La amistad en la salud y en la enfermedad (especial clausura del Festival de San Sebastián)10/25/2019 Post de Mariaje Ruiz y Naiara Salinas No todos los días tienen dos la suerte de liberar hueco en un mes de lo más ajetreado para cumplir uno de sus sueños/objetivos desde hace eones: poder ver una película en un festival. Y, con esas expectativas, menos se tiene la suerte de conseguir entradas para el evento completo de la clausura, no con una, sino con DOS películas proyectadas. Y menos aún de poder ver a un gran actor sobre el escenario como lo es Tim Roth, un habitual de Tarantino (más o menos. El actor contó durante la rueda de prensa que su participación en Once upon a time in Hollywood fue eliminada). El sábado 28 de septiembre, mi querida compi de aventuras Mariaje y yo, Naia, acudimos a la capital donostiarra a llenar por fin esa vena que nos picaba y, entre cinefilia, estrellas y playita porque el tiempo acompañaba mucho, ambas nos fuimos muy satisfechas. Si bien en aquel Velódromo (que durante semana y media se había convertido en espacio cinéfilo) vimos dos filmes de carácter muy diferente, cuando los comentamos, nos dimos cuenta de que en temática podían ser muy parecidos. Tanto es así que queríamos escribir una crítica resumida para los que no vivieron esta experiencia y casi se ha convertido en un bloganálisis. Eso sí, libre de spoilers. Nuestra primera película fue la francesa The climb, de Michael Angelo Covino, una comedia independiente... o algo así como tragicomedia, o comedia a secas, para después pasar a un interludio durante el cual nos retransmitieron la gala de clausura y la entrega de premios y, a continuación, emitieron el último largometraje del festival, presentado por un equipo de productores, director y actor protagonista: el drama (histórico) The song of names, La canción de los nombres olvidados. The climb, o "Lo que pasa cuando intentas cortar un bromance de toda la vida" Naia: La primera historia nos habla de Kyle y Mike, dos amigos muy unidos hasta que Mike se acuesta con la prometida de Kyle. A partir de aquí comienza un camino tortuoso lleno de forzadas segundas oportunidades en las que el karma acaba jugando en contra de los dos amigos, quienes parecen ser incapaces de vivir el uno sin el otro a pesar de todos los roces, las molestias y las traiciones. ¿Relación tóxica? El guion deja que el público sea el que juzgue, aunque ya sabéis lo que dicen sobre las hermandades. Michael Angel Covino, quien además interpreta a Mike, aporta al filme detalles costumbristas, con tintes de humor negro para no echar a perder demasiado el ritmo y/o la atención del público. La estructura la van marcando los saltos temporales hacia delante, en cada cual Mike y Kyle juegan a pasarse la pelota de la buena voluntad y la suerte. El espectador sigue ante todo el porvenir de Kyle tras el comienzo nefasto, cómo Mike regresa a su vida con el rabo entre las piernas y qué consecuencias se derivan de aquel fatídico día donde se descubrió la verdad. Mariaje: Si bien The climb nos muestra la unión de dos personas en medio de múltiples y dolorosos inconvenientes, diría que es interesante considerar también la decadencia, las carencias y en definitiva las complejidades emocionales que les lleva a cada uno de los protagonistas a tomar las decisiones que toman y a forjar sus vínculos de la manera en la que lo hacen. Porque no todo es bello sacrificio por amor a los amigos/parejas, sino que también existen las carencias afectivas, los egoísmos, los conflictos que descalabran y tamañas torpezas. Eso sí, en medio de todo, también actos redentores. CONCLUSIÓN DUAL: es una película que sorprende porque, tras un comienzo lento al que le cuesta llegar a la cima (nota importante para el título), una (o dos) se descubre prestando cada vez más atención a los dos amigos, cómo evoluciona su relación y cómo intervienen en ella los que les rodean. Se acaba convirtiendo en una trama muy simpática cuyas estrafalarias aventuras, aun sin mudar el tono sereno, te van sacando sonrisas y carcajadas cada vez menos tímidas. Al final se pasa un buen rato, nada agotador como muchas veces se suele temer cuando se ve cine muy independiente. Aparte, es una película muy humana, que nos muestra las miserias de las personas y sus limitaciones, pero también los aciertos y la sinceridad con la que afrontan ciertas consecuencias o decisiones, en medio del error. Una película que nos puede hacer pensar en nuestra propia fragilidad, nuestras dinámicas sociales y nuestra capacidad de cambio y adaptabilidad. El hecho de que los personajes mantengan los nombres de pila de sus actores es la marca de autenticidad de este relato. Ficha técnica The climb (The climb) Director: Michael Angelo Covino Reparto: Michael Angelo Covino, Kyle Marvin, Gayle Rankin Puntuación: 7,5/10 Lo mejor: las interacciones pasivo-agresivas entre los dos amigos y las extravagancias de Mike. Lo peor: que la gente la vea desde el prejuicio de "Todo cine indie que se proyecta en un festival te duerme". Hay que recuperar (al menos en parte) la mirada cinematográfica tarkovskiniana (esto es, del cineasta ruso Andrei Tarkovski), la que contempla y se detiene sin centrarse tanto en aportar acción constante. No obstante, se entiende que en ocasiones puede descolocar un poco o incluso pensar que tal vez le sobran unos minutos. The song of names o "La huella del pasado" Naia: Si The climb nos habla de dos amigos como hermanos que acaban convirtiéndose en rivales, en La canción de los nombres olvidados la evolución de la amistad supone la conversión de una rivalidad a una hermandad. En esta amistad el tiempo también marca, pero la apuesta por el enfoque y el tono es bastante diferente. Todo comienza en el Londres de la posguerra, donde un joven genio musical de origen polaco judío se dispone a dar su concierto más importante hasta la fecha. Las entradas están agotadas, la expectativa es enorme. Su amigo desde la infancia y tutor desde la adolescencia está nervioso y emocionado, siente que el peso de la responsabilidad por que su amigo aparezca cae en sus hombros. Pero ese gran amigo, violinista, jamás aparece. Años después, Martin encuentra durante una audición a jóvenes promesas una pista que le sumergirá en una búsqueda apasionada para descubrir por fin el misterioso paradero de Dovidl Rappaport. Presentada originalmente en el festival de Toronto (así como The climb nos llegó desde Cannes), François Girard vuelve a los violines y el tema musical tras The Red Violin (1998) para contarnos otra historia humana, transmitida con tacto, arte y armonía cual maestro de orquesta. A esta historia le alimenta tanto el misterio como, nuevamente, la relación entre los dos protagonistas, surgida a raíz del dolor por la pérdida y desarrollándose a través del mutuo entendimiento y la complicidad. Cuando Dovidl llega a Londres es un Sheldon Cooper: un genio divo que usa su orgullo y su dignidad como coraza del miedo que vive por su familia atrapada en Polonia durante la invasión nazi. La guerra acontece paralelamente a la educación de Dovidl, hasta que un suceso le hace replantearse su camino. En el futuro-presente, Martin vive un viaje espiritual parecido mientras recorre el mundo en su búsqueda. Dos almas con el único deseo de saber qué fue de sus seres queridos verán entrecruzados sus relatos a través del tiempo y la memoria. Mariaje: Dovidl Rappaport representa de alguna manera al genio artista que se sabe poseedor de talento y trata de desarrollarlo, aunque envuelto en sus inseguridades, su drama familiar y su ego. La vivencia de Martin es casi opuesta y por ello al principio se da una rivalidad que consiguen redimir y convertir en fraternidad. Además, aunque sus perspectivas vitales sean muy distintas, existen ciertos paralelismos y semejanzas y ambos se sumergirán en una bella y redimensionada búsqueda, en una especie de consagración, no exenta de diferencias personales y de problemas. CONCLUSIÓN DUAL: una narración tradicional de la literatura de la que parte con la que Girard logra conmover, tocando temas trascendentales como la familia, la identidad a través de la religión y la sangre, la música y su pervivencia, etc. Una de las preguntas que plantean tanto este filme como el anterior es: ¿pueden dos personas tan distintas llegar a entenderse e incluso volver a amarse, especialmente habiendo sufrido una de ellas a gran escala por causa de la otra? No diremos cuál es, pero creemos que en ambas películas la respuesta es de algún modo la misma, aun siendo algo distinta. Y con semejante mensaje y en buena compañía, qué mejor forma de acabar un festival. Ficha técnica La canción de los nombres olvidados (The song of names) Director: François Girard Reparto: Tim Roth, Clive Owen, Catherine McCormack, Jonah Hauer-King, Gerran Howell, Eddie Izard Puntuación: 10/10 Lo mejor: la pasión del relato y un joven reparto a la altura. Aparte, la historia refleja una complejidad y una profundidad del sentimiento religioso y de la psicología difícil de expresar Lo peor: no se nos ocurre ahora mismo, honestamente
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