Post de Naiara Salinas ¿Echabais de menos más reflexiones a raíz del ciclo de TV Series Lovers? La semana pasada asistí a dos charlas muy seguidas que tenían en común un tema, aunque llevado de forma diferente: el arte y las series. La primera conferencia, impartida por Jordi Carrión, estaba orientada a la reflexión de si las series son arte contemporáneo y la segunda, a cargo de Carlos Reviriego (crítico cultural muy reputado), daba por hecho la primera pregunta y hablaba de clasicismo y manierismo en ellas. Pese a que fueron dos sesiones muy nutritivas, ambos se centraron más en la presencia del propio arte en las series para llegar a sus conclusiones. Es decir, hablaron más del contenido que de la forma, algo muy curioso teniendo en cuenta que Jordi Carrión inició su exposición presentando el opening de The Young Pope. La de Carlos Reviriego aún tuvo algo de mayor inmersión al abordar en su tema el cambio en la realización de las series (de ahí su nombramiento de esas dos corrientes pictóricas). Suponiendo que las series son las hermanas pequeñas del cine (como ya comenté en el último post) y a este se le denomina "el séptimo arte", hemos de deducir entonces que algo de artístico tienen, y para mí el mejor ejemplo no es cuánto se habla de Van Gogh o de Rodin en ellas, sino los openings. La verdad es que fue una pena que no se les diera tanta importancia (el ponente hasta se saltó el ejemplo de Westworld), así que he rescatado el tema para darle otra vuelta. Tanto las series como las películas concentran en su esquema audiovisual elementos que las hacen merecedoras de ser consideradas "arte", en concreto la mezcla de todos ellos: música, imagen, luz y color, la variedad de planos y la estructura narrativa. Y con este popurrí consiguen una intensidad expresiva diferente a la de otros géneros y formatos porque precisamente eso, como bien defendió Reviriego, es lo que pretenden: expresar, no ilustrar lo que el escritor siente o piensa. Si se suele decir que en las novelas importa muchísimo cómo se empieza y cómo se acaba una historia, algunos metrajes han tomado esta costumbre como un mandamiento y lo han desarrollado en forma de presentación. Sin embargo, aquí solo el caso televisivo ocupa (quizá tenga oportunidad de retomar el tema con el cine en otro momento). Últimamente los openings están de capa caída: bien con el objetivo de ofrecer más minutos de episodio, por la moda impuesta en la cadena, porque lo breve es mejor o por las tres cosas las series actuales los recortan al mero título. Pero hay todavía algunas ficciones que los desarrollan como en los viejos tiempos y esas son las que merecen atención, ya que si algo de especial tiene un opening es que en pocos segundos (máximo un minuto y medio, creo) tienen que introducir: el carácter de la serie, su tono, sus personajes y su trama. Esta es la razón por la que me encanta fijarme en ellos y por la que existe una categoría de Mejor Opening en los Oscar Seriéfilos. De hecho, los ejemplos que traigo hoy están, han estado o puede que estén nominados, así que esta es mi oportunidad para justificarlos: Series Marvel/Netflix La combinación de estas dos por lo general produce calidad. Sus creadores se han inspirado en distintos géneros pictóricos. Si analizamos la apertura de Daredevil, por ejemplo, nos encontramos con un fondo rojo y una pintura que desciende dibujando la silueta del protagonista, de su ciudad, Nueva York (en concreto el distrito, Hell's Kitchen) y la figura de la Justicia, por la parte legal que caracteriza al personaje. Todo ello acompañado de una melodía tenue con piano y violines que expresan misterio, seriedad... En Jessica Jones, por contra, tenemos un estilo más rebelde, como de graffiti, y una música más rockera. Y Luke Cage aporta lo mejor del Harlem afroamericano. En los tres casos, las imágenes son sutiles pero muy descriptivas y colaboran a la hora de caracterizar la serie.
La epicidad de la HBO Westworld y Juego de Tronos son los ejemplos, en este caso, ya que ambos openings han sido compuestos por el mismo hombre, Ramin Djawadi. La primera BSO es calmada, con el piano en predominio, mientras que la segunda suena más épica. Ambas se han convertido en marcas ya de sus series, pero lo bonito es fijarse en las imágenes. Las de Westworld pueden parecer más complejas porque cuentan una historia y transmiten tanto significado como dilemas y misterios hay en la serie: está la mezcla del mundo real y el ficticio, de los robots y los vaqueros, el despertar de los anfitriones... En Juego de Tronos lo que tenemos es más bien un viaje por las tierras de Poniente y más allá, donde los edificios se despliegan como si fueran piezas de un juego. Esta tiene la anomalía de que adapta el opening en cada capítulo mostrando los lugares principales que se vinculan con las casas protagonistas, más aquellos que van a aparecer en las siguientes imágenes. Tal vez el de Westworld aporte más simbolismo al centrarse en detalles como la aguja, el teclado del piano, los ojos... Su historia es la creación de un anfitrión que termina despertando. Tanto en este ejemplo como en el otro aparecen elementos de sus series. En fin, puro arte. Disfrutadlo:
Series juveniles Son las que más pecan de recortar intros, pero aun así ofrecen también buenos ejemplos de resumen, como es el caso de The 100, Teen Wolf y Las crónicas de Shannara. La apuesta de la primera es algo más directa y menos sutil, centrándose sobre todo en el paisaje y los créditos. Shannara cuenta la historia que se omite luego: el cómo ha surgido ese mundo postapocalíptico poblado por humanos, gnomos, elfos, etc,., lo cual le sirve bien de resumen para que el espectador capte que no se trata de otro universo, sino de un futuro muy lejano. Todos incorporan una música más moderna, intensa, ajustada al género. Teen Wolf es experta en resumir la trama de su temporada y caracterizar a sus personajes con detalles minimalistas.
Otros ejemplos En general los productos de Netflix, que de por sí gozan de calidad, generan buenos openings, como el de Narcos. El caso de Stranger Things es llamativo, una especie de expresión artística minimalista que se concentra en la música electrónica con aires de los 80 y en la superposición de cada letra que va componiendo poco a poco el título. En otros volvemos a encontrarnos el caso de la historia, como Vikingos (mitológica, claro). American Horror Story le da tenebrismo y tintes góticos para crear la atmósfera que sobresale en la serie. El suyo es un estilo más clasicista, con imágenes bastante impresionantes que no se corresponden exactamente a lo que viene después pero que cuentan bastante del mundillo terrorífico.
¿Cómo eran antes los openings? Ok, si las series evolucionan también lo hacen sus intros, como si tomaran más conciencia de su propio arte. De lo más evidente hemos evolucionado a la sutileza. Las series de ahora, como habéis podido comprobar, optan más por los símbolos, las metáforas y los detalles. No se trata de mostrar la serie en sí porque eso ya vendrá después, sino de coger aspectos que el espectador por sí solo puede relacionar con ella, como si los showrunners pretendieran darle pistas de la trama o simplemente presentarle el mundo en el que se va a desarrollar. Las de antes eran más directas, con algunas imágenes de los episodios (escogidas a modo de representación de la serie, como un anuncio de grandes momentos) y más ensalzamiento de los protagonistas. Buenos ejemplos son Smallville, One Tree Hill, Los Simpson, Friends... Bueno, en el caso de Los Simpson todo hay que decir que ponen a prueba la originalidad en cada temporada y en cada episodio. El final nunca es el mismo. Su longevidad, de paso, le ha permitido modernizarse.
Las series policíacas y de médicos suponen, para mí, la transición hacia los openings actuales, con rasgos de la vieja escuela pero también de la nueva. Hay que tener en cuenta que son también de los subgéneros más viejos y que más series longevas han aportado, ya que parecen no agotarse los misterios (Bones, Caso abierto, CSI, House, Anatomía de Grey...). Voy a ordenarlos de mayor a menos sutileza. Como veis, House va primero y es porque la considero entre las pioneras.
Como veis, un opening tiene más importancia de la que parece. No es solo una presentación guay. Si no logra definir la serie para mí no ha tenido éxito. Tanto la música que se escoge como las imágenes y el estilo son imprescindibles para mandar el mensaje al público de "Esto es lo que vas a ver". Yo tan solo he puesto unos ejemplos, pero sé que hay muchísimos más, así que os animo a decirme cuáles son vuestros favoritos, tanto si están aquí como si no, y por qué. Ya que estamos, el ciclo de TV Series Lovers finalizará mañana con el estreno de Legion en español.
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Enero 2023
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