Post de Naiara Salinas Holiiiiiii. Madre mía, ¿cuánto hacía del último maratón temático, un año, dos? Era un especial muy chulo, pero la agenda me obligó a detenerlo, hasta ahora. Sabéis que estoy entre a poco y cero de declarar un culto oficial a Sandman en este espacio, pero mi foco hoy se sitúa sobre el que pronto va a ser declarado estrella emergente a nivel mundial. Y eso sería un ERROR, porque Tom no es ningún novato; de hecho es de los actores británicos de su generación que cuenta con más trayectoria. Es una triste realidad que hay muchos como él que son descubiertos muy tarde por el público porque nadie ve sus películas (y series). Por eso os traigo una lista de solo algunos largometrajes que cuentan con este hombre de apariencia desaliñada: algunas muy cómicas; otras, más oscuras. Las hay un poco turbias y las hay más normales. Si os acabáis enamorando de él como el rey de los sueños (espero que sí), tomad nota, que toda gran interpretación forma parte de una evolución. Mentes criminales (2006) Cuando Eddie Redmayne se estrenaba en el cine con este filme, Tom llevaba ya unos cinco a sus espaldas. Aquí interpretó a Nigel, niño rico de renombre con ideales muy raros que llega nuevo a un internado muy estricto y se convierte en el compañero de cuarto de Alex, el hijo del director, que no lo traga. Entre los dos comienza a iniciarse un juego siniestro y macabro en el que Nigel persuadirá a Alex para que se una a su secta particular en defensa de los cátaros. Todo lo destacable de este thriller psicológico ya lo concreté aquí. Radio encubierta (2009) ¿Recordáis cuando os dije que este chico tenía dos moods? Si en la anterior estaba en modo creepy, en esta se vuelve adorable y romántico. Años 60. Carl es un chico sin rumbo al que su madre envía a un barco peculiar tras ser expulsado del colegio. Peculiar porque es el hogar y centro de transmisión de una emisora pirata dedicada al rock (y a veces al porno y el salseo), con 25 millones de oyentes en todo Reino Unido. La radio está comandada por Quentin, el padrino y tutor del chaval, pero cuenta con un séquito de lo más variopinto, entre los que destacan el deslenguado «Conde», el cínico Dave, el divertido Simon, el enigmático «Midnight Mark» y el seductor Gavin. A su lado, Carl vivirá experiencias no recomendadas para menores (por suerte él tiene dieciocho): orgías, la pérdida de la virginidad, el primer colocón, un bodorrio, ser víctima de la ley anti-rock... Y sin apenas moverse del barco, ubicado en el mar del Norte. Esta es la oferta más entretenida de las presentes en esta lista, con una banda sonora de lujo (el score, encima, lo firma Hans «Maestro» Zimmer) y un reparto que os hará la boca agua (Tom no puede quejarse: ha trabajado con las grandes leyendas de su país). Mi sobresaliente ya lo tiene; queda el vuestro. Waiting for forever (2010) Seguimos con el romanticismo, en nivel extremo, hasta el punto de que aquí hay que colgar el cartel de «CUIDADO. EXCESO DE ÑOÑERÍA. NO APTO PARA GENTE RAZONABLE». Sturridge es Will Donner, un chico que no tiene dónde caerse muerto y que se gana la vida como artista callejero. El sueño de su vida es volver con su gran amor, Emma, de quien era mejor amigo de pequeño, hasta que sus padres fallecieron y tuvo que mudarse con su hermano a la casa de su tía. En el presente Emma es una actriz que decide volver a su pueblo natal cuando pierde la popularidad, para reencontrarse consigo misma... y con Billy. Lo que podía ser un reencuentro muy dulce, sin embargo, se vuelve un poco amargo por un giro inesperado. No recuerdo mucho de esta cinta (es más, ni siquiera recuerdo cómo me las apañé para encontrarla en su día); solo sé que el personaje de Tom es demasiado achuchable y derrocha optimismo, dulzura y algo de ingenio (qué gran labia). Quizá si la viera hoy rechazaría su melosidad, pero por aquel entonces... ays. Ternura máxima. Y la canción principal es muy bonita. En fin, toda carrera necesita su gran historia de amor a lo Disney. Nada que reprocharte, Tom (sobre todo cuando el pijama te sienta tan bien. Marcando estilo. Y me parece que esta es la primera vez que le vimos con su característico pendiente). On the road (2012) Como es verano, la estación de agarrar con firmeza la carretera, seguro que más de uno se identifica con la jovialidad de esta trama donde un joven aspirante a escritor conoce a un tipo de lo más liberal y sin pudor alguno que lo invita a unirse a un viaje por el Estados Unidos de la posguerra. Tom interpreta al mejor amigo gay de este escritor, todo un poeta. El filme es un buen cuadro de la población americana en busca de un «sedante» para paliar los efectos de la Segunda Guerra Mundial en su memoria, es busca de una nueva razón de ser, una identidad. Seguimos a un grupo también muy particular a los que la estabilidad les viene grande, pero en el fondo todos la desean. Es la historia de unos jóvenes exploradores, jóvenes indecisos, jóvenes cobardes y jóvenes perdidos. Vicios: mucho alcohol, sexo y drogas. Lo interesante es que se basa en un viaje real realizado por el escritor de la novela (el protagonista, sí. Está narrada en primera persona), al que le obligaron a cambiar los nombres de sus personajes. Eso significa que todos tienen su alter ego histórico y, de hecho, el personaje de Tom llegó a ser un poeta famoso. Esta también queda muy recomendada por mi parte, sobre todo si habéis visto el reencuentro entre Tom y Kristen Stewart en Irma Vep, porque su amistad se confirmó en este largometraje (y eso que apenas comparten plano). Remainder (2015) No es la que más me gusta de su filmografía, siendo sincera, pero cuando la empecé prometía. Basada en el best-seller de Tom K. McCarthy, cuenta la historia de Tom (no es autobiográfica, je), un hombre que parece estar huyendo de algo, hasta que una maleta le cae encima y lo deja en un coma profundo. Cuando despierta no recuerda nada de su vida, pero una compensación económica por guardar silencio sobre el accidente lo convierte en un millonario. Tras todo el proceso de rehabilitación física, Tom experimenta una serie de visiones, recuerdos manifestados en flashes o en sueños, y decide recrear cada escena con personas anónimas para recomponer el puzle de su historia, solo que... hay cosas que es mejor que permanezcan en el olvido a veces, sobre todo las criminales. Como premisa, intriga y es llamativa. ¿Qué es lo que no me funcionó? Su ritmo y la de rodeos que da el guion cuando podría haber sido más efectista, más explosivo o más sorprendente. En su lugar acabó siendo muy aburrido. No terminé de entender ciertas decisiones directivas o por qué no orientar la adaptación de otra forma (desconozco cómo es el libro). Sin embargo, creo que el papel de Tom fue el mejor entrenamiento para encarnar a Morfeo, el más cercano a una experiencia un poco psicodélica, anómala y de perderse en un laberinto, en la personalidad de un tío apático, serio y que no está para que le toquen los... Bueno, ya me entendéis. Podéis echarle un vistazo y corroborarlo. Mary Shelley (2016) No todos los días se tiene el honor de interpretar al poeta excéntrico que propuso el juego que dio origen al mito de Frankenstein (sí, otro poeta. El chico es que es muy literato). La aparición de Tom como Lord Byron en este largometraje no es muy excesiva, pero sí decisiva. El filme es un biopic de la autora a la que debemos uno de los monstruos más legendarios de la literatura de terror. Todo lo bueno que tiene ya lo comenté en este artículo. Velvet Buzzsaw (2019)
Del director de Nightcrawler, tuvo que llegar el señor Sturridge para enterarme de su existencia ahí en el amplísimo catálogo de Netflix. La trama es un poco rocambolesca (seña del director), pero como a estas alturas ya nos hemos acostumbrado ahí la suelto: nos movemos otra vez en el mundo del arte, pero esta vez se trata de pintura. Empezaremos siguiendo a un crítico por una galería donde todo es un negocio. Su ex es la asistenta de la dueña de dicha galería y, cuando regresa a casa esa noche, descubre que su vecino, que era pintor, ha muerto y ha dejado unos cuadros espeluznantes y espectaculares con la orden estricta de no exponerlos. ¿Qué hace ella? Los expone porque si no, no hay película. A partir de ahí, se suceden distintas muertes muy gore con todos los involucrados en esa exposición, un poco a lo Destino final. Es muy peli de tarde con el humor negro que hizo a Nightcrawler triunfar en su día, pero en un guion menos efectivo. Cada personaje resulta una caricatura de forma que te vende un estereotipo y en alguna ocasión retuerce lo iniciado por Oscar Wilde (autor de El retrato de Dorian Gray, ya sabéis). Con el crítico de arte (al que encima interpreta Jake Gyllenhall) nos echamos unas risas por su expresividad; con el personaje de Natalia Dyer empatizamos mucho. Tom es el director de la galería rival que consigue contrato con el pintor más famoso del cotarro. Está más sonriente, hipócrita y optimista que de costumbre, así que divertíos.
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El diálogo cinéfilo de la semanaRuido de fondo
Jack: La sorpresa es infinita. Siento lástima por nosotros y por el extraño papel que desempeñamos en nuestras catástrofes, pero, a partir de un persistente sentido de ruina a gran escala, seguimos inventando la esperanza y aquí es donde esperamos: juntos. Acceso a Calendario CinéfiloArchivos
Agosto 2023
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