Post de Naiara Salinas El viernes pasado se estrenó en Amazon Prime Video Catherine called Birdy, adaptación de la novela homónima de Karen Cushman sobre una joven de catorce años a quien su padre se empeña en desposar con un hombre rico a cambio de tierras y dinero para paliar la crisis económica que afronta la familia. El caso es que la muchacha, un espíritu libre con gran imaginación e ingenio, se negará en rotundo a pasar por el altar y pondrá a prueba la paciencia y el amor de sus padres con sus múltiples contraataques a cada propuesta casamentera. Desparpajo liberal a la Dunham Quien tuviera el placer de conocer a Lena Dunham en la inolvidable Girls puede que no se sorprenda con la ligereza con la que la directora se adentra en el contexto medieval para enredar todo su sistema y anclarlo al nuestro, donde las niñas tienen derechos y deben unirse para batallar por ellos. Catherine called Birdy se nutre bastante del panorama actual y, como bien hizo Enola Holmes hace apenas dos años, se convierte en una comedia con una protagonista de armas tomar que se lía a leches con quien haga falta, le levanta la voz a su mismísimo padre autoritario, se va de juerga con su tío favorito y, sobre todo, repele y huye de las normas patriarcales que le obligan a ser una dama. Lecturas feministas a un lado, la película se desenvuelve con un tono muy jovial lo suficientemente entretenido, donde no faltan covers de canciones pop y gags satíricos que acentúan más la ruptura temporal y, por ende, la diversión. ¡Incluso rompe la cuarta pared alguna vez! Bella Ramsey sostiene la narración todo el tiempo (en más de un sentido, ya que también es la narradora de su diario) volviendo a demostrar por qué se hizo con nuestros corazones interpretando a la pequeña osa Mormont en Juego de tronos. Mismo espíritu aquí, en un contexto menos lúgubre, aunque la suya no es la única cara ponienti reconocible (también está Dean Charles-Chapman, el querido Tommen Baratheon, que interpreta a su hermano mayor un poco más atontado). Mejor resulta cuando interactúa con Andrew Scott y Joe Alwyn, dos hombres que son la cara y cruz de una moneda: el que le pone esposas y el que aboga por su libertad. Menos libre es su amigo monje (Archie Renaux, de Sombra y hueso), cuyos votos sellan su matrimonio con Dios (la gracia del filme es que, lejos de presentar ese momento como algo tan hermético, le pone su morbillo con un toque fresco. Para mí, de las escenas más divertidas). Billie Piper (Penny Dreadful, Doctor Who) es la sufrida madre destinada a parir herederos, pero siempre engendrados con amor porque, tan serio donde lo ves, en el fondo el patriarca es un modelo de cabeza de familia y nadie puede negar su amor por ella. La estructura es bastante determinante al presentar el mundo y los personajes de Catherine, cuyas peripecias seguimos al más puro estilo Dunham mezclado con novelas de coming of age. Tiene un rollo muy similar a Mi gato Angus, el primer morreo y el plasta de mi padre, para que me entendáis (no faltan el mejor amigo campesino y la mejor amiga guapa), pero por la importancia que se da a la figura de las aves (muy presentes en la trama) como metáfora de la madurez («volar del nido») y la propia búsqueda interna de «Birdy» (no confundir con la cantante), en mi caso también ha terminado recordándome a Lady Bird, el largometraje que firmó Greta Gerwig con una también rebelde Saoirse Ronan alzando las alas. Conclusión
Catherine called Birdy no es una película que te vaya a resultar imprescindible, pero sí garantiza un buen rato y una distracción con un reparto llamativo con química satisfactoria y donde hay papeles que simplemente por sus interacciones ya te sacan la risita (Scott está tremendo, todo hay que decirlo). Lanza un mensaje decisivo a favor de la autonomía en la toma de decisiones como parte del desarrollo (sobre el título de este post, casi sería mejor decir que Lady Bird revoluciona la Edad Media con esta modernización), aparte de ser una degustación muy ligera que no llega a las dos horas. Si os encanta la mezcla cultural random os animo a darle una oportunidad, desde luego. La Dunham sabe lo que se hace. Lo mejor: los personajes y sus interacciones, las idas de olla de Birdy para espantar a sus pretendientes y que una de las covers «medievalizadas» sea «Fade into you» (aunque el momento en el que suena da un poco qué pensar sobre la relación de los protagonistas... Nah, es broma, soy una espectadora de La casa del dragón, no se podía esperar menos, jiji). Lo peor: poca cosa, la verdad. El acento inglés es súper marcado, así que ojito con quitarle los subtítulos si la veis en V.O. Por lo demás, me parece que cumple su función. Quizá me hubiera gustado ver más de algunos secundarios cuyas historias se mencionan pero luego no se desarrollan, lástima. Puntuación: 7,5
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Agosto 2023
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