Post de Naiara Salinas Freddie Highmore está a punto de despedirse de su Norman Bates en Bates Motel..., pero antes, merece la pena rescatar esta joya de su filmografía. En El arte de pasar de todo Highmore interpreta a George, un adolescente solitario y muy negativo, con talento para el arte, que no se toma en serio sus estudios, hasta que recibe el últimátum por parte de su director de que si no aprueba el curso no se graduará. Entre medias conoce a Sally, una chica algo alocada que le empuja a salir, a ir a fiestas, visitar museos... Gracias a ella en parte George se dará cuenta de lo rápido que puede derrumbarse su mundo y de la importancia de actuar de repente, sobre todo cuando ha cogido la costumbre de ir tirando. Aparte, tendrá que lidiar con los sentimientos que empiezan a aflorar... Freddie entra en el grupo de esos actores a los que hemos tenido la oportunidad de ver crecer y evolucionar interpretivamente. Acostumbrado en la niñez a ser el bueno y aplicado, su proceder adulto es bien distinto, con un punto macarra y filosófico que no deja de ser interesante. Esta película está hecha para poner a prueba la empatía de un actor y un espectador al que el protagonista puede resultarle un bicho raro con creces por su forma de comportarse, más que de pensar (la narración ya se encargará de justificar eso último). George es un chico listo y talentoso con su propia forma de ver el mundo. Los estudios no le importan porque es consciente de que al final la mortalidad va a llevarse todo lo que consiga y, sabiendo eso, ¿de qué vale preocuparse por lo efímero? En clase de arte no es que no sepa dibujar, todo lo contrario, pero no tiene nada que decir. Según él cuenta, lo han intentado todo: psicólogos, pastillas..., pero simplemente pasa. Exaspera a sus profesores y a su madre. En cambio, a Sally no, al menos cuando se conocen. Él admira su rebeldía como si fuera una de las pocas cosas que hay que proteger del universo porque no todo el mundo la tiene y es muy importante. Además, él mismo se considera un rebelde cuando sube a la azotea a fumar, no hace los deberes y en cambio sí muchas pellas. El director, Gavin Wiesen, es un debutante que toma a este personaje tan "obtuso" para reflexionar sobre la desorientación juvenil con una visión positiva. Puede que George sea un friki, pero un friki que cae bien por su autenticidad. Es el eterno rebelde sin causa al que hay que darle una lección, aunque no de humildad, precisamente, porque no se considera lo más de lo más, sino todo lo contrario. Pero lo asume y lo encaja como si formara parte de la vida, que él confiesa que es su mayor temor. Sally es su refugio, su alma gemela, por cuanto que su familia también se ve desestructurada, con una madre a la que no le importa beber y confesarle a su hija todos los ligues que se trae a casa. Y aun así, ella tiene los pies más en la Tierra, decidida a ser un ente social, cosa a la que George casi ha renunciado. Casi. No solo Sally se convierte en su apoyo sino también Dustin, un ex alumno del instituto a quien George debe acompañar un día por mandato (chantajista) del director, un artista que también estuvo un poco ido en sus tiempos y que tira como puede gracias a su trabajo. Sin embargo, la relación no es la misma, ya que si Sally representa un paso adelante, Dustin es el reflejo adulto de George y eso no es lo que más le puede convenir. Los actores enseguida captan la onda de sus personajes y los manejan con soltura, lidiando entre el adolescente desorientado y el proceso de maduración, que tiene que ver con las relaciones. Wiesen no lleva su historia hasta un punto pretencioso, sino que se aferra a los rasgos del cine americano más indie. En resumen: el director toma un tema interesante y parte de su guion, unida a la interpretación de Freddie, logra que George se transforme en un icono de la juventud más "hippie" o "folk", el pequeño genio que no encuentra su voz y que poco a poco aprende a hacerlo a través de la pintura. Se retrata una historia de decisiones y caminos por tomar, una adolescencia más profunda que la típica que sale de fiesta y tiene líos amorosos. Es un viaje hacia la vida adulta, un continuo cuestionamiento del futuro y una afrontación de los problemas juveniles. Ficha técnica El arte de pasar de todo (The Art of Getting By) 2011, USA Director: Gavin Wiesen Reparto: Freddie Highmore, Emma Roberts, Michael Angarano, Elisabeth Reaser y Blair Underwood. Puntuación: 8,5/10
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Agosto 2023
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