Post de Rosana Rábago ¡Buenas tardes, allscreeners! Bueno, por decir algo. Porque una se encuentra aun en shock tras ver esta series finale que nos ofrecieron de nuestras queridas mentirosas y no precisamente en el buen sentido. ¿Comentamos? Pero antes de nada, queda patente el famoso aviso de ¡ALERTA SPOILERS! La temporada, no nos engañemos, no había sido del todo buena. Lo que parecía que podía ser un final a la altura fue convirtiéndose poco a poco en una serie donde primaban más los ships que otra cosa. Y, aunque todos amemos shippear y defendamos a nuestra pareja favorita hasta la muerte, no es lo único que nos enamora de las ficciones. Nos gusta también nuestra dosis de drama, de misterio y, en una series finale, también nos apetece que resuelvan las dudas que han quedado a lo largo de toda la ficción. Y, esto último, Marlene King lo hizo de tal forma que fueron pocos los fans que quedaron satisfechos (desde luego, la que escribe no quedó para nada contenta). Así que nada, tras un primer episodio en el que todo lo que tuvimos fueron ships, el drama al enterarnos de que Haleb estaba en pelea constante por culpa de Mona (que, por cierto, ya sabe la identidad de A.D.) por un lado y, por otro, de que Aria no podía tener hijos. Y tras ver los momentos happies con cena de todos incluida, la nueva vida Emison, el nuevo negocio de Spencer y Alison (¿alguien sabe de dónde han sacado el dinero para renovar el Lost Woods Resorts? Una sigue con la duda…) y la nueva vida de Spencer (con cameo de Melissa incluido), llegaba el momento de la verdad, ese que todos estábamos esperando. Al principio, nos hacían creer que era Melissa, pero con el tiempo la máscara caía y era Mona la que se ocultaba bajo ella. Pero, ya había sido A (recordemos que nuestra loser Mona y Charlotte han ostentado también el título de A) y repetir el patrón no debía de molarle a Marlene (aunque después de lo que hizo, casi que hubiera preferido que Mona fuera A.D.). Y así, tras ser secuestrada Spencer, descubríamos lo que llevábamos tiempo sospechando: ¡tenía una gemela malvada llamada Alex Drake! Y esa era la nueva A.D., un personaje sacado de la manga para un episodio [ya podían haberme puesto a cualquier otro de A.D. En serio, no hacía falta pensar mucho para decidir que alguna de las mentirosas fuese A.D. (ejem, Aria, ejem) o incluso alguno de los novios (corría el rumor de que o Ezra o Caleb podían ocultarse tras la capucha) o, porqué no, Wren]. Pero, tenía que ganar la teoría de la malvada hermana, haciendo así alusión a los libros (donde no es Spencer la que tiene un nuevo miembro en la familia, sino Alison, para variar). Y esta gemela malvada no solo es más mala que Cain, sino que está más loca que un cencerro. Y así, descubríamos la historia de cómo Wren la encontraba en Londres, la confundía con Spencer, se enamoraba locamente de ella y la presentaba a Charlotte, su medio hermana, con la que tramaba todo el plan final para acabar con nuestras mentirosas. Pero su querida CeCe caía a manos de Mona y ella decidía convertirse en Spencer, cosa que llevaba haciendo toda la temporada en determinados momentos (como la famosa presentación de Ezra y Wren o cuando Hanna era secuestrada). Para convertirse en Spencer, pedía a Wren que la disparase en el hombro y, como agradecimiento, acababa por matarlo (de forma desconocida). Tras esto, Alex va a transformarse en Spencer y mientras nuestra mentirosa tiene una charla con su madre en la que descubre la historia completa de su gemela y cómo su madre la vendió a una familia inglesa que luego a los diez años la abandonó para escapar del Radley y allí le roba una horquilla con la que forzar su cerradura. Pero, tras la vuelta de Alex, Spencer descubre que no está sola atrapada. También han secuestrado a Ezra que, precisamente, antes de su desaparición había descubierto que Aria sabía que no podía tener hijos desde hacía bastante tiempo y a él acababa de decírselo. Y así llega la gran boda donde Aria teme haber perdido a Ezra para siempre por ocultarle la verdad y donde mientras las mentirosas consuelan a su amiga, Alex (en la piel de Spencer) lleva a una de las pequeñas bebés Emison frente al espejo y le confiesa que su padre es nada más y nada menos que…. ¡WREN! Tras esto, todos se ponen a buscar a Ezra y descubren que su coche sigue en el hotel. Antes de eso, Jenna (que en este episodio demuestra ser muy útil en la identificación de villanos y matonas) llama a Toby y le confiesa que no cree que Spencer sea ella misma. Por este motivo, el ex policía investiga y descubre que el libro que Spencer le regaló allá cuando se iba a ir con Yvonne y cuando le pidió un último beso no es suyo ya que no está garabateado (cosa típica de nuestra querida Spencer, por lo visto). Y de esta forma, sin comerlo ni beberlo, todos los demás llegan a la conclusión de que ella debe tener una gemela que, casualidades de la vida, ha comprado la casa que construyó Toby para su hermana. Así que allá van todos mientras que Spencer y Ezra han conseguido huir de sus celdas y descubren que siguen en un sótano justo en el momento en el que Alex decide matar a su hermana y va, hacha en mano, a por ella. Es en ese preciso instante cuando los demás llegan y cuando Toby, con una simple pregunta, descubre cuál es la verdadera Spencer, llevándose los policías a Alex y a Mary Drake a prisión. Tras resolver el misterio, volvemos a los momentos felices y allí tenemos la boda Ezria que tanto tiempo llevábamos sin ver y donde, afortunadamente, cambian a la novia de vestido (por favor, el primero era simplemente horroroso). Al enlace le sigue la posterior despedida de las pequeñas mentirosas antes de que Aria se vaya de luna de miel en la que prometen volver a encontrarse en Rosewood en tres semanas y donde Hanna les da la buena nueva de que está embarazada. Pero, la serie no podía acabar así. Por lo que Marlene nos muestra que Mona al final ha ganado el juego y tiene a Mary Drake y a Alex encerradas en su casa de muñecas en París. Pero, ese final tampoco le convenció a Marlene, que en un último momento decide volver al principio pero cambiando a las protagonistas y así, volvemos a ser testigos de la desaparición de una joven en Rosewood, solo que esta vez no es Alison la desaparecida, sino Addison, la odiosa adolescente con la que tanto Alison como Emily se las ven en el colegio. Y así, se pone fin a Pretty Little Liars, la serie que no supo aprovechar una de las mayores revelaciones televisivas del momento y que, para darle un colofón final, ha demostrado a los fans que existe un final peor que el de How I Met Your Mother: el suyo propio. Y, a vosotros, ¿os ha gustado el final de la serie? ¿Veréis el spin-off, película o lo que sea en el caso de que se cree o abandonaréis Rosewood para siempre? ¿estáis satisfechos con quién es A.D.? Espero vuestros comentarios mientras os avanzo que intentaré volver en breves para comentar la season finale de The Originals (sí, sé que voy con retraso pero estuve la semana pasada de vacaciones y no me dio tiempo ni a ver la serie). ¡Hasta pronto, allscreeners, y descansa en paz, Pretty Little Liars!
0 Comentarios
Dejar una respuesta. |
El diálogo seriéfilo de la semanaThe last of us Archives
Enero 2023
All Screens by All Screens is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License. Creado a partir de la obra en http://allscreens.weebly.com. Puede hallar permisos más allá de los concedidos con esta licencia en http://allscreens.weebly.com |