Post de Naiara Salinas ¡Hoy vengo a revivir clásicos, lectores! No puedo creer la suerte que tengo, de eso que estoy haciendo zapping en la tele y justo pillo por banda una película que me moría de ganas por ver desde que la mencionaron sin parar en Dando la nota y en series adolescentes como Riverdale. Con tanta referencia es normal que a una le pique la curiosidad, y ahora mismo puedo celebrar que entiendo TODAS Y CADA UNA de ellas. Pero ¿por qué? ¿Qué cuenta esta película que sea tan especial y la haya convertido en un hito del séptimo arte? Todo empieza cuando cinco alumnos son castigados un sábado (¡drama!) en la biblioteca de su instituto por distintos delitos y su sub director, Richard Vernon, les prohíbe dormir, hablar o moverse de su asiento (¡tiranía!) durante por lo menos ocho horas. Aparte, deben escribir un ensayo de mil palabras sobre cómo se ven a sí mismos. El grupo, con miembros muy variopintos que claramente no se entienden al principio, comienza una relación que se irá profundizando durante el tiempo de castigo, hasta que al final salgan de allí con nuevos ojos sobre la vida y su propio ser. El club de los cinco buenamente puede considerarse una pionera en tratar los problemas de la juventud con detenimiento a través de protagonistas que representan a distintos colectivos estereotipos de instituto: el jugador de fútbol popular, la princesa, el empollón, la rara y el criminal, claro que en el filme la división es algo más simple: marginados y populares. Tal vez a muchos les agüe la fiesta al informar de que toda la película es prácticamente una charla terapéutica, dado que los chicos no se mueven de la biblioteca como buenos cumplidores, pero os digo que esas ocho horas (en la ficción, ojo, que la peli es más corta) dan para mostrar todo un mundo sobre la adolescencia y es bonito ver cómo poco a poco salen a la luz las verdades de cada uno, sus miedos e inseguridades y por qué han sido castigados. Siendo así, no me extraña que este filme se tome como referencia para muchas otras tramas juveniles (sabed que en España lo adoran, por cuanto que se le imita en El club de los incomprendidos y en Promoción fantasma), porque se acerca a cada joven con respeto y objetividad (gracias a las opiniones del resto sobre lo que cada uno hace) en un ejercicio de psicoanálisis que funciona de cara al espectador, al que, independientemente de cuál sea su bando en la vida real, le provocará empatía. Cada muchacho y muchacha se porta como se espera que haga su "estereotipo", pero esta historia también busca romper con ciertos mitos y darle una vuelta a la tortilla mostrando la debilidad de los que reciben aplausos y sonrisas frente a la fortaleza de los que son acosados. Hay un comportamiento individual predefinido, sí, pero también general, ya que todos al final comparten la misma edad y sufren problemas muy similares, las mismas dudas y los mismos miedos, que es lo que de verdad logra unir al grupo. Se tratan muchos temas que interesan a padres, profesores y compañeros: el bullying, el maltrato en el hogar, la indiferencia de los progenitores, la presión de grupo... Tiene además perlitas en la realización que mejor os dejo en este vídeo que he encontrado por la red: En resumen: un menú bien completo de sonrisas y lágrimas que te deja pensando en la vida, en tus metas y en quién eres en este momento. Es importante prestar atención a la simbología del principio con respecto al final, que además es una de las escenas más reconocidas de la historia del cine (la prueba está en Dando la nota, como digo). Creo que es un largometraje que todo cinéfilo debe ver al menos una vez en su vida. Ficha técnica El club de los cinco (The Breakfast Club) 1985, USA Director: John Hughes Reparto: Emilio Estévez, Paul Gleeson, Anthony Michael Hall, Judd Nelson, Molly Ringwald y Ally Sheedy Puntuación: 8,5/10
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Post de Naiara Salinas ¡Los dinosaurios han vuelto! Y de qué forma. Jurassic World: el reino caído es lo que podríamos soñar tras tres años de espera: un mensaje ecológico y animalista de fondo, regreso a la vieja esencia y, sobre todo, ¡más dinosaurios! Con los avances emitidos la verdad es que temía que fuese a parecerse al Mundo perdido que presentó el afamado Steven Spielberg hace su tiempo, y, aunque es verdad que ambas son segundas partes que cuentan con un encargo de alguien vinculado al parque, una misión de rescate, saurios en la ciudad y el doctor Ian Malcolm, nada tienen que ver, pues a un tiempo diferente se le suma un dilema ético moral diferente: por primera vez la humanidad se cuestiona: ¿salvar o no salvar a seres que surgieron por los artificios de la ciencia? El párrafo anterior no es más que un sneak peek de lo que viene siendo la verdadera intención de este post, que no es sino comparar ambas secuelas mientras reseño uno de los grandes estrenos de la temporada. 1. Hablemos de títulos Gran manera de empezar una comparación, ¿verdad? El reino caído y El mundo perdido: dos estructuras similares que hablan de algo que ya no existe o algo que fue olvidado, que desapareció. Y es que si las primeras partes se fundamentaban en los sueños, la posibilidad de obtener lo imposible, las segundas se desengañan y sufren un golpe de realidad devastador, donde se percibe el control del mundo a partir del dinero y el conocimiento, donde el sueño se convierte en una inversión... No obstante, El mundo perdido hablaba de otra isla, Sorna, hermanada con Nublar, donde los dinosaurios también eran una realidad menos sonada. Allí eran la franja de la recreación desconocida, un descubrimiento por parte de Malcolm y su equipo. Lo perdido podía ser encontrado, ya que a fin de cuentas el título no era sino una referencia a una conocida novela de Arthur Conan Doyle en la que unos exploradores encuentran una meseta sudamericana donde todavía hay animales prehistóricos. Poético, ¿no creéis? En El reino caído, sin embargo, la desgracia es aún mayor, pues solo hay dinos en Nublar y la isla, tras varios años intacta, se ve amenazada por un volcán. La extinción de la especie, así, se reproduce y provoca una carrera contrarreloj para salvar lo que se pueda y reubicarla en otra isla... ¿Sorna, tal vez? Eso no parece posible de acuerdo con los planes de segundas personas. En esta entrega se masca la tragedia porque el sueño quiebra del todo al tratarse de una época donde el avance científico es tal... que se piensa que todo puede ser sustituible, o que las grandes amenazas que no pueden controlarse es mejor destruirlas dejando que la naturaleza siga su curso. Dicho de otra forma, cuanto más alto llegas, más profunda es la caída. Bayona captura esta idea y le da peso en toda la secuencia de la isla, sobre todo al final, donde el animal más grande y fuerte es derrotado por el fuego. Resulta tan emotivo y se apoya tanto en la banda sonora... que es imposible no sentirse mal. Los seres que en otro tiempo fueron reyes... se extinguen de nuevo. Así de simple, y es un momento que debe tratarse con la solemnidad y el dramatismo justos. 2. ¿Por qué volvemos? John Hammond es un nombre que está destinado a sonar en cada entrega, remake o reboot que se haga sobre esta saga, pues es el hombre que jugó a ser Dios y el que se empeñará por siempre jamás en salvar su trabajo, que es la razón principal por la que envía a Ian Malcolm de nuevo a la isla, tras haber perdido él el control sobre su parque frente a alguien muy cercano, su propio sobrino. En El reino caído tal vez ya no tengamos a Hammond, pero tenemos a un viejo colega suyo, Lockwood, que, descubrimos, inició los experimentos con él antes de seguir otra senda. En el caso de este amable señor, su sueño es tan importante como lo fue para Hammond, razón por la que enviará a Claire a protegerlo, sin saber que él no controla la operación de rescate. Y es que la traición aquí viene por la espalda al más puro estilo del siglo XXI. No obstante, los dramas familiares todavía están presentes, pero de eso hablaremos más adelante... Lo más importante es quedarse con la idea de que aunque los malos quieran sacar provecho con la venta de los animales, los buenos intentarán impedirlo. Pero, claro, las circunstancias no son exactamente las mismas. 3. Personajes involucrados Uno de los aspectos que llaman la atención de Jurassic World es su actualización en más de un sentido, más allá de la temática. Se nota la esencia del nuevo siglo en cada uno de los debates que sostiene, sumado a la inclusión de una juventud enérgica, beligerante y rabiosa clamadora de derechos. Por eso los jóvenes van a tener relevancia en esta lucha y acompañarán a Claire y Owen en su aventura. También tenemos una niña, Maisie, un abuelo majete... El equipo de Malcolm era más adulto y menos variado, quitando a su querida hija, claro, pero eso no quita que haya coincidencias muy llamativas, como el hecho de que el doctor se reúne con su ex novia, una paleontóloga que, como Claire, siente auténtica pasión por los dinosaurios. Owen es un tipo igual de carismático y realista que Ian, pero aun así más atado a ese mundo por culpa de Blue, la velocirraptor a la que crió. Aparte de eso, vemos a los clásicos trabajadores víctimas y verdugos de InGen, al científico loco de turno que nos garantiza más catástrofes mientras no lo maten y al empresario ambicioso que todo lo vende al precio que sea. 3. El dinosaurio estrella Si hay un animal que pueda representar tanto a Jurassic Park como a World ese es el T-Rex. Un momento, ¿estamos seguros de eso? Porque una cosa es la relevancia que tuvo en la trilogía original, pero a partir de la tercera otra especie se fue imponiendo y ahora mismo queda al nivel que el tiranosaurio. Hablo, por supuesto, del velocirraptor, que además en Jurassic World cobra un sentido distinto, ya no únicamente como depredador al que temer, sino como criatura especial e inteligente a la que tener en cuenta, y eso es curioso por su simbología. El rex siempre ha reflejado la fuerza, la fiereza, el poder, en un mundo dominado por seres salvajes que amenazaban a la humanidad. La idea de El reino caído es que ese poder se pierde, aunque no enteramente. Los animales están a merced de la humanidad, cada ejemplar es el último de su especie y pueden devorar y destruir, es cierto, pero su amenaza no es tan grande como en otras películas. Es por ello por lo que para sobrevivir deberán ser algo más, más inteligentes. Y ahí es donde entra el raptor, el cazador que se mide con el hombre y gana, lo que anticipa un nuevo reto a la hora de capturarlo. Blue no solo ha calado hondo en la historia, sino también en el espectador, que ven en ella la razón, el deseo, que sienten los jóvenes animalistas por salvar lo que queda de su experimento. Con este animal se abre el debate mucho más que con el resto, porque a ella sí llegamos a conocerla en profundidad, a temerla, a admirarla... Gracias al sentimentalismo del guion, Blue se convierte en el primer velocirraptor, y en el primer dinosaurio protagonista de dos pelis, que realmente significa algo para nosotros. El tiranosaurio pasa así a la historia y queda como mero homenaje. PD: sobre un detalle que quizá algunos hayan pasado por alto: en El mundo perdido curan a una cría de rex que está malherida. En El reino caído es a Blue a la que hay que sanar. 4. Lo lejos que podemos llegar con la ciencia Y no me refiero a un salto de la isla a la ciudad (que también). Jurassic World introdujo la cuestión de los híbridos artificiales y en El reino caído prosiguen con la idea adaptándose a lo que he mencionado antes sobre el dinosaurio protagonista. Se llega a la conclusión de que el avance no está en la fuerza bruta, sino en la inteligencia, razón por la que surge el indoraptor. Pero hay mucho más, porque esta manipulación genética da el salto al ser humano, con el que también se es capaz de crear un clon... De acuerdo con la peli, este fue el motivo que separó a Hammond y Lockwood, lo cual para mí presenta el debate sobre la experimentación en animales versus en humanos. De acuerdo con los sucesos, Hammond defendería que es lícito experimentar con animales, pero no con humanos. Sin embargo, Lockwood no ve la diferencia. Esto se plantea muy secundariamente en el filme, pero de algún modo creo que tendrá más relevancia en la tercera parte, porque si no ¿por qué habrían de meterlo? Y es interesante porque la visión de Lockwood apoya a los que están a favor de salvar las especies por muy destructivas que sean. Esta trilogía enfrenta a los que defienden la economía contra los que defienden la vida. Unos abogan por el utilitarismo y otros, por la libertad. Pero incluso estos últimos juegan a ser Dios al elegir quién debe vivir. El último acto de Maisie es determinante para lo que está por venir y sus palabras no podrían ser más defensoras del mensaje ecologista: "Tenía que hacerlo. Están vivos... como yo". Precisamente, niña, precisamente. Aquí detengo mi comparativa y reflexión para concluir con lo mucho que Jota Bayona ha aportado a la saga más allá del homenaje a Spielberg. No solo en el guion, sino también en su forma de narrar los acontecimientos está la magia, cómo emplea los recursos cinematográficos para crear un cuento de terror y al mismo tiempo de esperanza, familiar (la fotografía, por ejemplo, es impresionante, así como el montaje de los planos, que son las dos cosas que más me maravillan de la filmografía de este director). No idealiza a los dinosaurios, sino que los lleva al mismo terreno del hombre y alude con ello a la idea de la coexistencia, como dos especies destinadas a luchar por la supervivencia como lleva siendo la historia desde el surgimiento del primer microbio. ¿Vuelta a la Edad de Piedra, a la prehistoria? No lo creo. ¿Pero entonces cómo puede convivir lo antiguo con lo nuevo? Es algo que tendremos que ir viendo y podremos, ya que por suerte hay mucho juego en ello.
Por tanto, en una trilogía donde parece que empiezan a agotarse las ideas, el director español (r)evoluciona la mirada de modo que nos de miedo lo que podemos lograr con nuestra propia tecnología, una reflexión muy acertada para los tiempos que corren. Muchas gracias, Jota, por devolvernos a un mundo conocido pero con un nuevo aire. Es un orgullo que haya sangre española en esta firma. Post de Naiara Salinas Qué vergüenza, majaris, para esta cinéfila decir que después de casi un mes sin colgar críticas de estrenos actuales, aparte de Infinity War, casi no he visto más pelis nuevas, quitando los blockbusters reservados que aquí os traigo. SHAME ON ME. Ni siquiera he visto todas esas que marqué en mi agenda, como Amor a medianoche, Rebelde entre el centeno, Sherlock Gnomes... Mejor no sigo, que me deprimo. La cuestión es que he tardado porque esperaba sumar más títulos a este recopilatorio de reviews, pero desde marzo no he tenido tanta actividad, qué raro. Espero recuperarme este verano, pero por ahora vamos con estos afortunados. Campeones (fecha de visualización: 9 de mayo de 2018) Esta fue mi selección para la Fiesta del Cine y he decir que mejor no pude elegir. Había una cartelera inmensa en esas fechas, pero quise darle una oportunidad a esta comedia española que había reinado en taquilla antes del estreno de Los Vengadores. Por esa razón la he nombrado como tal..., pero aplicándose a España, claro, un país donde las comedias pueden considerarse, en cierta medida, nuestros blockbusters predilectos sin pretenderlo (con el cine de terror o suspense es lo que más triunfa en nuestra cartelera, la verdad sea dicha). Campeones tiene muchos ingredientes para triunfar: es entrañable, divertida, crítica... Un destacable trabajo por parte del reparto principal, compuesto casi íntegramente por personas con algún tipo de discapacidad. Eso no solo aportó realismo a la historia, sino más espíritu. En la sala desprendía una energía muy natural que traspasaba la pantalla, y es que se nota que buena parte del guion fue improvisado (también os diré que esto lo supe más tarde cuando vi el making off, porque de verdad que me llamaron mucho estos "actores"). Aquí se podría decir que el peso dramático lo lleva Javier Gutiérrez, pero al final las líneas de diálogo que se hacen con el dominio y que orientan incluso a este protagonista son las del equipo. No es habitual encontrarse con proyectos como este que tratan la historia y a sus actores con mucho mimo y les dejan ser ellos mismos sin que por ello resulte un documental. No lo es, la trama sigue siendo ficticia, pero con un margen de libertad enorme con el que han sido capaces de demostrar al público que ser discapacitado no es ser retrasado y que cualquier proyecto donde hay ilusión es garantía de éxito. Dicho de otra forma, no hay que ser un experto, ni licenciado en Arte Dramático, ni recrearse en efectos especiales para atraer al espectador. Lo más especial de este filme es que es único y siempre lo será gracias al "yo" que ha aportado cada miembro. En resumen: una delicia con la que te lo acabas pasando de maravilla (ojo, que hasta pueden saltársete las lágrimas), que derrocha simpatía al mismo tiempo que toca temas sensibles sobre el amor, la familia y los sueños y muestra la realidad de esta gente con una cara amable y auténtica. Muchos chistes son mordaces y el cariño que se tienen entre todos, la química, te salta a la vista. Me encanta que no tengan pelos en la lengua, porque a mi modo de ver eso los convierte en aun más campeones y más héroes. Comparto vídeos del making off porque no me resisto a que los conozcáis de una forma u otra.
Deadpool 2 (fecha de visualización: 15 de mayo de 2018) ¿Segundas partes nunca fueron buenas? Pero, bueno, gente, ¿no os cansáis de que se demuestre todo lo contrario? Al menos en los últimos años. Con Deadpool 2 queda patente que a Ryan Reynolds todavía le queda mucho que decir, y es que si una película de Marvel se mide por la cantidad de referencias, esta se sobrepasa y alcanza prácticamente toda la cultura pop. Buen acierto es el de mantener la ruptura de la cuarta pared, un juego muy chulo al que a veces tiende el cine y que a ningún superhéroe le sienta tan bien como a este, que además es antihéroe (perdón). Si Campeones era humor simpático, Deadpool 2 es del desternillante. Aguda, agresiva, chispeante, sarcástica... No deja víctima sin colgar (o pie sin cabeza). Desde el propio UCM, pasando por Harry Potter, Entrevista con el vampiro, la propia saga de X-Men, la trilogía de Lobezno... y así hasta llegar al universo DC. Lo mejor esas autorreferencias sin duda, más luego su propio humor viperino dentro de lo que es la historia, que pese a todo logra dejarnos un mensaje profundo y positivo a favor de la familia y las segundas oportunidades. Deadpool 2 es de esos largometrajes a los que le sienta genial mantenerse en la misma línea, aunque procurando siempre dar un pasito p'alante (María). Nada le puede salir mal a este mutante, ni siquiera una congregación de héroes mayor que en la primera entrega. Todo logra tener sentido en el metraje e incluso lo que no tiene sentido lo tiene, porque el guion juega con ello, le da vueltas a las cosas y se ríe y autocritica antes de que lo haga el público (buena prueba de ello son los créditos iniciales, los mejores que he visto en mi vida, en serio). Resulta muy extraño, con el éxito que suele tener y lo viral que se vuelve Ryan Reynolds en el traje, que siempre quede ensombrecido a favor del UCM real, o al menos es la sensación que tengo, en plan: "Deadpool será guay, sí, pero no tan guay como los Vengadores", cuando lo cierto es que, si nos ponemos a analizar y comparar personajes, Wade Wilson parte la pana en más de un sentido: en poderes, en actitud y/o personalidad... ¿Por qué nos cae tan bien? ¡Porque nos recuerda a nosotros mismos! Cualquier gracia que se te ocurra Wilson la suelta enseguida. A nada que seas un deslenguado y un humorístico de la vida te entiendes con él, y en la actualidad es este el humor que más pega. ¿O no? En resumen: mejor que la primera. Los chistes son mucho más virales, la aventura más compleja y se nota una evolución sin perder la esencia, lo que es de aplaudir cuando tu productora ha pasado a las garras de Disney. Han Solo: una historia de Star Wars (fecha de visualización: 8 de junio de 2018) Con esta sucedió que, tras tan malas críticas y puntuación, sumado a su estreno un tanto repentino y a la sensación de empacho con tanta temática galáctica, casi me daba muchísima pereza ir a verla, por lo que no me importó tardar un par de semanas. Sucede que, a la vista de tan pocas expectativas, acabó gustándome. Cierto es que no se le puede achacar el éxito de otras películas, pero, qué demonios, en comparación Los últimos jedi me pareció mucho menos buena que esta. ¿Qué sucede entonces con Han Solo? Por un lado, la historia es muy atractiva: ¿quién no tenía ganas de conocer el pasado de este piloto que conquistó el corazón de una Skywalker? Creo que a todos nos intrigaba, incluso a los fans más recelosos que pensaban que no había otro Han aparte de Harrison Ford. Pero lo cierto es que al personaje se le hace mucha justicia en el filme y de verdad se llega a creer que Alden Ehrenreich sea un digno heredero si, en un futuro, se realiza un reboot de la saga. El actor aporta la gracia ladina del héroe. También se ve su nobleza y honradez, su orgullo, su picardía, su "galantismo"... Los otros miembros del cast también están a la altura, claro, no es como si solo fuesen nombres eclipsados por el protagonista porque hay muy buenos actores en esta historia y todos cumplen. Pero por otro lado, igual que pasó un poco con Rogue One, una no se quita la sensación de fanfic que envuelve al guion. Sin embargo, mucho más acentuado aquí que en Rogue, donde al menos ese fanfic servía a un propósito que era narrar una historia inédita sobre la que muchos habían teorizado. Con Han Solo ciertamente no había esa necesidad. Y es que sí, la historia puede no ser mala, pero es como si tampoco formara parte del mundo de Star Wars porque resulta un episodio muy nimio en comparación a las grandes batallas, plot twist y dramatismo de la franquicia. Tampoco tiene la clásica intro ni deja hueco a un personaje androide al que coger excesivo cariño (tenemos a L3, es verdad, pero su participación es muy efímera y no parece ser la clase de robot que recordarás toda tu vida, al contrario que R2D2, C3P0 y BB8). Las acciones al comienzo del largometraje son muy rápidas. Satisfacen al espectador en el sentido de mostrar el origen y significado de ciertos elementos que acompañan al héroe (la nave, los dados y Chewie), pero algunos te los hubieras esperado de una forma más épica, como la primera vez que el wookie y el piloto interactúan. Jamás esperas que sea tan pronto y se lleven bien a la primera, pero, ¡ea! En resumen: sí, pero no. Una trama atractiva pero que acontece con un ritmo tan desequilibrado, pasando de la velocidad a la lentitud y remontando poco a poco, que amenaza con dejarte indiferente. Los homenajes están bien, pero si se cuelan con sentido más aún, no como el del sith que aparece en el último acto de la película y que, de acuerdo con lo poco que sé de la saga, descoloca un poco todo el arco histórico de sucesos. Lo más destacable es el reparto, sobre eso no tengo ninguna queja. Espero que el resultado de este "taquillazo" sirva para equilibrar un poco más la cartelera en los meses venideros y no sobrecargarla, pues pienso que ese ha sido el gran error. Querer hacerlo todo con prisas nunca es bueno. Esa velocidad se ha notado en partes del guion muy poco elaboradas que podrían haber tenido otro cariz si la película se hubiera estrenado en diciembre. Post de Naiara Salinas ¡Hola, hola! Ayer domingo estuve en una fiesta de los cincuenta y mi vena nostálgica todavía late. Hay películas que toda generación debería conocer, y esta semana, para más inri, me he reencontrado con dos de ellas, así que ¿por qué no unirlas en este especial semanal? Primer plato: Una pandilla de pillos Revisionar esta película ahora que el feminismo está en su apogeo puede tener su gracia. Por supuesto, puedes verla con esa mirada y criticar la filosofía de los niños de esa época o, simplemente, recordar que son niños y disfrutar. ¿Por qué lo digo? Porque esta ficción va precisamente de la separación entre niños y niñas, quienes desprecian al otro género por tener un estilo y modo de vida diferentes. Pero en medio de esa lucha está el amor que el pequeño Alfalfa siente por Darla, por la que rompe todas las reglas de su club de "Machos Antimujeres" y hasta llega a pelearse con su mejor amigo, Spanky. ¿Le corresponderá ella? ¿Aprenderán chicos y chicas a llevarse bien? La verdad es que esta aventura infantil tratada cómicamente guarda mucha reflexión sobre las relaciones entre sexos y entre amigos. Juega mucho con los estereotipos de cada bando (las niñas como pijitas muy modositas y delicadas y los niños como traviesos, gamberros y mal vestidos o "de la plebe"), así que el hecho de que Alfalfa actúe diferente y vista diferente pero pertenezca al bando "plebeyo" es de antemano un signo al cambio de mentalidad que está por venir, es decir, este personaje se construye desde el principio para romper las reglas y asociarse con las mujeres por voluntad, actuando como un auténtico caballero. Y, sin embargo, tiene también el punto de inocencia que es lo que se disfruta realmente durante el visionado, ya que ¿qué niño no ha pensado nunca que besar a una chica era lo más asqueroso que podía pasarle? Estamos ante chiquillos que no tienen ni idea de lo que es involucrarse sentimentalmente con alguien, es la edad donde tiene más importancia forjar amistades que amores. Alfalfa, así, también se "adelanta" un poco a eso y es divertido ver cómo le afectan sus hormonas y cómo los demás pequeños van descubriendo esa realidad. En resumen: el filme lo vale por su humor y su ternura. Este es un clásico infantil que nos dejó una de las frases y un personaje para recordar: "Las nubes se abrieron y Dios dijo: 'Te odio, Alfalfa'". Las locuras de estos pillos se disfrutan muchísimo. La mala noticia es que veréis a Donald Trump en su época como actor. Ficha técnica Una pandilla de pillos (The Little Rascals) 1994, USA Directora: Penelope Spheeris Reparto: Travis Tedford, Bug Hall, Brittany Ashton Holmes, Donald Trump, las gemelas Olsen, Raven-Symoné y Whoopie Goldberg. Puntuación: 10/10 Segundo plato: Scooby Doo 1 y 2 "Scooby Doo, papá", dirían los jóvenes de hoy. ¿Qué mejor filme que este para enseñarles que en realidad es "Scooby Doooo, ¿dónde estáaaaas?"? Hoy en día cuando oímos el nombre de James Gunn lo asociamos a Guardianes de la galaxia, así que es normal que la gente se sorprenda al considerar esta saga también en su filmografía (como guionista), pero lo cierto es que buena parte de lo que nos gusta del equipo de Star Lord, Gamora, Drax, Rocket, Mantis y Groot nació aquí, desde las escenas con música cañera y divertida hasta los gags en los diálogos. Os prometo que el estilo os sonará bastante si no habíais tenido ocasión de conocer esta adaptación de lo que además es un dibujo animado tan clásico como Los Picapiedra. De hecho esto viene de la época de Hanna Barbera, responsable de muchos títulos que mencionar ahora traería mucha nostalgia y mucha sensación de vejez (pero que sepáis que Tom y Jerry es otro de la larga lista, y en general todas las animaciones emitidas en el canal que pasó a historia Cartoon Network). Para el espectador que no sabe de qué estoy hablando, ya que me he saltado la parte del resumen: ¿qué puede encontrarse? Un grupo de amigos que, con ayuda de un gran danés parlanchín y amante de la comida tanto como su dueño legítimo, Shaggy, resuelven misterios variados en los que los criminales alimentan leyendas de monstruos por medio de disfraces, maquillaje y muchos efectos especiales. La tarea siempre es descubrir la identidad del criminal por medio de las pistas y una trampa preparada por el cerebro de turno, claro que no siempre la cosa les sale redonda. De hecho, puede que hayáis revivido vuestra nostalgia gracias al crossover que tuvo Supernatural o incluso a la fiebre generada por Riverdale, ya que Los misterios de Archie, quieras que no, nació a la par que Scooby Doo (llegaron a tener el mismo estilo de animación y todo). En resumen: en esta adaptación de carne y hueso entronca el realismo con el estilo de la animación, motivado por el perro generado por un CGI que está bastante bien para ser de comienzos de siglo. Podemos reconocer los dibujos en estos personajes que visten y actúan igual (incluso hablan). La música es estupenda y demuestra una vez más que Gunn tiene un gusto exquisito a la hora de elegir (da igual que fuese solo el guionista, no me parece casualidad que en sus proyectos la banda sonora sea buena). Y te echas unas risas; ¿qué más quieres? Ficha técnica Scooby Doo 1 y 2 2002 y 2004, USA Director: Raja Gosnell Reparto: Matthew Lillard, Sarah Michelle Gellar, Linda Cardellini, Freddie Prinze Jr. Puntuación: 9/10
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El diálogo cinéfilo de la semanaRuido de fondo
Jack: La sorpresa es infinita. Siento lástima por nosotros y por el extraño papel que desempeñamos en nuestras catástrofes, pero, a partir de un persistente sentido de ruina a gran escala, seguimos inventando la esperanza y aquí es donde esperamos: juntos. Acceso a Calendario CinéfiloArchivos
Agosto 2023
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