Post de Naiara Salinas Mayo es el momento de muchas despedidas: del curso por un lado, de la carrera por otro... y también de las series. Summer is coming (menos para los de Juego de Tronos) y es mi turno de irme de vacaciones seriéfilas hasta nuevo aviso (tranquis, sé que no duraré mucho). Empiezo con dos seasons finales que superficialmente solo puedo definir como OMG. Qué elocuente, ¿verdad? Ambas ambientadas en el típico pueblo estadounidense, donde los jóvenes tienen tanta iniciativa como los adultos a la hora de resolver problemas y las familias caen como moscas (aunque en algunos casos tienen mejor suerte). Si no habéis visto ninguno de los finales mejor no sigáis leyendo, pues prometo ser muy explícita. SPOILER ALERT. Cómo la oscuridad triunfó en Riverdale El 1x13 empezó como no esperábamos: resolviendo el caso de Clifford Blossom y su trapicheo, a través de una doble narración por parte de los escritores de turno, el grandioso Jughead Jones y la meticulosa Alice Cooper. Novelista y periodista desvelaron los enredos corruptos del ricachón y la respuesta del ayuntamiento, dispuesto a condenar a FP a cambio de mantener el buen nombre de la ciudad... salvo que este decidiera delatar a los camellos (como si con el chantaje emocional del episodio anterior no hubiese bastado). Tranquilos, FP no vendería ni a su vaca más preciada por esa gente, así que la cárcel y el juicio son lo que queda. Elecciones como esa siguen afectando al hijo inocente, que de marginado simple ha pasado a la categoría de paria del instituto. ¿Qué más desgracias le podían pasar a Jughead? Pues... mudarse de barrio y por ende de instituto. Lo genial del capítulo fue que, pese a ser en su mayoría resolutivo, ya iniciaba los conflictos que veremos en la segunda temporada. El drama no cesó, si acaso se acrecentó. Siguiendo con el drama de Jughead, un gran paso en este personaje ha sido mostrar la fortaleza que reside en su interior para superar los problemas. El que empezó siendo el chico misterioso de la serie ha terminado desnudando su alma, pero todavía le queda mucho por afrontar. Y es que ni ser inteligente ni noble, ni tener siquiera buen corazón, le va a salvar de la discriminación y del camino oscuro que supone convertirse en un Serpiente del Sur. El gran conflicto de este personaje acaba siendo: "¿Dónde está mi sitio, con la chica que amo y mis mejores amigos..., o con la gente de la que soy más afín?" No creo que tenga problemas para manejarse en su nuevo territorio porque, tal y como le dice FP a Archie, es un chaval duro de moler que sabe lo que se hace y se adapta fácilmente. Le damos la razón cuando lo vemos riéndose tan a gusto con compañeros que a priori parecía que iban a molerle a palos (qué nerviosa me sentí en esa escena). Sin embargo, ¿cómo afectará esto a su relación con Betty? Toca cambiar de drama. La rubiales está harta de la hipocresía de la ciudad y se alza como defensora de la verdad, ignorando incluso la advertencia de sus padres de vigilar lo que escribe. Betty va camino de convertirse en toda una reportera justiciera, cosa que le traerá problemas por parte de los que más quieren callarla: los del alto mando. A ella lo que le suceda a estas alturas ni le va ni le viene. No soporta la injusticias, y no soporta el trato que se le está dando a su chico. Es la primera en alzar la voz por él, por su padre y por todos. Esa determinación, junto con su fe y espíritu inquebrantables, es lo que puede salvar su relación con Jughead, pero, seamos sinceros, la pareja va a tener que superar unos cuantos obstáculos de cara a la nueva temporada. Si en esta el trabajo en equipo los ha unido, en la siguiente les acabarán separando las murallas levantadas por la propia ciudad entre los de la buena vida y los pandilleros. Se van a convertir casi en Romeo y Julieta (ojalá que no, en serio). Por si fuera poco, el gran, grandísimo cliffhanger del capítulo no es la "muerte", sino ¡la revelación de que Polly y Betty tienen sangre Blossom! Eso no lo vi venir, MAJARIS. Oh, y el drama Cheryl. No podía olvidarme de él. Cheryl, aunque al principio parecía que no, es la que más oscuridad ha visto esta temporada junto con Jughead (bueno, admito que Betty y ella están muy pegadas en ese sentido). Sin embargo, mientras que él en cierto modo ha encontrado la paz, a esta pelirroja le quedan muchas batallas sanguinarias con lo que queda de su familia, que no es mucho (por no decir nada). Tanto por su depresión como por su recién pobreza la orgullosa ha bajado los humos y no le quedará más remedio que apoyarse en su nuevo grupo de amigos, en especial Veronica. Sinceramente, la fragilidad demostrada en este episodio me partió el alma, pero su deseo de romper con todo indicó que esta Blossom no ha terminado su lucha y tras el bajón está dispuesta a seguir en pie. Para mí y el resto de fans es un alivio, sinceramente, porque no podía imaginarme una Riverdale sin Cheryl tan pronto. El episodio iba en gran medida de encarar la oscuridad de uno mismo. Bueno, ese era el tema de toda la temporada, más bien. El asesinato de Jason Blossom era la excusa para que afloraran las dobles caras y los secretos, y que nadie es tan puro como parece. Ni siquiera Fred Andrews, que justo revela a su hijo que fue pillado conduciendo borracho durante el viaje de visita a Mary. A Fred hay que dedicarle palabras mayores, por supuesto, porque es el protagonista del giro final gracias al cual la oscuridad acaba absorbiendo la ciudad cuando por fin tiene la oportunidad de seguir adelante. Un asalto, un disparo, un hombre ensangrentado con la vista al cielo siendo socorrido por su hijo. Esta imagen se ha repetido tantas veces en los cómics (Spiderman, Batman...), que es inevitable pensar que la vida de Archie no va a ser la misma. Hasta ahora el chaval había logrado quedar como héroe de la ciudad sin apenas hacer nada (ole sus huevos). Su inocencia era tan palpable que obviamente tenía que estar a posta, porque cómo si no íbamos a justificar las pocas luces del chico mientras sus amigos sufrían lo indecible. Tal vez Fred no muera (aunque sería mucha suerte, la verdad), pero con ese balazo sí ha muerto el último resquicio de inocencia de la ciudad. Y Roberto Aguirre-Sarcasa ya lo ha anunciado: a Archie le espera un viaje muy duro. La cuestión es... ¿se apoyará en sus amigos... o querrá resolverlo por su cuenta? (Digo del mismo chico que hacía un par de escenas estaba acostándose con su novia definitiva, o eso espero, y cantando una balada emotiva por los suyos). Y hablando de la novia, Veronica: su papá llegará a la ciudad. Es como el diablo personificado tras la muerte de Clifford, una promesa de lo que llevo diciendo a lo largo de este apartado: se avecinan tiempos oscuros. Además, es casi seguro que Hiram Lodge, directa o indirectamente, está involucrado en lo de Fred, y esto añadirá sal y pimienta a la relación de Archie y Veronica fijo. Ritmo frenético con unas pocas pausas para equilibrar. Aplausos a K.J. por la escena donde se marcó un DiCaprio al romperse la mano. El momento culminante, cuando salen a flote los verdaderos sentimientos, es grandioso. La parejita Betty-Jughead (o como la llaman, Bughead) deberá recordar sus mutuas confesiones de amor en los episodios venideros, por su bien. Y... ya hemos visto que tienen intención de pasar a mayores, ujuju (el momento en que él la agarra y la planta sobre la encimera no solo me pareció sexy de más, sino también... impropio, como si hubiera una fiera salvaje en el cuerpo delgado del chico que todavía no nos hubieran presentado. Con lo tranquilo que parecía - quitando su pelea con Chuck-... ¿Lo veremos más de esta guisa? ¿Os gustaría?). ¡Hey! ¡Que me dejo a Hot Dog! Ese perrazo va a causar sensación. Sería genial que Jughead y Archie acabaran paseando a sus perros juntos mientras se cuentan sus dramas. Buena idea para una terapia y, de paso, no romper el contacto. Aparte, creo que lo de Fred afectará tanto al pelirrojo como al moreno, quien lo podía considerar un segundo padre. En resumen, un final de diez y una temporada de matrícula de honor (que viene a ser lo mismo). Cómo la luz se mantuvo en Storybrooke Y llegamos a la otra cara de la moneda. Si el final de Riverdale fue dramático a más no poder, el de Once Upon a Time causó que se nos escapara una lagrimilla de dicha. La familia Charming no pierde la fe ni aunque les asole la mismísima maldición que les trajo a Storybrooke, causada por la mismísima mala pécora que la inventó. Si esto os suena, que no os extrañe porque no es la primera vez que sucede. Es más, este pueblo bien merece ser condecorado después de haber sufrido tanta maldición (qué bien que es mágico, porque si fuera normal otro gallo cantaría; vamos, no se mantendría de pie). El aplauso en este caso va para Rumple, quien lleva con trifulcas familiares desde su nacimiento, prácticamente. Tras matar al padre, que lanzó una maldición, le vuelve a caer la responsabilidad, esta vez con su madre. De esta forma, sella su destino como Salvador que tanto quiso evitar esta. Pero antes de eso suceden muchas cosas de por medio. Ciertamente, es un capítulo que desde el principio se muestra como homenaje a la serie, lo que hace que se sienta como si fuera el final definitivo, y en parte lo es. En el famoso "previously" se ve cómo la relación entre Henry y Emma va a pesar por cuanto que retrocedemos a la maravillosa primera temporada, donde el verdadero creyente lograba que su madre creyera en su destino y en los cuentos. En esta ocasión tiene la misma misión, solo que debe darse prisa, pues mientras Emma no crea el resto de los mundos irá desapareciendo, incluido el Bosque Encantado, donde está varada toda la familia (más Regina y Zelena). En esta operación el libro de cuentos tiene una importancia sublime, como siempre (por eso me gusta comparar este episodio con La historia interminable: el libro conecta el mundo real con el ficticio y además es el instigador para creer), pero al final no es el objeto sino el contenido lo que importa: Emma debe recordar su propia historia (a todo esto: si las hadas en principio solo viven a base de fe..., ¿cómo es que ninguna muere cuando la gente deja de creer que existen? Yo lo planteo. Fiona se ha arriesgado lo suyo con esta maldición). Esta season finale nos ha permitido viajar al resto de temporadas a partir de detalles como la presencia del sombrero de Jefferson, que los Charming y CIA usan para viajar al portal interdimensional y descubrir así que corren peligro; la alubia plantada a través de la cual Emma y Hook escalaron al país de los gigantes; breves vistazos en una de las escenas finales a mundos como Nunca Jamás y Arendelle, donde se puede ver a Sven; el baile de Rumple y Belle con el tema de La bella y la bestia... La gran lucha de Emma se trataba de creer, ya fuese en su pasado o en sí misma. Por eso el cómo resuelve el enfrentamiento contra Gideon y cómo Henry acaba salvándola con el beso con el que ella le salvó a él es precioso. La luz nunca morirá mientras exista esperanza. Realmente, si no hubiera renovado, la última escena donde se ve a todo el mundo feliz en una especie de última cena (la imagen resulta muy cuadriculada) hubiera sido perfecta, nos hubiéramos ido en paz. Sin embargo, está el pequeño detalle de los flashbacks falsos, que muestran un curioso plot twist. En ellos vemos a una niña escapar con un caballero de un peligro inminente. El caballero es su padre y le pide a la niña que huya con un libro de cuentos muy familiar... Tiempo después, cuando la niña regresa, el lugar está destrozado y no hay rastro del padre, pero Tigrilla se le aparece para decirle que no tema, que algún día está previsto que se reencuentren. Gracias al libro de cuentos y a los rumores extendidos en las últimas semanas (y en los últimos meses) era bastante fácil adivinar la identidad del padre, que se confirma en el último minuto: el propio Henry. No hay duda de que esto añade la intriga que podía favorecer una nueva temporada. No digo que vaya a ser igual, pero... no es difícil de asumir, pues este 6x22 ha servido para cerrar un ciclo, para finalizar la historia de los Charming y su Emma querida, y ahora podemos continuar con Henry como si se tratara de una secuela o un spin off. Tal y como lo veo, la séptima temporada ahondará en las peripecias del chaval y nos presentará quizá una nueva maldición que busque acabar con el verdadero creyente. Storybrooke ha pasado a la historia, pero algunos de sus habitantes regresarán para ayudar al joven Mills a recuperar lo que tuvo. De cara al público se preve que sea lo que Animales fantásticos y dónde encontrarlos a Harry Potter: obviamente la original ha dejado el listón muy alto y nadie va a sustituir a los protagonistas originales, pero la otra no es por ello menos interesante. Lo que sí opino es que Once Upon a Time debería zanjar esta trama cuanto antes, en la propia séptima temporada, para concluir así una historia mágica que nos ha tenido en vilo y nos ha hecho soñar con la fantasía y la infancia. Tienen tiempo para pensarlo, claro.
Como espero haber dejado claro, ambas series continúan gracias a las preguntas que dejan atrás: ¿el disparo a Fred fue premeditado? ¿Qué pasará con Cheryl? ¿Y Betty, Jughead, Veronica y Kevin? ¿Irá en serio FP a prisión o le disminuirán la condena?
¿Y Henry? ¿Es Violet la madre de Lucy? ¿Cómo llegó a ser caballero en el Bosque Encantado? Teniendo en cuenta que Jared Gilmore se va, ¿cómo mostrarán sus flashbacks, si es que los hay? ¿Quién será su guía espiritual en esta aventura? ¿Cuál será la excusa de Emma para no regresar con su hijo? ¿Qué papel jugarán Hook, Regina y Rumple? ¿Volverá el Gideon adulto, teniendo en cuenta la de años que han pasado? Estoy deseando que llegue septubre, ¡qué ganas!
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