Post de Naiara Salinas No sabéis las ganas que tenía de escribir este post. No solo porque me encante la literatura, no solo porque ame la Inglaterra victoriana y no solo porque haya encontrado una combinación perfecta de ambas en esta serie. El producto verdaderamente es de lujo, por el reparto y por el guion, y, dado que la tercera temporada ya se ha estrenado para todos, va siendo hora de presentar esta maravilla a quien no la conozca. Penny Dreadful es una serie que se ha ido ganando adeptos poco a poco. De pasar desapercibida entre el público español durante su primera temporada ha llegado a estar en boca de muchos medios (que el ya consumado director Juan Antonio Bayona dirigiera los dos primeros capítulos ha ayudado a situarla en el mapa televisivo) y, en la actualidad, son pocos los que no han oído hablar de ella, gracias a que Movistar + adquirió los derechos de emisión. Hemos visto series con tintes góticos antes, series con monstruos, asesinatos, misterio, sexo y lo típico de las que se ambientan en el pasado. Pero nunca lo habíamos visto todo condensado de una forma casi lírica, que para mí forma parte del rasgo que define a Penny Dreadful: la literariedad. John Logan crea un universo donde las palabras traspasan el papel y alcanzan la pantalla, donde algunos de los personajes literarios más emblemáticos cobran vida, y lo hacen en un crossover que recuerda casi a La liga de los hombres extraordinarios. Casi. La trama empieza cuando el caballero Malcolm Murray, explorador de renombre, y su pupila Vanessa Ives reclutan a una serie de individuos para ayudarles a encontrar y salvar a una joven desaparecida, hija de Murray. De esta forma el equipo se las tendrá que ver con seres que sirven al mismísimo Lucifer: brujas y vampiros. Pero hay más. Toda una mitología subyace en una Londres en la que la línea entre vivos y muertos es cada vez más difusa. Sin embargo, yo no vengo a hablaros solamente de la serie, sino también de sus personajes y de su porvenir en la nueva temporada. Los spoilers, prometo, serán mínimos. Malcolm Murray El líder de esta coalición peculiar. Un personaje con alma de hierro del que al principio cuesta aprender cosas. Le cuesta abrir su mente a lo paranormal, aunque en teoría ha visto de todo. Con fama de serio y orgulloso, Murray va perdiendo credibilidad a medida que se descubren los trapos sucios de su familia. En el fondo es un hombre muy atormentado que intenta aparentar seguridad. No viaja para explorar, explora para escapar, como bien demuestra el final de la segunda temporada. En esta tercera asistimos a sus peripecias en África, donde [SPOILER] acude para enterrar a su compañero y criado Sembene, o al menos esa es su excusa. Todavía quedan amenazas para este señor ahí fuera. Tal vez lo ideal sería que volviera a casa, claro que antes debe hacer una paradita al otro lado del mundo para ayudar a su aliado Chandler [FIN SPOILER]. Por cierto, su personaje tiene todo el derecho de recordaros a Allan Quatermaine, uno de los protagonistas de La liga de los hombres extraordinarios. De hecho, como en Penny muy pocas cosas son casuales, apostaría a que es una versión de este. Vanessa Ives El personaje más interesante y el mejor interpretado de lejos. Eva Green realiza un trabajo estupendo metiéndose en la piel de esta huérfana marcada por el diablo. Mujer misteriosa con un acento muy definido que hasta el capítulo cinco de la primera temporada no nos desvela sus orígenes. Y es que, aunque por fuera transmita serenidad y hasta solemnidad, dentro encierra un mal que lucha cada temporada por apoderarse de su alma y su ser para siempre. Sus poderes adivinatorios no son gratuitos y puede ser tanto un lastre como una ayuda. En la primera temporada es clave para encontrar a la desaparecida Mina, en la segunda se convierte en víctima perseguida y ahora, en la tercera, debe aprender a lidiar con sus demonios internos (nunca mejor dicho). Vanessa está acostumbrada a pelear y sobrevivir sola, sufriente de muchos calvarios, pero ahora debe aprender a confiar en la mano que le tiende una desconocida. Tal vez sea bueno para ella dudar de sí misma un poco más si ello le lleva a aceptar esa mano. La relación que mantiene con Ethan también es muy especial, y solo espero que llegue a buen puerto. El personaje, por si os lo preguntáis, no tiene original literario, por el momento (yo al menos no he conseguido adivinarlo aún. No os penséis que todo viene en bandeja. Si no, el juego no tendría gracia). Ethan Chandler Un pistolero americano en Londres; es la pista que nos dan los guionistas en la primera temporada para aventurar la identidad de este personaje, que no se desvela hasta el final. Y como ayuda están los créditos iniciales, que terminan de despejar la duda, porque en la historia de la literatura de terror solo un monstruo viene de América para instalarse en el corazón de Inglaterra (¿hace falta que lo diga alto y claro? Bueno, allá vosotros [SPOILER]: el hombre lobo [FIN SPOILER]). Ethan, pese a formar parte de este grupo extraordinario, es el más humano, aquel con el que el espectador se ve más capaz de empatizar. Aterriza como un extranjero para el que todo ese ambiente británico resulta oscuro y novedoso. No obstante, no os dejéis engañar. La evolución psicológica de este personaje va in crescendo y cuando ya creemos haberle pillado, nos sorprende con algún truco o un nuevo detalle de su historia personal, que es prioridad en la tercera temporada por cuanto que nos trasladamos a su hogar en el lejano oeste. Josh Hartnett, para mí, ha sabido conjugar la humanidad del personaje con su propio misterio, convirtiéndolo en cercano y lejano a la vez. Victor Frankenstein Poner el nombre de este personaje se considera un spoiler del final del piloto, porque él tampoco revela su identidad hasta ese momento. En Penny Dreadful, para que lo entendáis, todo funciona más o menos de forma sutil, delicada (a mí es que el acento inglés me pierde) y misteriosa, hasta que la sorpresa aparece de golpe según qué parte de la temporada. Harry Treadaway, el actor encargado de dar vida a este científico loco, no había interpretado muchos papeles de ida de la olla hasta este momento; por eso su actuación en principio sorprende. Porque con él la filosofía de Frankenstein, me atreveré a decirlo, tiene un sentido. No es más que un niño cuando conoce la muerte por primera vez, y de todo el casting protagonista es el más joven aun siendo adulto. Se podría incluso comparar con otro personaje clásico estudiantil, Raskolnikoff (protagonista de Crimen y castigo), ya que el delirio de creer que está por encima de los demás le conduce a un tormento en lo más profundo de su conciencia tras cometer su crimen. Otro más con una máscara que cuando se la quita desvela al hombre temeroso, al nervioso, al drogadicto. Victor no es capaz de devolver la vida a los muertos sin crear monstruos y caos por el camino. Su mejor creación, paradójicamente, no es del todo responsabilidad suya. Antisocial, egoísta, metódico, amante de la poesía y curioso por naturaleza: así es esta versión del doctor. Para mí, el personaje más débil y más fácil de estafar, preso de unas emociones que es incapaz de exteriorizar. No admite nada, ni por asomo. Se cree don Perfecto pero no lo es. ¿Qué espero de él esta temporada? Que sufra, que tenga miedo, que aprenda y arregle su error (o al menos que lo intente). No es cruel, pero por poco. Con tales características, Mary Shelley, creadora de su novela, podría quedarse satisfecha. La criatura Ya que he hablado del padre qué menos que incluir a su primogénito. Caliban, como le bautizan en la primera temporada, es todavía más sufridor que Vanessa y el resto del grupo juntos. Rechazado por su creador y por la sociedad, el pobre no hace más que recibir palos temporada tras temporada. Pero va acumulando experiencia y conocimientos, y no solo resulta un personaje entrañable sino también sabio como el que más, filosófico, lo que de nuevo remite al monstruo creado por Shelley en el siglo XIX. Con él surge otra oportunidad de homenajear a la literatura. No es tan diferente de Víctor, puesto que ambos leen a Shakespeare y recitan versos de memoria. Una de sus mejores escenas es este discurso al que yo llamo “El lamento de Caliban”: Espero que esta temporada le sonría un poco más. Por las promos, parece que se lo va a pasar bien, ejem, ejem. Dorian Gray Probablemente el personaje más recreado en cine junto con Frankenstein y el hombre lobo. No me entretendré mucho con él porque no hay mucha novedad, salvo el encanto malicioso que desprende a diferencia, por ejemplo, de la versión de Ben Barnes (2009). Lo llamativo de este hombre es que en principio está concebido para “deslumbrar” y encandilar, pero, si bien este es el que más se acerca a dichos objetivos, no termina de despertar mi interés. Bien es verdad que Gray es complicado: no puedes quererle, pero tampoco odiarle del todo, simplemente tenerle manía o no estar de acuerdo con sus principios. Porque el tipo a priori no parece un villano, pero sabes que te conviene poner leguas de distancia. Teniendo en cuenta que ha hecho un pacto con el diablo para preservar su juventud (un poco a lo Fausto), muy bien de la zotea no está. Y cuando empieza a introducir en su círculo al grupo protagonista no puedes evitar poner el grito en el cielo. Aun así, no son sus excentricidades lo que llaman la atención, sino el origen: su retrato. Una sorpresa que [SPOILERS] aparece casi al final de la segunda temporada [FIN SPOILER]. Pueden pasar años y haber mil versiones, pero a uno siempre le intriga saber qué esconde ese cuadro, ya que lo más interesante es ver cómo cada director refleja el mal y la degradación del personaje en él. Una imagen espeluznante que busca poblar tus pesadillas, el mayor terror de toda la serie. En cuanto a su futuro, pues lo cierto es que lo veo en la misma línea que hasta ahora, solo que mostrando su lado oscuro más abiertamente. Brona Croft/Lily “Quiero una compañera”, le dijo Caliban a Victor, y él se escudó en un cuerpo cuya alma estaba a punto de dejar la Tierra: el de Brona, la amante de Ethan, una enferma de tuberculosis que solo se puede ganar la vida como prostituta. Para cambios radicales, el suyo. De viva a muerta y de muerta a revivida o no muerta. Pero también cambia su personalidad, sus gustos, su aspecto y hasta su nombre, por razones obvias. Por fuera, Frankenstein ha mejorado en su experimento. Por dentro, ha creado el peor de los monstruos. Y es que a Lily nadie la detiene, y con sus aires dulzones es capaz de engañar al más astuto. Pero bueno, Victor no me pareció nunca especialmente lúcido, así que… Como compañera de Dorian Gray puede liarla parda, aunque puede que por eso mismo tenga los días contados. Una serie con todos los ingredientes para enganchar. ¿Qué más novedades he podido degustar en el 3x01? La adhesión de nuevos personajes: un joven e indio doctor Jekyll, que fue amigo de la facultad de Victor y regresa cuando más le necesita para corregir su "error". ¿Cuánto tardaremos en descubrir su otra cara? También: nativos americanos que se involucrarán en la trama de Ethan y Malcolm, y un nuevo ser oscuro que bien podría ser Drácula, como ya nos adelantaron en la primera temporada. Además, regresan los detectives que custodian a Chandler (posible alusión a Sherlock Holmes) y una vieja conocida de Vanessa, solo que en otro papel. Misterio, literatura, sexo, gore, lucha... Ingredientes que ayudan a enganchar. Si todavía no os habéis abierto a la adaptación de estos folletines "horrorosos" que en sus tiempos se vendían por un penique (de ahí el título de la serie, como dato), hacedlo sin dudar.
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