Post de Naiara Salinas He recomendado biopics, dramas históricos, películas de fantasy, dibujos animados y un poco de cine español. Esta vez me toca meterme en comedia romántica, un género que peca de clichés y previsibilidad pero que al mismo tiempo nos saca unas cuantas carcajadas. Super ligón (una mala traducción del título, como podéis ver. En este caso apoyo mil veces más la versión latinoamericana: Cita a ciegas) nos presenta a Danny Valdessechi (Chris Pine), un chico ciego desde nacimiento que nunca ha tenido el placer de disfrutar de la espectacularidad del mundo, como tampoco del amor verdadero. Y es que para alguien como él no es fácil encontrar pareja por muchas veces que su hermano Larry, conductor de limusinas, lo intente. Es por eso por lo que se inscribe como candidato para una operación experimental que le ayude a ver parcialmente, por lo que debe acudir a varias pruebas en el hospital, donde conoce a Leeza (Anjali Jay), una mujer hindú a la que su familia ha prometido con otro hombre (interpretado por Shendil Ramamurthy, el actor que fue Mohinder Suresh en la serie Heroes). Danny y Leeza tendrán una conexión especial desde el primer momento, pero... ¿cómo afectará a su relación el hecho de que ella esté prometida y él sea ciego? ¿Conseguirá el joven ver por fin? Esta es una de esas películas muy del ayer que probablemente emitieran en la sobremesa televisiva algún fin de semana, aunque yo la he descubierto ahora al recuperar mi fetichismo adolescente por Chris Pine (un maratón de Star Trek completado con Star Trek: Más allá en el cine ayudó mucho). No solo es una película entretenida, sino que además enseña muchísimo de cómo vive y siente un ciego que no tiene ojos para juzgar, sino que se ve obligado a interiorizar otros aspectos. Lo diré siempre: para mí no hay nadie más sincero y profundo que un ciego. Nunca verá tu aspecto pero sabrá muchísimas cosas de ti solo por lo que oye, siente y/o huele, lo que es increíble. Además no tendrá más remedio que depositar su confianza en lo que le cuentas, algo de lo que muchos podrían aprovecharse. Eso es lo que acontece con el personaje de Danny a menudo en esta película, donde es utilizado y engañado por su hermano y el compendio de mujeres con las que tiene una cita. Pero él lo lleva de la mejor forma posible, pues ha vivido con ello toda su vida. El chico se mueve por su casa como Matt Murdock por Hell's Kitchen, es habilidoso, divertido y entrañable. Solo hay un impedimento para ser feliz tal y como es: el mundo que le juzga o siente pena por él. Pues mientras el ciego confía los demás le dirigen miradas de desdén, lástima o broma. Y quiere el destino que la primera mujer que no hace eso y con la que tiene química no sea para él. Este personaje requiere a un actor capaz de aportar humor, cinismo y sensibilidad, es decir, que bajo las risas que nos deja haya un toque de seriedad. Ahí entra Pine, que asume la responsabilidad con naturalidad. Hablo de un Pine en la época en la que todavía no había sido encasillado como héroe de acción (ahora hasta se ha sumado al universo DC con Wonder Woman), es decir, que estaba más próximo a sus papeles romanticones de Princesa por sorpresa 2 y Devuélveme mi suerte. Menciono estos dos largometrajes porque no solo son comedias románticas también, sino que para mí su visión de Danny es un híbrido de los otros personajes. Primero fue un noble seguro de sí mismo que quería conquistar a una princesa y luego un tío torpe y humilde con la peor suerte del mundo. En Super ligón toma lo mejor de cada uno: la confianza y la humildad, y crea un protagonista que transmite muchísimo, hasta el punto de que me cuestiono si podría haberlo hecho de la misma forma ahora. A mí me convenció en el papel de ciego. El hecho de que quiera tener vista no significa que no se sienta bien como es, solo que cree que ha llegado hora de tener un cambio para mejorar su vida. Y está guay que su pareja ideal en la ficción sea una chica de otra cultura porque eso demuestra lo que de verdad le importa a Danny, que por cierto tiene ascendencia italiana. En resumen: te lo pasarás estupendamente con las aventuras y desventuras de Danny en la vida y en el amor. La relación entre los hermanos es lo mejor. Otros personajes secundarios como la psicóloga de Danny también te harán reír, sobre todo al principio. Te emocionarás con el final. Ficha técnica Super ligón (Blind Dating) 2006, Estados Unidos Director: James Keach Reparto: Chris Pine, Eddie Kaye Thomas, Anjali Jay, Jane Seymour, Stephen Tobolowsky y Shendil Ramamurthy. Puntuación: 8,5/10
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Post de Naiara Salinas Los dragones llevan siendo mis criaturas favoritas desde la primera vez que vi la figurita tan chula de uno. Con el estreno de Peter y el dragón, de Walt Disney, toca recordar a esas grandes bestias que han ocupado un espacio simbólico en la gran pantalla. 1. Maléfica (La bella durmiente, 1959) Siempre será conocida como la “bruja dragón” por su tendencia a metamorfosearse en este ser para hacérselas pasar fatal al príncipe Felipe mientras trata de rescatar a su Aurora. 2. Draco (Dragonheart, 1966) Gruñón, humorista, noble… Así era el reptil escupefuegos que cedió la mitad de su corazón a un joven que más tarde se transformaría en un rey cruel. Pese a ser el último de su especie, no dudó en sacrificarse para corregir su error. 3. Fújur/Falcor (La historia interminable, 1984) Este dragón de la suerte era la especie más rara de Fantasia. No necesitaba alas para volar, era muy alegre y un servicial compañero de viaje. Sin él Atreyu no habría podido llegar muy lejos. 4. Davon y Cornwall (La espada mágica, 1998) Graciosos, cantarines y muy leales. Dos cabezas en un solo cuerpo. Si hubieran sido tres podríamos haberlos tachado de Targaryen ¿eh? (*guiño*) 5. Mushu (Mulán, 1998) Este pobre ser se esforzaba por ser reconocido como dragón guardián y que no le confundieran con un lagarto. Las liaba pardas, pero luego a ingenio no le ganaba nadie. El mejor compañero para ir a la guerra. 6. Norberto (Harry Potter y la piedra filosofal, 2001) Cómo no mencionar a la tierna mascota de Hagrid a la que vimos nacer y escupir su primera llamarada. Duró más bien poco en pantalla, aunque más tarde supimos por los libros que Charlie Weasley estaba a su cuidado en Rumanía y que en realidad no se trataba de un macho, sino de una hembra. 7. Dragona (Shreck, 2001) Al principio ejercía de villana custodiando la torre de la princesa Fiona y evitando que fuese rescatada por los caballeros. Todo cambió cuando conoció a Asno, el amor de su vida, por el que fue capaz de dejar a un lado esas viejas rencillas y parir una camada de pequeños “bebés mutantes”. 8. Saphira (Eragon, 2004) Una dragona muy sabia y cabezota con un gran peso sobre sus hombros y el de su jinete. Saphira no solo era una bestia mágica, era también una gran amiga, consejera y hasta se podría decir que hermana con escamas. Fue también la primera hembra en protagonizar una saga que desgraciadamente no pudo ser en el cine, si bien nos dejaron su hermoso diseño y la voz de Rachel Weisz para compensar. 9. El Dragón Celestial (Dragon Wars, 2007) No sale más que en la escena final de la película, pero es la clave del argumento y el que le da título. La serpiente Buraki pelea contra su enemiga albina intentando hacerse con el chi que le dará el poder del dragón, aunque al final, como casi siempre, los buenos ganan. 10. Grendel (Beowulf, 2007) Basado en un famoso cantar, este monstruo fue la razón de que Dinamarca viviera durante un tiempo en el horror, hasta la llegada del héroe que acabó con él y luego pagó las consecuencias enfrentándose a su furiosa madre. Su aspecto varía según la versión; algunas fuentes indican que originalmente era un dragón, aunque en la película no lo es. No obstante, el dragón Fafnir, famoso por el Cantar de los Nibelungos, también es mencionado. 11. Desdentao (Cómo entrenar a tu dragón, 2010) El compañero alado de Hipo es una de las criaturas más adorables que hemos visto en pantalla. Clasificado como especie altamente voraz y peligrosa, es también el más simpático de todos los dragones, juguetón como él solo y un fuerte aliado cuando se presenta la ocasión. 12. Eustace (Las crónicas de Narnia: el Viajero del Alba, 2010) El arrogante primo de los Pevensie tuvo una lección de humildad cuando de la nada se convirtió en dragón y tuvo que aprender a convivir con ese cuerpo y las miradas de recelo de los navegantes. Por suerte e irónicamente, resultó ser mejor dragón que persona. 13. Smaug (El Hobbit. La desolación de Smaug, 2013) El más destructor y el más instintivo. Se comportaba como se esperaba de él: era listo, pero su codicia le hizo caer en la trampa, cosa que acabó en un ataque de ira y venganza sobre la Ciudad del Lago. Otras películas: Dragones y mazmorras (2000), basada en el famoso juego de mesa; El imperio del fuego (2002), con un Christian Bale a la cabeza del reparto, y George y el dragón (2004), basada en la famosa leyenda de Jorge de Capadocia. No puedo despedir este post sin una mención especial al dragón que lo ha inspirado. Elliot fue uno de los primeros seres animados en juntarse con la realidad de carne y hueso, algo que más tarde se repetiría con películas como Roger Rabbit. Agradezco que la nueva versión haya convertido al dragón en más real conservando algunos rasgos familiares como el color, la forma de la barbilla y su poder de invisibilidad. Estoy deseando verlo volar en el cine. ¿Ya lo habéis hecho vosotros?
Post de Naiara Salinas Aprovechando la reciente preselección de largometrajes españoles para los Oscar del próximo año, saco de mi lista de recomendaciones este basado en el famoso clásico de García Lorca, Bodas de sangre. Casi todo el mundo conoce la obra (más los que hemos tenido Selectividad, ya que Lorca es uno de los temas que acostumbran a entrar en el examen de Lengua) y en la película no hay nada nuevo, de forma que la resumiré brevemente por si acaso: una boda se acerca, los novios aparentemente están enamorados, aunque ella no deja de tener dudas debido a la atracción que siente por un tercero, Leonardo, cuya presencia en el evento terminará desatando una oleada de viejos rencores y luchas. Primero he de decir que esta película me ha tocado muy de cerca, ya que se estrenó cuando estaba de prácticas en una agencia de comunicación editorial y la edición del libro en el que se basa el filme era justo con la que estábamos trabajando (incluía un breve ensayo de la directora Paula Ortiz al final, más unas fotografías del rodaje). Luego vinieron los Goya, que tan injustamente trataron a esta obra en movimiento con apenas dos estatuillas. Y meses después, tuve la oportunidad de conocer a uno de los ganadores, el director de fotografía Miguel Amoedo, durante la presentación del DVD en el FNAC de Callao. Bien, con tanta Novia por aquí y Novia por allá no es de extrañar que la terminase viendo. Razón número uno: porque soy muy fan de García Lorca y llevo leyendo y trabajando su teatro casi toda mi vida, sobre todo en la carrera. Razón número dos: porque adaptar una obra con tantos elementos líricos y folklóricos, sensible y sutil, no debe de ser fácil, así que sentía muchísima curiosidad por el resultado. De modo que no estaría aquí recomendándola si no me hubiese satisfecho como adaptación. La novia es puro arte. En su escenografía, su diseño, sus imágenes... Es casi como si Lorca se hubiera levantado de la tumba y se hubiese puesto él mismo detrás de la cámara. Paula Ortiz y sus compañeros captan con un ojo material algo más que planos: trasladan al espectador a ese paisaje rural andaluz (aunque la película se rodase en buena parte en Aragón), a la belleza y la espiritualidad lorquianas. Es poesía en imágenes. Cuida mucho los detalles, aunque no es un largometraje que se precie de ir más allá del guion de la obra, es decir, mostrar más de lo que conoce el espectador. Como excepción está el principio, que pretende explicar la rivalidad de la familia de Leonardo con la del Novio, aunque incluso eso sirve a la historia para conectar con el final a modo de paralelismo. Por lo demás, como en el texto, no se conocen los nombres de los protagonistas más que el de Leonardo (un nombre poderoso que alude a la fuerza del oso), y el escenario es muy minimalista y desértico. Los actos son los mismos, aunque algunos personajes secundarios tienen más peso, como la madre del Novio (interpretada por Luisa Gavasa). Tampoco se deja ningún símbolo: desde el blanco de la novia que alude a la pureza, hasta el rojo de la sangre (pasión, lujuria, dolor), la luna, el caballo... Elementos que influyen en los protagonistas y desatan su deseo el uno por el otro. Brillante me pareció también la inclusión de las pesadillas y las visiones de la Novia como forma de traslucir su lucha interna, pues no hay que olvidar que ella, dado el título de la obra, es la protagonista principal. Ese es otro cantar: si la película se hubiese titulado Bodas de sangre el sentido sería diferente, pero es La novia porque aquello que destaca el filme es el vaivén de este personaje, cómo su decisión afecta a los actos de otros personajes, cómo atrae el drama. La visión que Paula tiene de ella se aprecia muy bien al encabezarla en el reparto, pues es inocente y es culpable. Inocente porque al fin y al cabo es la "fuerza de la sangre" la que le lleva a cometer la traición; culpable en cambio a ojos de los demás, que solo ven a una mujer yéndose con otro hombre. Pasemos a la interpretación, donde destacaré a Inma Cuesta y a Luisa Gavasa, que en mi opinión son los dos papeles más fuertes de este drama. Inma aporta delicadeza y sensualidad y su rostro capta muy bien las emociones del personaje en el momento justo. Luisa simplemente es asombrosa, es como el oráculo de la historia, la que sabe la verdad mucho antes de que suceda. Esto más el apego que tiene a su hijo acentúan el dramatismo. Los demás actores tampoco defraudan. Álex García y Asier Etxeandía, del que soy muy fan, se lucen sobre todo en la escena de lucha, cuando muestran su rabia interior. Ambos se combinan muy bien para crear dos antítesis: el salvaje frente al educado, el humilde frente al señorito. En resumen: si eres seguidor/a de Lorca esta adaptación de gustará. Si te va la poesía también (si no, se te puede hacer un poco lenta y excesiva en simbolismo). No decepciona y cumple en casi todo: interpretación, diseño... Me siento orgullosa de que la primera recomendación española de esta sección sea este largometraje. Ficha técnica La novia 2015, España Directora: Paula Ortiz Reparto: Inma Cuesta, Asier Etxeandía, Alex García, Luisa Gavasa, Carlos Álvarez-Novoa y Leticia Dolera. Puntuación: 9/10 Post de Naiara Salinas Aunque no me gusta que haya enfrentamiento de bandos, muchas veces la realidad suele ser otra. Personalmente no creo en las posturas radicales; yo que actualmente me considero más marvelita me crié antes con DC y tenía a la Liga de la Justicia en mi top de superequipos, sin ir más lejos. Pero no solo los superhéroes traen consigo guerrillas y divisiones, sino también las famosas sagas espaciales. Ya lo demostraron los de Big Bang Theory cuando emitieron el episodio en el que se van a ver la nueva peli de Star Wars y su compañero,Will Wheaton, es abucheado por llevar el uniforme de Star Trek. El estreno este finde de la tercera entrega trekkie me ha inspirado para sacar lo mejor y lo peor de cada saga y establecer un balance objetivo de cuál merece más mi aplauso. ADVERTENCIA ANTES DE EMPEZAR: que conste que todo lo que conozco de estas sagas es del cine. De Star Trek apenas sé algo sobre la versión que protagonizó Patrick Stewart, así que el balance se hace sobre la trilogía actual. 1. Universo Mientras que en Star Trek se establece una conexión intergaláctica entre los diferentes planetas que conocemos (la Tierra, sin ir más lejos), más algunos nuevos, en Star Wars todo se desarrolla en un universo nunca antes visto, con especies de lo más curiosas y nuevos orígenes para los humanos. Eso le da más originalidad, si cabe, mientras que los trekkies se acercan más a la realidad. 2. Personajes. En Star Trek toda la tripulación del Enterprise ha conseguido dejarnos huella, la suficiente como para que echemos de menos a un secundario como Chekov tras el fallecimiento de su actor. Sabemos que de apostar por un trío protagonista apostamos por el capitán James Kirk, Spock y Uhura. El primero es un humano hijo de un héroe de la galaxia con una vida rebelde que termina madurando y tomando las riendas de la nave cuando los problemas se agravan; el segundo es un mestizo al que le puede más su lógica vulcana que su amor humano, aunque poco a poco irá cambiando a mejor. Sus guerrillas originales con James eran geniales. Y luego tenemos a la mujer “codiciada” por los dos pero con un amor claro, que no es el del héroe guapo, sino el del lógico aplastante. Sin embargo, aunque Kirk sea el capitán y Spock el personaje más querido y recordado, no nos los imaginamos sin el resto de sus compañeros a bordo de la nave. Por su parte, en Star Wars Luke y Leia Skywalker más Han Solo eran los héroes indiscutibles (hasta ahora, que tenemos nuevas incorporaciones que de momento no tendré en cuenta), aunque la saga no es solo recordado por ellos sino también por secundarios como Chewbacca, R2-D2, C3PO, Obi-Wan Kenobi, Yoda, Windu, el emperador Palpatine… y, sobre todo, Darth Vader, la figura villana más emblemática del espacio y más dramática aún si cabe, pues era el supuesto héroe de la galaxia antes de pasarse al lado oscuro. Eso deja a Nero y Khan un poco al fondo, ¿no? Volviendo a los protagonistas: Luke y Leia son mellizos separados al nacer y criados por familias muy diferentes hasta que la lucha contra el Imperio provoca su reencuentro casual. Han Solo es piloto de otra gran nave, el Halcón Milenario, que comanda con su compañero Chewie para cazar recompensas. Frente al trío trekkie, que no se ajusta a un solo carácter predeterminado (pese a lo que he dicho antes, cada uno muestra sus imperfecciones y perfecciones a lo largo de la trilogía), aquí tenemos al héroe noble aprendiz, a la princesa inteligente y rebelde y al hombre más canalla, ingenioso y bromista de la galaxia. De acuerdo, no quiero decir que sean exactamente iguales a lo largo de la saga (al fin y al cabo van madurando como cualquier persona), pero se mantienen más en su perfil y terminan haciendo lo que se espera de ellos. Tras este análisis muy breve, para resumir y dejarlo claro: Star Trek ha concentrado su foco en un grupo concreto de individuos que son los que el espectador conoce y admira más, mientras que en Star Wars ese foco es más disperso y se extiende por todo el universo haciendo que lleguemos a admirar a muchos más secundarios que a protagonistas en ocasiones. Sin embargo, la psicología y el desarrollo de los protagonistas son algo más complejos en Star Trek, en especial en todo lo que tiene que ver la relación de Kirk y Spock y cómo se va construyendo su amistad. Si nos remontamos a la historia de Anakin Skywalker este argumento se echa por tierra, lo sé, pero estoy comparando los tríos, de momento. El villano, por contra, tiene más fuerza en Star Wars por lo que voy a contar a continuación: 3. Tramas La gran motivación de Star Trek, irónicamente, siempre ha sido “ir más allá”, es decir, los personajes cumplen con diferentes misiones que se les asigna y van viajando por el universo enfrentándose a problemas varios en cada entrega. Por su parte, el arco argumental de Star Wars es lineal y único: la lucha contra el Imperio, el retorno de los maestros jedi cuya fuerza puede devolver el equilibrio al mundo y la profecía según la que uno de ellos los salvará a todos. Este drama además da pie a giros como los mellizos separados al nacer, viejas rencillas, complots y traiciones, reencuentros… Es decir, en mi opinión, se exprime de ahí mucho más jugo y Darth Vader cobra un papel primordial para el acontecimiento de los hechos. La historia de la familia Skywalker (la gran protagonista) es la clave y la que más drama aporta a la contienda, aparte de sorprendernos más. Por eso es un villano más recordado que otros que solo duran un episodio, por así decirlo. Eso a favor; en contra: que al final nos quedamos en la misma trama, mientras que con Star Trek soñamos con nuevas aventuras, nuevos personajes y nuevos villanos. Nada es igual nunca en estas películas, que activan su factor sorpresa a su manera. 4. Naves El Enterprise vs el Halcón Milenario. Difícil decisión, pues ambas son ya un símbolo de sus sagas y aquí no hay objetividad que valga más la de una es más rápida, otra está mejor diseñada, una es más legendaria… Por lo menos sabemos que el Enterprise existe o ha existido en la vida real (como bien demuestra el último video de Lugares de rodaje). 5. Frikilezas Llamó así al legado que nos han dejado ambas sagas, incluyendo objetos y frases míticas, desde el saludo y el idioma vulcano hasta el “Que la fuerza te acompañe”, “Yo soy tu padre” y las espadas láser. Por esta enumeración parece que en ese sentido Star Wars ha generado más merchandise que Star Trek, aparte de una serie de cómics de la que no pueden presumir los trekkies. Aun así, basta con ver la obsesión de Sheldon por Spock para ver cuánto ha influido un solo personaje en millones de personas (aparte, solo los fans de Star Trek tienen un nombre que les sienta a las mil maravillas). Y la nave de James Tiberius Kirk es muy mencionada en novelas como por ejemplo El último trabajo del señor Luna, de César Mallorquí. 6. Longevidad Star Trek nació en 1966 como serie, mientras que Star Wars pisó el cine en 1977. La primera ha dado lugar a un sinfín de versiones y secuelas, tanto en la pequeña como en la gran pantalla, mientras que la segunda cuenta con una precuela y una nueva trilogía-secuela, una serie de dibujos animados centrada en las guerras clon y próximamente diversos spin offs, empezando por Rogue One. Con esto se ponen casi a la altura de los trekkies. Balance final Por muy poquito, como podéis ver, gana Star Wars. Sin embargo, si tomamos la "renovación" que han hecho con la nueva trilogía más spin offs, he de decir que en calidad y adicción de momento me gusta algo más Star Trek, que me sorprende con cada entrega. Esto demuestra que los radicalismos muchas veces ni son necesarios ni tienen razón de ser. Tampoco valen las acusaciones de plagio porque, como veis, son universos muy distintos. Cualquiera puede rematar el análisis que he realizado y cuando suceda, estaré encantada de escuchar otras opiniones porque, por si no os habéis dado cuenta, me encanta debatir sobre cine. ¡Así que hasta la próxima!
Post de Naiara Salinas Si hay algo que me flipe de una película es la música. Cuando una melodía acompaña a unas imágenes, los sentimientos se disparan, la emoción se hace más fuerte y te metes más en la trama o en el papel. Por tanto, no es de extrañar que en mi lista de películas que recomiendo a todo el mundo esté esta. Begin Again es una historia sobre la oportunidad de triunfar en el negocio de la música. Mark Ruffalo es Dan Mulligan, un productor cazatalentos divorciado que lleva tiempo sin esperanza de encontrar una joven promesa que le haga sentir algo (musicalmente hablando). Keira Knightley es Gretta James, una chica arrastrada a la gran ciudad por su novio, el artista recién descubierto Dave Kohl (Adam Levine), que va sumando masas de fans mientras su pareja esconde su talento en casa. Todo cambia cuando se cruza con Dan, que queda maravillado por su voz y su estilo natural (indie o folk, más bien) y, ante la negativa de la productora de financiar la grabación del disco, buscará una alternativa de dar a conocer a Gretta. Una película muy fresca, con grandes canciones, entretenida… y, en general, muy humana. Sitúa la lucha de la música independiente frente a la comercial, la pose del artista frente al músico. Es tan interesante esto como el background de los protagonistas: dos personas cuyos sueños se rompen de pronto y deben reorganizar sus vidas de algún modo. Ninguno de ellos aspira al éxito (aunque talento no les falta), solo a que se les reconozca cierto mérito. O, en el caso de Mulligan, volver a creer en algo, rehacer su vida con su rebelde hija adolescente, a quien tiene un poco como un caso perdido. No es una historia de amor ni tampoco de cómo una mujer sencilla se convierte en una súper estrella. Es una manifestación por la música, una reivindicación de ese género menor que está fuera de la moda y por tanto es repudiado por las discográficas. El mensaje viene a resaltar la calidad frente a la moda, que no hace dinero, pero deja huella. Esto es cine independiente que se rodea de grandes estrellas y llega al gran público, un caso especial viniendo del director de Once, John Carney, conocido por apoyar a minorías y jóvenes promesas en sus largometrajes (el siguiente, Sing Street, no cuenta con ningún actor conocido entre los protas, de hecho). Este hombre tan musical posee sensibilidad para contar historias y otorgar un relieve especial a la banda sonora, que siempre está de fondo para intensificar la emoción, la acción o la tensión de las escenas. Aquí imagen y melodía van a la par. Y, ya os digo, es una de las mejores bandas sonoras que he escuchado en toda mi vida: canciones con sentimiento, letra muy sincera y poética que exprime el talento de su cantante, Keira, que sorprende con su voz tan dulce. No hay momento donde no suenen unas notas, para lo que Carney tiene algún as guardado en la manga. Por ejemplo, cuando Dan descubre a Gretta, su mente de productor empieza a crear acompañamientos musicales y, en mitad de un concierto acústico, la escena se transforma para reflejar lo que el hombre está imaginando. Ese afán por la creación de lo que a uno le gusta es una de las cosas por las que amé esta película. Incluso Hailee Steinfeld, que interpreta a la hija de Dan, Violet, se pone a tocar una guitarra eléctrica, acompañada por Ruffalo. La mejor excusa para hacer que los actores saquen al músico que llevan dentro o, en caso de Adam Levine (componente del grupo Maroon 5, como sabéis), al actor. La relación entre los protagonistas es sublime, en especial por el apoyo y la lealtad que se muestran el uno al otro en aspectos personales. Gretta no solo llega a Dan como talento, sino también como una especie de ángel que le concede un nuevo objetivo: mejorar su vida y sus relaciones con la gente, en especial su familia.
En resumen: un filme que muestra varias verdades y lecciones morales sobre la fama y el éxito. No todo el mundo con talento quiere exprimirlo y ganar millones, a veces solo quiere usarlo para divertirse y desahogarse. El final es el perfecto para ese mensaje y esta historia. Ficha técnica: Begin Again (Begin Again) 2014, USA Director: John Carney Reparto: Keira Knightley, Mark Ruffalo, Adam Levine, Hailee Steinfeld, James Corden y Catherine Keener Puntuación: 10/10 Post de Naiara Salinas (*Con el mismo tono que emplea George en Harry Potter y las reliquias de la muerte parte 1 cuando interrumpe a Harry y Ginny en su momento íntimo*): Buenas. No penséis que porque estemos a tope con los Emmy’s, los concursos y demás hemos dejado de ir al cine. Yo no podría, lo llevo en el alma, es como una enfermedad incurable con la que aprendes a convivir (en realidad no, es mucho mejor que una enfermedad, es una ADICCIÓN). Este mes, de hecho, es un estrés para mi cartera porque, por si no os habéis dado cuenta, vienen estrenos muy guays, muchos de los cuales llevan apuntados en mi agenda desde que salieron sus trailers por primera vez. Y como aquí no solo nos dedicamos a post especiales, curiosidades y premios sino también a reseñas, vengo a traeros, de forma concisa y, espero, bien expresada (aprovechando que he podido sacar algo de tiempo), mi opinión sobre las últimas tres pelis vistas en esa boca de ballena que es una sala de cine. SIN spoiler, aviso. Ahora me ves 2 Fecha de visualización: miércoles 27 de julio ¿Sabéis eso de “segundas partes nunca fueron buenas”? No creo que se pueda aplicar a este caso por una sencilla razón: porque esta entrega no es mala, no del todo. La expectativa con la que entré en esta sala acompañada de mi fiel Rose fue ver una especie de truco del almendruco, de el timador que es timado, la vuelta a la tortilla. Para ser franca, no esperaba que me sorprendieran, solo quería pasar un buen rato, reírme con los diálogos ingeniosos de los Cuatro Jinetes y admirar nuevamente los trucos mágicos, es decir, más de lo mismo. Pero el truco del almendruco terminó siendo no de un acto, sino de dos, y mientras el guionista distraía al espectador con un cebo colocó otro detrás de él de tal forma que cuando se dio la vuelta ya fue tarde, le había atrapado. Así me sentí yo cuando descubrí que el arco argumental que nos habían vendido era pura mentira, que el misterio no se había cerrado y que había un detalle que se le había escapado tanto a nuestro ojo como al de los Cuatro Jinetes (valga el chiste). Tal vez el acierto haya sido encomendar a John M. Chu, responsable de la saga de Step Up y de G.I.Joe, la dirección mientras que Ed Solomon repetía en el guion. Ello se nota en la capacidad para engañar y/o sorprender al público con una brillante puesta en escena de fondo. La magia se luce de forma tan increíble como la primera vez, así que podemos darle el OK a los efectos especiales y a estos actores magos aprendices (hay una escena en la que deben robar cierto objeto y deciden ayudarse mediante un juego de manos y de cartas. Os lo puedo decir porque lo he visto por YouTube: eso lo practicaron de verdad. Flipante). En cuanto al reparto: Jesse Eisenberg se mantiene en su estela, Dave Franco madura un poco, Woody Harrelson se atreve a ir un pelín más lejos, Mark Ruffalo se quita el disfraz y ofrece un personaje más sincero y vulnerable, y las nuevas incorporaciones, Lizzy Caplan y Daniel Radcliffe, destacan por su vivacidad, su sentido del humor y su locura. Ella encaja muy bien como nueva jinete (aporta una nueva especialidad mágica con toque desenfadado y espontáneo, me cayó muy bien esta chica) y él es la versión "mágica" de Ramsay Bolton en todos los sentidos. Por alguna razón, eso no me extraña viniendo de Radcliffe (de hecho me sorprendo más cuando lo veo romanticón), lo que no quiere decir que no lo haga bien. La excusa para la salida de Isla Fisher es muy pobre y se echa de menos a la francesa Mélanie Laurent. En resumen, no supera a la primera, donde creo que el misterio estaba mejor construido y el porqué mejor justificado, aunque aguanta el tipo en todos los actos y vale la pena por el espectáculo. La leyenda de Tarzán Fecha de visualización: viernes 29 de julio Actores famosos y admirados (una además con otro estreno inminente), un cantante presente en los tops musicales, un trailer currado...: todo auguraba un buen regreso para el rey de la selva, si bien para mí ha pasado algo más desapercibido frente a otros blockbusters. Aun así, llevaba tiempo queriendo verla y por fin satisfice ese deseo cuando el bueno de mi padre me invitó al cine antes de que se acabaran sus vacaciones. En este caso la película se ajustó a mis expectativas: esperaba que contaran la misma historia con algunos cambios para hacerla un poco más original y al final quedó una secuela con flashbacks y elementos de homenaje que, por alguna razón, debían dejarse para que la gente más nostálgica los asociara con la versión de dibujos de Disney, cosa que, en mi opinión, está bien pensada aunque no hacía falta (quiero decir, puestos a homenajear, ¿por qué tiene que ser Disney el referente escogido? Ni que no hubiera más películas de Tarzán). Como contrapunto a esta pequeña crítica diré que Disney también se amolda a aspectos generales de lo que ya es una leyenda universal (oseasé, que no se lleva todo el mérito de nuestra forma de conocer al hombre mono), solo que apariciones como la del elefante amigo, el apellido Clayton o la gorila Kala ya directamente nos conducen a la animación sin remedio. Pero estamos en un contexto real, de carne y hueso, en el Congo, así que el hombre conviviendo tan a gusto con la bestia ya no hay quien se lo trague. Las relaciones se basan en cuestiones territoriales y en la autorrealización de un hombre criado en lo salvaje que aprende a ser humano, aunque no demasiado. Los problemas que afronta el héroe tienen que ver con su evolución como persona y su retraimiento a unas raíces que él nunca deseó. Tarzán se crió en la selva pero ahora vive donde realmente debe, negándose a regresar a un territorio salvaje y amoral donde era peor hombre porque era más animal. Lo que debería hacer, sin embargo, es encontrar el equilibrio entre ambos mundos y ambas personalidades. Y además afronta un conflicto de procreación con el amor de su vida. Todo ello se representa muy bien en el filme; que se diera un paso más en el conocimiento de este personaje mostrando su vida en la civilización y el reencuentro con su antigua vida me gustó bastante. Fue un punto de exploración original y profundo. Por otro lado, a un hombre fuerte debe acompañarle una mujer con aguante y así es Jane: sensible, inteligente, intrépida… Margot Robbie ofrece su cara más amable y cuerda (luego se convertirá en Harley Quinn, aunque no nos adelantemos). En el bando de los antagonistas tenemos a un ya peligrosamente cerca de encasillarse Christoph Waltz (como dijo un colega, ¿puede alguien darle el papel de bueno por una vez, por favor?) y a Djimon Hounsou, que intenta parecer duro como la piedra que cubre su maquillaje, aunque su alma no lo es. Y como el héroe contemporáneo siempre tiene un segundo compañero de viaje que le cubre las espaldas y bromea con él, quién mejor para el papel que Samuel L. Jackson, que no termina de alejarse del todo de su Nick Furia (interpretarlo tantas veces deja huella) o, más bien, del humor marvelita. Volviendo al tema Disney, sí, ahora recuerdo; tal vez lo que me haya chirriado es ese final predecible donde todo, exactamente todo, sale como te esperas, justo como pasaría en esta compañía. Tal vez no me guste que esto suceda porque la apuesta por el contexto realista de época colonial, tribus africanas, esclavismo y corrupción promete tanto que es como un tenedor clavado en un ojo, como un “¡Eh! Vamos a olvidarnos un momento de este trasfondo sociocultural tan chachi para que pase algo un poco de cuento de hadas y luego ya, si eso, volvemos de nuevo”. Hay un momento que para colmo me recordó bastante a la estampida de ñus de El rey león. Sin embargo, no, la película no está producida por Walt Disney Pictures, me aseguré antes de escribir esta reseña (es de la Warner). En fin, dentro de lo creíble imagino que lo increíble tiene cabida si se habla de leyenda. Porque por suerte el título deja eso claro, no nos vayamos a creer que esto es real, para nada. Así que me quedo con dos cosas, bueno, tres: la realización, que me pareció estupenda (banda sonora incluida), la relación de la pareja protagonista (brillante lo de "Él es Tarzán y tú Jane. Vendrá a buscarte") y, por último, el cuerpazo de Alexander Skaarsgard, que realmente parecía sacado de la jungla. Apunta maneras como rey del Congo, por cierto. Escuadrón Suicida Fecha de visualización: viernes 5 de agosto Esta había que verla el día del estreno sí o sí. Íbamos emocionadas por tan buena promoción que elevaba nuestras expectativas a la altura del Empire State, pero un poco cautas tras leer las críticas nefastas que cortaban el rollo. He de decir que quizá fueron muy crueles. Cierto es que se echan de menos momentos prometidos en los trailers, aunque yo no llamaría a eso tanto publicidad engañosa como estratégica, ya que no es la primera vez en la historia del cine que sucede. En el fondo el producto es lo que se vende: una reunión de tipos malos muy gamberros que son obligados a salvar al mundo. Y cada uno cumple su papel tal y como se le pide. Will Smith demuestra una vez más que es padre de familia en el papel del personaje más dramático. Un momento, quizá me adelanto. ¿Qué hay del tipo que teme sus poderes ardientes? O de la mujer que está poseída por una bruja de alguna cultura índica misteriosa. O, peor, de la psicóloga que se enamoró de su paciente y acabó más trastornada que él (bueno, eso es discutible). Por no hablar de la espadachina asiática que lleva el alma de su marido a todas partes dentro del arma blanca que acabó con su vida. Pero Will es Will y nadie mejor que él para ser Deadshot, que “misteriosamente” se acerca a Deadpool en nombre y en traje. Si bien los más aplaudidos son los psicóticos, a saber: Harley Quinn y el Joker de Leto tan esperado. Margot sufre la transición de la Jane buena a la Harley salvaje, literalmente. Al menos sigue siendo Jane cuando todavía es psicóloga. Luego el personaje es completamente distinto. El Joker no da miedo, aunque su locura y su sadismo es bastante para que nos alejemos a la otra punta del banco si nos lo encontramos. Las escenas de estos son las mejores y me hacen sumarme al club de los que reivindican más. El argumento: sencillo y conciso, tan rápido que no deja mucho tiempo de exploración psicológica para los otros miembros del escuadrón. Todo se termina reduciendo al final a dos escenarios: la prisión y la ciudad embrujada, lo que algunas veces causa monotonía, aunque ahí está la banda sonora para disparar nuestra adrenalina cuando corremos el peligro de aburrirnos. Y Harley, por supuesto. Ahora bien, eso de que DC intente seguir los pasos de Marvel no sé si me termina de convencer. En un mundo sin rivalidades hubiera sido bien visto que dos superhéroes de la Liga de la Justicia hiciesen sus cameos como antesala a este blockbuster, pero aquí canta demasiado la publicidad, no hay sutileza, ya hemos aprendido el juego gracias a Marvel y los Vengadores y por si fuera poco vuelve a levantar nuestras expectativas. A favor: la conexión de Batman con los villanos que habitan en Gotham y la alusión al aumento de la criminalidad tras la muerte de Superman. Rara: la aparición tan súbita de Flash ya con el traje (¿de dónde lo ha sacado? Si hace solo una peli era un ciudadano que ocultaba sus poderes y de vez en cuando evitaba un atraco en una tienda. En el trailer de La Liga de la Justicia ya se ve que lo tiene cuando Bruce va a buscarle. Me muero por curiosidad por saber cómo explican esa parte). En contra (y aquí spoileo la escena post-créditos, al loro): ¿necesitaba Bruce en serio recurrir a Amanda Waller para encontrar los archivos de los metahumanos… cuando ya había robado la info de Lex Luthor o simplemente este momento es para conectar ambas pelis y darnos la esperanza de otro crossover? Cara Deleveigne se sale como June Moon/Encantadora, por cierto. De Scott Eastwood esperaba alguna sorpresa (ya que tanto se rumoreaba), pero parece ser que de momento solo es otro más del escuadrón que vigila al otro escuadrón. Y hasta aquí lo que se daba. Volveré con otro grupo de reseñas cuando haya visto el resto de estrenos del mes. Post de Naiara Salinas Buenas, damas y caballeros. Como casi anuncié ayer, aquí tenéis los detalles de por qué me gustó este largometraje de la Jolie y por qué lo recomendaría. Como adelanté ayer, Invencible cuenta la historia de Louie Zamperini, un chaval de familia italiana afincada en Estados Unidos que de peque se las gasta cometiendo travesuras, hasta que su buen hermano mayor le da una llamada de atención y lo anima a apuntarse al equipo de atletismo con el fin de concederle una nueva "meta" en la vida. Así es como comienza la carrera deportista de Louie, que va sumando victorias hasta ganarse el honor de participar en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936. Sin embargo, todos esos logros quedan apartados cuando se alista en el ejército norteamericano al comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Después de que su avión sea atacado y derribado en alta mar, él y otros dos compañeros supervivientes pasan cuarenta y siete días a la deriva, en un bote y rodeados de tiburones. Cuando son rescatados no es por su bando, desgraciadamente, sino por el japonés, que no duda en trasladar a Zamperini a un campo de concentración donde sufrirá crueles torturas. ¿Será su espíritu luchador lo bastante grande como para aguantar el tormento? Se dice mucho que a Hollywood le encanta dramatizar los hechos y poner en alza a sus héroes. Pero Angelina Jolie no es realmente conocida por rodar blockbusters (como directora), sino que viene salida del cine indie. Esta película, por tanto, es un híbrido que no solo ensalza a su héroe, sino que le muestra respeto contando su historia verídica de principio a fin. Una cinta que cuida el detalle en el contexto histórico y en los hechos narrados por Laura Hillenbrand en la biografía de Zamperini. Jolie no se preocupa demasiado por la sensibilidad del espectador y ofrece imágenes impactantes, juega con la tensión y nos hace poner las manos en la boca y hasta cerrar los ojos en ciertas escenas. Su capacidad de poner al límite al ser humano comienza cuando los supervivientes están en la balsa luchando contra tiburones, aguas tempestuosas, el hambre, la sed y la desesperanza. Un momento que llega a hacerse tedioso porque parece que nunca va a concluir. Si Zamperini estuvo cuarenta y siete días sufriendo, el espectador debe hacerse eco con diez minutos enteros de todo eso. Si la película se titula Invencible hay que demostrar por qué, y la mejor forma es dando palos cada más fuertes a su protagonista, un hombre que alcanzó la cima para acabar en el fondo, que tuvo que luchar por sobrevivir. A Louie solo le suceden cosas buenas al principio. Desde que comienza la guerra va descendiendo un escalón cada pocos minutos hacia el infierno, porque así es la vida y así es la guerra. Si estás rodeado de tiburones tienes pocas probabilidades de sobrevivir. Sin agua y comida tienes aún menos. Si te capturan tus enemigos te puedes dar por muerto. Aunque la historia tenga un final y el espectador lo conozca, el trabajo del guionista y la directora es quitarle esperanzas solo para destacar más la superación del personaje. Así demuestran que cuando nosotros nos rendiríamos, Louie sigue sacando fuerzas de flaquezas y trata de resistir, cada vez más duramente. Por tanto sí, Angelina dramatiza los hechos, pero de acuerdo a la realidad que vivió este italiano fallecido en 2014. La actriz tal vez no sea todavía perfecta detrás de la cámara, pero va por buen camino. Y su primera victoria fue la de encontrar a Jack O'Connell (Skins) para el papel principal, un actor que aporta la intensidad que requiere un personaje tan cabezota como el suyo y que es puesto al límite. Una vez que lo ves como Louie, se te hace difícil imaginar otro actor capaz de interpretarlo mejor que él. En resumen: una película cruce entre documental biográfico, leyenda e historia de superación personal. El héroe os podrá parecer casi un personaje de la mitología grecolatina con ese aguante, y lo sorprendente es que ese aguante fue real. La calidad de la imagen es de pulgar arriba y el maquillaje, junto al proceso de degradación del protagonista, de boca abierta. Ficha técnica Invencible (Unbroken) 2014, USA. Directora: Angelina Jolie Reparto: Jack O'Connell, Alex Russell, Miyavi, Garret Hedlund, Jai Courtney, Domhnall Gleeson, Finn Wittrock y Luke Treadaway. Puntuación: 7,5/10 "A lo largo de mi vida siempre llegué al final de todas mis carreras" Louis Zamperini. Post de Naiara Salinas
Nada era más sagrado para un griego que el poder tener un hueco entre el panteón tras ser coronado como vencedor. Mi mente bibliófila se pregunta cómo adaptaría Rick Riordan esta ceremonia en la saga de Percy Jackson o de Los héroes del Olimpo. Molaría verlo, ¿verdad? Bajo la mirada de esos doce olímpicos, me dispongo a dibujar mi propio símbolo honorífico con cinco grandes películas que reviven el espíritu de esta competición con valores como la perseverancia, la nobleza, el juego limpio y, por encima de todo, la unión. 1. Carros de fuego Ni podía faltar en esta mención especial ni faltó a los juegos de Londres hace ya cuatro años, donde Danny Boyle, director de la ceremonia de apertura, se alió con Rowan Atkinson para rendir tributo a esta historia basada en la historia real de un grupo de atletas británicos que se preparó bien a fondo para las Olimpiadas de París en 1924. Suya es esta melodía memorable. 2. Elegidos para el triunfo Disney motivando desde tiempos remotos. Este largometraje de 1993 narra otra historia real sobre un grupo de cinco jamaicanos que decidió competir en los juegos de Calgary (1988), en la modalidad de bobsleigh, un deporte de hielo. Tuvieron que soportar las críticas, las burlas y el racismo, y juntos demostraron que solo hace falta espíritu de lucha para cumplir un sueño. 3. Invencible Angelina Jolie se estrenó en cines como directora con esta película que revive la historia de Loui Zamborini, un famoso atleta ganador de una medalla en los Juegos Olímpicos que durante la Segunda Guerra Mundial fue enviado al frente, capturado por el ejército japonés y enviado a un campo de concentración donde tuvo que soportar terribles torturas. No diré más de ella porque mañana tendréis otro post temático. 4. Astérix y Obélix en los Juegos Olímpicos No podía faltar, directamente lleva la competición en el título. Esta popular comedia basada en la historieta de René Goscinny nos lleva a la cuna de los juegos, Grecia, donde un guerrero galo romántico, Alafólix, desafía a Brutus, hijo de César, a competir a cambio de la mano de la princesa griega Irina. Lo bueno de la cinta es que, a pesar de estar ambientada siglos atrás, se moderniza y recrea deportes y actos que vemos hoy en día, como el fútbol, los hooligans, los éxitos musicales y hasta el dopaje. ¡Incluso Michael Schumacher, famoso conductor de Ferrari, tuvo un cameo en la escena de la carrera de cuádrigas! 5. Eddie el Águila
Estrenada este año, es la última en incorporarse a la lista de películas ambientadas en las Olimpiadas. Taron Egerton (con una brillante caracterización e interpretación, por cierto), se pone en la piel de Michael ‘Eddie’ Edwards, el primer atleta británico en participar en los juegos de invierno, en la modalidad de salto de esquí. Un tipo carismático, como veis en la foto, que en el filme recibe el apoyo de Hugh Jackman (en Hollywood un atleta vale lo que vale su entrenador. La vida real es algo distinta). No ganó, pero dejó huella en la historia de los juegos. |
El diálogo cinéfilo de la semanaRuido de fondo
Jack: La sorpresa es infinita. Siento lástima por nosotros y por el extraño papel que desempeñamos en nuestras catástrofes, pero, a partir de un persistente sentido de ruina a gran escala, seguimos inventando la esperanza y aquí es donde esperamos: juntos. Acceso a Calendario CinéfiloArchivos
Agosto 2023
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