Post de Mariaje Ruiz Podría regodearme en muchas de las cosas que me fascinan de este remake de Sabrina, como su característica, oscura y reinventada estética, sus carismáticos personajes y su atrayente argumento, cuyo interés para mí va in crescendo. Pero la movida que os vengo a contar es otra muy, pero no muy, distinta, pues al final, como decía el filósofo Alan Watts, "todo es todo" o, en otras palabras, todo está interrelacionado y las partes componen el todo. Y es lo que sigue: según lo que la trama nos ha mostrado hasta ahora (y contando con que es una serie de ficción con elementos ficticios y no necesariamente todos ciertos, sino simplemente funcionales como elementos narrativos), hay una serie de características del demonio que coinciden con lo que la Biblia y las enseñanzas de la Iglesia Católica nos dicen de él. Son múltiples los versículos que indican estas cualidades y mucho lo que se dice sobre Satanás, y os invito a investigarlo. Yo solo mencionaré algunos y haré un breve bosquejo de algunas cosas que se pueden discernir viendo la serie. 1. Satanás trata de imitar a Dios de distintas maneras Haciendo creer que algunas cosas malas son buenas, haciéndolas atractivas o tentando a la autoindulgencia sin responsabilidad, o, como señalan algunos autores como Giovanni Papini, invirtiendo las cualidades y las enseñanzas de Dios. Ejemplos de esto son la manipulación de Lillith o todo lo referente a la Iglesia de la Noche, empezando por su rito iniciático, el bautismo oscuro. Como dice San Pablo en su 2ª Carta a los Corintios 11:14: "...nada tiene de extraño, pues el mismo Satanás se transforma en ángel de luz". En ese sentido, el Diablo podría incluso simular milagros. Se entiende que a lo largo de la historia ha habido varios casos de posesión, pero me gustaría detenerme en uno en el que estuve indagando: el caso de la religiosa Magdalena de la Cruz, aka la monja que hizo un pacto con el demonio, sería un ejemplo de esto. Esta mujer fue tomada casi como santa en vida por muchos, ya que la gente creía que realizaba actos milagrosos, hasta que años más tarde, después de observar largamente sus extraños y hasta crueles comportamientos, se entendió que era víctima de una posesión demoníaca. Según se sabe, ella misma admitió haber realizado un pacto con el Ángel Caído a cambio de buena fama. Aunque el caso sea distinto, el paralelismo con la Sabrina que consigue hacer prodigios y que es considerada una entidad superior, parece evidente. Siguiendo este argumento, podemos concluir que el demonio es un embaucador o, como dice Juan 8:44, "es mentiroso y padre de la mentira". Solamente hay que recordar lo ocurrido en Génesis: la tentación que les presenta a los hombres para hacerles caer en el pecado original: la soberbia de creer que pueden ser como dioses, es decir, de ser lo que no son. A este respecto, también podemos ver cómo trata de tentar al mismo Cristo en el desierto con enseñanzas bíblicas sacadas de contexto, es decir, retorciéndolas para su conveniencia, para elaborar un falso discurso. ¿No os recuerda a alguien todo esto? 2. Satanás no sirve a los hombres, sino que los esclaviza Por un lado induciéndolos a pecar y pretendiendo que se mantengan en su error. Según Juan 8:34, "el que comete pecado es esclavo del pecado". Por otro lado, con los adoradores de Satán no hay trato de privilegio. Según varios exorcistas, si en algún momento concede algún tipo de beneficio a través de pactos u otros medios satánicos, los males venideros son mayores que cualquier cosa positiva, por lo que la ganancia solo sería temporal y aparente. Según lo que sabemos de las Escrituras, el demonio simplemente pretende que las almas se alejen de Dios, que se encaminen al Infierno, que es la renuncia del amor divino, su ausencia. Es decir, que es un hijoputa egoísta y cruel. En un momento dado, Lillith enuncia la siguiente frase: "El trabajo de un demonio no acaba nunca". En la 1ª Carta de Pedro 5:7 se nos avisa: "Sed sobrios y vigilad, porque vuestro adversario, el diablo, como un león rugiente, ronda buscando a quién devorar". No obstante -antes de que cunda el pánico-, el apóstol pone sobre aviso de que estos padecimientos son pasajeros y que Dios proveerá. Como han dicho ya varios teólogos, Satanás y sus secuaces son espíritus puros de gran inteligencia que pueden intuir algunas cosas sobre las personas y sobre cómo tentarlas, pero no son ni omnipresentes ni omniscientes. Se pueden saber cosas sobre ellos y su manera de proceder mediante la Biblia y otras fuentes. Se les puede alejar mediante oraciones, sacramentales, y hasta expulsar con exorcismos, si procede. Todo esto es algo que se demuestra también a lo largo de la serie y que queda especialmente patente en su final, cuando Satán, a pesar de su poder y de su influencia, queda encerrado y reducido.
En definitiva, el mensaje parecer ser que al Diablo se le puede combatir. Según la teología católica Satanás lucha en inferioridad contra Dios (considerar que las fuerzas del bien y del mal están en perfecta oposición es un error antiguo, algo ya propuesto por la doctrina maniqueísta). Como el mismo Jesucristo le dijo a Pedro, las puertas del Infierno no prevalecerán. O como la misma Sabrina parece que esta siempre a punto de decir: “Not today, Satan, not today”.
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Enero 2023
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