Post de Naiara Salinas Tenía intención de realizar esta crítica en formato vídeo para poder emocionarme debidamente, con gestos, voz y todo lo que a veces pienso que no transmito por escrito, donde sin duda parezco una persona mucho más normal y sensata (gente refutándome en 3, 2...). Pero sucede que también tenía muchas cosas que decir, y el resultado de lo que grabé no me acababa de convencer. Así que me vuelvo al lenguaje que domino, porque esta película lo merece. Por si con el título no había quedado claro, hoy estoy aquí para hablar de Vengadores. Endgame, la misma que ya anticipé en el pasado post como el cierre histórico a una era que no supimos que existía cuando hace once años se estrenó la primera entrega de Iron Man. Es increíble hacer a estas alturas un balance de lo mucho que ha evolucionado este universo cinemático sin que apenas nos diéramos cuenta, claro que tampoco es necesario porque ya se encarga la propia peli de establecer esa comparación de forma (in)directa, a través de un argumento y una estructura que no solo toma lo mejor de los cómics, su esencia aventurera, extraordinaria y épica, sino también de todas las leyendas y los cuentos de héroes que se alzaban unidos para hacer frente a un enemigo común, costara lo que costase. ¿Qué es lo mejor de este filme? Como si el propio Thanos hubiese escrito el guion, el equilibrio. Al contrario de lo que sucedía en Infinity War, muy supeditada a la acción y la estrategia, así como la comedia (el ingrediente que nunca debe faltar en toda cinta marvelita), en esta hay un tiempo para la reflexión sobre la situación presente, hay drama, hay aventura, hay risa, hay dolor, hay esperanza y hay desesperación. La vuelta de tuerca que nos dejó el chasquido nunca fue gratuita; hay un porqué, y el porqué es esta historia, donde es preciso hacer un quieto parao antes de ponerse en marcha. La estructura está muy marcada por el ritmo y hay tres partes esenciales, que titularé: duelo, acción y caos. En el duelo es donde se concentra mayormente el drama y la reflexión, con unos héroes hundidos que intentan seguir con sus vidas sin éxito. Es la parte más "tranquila", pero no dura demasiado porque los hay que no van a quedarse de brazos cruzados. Es ahí donde se entra en acción, en la búsqueda de una solución, el viaje más alucinante y complejo a nivel emocional y técnico que se haya visto jamás en el UCM, una delicia para los fans, que absorberán con los ojos cada segundo para no perder detalle. Y es recomendable no pestañear, porque nunca sabes dónde se va a ocultar una referencia. Este segundo acto está dedicado a todos los que han seguido el progreso del Universo Cinemático desde el principio, con sus saltos a la tele también. Y de ahí, pasamos al caos, cuando los problemas emergen y nuestros héroes deben afrontar su última batalla. Lo llamo caos porque se arma la gorda, por decirlo sin tapujos, y porque con un villano como Thanos, cuya presentación en el anterior largometraje fue BRUTAL, no puede ser fácil la victoria. A través de este montaje el guion juega con tus emociones, saltando continuamente de un lado a otro en la balanza, y te va conduciendo hacia el éxtasis. Pero hay más. Tal y como comenté, Endgame supone un golpe de realidad, tanto para los fans, que serán testigos como nunca del tiempo que pasa, de que las cosas nunca suceden de forma igual y de que toda decisión tiene unas consecuencias, como para los personajes, que tras años de victoria encuentran la primera derrota y deben aprender, más que nunca, a trabajar como una familia para sobreponerse. Eso sí, un golpe de realidad no exento de apoteosis en su tramo final, como digo. El viaje espiritual que realiza cada Vengador es tal, que me he sentado a observar detenidamente la evolución de cada uno y es lo que pretendo destacar aquí. Y por hacerlo más guay, voy a unir a cada principal con una gema del infinito (y al resto, pues... que les den). He de suponer que si estás aquí es en parte porque has visto la película, pero si no es así, quisiera que dejaras de leer ipso facto, porque aunque me he cuidado de no incluir spoilers muy llamativos (y cuando los hay siempre se avisa), es mucho mejor acudir al cine en blanco, virgen, y de esta forma no arruinarte la sorpresa que con tanto esmero han preparado los Russo. Así que estás avisado. 1. La gema del espacio: Thor El primer vínculo es el más evidente, ya que el Teseracto siempre ha estado conectado con Asgard y Thor se convierte en su principal guardián cuando asciende al trono (aunque poco le dura). Pero no solo por este dato objetivo el espacio es simbólico de este dios del trueno; Thor es el superhéroe que más ha viajado de todos, física y espiritualmente. El inicio de su transformación se inició con el destierro a la Tierra, y desde entonces, cada aventura que el dios ha emprendido le ha llevado a descubrir algo más sobre sí mismo y su familia, lo que ha conformado sus principios, su identidad. Thor es el más enérgico de todos. Esa fuerza, ese movimiento, es una constante en Infinity War, donde lo vemos emprender dos viajes para cumplir su misión de venganza contra Thanos. ¿Y en Endgame? [SPOILER ALERT]. Se detiene, se queda estancado. Porque su objetivo se cumple y no hay más razón para seguir adelante. Todo lo que le daba sentido a su último viaje está muerto, así que... por qué seguir. De esta forma, Endgame supone el esfuerzo de los demás por devolverle la energía y el movimiento a un héroe que no quiere seguir porque no tiene motivos. Y no será el único. Thor es un héroe que, mal que pese, he visto ir degradándose y ascendiendo progresivamente. El tono de Thor Ragnarok, como comenté en su día, no le hizo mucha justicia a su trayectoria, y en Infinity War se anticipó al golpe de realidad (es más, diría que lo sufrió dos veces). Nunca se vio tan imperfecto como cuando trató de devolvérsela al genocida de su pueblo y falló. Así que su cambio en esta película es de los más drásticos, aunque no tanto como el de otro Vengador [FIN SPOILER]. 2. La gema del tiempo: Hulk Este caso es mucho menos evidente. ¿Por qué el grandullón que todo lo aplasta (o aplastaba) es el tiempo? ¿Qué tiene que ver uno con el otro? Muy sencillo: porque Hulk es el superhéroe que lleva con nosotros más tiempo, o que por lo menos conocemos de casi toda la vida. Mucho antes de Los Vengadores, hubo ya dos películas que nos presentaron al personaje, a raíz de las cuales llovieron cómics y series animadas. Su éxito, no obstante, no se puede comparar al de ahora, aunque la versión protagonizada por Edward Norton es un poco injustamente ninguneada en este Universo, aunque contiene elementos esenciales interconectados con él. Yo lo comparo con ese primer beso que das siendo muy adolescente (o pre, incluso) por probar cómo es, y que al final no te resulta para tanto o es muy incómodo. Cuando llegas a la madurez y das tu primer beso serio, es el que vas a considerar el auténtico, mientras que el otro quedará (o no) en lo más hondo de tu memoria. Pues como digo, El increíble Hulk fue el primer beso adolescente de la Casa de las Ideas, mientras que Iron Man fue el maduro y serio. Paradójicamente, Bruce Banner no es solo el que mejor conocemos, sino también uno de los Vengadores que menos tiempo ha tenido de pantalla, ya que la versión de Mark Ruffalo no ha contado todavía con cinta propia y encima se saltó la Civil War. Con todo, lo bueno que tienen estos guiones es que no ha requerido de presentación alguna, en parte porque lo conocemos de sobra y, además, porque se ha dejado claro que como funciona mejor es en equipo. Ruffalo se ha hecho con el papel hasta el punto de que no necesita mucho tiempo para mostrar sus inquietudes, su filosofía, sus deseos, etc. El personaje siempre ha estado en conflicto consigo mismo y en Infinity War pareció llegar al límite. Así que por un lado es gracioso y alentador verle [SPOILER ALERT] en modo zen en Endgame, pero por otro, es un tono que le quedaba mejor en Thor Ragnarok pero que, llegados a este punto, es preciso cambiar cuanto antes, no sea que se convierta en una mofa de sí mismo. Por suerte, no llegamos a ese punto y Bruce continúa siendo un tierno y determinado gigante científico [FIN SPOILER]. 3. La gema de la realidad: Viuda Negra Que no os engañe mi selección: el parecido entre el color de esta gema y el pelo de esta Vengadora son mera casualidad, así como el de los anteriores. Natasha Romanoff es un personaje cuya realidad desde el principio ha sido confusa. Eterna espía superviviente, siempre ha dado la impresión de jugar a dos bandas, siempre se ha presentado con dos caras: por un lado, la máquina de matar con la que es mejor no meterse y, por otro, la chica perseguida por un pasado del que intenta escapar refugiándose en los suyos. Su presentación en Iron Man 2 estuvo muy en esa línea, por no hablar de su papel en El soldado de invierno y en la Civil War. Y por eso, el éter, ese "barro rojo que posee gente", es lo que mejor la representa. No solo su realidad se ha visto distorsionada, sino que poco a poco ha ido modulándola hacia la persona que es en End game: alguien dispuesta a luchar por recuperar a la familia que Thanos le ha arrebatado. Natasha acaba siendo un componente emocional muy importante, y con ello destaca su evolución última, que además en su caso está muy reflejada en el corte de pelo. No por ser mujer hay que fijarse en ese detalle, ojo, pero que la Viuda Negra es la que por más estilos ha pasado a lo largo de la franquicia es una obviedad alta. Volviendo a Iron Man 2: la vimos con un pelo rojísimo y plagado de rizos que le conferían un aire salvaje, sensual y mortífero. Una asesina de cuidado. En Los Vengadores era la única chica del grupo y parecía que eso la obligaba a presentar un aspecto igual de fuerte, con la melena recortada, de forma que nadie la tomara por la típica dama en apuros que necesitase del auxilio de sus compañeros. Mejor me salto lo que le hicieron en El soldado de invierno porque ese trabajo es para aporrear al estilista, pero a su regreso en La era de Ultrón, su segundo trabajo como Vengadora, volvía a lucir el mismo peinado que en la primera. Más tarde, en la Civil War, fue la voz de la razón con un pelo largo y ondulado, la imagen de una mujer serena y sensata, madura. Nada de intentar parecer masculina esta vez. Tras ese episodio se escondió de nuevo en el corte y en el tinte, rubio. Y en Endgame [SPOILER ALERT] le vuelve a crecer el pelo y lo llamativo es que mantiene sus dos tonalidades, la fiera pelirroja natural y la rubia que se oculta, porque en parte eso es lo que hace para con su amigo del alma Clint, hasta que no tiene más remedio que ir tras él. Pero más aún: durante casi todo el filme va con trenza, una imagen muy inocente, casi infantil, y familiar para alguien como ella. Cómoda para luchar también, claro, aunque ¿verdad que en esta película hemos tenido la versión más dulce o por lo menos más sensible de Natasha? Es la prueba de lo mucho que ha cambiado el personaje, de cómo ha ido definiendo su realidad con todos sus matices, cómo se ha humanizado desde aquella máquina de matar. Y todo eso lo ha logrado gracias a sus amigos, su familia. La más bonita de las evoluciones. [FIN SPOILER]. 4. La gema del poder: Ojo de Halcón Con mucho sarcasmo me he reservado esta gema, mayormente conocida como orbe, para precisamente el Vengador menos poderoso de todos, o así es como nos lo han vendido siempre (porque que a mí no me digan que lanzar las flechas como él lo hace, sin mirar, no es un superpoder. Yo no lo consigo con tal precisión ni de broma). Eterno ninguneado del grupo, su presentación en Thor se redujo a un cameo donde al final no tuvo participación y no pudo demostrar sus habilidades (aunque nos alegró el día). Y para cuando llegó el que creímos que sería su momento, se pasó tres cuartas partes del filme siendo controlado por Loki. En El soldado de invierno fue el gran ausente a pesar de que la trama involucraba a S.H.I.E.L.D, de donde era agente. Como mucho nos regalaron una referencia en forma de colgante de flecha que llevaba Natasha y que fue una insinuación a su supuesta relación. Nada más lejos de la realidad, porque al final, en La era de Ultrón, se desenmascaró y rompió los corazones a miles de shippeadores Clintasha (yo entre ellos). Aparte, también fue el primero caer en la batalla inicial. Sin embargo, esa película tuvo algo que acabó jugando a su favor, y es la demostración de que Clint Barton es un héroe dedicado a romper moldes. El orbe es considerada la gema más fuerte, destructiva, y al igual que ella Ojo de Halcón destruye expectativas para bien y para mal, primero como arquero muy en forma en un grupo lleno de poderosos que se las apaña increíblemente bien para sobrevivir (tanto es así que sobrevivo al chasquido); luego con su propia historia de fondo. Algo que lo ayuda en esta labor de sorpresa continua es el gran misterio que le rodea, y es que poco se habla de él en el cine a pesar de que en los cómics vive mil dramas, partiendo de sus orígenes. Para todo el mundo era un lobo solitario, pero nada más lejos de la realidad: es un hombre muy familiar. Por lo tanto, todo lo que Marvel ha hecho con él ha estado siempre orientado a cubrirle las espaldas y justificar, en cierta forma, su presencia ahí, como bien nos hace ver su mujer Laura en La era de Ultrón. Tras "jubilarse" vuelve a sorprender interviniendo en la Civil War, y en Endgame llega a su límite. [SPOILER ALERT]. Ahí ya no romperá moldes, sino su propia identidad, algo doloroso de ver porque lo hace consumido por la pérdida. Todo lo que ha sucedido porque sus compañeros no han podido impedirlo le impide reconectar con el Ojo de Halcón que fue y toma un nuevo nombre y una nueva voluntad: Ronin, un samurai sin objetivo definido, sin dueño. Un mercenario de sí mismo. Nuevo traje, nuevas armas, nuevo corte de pelo que de estar su mujer viva pondría el grito en el cielo... Lo que hace poderoso a Barton es lo lejos que está dispuesto a llegar por sus seres queridos, lo que está dispuesto a sacrificar: a sí mismo. En definitiva: su humanidad es su superpoder. En esta película toma la iniciativa (como cuando se ofrece de conejillo de indias para el primer viaje de prueba). Es el momento en que Barton reafirma en los demás su respeto robando el show en determinados momentos, como el destino que le espera en Vormir o como cuando cruza por el campo de batalla con el guantelete que trata de proteger a toda costa. ¿Y sabéis quién es el primero que acude a ayudarle? ¡Pantera Negra! Cuando la última vez que se vieron y Clint se presentó por su nombre, el otro dijo que no le importaba. Pues esta vez le llama "Clint" bien alto porque esta vez SÍ le importa. Si eso no es suficiente prueba del respeto que se ha ganado el Vengador estos años... Ha sido de los mejores personajes de la franquicia y de esta película en concreto. Eso sí que es ascender [FIN SPOILER]. 5. La gema de la mente: Capitán América Me ha costado mucho repartir las dos últimas gemas. Antes de End game tenía una visión muy distinta del UCM, pero todo ha cambiado con el mensaje que se da al final de esta entrega. Siempre que se habla de Vengadores, el Capi es la primera cara que asoma en el frente, el líder, el encargado de reunir siempre al equipo. Todo comenzó con él, que no por nada su primera película se subtituló El primer Vengador. De alguna forma, él representa la idea del equipo, lo que es y debe ser un Vengador, el espíritu noble. Y eso, amigos, es mente. Otro punto a favor de esta asociación es el plan orquestado en el despacho de Kevin Feige, bien tejido durante una década, que cobró forma con el héroe americano. Steve Rogers ha cambiado en ciertas cosas (el traje lo que más), pero su mentalidad se ha mantenido impoluta todo ese tiempo. Es como si siempre hubiese estado enfocado a ser la voz de la inspiración, aunque no sea el más avispado. Le viene una sabiduría natural por todo lo que ha vivido (literalmente) y en Endgame [SPOILER ALERT] continúa en esa faceta hasta el punto de que ya creía que lo iban a nombrar presidente de los Estados Unidos (no solo tiene el culo, sino también la labia de América) [FIN SPOILER]. Así en resumen voy a terminar alegando que Steve es historia, historia americana, y es el que más visión y opinión abierta puede aportar. A veces se encierra en sí mismo, pero tal y como acaba el personaje, sabemos que lo de ser profesor y modelo de vida le venía como anillo al dedo. Con él hemos aprendido qué y qué no hacer. 6. La gema del alma: Iron Man Y se acabó. El punto final. Hay quien podría ver a Tony Stark como una figura mucho más inteligente que Rogers, y razón no le faltará, pero hay algo que pesa más y que de forma sutil se nos muestra en la Saga del Infinito. Stark es el corazón del equipo, el alma. Histórica y objetivamente Steve es el primero, sí, pero es con Iron Man con el que se forjó el Universo Cinemático de Marvel. No solo eso, sino que todo lo vinculado a él ha servido en varias ocasiones para conectar al equipo, desde el escudo del Capi fabricado por su padre, Howard, pasando por el Teseracto que descubren en la Tierra y mantienen a buen recaudo, la fundación de S.H.I.E.L.D., la primera toma de contacto con el general Ross para hablar de la iniciativa Vengadores, sus enseñanzas a Peter Parker, futuro gran superhéroe, etc., etc. Se ha convertido en un personaje demasiado importante y de los más queridos de todo el UCM. La conexión con todos los miembros solo es superada por el propósito de su misión. Él nunca pierde el foco y es más humano y menos patriótico que Steve al poner por delante lo que a él le importa: su gente. Cuando firma los Acuerdos de Sokovia lo hace porque quiere mantener unido al equipo, cueste lo que cueste. Es un sacrificio que ni el Capi acepta, más a favor de la libertad. Lo que intento señalar es que mientras que en Steve a veces parece predominar el discurso político de valores, Tony es un ser libre y para muchos más realista y más afín a las motivaciones auténticas del equipo. ¿Por qué vuelve si no a la caña en Endgame cuando [SPOILER ALERT] ya tiene la vida rehecha? Porque se lo debe a los que confiaron en él. Pero eso no significa que quiera jugar con su nueva vida. Steve empieza en lo más bajo y se va llenando de orgullo a medida que crece, mientras que Tony, de bravucón opta por imitar a Clint y se convierte en hombre de familia cuyo bienestar es lo más importante del mundo porque es lo que realmente le llena, no el dinero, la tecnología, su cerebro ni las armas. Esa idea de familia, además, va cambiando para él de la misma forma que para Natasha. Los dos al principio no ven claro que eso sea cosa suya, hasta que encuentran el amor, hasta que conocen un poco de paz. Que esta franquicia empiece y acabe con Tony es muy, muy simbólico. Si hubiese muerto el Capitán, mi impresión del papel de ambos hubiese sido justo al revés. Pero le tenía que tocar a Tony [FIN SPOILER]. Sé que esta película no es perfecta y encuentro varios errores o más bien explicaciones que en algún momento deberían aparecer (como las nuevas líneas temporales, o qué pasa con Capitana Marvel a su llegada a la Tierra. Capitana, a todo esto, no ha recibido un trato justo y coherente en esa película, su participación aquí me ha defraudado independientemente de sus minutos en escena. Sentía que estaba ante una Carol muy distinta). Pero no puedo sino estar agradecida a Marvel por estos años y este hito cultural que nos ha dejado. Nunca había sentido tantos corazones compenetrados en una sala repleta de espectadores. Ha sido mágico y emocionante desde el principio hasta el final. Y gracias, Alan Silvestri, para maravilloso clímax en forma de notas musicales con las que cierro a modo de créditos finales.
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Agosto 2023
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