Post de Naiara Salinas Turno del cine. Como he hecho hace nada con All Series, toca preparar las doce uvas cinéfilas para la noche: 1. Las pérdidas Sí, desgraciadamente lo primero es lo más trágico. Primero fue Alan Rickman, luego Anton Yelchin... Y hemos acabado con Carrie Fisher y su madre, Debbie Reynolds. También falleció Kenny Baker, el R2D2 original. Actores participantes en sagas que han marcado un antes y un después en la historia del cine, justo en un año en el que volvían a sonar con fuerza gracias a las secuelas, las precuelas y los spin offs. A ninguno los olvidaremos. No me olvido, por supuesto, de David Bowie, que también realizó sus pinitos en la gran pantalla. 2. Las premieres y los festivales Ha sido un año muy activo en este sentido, ya que el haber estado en Madrid es lo que tiene. Mi primera premiere fue Sinsajo parte 2 en 2015, pero luego he vivido la de En el corazón del mar, la Madrid Premiere Week, etc. He visto a Antonio Banderas de lejos, volví al Festival de San Sebastián para ver a Sigourney Weaver y Juan Antonio Bayona y vi más celebridades que no esperaba (aunque las fotos dejen qué desear). En la Feria del Libro, además, vi a Dani Rovira. También menciono de pasada la expo de DC Comics en Madrid, que fue genial. 3. DC vs Marvel Es, creo, el primer año en el que ambas compañías basadas en los superhéroes luchan tan arduamente con dos estrenos cada una a lo largo de todo el año (sin contar Deadpool y X-Men Apocalipsis, que son de 20th Fox): Batman vs Superman y Escuadrón Suicida en un lado y Capitán América: Civil War y Doctor Extraño en el otro. La guerra ha comenzado. 4. Los Emmys Cinéfilos La primera iniciativa del pequeño All Cinema, nuestro contrario a los Oscar Seriéfilos. Pudo haber sido mejor y es algo que siempre me reconcomerá, pero al menos quedé satisfecha con las categorías. 5. El año en el que Leonardo DiCaprio consiguió su Oscar a Mejor Actor Principal por El renacido, junto con más premios Momento histórico. El pequeño Leo rompió su maldición por fin. ¿Quién será el siguiente? Precioso discurso (esperó años para poder darlo, el pobre, así que le felicito por ser capaz de resumir). 6. El regreso al Mundo Mágico de J.K.Rowling Primero fue el estreno de Harry Potter y el legado maldito sobre el escenario, junto con la publicación del guion, y luego, meses más tarde, el estreno de Animales fantásticos y dónde encontrarlos, con la que se inaugura una nueva saga, incluyendo también el guion. La magia se ha dejado sentir más que nunca en 2016, y todos los sectores (salvo la tele) lo han celebrado por todo lo alto (por ejemplo, la Harry Potter Book Night que se celebró en Madrid). 7. El año de los reboots, remakes, precuelas y secuelas Vamos, por algo inspiraron una categoría en los Emmy's Cinéfilos. El libro de la selva, los superhéroes, La leyenda de Tarzán, Buscando a Dory, Peter y el dragón, los adelantos de Wonder Woman, La liga de la justicia, La bella y la bestia, etc.... 8. El aniversario de Star Trek Momento seriéfilo que se celebró en el cine con el estreno de Star Trek: más allá, en la que se rindió homenaje al reparto original de la serie. Tal vez debería haberlo metido en All Series, ups. 9. Felicity Jones en su salsa En menos de tres meses ha estrenado tres blockbusters: Un monstruo viene a verme, Inferno y Rogue One. No se puede decir que acabe mal el año... 10. Esos maravillosos conciertos James Newton Howard visitó Bilbao el 7 de diciembre y la Film Symphony Orchesta organizó su nueva gira por España. A esta última asistí el 23 de diciembre, consiguiendo con ello realizar mi sueño de ver y escuchar bandas sonoras de grandes películas en directo. 11. Descubrir el poder de los rodajes Vi algún que otro de pasada en la capital y yo misma participé en las grabaciones de varias promos para mi proyecto de fin de máster. Iba sobre libros, pero me dio la oportunidad de sentirme toda una actriz y cineasta al participar en el montaje. Me gustaría poder decir que acabé saciada, pero lo cierto es que me dejó con ganas de más... 12. El empujón creciente de All Cinema
Empezó en verano, cuando la actividad seriéfila decayó considerablemente y yo aproveché para poder crear secciones y escribir más críticas por aquí. La respuesta de los lectores fue casi inmediata y me gustó poder sentirme en mi salsa sabiendo que era leída. Ha costado, pero haber dado este impulso ha sido gratificante. Ahora se trata de seguir buscando el equilibrio en este blog tan variopinto.
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Post de Naiara Salinas Realmente, aunque muchos leáis este post el día 26, estaba pensado como especial navideño para el 25, de ahí que no haya modificado la fecha ni mucho menos el título. Veréis, en lugar de escribir la típica recomendación de cada semana, dada la coincidencia de la fecha pensé en hacer algo más especial. Por eso no os regalo hoy una sino tres recomendaciones, que juntas, pienso yo, reúnen parte del espíritu de esta fiesta, emociones y deseos positivos para que en lo que queda de año terminen convirtiéndose en una promesa (a lo Cuento de Navidad, un poco): perseverancia, sacrificio y superación. Perseverancia: Vaiana En esta primera película navideña, que podéis degustar todavía en el cine si no lo habéis hecho ya, una joven exótica amante del mar y deseosa de explorar el mundo acepta la misión que el océano le encarga (vía su abuela) de devolver el corazón de la diosa Te Fiti robado por Maui, teniendo que encontrar para ello al semidiós primero, recuperar su arma mágica después y emprender el viaje a la isla de la diosa. Una empresa ardua en la que Vaiana necesitará toda su paciencia, valor y cabezonería para no rendirse, de ahí que haya destacado esa cualidad en negrita. Disney siempre ha funcionado enviando sus mensajes de afán de superación y autodescubrimiento. No hay personaje que no se haya enfrentanto a diversas adversidades para lograr sus objetivos. Incluso uno de sus mensajes más recurrentes es el de "Sigue siempre adelante" (cita del propio Walter incluida en Descubriendo a los Robinson). Vaiana, así, se incorpora a este elenco con fuerza, no solo aportando el rostro de una muchacha con iniciativa propia, sino también el de una nueva cultura con la que expande su universo hasta ahora visto. Vaiana es uno de esos largometrajes donde funciona muchísimo más el mensaje que las canciones, que no es que estuvieran mal, para nada (la banda sonora es exquisita, en serio), sino que no enganchan tanto como los diálogos de los personajes, cuya psicología está concentrada en tres personalidades: la de la prota, su abuela y Maui o, dicho de otra forma, la aprendiza, la sabia y el inmaduro. Estos tres son la clave del éxito de la misión y la fuerza de la historia. Una joven se apoya en dos personalidades superiores destinadas a enseñarle lo que es la vida desde los dos lados de la balanza, pero no esperéis que al final de la peli siga siendo una alumna, ya que de ser así Disney no habría cumplido con su objetivo. Al final la estudiante aprende y se convierte en ejemplo para su pueblo e incluso para el arrogante semidiós, gracias a su fortaleza pero también a su bondad. Y es que si algo me encantó de esta nueva princesa fue la madurez que demuestra no solo en sus elecciones sino también en su actitud con respecto a su pueblo y sus enemigos. El clímax del filme es lo más llamativo, tanto por la "sorpresa" que ofrece como por la magia del gran acto de valor de la heroína. Empatía y perdón son dos de las cualidades que el espectador termina reconociendo en ella. Así pues, el gran acierto de Vaiana es su protagonista y la proximidad a la mitología polinesia, que aporta una trama atractiva, divertida y con moraleja, donde es posible reconocer muchos elementos de la cultura y la mitología universal (cómo se reparten los poderes los dioses, por ejemplo, y cómo nacen los semidioses, las islas, etc.), así como una reivindicación de la naturaleza y lo que supone su destrucción. Puntuación: 10/10 Sacrificio: Rogue One Esta no necesita mucha presentación, ya que cuenta una historia conocida superficialmente entre los episodios III y IV de Star Wars, en el que un grupo de rebeldes se embarca en la misión de hacerse con los planos de la mortífera Estrella de la Muerte, capitaneados por Jyn Erso, una joven peleona hija precisamente del ingeniero de esa arma destructiva y Cassian, capitán en plena misión de búsqueda de información y caza. Juntos harán frente al Imperio para conseguir... una nueva esperanza. Rogue One es la explosión de adrenalina de esta lista, un poco para compensar. Eso no significa que su mensaje sea menos profundo, solo que tiene otra forma de mostrarlo. Esta película repite el mensaje religioso de que nadie tiene amor más grande que quien da la vida por los demás, que el sacrificio por el bien común es un ejemplo de justicia y solidaridad, algo que debería estar mucho más presente en estas fiestas (pensando en aquellos que no pueden disfrutarlas como nosotros). Y de nuevo con protagonista femenina. Jyn Erso empieza demostrando que son las pequeñas cosas las que convierten a uno en un héroe cuando al principio no desea unirse a la causa rebelde pero en cambio es capaz de salvar a una niña de un ataque imperial. Cada uno lucha por lo que cree justo, pero no se trata de acabar con el enemigo sino de salvar vidas, y a esto se dedica la mayoría de los que integra el grupo de valientes kamikazes. Otros, en cambio, como Cassian, presentan una dualidad al creer que el fin justifica los medios. Esa gente tiene el objetivo tan generalizado (salvar toda la galaxia) que poco importan las "hormigas" pisoteadas por el camino. La misión de Jyn, sin embargo, es salvar a una persona en concreto, y cuando eso no es posible el legado que ha dejado esa persona se convierte en su nuevo sino, no por ella misma sino por lo que representa. Rogue One está llena de múltiples referencias para los amantes de la saga, de mucha acción y continua alusión al episodio IV, cosa que además deja al espectador pensando que a veces la cura exige un sacrificio, que nada es regalado, que hay que poner esfuerzo y buena fe, la seguridad de estar haciendo algo por la patria y no por uno mismo. El egoísmo es el gran enemigo a combatir en este largometraje, no el Imperio. El rifi rafe entre los personajes de Felicity Jones y Diego Luna representa, por tanto, esas dos mentalidades de liderazgo tan comunes a lo largo de la historia. Querríamos ser como Jyn, pero a menudo nos parecemos más a Cassian y, aun así, tanto uno como otro están dispuestos a morir por la causa (también es verdad que al final llegan demasiado lejos como para echarse atrás). Hay otro personaje que quisiera destacar (que no es el androide imperial): el asiático ciego que cree en la Fuerza como quien cree en Dios. La Fuerza simboliza la pureza, el lado luminoso de los jedi, el equilibrio del mundo. Esto me parece importante porque es en parte lo que logra tender un puente entre los rebeldes que opinan de forma diferente, así que al final ese personaje logra condensar las capacidades de todo el grupo y unirlas en su justa medida para cumplir la misión con éxito. También es el más sabio, todo hay que decirlo. PD: no os dejéis aguar por el final predecible. Es mucho más bonito fijarse en el proceso. Puntuación: 7,5/10 Superación: Belleza oculta Llego a la última recomendación navideña, justo la vista hoy, domingo 25, elegida aposta porque me parece la más sensible de todas las que ofrece la cartelera actual. En ella vemos cómo un hombre que ha perdido a su hija de seis años, Howard, entra en una espiral de dolor depresivo donde se abstrae del mundo y de sus amigos, que, desesperados, recurrirán a una detective privado para intentar averiguar cómo ayudarle a seguir adelante. Cuando descubran que su colega envía cartas a tres conceptos abstractos que según él conectan a todas las personas, idearán un plan original para hacerle entrar en razón. Decían los críticos que tenía un guion muy pobre y que sus actores apenas se lucían en él. Pues yo digo que nunca había visto una película que dejara tanto diálogo significativo seguido, una cinta donde prácticamente cada frase te llega hondo y conmueve tu corazoncito por muy de piedra que sea. Y es que contra el dolor humano no podemos sino encogernos, sobre todo cuando este te consume de forma tan destructiva como a Howard. Vemos a un hombre que no levanta cabeza y por el que sus amigos están preocupados hasta el punto de que fijan su atención y su dinero en intentar sacarle del pozo en el que ha vivido los últimos dos años. Y lo hacen contratando a actores desconocidos para que personifiquen los tres conceptos a los que el protagonista recrimina su malestar: el amor, el tiempo y la muerte.
Que sean tres me parece muy simbólico, ya que también guarda cierta alusión religiosa (no es que yo sea creyente, pero he estudiado Religión), y además tres son también los amigos de Howard que deciden ayudarle, tres amigos que además tienen sus propios problemas y que, sin darse cuenta, se apoyarán en su propio concepto para superarlos también. La primera en mostrarse es la Muerte (Helen Mirren) y su "coach" es Simon (Michael Peña), aquejado de una enfermedad mortal (por poner un ejemplo). A la Muerte la representa una anciana, la edad que más roza ese momento y que al mismo tiempo más sabiduría presenta, y Helen refleja muy bien todo ello con una actitud serena que solo puede ofrecer alguien que ha vivido mucho. Y es que a veces, la sabiduría se requiere para afrontar la muerte, que además es lo que empieza la depresión de Howard. Tal y como afirma este personaje, no se trata solo de tener una buena vida, sino también de morir bien, con todo en orden. Aparte, va vestida de azul, así que es toda una Ravenclaw (XD). Luego se asoma el Tiempo en la piel de un adolescente que tiene toda la vida por delante (Jacob Latimore) y que sabe, mejor que nadie, aprovechar cada segundo. El mensaje de este ser es que es un regalo. Por su juventud resulta el más agresivo y el más dinámico, la personalidad idónea para activarse y seguir el carpe diem a rajatabla porque tempus fugit y podemos perdernos cosas por el camino. Nos quejamos de que siempre nos falta, pero en realidad no vemos lo que nos da. Su coach es Kate Winslet, una trabajadora fiel a su empresa que ha dejado atrás su propio tiempo libre y oportunidad de formar una familia (una de las principales quejas que el ser humano da con respecto al tiempo). Por último, está el Amor, una mujer sensible de colores cálidos (Keira Knightley), que no tiene miedo ni de llorar ni de reír, porque, tal y como afirma, está tanto en los buenos como en los malos momentos, y llena la vida del hombre. Es el principio de las cosas, nuestro motor de vida y la razón por la que el final, la muerte, nos afecta tanto. Ese Amor, repito, es una mujer, pero también podría ser un niño, una abuelita, un compañero... Pero nadie más capaz de demostrar sus sentimientos que el género femenino. Edward Norton, su coach, no ha sabido aprovechar tampoco el amor que su ex mujer le dio, pero tiene la oportunidad de redimirse con su hija. Will Smith tiene el trabajo de encararse con estos personajes y reflejar la oscuridad que lleva dentro y que le impide ser feliz. Bien es verdad que al principio resulta muy zombie (algo normal), pero no tarda en sacar la ira que lleva dentro con una interpretación muy sentida. Atentos a la relación que mantiene con Madeleine, la directora del grupo de apoyo, ya que contiene toda la verdad esencial. Al final, la única forma de perdonar al mundo y a uno mismo es afrontar que el amor puede doler, que el tiempo es oro y cualquier minuto invertido en él cuenta, y que la muerte debe ser aceptada al mismo nivel que la propia vida, ya que constituyen el equilibro en este ciclo de desarrollo. Y la belleza colateral se percibe a través de ellos, por eso no puede verse tampoco (de ahí que las fichas de domino, que generan ese efecto colateral, sean el símbolo del filme). Por tanto, no creo que tenga un guion malo (aunque no negaré que hay alguna laguna). Y las interpretaciones se ajustan a él debidamente, ya que todo el reparto en mi opinión tiene mucho talento (aparte de ser gente muy reputada en Hollywood). Otro aspecto que me ha gustado es que, aunque los tres actores ficticios acepten el reto a cambio de dinero, luego se implican más en la causa por su propio pie. Es una especie de empatía artística la que aportan estos individuos. Puntuación: 8/10 Esos tres son mis mayores deseos para mí y para vosotros en el nuevo año que está a punto de comenzar. Con eso, me despido hasta la siguiente. Post de Naiara Salinas Normalmente reservo esta sección para recomendar películas viejas de las que no es muy habitual hablar o que me han llamado la atención en especial. Y sin embargo, no sé si lo recordáis, pero la estrené con una cinta que estaba en cines, El libro de la selva. Hoy ha sucedido lo mismo y, como no es probable que la gente le haga mucho caso en estas fechas con la cantidad de blockbusters que hay, aprovecho para hablar de una que vi el lunes pasado. En El editor de libros vemos cómo un joven Thomas Wolfe intenta publicar su primera novela y lo consigue gracias al buen ojo y corazón de Maxwell Perkins, editor jefe de Charles Scribner's Son y conocido por dar a conocer e impulsar los talentos de Ernest Hemingway y F.Scott Fitzgerald (autores de la muy sanferminera Fiesta y de El gran Gatsby, respectivamente, así como de otros grandes clásicos). A lo largo del filme la relación entre editor y escritor evoluciona mostrando sus acuerdos y sus disputas, pues no es fácil corregir a quien se cree poeta y estrella iluminada por Apolo. ¿Hasta qué punto influirá Max en su vida y en su obra? Esta película es un tesoro. Primero porque no hay muchas que nos hablen de cómo es la relación escritor-editor realmente, algo que cuando estudiamos letras y queremos publicar un libro tendemos a preguntarnos. Y, segundo, porque posee carácter de biopic, pero es un biopic camuflado (no se trata de contar una vida, sino un fragmento de ella, y bajo dos perspectivas). Si os preguntáis a quién quiere seguir la cámara, si a Perkins o a Wolfe, os recomiendo que vayáis al título. La grandeza del filme está en mostrar la humanidad sutil de un hombre con fama de estricto pero que al mismo tiempo se da cuenta del talento y lo saca adelante de la mejor forma posible, pues Perkins no fue un editor corriente, sino que toda su vida apostó por genios que solo él veía, genios tan tocados por la vida y la fama efímera que a menudo les hizo caer en la desesperación. Allí donde estos autores se desmoronaban y perdían la fe en sí mismos estuvo Max para recordarles lo bueno que tenían. Por eso el editor está tan presente en la vida personal de cada uno, incluyendo la de Wolfe. Haciendo negocios se vuelven cada vez más amigos, lo que nos recuerda el valor de un impulsor y moldeador de la cultura, que no trata con objetos solamente, sino con personas, con algo en lo que han invertido su esperanza, sus sueños y su tiempo. Colin Firth lleva muy bien la serenidad y la profesionalidad de Perkins, un viejo padre de familia que parece que vive más para su trabajo, aunque quiere a sus hijas y a su mujer por encima de todo, algo que le recordará el espíritu romántico de Wolfe, para cuyas extravagancias necesitará reunir toda la paciencia de la que dispone. Es el cuerdo frente al loco, el empresario frente al artista. Y ambos pueden y deben aprender del otro, uno a disfrutar más de la vida y su tiempo libre (que es poco para un editor, os lo puedo asegurar) y el otro a relajarse y pensar objetivamente. El objetivo de Perkins se transforma a lo largo de la historia. Cuando logran sacar la primera novela de Thomas, este entra henchido de orgullo en una espiral de creación y egoísmo que lo irá consumiendo hasta trastocar su vida y olvidar que una vez fue un perdedor. Este cambio se aprecia sobre todo en cómo trata a su amante, interpretada por Nicole Kidman, una mujer con sus propios sueños que lo deja todo por él antes de ser abandonada. Para mí es el personaje más trágico, porque es la única a la que el éxito y el fracaso de Wolfe parecen alterar tanto. Con el fracaso ella debe ser el máximo soporte del hombre, pero con el éxito es menospreciada y recibe muchas veces un trato injusto. Por mucho que Perkins aconseje a Wolfe, esta relación no tiene punto de salvación. No diré qué pasa con ella, pero atentos si veis la peli. Por otro lado, están los otros best-sellerizados protegidos, Hemingway y Fitzgerald, que hace tiempo que han dejado la escritura. En la peli se ve cómo el segundo parece haber perdido la capacidad de escribir obras memorables cuidando de su hermana trastornada, mientras que Hemingway se dedica a la pesca. Cuando investigué descubrí que esa nueva afición era en realidad una manía causada por un trastorno bipolar que acabó provocándole el suicidio (crudo, lo sé). Ambos son el modelo a seguir de Wolfe, que cegado por su propio éxito no ve a qué le puede conducir depender de su cabeza para escribir. Pero Perkins, contrariamente al sentido común de muchos otros, no lo abandona igual que no ha abandonado nunca a los anteriores, porque todos son sufridores al final. Es bonito ver de qué forma Wolfe se da cuenta de esto. Y de qué forma reflexiona Max sobre su propio cometido con la frase: "Es algo que nos quita el sueño a los editores: ¿realmente mejoramos los libros o los hacemos diferentes?" La dirección de John Logan (creador de Penny Dreadful), por cierto, muy buena. En resumen: una película sencilla y modesta que muestra el lado oscuro de la fama, la maldición que muchos escritores poseen y de la que solo Perkins parece ser consciente. Es una historia que lo exalta a él, a su obra humanitaria, y por eso el título original, Genius, le hace más justicia, pues fue un genio defensor y encontrador de genios. Merece mucho la pena verla si estáis, o pensáis estar, en el mundillo. Hacedle caso aunque solo sea por su reciente nominación al Goya. Ficha técnica El editor de libros (Genius) 2016, Reino Unido Director: John Logan Reparto: Colin Firth, Jude Law, Nicole Kidman, Laura Linney, Dominic West y Guy Pearce. Puntuación: 8/10 Post de Naiara Salinas Regreso a la animación, pero a ninguna que tenga que ver con Diney, Pixar y/o DreamWorks. La canción del mar nos traslada a la mitología irlandesa de la mano de un niño, Ben, que pierde a su madre la noche en que esta da a luz a su hermana pequeña, Saoirse, tras lo que desaparece. Este hecho deja al padre, Connor, en una profunda tristeza y al niño en un resentimiento dirigido a la pequeña, que no habla y muestra una fuerte conexión con el mar que rodea el islote donde viven. Cuando se celebra el cumpleaños de Saoirse, un día alegre y deprimente al mismo tiempo, la niña roba la caracola que su madre regaló a Ben y es guiada hacia un abrigo blanco que, al ponérselo y entrar en contacto con el agua, la convierte en una selkie ('foca' en inglés), pero su aventura dura muy poco y acude cuando su abuela la llama. Preocupada por que los niños crezcan en un ambiente nada idóneo para ellos, la vieja se los lleva, para rabia de Ben, quien culpa a Saoirse de todos los males. Hasta que no decida escaparse y descubra el mundo de las leyendas reales que su madre le contaba, no sabrá la importancia de devolver a su hermana a su hogar y dejarle cumplir con su destino mágico. ¿Lo conseguirán? Esta cinta mezcla algunos de los ingredientes que más adoro del cine: una historia nueva, ternura, magia, gran banda sonora y diseño original. A mí la cultura isleña me encanta, pero he de reconocer que siempre me he apegado más a la inglesa. No obstante, Irlanda contiene un folklore del que no puede presumir tanto el país del té, y esta película es una muestra de ello. La leyenda que le da peso es hermosa, con esa mezcla de tragedia y fuerza sobrenatural que brinda criaturas nuevas espeluznantes, curiosas y divertidas, donde se conoce a su dios principal y aspectos que pueden sonar fácilmente porque, indirectamente, los hemos visto en otras películas o en otros mitos (ya que en el fondo todos se parecen un poco). Lo más llamativo es la vinculación de esta cultura con el mar, algo que en principio se asociaría más al pueblo vikingo a Grecia, ya que lo característico de Irlanda suelen ser los acantilados, los montes, los bosques, las hadas y los leprechauns. Los acantilados y los montes están, y de hecho en la película se los separa de la civilización por el mar, de forma que hay que coger un barco para pasar de un lado a otro. Esto es muy simbólico porque es en el acantilado donde acontece lo mágico, de modo que se divide el mundo real del mitológico, el de los dioses y el de los mortales. ¿Y qué sucede? Dos personas del mundo mortal moran en la casa del faro, y una de ellas se enamora de una criatura marina y tienen dos preciosos hijos con los que juntan las dos mitades de su mundo. La manera en la que se cuenta la historia bien podría recordar a la animación japonesa y en concreto a la del ilustre Hayao Miyazaki. Mi vecino Totoro, El viaje de Chihiro, El castillo ambulante... Todas ellas cuentan historias de fantasía que se apoyan mucho en fuerzas naturales, donde los protas mayoritariamente son niños que realizan un viaje de descubrimiento y deben solucionar un problema del mundo mágico. Ben es lo mismo que Chihiro: un chaval enfurruñado al que le toca pasar por algo que no desea, pero cuanto más lejos llega más maduro se vuelve, hasta adoptar una actitud heroica que busca ayudar a su hermanita. Incluso, irónicamente, hay un personaje que recuerda mucho a Yubaba, la bruja de los baños creada por el cineasta nipón: Macha, a quien ya tendréis oportunidad de conocer mejor si veis el filme. En resumen: maravilla canción principal, maravillosa historia, maravilloso folklore y muy merecida la nominación a Mejor Película de Animación en los Oscar del año pasado. Te conmueve y te inspira. Saoirse es un personaje adorable al que le cogerás mucho amor y mucha empatía. Ben es ese chico al que no puedes evitar reñir pero que después te sorprende. Ah, el diseño a lo collage también mola. Ficha técnica La canción del mar (The Song of the Sea) 2014, Irlanda, Bélgica, Dinamarca y Luxemburgo Director: Tomm Moore Reparto: Brendan Gleeson (el Ojoloco de Harry Potter), David Rawle, Fionnula Flanagan, Lisa Hannigan y Lucy O'Connell Punatuación: 10/10 Post de Naiara Salinas ¡Hola, hola! Bien es sabido que los que leéis esta sección sois amantes del cine y por tanto no podéis evitar fijaros en cosas como el reparto, la escenografía, el guion, los efectos especiales... y la banda sonora. El miércoles pasado, uno de los mejores compositores que ha dado la industria del cine, el legendario James Newton Howard, actuó por primera vez en España, en Bilbao, como inicio de su nueva gira europea. Una oportunidad única que reunió a varios you/booktubers (Javier Ruescas, HDUB, Andre Compton, etc.) y que, por desgracia, yo no pude disfrutar pese a vivir a unas dos horas (snif). Por eso, rindo mi homenaje con un top 10 de las bandas sonoras que más me han encandilado e inspirado de él: 10: El planeta del tesoro Pese a que es una película vieja de Disney, yo no la vi por primera vez hasta 2015, y quizá en parte por eso sea la última del ranking, pero si aparece es por la aventura que uno siente cuando escucha el pentagrama escrito por este hombre. 9: Diamantes de sangre Lo admito: no la he visto, pero sí la he escuchado, y es que uno puede hacer las dos cosas por separado y, es más, tiendo a descubrir grandes películas descubriendo antes su banda sonora, así que para mí no es nada raro ponerme a buscarlas en Youtube antes de que se estrene en cines, porque así satisfago esa parte. Sin embargo, a veces llego a ellas por encuentros "casuales". Esta en concreto la descubrí porque la usaron en RTVE para promocionar las Olimpiadas de Londres 2012 (y, no sé si lo he comentado, pero la tele y yo tenemos gustos muy similares en elección musical). Fue amor a primera vista, un diamante en bruto (badum tss), muy épica, muy gloriosa y... perfecta. Algún día a lo mejor hago un montaje con ella. 8: Soy leyenda El piano es el protagonista. Cierto es que en la composición de Newton Howard los violines llevan el peso más dramático, pero aquí el solo del piano es el que se luce al principio y simboliza la tragedia y la soledad del personaje de Will Smith. Puedes imaginártelo caminando con su perra Sam por un paraje demoledor y solitario sin necesidad de ver la escena. 7: King Kong Tiene mucho mérito por dos razones: la isla y la ciudad. Esta película atraviesa dos escenarios que son esenciales para la historia, muy contradictorios, y es preciso por ello que el compositor se desglose en dos personalidades, una más salvaje, mística y activa, y otra más civilizada, contenida y dramática. Mi melodía favorita es la que suena cuando escalan el Empire State Building, que me inspiró una escena igual de mágica en una historia. 6: El bosque Tampoco la he visto, pero por curiosidad busqué el tema principal y me sorprendió mucho, porque no sonaba para nada igual a lo anterior, de modo que la he adelantado unos puestos. Se siente mucho el siglo en el que se ambienta la película, el paisaje, el misterio... Casi parece más una película histórica que un thriller. Nuevamente la unión del piano y el violín es sublime. 5: Dinosaurio Una de mis favoritas de toda la infancia. Desde el leivmotiv que suena por ejemplo cuando el huevo vuela a la isla de los lémures hasta la canción que oímos durante el cortejo. ¡Y la tensión que le mete cuando entran en escena los carnotauros! Incluye pasajes con tono africano que le van al dedillo (como cuando los animales se pegan el viajecito por el desierto). 4: Maléfica Una de las más mágicas, en especial la canción que he escogido para el ejemplo y que también forma parte del leivmotiv (que, por si no lo sabéis, es esa melodía que se repite durante toda una película con diferentes tonos y mezclas). Otra de las que más me han inspirado a la hora de escribir. 3: Peter Pan, la gran aventura Peter Pan es mi cuento favorito y de todas las versiones cinematográficas que tiene esta se lleva la palma, y una de las razones es este grandísimo señor que le creó una música divina para soñar con hadas, piratas e indios y volar al país de Nunca Jamás.
2: Los Juegos del Hambre Llegando al final de la lista me he encontrado con un dilema, pues las dos bandas sonoras que me quedan por citar merecen el primer puesto y... esta en concreto es la más especial de todas, porque fue cuando por fin tomé en serio a James y lo reconocí como uno de los más grandes compositores, miré su biografía, lo busqué en YouTube y me di cuenta de que también era el compositor de las bandas sonoras anteriores. Y aunque su trabajo es genial en toda la película, la canción clave para mí fue "Rue's Farewell", la que suena cuando muere esta niña del distrito 11 y que es emotiva a más no poder. Si no habéis soltado aunque fuese una lágrima al oírla no tenéis corazón (o es que sois más duros de roer de lo que pensaba). Después de esa, todo el mundo alaba "The Hanging Tree", y como no podía ser de otra forma, esas dos fueron las piezas que el compositor interpretó en Bilbao (cosa que sé gracias a los videos que ha subido la gente a sus cuentas). ¿Por qué entonces no está en el primer puesto? Por lo que viene a continuación. 1: Animales fantásticos y dónde encontrarlos Tiene magia, tiene aventura, tiene peligro... Tiene todo lo que exige una película como esta, de grandes dimensiones. No desprecio ninguna canción, aunque tengo mis favoritas. Te transporta al Nueva York de los años 20 y al Mundo Mágico, te define muy bien los personajes y te invita a soñar con los elementos mágicos creados por J.K.Rowling que son una novedad en esta saga. Gracias a este video de Javier Ruescas conozco mejor el proceso que siguió el compositor para crearla, y como ese es uno de los aspectos más bonitos del mundillo, se sube a lo más alto del podio.
¿Alguna otra banda sonora que se ha perdido el top 10 pero que también me ha gustado? La de Airbender, el último guerrero (en especial la canción que suena en la batalla final).
Me ha encantado escribir este post y saldar así una vieja cuenta pendiente con la música del cine, a la que dedico nominaciones en los Emmys Cinéfilos y Minutos Musicales en Twitter pero no entradas en el blog. Espero volver a retomar el tema, desde luego. Post de Naiara Salinas Motivada por haber revisto la película este finde y porque es uno de los musicales más divertidos, la introduzco en esta sección. Años 60. Auge de la tele, recién estrenada, y de todo el espectáculo que ofrece en directo, de la música, los peinados extravagantes, la laca, la gomina y el baile. En este contexto, Tracy Turnblad sueña con formar parte del elenco del show de Corny Collins, oportunidad que se le ofrece cuando el presentador abre el concurso Miss Hairspray y se fija en Tracy como candidata. A partir de ese momento su vida dará un giro de 180º, empezando por ser objeto de elogio de Link Larkin, el chico que la vuelve loca y que también actúa en el programa, y objeto de envidia de Amber Von Tussle, que ve su trono de estrella peligrar. ¿Conseguirá Tracy hacerse con el premio y el corazón de Link? El reparto, estelar. Tanto las caras conocidas como las nuevas. Es genial juntas a tantos buenos actores para esta explosión de baile y voces en un guion que se define mucho por los clichés de la época y la lucha de los marginados por salir de la rutina. Por eso esta vez me toca fijarme en los personajes y no tanto en la historia. Tracy sueña con lo mismo que todos los adolescentes: con triunfar haciendo lo que le gusta y formar parte de algo grande. Pero no es una chica cualquiera y, aunque esto suene mal, quiero dejar claro que lo digo en relación con la película (no es que yo piense así, por dios): es gorda. Muy cruel, ¿verdad? Que el peso o el aspecto que tenga uno deba definir su trayectoria. Pero es lo que sucede en el filme, tanto para con Tracy como para un colectivo al que ella se siente muy unida por sufrir también este injusto rechazo: la gente de color. Hairspray guarda relación con lo que sucede cuando tu imagen se convierte en algo público y viral, de modo que el triunfo de la televisión y el canon de belleza van de la mano, pues de lo que se trata es de impresionar y ser impecable, estar siempre divina y divino de la muerte para las cámaras, lo que para mí explica mucho la forma de pensar de la época. ¿Y qué pasa entonces? De pronto aparece alguien que está en el programa por méritos propios, por su talento y no por su aspecto, y eso causa una reacción en cadena de opiniones a favor y en contra, pero casualmente todo el mundo quiere a Tracy por lo que es y la energía que derrocha sobre el escenario. Solo hay dos personas, auténticas joyas de la corona superficiales y racistas, que opinan que a esa deberían echarla, y harán de todo para evitar que gane el concurso. También se revolverán contra los negros para que su programa llene los horarios de mayor audiencia y el público vote a quien debe votar, que es a la ganadora de toda la vida, la superestrella. Por tanto, esta película supone un grito de guerra y alza de los oprimidos contra la exclusión social y el bullying. Se ve en Tracy, en sus amigos y también en la madre de la protagonista, tan acomplejada y miedosa que no le cuesta creer que su marido pueda engañarla con una mujer más sexy. Este personaje está interpretado por John Travolta (ya ves, Eddie Redmayne, antes que tú hubo otro hombre que se vestía de mujer), un icono del cantante sex symbol curiosamente en la misma época (o cercana), gracias a Grease. ¿No os parece muy curioso? Esta vez a Travolta le toca ponerse en el otro bando y aprender así un par de lecciones. Aparte, su imagen como Edna contribuye a dotar de fuerza su mensaje y lograr que la masa se ponga de su parte, porque la fama tiene esa ventaja. ¿Quién sustituye a Travolta como sex symbol? Zac Efron, en la piel de un chico que tiene de guapo lo mismo que de panoli. Es justo pero muy en la onda de los demás, hasta que conoce a Tracy y su valentía le inspira para ser también como quiere ser. Y luego está la cara con la que se vende el filme, claro, pues pese a la denuncia que contiene es una comedia con todas las de la ley, y de hecho te ries mucho con las excentricidades de personajes como la madre de Penny Pingleton (Amanda Bynes), la mejor amiga de Tracy. La joven es muy libertaria y en pos del avance y su progenitora es de la vieja escuela (demasiado. Hasta la ata a la cama y la "exorcisa" creyendo que lleva un demonio dentro). Los padres de Tracy también forman una pareja encantadora. Los números musicales están muy trabajados y las canciones se te quedan grabadas en el cerebro, en especial el tema estrella, "You can't stop the beat". Todo es muy alegre, sentimental y sincero. En resumen: Una película que enfrenta el avance contra la tradición, el talento y los sueños contra la superficialidad y la imagen, con escenas muy cachondas y muy emotivas (como el desfile por los derechos de igualdad), grandes actores y una excelente banda sonora. Al final lo que cuenta no es la fama, sino apoyar una gran causa. ¿Listos para volver a bailar locamente con la gente de Baltimore? ¡Que no os corten el ritmo! Ficha técnica Hairspray (Hairspray) 2007, USA Director: Adam Shankman Reparto: Nikki Blonsky, Zac Efron, Michelle Pfeiffer, John Travolta, Christopher Walken, James Marsden, Brittany Snow, Amanda Bynes y Elijah Kelley Puntuación: 8/10 Post de Naiara Salinas Como prometí el lunes pasado, he aquí mi crítica de La llegada, un filme al que le tenía ganas desde que supe que Amy Adams y Jeremy Renner encabezaban el reparto. Por si no lo recordáis, la última vez que estos dos coincidieron en pantalla fue en La gran estafa americana, donde repectivamente hicieron de timadora y timado. Desde entonces cada uno ha marcado bien su huella dentro del universo superheroico, una para DC y el otro para Marvel. Ahora se reencuentran para establecer una nueva división o rivalidad: letras vs ciencias. Y es que si hay una frase que pueda resumir la película... es esa. Primero un poco de información general para situarnos: el largometraje es una adaptación de la novela La historia de tu vida, de Ted Chiang y cuenta cómo un día corriente se ve alterado por la aparición extraña de varias naves espaciales alrededor del mundo. Cuando los intentos por comunicarse con los visitantes fracasan, el coronel Weber recurre a una lingüista especializada en traducción, la doctora Louise Banks, y a un físico, Ian Donnelly, para que averigüen la causa de la presencia de estos extraterrestres en nuestro planeta. La historia de tu vida se ha convertido en La llegada, lo que en parte es una pena porque el título original tiene mucho más que ver con la línea profunda del relato que a su vez explica su misterio, aunque no nos adelantemos. Cuando fui al cine procuré no tener muchas expectativas pese a mis buenas vibraciones porque había leído críticas que afirmaban que la película era muy extraña. Como todo en la vida la gente discrepaba en opiniones. Mi razón para verla era su protagonista y el nuevo enfoque que parecía prometer, donde por una vez no se habla de invasiones en clave de conquista, armas, lucha, etc., sino de entendimiento. Como filóloga reconozco la importancia del lenguaje y sentía muchísima curiosidad por que lo abordaran para la ciencia ficción, de modo que, como podéis intuir tras leer esto, a mí la película me ha parecido curiosa, confusa, es verdad, y me ha gustado porque ha satisfecho esa expectativa. Admito que al principio me costó agarrarla, no porque me pareciera aburrida, ya que durante el metraje no hacía más que fijarme en el mensaje y esa parte está muy bien transmitida, pienso yo, sino porque hay algunos aspectos que, hasta que no entiendes lo esenciales que son en el montaje para que todo cobre sentido, molestan. Para que lo entendáis mejor, se podría decir que hay dos líneas de narración en La llegada: por un lado está el asunto de los visitantes, a quienes los científicos deben acercarse del modo más cuidadoso y pacífico posible para evitar malentendidos. Lo del malentendido es parte de lo que sustenta la trama, pues el filme defiende la importancia del lenguaje como vehículo de comprensión entre dos especies que no podrían ser más diferentes, y la labor de la doctora Banks es esencial para garantizar la paz en lugar de la guerra, ya que la presencia de una nave extraterrestre en la atmósfera no tiene por qué significar una invasión (aunque entre los superhéroes hayamos aprendido justo lo contrario). Esa defensa de la comunicación es lo que más me ha gustado, sobre todo porque se le rinde tributo de varias formas en las escenas (por ejemplo, a través de los teléfonos, que son el símbolo perfecto. Hay momentos en los que se ve cómo los soldados intercambian llamadas con sus seres queridos para asegurarles que están bien, escenas que podrían sobrar si no fuera porque contribuyen a ensalzar este mensaje). La comunicación es lo que soluciona las cosas, viene a decir Denis Villenueve, el director, y de hecho en el momento cumbre todo depende de una llamada. Por otro lado, está la historia personal de la protagonista, que ha perdido a una hija adolescente víctima de un cáncer y todavía conserva el trauma, hasta el punto de que los recuerdos que conserva de ella interrumpen a menudo su trabajo. Esto es lo que me costó entender; vale que hayas perdido a tu hija, pero tanto flashback satura al espectador porque interrumpe la continuidad de la trama y a veces hasta puedes tener la impresión de que sobran, pero no es verdad. Todo está justificado, TODO. Y lo que no se entiende al principio se entiende al final, que es cuando yo salí balbuceando "Buah" todo el rato. Porque sí, si no escribí esta reseña en el momento de verla es porque todo lo que podía pensar de la película era "Buah". Porque es entonces cuando te das cuenta de que esto es más que una película sobre unos alienígenas que aterrizan en la Tierra con X propósito. Me parece gracioso, además, haberla visto en la semana del megacrossover de las series DC porque resulta que el planteamiento se parece. Pista: tiene que ver con los círculos, la idea de que el lenguaje puede ser infinito, como pensaría Borges, que el ciclo no tiene fin, que la historia se repite y que aunque nosotros concibamos nuestra lengua como lineal, otras especies no tienen por qué hacerlo, y este hecho es la clave del entendimiento. No entraré en más detalles para los que no hayan visto la película, pero cuando por fin se explica la causa es imposible no quedarse anonadado. El principio no tiene por qué ser el principio, como bien nos cuenta en off la voz de Louise Banks, la narradora de la historia. Otra de las cosas que más me gustaron fue el rifi rafe entre las letras y las ciencias (representado en la antítesis entre Banks y Donnelly), cómo las primeras terminan superando a las segundas. La lingüística puede considerarse una ciencia del lenguaje, claro, pero ya me entendéis. A mí, que de toda la vida me han soltado lo de "¿Para qué sirve lo que estudias?", casi llamándome "letrasada" por ser demasiado de letras, ME ENCANTA este giro. Así que ya sabéis, allscreeners, cuando todo lo demás falle, estaremos nosotros con un par de huevos/ovarios para comernos el tarro y salvar el mundo. Aunque, en defensa de las ciencias, diré que al final no son tan diferentes, sino otro lenguaje, los números versus las palabras, y ambos son importantes para llegar a la solución (podemos trabajar unidos si nos lo proponemos, como demuestran Louise e Ian, que en el fondo se necesitan mutuamente, aunque ella acapare el esfuerzo). Así que sí, puede que Jeremy Renner esté en el cartel de la película, pero el protagonismo absoluto, como dijeron, es de Amy: la humana, la reina de las lenguas, la traductora, la madre, la profesora, la sensible... Su humanismo la convierte en la persona perfecta para lograr con la empatía lo que otros no pueden: abrir su mente. Amy es increíble como científica y es perfecta en este papel. Jeremy me encanta como actor y es una pena que en esta película no se luzca apenas, pero de hacerlo se cargaría todo. Al menos conserva su buen humor y por una vez no es el héroe de acción, sino el empollón, lo cual está bien (demasiado encasillado estaba ya). El resto del reparto... sin más. Claramente la que brilla es Amy. Los demás cumplen su papel de soldados declarando la guerra a los extranjeros espaciales. Escenografía, diseño, banda sonora... Todo se supedita para transmitir al espectador que, aunque el género es la ciencia ficción, no se está contando una historia de batallitas y de monstruos contra la humanidad, no, sino que se trata de algo más humanizador. Así que, por lo que a mí respecta, es bonito que suenen violines en lugar de tecno, que el escenario sea sobrio y que los efectos se concentren, ante todo, en los visitantes, cuyo diseño me parece, por cierto, curioso. Como dije en Twitter, parecen calamares pero tienen las bocas ocultas bajo la piel como si fueran dementores. Aunque emiten sonidos, no son sus bocas lo que usarán para hablar con los humanos, sino su tinta, que dibuja círculos de distinta forma en el muro, como si así pretendieran defender que a veces las palabras no bastan y que hay muchas otras formas de poder entenderse con alguien (gestos, expresiones...). zLa tensión está en el tiempo, ya que mientras los doctores trabajan el mundo avanza cada vez más hacia el caos y la anarquía, y llega un momento en el que descifrar el mensaje de los alienígenas es cuestión de vida o muerte, ya que a la gente no le queda mucha paciencia y está que se muerde las uñas (los humanos no entendidos en el arte de tratar con otras civilizaciones son idiotas, como es habitual comprobar en pantalla).
Me parece que en general merece la pena darle una oportunidad, y si alguien la ha visto ya me gustaría que me contestara a la siguiente pregunta: ¿mantendríais el título de la novela o creéis que La llegada es mejor? ¡Espero vuestra respuesta! (Ya sabéis lo que opino yo). PD: Para despejar dudas, sí, con mi formación de filóloga, aunque no me haya especializado en traducción, podría ayudar tanto como Banks en esta misión. De hecho ha sido muy gratificante reconocer historias y teorías que ella mencionaba, uiii. |
El diálogo cinéfilo de la semanaRuido de fondo
Jack: La sorpresa es infinita. Siento lástima por nosotros y por el extraño papel que desempeñamos en nuestras catástrofes, pero, a partir de un persistente sentido de ruina a gran escala, seguimos inventando la esperanza y aquí es donde esperamos: juntos. Acceso a Calendario CinéfiloArchivos
Agosto 2023
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