Post de Naiara Salinas Menos tiempo ha pasado para regresar con este especial que ya se marca cuatro entregas en total. Después de repasar a mi trío de oro, era obvio que este gran hombre debía ser el siguiente. Desgraciadamente, su post no llega con motivo de una celebración alegre, sino como un memorándum, y es que hoy se cumplen cinco años desde el fallecimiento de esta leyenda musical en sus 61 veranos a causa de la enfermedad que se lleva cada año a más gente que el coronavirus: el cáncer. James Horner, esto va por ti. El compositor de los viajes Cada cual con su destreza, se suele decir. Un rasgo que tienen en común las películas con firma musical de Horner es que en todas se realiza una especie de viaje, mayormente físico, pero también espiritual. Las partituras de este angelino fluyen como el viento y la vida, la embellecen y nos ayudan a sentirla, a valorarla con sus altibajos. Es el compositor que más temas trascendentales toca: el tiempo, la muerte, el miedo, el amor... Es imposible no conmoverse escuchándole. Cerrar los ojos y ponerse cualquier tema suyo es viajar a aquella etapa infantil de aventuras donde se podía aspirar a llegar hasta el infinito y más allá (al igual que John Williams, es el compositor que más nos ha acompañado en nuestro desarrollo de personitas a personajes). Su trabajo también es un eco del amor y la pasión de quienes protagonizan estos relatos. Podremos sentirnos épicos, magnánimos, clásicos, peligrosos y poderosos, pero con otros compositores jamás nos enamoraremos tanto como con este. El sentimentalismo en él es muy profundo. Ello, por supuesto, no excluye lo demás. Por otro lado, en él siempre encontraremos una familiaridad de la que se alejan los músicos de ahora, empeñados en la versatilidad y en catar de todo. James Horner creó un micromundo donde vivió a gusto toda su vida, sin que ello le desmerezca, pues consiguió elaborar un lenguaje musical propio en la que cada nota se convirtió en un símbolo al que poder recurrir en otra historia para expresar lo mismo. Por eso, ninguna banda sonora es desligable de las demás a pesar de contar cosas muy distintas. Como John Williams (aunque Hans Zimmer tampoco se queda muy atrás, ojo), es un fanático del reciclaje, pero llevado de una forma diferente. Dicho esto, empezamos. 23. The Lady in Red El primer trabajo tiene que ser recordado cuando hablamos de un homenaje. Esta fue su introducción en el mundo del cine, por lo que también es su sonido más clásico. Su estatus no existía entonces, ni tampoco su personalidad como músico, que ya se forjaría en los años venideros. Sin embargo, logra captar muy bien el fondo temporal de la cinta y al final resulta una melodía muy, muy, entretenida y bailable. Ya he comentado que este genio es más dado al sentimentalismo, por lo que si te da la opción de bailar no hay que desaprovecharla. 22. El nombre de la rosa Otro clasicazo que uno tampoco asociaría de buenas a primeras con este hombre. En esta película Horner saca su lado más tétrico y gore, pero también introduce un elemento que lo llegó a caracterizar mucho: el coro (lo cual conviene, por el tema del monasterio, el canto gregoriano y esas cosas). La carátula es representación gráfica de lo que se escucha y se siente. 21. Tiempos de gloria Con Tiempos de gloria nos vamos a otro de los lados cinematográficos de Horner: el bélico. Un hombre muy acostumbrado a convertir batallas crudentas en notas donde se eleva la pureza y el coro angelical protege las almas de los combatientes. Cantaba John Legend en 2015: "One day, when the glory comes, it'll be ours". James no tuvo que ponerle letra, pero viene a ser lo mismo. Y la gloria llegó. 20. Troya Homero (el autor griego, no el Simpson) estaría orgulloso de ver lo que James Horner consiguió con su preciada Ilíada (con respecto a la película no estoy segura de cómo reaccionaría). Esta banda sonora ensalza a Aquiles, el héroe indiscutible, valiente y feroz guerrero, mártir, buenorro, incomprendido... Pero también nos evoca el exotismo de Oriente (Troya estaba como en la frontera, ahí pegada) y el amor de Paris por Helena... En fin, épica para una épica. ¡También es la primera de la lista que incluye el famoso "parabará"! 19. El Grinch Cualquier parecido entre el tema que os pongo a continuación y el baile sobre hielo de Eduardo Manostijeras es mera casualidad (y de todas formas son solo los primeros segundos, luego ya es otra cosa). Es digna de mención no solo por el peso del filme en nuestra infancia, sino también porque el maestro quiso darle un toque de ridiculez simpático incluyendo sonidos que podrían simular pisadas de payaso o gestos bucales de mal gusto. Vosotros elegís. 18. Enemigo a las puertas Esta es la hija de las anteriores bélicas que he mencionado, con un componente soviético que me recordó al score de Anastasia, la verdad (lo siento, no puedo evitarlo, lo comparo todo). A mí la peli me gustó mucho y fue donde conocí el "parabará" (o por lo menos cuando lo oí en Avatar lo asocié de inmediato con esta). 17. Cariño, he encogido a los niños Regresamos a las aventuras infantiles. Esta banda sonora hace justicia a su largometraje en lo que a estrambótica se refiere, ya que la familia protagonista está liderada por un científico loco con ideas más locas, como la de la máquina de encoger que conduce a su hijo y CIA a vivir una pesadilla y una oportunidad al mismo tiempo. El ritmo es acelerado y deja una impresión de caos que representa muy bien toda la situación. Además, vuelve a recurrir a los sonidos reales para representar objetos que vuelan, golpes y demás. Él, inmersivo. 16. La máscara del Zorro El Zorro es un héroe fundamentalmente hispano. Latino, si queréis llamarlo. La sangre caliente corre por sus venas. Sin embargo, el paisaje que evoca esta banda sonora es, curiosamente, muy... oriental. Más desértico. ¿Es el desierto algo habitual en Latinoamérica? Efectiviwonder. James Horner reproduce un tono muy puesto de moda en las cintas de aventuras de la época, y si al oírla os viene a la mente La momia (de cuyas notas se encargó Jerry Goldsmith) entonces coincidís conmigo. Es el reflejo del viaje del héroe, su desarrollo en medio de la aventura. A Horner le encanta ensalzar a sus héroes, se desvive por ellos, por lo que este tipo de historias cuentan con mucha fanfarria digna de John Williams. Como aporte exclusivamente hispano están la guitarra clásica y las castañuelas.
15. Aliens Del creador del gótico en El nombre de la rosa, tenemos... el terror del espacio. Si Aliens acaba tan atrás en este top no es porque no valore el inmenso trabajo que tuvo aquí, sino porque, momento de confesión, no la he visto. Cri, cri... Ahora en serio, el propio Horner confiesa en este making off la dificultad que tuvo al tener seis semanas para escribir unas partituras que no contaban ni con montaje, nada, composición a ciegas total. El hombre tuvo que trasladarse a Inglaterra para asistir al rodaje, experiencia que definió como "pesadilla". Y es que James Cameron, que, por cierto, es para Horner lo que Steven Spielberg a John Williams, trabajaba a mil manos para sacar a tiempo una súper producción que acumulaba retrasos en todo. El estrés por una fecha de estreno inamovible en aquella época tenía la novedad de la magnitud del set, cuya elaboración era más exhausta y por tanto requería de más meses, ya que no contaban con las facilidades tecnológicas de hoy en día, apenas había CGI desarrollado. El Cameron de esa época se tomaba las cosas con prisa; al de hoy no le importa dedicar más de diez años a una trilogía de ciencia ficción. En fin, al final esa composición a ciegas se saldó con un trabajo de reescritura completo debido al cambio total de algunas secuencias, lo que llevó al pobre Horner a mantenerse despierto la friolera de treinta y seis horas (por suerte, nada de eso afectó a su amistad con Cameron, quien más bien le dedicaría un monumento si estuviera en su mano). ¿Es casual entonces el mal rollo que produce oír estas notas? Ni por asomo. Si os fijáis, el principio recuerda mucho a otra de sus bandas sonoras más genuinas... Yo no digo nada, pero Robin Williams se "juega" mucho (*guiño, codazo, guiño*). 14. The Amazing Spider-Man ¿Qué, sorprendidos? Yo por lo menos. Y es que uno nunca asociaría este tipo de melodía a un superhéroe, mucho menos a uno tan desenfadado como Peter Parker. Pero si algo distingue a la edición de Andrew Gardfield es lo mucho que se mete en asuntos del corazoncito, bien a través de su novia Gwen, bien a través del legado de sus padres y del tío Ben. La trama de este filme tuvo mucho de lazos familiares, hasta con el villano, por lo que un compositor como Horner podía amoldarse perfectamente al carácter heroico y sentimental. 13. El hombre bicentenario Es momento de ir sacando los pañuelos, porque a partir de aquí empieza el James Horner que me/nos conquistó, el que me/nos tocó la fibra y me/nos dejó el corazón encogidito. Con esta película mostró la cara más humana de la máquina, paradójicamente, a través del tiempo, algo que a priori se pensaría que es imperceptible para este ser. Pero no es lo que la música transmite. Hay un deje nostálgico, un viaje por la memoria y una apreciación del presente y de los pequeños detalles. James Horner es un buen músico para el espíritu y la calidad interpretativa de un gran ser humano como era Robin Williams. La compenetración del sonido con el personaje y el aura del guion es... buah. Sin palabras te deja. En el segundo tema, además, a partir del minuto 5:00 somos testigos de otro reciclaje que no tiene que ver con el "parabará", sino con otra de las leyendas a las que dotó de epicidad y que está un poco más abajo en esta lista (cof, Mel Gibson, cof, Escocia, cof, cof).
12. El Nuevo Mundo Je, me estaba fijando que en el póster de este filme meten la típica cuña publicitaria que, en su caso, afirma: "El mejor romance histórico épico desde Titanic", lo cual tiene su gracia porque Horner trabajó en las dos. Esta película a muchos les pasó desapercibida, pero espero que no a los que leen este blog y estuvieron atentos cuando hablé de los live-action menos conocidos "de Disney" (más bien basados en historias que Disney había adaptado como animación). Y es que ese romance que se narra aquí no es otro que el de Pocahontas y John Smith primero, John Rolfe después. Historia muy pura, muy humana y muy contemplativa porque se detiene bastante en las relaciones y expresa un amor muy natural y sincero. Así que probablemente haya que concederle un poco de razón al eslogan. Esta supone una de las primeras aportaciones auténticamente silvestres de Horner a su obra y su propuesta resulta muy literal, ya que reproduce los mismos sonidos naturales que escucharíamos en la floresta de Virginia. A través del cántico de las aves, nos introduce de la mano en ese "nuevo mundo" tan bello, un paraíso celestial gracias, una vez más, al coro. 11. Willow De un lugar real de leyenda cruzamos a uno fantástico y todo lo que implica: el viaje continúa produciéndose, la aventura que le sigue también, hay batallas, peligros y un héroe menudo. La fanfarria es elevada. La diferencia con respecto a las anteriores películas es que el tono es más cariñoso, más destinado a un público infantil-juvenil. También es el primer soundtrack de este top donde suenan las flautas (o los clarinetes), lo cual suma magia y folclore. Oh, y el bendito coro místico, que nunca falte. 10. Fievel y el nuevo mundo Otra aventura para todos los públicos, otro viaje a la apasionante Norteamérica. Los instrumentos de viento predominan con unas florituras que nos recalcan la energía y la ilusión del protagonista, así como su tamaño. Se identifica como hogareña por los minutos 0:48-1:08, que suenan también al mostrar una panorámica de la ciudad de los Parrish en Jumanji, aparentemente tranquila e idílica. Esa banda sonora también es muy rica en canciones propiamente dichas (oseasé, con intérprete). 9. El niño con el pijama de rayas ¿Qué tienen en común todas las bandas sonoras vistas hasta ahora (aparte de los temas que tratan)? El viento. Quizá sea por el público al que van destinados estos largometrajes, quizá sea por el clasicismo, quizá sea porque el viento es el mejor reflejo del viaje metafórico (fluidez, recordad) o quizá sea por todo junto. Bien. ¿Qué distingue a esta? El piano. Horner no odia el piano pero tampoco lo incluye muy a menudo. Es más, casi nunca. Pero el piano es el instrumento más popular entre las clases pudientes del siglo XX y, como adecuación a la época y el drama, no solo el piano, sino también el violín (cuerda) es el protagonista perfecto. Esta banda sonora posee una complejidad única, ya que juega con el idealismo infantil, pero también la realidad cruda. El equilibrio es tal cual:
8. Una mente maravillosa La revolución del cálculo y la mente. Con Horner, la locura no solo se torna una genialidad, sino también, como su título indica, maravillosa, especial, hermosa. El compositor nos deleita con una melodía que gira como los mecanismos del cerebro de John Nash, demostrando que lo excéntrico solo es un rasgo externo, pues intrínsecamente la cabeza de John está llena de ideas brillantes y experiencias positivas, vínculos donde el compañerismo y el amor son uno. 7. Braveheart Clasicazo. Qué puedo decir, es una de las melodías que más me han encandilado, inspirado y emocionado. Ese sonido escocés celta tan libertario, folclórico... envuelto por el romance, delicado y apasionante. Los tambores de guerra y su unión con las flautas es todo lo que necesito en mi vida para ser feliz un rato viajando a la tierra de mis sueños. Braveheart (1995) para mí es la antesala de lo que haría este genio en 1997. 6. Jumanji El reto con Jumanji para mí fue enorme por la dualidad que tiene la trama. Se trata de juntar dos mundos muy diferentes de una forma que se identifiquen, se reflejen como en un espejo. Se trata de trasladar toda la jungla siniestra a un contexto urbano amable, el típico "barrio pijo" de la típica "familia americana feliz". Jumanji es uno de mis clásicos favoritos porque nos muestra los claroscuros de la infancia y la continua lucha por la supervivencia que vale tanto para la selva como para la urbe. Además, es una película con altos valores sobre lo que significa madurar: afrontar los miedos (ejem, IT, ejem). Sin embargo, no podemos olvidarnos de que es una historia para un público mayormente joven (joven adulto como mucho). Horner consigue conjugar todos estos elementos en uno de sus trabajos menos lineales y con más tonalidades. La tensión se masca. Nos basta un solo tema para probar esto que digo y ya notaréis la montaña rusa: 5. En busca del valle encantado Esta fue una de mis primeras películas y le reservo un lugar especial en mi corazón porque fue mi primera toma de contacto con los dinosaurios, cuando aún era muy pequeña para enfrentarme a Parque Jurásico y no se había estrenado la Dinosaurio de Disney (a la que, ya que estamos, considero una especie de live-action de El valle encantado). En esa etapa recuerdo haber disfrutado mucho más con las secuelas, no obstante, algo que me parece curioso porque cuando hace unos pocos años volví a ver la primera parte me pareció la mejor de todas, con una sensibilidad y una magia de las que carecían las demás. La culpa no solo fue del diseño (más clásico) y de la trama, sino también de su banda sonora, porque James Horner solo firmó esta entrega y su melodía posee algo verdaderamente especial. Normal que de chiqui prefiriera el tono cómico, yo no sé cómo no me traumé con ella (en realidad lo hice, pero ya queda muy atrás esa experiencia). Y es que la trama de esta película es la más adulta de todas y a día de hoy me parece fascinante la forma en la que se narró, tan desgarradora para mi yo de 6 añitos que no iba a entender ni papa del dolor que atravesaba Piecito al perder a su madre pero que sufriría igual (los que llorasteis con lo de Dumbo, ¿dónde estabais cuando ocurrió esto, eh?) o los demás al separarse de sus familias. Ahora que muchos lo hemos sufrido por el confinamiento, os invito a rever este filme con la empatía que merece. Claro que también podéis escucharlo y os prometo que Horner os ahorrará el esfuerzo. Madre mía, cuando por fin encuentran el ansiado Valle, qué escenaca. Llorera en 3, 2... Nota: es la segunda vez que el maestro se animó a componer canciones (y la primera que contó con una diva como voz principal).
4. Balto Si una conclusión se extrae de este post es que la 20 Century Fox (ahora Studios) y la Warner Bros. de los 80-90 nada tienen que envidiar a Disney. Balto fue otra de mis experiencias favoritas y traumáticas (cuando descubrí que en mi cartilla médica infantil aparecía la difteria como enfermedad que considerar, estuve durmiendo mal mínimo dos semanas). ¡Es que es tan bonita! Y, una vez más, muy madura. Me encanta que cuando se trataba de este tipo de historias para niños con contenido adulto (sin pasarse) contasen siempre con James, pues tan pronto como lo escuchas te das cuenta de que posiblemente esa fuese toda su visión de la vida, tierna y dolorosa. En fin, a mí de esta banda sonora me apasiona un tema que oigo y reoigo hasta que se me atrofian los cascos y/o el reproductor (bueno, dos. Y sí, solo esos bastan para colocarla en el cuarto puesto. Son de mis favoritos, ¿ok?):
3. Avatar Es el retorno al Horner de El Nuevo Mundo y Troya, adaptado a la era millenial. El viaje de este largometraje es enorme: primero el jodido espacio, ni más ni menos; luego el cambio de una especie a otra y, finalmente, el encuentro de un hombre con su lado más salvaje y al mismo tiempo humano, el redescubrimiento de la vida. Temática puramente Horner. Es una de estas bandas sonoras que al escuchar no puedo evitar halagar bajo el grito de: "¡Qué buena es, joder!" Siento a Eywa en mis venas. ¡Y quiero volar! Si Cameron y él acabaron en una despedida fría con su última colaboración, me alegro de que hiciesen las paces. PD: ¡ya van dos divas cantando para él!
2. Casper No tiene nada que no haya reconocido ya en las anteriores y, aun así, sigue siendo una banda sonora que me sorprende. Se han rodado muchas versiones de este fantasma tan amigable, pero, al igual que con El valle encantado, solo una goza de la profundidad psicológica que la convierte en una obra mítica. No hay que olvidar que es un filme donde se trata el tema de la muerte, de una forma tan normalizada y respetuosa que llega a un menor sin que se haga más preguntas al respecto (hasta puede ayudarle a afrontarla si está viviendo una situación parecida). Conociendo lo que pasó el pobre Horner, no me extraña que se lanzase a este proyecto de cabeza (incluso aunque estuviese sano en esos tiempos, que no lo sé). Me pareció muy valiente la propuesta, y el tema que me persigue en cuentos, novelas, sueños y jornada laboral es uno tan melancólico como nostálgico. Aquí el coro es literalmente angelical y no solo incluye piano, sino que lo abraza. Cada vez que lo escucho me imagino a alguien bailando con el fantasma del amor de su vida. Antes del "último deseo" de The Witcher, aterrizó este. 1. Titanic Titanic es una obra maestra merecedora ganadora del Oscar. Si a mí me hubiesen dicho, sin conocer a Horner, que era irlandés, me lo hubiese creído, por el mimo con el que compuso esta banda sonora que evoca el mar con la pasión de un celta de esta isla que vio partir este transatlántico hacia el océano. El tema principal se compone de tantos matices como niveles presenta al interpretar cada tramo con un instrumento diferente: la voz (¿una nereida que despide a los viajeros?), la gaita (o parecido, el instrumento con el que los isleños suelen despedir a los caídos), la flauta (la música celta, oseasé, Irlanda) y la unión de todos al son del viento. Se llama "himno" y con razón. Fijo que Poseidón lo utiliza (aunque el barco no, lol). No se trata solo de un tributo, sino de una seña del hogar, la patria (a mí el cántico de las gaitas me recuerda mucho al tema de la Comarca de El señor de los anillos), que ya no solo es la isla, sino también el Atlántico. PD: no, no me olvido de Celine Dion. También os la dejo.
Y con una mención especial a Apollo 13, que se ha quedado fuera del ranking ("Houston, tenemos un problema") pero también se considera mítica, y un helado, me despido por hoy. ¿Qué banda sonora de James Horner es vuestra favorita?
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Agosto 2023
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