5 razones por las que 'Falcon y el Soldado de Invierno' es la mejor serie del UCM (hasta ahora)5/2/2021 Post de Naiara Salinas Poco más de una semana después del grandioso final de Falcon y el Soldado de Invierno, la segunda serie prometida por Marvel, me lanzo a proclamar otro enamoramiento más porque la experiencia ha valido para enriquecer los viernes durante mes y medio. 1. Retomando la saga mejor construida de todo el UCM Mentiría si dijera que la película de Capitán América empezó siendo mi favorita, ya que, como buena mitófila, Thor llamó a mi corazón primero. Pero conforme iba desarrollándose la trilogía y yo iba creciendo y convirtiéndome en la mujer con dedos de frente que soy ahora (*cara de escepticismo de mi conciencia aquí*) me encontré con que me importaban más las historias y los personajes en torno al héroe de Brooklyn. La historia de Capitán América fue concebida desde el principio para presentar un trasfondo más complejo dentro del género de los superhéroes, es decir, bucear más allá de la mera paliza a los malos y de los actos heroicos, cuestionarse sobre los principios y el papel de los héroes y los líderes. Algo que no veía desde la trilogía original de Spiderman, el primero en lanzarse con lo de "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Dado que el héroe arácnido por aquel entonces aún le estaba vedado a la Casa de las Ideas, Steve Rogers se convirtió en su modelo ideal para servir como educador de masas, un esmirriado de barrio que acabó sobresaliendo por su valentía, lealtad a su país y, sobre todo, buen corazón. Pero de nada valía un héroe con capacidad de superación si era plano, de modo que cada aventura del Capi exploraba un conflicto nuevo que amenazaba con volverlo hacia el lado oscuro. La superación entonces fue mantener sus principios, pero Steve dejó de ser el patriota que América esperaba cuando su nación se reveló como altamente corrupta e injusta. Ello le obligó a enfrentarse, mínimo dos veces, contra quienes fueron sus amigos, bajo la increíble dirección de los hermanos Russo. Capitán América fue perdiendo el brillo optimista de su primera entrega y se volvió más noir, nos devolvió las historias de espías y demostró que hay más de una forma de esconder a un villano y no todas las máscaras tienen por qué ser físicas. 2. Casi cero exigencias, pero mucho organismo Falcon y el Soldado de Invierno no es tan ambiciosa ni arriesga en cuanto a formato como WandaVision. La suya es, dentro de lo que cabe, una historia sencilla escrita como un capítulo extra de la trilogía que busca cerrar cosas pendientes a la vez que abre una nueva era. De hecho es tan sencilla que solo necesita seis episodios para contarla, y, aunque como fans siempre nos morimos por más contenido, nos alegra y nos enorgullece esta decisión que tan bien le ha sentado a un guion que zanja todo lo prometido y levanta el hype en su justa medida. Ver la serie es una delicia porque todo sigue un ritmo y un carid muy orgánicos, no hay nada forzado, y mantiene mucha lealtad a los temas que siempre se han explorado en Capitán América. Una prueba de ello es que, aun teniendo la posibilidad de incluir más Vengadores, la serie solo cuenta con personajes relacionados con la trilogía. Tenemos a Sharon Carter, muy ninguneada en Infinity War y Endgame; al Barón Zemo, cuya mente estratega solo llegamos a ver introducida; y Wakanda siempre estará íntimamente ligada. Suficientes easter eggs para mantener el atractivo sin ahogar ese lapso de seis partes a los que por fin se les hace justicia no solo retomando, sino también completando en muchos casos, sus arcos. 3. El protagonismo merecido de un equipo muy secundario Por culpa de su poco desarrollo y rol anecdótico en la gran pantalla, poco había prestado atención yo a Sam Wilson en comparación con Bucky Barnes, cuya aparición, de todas formas, también se me quedaba muy corta. La serie también obra con justicia para con este par, al que por fin conocemos como deseábamos. Ver a Sam brillar y tener la oportunidad de mostrarnos todo su ser, sus miedos e inseguridades incluidos (pero sin desnudos, cuidao), es la mejor de las experiencias. Este hombre tiene fondo para dar y regalar. El afroamericano continuamente se cuestiona su papel como legado de Steve, decidido a continuar sirviendo como mejor sabe en su discreción. Él es Falcon, el eterno secundario, el amigo, incluso el ayudante. Mientras tanto, Bucky continua luchando con sus demonios internos y el reguero de sangre que ha dejado durante décadas. Cada uno intenta seguir con su vida por separado, uno siendo lo que siempre ha sido y el otro negándose a que su trauma lo supere e intentando ser mejor cada día. Por eso y por lo unidos que se sentían a Steve componen un equipo que se compenetra tan bien y que nos regala momentos increíbles en la pantalla: risas, un poco de rivalidad y, con el roce, mucho cariño, mucha empatía y consuelo (decidme que no soy la única que acabó pensando en ellos como pareja, por favor). Bucky presiona a Sam para ser algo más, lo que todos saben que merece ser, al margen de la opinión sociopolítica, mientras que Sam ayuda a Bucky a aceptar su pasado e identidad, aparte de demostrarle que por que Steve se haya ido no está solo. Una evolución magnífica para ambos héroes. 4. Los nuevos conflictos Empezando por el principal: las consecuencias del chasquido de Thanos han ido abordándose en diferentes líneas a lo largo de todas las películas y series pos Vengadores Endgame, pero solo aquí nos han dado una perspectiva más global, social, comunitaria y realista. ¿Cómo era la vida cuando solo vivía la mitad del mundo? En la serie conocemos que no todo era tan malo y que en verdad Thanos logró su objetivo de un equilibrio y un mundo mejor dentro de esa anarquía, pues por primera vez el mundo no estuvo limitado por las fronteras y las clases sociales. El Lapso dejó una realidad que enseñó cómo podía tanto mejorar como empeorar la sociedad, y los que sobrevivieron deciden luchar bajo el nombre de los Sin Banderas para recuperar la libertad y los derechos que obtuvieron, con lo que inician todo un cuestionamiento moral de la forma en que los líderes dirigen la burocracia. Luego tenemos la perspectiva de la familia de Sam, quienes "desaparecieron" y al volver se encuentran con toda esa burocracia golpeando de frente sin poder hacer mucho a pesar de contar con un Vengador y héroe internacional entre ellos. Aparte, está la situación de Sharon, quien se ha visto obligada a todo tipo de fechorías con tal de sobrevivir después de que su propia nación le diera la espalda. A ese conflicto se une la resurrección del famoso suero del superhombre, que ha podido perfeccionarse con los años a la par que la tecnología y que Zemo utiliza para plantear de nuevo por qué los superpoderes no deberían existir (él es todo lo que está bien entre los villanos de Marvel, en serio. Qué mente, qué salero y qué interpretación por parte de Daniel Brühl, de los mejores actores que ha contratado nunca Kevin Feige). Vinculado a la historia de los superhombres está el renacer del Capitán América en la piel de John Walker, un soldado que retoma la idea comercial expuesta en El primer vengador y que es un ejemplo de lo que ocurre cuando el cargo te viene grande porque es más que una cara bonita y un discurso motivador: es representar unos valores que parece que no alcanzan la mentalidad del siglo XXI (y al mismo tiempo sí, pues se apoyan en la diversidad y la justicia universal). La presencia de Walker va a servir para mostrar el lado oscuro de ese liderazgo, más una corrupción que nos lleva a pensar inevitablemente en lo que ocurrió con S.H.I.E.L.D. e H.Y.D.R.A. Y, por último, el conflicto que rodea a uno de los protagonistas: el racismo. Se pone en jaque todo lo que tiene que ver con la imagen de Capitán América, que es el Vengador más importante porque es el rostro de un país entero, un país lleno de interracialidad pero que aun así se apega a la idea "aria" del personaje. En la serie vemos cómo esa imagen publicitaria del americano ideal de los años 40 entronca con los movimientos inclusivos y libertadores de nuestra década. Vemos que la fe que Steve depositó en su amigo Sam con la venia de su mejor amigo de siempre Bucky era auténtica, pero que no se detuvo a pensar mucho en lo que implicaría. Conocemos la historia de otro supersoldado de color sometido a torturas experimentales para luego ser borrado como una mancha, lo que hiere profundamente a Sam y le alimenta más la creencia impotente de que el mundo jamás lo reconocerá como Capitán América, a pesar de que tiene mejor espíritu que todos los rubiales juntos. Eso conduce a la pregunta de qué es lo que necesita América realmente. Todos los conflictos mantienen la línea ético-moral que comentaba en el primer punto, pero se adaptan a lo que son los protagonistas, permitiéndonos destapar más capas en sus cebollas. Además, todo viene muy bien hilado y no se pierde jamás el enfoque. 5. La posibilidad de continuación
Así como en WandaVision caté una trama muy cerrada a la que solo veía futuro como anticipo de Doctor Strange 2, para mí Falcon y el Soldado de Invierno podría continuar más allá de sus seis episodios: Sam deja un heredero de su legado como Falcon; vemos que Bucky y él por fin dejan atrás su historia turbia y unen fuerzas, mientras que John Walker se prepara para seguir su propio rumbo con nuevos patrocinadores. ¿Es posible que veamos un poco más de Zemo, aunque sea su juicio en Wakanda? Y por la gran cantidad de temas que comprende esta saga, se puede indagar en muchos más. Ha demostrado que tiene mucho potencial y que, como dijo cierto rubio hace tiempo, "podría seguir todo el día". ¿No os gustaría, allscreeners?
0 Comentarios
Dejar una respuesta. |
El diálogo seriéfilo de la semanaThe last of us Archives
Enero 2023
All Screens by All Screens is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License. Creado a partir de la obra en http://allscreens.weebly.com. Puede hallar permisos más allá de los concedidos con esta licencia en http://allscreens.weebly.com |