Post de Naiara Salinas Redactar (o verbalizar) esta crítica para mí no ha sido fácil. Incluso una, dos o las semanas que hayan pasado tras el estreno de esta secuela tan esperada por los potterheads de todo el mundo, todavía hay cosas que permanecen en el tintero sin respuesta alguna, por lo menos hasta la(s) próxima(s) película(s). Y es que una vez sumados todos los datos obtenidos a lo largo de estos meses y puestos en contexto por fin, quedan piezas del puzzle que no encajan. En definitiva, tenía tanto que contar de esta historia, que la palabra escrita se me hacía insuficiente, razón por la que también he decidido filmarme y "escupir" todas mis impresiones e intentar analizarlas un poco. Animales fantásticos no es una mala saga, o al menos no parece que vaya a serlo, pero, así como la primera entrega podía tener un argumento un poco más flojo en comparación pero bien narrado, la segunda, con tanto material jugoso, se ha desvirtuado y ha convertido este juego en un laberinto de incoherencias narrativas e hilos temporales difuminados más propios de la saga de X-Men. ¿Qué ha podido fallar? Para mí el principal problema, al que le achaco buena parte de los errores que comento en el vídeo, es la falta de experiencia de Rowling al frente de un guion. Y es que no cabe duda de que como escritora posee una imaginación, una cultura y una capacidad de narrar desbordantes, siendo así capaz de trasladar todo su mundo interior a centenares de páginas. Pero cuando hablamos de un guion no vale ejercer la misma técnica, la literariedad se va extinguiendo para dar paso a otros elementos como el vestuario, el escenario y los actores que entran en escena y que tienen un tiempo limitado de rodaje, por más que sus personajes persistan en el papel. Por ende, mantener la coherencia narrativa es clave para lograr una historia con todo sentido y equilibrio entre cada pedazo de trama que conecta con otras, y esa coherencia, en cine, se expresa a través del montaje, que debe aparecer reflejado a su vez en el guion. Rowling es buena escritora, pero no es una buena montadora, y ello se ha traducido en un ritmo desequilibrado con claramente dos secuencias cumbre en toda la peli, un comienzo muy directo y la obviedad de ciertos pasajes informativos, bien porque ya se habían mostrado en los trailers o porque ya habían hablado de ello en la sinopsis y los featurettes. Por supuesto, a la guionista solo podemos culparla de ciertos agujeros de guion, ya que el resto del equipo, director incluido, habrá influido en la decisión de mantener ciertas escenas en detrimento de otras, así como en el orden reconfigurado durante la fase de postproducción. Como sea, eso no quita que el espectador, tanto si conoce el mundo de Harry Potter como si no, salga de la sala con más preguntas que respuestas y con una sensación de vacío por todas esas lagunas. Ruptura de la línea del tiempo: ¿error, arrepentimiento o auto fan service? Ya que he mencionado los trailers y tampoco profundizo en exceso en mi crítica, simplemente quiero añadir que, por supuesto, no es extraño, ni la primera ni la última vez, que veamos escenas en los adelantos que luego no alcanzan el montaje final. Esto se debe a que cuando el primer trailer es lanzado la película todavía se está realizando, por lo que o bien faltan escenas por editar y deciden incluirse otras que ya están acabadas y que pueden ser eficientes para atraer al público, o bien se filman algunas EXCLUSIVAMENTE para esos trailers. Aparte, se juega un poco al engaño para evitar la mayor filtración de spoilers posible. Esto es algo que ha funcionado buenamente en Los crímenes de Grindelwald, por cuanto que las palabras de la propia Rowling ("Todo aquello que creáis saber podría no ser cierto al final") acaban siendo verdad. La autora logra sorprender y crear serios mazazos emocionales en sus seguidores, pero al mismo tiempo es una pena perderse esos pequeños momentos filtrados en los adelantos que podrían haber sido útiles para contar mejor la historia de personajes un tanto ninguneados en esta segunda parte. Bien es verdad que hay nombres más importantes, claro, pero hay ciertos desarrollos de tramas que no perdono porque hubieran podido dar más de sí o lograr que su final tuviera más sentido o te removiera la sensiblería. Resumida esta idea, ahora sí que sí, vamos a meternos de lleno en Los crímenes de Grindelwald, donde saco una conclusión más clara (preparaos para un viaje movidito). PD: si veis el vídeo en YouTube, cosa muy aconsejable, encontraréis en la descripción los minutos exactos de cada parte, por si queréis saltaros los spoilers o ir al meollo que más os interese. ¿Os ha gustado el vídeo? Si es así, un like siempre se agradece. Pero como después de editarlo todavía me he quedado con el gusanillo de profundizar en ciertos aspectos, voy a solucionarlo incluyendo aquí esas reflexiones de última hora (de algo tiene que valer esta redacción, digo yo). SPOILER ALERT a partir de aquí. Escenas eliminadas Pese a todo lo que he comentado en el metraje y arriba, realmente no creo que esos cortes hubiesen podido arreglar la ruptura con la línea temporal que se llevaba conociendo hasta ahora. Y es que, aparte de lo que comento en el vídeo (esto, por cierto, afecta también al cliffhanger final), quedan incongruencias que no cuadran, como las siguientes:
Belleza técnica y contenido interesante que supone una promesa Ya se ha visto (y espero que podido comprobar) que técnicamente es una belleza y logra emocionar. Del contenido, uno de los aspectos más interesantes y que llevaba tiempo deseando ver es cómo esta ficción logra conectar con la historia real y cómo todo apunta a una participación (directa o indirecta) de Grindelwald en la Segunda Guerra Mundial. No es ningún secreto que este es un tema que siempre me ha gustado, y verlo en relación con el Mundo Mágico promete, sobre todo cuando nos perdimos la participación de los magos en la Primera, aunque sinceramente espero que en algún momento obtengamos un flashback. Las criaturas, por su parte, siguen siendo una de las mejores partes (no puedo creer que no haya comentado nada de ellas, jo) y el momento en el que aparece Hogwarts con la música de John Williams de fondo te hace ver las estrellas de ilusión (probablemente por eso digo que el flashback es una escena maravillosa, por todo el sentimiento de nostalgia que impregna. Te sientes realmente como Leta cuando se pasea por algunos de los lugares míticos del colegio). Para mí, solo esa referencia podía bastar para hacer las delicias de los fans más aférrimos, en serio. Sin embargo, no voy a negar que la aparición de Nicolas Flamel también es estelar. Con él y Jacob vivimos uno de los momentos más cómicos, pero en la penúltima secuencia el viejo parte la pana apareciendo cual deus ex machina en una escena que hace justicia a su leyenda. Como se suele decir, participación limitada pero intensa. Y, en mi opinión, es otro personaje que en las próximas películas reaparecerá, ya que parece que tiene una especie de Orden secreta formada en la seguramente Dumbledore está involucrado, así como Lally Hicks, la identidad de la mujer que aparece en el libro (no su mujer, como algunos afirman) y que es la profesora de Ilvermorny introducida por la propia Rowling meses atrás al garantizar que tendría mayor papel en la tercera parte (un motivo más para conservar la esperanza). Volvemos al "Te quiero"
Una idea que me surgió a posteriori (confieso que he visto la película más de una vez y a veces eso ayuda a cambiar ciertas impresiones, aunque en general mantengo lo que he dicho en el vídeo) sobre este tema es que el doblaje puede haber jugado una mala pasada o que Rowling quiere jugar con nuestros cerebros, ya que no vale crear una pareja comprometida de la nada (literalmente, hasta que se demuestre lo contrario) pero luego desarrollar la relación de amistad con el otro. Personalmente soy del grupo que considera que, a su manera, se refería a los dos hermanos (ya que I love you puede también ser plural, no como en castellano). Otra cosa es que el montaje y el desarrollo de la trama esté pensado no solo para favorecer la duda, sino para inclinarte por el mejor amigo en desgracia más que por el propio prometido (y por eso acuso la falta de escenas entre esta parejita). Ya se ha visto que en el Mundo Mágico había salseo desde antes de Rita Skeeter y parece que un triángulo (o en este caso cuadrado) amoroso no pasará nunca de moda en Hollywood. Aun así, aparte de este pequeño ninguneo al pobre Theseus, como he comentado en el vídeo no tengo quejas de cómo se abordan las relaciones en esta película. Creo que todas son interesantes y lo suficientemente complicadas como para querer ver su evolución a lo largo de la saga. Hay otra, por ejemplo, que se sugiere entre Dumbledore y Theseus durante la escena en la que los aurores interrumpen una clase y el maestro de Defensa le dice al mayor de los Scamander: "Si alguna vez confiaste en mí...". Sabemos que Dumbledore está en sus 44-45 años en 1927, haciendo cálculos con su fecha de nacimiento (1881), lo cual quiere decir que se lleva unos 15 años con Newt. Para dar clases en Hogwarts tienes que tener un mínimo de 21 años, por lo que el querido maestro de Defensa contra las Artes Oscuras era joven cuando educaba al pequeño de los Scamander. Sin embargo, en esta escena que digo se sugiere que el mayor también fue instruido por Dumbledore, pese a que la información compartida detrás de las escenas indica que este Scamander es 8 años mayor que su hermano y, por ende, no hubiera forma de que ambos coincidieran en el colegio. Otra cosa es que sí coincidiera con Albus cuando era estudiante (uno de séptimo curso y el otro en primero, para que cuadren las edades). Se sabe que Theseus gozaba de su propio flashback en un primer borrador del guion que más tarde fue suprimido. ¿Veremos más de esto en las siguientes películas? Hasta aquí el resumen o la inclusión de ciertas notas de pie de página (o de vídeo). ¿Cómo os habéis quedado después de esta disertación/disección/como queráis llamarlo? ¿Creéis que merecerá la pena seguir atentos a la saga?
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Post de Naiara Salinas A veces una tiene la suerte de no tener que moverse en exceso para cumplir un sueño que, hasta ese momento, no se había dado cuenta de que era tal, es decir, previamente había sido más un gusanillo que otra cosa. Pero como todos los buenos gusanos, cuando te dan una manzana que puedes morder a por ella que vas y, así, All Screens se reunió el pasado viernes 16 de noviembre en los Cinesa de Artesiete (Ciudad Lineal, Madrid) para asistir a uno de los estrenos más esperados del año a lo grande, no con el fallido intento de ir a la premiere (RIP), sino rodeadas de fans del Mundo Mágico y los geniales organizadores de Proyecto Patronus y Caput Draconis, que nos trajeron a un mágico y encantador reparto de voces españolas, amén de amenizar la espera de la película con varios juegos y actividades. Pero ¿por qué conformarse con oír a esta gente hablar desde sus taburetes delante de la gran pantalla, cuando se paseaban por la sala como Pedro por su casa? Así fue como cogí, casi asaltando (ups), en banda a Roger Pera, una de las voces más veteranas y prestigiosas de nuestro doblaje y actor físico también en teatro, ojo, que asistió al evento como protagonista, y es que dobla a nadie más ni nadie menos que a Newt Scamander. A continuación tenéis la transcripción de la entrevista, pero como sé que a muchos les hace ilusión reconocer el timbre de voz también comparto el audio que grabé (con sonido algo bajo tras haberle reducido el ruido de fondo con Audacity, ya me disculparéis). Yo: Tú eres una voz muy reconocida de varios actores (Matt Damon, Tobey Maguire, Edward Norton, Eddie Redmayne, etc.). De todos ellos, ¿con cuál te quedas? RP: Mira, es muy difícil esa pregunta, pero he disfrutado mucho doblando a Eddie Redmayne. En Animales fantásticos sí, pero sobre todo en el trabajo que hacía en La teoría del todo, La chica danesa... Sobre La chica danesa: ¿cómo fue el proceso? Fue muy difícil, quizás lo más difícil que he doblado yo, porque él está femenino, pero no está con voz de chica... Hay que encontrar el punto justo. Y además el actor tiene una voz muy, muy gruesa (o grave)... Él tiene una voz... A veces saca una voz que dices "Madre de Dios". Estas dos películas con él me gustaron, pero también El indomable Will Hunting de Matt Damon... A Edward Norton me gusta mucho doblarlo también, a Spock también, Zach... ¿Cómo se llama? Zach... Zach... Zachary Quinto Eso es. ¿Qué es lo más difícil de doblar una película como esta, que es un blockbuster, un gran estreno esperado por muchos? ¿Cuánto de secretismo hay? Lo más difícil es que tienes que doblarla casi sin ver las imágenes. Salvo la última copia, que es ya la definitiva, nosotros vamos trabajando con varias copias donde se ven a los monstruos todavía no definidos, te tapan muchas imágenes para que no puedas spoilearte... Lo más complicado de hacer un trabajo como este es eso por un lado, que no te permiten visualizarlo bien, y segundo, que hay muchos cambios, y una semana antes de presentarse la película todavía estamos cambiando frases y tal. También has doblado en series de televisión. ¿Puedes hablar un poco de la diferencia entre el proceso de doblar una serie y una película? Es cuestión de tiempo: en la televisión vamos muy, muy rápidos, y en el cine gozamos de más tiempo. La presión es grande. Netflix te pide un doblaje de una semana para otra, por ejemplo. El cine te da un margen más grande. ¿Y cómo empezaste en el mundillo? Tengo entendido que vienes de una familia de dobladores (actores de doblaje, perdón): tu padre era doblador también. Sí, mi padre era doblador y actor, pero yo empecé con ocho años a doblar. Soy de los niños de España que empezó pronto, así que para mí era como un juego. Hice La princesa prometida (como el niño protagonista), luego Spielberg me escogió para El imperio del sol (el mini Christian Bale)... Y a partir de ahí fue un no parar. Desde pequeñito me ha apasionado este mundo; me apasiona el doblaje, me apasiona actuar... y siempre lo he encontrado un juego muy divertido y muy bonito. ¿Siempre doblando? ¿No te has planteado alguna vez actuar físicamente, no solo con la voz? Sí, sí, he hecho algunas películas, eh: El lobo, con Eduardo Noriega; he hecho algunos capítulos de La que se avecina, El comisario, Hospital central... Pero sobre todo he hecho mucho teatro y mucho musical. Y el doblaje siempre ha estado ahí, porque es mi gran escuela. Hablando de musical, creo que se te oía cantar un poquito en un trocito de la película Río... En Río me lo pasé muy bien. No soy muy fan de los dibujos animados, pero tengo que decir que he disfrutado doblando personajes en películas como Río o incluso el L de Death Note. Que es uno de los personajes por los que más te reconocerán, imagino Bueno, hay muchos, ¿no? Pero sí que es verdad que abres el Facebook y te encuentras mil mensajes de "Ostras, me puedes enviar un audio de L?" Pero bueno, para eso estamos, para el público. ¿Cuál es el mayor reto de toda tu carrera al que te has enfrentado, el doblaje que consideras más difícil? El doblaje más difícil... fueron dos: Edward Norton, en Las dos caras de la verdad, donde hacía de un personaje con doble personalidad, y La teoría del todo, porque tuve que doblar con una prótesis que me iba presionando el cuerpo porque, claro, el personaje cada vez perdía más el habla, le costaba más, hasta que se quedaba tetrapléjico. Es de los personajes más complicados que he hecho. Bueno, y Newt Scamander tampoco es que hable muy normal... No, no, encontrarle el alma a Newt ha sido muy difícil, porque está en su mundo, tiene un punto de autismo. Es una enfermedad la que le apuntan. ¡Anda, eso yo no lo sabía! Sí, lo estuvimos analizando porque decíamos "¿Cómo está tan raro?", y se ve que la autora apunta, sin decirlo, a una enfermedad que es muy parecida al autismo. Aparte de que la voz es muy complicada. Algunos actores suelen doblar separados. ¿Tú has doblado escenas así o te han juntado con el resto del reparto? Últimamente se dobla muy separado porque a fin de cuentas, aunque estés junto a tu otro compañero, tendrás que grabar dos pistas, tú voz sale por aquí, la suya por allá..., por tanto hay que grabarlas por separado. Pero también me gusta doblar con los demás. Hasta aquí la entrevista oficial. Aprovecho para colar el GRACIAS que, con los nervios y las prisas, se me olvidó (no tengo remedio, perdón, perdón, perdón). Abajo podéis escuchar la entrevista desnuda, con todas sus erratas, tartamudeos, etc. All Screens y Roger Pera al natural. Por cierto, si pincháis en los hipervícnulos podréis ver los respectivos trabajos que comentamos, por si acaso me lee un compañero latinoamericano. Sin embargo, la velada solo acababa de empezar. Y por eso creo que os merecerá la pena ver lo que grabamos del Q&A con el resto del reparto, ya que no solo respondieron a preguntas muy parecidas a las mías, sino que dieron más detalles de su carrera y del proceso de doblaje. ¡Mención especial para Laura Pastor y su genial relectura de "La fábula de los tres hermanos"! En cuanto a la calidad de imagen, efectivamente, ni la iluminación ni la distancia nos favoreció demasiado. Lástima. Post de Naiara Salinas ¡Buenas tardes, allscreeners! Faltan ya solo DOS días, DOS, para que se estrene el peliculón por el que potterheads de todo el mundo han estado esperando dos años. ¿Tendremos por fin respuestas a nuestras preguntas? ¿Saldremos con más? Fijo que sí a esto último, porque ya sabemos cómo funciona Rowling... Bueno, al ajo. Recuerdo que en 2016 escribí un post con mis teorías de la película. Este año ya me he hartado de leer, de configurar y destruir las mías propias, así que vengo a haceros aguas en la boca con un aluvión de curiosidades inofensivas, no spoileantes, de las que me he ido enterando a base de verme y leer entrevistas (sí, todas las que han sido publicadas) y de mis propias indagaciones. Tal vez después de esto ya no veáis la película con los mismos ojos (o puede que sí). 1. Magos dentro y fuera de la pantalla Por supuesto que Warner Bros no escatima en presupuesto cuando se trata de hacer levitar objetos, crear seres imaginarios, recrear el París y el Londres de 1927 con el más mínimo detalle, etc. Pero a veces los actores quieren ir más allá del CGI y aprender sus propios trucos de magia. A Eddie Redmayne, por ejemplo, se le dan bien los juegos de cartas, pero ¿sabéis quién aprendió uno específico para una escena donde más tarde quisieron meterle efectos? Jude Law en carne y hueso. El actor estuvo interesado concretamente en aprender cómo hacer aparecer una carta de la nada (exacto, la misma que en los avances le entrega a Newt en medio del Londres nocturno), por lo que llegó incluso a visitar a un mago callejero famosillo de la ciudad. Cuando más tarde los realizadores le dijeron que aquello lo meterían con CGI, Law protestó. Y parece que al final ambas partes se salieron con la suya. 2. Un momento, ¿seguro que la Warner no escatima en gastos? Pese al inmenso set que hay en las pelis y los detalles meticulosos (tan meticulosos que todo el escenario que se ve de fondo es completo, es decir, hasta los libros tienen palabras y dibujos bajo la cubierta), ¡no tuvieron tiempo de crear unas escaleras y los actores tuvieron que fingir que las bajaban como en el teatro! Al mismo tiempo, incluso aunque en el cobertizo de la maleta de Newt hay escalones, a veces los actores tenían que fingir que bajaban y/o subían de más para tardar, como en esta escena (ignorad la velocidad del gif, por favor). 3. ¿Regreso a Hogwarts? ¡No sin primero una master class de varitas! Casi todos los actores tuvieron que pasar por una escuela de varitas para ensayar coreografías de combate y movimientos leves (incluso los veteranos), sobre todo después de que Callum Turner, quien interpreta a Theseus Scamander, rompiera la suya por accidente durante una prueba de cámara, es decir, en un ensayo con el traje antes de filmar. Según el actor, al principio sus movimientos eran tan agresivos y exagerados que el arma mágica salió volando de su mano y debió de llegar hasta la otra punta del set, momento incómodo para todos los presentes. Tras semejante experiencia fue enviado de cabeza a la escuela (cuenta la leyenda que los siete meses que duró el rodaje se los pasó practicando en sus ratos libres. Lo que está claro es que su hermano en la ficción no deja que lo olvide). Eddie Redmayne, por cierto, llegó incluso a tener lesiones de codo y muñeca por el esfuerzo diario. En cambio, Zoë Kravitz (Leta Lestrange) se libró, aunque acabó acudiendo por su propio pie. El único que faltó fue Jude Law, claro que lo mismo no le hacía ni falta, ya que sus compañeros han descrito su estilo como de "pintor". ¿Sabéis cómo aprendió él? ¡Practicando con una ramita! Y esto nos remite al refrán chino: "Si quieres volar como una mariposa, no agites las alas como un cuervo". 4. El misterio de la varita cambiada ¿No os pareció raro que poquito antes de la primera imagen oficial promocional sacaran otra de dos varitas que claramente eran las de Grindelwald y Dumbledore... pero luego la de este último presentara un aspecto bien distinto? Eso fue porque la varita se cambió durante la producción cuando Rowling vio que se parecía mucho a la de Saúco. Y claro, tratándose de una varita única en su especie... eso NO podía ser. Así que ea. 5. ¿Cómo llevaste lo de ser una foto en la primera película, Zoë? Ya sabéis que Leta Lestrange es un personaje que fue presentado en Animales fantásticos y dónde encontrarlos, aunque es ahora cuando la conoceremos en detalle. Dado que J. K. Rowling tiende a mantener un poco en la inopia al reparto entre una peli y otra, a la hora de hacer la prueba para el papel Zoë lo tuvo realmente complicado y ni ella ni Eddie tenían muy claro qué estaba pasando en el guion que les dieron en su momento. De hecho primero la actriz envió una grabación con algunas líneas antes de finalmente reunirse con el director y el protagonista. Se podría decir que hasta el verano de 2017 no llegó a conocer a Leta. Imaginad el alivio al encontrar por fin el contexto que le faltaba. 6. Hermanos separados al nacer Algo así debió de pensar medio mundo (yo incluida) cuando salió la elección de Callum Turner como Theseus Scamander y, meses más tarde, la primera foto de familia. Pero aparte del parecido físico, los actores han llevado una vida y unas carreras muy paralelas sin siquiera darse cuenta, al menos por parte de uno: ambos criados en el mismo distrito de Londres, Chelsea (solo les separaban unos ocho minutos a patita), aprendieron a nadar en la misma piscina, frecuentaban los mismos pubs y a la hora de iniciarse en la interpretación a sus veintipocos ambos saltaron desde el mundo de la moda y empezaron con cine indie. Ambos tienen dramas bélicos en su repertorio, miniseries, han rodado en Estados Unidos, han hecho de villanos y podrían hacer un concurso de con cuántos actores de Harry Potter han trabajado entre pitos y flautas (Eddie, por ejemplo, se lleva a Emma Watson gracias a Mi semana con Marilyn, pero Callum tiene a Daniel Radcliffe por Víctor Frankenstein y ambos han trabajado con dos mujeres del clan mortífago: Helena Bonham Carter y Helen McRory. Pero tampoco sorprende esto porque al final Inglaterra concentra su propio Hollywood y verás a cualquier actor en la saga de Harry Potter, en Doctor Who o en Downton Abbey, por poner ejemplos). Lo único que los separa es que uno se crió en un colegio privado y el otro, en uno público. ¿Y cómo no se habían conocido hasta ahora? Callum se perdió una oportunidad de hacerlo cuando Eddie ya era famoso y él estaba empezando (porque sí, aunque en el filme Theseus sea OCHO años mayor que Newt, en la vida real es más bien al revés, ya que uno tiene 28 y el otro, 36), y más tarde fue el propio Eddie quien reconoció el parecido cuando lo vio en Guerra y paz, donde lo describió como una "versión más oscura, alta y sexy" de sí mismo. Una vez en el set, donde ambos tenían que ser totalmente opuestos, tuvieron su mayor reto, ya que detrás de las escenas acostumbraban a realizar los mismos gestos al mismo tiempo como dos mellizos. Para colmo, los dos han sido metidos en Hufflepuff por el Sombrero Seleccionador de Pottermore, ¡justo como sus personajes! Y al contrario que con otros, Rowling no les dio ningún background sobre su relación en la infancia, por lo que ambos tuvieron que hacer uso de su vena de hermanos en la vida real para sus interacciones (de hecho Callum besó a Eddie en la cabeza durante su casting y, según él, por eso se llevó el papel). ¿Esta relación promete de cara a las futuras entregas o no? 7. Otras fantásticas coincidencias Jude Law y Johnny Depp ya habían coincidido previamente en El imaginario del doctor Parnassus interpretando el mismo papel con, además, Colin Farrel, el desaparecido Percival Graves de la primera parte (nótese aquí la práctica del señor Grindelwald en cuanto a apropiarse de identidades ajenas). Pero si nos remontamos más atrás, veremos a Johnny compartiendo escenas con Jamie Campbell Bower, ¡la versión joven de Grindelwald!, en el musical Sweeney Todd, aparte de toda una joyita de mortífagos (Alan Rickman, Helena Bonham Carter otra vez, Timothy Spall...). Por cierto, si creíais que Dumbledore es el primer papel de gay que le toca a Law, nada más lejos de la realidad, porque interpretó a Bossie, el amante de Oscar Wilde (autor de El retrato de Dorian Gray, entre otras), en el filme Wilde (1997). Ah, ya que hablamos de repetir papeles en este arte, tal vez Turner fuera buena elección en más de un sentido para Theseus, porque en la ya mencionada Victor Frankenstein fue ayudante de detective... y ahora es auror. Pero volviendo a Law y Depp, ¿sabíais que los actores que los doblan en España, Luis y José Posada, son hermanos? Ulalá. 8. Guiones misteriosos Cuando los actores recibieron sus primeros guiones de la secuela, todo era tan secreto que ¡ni siquiera venían los nombres reales de sus personajes! Muchos se identificaron a sí mismos en la lectura compartida. A Nagini, por ejemplo, la llamaban Natalie; Theseus era Theo; Newt, "el Buen Chico"; Tina, "Turner" (por la cantante, ya sabéis) y Dumbledore, un "Gran Hombre". Callum Turner fue muy rápido averiguando su identidad, pues puso el nombre falso en relación con Animales fantásticos en Google y al instante le salió el auténtico. Es más, el actor quedó tan maravillado por la información que había disponible del personaje que sintió que estaba haciendo un biopic! 9. El caso Nagini Hablando de esta maledictus destinada a convertirse en serpiente, Claudia Kim tampoco lo tuvo fácil en su proceso de casting, no solo por el secretismo entorno a su papel, sino por lo que tuvo que hacer en la fase final, ¡que fue representar una transformación en animal! Ya en el set, la encargada de esta tarea fue una contorsionista profesional que además también se llamaba Claudia. Sin embargo, el enterarse de su papel tuvo que ser un jarrón de agua fría al principio para la actriz, pues hace poco ha reconocido ¡que le dan pánico las serpientes! Aun así, se dedicó a investigar sobre ellas, ya fuese en Internet o viendo documentales. Y es que aunque al final todo funcione por CGI, ella acabó tomándoselo muy en serio. Un aplauso para la chica. 9. La involucración de los actores en las decisiones Pese a su prestigio indudable como escritora, dado que el cine es un nuevo campo para Rowling, por mucho que sea la dueña de cada palabra del guion suele dejar que el reparto tome sus propias decisiones una vez aprendido todo lo que necesitan sobre su personaje. Jude Law, el único con un papel famoso con su sombra y su legado tras Harry Potter, tuvo esa suerte y, por lo que dicen las críticas, ha acertado con sus decisiones. Pero él no fue el único, y es que todo está en los detalles. Por ejemplo, para la primera peli, Carmen Ejogo sugirió que Seraphina Picquery cogiera la varita con la mano izquierda, ya que antiguamente eso era un signo de brujería. Algo parecido le pasó a Johnny Depp, el primer responsable de que Grindelwald presente heterocromía en los ojos (es decir, uno de cada color). El actor pretendía con ello simbolizar la luz y oscuridad de su personaje, pero da la casualidad de que en la cultura nórdica ese rasgo representa a los adivinos, algo que también define al criminal, ¡quien proviene de los mismos lares! Se decía que con cada ojo veían lo bueno y lo malo que estaba por suceder. 10. La alquimia viene de familia Brontis Jodorowsky, el actor mexicano que interpreta a Nicolas Flamel, es hijo ni nada más ni nada menos que de Alejandro Jodorowsky, autor muy respetado de este siglo, y de hecho tuvo también sus pinitos en teatro, ¡donde llegó a interpretar a un alquimista en una obra titulada The Holy Mountain! El actor tiene otros tres hermanos prodigio y cada uno parece haberse decantado por un arte. 11. Quince días para el clímax de la historia Eso es lo que tardaron en rodar la secuencia que acontece en lo que parece que será una de las últimas partes de Los crímenes de Grindelwald: el mausoleo Lestrange (donde el cementerio), cuando tiene lugar la batalla épica que vemos en los trailers. Según el reparto Johnny Depp repitió el discurso de Grindelwald durante esos quince días, pero llegado a un punto en lugar de aparecer el actor ya solo se usó su voz. El resto del tiempo lo invirtieron en correr como posesos y pelear contra cosas invisibles, criaturas, fuego y demás. ¿Cómo os imagináis el percal en vuestras cabezas? Min 9:09, by the way. 12. ¿Y por qué no rodaron en París? No está tan lejos de Gran Bretaña, después de todo, y viendo las comparaciones entre la realidad y la ficción el equipo de localización ha hecho una gran labor de estudio paisajístico. El problema es que la París de 2017-2018 no es la misma que la de 1927, época que arrastraba los efectos de la guerra y de la industrialización, por lo que las calles estaban mucho más sucias de lo que están ahora. A la hora de reflejar eso en la gran pantalla, los productores decidieron que era mejor crear todo desde cero que ensuciar las bellas e impolutas calles de la capital francesa. 13. Otras anecdotillas de rodaje ¿Todos recordáis la sensiblería de Ezra Miller en la Comic Con cada vez que algún periodista sacaba a colación el tema de Hogwarts? Y es que el actor fue el único que no rodó ni llegó siquiera a visitar el set, ya que, si os habéis fijado en los avances, Credence no aparece ni en el puente del castillo, de modo que el equipo aprovechó la semana que le habían dejado libre a Miller (algo que tienen los actores como premio y derecho durante los rodajes) para rodar allí todas las escenas que tenían. Cuando el pobre regresó y se enteró por sus compis de trabajo, empezó el drama. Pero hay más: como amante de la música y líder de su propia banda, Johnny tendía a aliviar las horas de trabajo tocando su guitarra en el set. ¿Y quién era la que más tomas falsas cometía? Alison Sudol, ¡alias Queenie Goldstein!
14. De casas de Hogwarts y patroni Sabemos que Ezra Miller es un potterhead de aúpa, pero ¿cuál es su casa verdadera de Hogwarts? El actor no la menciona mucho, pero es obvio que hizo en el pasado el test de Pottermore y ¡este lo colocó en Gryffindor! ¿Qué opináis, le pega? Alison Sudol y Katherine Waterstone comparten además su patronus, un caballo mustang, mientras que el de Dan Fogler es un delfín. El de Eddie se reveló como un sabueso y el último en hacer el test ha sido Callum, a quien al parecer le ha tocado un ciervo, ¡como a Harry! Zoë no conoce ni su verdadera casa ni su patronus, aunque ella ha alegado sentirse Ravenclaw y su compañero le asignaría un jaguar como animal espiritual. 15. Hablando de patronus... ¿y esos símbolos misteriosos? Uno de los posters promocionales mostraba siluetas de Queenie, Tina y Theseus con algo brillando en sus cabecitas. En el caso de Tina tenemos el logo del MACUSA, lo que alude buenamente a su servidumbre como auror y su compromiso por la causa. Pero creo que también hay un significado de fondo y es que fue entorno a esta institución donde surgieron sus problemas y resoluciones con Newt Scamander, su futuro marido (y eso no es spoiler). En cuanto a Queenie, tenemos la polilla, muy parecida a la mariposa, que es el símbolo de la psicología, una ciencia idónea para un personaje que puede leer mentes y desbaratar los más profundos secretos de estas, ¿no creéis? El hecho de que sea una polilla, sin embargo... no sé si me termina de presagiar algo bueno. Con respecto a Theseus, quien parece tener un kelpie, puede hacer alusión a su amor por su hermano, a quien se le ve muy entretenido con uno en esta peli. Pero es curioso, pues esta especie se asemeja bastante a un caballo (aunque marino, sí) y Callum Turner ya tiene mucha relación con estos animales desde que en la serie Glue le tocase trabajar en una cuadra! ¿Creéis que estos símbolos podrían ser patroni más adelante? Al menos en los dos últimos casos. 16. El segundo caso "Her-maio-ni" Todos damos por hecho que Grindelwald se pronuncia "Grin-del-wOld", pero lo cierto es que existe un debate debido a la raíz germánica del nombre, ya que ahí se mantendría la "a". ¿Tendrá Rowling que darnos otra lección de fonética? PD: a partir del minuto 1:19 tenéis el debate. 17. ¿Quién es Anthony Goldstein? Como veis, las últimas curiosidades se centran más en datos argumentales de la película, los libros y todo el trasfondo que les ha servido de inspiración. Tal y como podéis ver en la página de Wiki Potter, que se va actualizando según se van confirmando o modificando los datos que allí se muestran, Anthony aparece mencionado en el quinto libro de Harry Potter, La Orden del Fénix, cuando se une al Ejército de Dumbledore (y es un Ravenclaw, nótese otra nueva conexión entre esta casa y Hufflepuff). La propia Rowling confirmó vía Twitter el parentesco (lejano o no) con las hermanas Goldstein que protagonizan Animales fantásticos. ¿No os gustaría conocer a la familia completa? 18. Recreando un mito... ¿y una historia de amor del pasado? Si digo Theseus enseguida se nos viene a la cabeza laberinto, minotauro, hilo, Ariadna (que no Ariana...). Pero no es lo único que tiene este personaje ahí de fondo (no obstante, si queréis saber más solo tenéis que pasar a la siguiente curiosidad), y es que este Hufflepuff confirmadísimo mantiene relación con una Slytherin. Cuenta la leyenda que en el pasado hubo algo (no se sabe si llegó a ser explícito o no) entre Helga y Salazar, los fundadores de Hogwarts. Como veis, hasta los magos tienen salseo, de modo que si alguien se quedó con las ganas de saber cómo hubiera sido una relación entre estas dos casas, tendrá su oportunidad en esta película, tanto por esta pareja como por la amistad entre Leta y Newt. A los fans parece encantarles este hermanamiento entre dos casas que son muy distintas entre sí, pero ya sabéis que los polos opuestos se atraen y este compromiso ha sido descrito como una "relación de apoyo mutuo donde él quiere que ella sea la mejor versión de sí misma y nada más". Oins. 19. La importancia de llamarse...
Y hablando de apellidos y de nombres, porque sabemos que nada es casualidad en el mundo imaginario de esta escritora, hay que poner el ojo en todo, y a nada que uno tenga culturilla general de mitología grecolatina, historia y hasta la Biblia pueden salir datos interesantes y, en cierto modo, spoileantes (pero por ahora no son más que meras teorías):
Hasta aquí las curiosidades. Sin duda cuando veamos la peli van a salir muchas más, fijo, pero para esas ya tendréis que estar atentos a nuestras redes. Espero haberos entretenido un rato y, por si no nos vemos luego, ¡buenos días, buenas noches y feliz año nuevo! Post de Naiara Salinas El Otoño Mágico prosigue viento en popa a toda vela y yo me pregunto si alguien se pregunta todavía qué es eso del Otoño Mágico, por qué tanta magia este trimestre, a qué nos referimos... Bueno, amigos lectores, si todavía no habéis visto el trailer colgado en Twitter, os recomiendo que sigáis leyendo, porque aquí vamos a hablar más a fondo del tema. Existe un concepto de fórmula referido a un conjunto de ingredientes que funciona y se traspasa a lo largo del tiempo, quizá variando un poco algunas partes pero preservando la esencia. Cuando una fórmula tiene éxito, estamos ante la próxima gran saga juvenil, distópica, fantástica, superheroica, etc., etc. (es decir, que los géneros beben de ellas para vivir). Así pues, ¿por qué hemos aunado todas estas cintas en un megacrossover, qué es lo que las une? A continuación, procedo a repasar los ingredientes de este (sub)género que funcionan tanto en el cine como en la tele, el teatro, los videojuegos y las librerías: 1. Coge al rarito de turno que ha perdido algo y dale un motivo para seguir viviendo Harry Potter perdió a sus padres, al igual que Lewis, el protagonista de La casa del reloj en la pared; Clara, de El cascanueces y los cuatro reinos, a su madre, y como ellos tenemos huérfanos en cada historia de fantasía para dar y regalar (*cof, Credence Barebone, cof*). Pero al final todos acaban viviendo de pleno la magia, en plan "Mago o princesa por sorpresa". Bien está lo que bien acaba. 2. Entra en un reino nevado Los que habéis visto la del Cascanueces seguro que visteis una similitud ENORME cuando Clara, una niña con una inventiva alucinante, jugando a su versión del Escondite con Encuentra-El-Regalo-Escondido, llegó a una tierra nevada con vestido poco apropiado para el temporal y lo primero que hizo fue acercarse a un árbol que iluminaba cual farol. EXACTO, como Lucy Pevensie en Las crónicas de Narnia. ¿Casualidad? NO LO CREO. Además, no solo es que las protagonistas se parezcan (intelectualmente), es que sus películas son de Disney. Vivan las referencias, aunque, lamentablemente, eso no significa que vayan a tener el mismo gancho, lo siento. 3. La escuela de magia Es el elemento clave que debe tener toda cinta o serie en la que haya una poquita de magia, porque claro, nuestro protagonista no nace sabiendo, no va de superdotado por la vida y alguien tiene que enseñarle. Newt Scamander y CIA, Lewis, Sabrina Spellman, Hope Mikaelson y Josie y Lizzie Saltzman necesitan no solo un lugar donde poner en práctica sus conocimientos, sino también un refugio donde protegerse de mirones indiscretos y gente con ansia de echarles el guante para experimentos. Habemus antecedentes en Harry Potter (naturalmente, él creó escuela con eso de la escuela de magia, badum tss), Los magos de Waverly Place, The Magicians, etc. 4. El búho, animal indispensable Representa la sabiduría, pero al parecer solo para los muggles, ya que las mascota de Ravenclaw es un águila en los libros y un cuervo en las pelis (en fin). No obstante, no se puede negar que sean aves especiales, y por eso los vemos a menudo guiando o vigilando a los personajes. Pasa en Harry Potter, en el Cascanueces y los cuatro reinos y en muchas más (no puedo acordarme de todas, lo siento). Pero incluso aunque no haya un búho o una lechuza, SIEMPRE, pero SIEMPRE, hay algún ave volando en el horizonte: las águilas y los cuervos que he mencionado son los favoritos para ensalzar al héroe o anunciar algún peligro. También tenemos criaturas mágicas como el fénix. Sabrina rompe el molde con el gato Salem. 5. Mitos No pueden faltar; sean leyendas de la propia trama o referencias que ha colado el autor/director, la mitología es el origen de la fantasía, allá en los tiempos de la Antigua Grecia, y por ende mucho de lo que vemos es una evolución de esas historias pasadas. En el Mundo Mágico esto es aún más visible en los nombres y en cómo estos influyen en el porvenir del personaje: Minerva, Theseus, Leta (se cree que viene de Hipólita)... En Percy Jackson, por supuesto, se acentúa, ya que ahí de hecho los personajes son mitológicos y se juntan con sus descendientes. En otras historias podemos encontrar seres o criaturas (unicornios, mantícoras, centauros, moiras, pitonisas...), objetos (la cornucopia de Los Juegos del Hambre, el tridente de Poseidón en Aquaman y Percy Jackson, etc.) o tramas pararelas (de nuevo los Juegos del Hambre, inspirada en el mito de Teseo y el minotauro, cuando Atenas enviaba a sus tributos a Creta para ser devorados por el monstruo). Pero no solo lo grecolatino tiene presencia, ojo: a veces entran en juego leyendas y folklore de países como China y Japón, continentes como América y antiguas civilizaciones y costumbres como las célticas. 6. El mago oscuro solía ser el amigo del mago maestro Aquí todos los ojos apuntan en una dirección, ¿me equivoco? Esperando ver cómo se desarrollará la relación entre Dumbledore y Grindelwald en la saga de Animales fantásticos, podemos tener en mente más ejemplos aparte de estos dos, no obstante, como Saruman y Gandalf en El señor de los anillos; Jonathan Barnavelt e Isaac Izard en La casa del reloj en la pared, Balthazar Blake y Maxim Horvath en El aprendiz de brujo... La relación se construye a partir de un esquema Clark Kent-Lex Luthor, es decir: empezamos siendo amigos del alma, aprendices juntos, hasta que uno de los dos empieza a sentirse atraído por el lado oscuro y se arma la marimorena. Típico. 7. El protagonista la lía, pero luego lo arregla "Vaya, he dejado escapar animales en Nueva York que el mundo muggle no debería conocer, ups", "Vaya, he resucitado al mago oscuro que no debía por caerle bien a un chico popular, ups", "Vaya, al final le he dado la llave para manejar una máquina potente a la que iba de buena y resultó ser una mala pécora de cuidado, ups", "Vaya, he confiado en la reina del Infierno que se hacía pasar por mi profe todo este tiempo, ups", "Vaya, he tomado como mentiroso a un chico solo porque huyó con una daga de mi academia, ups". Las versiones de esa frase son infinitas y nos hartaremos de oírlas en los años venideros porque, ¿cómo puede haber trama sin problemas? ¿Cómo puede haber aprendizaje sin errores? El errar es humano, mortal, inmortal, mágico o normal. Acabar con el número 7 es imprescindible para la magia. Pero como el 13 también es muy de brujería, incluyamos otros elementos quizá menos frecuentes en estas sagas o series:
8. Al mago maestro le acompaña una bruja inteligente (ejemplo: La casa del reloj en la pared). 9. Si el protagonista tiene hermanos, siempre es la oveja negra de la familia (los Pevensie no entendían a su buena Lucy, aunque al final el más incomprendido acabó siendo Edmund; Theseus Scamander no entiende a Newt; Clara es más ingeniosa que sus hermanos. Aunque todos, en el fondo, se quieren). 10. Y si el prota está solo, fijo que descubre un parentesco relacionado con su maestro o el señor oscuro de turno (*cof, de nuevo Credence, cof, en esta peli descubriremos su origen verdadero, cof*). 11. Vestuario retro (los magos son atemporales en su vestimenta, como podemos apreciar en el Mundo Mágico, El aprendiz de brujo, La casa del reloj en la pared, Las escalofriantes aventuras de Sabrina... Muchas veces no sabríamos distinguir si van disfrazados de Halloween). 12. Siempre se quiere evitar el destino al principio, pero al final resulta que solo cumpliéndolo puede salir bien la cosa (Alicia en el País de las Maravillas, Harry Potter, Percy Jackson, Once upon a time, Las escalofriantes aventuras de Sabrina, probablemente Los crímenes de Grindelwald también...). Y por último pero no menos importante...: 13. El protagonista siempre luchará entre la luz y la oscuridad. Porque ESE, señores, acaba siendo el gran tema de estas historias. Personajes que empiezan siendo oscuros pueden encontrar la luz, otros viven entre un lado y otro temiendo su destino final, otros se vuelven oscuros... Al final, como dijo Sirius Black, no nos queda más remedio que aceptar que todos tenemos un poco de cada, que nadie es perfecto y que como mucho podemos intentar hacerlo lo mejor posible. La casa del reloj en la pared y El cascanueces y los cuatro reinos han sido las dos primeras pelis del Otoño Mágico que he visto y, como veis, mi crítica se basa mucho en la comparación. Ambas con un carácter infantil, contienen aventuras que entretienen y en la que seguro que encontramos muchas más similitudes. Predecibles por seguir el esquema que os presentado arriba, pero porque en el fondo, los pequeños de la casa no necesitan mucho más, y personalmente Jack Black y Cate Blanchett están firmes en sus papeles en la primera. Mackenzie Foy sigue evolucionando en la segunda y la presencia de Matthew Macfayden y Morgan Freeman es poderosa y confiere a la historia humanidad y dignidad donde se la arrebata Keira Knightley con su voz de pito y sus berrinches de niña marimandona (pero ella me gusta como actriz, que conste. Es solo que el papel este filme... no le pega). Los efectos especiales son mejores en El cascanueces, pero La casa del reloj mantiene mejor la intriga y al final es más guay. El cascanueces flojea. ¡Seguid disfrutando de la magia! Post de Naiara Salinas ¡Buenas! Ya iba siendo hora de compartir mis impresiones de las últimas películas vistas estas semanas, pero como quiero hacer un especial mágico próximamente y hay algunos estrenos ahí en medio, en lugar del resumen mensual que suelo redactar, este día voy a juntar dos peliculones que, aparte de ser biopics, son muy diferentes entre sí pero al mismo tiempo aspiran a tocarle la fibra sensible a la Academia el próximo año. Hablo, como no podía ser de otra forma, de First Man y Bohemian Rhapsody. Cuando Ryan Gosling viajó a la luna El primer aspirante a llevarse una nominación a la estatuilla más codiciada de Hollywood lleva encandilando a las jóvenes, a sus hermanas pequeñas, sus madres y sus abuelas desde El diario de Noah; se le da bien tocar el piano y cantar jazz, pero su verdadero talento reside en poner cara de circunstancias. Y así es como perfila también Ryan Gosling a Neil Armstrong en el primer drama alejado de la música de Damien Chazelle, un director que con La La Land ya demostró hasta dónde estaba dispuesto a llegar con su cámara. Y es que las estrellas no era suficientes, qué va. ¡La luna, ni más ni menos! Con el afán de humanismo que tanto le caracteriza, Damien explora la figura de una leyenda de Estados Unidos a quien el mundo entero recuerda por una sola frase, confrontándolo con el peligro real de la misión, así como sus propios dramas familiares. Una propuesta interesante que comienza interesante con escenas que van a marcar la personalidad de este individuo un tanto hermético (pese a que el espectador le vea llorar) y que comienza a desinflarse más o menos hacia la mitad del segundo acto, cuando ya se siente que la misión se está alargando demasiado y que puede que sea verdad que al fin y al cabo el hombre jamás llegó a la luna y todo fue un complot y absurdo montaje para engañar a los soviéticos (no olvidemos que estamos en tiempos de Guerra Fría). Frío es el riesgo que corre de quedarse el espectador menos paciente de la sala, pero os diré una cosa: si bien el ritmo fluctúa, en ningún momento decae la emoción (bueno, concedamos un poco de exasperación tras el segundo acto). Desde luego no por las reacciones de Gosling, sino por lo meticuloso que es el montaje y el manejo del sonido y/o banda sonora. Uno de los rasgos que me llamó la atención de esta película y que se puede ver prácticamente desde la primera escena es el abuso de primeros planos (o primeros primerísimos planos, vaya, se van alternando. Lo que importa es tener las cosas bien cerca de tus ojos, no sea que se te escape algo), que logran acaparar la atención sin remedio sobre el detalle, y es el detalle lo que cuenta, las pequeñas cosas, las palabras que no se dicen, las miradas que se comparten o que se esquivan, la pulsera de una hija recién perdida que los dedos de un padre deprimido acarician... Por cosas como esta y por cómo se ordenan en el filme y cómo subrayan los actos y diálogos de los personajes, mantengo la esperanza en Chazelle y en su capacidad cinematográfica. Narrativamente busca ser inmersiva, te introduce muy bien en la familia de los Armstrong sin darlo todo en bandeja, es decir, con pinceladas, esos detalles que he mencionado y que acaban componiendo un círculo (esa pulsera funciona como símbolo del hombre y de la historia, pero ya volveré a ello después); también es épica, te deja más de un "diálogo huella" que el "Un pequeño paso para el hombre pero un gran paso para la humanidad", y nadie puede dudar de que contiene mucho americanismo, sobre todo en los momentos más dramáticos y más tensos, que es cuando los personajes siempre emplean su gran frase para levantar el ánimo o dejarnos una lección moral de vida: llegamos a la luna porque a pesar de la poca fe del pueblo y de cada lastre con el que nos cruzamos no nos rendimos. Oh, sí, Kennedy tiene su aparición estelar también (no es una peli de héroes americanos sin el político que los ensalza). Sin embargo, al mismo tiempo resulta arrítmica y carente de una voz firme. Las mejores escenas de Ryan son esas en las que parece que está a punto de derrumbarse (pese a la falta de expresividad, el hombre es muy bueno cuando le toca pasarlas canutas. Es donde al menos puedes interpretar que está luchando contra sí mismo para no venirse abajo). Por lo demás, pese a que la complejidad y la lucha interna de Neil puede percibirse, resulta muy tácito. Lo que yo interpreto con esto es que Damien no solo quería darle una voz a su protagonista sino a todos los que le rodean, y vemos que hay más de un personaje que puede destacar, aunque el foco al final recaiga sobre el matrimonio Armstrong. Hablando de lo cual, si Neil es impasible, su mujer es todo lo contrario, y es un foco interesante desde el que observarlo todo (de hecho salí de la sala preguntándome cómo hubiera sido toda la película contada desde el punto de vista de la mujer, magistralmente calada por Claire Foy). Y como sé que Chazelle es un director que lo vive todo intensamente, identifico los breves episodios de letargo como una metáfora del sentimiento real de los ciudadanos en aquella época, ya que la (larga) carrera (maratón) hacia la luna dejó dormido a más de uno, aparte de desilusionados y desesperanzados. El hecho de que en medio de ese panorama tengamos a un hombre dispuesto a seguir intentándolo pese a todo lo que se le viene y se le ha venido encima es lo que lo convierte en un protagonista digno. Y eso es lo que al final hace brillar a Gosling: su dignidad, en especial cuando al fin cumple su objetivo. De modo que, en conclusión, el largometraje triunfa en rebajar la leyenda a un humano con sentimientos (al menos tenemos pruebas de que los tiene), que es lo que a mí me parece el objetivo final. Es una historia familiar (y ahí el quid de esa pulsera, que yo interpreto como el deseo de un padre de tocar la luna para sentirse más conectado a su peque). Estéticamente es una maravilla y muy bonita de analizar en cuanto a los elementos de los que se sirve para transmitir. Le falta afianzarse más. Y, pese a lo dicho en el párrafo anterior, todavía considero que Ryan estuvo mejor en La La Land. Aunque tampoco es penoso en esta. Dios salve a Su Majestad la reina Al siguiente candidato a besar a don Oscar le gustaba jugar con los elementos mientras le chupaba la sangre a sus víctimas, se codeó con faraones en el antiguo Egipto y a día de hoy se le conoce como un excelente hacker. De chico bueno a chico malo, el de Freddie Mercury posiblemente es el papel más rompedor que le ha tocado a Rami Malek, no solo por el tema de exponer al mundo al verdadero cantante de Queen, sino también por meterse en cada una de sus canciones, grabarlas a fuego en la conciencia... y hacer el mejor playback de la historia. Porque no, lectores, Rami no canta ninguna canción (aunque sospecho de cierta escena cerca del final donde, espero, no hayan sido tan insensatos como para desperdiciar un "eoo" original). Era demasiado pedirle que imitara también la voz de Freddie, que esto no es Tu cara me suena. Y aun así, el gran trabajo de caracterización, tanto por parte del intérprete como del equipo de vestuario y maquillaje, le deja a cualquiera sin palabras. Incluso cuando no parecía que Malek fuese a ser el Mercury que todos imaginábamos por la escasez de parecido físico, la transformación es tal que acaba siendo ese Mercury, y la inmersión del actor en el proceso logra que no puedas ver a nadie más en el papel. Eso es algo importante cuando vas a hablar de un hombre tan carismático como tímido, tan extravagante y agresivo como dulce y sensible. Aprovecho para confesar que juzgo esta película con mucha menos objetividad que la de First Man, ya que Queen siempre será mi banda favorita de los viejos tiempos. Es una de esas que nunca, jamás de los jamases, pasará de moda (ni siquiera cuando el rock haya muerto del todo y en los bares solo se escuche tecno y reggaeton, que ojalá no sea así, por favor) y en esta trama se entiende por qué. No solo por el subidón de adrenalina que te provoca cada número, hasta el punto de decepcionarte cuando se corta de repente (si odias los musicales, ve a ver Bohemian Rhapsody. Te joderá no porque canten, sino porque dejen de hacerlo), sino por el mensaje inscrito en cada uno de sus temas, tan de este siglo que conforme la lucha de la humanidad perdure, ahí estará Queen alzando su voz y sus instrumentos como reflejo de ello. Esta es una historia que, al igual que First Man, avanza en el tiempo, pero mucho más dinámicamente. El montaje es una auténtica delicia para vista y oídos, la transición del grupo a través de cada tema, cómo se intercalan las grabaciones de CD con las de conciertos reales del grupo... Hay mucha historia y tal autenticidad, que sorprende encontrarse con un protagonista que vivió buena parte de su vida ocultándose, y ya no hablamos de la sexualidad, sino de sus orígenes. Esta es otra cinta que desmitifica un poco al héroe, pero no demasiado porque, al igual que Armstrong, acaba en lo más alto y se corona en su última performance, el cierre perfecto para ensalzar la dignidad del que ha tocado fondo y está a punto de irse para siempre. Ni qué decir los papeles poderosos que acompañan a Freddie en sus andaduras por el escenario, pues toda la banda es el símbolo de lo que entraña la trama y también el título. Individuos tan dispares con unas vidas y personalidades tan suyas solo pueden ser identificados en un temazo, y ese es "Bohemian Rhapsody", el resumen perfecto de la biografía que refleja el filme, con sus momentos tiernos, sentimentales y dramáticos, caóticos y rompedores. Se muestra la sensibilidad, la dureza y la rabia interior de cada miembro, que debe aprender a convivir. Sí, esta también es una película familiar, y lo bonito de Queen es lo mucho que le valió a Freddie en la vida como para mantenerla unida hasta el final (obviando el "pequeño" episodio de colapso mental en solitario. Insertemos ahí un paréntesis como este, ¿vale?). Otro personaje que debo destacar es el de Mary, la presencia femenina, modelo de tolerancia y empatía, así como de sufridora de las locuras y los vaivenes de Freddie. Un papel prometedor, interpretado por una chica que ya se juntaba con grupos de marginados en Sing Street, pero que, mirándolo en retrospectiva, tampoco ofrece mucha novedad (aunque sí es chulo de observar). No quiero entreteneros mucho más, de modo que he aquí mi conclusión final: peliculón a nivel interpretativo y técnico. Narrativamente no es original (claro que tampoco es una sorpresa, ¿cierto?) y por supuesto que también peca no ya de americanismos... sino de hollywoodismos. Pero emociona y el estómago bulle de mariposas al salir de la sala. También es divertida, porque no puedes aburrirte con esta realeza de la música. Quizá me entendáis mejor viendo estos clips promocionales que no son nada spoileantes.
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El diálogo cinéfilo de la semanaRuido de fondo
Jack: La sorpresa es infinita. Siento lástima por nosotros y por el extraño papel que desempeñamos en nuestras catástrofes, pero, a partir de un persistente sentido de ruina a gran escala, seguimos inventando la esperanza y aquí es donde esperamos: juntos. Acceso a Calendario CinéfiloArchivos
Agosto 2023
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