Post de Naiara Salinas Las preguntas surgen desde el momento en que adquirimos consciencia y nos acompañan a lo largo de toda nuestra existencia, hasta que en su límite volvemos la vista un segundo y el presente se convierte en un memorial: quiénes fuimos, de dónde vinimos y a dónde fuimos. Con esa premisa, Pixar ha construido una de sus películas más existencialistas, más profundas y más emotivas. La aliada de Disney ha vuelto a superarse imaginativamente; podríamos decir que ha desnudado su alma ante el público. Viviendo hasta el infinito y más allá Joe Gardner es un profesor de música inconformista que sueña con dedicarse al jazz. Justo cuando le surge esa oportunidad y le ofrecen el cargo de pianista en la banda de una cantante famosa, tiene un accidente y su alma acaba en un limbo mientras su cuerpo se debate entre la vida y la muerte. No dispuesto a avanzar hacia el Más Allá, Joe retrocede en busca de una forma de volver a su cuerpo y entre medias acaba como mentor de 22, un alma nonata que no encuentra las ganas de vivir en el mundo mortal. Con esta sinopsis Pixar sube un peldaño más en la escalera que empezó a recorrer con Inside Out (Del revés), donde una trama superficialmente sencilla encerraba la complejidad del interior humano, en su caso en torno a las emociones. Como una concatenación premeditada, en un año muy óptimo para la meditación, esta historia explora el sentido de la vida poniendo en boga las pasiones, los sueños, aquello que creemos que estamos destinados a hacer hasta que la vida, o más bien la muerte, nos lo arrebata. Al término de su existencia, Joe no se siente satisfecho con lo que ha conseguido (en él impera la tristeza, el asco) y batalla contra todo y todos con mucha ira para poder posicionarse al nivel de su expectativa, donde espera alcanzar la felicidad (el estado máximo de alegría). Mientras tanto, a un alma que todavía no ha experimentado lo terrenal pero ha gozado de mucha formación histórica le guía la indiferencia absoluta. Aunque muy carismática (algo a lo que contribuye Tina Fey, su voz en la versión original), en el fondo no goza de ninguna de las emociones vitales que generan lo que ellos llaman la spark, una chispa de energía, la inspiración que incentiva ese movimiento, esos sueños, y que inicialmente Joe confunde con el propósito, el objetivo máximo, que para él sería la música. Debido a alguna que otra adversidad durante el nudo, su alma y la de 22 acaban en cuerpos incorrectos y eso les da la oportunidad de ver la realidad desde una perspectiva diferente en la que ambos acaban encontrando su estado de realización tras un viaje lleno de miedo por parte de Joe, quien ve peligrar su sueño, mientras que en 22 se empiezan a despertar las emociones más contradictorias y positivas. A través de este desarrollo, Pixar completa los cimientos plantados con su anterior largometraje filosófico y se expande a nuevos caminos que defienden el ingrediente vital básico, que no es tanto un propósito como una ilusión, una fuerza mayor, una motivación de ir adelante con todo, lo bueno y lo malo. Verlo es sencillo, pero aceptarlo no tanto. Este viaje le vale a la compañía de la lamparita el surco por otros trasfondos que materializa con maestría en forma de páramos oscuros de arena adonde se llega meditando (por un lado una alusión al estado onírico que nos recuerda al hombre de arena y, por otro, al tiempo, los relojes); parques que simulan un jardín de infancia para los nonatos; una escalera mecánica que asciende en un único sentido hacia una bola brillante gigantesca (la "luz" al final del túnel)... Se trata de un universo creado mediante asociaciones culturales que a su vez implican mucha lectura y empatía para con la fuentes psicológicas y hasta religiosas, pues el tema de este filme es mucho más trascendente que el planteado por Inside Out y extrapola toda experiencia mental o espiritual que puede en ese entorno hipotético. Un ejemplo lo tenemos en las almas oscuras de apariencia monstruosa que vagan lastimeramente por el desierto, una definición gráfica de la pérdida del sentido de la vida, de la chispa. Una apología a la educación Toda esa filosofía que alimenta el argumento es también empleada para ensalzar la figura del maestro, que actúa como el famoso incidente incitador de las estructuras narrativas sobre el futuro de sus alumnos, al ayudarles a encontrar su motivación, al inspirarles directa o indirectamente. Que Joe sea profesor no es casual y, si bien su egocentrismo le resta mucha capacidad para advertir el potencial de los demás, su ilusión, el brillo con el que observa y escucha la música, sirve como detonante, pues a veces nada hay más inspirador que ver a alguien hablar sobre lo que le emociona. Al mismo tiempo, la educación consiste en un proceso retroalimentativo en el que el aprendizaje también lo recibe el mentor en función de lo que su pupilo asimila, algo plasmado en la relación entre Joe y 22. La nonata acaba enseñándole que lo bonito de vivir es disfrutar de las pequeñas cosas, como el sabor de la pizza, la sensación del aire sobre el cuerpo... Es eso, y no el objetivo x, lo que enciende la chispa. 22 es el personaje más interesante por ese doblete. ![]() 22 es un reflejo del tipo de estudiante pasota que trae de cabeza a todo profe pero que al final demuestra ser avispado, inteligente y, con el tiempo, muy sabio. 22 no acepta todo lo que le cuentan a la primera, pero eso no significa que no sea receptiva, sino que necesita algo más que teoría. Necesita experiencias. Este filme puede inspirar métodos educativos para los más "chungos". Un sonido con mucha alma, un dibujo muy rico La película está tan, tan bien hecha que aúna todos sus elementos en un círculo sobre la misma idea sin interrupción. Por ello, que la música juegue otro papel de incidente incitador tampoco es casual, como que predomine el subgénero del jazz, primo hermano del soul (*guiño*), una música basada en la improvisación, en el dejarse llevar y sentir los instrumentos en el fondo del corazón. También, he de señalar, no es la primera vez que aparece en la filmografía de esta productora (Monstruos S.A, por ejemplo). Pixar suele otorgar al piano el protagonismo en muchas composiciones por la cantidad de matices que expresa y lo bien que controla el tempo del metraje: puede ser acelerado, lo cual anima la animación, pero también es contemplativo, sentimental, una doble virtud que equilibra el ritmo y muestra a los pequeños de la casa a la par que conmueve a los adultos. El piano (o teclado) es el vínculo entre el mundo de Joe y el limbo, siendo el único que se mantiene en todos los temas de la banda sonora, que para retratar esa realidad espiritual se vale de mecanismos más electrónicos, sintetizadores y un sonido semiplano que asciende y desciende (muy similar, de hecho, al ideado por Michael Giacchino en Inside Out. Por eso trato a las dos como parte de la misma burbuja). Jon Batiste, Trent Reznor y Atticus Ross nos demuestran el poder activador de la música, una manifestación de nuestros sentimientos más que de pensamientos. Por eso tanto Joe como 22 la admiran tanto: es intrínseca. Queda hablar sobre el estilo de la animación, que mezcla 3D con un tipo más plano en las figuras de los Jerrys (y Terry), que parecen sacados de un cuadro de Picasso. Cuando estos cruzan al plano material, se nota, el fotograma se descuadra un poco, igual que cuando se incluyen personajes animados en un live-action (Space Jam; Quién engañó a Roger Rabbit; Pedro y el dragón Elliot, etc.). Es fascinante cómo, aun tratándose de animación, se consigue ese resultado, esa diversificación, que afecta igualmente a la paleta (el empleo de tonos más cálidos, pero oscuros, en el plano material, en tanto que el limbo está lleno de colores fríos, pero muy claros). Soul, por ende, es una de las aventuras animadas más madura, que tocará la fibra a quien la vea, por mucho que su trama pueda no ser tan atractiva como otros títulos con mucha más comedia o dinamismo. Te enseña muchas cosas, en las cuales no está de más detenerse de vez en cuando.
Lo mejor: su planteamiento, la psicología de los personajes y el diseño animado, más la sencillez con la que explica todo. Es una trama muy necesaria hoy en día. Lo peor: ¿esto es necesario? No me puedo inventar nada, lo siento, aún estoy muy prendada. Ni siquiera la voy a puntuar. Repito lo dicho en el párrafo anterior.
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Agosto 2023
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