Post de Naiara Salinas En tiempos de cuarentena, aunque parezca mentira, hay mil maneras de aprovechar el tiempo. El 80% se concentra en Internet y de, ese porcentaje, al menos el 40% implica usar una plataforma de contenido en línea. Dicho de otra forma: ¿quién no se está poniendo al día y ventilándose casi todo el catálogo de Netflix, HBO, Amazon Prime y ahora también Disney Plus? Es muy sencillo: pagas una cantidad determinada y tu mundo se abre a cientos de historias con las que poder escapar durante unas horas de la desastrosa realidad. Curiosamente, eso también envuelve el enorme tesoro que vengo a presentar hoy y que no se me hubiera ocurrido buscar de no ser por la recomendación de un amigo (eternamente agradecida). Hoy viajaremos... Más allá del jardín (Over the Garden Wall). Más allá del jardín es una miniserie animada desarrollada por Patrick McHale para Cartoon Network en 2014. Está basada en un cortometraje que el propio McHale escribió y dirigió, Tome of the Unknown, y no cuenta por ahora más que con una temporada de diez episodios de una duración aproximada de diez minutos cada uno, por lo que prácticamente se ve en un suspiro (de dos horas, más concretamente). En España se emitió un año después de su estreno en Estados Unidos, pero ha sido ahora cuando la gente se ha puesto a hablar de ella gracias al alquiler temporal de Netflix, donde solo estará disponible hasta el próximo 13 de abril (de modo que si después de leer esto os entra el gusanillo, ¡mejor daos prisa!). La trama trata sobre dos hermanastros, Wirt y Greg, que buscan su camino de regreso a casa viajando a través de un bosque con una rana y una azulejo, y van metiéndose en distintos problemas que solucionan capítulo tras capítulo. Nada más iniciar su viaje se las tendrán que ver con una bestia misteriosa que irá persiguiéndoles usando a un cazador. La serie no desaprovecha su oportunidad de lucir todo su encanto, primero a través de unos personajes cuya historia se revela migaja a migaja pero que empiezan conquistando al espectador a través de su elocuencia, contraste y discurrir. La relación entre los hermanos no es tan sólida en el primer capítulo y por eso es bonito ver cómo va evolucionando, al igual que en muchas historias parecidas. Y eso es lo guay: Más allá del jardín es completamente original pero llena al público de nostalgia por las viejas leyendas y cuentos, al mismo tiempo que permite soñar con poder atravesar la barrera que separa el mundo real de uno lleno de maldiciones, secretos, extrañas costumbres, seres y mucha magia. Lo hemos vivido con armarios, espejos... Ahora mismo, el muro es esa ventana hacia el otro mundo que catapulta tanto a los protagonistas como a los que observamos a través de nuestra propia frontera entre la imaginación y el mundo real: nuestra pantalla. Cada episodio introduce una aventura autoconclusiva, manteniendo como hilo conductor el viaje de los hermanos. Entre esas aventuras se intercalan los elementos de la cultura popular (entre los que pueden surgir comparaciones con Cementerio de animales, Baba Yaga, Los músicos de Bremen, El viaje de Chihiro, La princesa cisne, La princesa y el sapo, Los chicos del maíz... ¡Os podéis hartar aunque sean solo diez relatos!). La serie juega a menudo con la ironía, ya que los personajes, a pesar de su edad joven (sobre todo Greg, el más pequeño), mantienen a menudo diálogos adultos y son bastante críticos y perspicaces, pero también aprenden. Entre la inocencia de Greg, el escepticismo y la desconfianza de Wirt, más la racionalidad y la valentía de Beatriz (la azulejo), se generan momentos muy cómicos y entrañables. En tipologías que ya conocemos de sobra se cuelan ideas de lo más ingeniosas que van haciendo surgir chistes naturales, porque, por muy animados que estén, los perfiles son de lo más auténticos (es como ver Hora de aventuras o Gravity Falls, por poner ejemplos). Sin embargo, la madurez también se encuentra en el mal de fondo, que confiere a la historia un matiz oscuro de los que provoca mal rollito. Además, la animación es maravillosa, muy "Cartoon Network style", pero con un cuidado por el paisaje increíble, con el que trasluce la atmósfera fantástica de cuento de hadas, pero también el terror de una pesadilla. Alterna continuamente elementos un poco más clasicistas con otros tenebristas; llega hasta el expresionismo. En ocasiones quiere distinguirse un diseño más artesanal y tradicional frente al digital, con trazos algo más difuminados, mientras que en otras, estos son muy fuertes. Al final, es como si cada capítulo tuviera su propia marca de la casa dentro del conjunto. Una auténtica delicia para la vista. ¡Y para los oídos, no os creáis! La música es un descubrimiento. Aquí tenéis algunos carteles que me han llamado la atención y que son una buena muestra de lo que comento: Aunque ya he contado bastante, por si no estoy logrando convenceros añado que entre las voces originales tenemos la oportunidad de escuchar a otros expertos en viajes heroicos: ¡Elijah Wood y Christopher Lloyd!
Una serie con tintes muy clásicos pero un lenguaje muy moderno, graciosa, carismática y siniestra, lo bastante dulce y mágica para traer a pequeños, y lo suficientemente aguda, oscura, referencial y misteriosa para atrapar a los adultos. Así que ya sabéis: no desaprovechéis la ocasión de perderos en este bosque con los hermanos. Vais a pasar muy buen rato, os lo garantizo.
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Enero 2023
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