Post de Naiara Salinas Ya lo decía Nelly Furtado: hay cosas que cuesta aceptar, pero cuando llegan no tenemos más que ser meros testigos de cómo suceden, y que las series lleguen a un punto muerto es inevitable. Nadie sabe todavía cuándo acabarán Anatomía de Grey, Supernatural o Cuéntame cómo pasó (que llevan con nosotros casi un siglo), pero cierto es que en 2017 habrá tantos cierres y despedidas tristes que una seriéfila como yo no puede pasarlo por alto, de modo que este post plantea también el comienzo de un nuevo especial dedicado a cada final. El primero es, por supuesto, el de The Vampire Diaries, una serie con la que he tenido continuas idas y venidas hasta finalmente dejarla del todo, tragarme los spoilers y, ahora mismo (desde hace unas tres semanas), retomarla donde la dejé. Dado que para mí hablar de una serie como esta resultaba algo especial, no me decidía entre escribir solo el post o grabar un video y finalmente he terminado realizando ambos porque además el video era más rápido, de modo que esto es más una presentación. Al mismo tiempo supone mi oportunidad de añadir cosas que me he dejado en el metraje (sí, aunque dura sus veinte minutacos no lo he dicho todo, ups). Yo tengo mis razones para adorar o tener manía a esta serie, pero cuando la empecé no era más que una adolescente enfrascada en los libros y solo quiero constatar que mi visión de entonces no es la misma que ahora y que de hecho es la razón que me ha impulsado a revisionarla de nuevo. Antes era muy pro-novelas y ahora pienso que hay cambios en el guion que son potentes y están bien. Creo que muchos espectadores han crecido con la serie y han madurado mientras la veían, de modo que mi propósito es dirigirme a ellos como seriéfilos vampíricos que son y darles el pésame por el final e intentar reactivar su vena fan. En este especial no me puedo congratular de conocer los mejores momentos de la ficción en cuestión, razón por la que no hago un top. Simplemente es un tipo curioso de remembranza, un volver la vista atrás, a los inicios (con los que estoy muy familiarizada), y pensar cómo ha evolucionado todo para que mañana, a la hora de juzgar el último episodio, se haga con la mente lo más abierta posible (aunque creo que los guionistas harán justicia). Hay muchos aspectos que me llevo de esta gran serie: los líos amorosos, los personajes principales, el folklore, la magia, cómo logra mantener la tensión... Y la banda sonora, oh, sí. Siempre me fijo en las canciones. Recuerdo que me descargué casi todas las de las dos primeras temporadas, las grabé en un CD y con un rotulador permanente los llamé TVD 1 y TVD 2, para que veáis. Una vez abandonada, seguí escuchando esos CDs, recordando los buenos tiempos, y por supuesto escuchando canciones que me recomendaba el YouTube que tan bien me conoce y que casualmente salían en la serie. Sé que mis ex compis Rose y Tessa están preparando una súper review para estos días (porque nadie mejor que ellas, las buenas y fieles espectadoras, para hablar del tema), así que estad al loro. Lo último que quiero añadir es un consejo para los seriéfilos: NO hagáis como yo. Es decir, eso de dejar una serie y spoilearse porque sí si en algún momento se tiene pensado retomarla no es de buen público. Reconozco que me siento una tramposa en estos momentos, pero qué se le va a hacer, tenía otros fichajes. Eso también lo explico en el video. Así que, sin más dilación, aquí tenéis mi historia con la tropa de Mystic Falls. ¿Cuál es la vuestra?
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Enero 2023
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