
El diálogo seriéfilo de la semanaThe last of us Archives
Enero 2023
![]() All Screens by All Screens is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License. Creado a partir de la obra en http://allscreens.weebly.com. Puede hallar permisos más allá de los concedidos con esta licencia en http://allscreens.weebly.com |