Post de Naiara Salinas Ya he comentado The Boys en este espacio más de una vez como esa serie rompedora que corrompe todo lo que nos enseñó el género de superhéroes, de manera que este post puede tranquilamente considerarse una secuela del anterior sobre el spin-off animado. He vuelto a tener suerte y Amazon Prime me ha permitido ver seis episodios de ocho que componen esta tercera parte, aunque aquí os hablaré a grandes rasgos solo de los tres primeros. La temporada más mediática y cuestionadora En la temporada anterior, nuestros chicos acabaron muy divididos, por no hablar de los Siete. Hughie se despidió de sus compañeros y optó por continuar con la lucha de forma más legal en el gabinete de Victoria Neuman mientras Homelander acabó más solo, desprestigiado y con ansias de destrucción. Sin embargo, no sería propio de esta serie arrancar con semejante negatividad. No, nuestra querida gamberra inicia con el esperado estreno de la película de superhéroes más grande que jamás se haya rodado: Dawn of the Seven (una parodia al Amanecer de la Justicia de Zack Snyder). Esta decisión no es arbitraria, pues nos encontramos ante un guion que va a jugar con las apariencias todo el tiempo, alimentando por partida triple la idea de que hay que vender una buena imagen para meterte a la población en el bolsillo y blanquear la corrupción que genera el poder, el gran tema de toda la serie, que en estos tres episodios alcanza nuevas cuotas, puesto que, en su búsqueda de venganza y justicia, más de un personaje llega al límite de aquello de «el fin justifica los medios» convirtiéndose en lo que juró destruir. En cabeza se encuentra Butcher, quien, como último recurso, comienza a investigar el caso de Soldier Boy (Jessen Ackles), un Capitán América barbarizado que podría tener la clave para acabar por fin con Homelander. Pero decide tomar una decisión radical para protegerse tanto a sí mismo como a Ryan, el hijo de su Becca de quien se ha quedado al cargo. Mientras tanto, el líder de los Siete trata de limpiar su imagen a raíz de lo sucedido con Stormfront hasta acabar tan harto que Starlight se ve en la tesitura de encabezar algunos frentes, como la elección del nuevo miembro de los Siete en un programa muy rollo American Idol. Entre esto y la película, las cámaras caen con pesadez sobre estos actores, que sienten cada vez más presión por estar a la altura no de su trabajo, sino de su estampa. La mecánica me recordó un pelín a la segunda entrega de Los Juegos del Hambre, donde el juego mediático iba volviéndose cada vez más tenso y a un paso de la reivindicación. Al margen de lo que los demás se traen entre manos, los chicos comienzan a perseguir el sueño de una vida normal, sin dramas ni enfrentamientos. Resurgen viejas amistades, viejas enemistades y el peligro es más grande y la lucha cada vez más agotadora para la mayoría. Mientras unos agarran con firmeza las riendas de su vida, los demás siguen supeditados a la situación, pero al final el poder es el que manda en ambos casos y el desencanto con todo el panorama es más evidente que en las temporadas anteriores, donde la mera causa bastaba para encender la chispa de todo el grupo. Cuando las líneas ético-morales se vayan difuminando, más de uno empezará a ver a su líder con nuevos ojos y saltarán otra clase de chispas. Mientras unos avanzan, otros retroceden La temporada está llena de cambios para casi todos los personajes. En cuanto a las nuevas incorporaciones, destacan Miles Gaston Villanueva como Supersonic, un ex de Starlight que desea unirse a los Siete (muy majo el chaval, aporta comprensión y cierta agudeza), y el ya mencionado Jessen Ackles, que puede sorprender (de momento, prometer, promete). Entre los de toda la vida, nos acercamos a una faceta más humana, incluso dentro de su corrupción, pues pocos quedan que no se hayan pervertido un poco para lograr sus objetivos o incluso como defensa, renunciando por el camino a sus principios. Tenemos oportunidad de ver lo que eso acarrea en su interior. Mientras algunos, como Kimiko (la mejor), ganan en humanidad y dulzura, otros se vuelven más violentos y manipuladores. Hughie por fin entiende de qué va el juego y demuestra las dotes que muchos deseábamos tras dos temporadas actuando como pelele. Los hay que se mantienen estancados, pero en general todos batallan por avanzar un poco más en su cruzada personal. Los guionistas realizan un trabajo más que satisfactorio desarrollando cada conflicto. La evolución es muy visible y el punto de partida de la temporada pone a los principales en situaciones que jamás hubieran esperado antes. La trama de Soldier Boy despierta el interés que se pretendía y conlleva que algunos momentos se pasen volando de lo muy disfrutables que son. Cada pulla, cada bombazo psicológico, es un regalo para el espectador que solo desea que la serie se crezca y, aunque no todo es perfecto, el enganche tras cada episodio va in crescendo y todo se lo debemos a estos personajes que cada vez se vuelven más ambiguos y terminan en situaciones tan locas como dramáticas (el mismo pan de siempre, pero mejor horneado). Conclusión
The Boys no solo sigue mejorando, sino que va redirigiendo su sátira hacia zonas más lúgubres sin despegarse de sus encantos, entrando a saco desde el primer episodio. Más flipante, más profunda (chistaco) y más crítica. El reparto está soberbio. Una idea con la que me quedo de este inicio (que no da a basto en giros dramáticos) es que ser superhéroe es algo que se queda en la ficción, es decir, que solo es posible en el cine (o en la tele o en una novela). Hay sensación de desencanto general a lo largo de la temporada. A nadie lo preparan para asumir la responsabilidad de salvar el mundo de esa forma tan altruista en la vida real, una verdad con la que entroncan los personajes que hasta ahora considerábamos «buenos» y que deben asumir su propio egoísmo e inseguridad. Pero no hay que perder la fe. En el fondo sigue siendo la cachonda de siempre, la cabrona. Por tanto, ¿es recomendable esta temporada de The Boys? Obvio. ¿Veréis los tres primeros capítulos que se estrenan mañana de una tacada? No es cuestión de si queréis o no: es posible que ni siquiera podáis parar una vez empecéis.
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Post de Naiara Salinas «No creeréis lo que los dioses han ocultado a la humanidad» Un hombre aprisionado en su propia cabeza vaga por el desierto a punto de ser juzgado, rezando por alcanzar el paraíso, mientras su demonio interno susurra que le espera la condenación eterna. Su juicio se presenta en forma de balanza y el juez que lo preside es un... hipopótamo. Estas cosas solo ocurren en Egipto. Han pasado semanas, tenemos un porrón de historias marvelitas todavía por ver y digerir y, aun así, mi cabeza se ha quedado prendada del último héroe enmascarado presentado por la Casa de las Ideas. Como ferviente mitófila que soy (como tantas veces he demostrado a lo largo de estos años), devorar los seis episodios de Caballero Luna (Moon Knight en versión original) ha sido una tarea demasiado placentera y sencilla. Se nota que Marvel está poniendo la carne en el asador en lo referente a sus series para presentar dignamente a los nuevos personajes, cuando no en la gran pantalla. Pero entiendo que a los no marvelitas o aquellos que han vivido en un búnker el pasado mes les resulte desconcertante tanta devoción desatada entre el fandom. ¿Por qué deberíais ver esta joyita aunque no seáis fans del UCM? Queridos lectores, dejadme continuar esta saga de cinco razones, aunque espero sinceramente convenceros con solo tres. 1. Mitología egipcia a tiempo completo Desde American Gods, tenía una sequía con la mitología egipcia en mi parrilla ficticia. No me contentaba con rever la trilogía de La momia, lo de Dioses de Egipto era demasiado superficial para mi gusto y desde luego que no he sacado ni una gota de arena del reloj para leerme la saga de Rick Riordan que empieza por La pirámide roja. Ya tenía olvidado ese fascinante mundo cuando llegó el siervo de Jonsu (o Khonsu) y de nuevo me reencontré con una trama donde los dioses se ven obligados a saltar al plano mortal y hacer acto de presencia para regir el destino de la humanidad. Con Thor, los dioses nórdicos encontraron un hueco entre los Vengadores; en esta ocasión, los dioses egipcios ocupan un rol heroico más en la sombra y dejan la responsabilidad en manos de diversos avatares, siendo el del dios de la luna y de los mensajeros el primero. A lo mejor no como La momia, pero el aire Riordan y algo de American Gods lo tiene sin duda, y ha sido un deleite poder seguir descubriendo detalles de esta cultura divina, así como cazar los easter-eggs y retomar el estudio donde se quedó. De Khonsu a Horus, pasando por Osiris, Ammit, Isis... Francamente, la forma que ha tenido la serie de abordar estos mitos ha resultado muy satisfactoria, tanto por los detalles cuidados (como el uso de jeroglíficos reales) como por su implicación en la trama (ahí, ahí, fomentando la mitofilia y el apredizaje cultural), aunque una al final siempre acaba con ganas de ver más y tiene que padecer la incertidumbre por el futuro de la producción o del superhéroe. Y, por ceder la palabra a alguien más objetivo que yo, recomiendo encarecidamente los hilos de curiosidades de Ojo de Horus. 2. Un Indiana Jones a lo Marvel Si es que no mencionaba las otras producciones por nada, sino porque todas al final conducen a lo mismo: un viaje épico lleno de persecuciones, búsquedas de tesoros, parajes exóticos, enredos amorosos... Caballero Luna tiene todo lo que se puede esperar del género de aventura, así como del de superhéroes. ¿Echabais de menos los templos sagrados llenos de trampas? ¿La investigación? ¿Las conspiraciones? ¿Las mafias? ¿Los poderes legendarios? ¿Erais fans de La búsqueda? El viaje de Steven Grant y Marc Spector a lo largo de estos episodios no puede ser más entretenido mientras se hacen con su nueva identidad. Es oscuro al integrar elementos de terror y traumas como en WandaVision y Loki, sin despegarse de la diversión, como en Ojo de Halcón. Además, sus seis horas garantizan una trama ininterrumpida a la par que exploradora. Hay tiempo para vivir de todo, sentarse a respirar un poco y asimilarlo. Este viaje del héroe no dejará indiferente a nadie con semejante contexto introducido. PD: nótese que este post sale muy seguido del Día Nacional de los Museos. Tenemos un vistazo maravilloso a la sección egipcia del Museo Británico, just sayin. 3. Un Oscar para Oscar Toda aventura que se precie no es nada sin un protagonista a la altura. El despegue mediático de este guatemalteco es de ovacionar. En apenas diez años ha tocado toda clase de papeles: ha sido músico folk, un mutante llamado a provocar el apocalipsis, un piloto rebelde, un pintor, un político gobernador de un planeta, un hombre en crisis matrimonial, un ex militar apostador... Con cada papel se viene más y más arriba y es cuestión de tiempo que alcance la cima que se corona con la estatuilla dorada que de vez en cuando roza. ¿Y en Caballero Luna? Simplemente divino, DI-VI-NO. No se puede decir otra cosa. El desdoblamiento de personalidades, siendo una excéntrica, insegura y cómica y la otra, trágica, seria y peligrosa, es un ejercicio tan pulcro en él que hace que parezca sencillo. Oscar convive todo el tiempo entre Steven y Marc, entre el nerd que no encaja y que ama la historia y el sicario que solo busca saldar su deuda, y es admirable lo poco que le cuesta saltar de uno a otro todo el tiempo, lo cual provoca que la unión entre ambos termine súper sólida, justo lo que la trama pretendía. Tan pronto te hace reír como te genera dudas, un poco de nervios, miedo incluso... y una pena tremenda cuando descubres su origen. Como uno de los grandes actores de su generación, Oscar es todo lo que está bien en esta serie, los eclipsa a todos (incluso a Ethan Hawke, mal que me pese porque también soy súper fan). 4. «No vivimos en un mundo material; vivimos en un mundo psíquico» En el podcast Desayuno Seriéfilo (donde he tenido el placer de colaborar con compañeros majísimos y soberbios), comentamos como primera impresión el tremendo caos que pretende vender la trama con ese personaje, muy amoldado al concepto del multiverso, e inevitablemente, por su psicosis, tuvo que salir por mi parte una pequeña comparación con Legion, aquella serie sobre el hijo esquizofrénico de Charles Xavier que supuso una experiencia visual y argumental muy loca, la primera serie que vi que lograba meterte de lleno en la cabeza de un ente con poderes mentales para indagar en su funcionamiento. El héroe aquí no es esquizofrénico pero sí padece trastorno de personalidad múltiple, de manera que la lucha mental ocupa una parte importante de su sino. Sin el impacto de la ficción de Fox pero sí con el de WandaVision (en especial los dos primeros episodios), deja escenas algo locas, con cortes muy repentinos, muchas incógnitas y situaciones extrañas. Los episodios 4 y 5 son un deleite en este último punto. 5. Una experiencia digna de contemplar
La gran conclusión (y la única) a la que es capaz de llegar mi cherebelo. Es cierto que me he centrado en Oscar Isaac, pero aparecen más personajes con un desarrollo notable y listos para devolver los golpes (Layla es sin duda mi segunda favorita. El villano es presentado desde el primer capítulo y, aunque personalmente me hubiese gustado verlo más despiadado y más astuto, se marca un par de puntazos). Visualmente es una pasada; es de notar lo mucho que cuida últimamente Marvel la fotografía (cada vez mejorando una poquita más con respecto a la producción anterior): el CGI recibe un notable por mi parte y cada toma panorámica del desierto, de Egipto y de los elementos fantásticos es un regalo tanto para los admiradores de esta cultura como para los amantes de los paisajes. En cuanto a la acción, es llamativo que no se corta mucho a la hora de mostrar la violencia (posiblemente es la que más arriesga en esa materia, intentando aparentar cierto realismo que se agradece mucho). Me queda la mención de honor que, obviamente, debe ir para la banda sonora, probablemente la más memorable y la más épica desde Loki, con la que terminas de interiorizar toda la grandeza de los faraones y la Enéada. Sobresaliente. En resumen, si os gusta este mundo, no dejéis pasar esta joyita. La he colocado en mi top 3... y valiente la que se crea capaz de destronarla, porque no lo tendrá fácil. Después de toda esta lista ¿qué? ¿He conseguido convenceros? Post de Rosana Rábago¡Hola, allscreeners! ¿Seguís por aquí? Puede parecer que yo no, a no ser que escuchéis los Noches de series de cada semana, pero por aquí sigo y hay una tradición en la que no podía faltar. Nuestros adorados Upfronts, es decir, cuando informamos de las novedades del panorama seriéfilo de cara a la próxima temporada. Ya sabéis que estos posts informativos forman parte de All Screens desde sus inicios (de cuándo aún nos llamábamos Legends of Flarrow, que tiempos aquellos) y si ya lo hicimos en 2021, 2020, 2019, 2018 (con la inestimable ayuda de Naiara) y 2017, pues este 2022 no podían faltar. Así que, sin más preámbulos, ¡empezamos! Como os decía antes, este post es tradicional y nunca falla. Pero como sabemos que sois muchos los allscreeners nuevos que habéis llegado y los que llegaran en estas fechas, no quiero dejar de recordar que son los Upfronts, aunque seguro que ya muchísimos sois concientes del evento que suponen. Y cada vez más. Pero nunca está de más la explicación. Así que allá va. Los Upfronts son el momento del año, que habitualmente tiene lugar a mediados de mayo y que suele durar como una semana, en el que las principales cadenas americanas de televisión en abierto, de pago y este año, sí que sí, incluso las plataformas en streaming se visten de gala y sacan la artillería pesada para anunciarnos las nuevas series y programas que emitirán durante la próxima temporada y la parrilla que lucirán estos canales a partir de septubre. No solo eso, unos días antes e incluso alguna cadena se guarda algún anuncio para estas fechas nos dan muchas alegrías y penas anunciando las renovaciones y cancelaciones, es decir, de qué serie nos toca despedirnos para siempre (mención especial a la ya conocida como “Boda Roja” de este año en The CW) o cuáles, por el contrario, estarán con nosotros un año más. Vamos, como veis, es un evento en toda regla para cualquier seriéfilo. Uno del que, por cierto, no solo informamos en el post, sino que cada año, también intentamos cubrirlo desde nuestro perfil de Twitter (bajo el hashtag #Upfronts2022 dentro de nuestro ya habitual hashtag #NoticiaSeriéfila) para que así podáis estar pendientes en cada momento de estos Upfronts. Sin embargo, también nos parece conveniente que tengáis la información aquí algo más organizada. Por eso, como cada año, os dejamos, ordenados por cadenas, las distintas tablas en las que encontraréis las renovaciones, cancelaciones, nuevas ficciones y esas series cuyo futuro aún está en el aire. Además, como en los últimos años, también os dejaremos la parrilla de cada cadena a partir de septubre y todo esto acompañado de los distintos trailers y toda la información que podamos recopilar. ¿Preparados? ¡Comenzamos!
Y ahora, como diría Bugs Bunny, toca entonar el: "Y eso es todo, amigos". Pero ya sabéis que All Screens continúa y que también podéis encontrarnos en Twitter, Facebook y Youtube para disfrutar de nuestras series y cine favoritos. ¡Nos vemos pronto, allscreeners!
Post de Naiara Salinas La teoría de El resplandor señala que en determinadas partes del mundo, determinadas personas nacen con una sensibilidad especial, que no constituye de buenas a primeras un don (o, por lo menos, no de forma definida), pero abre las puertas hacia ese poder. Si nos atenemos a la regla no escrita de que todo poder considerado «resplandeciente» o «luminoso» es positivo, nos anticipamos a la posibilidad de que surja una fuerza que lo contrarreste, es decir, oscura. Pero como no hay luz que no proyecte su sombra, dicha sombra dependerá de esa luz para existir, oseasé, deberá absorber como pueda el resplandor para seguir siendo una realidad, generalmente acometiendo algún tipo de atrocidad como el asesinato. Puede que Stephen King creara o no sin darse un cuenta un principio general para la fantasía. No tengo pruebas que confirmen ese dato, pero sí me ha resultado curioso toparme con él en la nueva serie de Apple TV+, basada en la novela homónima de Lauren Beukes, que he podido ver ya completa: Las luminosas (no confundir con Las luminarias de HBO Max. Esta es más guay). Elisabeth Moss contra un asesino en serie Entre los muchos nombres que producen esta serie compuesta de ocho episodios de entre 40 y 55 minutos de duración destacan el de la propia autora de la novela y el de Leonardo DiCaprio. Protagonizada por Elisabeth Moss (quien también ha puesto dinero y hasta dirección), nos introduce en un thriller fantástico envolvente en torno a una serie de asesinatos a mujeres luminosas que Kirby, una víctima superviviente que vio truncado su futuro como periodista tras el suceso, decide investigar en la compañía del reportero Dan Velázquez (Wagner Moura, antiguo Pablo Escobar en Narcos) mientras afronta una realidad alternativa, también consecuencia del ataque. Completan el reparto Jamie Bell (Billy Elliot, Rocketman) como Harper, el asesino; Erika Alexander (Déjame salir) como Abby, la directora del periódico; Amy Brenneman (The leftovers) como Rachel, la madre rebelde de Kirby; Chris Chalk (Gotham) como Marcus, interés amoroso; y Phillipa Soo (Hamilton, Dopesick) como otra de las supuestas luminosas. Silka Luisa (Halo, Strange Angel) es la showrunner. Antagonista y misterio: los puntos fuertes de una trama desarrollada como slow burn Uno de los aciertos de este guion es la construcción o manejo de la intriga, de una forma muy similar a Separación (otro producto de la manzanita mordida), señalando desde el principio el contexto tan extraño y paranormal en el que se va a desarrollar pero sin dar ni una sola pista de la motivación del villano, etiquetado desde su primera aparición. Resulta curioso porque me he percatado de que una peculiaridad de los thrillers fantásticos frente a los normales es que mantener la identidad del malhechor en interrogantes no importa tanto como ahondar en su motivación y en el funcionamiento de su poder, es decir, la premisa no se centra en el quién, sino en el por qué y para qué. Pero hasta que lleguemos a esas respuestas (tampoco se tarda tanto) tenemos de por medio el misterio de Kirby y su habilidad. Un guion que aparentemente avanza paso a paso va dejando cliffhangers cada vez más llamativos al final de cada episodio hasta sumergirnos en el pasado de los personajes principales. Apple no es ninguna idiota y sabe que esa clase de estructura funciona de maravilla para mantener enganchado al espectador, aparte de que el elemento fantástico no se introduce tan explícitamente, sino que es muy sutil (a quien espere una magia más visual esto puede decepcionarle) y sirve al misterio como las líneas temporales en Westworld (ojo con perderse en este laberinto). La presencia de Elisabeth Moss eclipsa a un Wagner Moura más apagado que en Narcos pero muy eficiente (aunque su trama podría haber tenido mejor desenlace), mas no a un Jamie Bell que para mí destaca en un registro nuevo donde consigue transmitir un aire seductor escalofriante a pesar de sus pintas tan inofensivas que causa que toda escena donde aparece se llene de inmediato de un clima frío y tenso. Debido a lo que se centran en la investigación de Kirby, rítmicamente cuesta tener la sensación de avance durante el nudo de los capítulos, pero esa contemplación nos permite profundizar en la relación de Kirby con su asesino y las víctimas, así como otros personajes. Se trata de una persona que refresca un trauma que poco tiene de antiguo y que vive en una espiral de dudas constantes sobre su realidad, así que su evolución, como la de otros, es muy orgánica. La investigación, de hecho, es lo más estimulante, tanto para ella como protagonista como para el público amante de los misterios y de ir conectando hilos. Para mí el aspecto más decepcionante es lo poco que se explora el origen de las luminosas o su razón de ser: justo la parte mágica, sobrenatural o como queráis llamarla es lo que menos chicha tiene salvo en lo concerniente a Harper, a quien sin duda disfrutas viendo maquinar hasta comprender qué clase de individuo es. Da gusto que se tomen su tiempo en explicar este antagonista con su propio episodio. Su nivel de presencia se equipara al de Kirby, porque la batalla en el fondo es entre ellos dos: saldar una cuenta pendiente. Conclusión
Las luminosas ofrece un conjunto de calidad en narración e interpretación, es como leer/ver El resplandor bajo un prisma únicamente femenino donde se acentúa el misterio sobre el terror (más cercana a Doctor Sueño, si os vale). Aunque parezca que le cuesta, no tarda nada en poner los puntos sobre las íes con una estructura definida desde el principio hasta un final muy cerrado que no parece augurar ninguna continuación. Esto también tengo que decirlo: aunque al final el papel de Moura no sea tan potente como podría, siempre es un placer verlo, sobre todo cuando habla portugués (orgullo brasileño). Y sé que todos queremos a Moss, pero un Emmy para Bell nunca sobra en este caso. Desde el viernes 29 están disponibles los tres primeros episodios y el resto se estrenarán individualmente cada semana. Post de Teresa Antón En medio de la polémica de Netflix con sus contraseñas, precios y producciones, el viernes pasado se estrenó una serie que como muchos otros llevaba mucho tiempo esperando. Tras vermela entera en una mañana puedo decir que no decepcionó. Pero volvamos un poco atrás para hacer la crítica. Heartstopper es una saga de novelas gráficas escrita por Alice Oseman. A parte, la autora británica tiene otras novelas (esta vez de narrativa) que están ambientadas en el mismo universo, algunas anteriores a Heartstopper. Sus libros se han convertido en los últimos años en un éxito de ventas, pero Heartstopper siguen siendo los más famosos y estos comenzaron en Webtoon (algo similar a Wattpad pero para comics e historias gráficas). Cuando Netflix anunció su adaptación, el fandom se volvcó al completo para promocionar y atender todas las noticias que salían y por lo que he visto en Twitter, la gente ha quedado contenta con la adaptación. Hablemos ya de la serie. Para quien no la conozca os presentaré un poco su historia. Heartstopper tiene como protagonista a Charlie Spring, un chico de 15 años que va a una escuela solo para chicos y que empieza un nuevo curso. Charlie es gay y todo su instituto lo sabe ya que el curso anterior fue sacado del armario y recibió mucho bullying por eso. Pero este es un curso nuevo y le esperan nuevas cosas. Una de ellas es su compañero de pupitre. Nick Nelson. Nick es alto rubio y tiene cara de bonachón inglés. Nick es jugador de rugby y va un curso por delante de Charlie. Nick tiene amigos populares y es amable y sociable. Y Nick es el crush de Charlie desde esa primera clase, porque el instalove es una trama argumental. Todos le dicen a Charlie que se olvide, que es hetero, pero ¿realmente será así? Con esta historia comenzamos y tal vez estéis pensando que no es el romance más original del mundo, pero Heartstopper tiene algo que atrapa y es lo tierna que es la historia y sus personajes. Con unos actores que resultan achuchables y una historia que califica para ‘comfort tv show’, estuve dentro de ella y ya les he cogido un cariño enorme. La serie cuenta con 8 episodios de solo 30 minutos, así que puedes verla en un suspiro y yo ahora solo suspiro porque anuncien ya la segunda temporada. Entre las cosas que más me han destacado, ha estado la banda sonora y es que me he quedado enganchada a las canciones de este sonido score. De hecho, estoy escribiendo la crítica mientras escucho su playlist en Spotify. Las canciones me han encantado y la letra de algunas de ellas encajaban muy bien con el momento que estábamos viendo en pantalla. Otro aspecto técnico que me tenía enamorada, y seguro que llamará la atención, son las transiciones y filtros que aparecen. La historia parte de una novela gráfica y para las transiciones entre escenarios utilizan un encuadre típico de las viñetas como guiño a su origen. Pero además, hay varios momentos en los que se utilizan filtros de colores o con pequeñas animaciones como hojas y mariposas que simbolizan sentimientos y sensaciones al mismo tiempo de dar una atmósfera de ilustración. En general toda la parte visual de la película me ha encantado. Desde alguno de los planos hasta la fotografía, pasando por la importancia que le dan al amarillo y el azul. Estos dos colores aparecen en algunos de los filtros, en la ropa de la pareja protagonsita, en accesorios y decorados… Son dos colore que no solo combinan muy bien, sino que también simbolizan emociones opuestas y son emociones que sienten los personajes de esta serie. Por último, hablemos del reparto. Tenemos algún nombre conocido como Kit Connor, Nick, Olivia Coleman, su madre, o Sebastian Croft, Ben, pero la mayoría estaban en su primer trabajo y auqnue a mi parecer han hecho un buen trabajo, aún les queda algo por pulir. Igualmente los personajes, y no solo los protagonistas, me gustan tanto que he amado al reparto. En conclusión, Heartstopper es una serie de romance adolescente entre dos chicos adorables que acabarás amando. Sus amigos y familia son igualmente geniales y tienen un papel importante en la historia e incluso sus propias tramas. La serie trata temas como el descubrimiento de la sexualidad propia, el bullying, la amistad y los primeros amores. ¿Y la adaptación? ¡No he terminado! Ya que puedo hablar de la serie voy a aprovechar para no hacer solo una crítica, sino que también voy a comentarla como adaptación. Así que si esta parte no os interesa tanto, pues la he dejado fuera de la crítica. Igualmente, seguimos sin spoilers. Si habéis visto la serie o habéis estado atentos a Twitter ya os habréis enterado de que ha sido una adaptación MUY fiel. Todos los lectores coincidimos en que haber tenido a Alice Oseman en el proyecto ha hecho que la serie haya dado vida a los libros, a pesar de que obviamente han tenido que realizar algunos cambios. La serie nos cuenta la historia de los libros 1 y 2, e incluso recoge una trama (o 2 depende de cómo lo veas) del 3º. Esto apunta a que si tenemos otra temporada tendrán que añadir algo más a la trama del 3 o casi saltarán al 4 y al 5 (que aún está sin publicar y será el último). Además, los capítulos de la serie recuperan el nombre de los capítulos de los libros y ese ha sido un guiño bonito. Pero hablemos de los cambios. En la serie los amigos de Charlie han cobrando una mayor importancia: Tao, Elle, Tara y Darcy tienen su propia historia. Por el contrario, los amigos de Nick tienen menos presencia. El personaje de Aled ha desaparecido, siendo sustituido por Isaac (un gran lector), y sus tramas serán dejadas para futuras temporadas. No sé cómo harán para introducir al personaje más tarde con el curso empezado, pero la autora explicó que si quería meter a Aled necesitaba contar su historia de Radio Silence (la novela en la que se desarrolla) y no lo podía hacer bien en la primera temporada con las otras tramas pasando. Mi apuesta es que ya que se han robado bastante de la 3ª novela gráfica, tendremos la trama de Radio Silence mezclada con eso (así que me tocará leerlo). Vemos mucho más el colegio de chicas. Las novelas gráficas ocurrían principalmente en la escuela para chicos, pero aquí podemos ver el colegio de Elle, Tara y Darcy y este es un cambio que me gustó. Además, en el aspecto “femenino” tenemos un nuevo personaje: Imogen. Su papel me parece un poco tópico, pero puedo entender que la hayan metido como contrapunto para tensar la relación de Nick y Charlie. Así que aceptaré su presencia. Los mensajes continúan. En las novelas gráficas creo que los mensajes eran simplemente por móvil, pero aquí están realizados a través de Instagram (aunque diré que los ingleses son de Snapchat). De todas formas, esta forma de comunicaicón se mantiene en la serie, pero en algunos casos ha variado. A veces alguna conversación a pasado a ser cara a cara, y en otros casos lo hemos visto en forma de recuerdo y no leyendo el texto. El personaje de Tao tiene una mejora. Esto es totalmente subjetivo, pero hora dan una dimensión diferente a Tao. Quien se le ve más inseguro por los cambios y el perder las amistades que en los libros lo que explica su comportamiento. Igualmente, también se exagera su imagen. Él no es el único personaje que tiene cambios. En la serie Tara no es abiertamiente lesbiana y esto provoca cambios en la trama; también tenemos más presencia de Ben ¿por qué? ¿POR QUÉ? Y en cambio eliminan completamente a Olly, el hermano de Charlie, y ahora le echo de menos. Pero Tori, su hermana, sigue siendo genial. Vemos más rugby que en el libro, lo que tiene sentido ya que se supone que están en el equipo, e incluso nos añaden un Día de los Deportes para fomentar el ejercicio físico entre los que estamos en el sofá viendo la serie. Y sin embargo, desaprovecharon la oportunidad de darnos un beso cliché cursi a lo Disney Channel como el de Hillary Duff y Chad Michael Murray. ¡Vergonzoso! También hay otros cambios, más pequeños, pero en general todas las decisiones tomadas mantienen la esencia de la historia y tienen sentido. Probablemente haya sido una de las adaptaciones más fieles que he visto desde ‘Cariño, cuánto te odio’.
Post de Naiara Salinas Me parece que pocas veces voy a tener la reacción que he tenido viendo esta serie. Aún, mientras escribo este artículo, estoy asimilando lo que Amazon Prime ha decidido compartir conmigo. Si creíste que The Boys era muy fuerte y muy gamberra, ay, mi ciela, aún no has visto nah de nah. Los héroes más antiheroicos de todo el género superheroico Tiene gracia. Antes de que se estrenara The Boys, consideraba que la serie más hardcore de superhéroes era The Umbrella Academy. Pero The Boys..., ay, cómo definir The Boys. Así como Shrek subvierte las reglas del cuento clásico, The Boys es la corrupción de los valores que suele defender el género señalado, lo cual se refleja para empezar en el lucro de la agencia que patrocina al súper equipo de los Siete, que convierte los actos nobles, el salvar vidas, en un negocio, pura campaña de marketing que sirve a una crítica bien lanzada contra el auge presente de las redes sociales, el consumismo y la vorágine de exposición falsa, en definitiva. Coger a una figura ficticiamente incorruptible y ponerla en el rol del famoso divo más hipócrita que un actor de la antigua Grecia es un sopapo en la jeta y un juego inteligente, porque demuestra que nadie está libre de esta enfermedad tan vil de las apariencias. Hemos visto dos temporadas desarrollando esta idea con tremendo éxito. En cambio, ¿qué es The Boys Diabolical? ¿Podemos decir que conserva esa esencia? Hummmm sí y no. La serie como tal no sigue ese parámetro tan lineal con los mismos personajes; es una antología compuesta por 8 episodios de unos 12-15 minutos (se ve en nada, en serio), cada uno con una aventura diferente y que no conecta necesariamente con las demás, pero sí contribuye a aumentar el espectro de todo lo que rodea a este universo. Algo positivo que tiene Diabolical es que, al no estar tan centrada en la historia de los personajes principales, sino en el contexto, nos ofrece una mirada más detallada hacia los efectos que tiene la sociedad que han construido los Siete mediante el manejo del compuesto que otorga los superpoderes. ¿Es necesario entonces ver The Boys para seguir esta serie? Opino que es preferible, ya que obvia mucha información, omitiendo por ejemplo la presentación de personajes que ya conocemos. ¿Significa eso que el público no puede acceder bien a estos episodios tan ligerillos sin esos datos? Tal vez no le transmitan lo mismo, pero el mensaje de cada episodio se puede captar muy bien, no es necesario tampoco ser un experto en The Boys para entender Diabolical. Un cóctel explosivo (literalmente) Volviendo a responder la pregunta y hablando en términos artísticos, The Boys Diabolical también es una vanguardia. Y, si hay que concretar más, es un cuadro cubista, un Picasso, cuyos episodios van firmados por una persona distinta, con muchos nombres famosos en los créditos y alguna que otra sorpresa... a menos que se estuviese atento/a/e a las noticias o notas de prensa sobre los fichajes. Diabolical es un brebaje elaborado con ingredientes que uno no piensa combinar hasta que los ve juntos y considera que tal vez sean un buen equipo. Coged la versatilidad de géneros de The Afterparty, con la violencia de American Dad, la sátira de Bojack Horseman y la trama de The Boys y como resultado obtenéis Diabolical. Cada episodio está impregnado del estilo y la voz de su autor principal: el diseño pasa por el anime japonés, el anime rollo Futurama... Hay una historia romántica, una historia juvenil... Incluso una revisión de Chicas malas muy top. Lo que une a todas es el componente excesivamente violento, hasta el punto de que la señal de «para mayores de 18» debería estar puesta en grande y en el centro del póster. Si creíais que con el live-action ya eran intensitos en este aspecto, con la animación no se cortan ni un pelo: aprovechando que no tienen que gastar en sangre falsa, se desquitan todo lo que pueden y más (supongo que aquí podría mencionar que Seth Rogen es uno de los productores ejecutivos, aunque eso afecta más al humor negro del guion que a los órganos descuartizados decorando cada escenario. Creo). Conclusión
Como ocurre en toda antología, hay episodios que son más llamativos que otros, o cuyo resultado es más eficaz, hablando pronto y en líneas generales. Algunos exponen la crítica de forma más abierta y otros la esconden tras el entretenimiento visceral. En general la mayoría cuentan con historias muy locas que a más de uno le harán preguntarse qué demonios se fumaron los guionistas (ejemplo: el episodio de Awkwafina). Debido a las ejecuciones tan dispares no llegas a conectar con todos los protagonistas de cada historia, pero es muy ligerilla, no cuesta encontrarle el punto y puede ser buena opción para cualquier rato de aburrimiento. Aparte, los cameos de The Boys tienen su gracia, porque no en todos los casos tienen mucho que ver con el live-action. Yo le daría un 6,5, porque The Boys la suelo tener enmarcada en el notable alto y puestos a comparar... A partir de mañana, 4 de marzo, la tenéis disponible en Amazon Prime. Post de Tessa ¿Crees en las segundas oportunidades? No, no estoy haciendo un test de Buzzfeed (¿os habéis fijado cómo han sustituido a los test de la Cosmo de hace unos años?). Resulta que yo SÍ creo en las segundas oportunidades, pero en este caso estoy hablando de series. A veces, en mi primer contacto con una serie, no surge el amor; sin embargo, más adelante si le doy otra oportunidad es posible que me sorprenda. Así que moraleja: No te rindas, Sigue luchando, No pierdas la esperaza… y cualquier frase motivadora que encaje en este tema. Y tras dar la moraleja de este post al inicio en vez de al final porque así soy yo, os voy a contar una serie de series a las que les di una segunda (o incluso tercera) oportunidad y cómo fue. Porque algunas historias de amor entre yo y la serie de turno tuvieron un final feliz, pero otras no tanto. Así que esto va a ser una mezcla entre post motivador para que déis segundas oportunidades y a la vez un recorrido histórico por parte de mi vida seriéfila. Prison Break, Heart Break Veía capítulos de Prison Break hace ya muchos años cuando se emitía en La Sexta, pero no recordaba mucho de ella así que cuando crecí un poco decidí empezármela. Y tuve un flechazo total, un amor a primera vista (porque fue ya en el Piloto) y acabé locamente enamorada de la serie en esa primera temporada. Y remarquemos el primera temporada ya que con la segunda acabé atascada porque no me gustaba y rompió mi corazón. Pero como creo en las segundas oportunidades, unos años después, con el anuncio de la nueva temporada, decidí darle una de esas. Empecé desde el inicio, para poder disfrutar de nuevo de los grandes momentos que me dio y porque la cultura de la nostalgia ha hecho mella en mí. Luego continué con la 2ª temporada un poco preocupada, pero la cogí con ganas. El experimento falló. Lo intenté de nuevo, esta vez partiendo desde el capítulo donde la había dejado. Volvió a fallar. Ahora, se ha quedado como una serie que me encantaría ver, pero que nunca puedo avanzar de la segunda temporada. Aunque de vez en cuando disfruto de capítulos de la primera en Netflix. Resultado: ❔ Agentes de S.H.I.E.L.D. a punta de pistola Como fan de Marvel cuando anunciaron la serie de SHIELD, la empecé con muchas ganas y ese primer episodio me gustó mucho. ¿Una chica hacker que iba a aprender a patear traseros y sin superpoderes en un mundo de superhéroes? Skye era totalmente mi tipo de protagonista y estaba muy feliz con ella. Pero tristemente, aunque la premisa y personajes me gustaron, eso fue todo y pronto empezó a decaer para mí y no pude ni terminar la temporada. Llegó el verano de 2015 y conocí a las chicas con quien más adelante comenzaría una gran amistad y este blog. Y como trabajaba en el mismo sitio de prácticas de Rose, hablábamos mucho. Resulta que no le pareció nada bien que hubiera abandonado la serie y bajo amenazas de spoilers de otras series acabé dándole otra oportunidad. Tardó un poco, pero la serie terminó cuajando y acabó pasando a ser una de mis series más esperadas de cada años. Incluso escribí un post de razones para verla. Pero cosas de la vida, resulta que nunca he terminado la serie y ahora no encuentro el momento para seguir con ella. Resultado: ✅ The 100: Del odio al amor en un salto espacial A estas alturas no recuerdo que me hizo rechazar la serie. A veces creo que fue el trailer lo que me hizo dejarla de lado ya que me pareció terriblemente malo y el hecho de que empezara la gente a hablar tanto de ella me llevó a cogerle manía. Pero resulta que viajé a Londres (lugar en el que vivo ahora, pero entonces solo iba de visita) y a la vuelta para el avión compré una revista de tv en el aeropuerto. En la revista había un reportaje hablando de la nueva serie adolescente de The CW y no sé que fue lo que vi allí, pero me convencieron las palabras de quien lo escribiera porque aterricé en España con ganas de empezarla. Y entonces implementé mi regla de los 3 episodios. Una regla que mencionamos mucho y algún día explicaré, Rose la usó no hace tanto tiempo para el reboot de Gossip Girl. Tras tres episodios estaba muy enganchada y shippeando Bellarcke como loca. Después de eso The 100 se mantuvo mucho tiempo como una de las series que siempre llevaba al día, que más me emocionaba comentar y crear teorías, como esta sobre qué creía que pasaría en la Temporada 4, o incluso haciendo post absurdos y divertidos como el de la Edición Supervivientes. Y ahora viene mi confesión. No he terminado la serie. Nadie que me ha oído hablar de ella puede entenderlo, pero sí, cuando empecé la última temporada me atasqué. Tras años sufriendo y de repente no podía saber como terminaba, en parte fue que la tmeporada no iba muy interesante y que tenía miedo de que no me gustara el final. Hace poco me spoileé un momento muy importante de ese final y ahora no sé si verlo o no porque ¡¿cómo pudo pasar eso?! Resultado: ✅ Teen Wolf y Pequeñas Mentirosas: Cuando la fórmula perfecta para mí, resulta no ser tan perfecta Estas dos las he agrupado porque su historia ha sido similar conmigo. Ambas tenían unas premisas que prometían mucho para mí ya que son el tipo de historia que me gusta, especialmente Teen Wolf porque ¡HOMBRES LOBO! De verdad que son series que he querido ver mucho, que todos a mi alrededor aman y que adoro oír a los fans de ellas, ver memes y edits. Pero en PLL me quedé en la 2ª Temporada (aunque vi parte de la 3), hay que señalar que tenía un gran spoiler cuando la empecé y no sé si ello me motivaba a verla o me quitaba las ganas. Teen Wolf no he avanzado de la primera temporada, en 2021 le di la tercera oportunidad porque quiero que me guste, pero cada vez que la empiezo de nuevo la abandono incluso antes. Ya no sé que hacer porque ¡HOMBRES LOBO! Debería estar amando esa serie, pero no puedo con ella. Ahora se viene la película así que os dejaré elegir. Podéis comentar aquí o en twitter. ¿Debería darle una 4ª oportunidad? Resultado: ❌❌ Once Upon a Time: Segundas, Terceras, Cuartas en Infinitas Oportunidades Esta serie fue como una broma para mí. La primera temporada y la trama de Peter Pan fueron lo mejor para mí. Y sí, hubo algún que otro capítulo bueno por ahí, pero en general no me gustaba la serie. Así que cada año decidía abandonarla y ya dejarla en la temporada que acababa de terminar, para que cuando llegara la siguiente volviera a darle otra oportunidad y la siguiera. Creo que si se puede decir que he seguido una serie por pura cabezonería fue esta (aunque Gossip Girl y Glee no se quedan lejos, nunca me planteé realmente abandonarlas). La serie tuvo muchas oportunidades y, aunque la terminé (con trampas porque de la última temporada he visto los 4 primeros capítulos y el último), nunca voy a poder recomendarla ya que no creo que me haya gustado. Resultado: ❌ True Blood: De la indiferencia y a la obsesión ¿Recordáis esa revista de la que os hablaba antes? Bueno, resulta que tenía un reportaje también sobre la última temporada de True Blood (Sangre Fresca). En mi fiebre Crepúsculo no solo leí varios libros de vampiros, sino que decidí dar una oportunidad al mismo tiempo a True Blood y Crónicas Vampíricas, la primera no pasó de los 3 episodios, pero la segunda me enganchó de veras. Sin embargo, tras leer el reportaje sobre su temporada final decidí darle otra oportunidad. ¿Por qué estaba leyendo un reportaje de una serie que no veía? Ni idea. Lo que sí sé es que quien sea que escribiera en esa revista, debía ser bueno porque me hicieron dar otra oportunidad a 2 series.
Al final todo resultó en Tessa haciéndose una mega maratón de la serie porque estaba muy enganchada y en llegar al final de la sexta con ansiedad de que saliera ya la última. Sí, el reportaje hablaba de ella, pero era una previa ya que no se había estrenado. Sinceramente, me parecía indignante que se atrevieran a dejarme así esperando cuando yo acababa de verme la serie entera del tirón en unas semanas. Y decidí meterme otra maratón, pero esta vez era de los libros de True Blood (que son 13), esos de los que habló Naia, mientras soportaba la espera de unos pocos meses para el finale de la serie. Resultado: ✅ En conclusión, si aún no creéis en las segundas oportunidades tal vez tengáis que replantearoslo. A veces las cosas no nos sorprenden a la primera, sino a la segunda. O tal vez nuestros gustos cambien con el tiempo. ¿A que serie daríais o habéis dado una segunda oportunidad? Yo creo que mi próxima será Legacies. Post de Naiara Salinas (con la colaboración de Zamine Nash) Ya sé lo que estáis pensando: «Pues, Naia, para ser tu favorita de Marvel en 2021 mucho te has hecho de rogar con este artículo». Nininini, las cosas de palacio van despacio y lo bueno siempre se hace esperar. Además, mi compi Rose ya habló de ella en su día. Y, por mi parte, esta serie merecía tanta atención que no en uno, sino en DOS formatos os traigo mi opinión. WandaVision supuso una revolución. Falcon y el Soldado de Invierno, una reflexión. Loki, un bombazo informativo. Es el turno de comentar qué es lo que aporta Ojo de Halcón a este tándem. 1. Oda al personaje más infravalorado de los Vengadores Que exista un musical de los Vengadores sobre la batalla en Nueva York y que el verso de Ojo de Halcón simplemente diga que «es un tío muy majo» en contraste con las súper habilidades de los demás, ya indica de antemano el gran cariño que se le tiene a este arquero. Es más, la primera vez que se anunció esta serie la mayoría se quedó como: «Hum, ¿pero y de este qué van a contar? Qué pereza, solo es guay cuando está con Natasha y ella ha muerto». O peor: «¡Oh! ¡Seguro que introducen a Kate Bishop! Bieeeeen, ¡queremos a Kate!». Yo no menosprecio a Kate y también me hacía ilusión verla, pero si había un personaje que se merecía el foco para variar en toda la saga era Clint Barton, un hombre que no me canso de ensalzar porque que Marvel no haya querido darle atención no significa que no la merezca. Y esta serie se porta estupendamente destacando la gran inspiración que supone a través de los ojos de su más fiel admiradora (aparte de mí): justo Kate, que durante la misma batalla antes mencionada contempla a su ídolo saltar desde una azotea con su arco como si fuera un dios. Y sí, Clint realmente es un «tío muy majo», pero tenemos ocasión de ver en profundidad por qué: aparte de profundizar en su faceta de padre, vemos por primera vez cómo interactúa con la gente como hombre de a pie y como héroe, el respeto que se le tiene, lo bien concienciado que está sobre lo que importa y cómo a menudo se niega a usar el camino fácil y continúa protegiendo a los demás. Sigue jugando su rol clave, pero por una vez se ve obligado a salir de las sombras y dar la cara para hacer frente a su pasado en una aventura muy estrambótica. Hablando de lo cual... 2. El dinamismo de un guion que va sin prisa pero sin pausa La trama de la serie se concentra en unos cinco días aproximadamente. ¡No llega a una semana! Es una trama con mucha acción, misterio, comicidad y momentos muy bien seleccionados de pausa que buscan el desarrollo de los dos protagonistas (porque sí, ya veis que en el cartel no hay un solo héroe, sino dos). Cinco-seis días en seis episodios con un desarrollo muy ligero pero increíblemente equilibrado que ni se vuelve pesado ni pierde el foco. Justo por su duración no se permite hacerlo. La serie toma la filosofía británica y demuestra que a veces menos es más, con una trama muy sólida que se vuelve emocionante en cada capítulo, que pasa en un suspiro y te cuenta muchas cosas. El compendio de emociones en esta serie no tiene parangón y su fluidez a veces te recuerda a la vida misma, solo que con toda la adrenalina del género. Dicho de otra forma, a la historia le sienta bien cada ingrediente que se incluye en ella, desde las referencias a los cómics, pasando por los chistes y situaciones rocambolescas, hasta lo más dramático, que es justo y necesario. 3. Kate Bishop: el orgullo de la casa Hay muchos ingredientes que suponen un soplo de aire fresco, pero el mayor de todos sin duda es Kate (qué, nunca dije que me cayera mal. ¿Acaso no visteis mi top de personajes del año pasado?). La dinámica Kate-el resto del mundo es la razón por la que la ficción nos resulta tan simpática. Es un personaje que congenia con héroes, antihéroes y villanos y nos brinda grandes diálogos y momentos que te tocan la patata y te hacen soltar una carcajada. No tiene ni una sola mala escena con ninguno de ellos. Hailee se come la pantalla y consigue brillar con luz propia, siendo el mejor personaje introducido en una serie de Marvel de lejos. Nadie puede eclipsar su espíritu, ni siquiera su co-protagonista. Ambos forman un tándem bien compenetrado: donde Clint aporta experiencia, Kate es descubrimiento; donde Clint es calculador, Kate es espontánea. Es un joven que fangirlea como una adolescente, protege a su familia como la heroína que quiere ser, aprende e inspira. Además, es la dueña de Pizza Perro. Como para no quererla. 4. La mejor reunión de personajes en mucho tiempo La serie no solo nos introduce nuevos personajes, sino que también recupera a varios antiguos que hacen las delicias al conectar tramas, abriendo unas nuevas y cerrando otras. Es una trama que llegó en buen momento y con la que se homenajea el salto que ha dado el UCM, desde aquellas primeras series hasta las nuevas, sin olvidarnos del cine. Ojo de Halcón se nutre de todas las fuentes y es una delicia ver a personajes nuevos interpretados por grandes actores saltar de las páginas y reencontrarse con otros, porque, aparte, cada uno aporta una capa más al relato; por ejemplo, tenemos a la madre de Kate (con una Vera Farmiga en su línea) como reflejo de la dualidad entre el bien y el mal, a la que se une Maya, ya que ambas son mujeres que luchan por su familia, sin importar la senda a la que eso les lleve. Hablando de Maya, ya que estamos, la serie no solo vale para ceder el testigo a Kate en adelante, sino que es la segunda en preparar el camino para un spin off... en este caso de antiheroína más que de villana, aunque legítimamente era lo segundo: Echo. Un personaje con una historia muy interesante y una dimensión emocional de las que engancha. Gracias a ella también tenemos ocasión de ver una de las partes menos conocidas de Clint, relacionada con su oído. 5. Un contexto muy familiar Al final todos los ingredientes me llevan a esta conclusión. Al contrario que las otras series (sin contar What If), que presentaban ideas y reflexiones más complejas, todo en Ojo de Halcón sigue una estructura y planteamiento muy sencillos y genéricos porque es una serie literalmente para todos los públicos: para los que aman la comedia, los que son más de acción, los de drama, donde hay niños y adultos, padres e hijos, y hasta animales. Tan universal es que hasta su contexto es un eco (*guiño*) de todo ese ambiente hogareño: ¡la Navidad! Por tanto, se convierte en una opción muy buena para cerrar lazos entre pequeños y mayores y pasar un buen rato mientras se viven las mismas situaciones de toda familia (preparar el árbol, vestirse con los jerseys horteras, sufrir el estrés del empleo por querer llegar a tiempo a casa...) y..., bueno, otras no tan típicas. Podría seguir, pero creo que ya es momento de pasar a la parte con spoilers, y os animo a que la veáis si sois espectadores de Ojo de Halcón porque cuento con una invitada muy especial: ¡Zamine Nash, de Tierra Cero! Post de Naiara Salinas ¿Alguna vez has imaginado que tu vida es una película? Mejor aún, si lo fuera, ¿qué género sería? ¿Cómo percibes la realidad? ¿Eres como Lizzie Maguire y crees que tu conciencia es animada? O a lo mejor eres como yo y no paras de relacionar cada acontecimiento con una canción (#LaVidaEsUnMusical). Este viernes 28 se estrena en Apple TV Plus una comedia que da rienda suelta a esta clase de imaginación en un contexto que justo pide objetividad para llegar al quid de la cuestión. Ojito, que lo que se vende con The Afterparty solo es la punta del iceberg. Seguid leyendo para saber más y, tranquis, que tenemos prohibidos los spoilers. El regreso de los buddies de la comedia criminal The Afterparty es una serie que se desarrolla durante una reunión de ex-alumnos en su viejo instituto. Todo marcha como la seda, de forma más o menos «normal» (la normalidad, pronto se ve, está sobrevalorada aquí)..., hasta que, durante la fiesta posterior (claro, de ahí el título, je) el anfitrión aparece muerto, aparentemente asesinado. Ahí es cuando entra en acción la inspectora Danner, que no contenta con intentar resolver el crimen también tendrá que lidiar con la singularidad de esos individuos durante el transcurso de cada entrevista. El responsable es alguien que se ha ganado el amor de los fans sin mucho esfuerzo por sus alocadas e ingeniosas ocurrencias: Christopher Miller, que junto a Phil Lord nos ha dado títulos como Infiltrados en clase, La Lego Película, Spider-Man: un nuevo universo, episodios de Cómo conocí a vuestra madre y Brooklyn Nine-Nine... Lord no dirige junto a su compañero, para variar, pero sí está presente en el equipo de guionistas. No creo que necesiten más presentación y no creo que necesite muchos adjetivos para describir esta serie porque si conocéis estas historias, ese humor que brinda situaciones disparatadas, entonces ya podéis haceros una idea mínima de lo que os vais a encontrar. Aun así, seguid conmigo, porque aún no os he contado lo mejor. Un tributo hilarante a la comedia La ficción se compone de ocho episodios de en torno media hora (salvo el primero) y cada uno de ellos cuenta la historia de un personaje que está siendo interrogado por esa mujer que tan pronto juega al Cluedo como se pone en modo Reina Cotilla, aunque la verdadera magia está en el focalizador, la perspectiva, y es que los personajes están tan, pero tan bien perfilados, que su personalidad llena por entero el guion cuando les corresponde y nos cuelan dentro de su cabeza para vivir la experiencia más cinematográficamente completa, algo que si ves en maratón te genera una sensación parecida a la del personaje de Aaron Paul en el capítulo «Género» de la tercera temporada de Westworld. Y es que decir que The Afterparty es una comedia al final es quedarse muy corto, porque es TODAS las comedias: la romántica, la musical, la gamberra agresiva tipo Deadpool, la animada... Y todo tiene que ver con cómo es cada personaje y cómo observa su alrededor, cómo entiende la vida. The Afterparty se estructura muy eficientemente con los puntos de vista en el centro de todo, por lo que cada episodio se titula como el personaje cuya historia vamos a averiguar (un recurso muy presente en la literatura también). Es tarea de la inspectora (y del espectador) ir atando los cabos, porque a priori todos los entrevistados tienen algún motivo de peso para haber cometido el crimen. Si estáis enganchados a Agatha Christie o habéis visto Puñales por la espalda, la dinámica es exactamente la misma: todos pasan por un momento confesionario, siempre hay alguien que cuenta más, alguien que se resiste, alguien que decide investigar por su cuenta, alguien que pasa tan desapercibido que automáticamente se convierte en el sospechoso número uno para el público... Lo que le da brío y frescura a ese discurrir es la disparidad de situaciones, historias y subgéneros, de forma que es como estar viendo un cortometraje detrás de otro, sin perder nunca el hilo, porque cada parte sirve como pieza clave del puzle, ni la gracia, porque nada como rodearse de maestros de la comedia para una trama así: Dave Franco, Tiffany Haddish, Ben Schwartz, Zoe Chao, Sam Richardson, Jamie Demetriou, Ilana Glazer... Gracias a su trabajo y al de los guionistas tenemos ocasión de conocer muy bien a Aniq, Yasper, Xavier, Brett, Chelsea y Zoey. También es una comedia adolescente o de instituto, en cierta forma. Vamos, si tuviera que resumir la serie con una canción, probablemente escogería «High School Never Ends», de Bowling for Soup: los personajes sufren una regresión a su año escolar y en la mayoría vemos un choque muy interesante entre el pasado y el presente. Vemos cómo ha afectado a sus vidas, quién mejora, quién empeora, quién sigue más o menos igual, qué traumas prevalecen... Eso también le añade el punto morbo a la situación, así como profundidad, y propicia la diversión porque los adultos no es que hayan madurado mucho, tienen un nervio en el cuerpo que no pueden con él y el asesinato los vuelve más histéricos. De la inspectora también se pueden comentar varias cositas: es un personaje que roza la parodia del agente, parece salida más de Loca academia de policía, pero no por ello pierde el toque de seriedad que requiere su trabajo. The Afterparty es una ficción que empieza normalita pero te va ganando a medida que avanza y entras en ese juego narrativo. A mí llegó un punto en que me dejó de importar quién era el culpable (cosa que, por cierto, tengo que esperar a descubrir, porque no me han dejado ver el último episodio, snif, snif). Es decir, prefería mil veces oír la historia de cada personaje para ver en qué película me iba a meter (la de Ben Schwartz es la mejor. Le he cogido mucho cariño a ese actor a raíz de esta serie). Tiene muy buen ritmo, es gracioseta y se puede disfrutar mucho, aunque la mayoría de los gags no resulten originales (vuelvo a lo de antes: es el mismo humor al que nos tiene acostumbrado este equipo. Si te flipa, esta vez no va a ser menos, creo. De todas formas, lo original no está en el contenido, sino en la forma y solo por eso ya merece la pena). Vale como tributo y vale como parodia del género en sí por cómo aborda los clichés. Totalmente recomendable (además, vais a poder catar los tres primeros capítulos del tirón). Es hablar muy pronto porque estamos solo en enero, pero no veo por qué no considerarla para el top de lo mejor del año (por lo menos, como mínimo, en menciones honoríficas se merece estar). Yo le doy entre notable y sobresaliente.
Post de Naiara Salinas Llega el momento más temido del año: ese donde tienes que reunir todo lo que has visto o vivido y realizar un balance, quedarte con lo mejor y reflexionar sobre lo peor. En este blog no solemos enumerar esto último (por lo menos yo y públicamente, quiero decir), no nos gusta condenar aunque haya quien se lo pueda merecer. No obstante, destacar lo mejor tampoco es tarea fácil, sobre todo si nos ponemos un límite, porque sería muy sencillo nombrarlo todo, pero lo mismo la lista acabaría el año que viene (bueno, tampoco falta tanto). Por otra parte, ¿por qué siempre tienen que ser series? ¿Qué ocurre si justo este año he preferido fijarme en otras cosas? ¿Por qué no puedo ordenar las bandas sonoras que más me han molado? Ah, ya, porque sería imposible, las quiero a casi todas por igual. ¿Y qué hay de esos personajes que me han enseñado a ver la vida con otros ojos, que me han tocado la patata y a los que seguiría hasta el fin del mundo porque sin ellos mi 2021 hubiese sido un muermo? Los personajes son los que terminan en mi corazón, mucho más que su serie. Para mí ellos guían las acciones, la trama, son el alma de las historias, porque podemos tener muchas parecidas, pero nunca serán la misma si las protagonizan distintos perfiles que toman distintas decisiones. No os preocupéis, ya tengo mi top de series cerradísimo, pero mi último homenaje del año quiero que sea para sus protagonistas, secundarios, antagonistas, etc. Tengo a diez individuos a los que he admirado de forma especial, pero no son los únicos y aquí quiero veintiún nombres aunque no los desarrolle todos. No voy a distinguir entre series nuevas y veteranas, pero sí lo haré entre personajes, ya que son los nuevos, los que llegan para quedarse y los efímeros, los que marcan el año. Menciones honoríficas Vamos a empezar por el final. Veintiún nombres he dicho, ¿no? Once se han quedado sin hueco en el top porque no me marcaron igual, pero eso no significa que no los admire ni me encante verlos cuando aparecen. Algunos de ellos, de hecho, se han quedado fuera por no repetir serie, pero en realidad están a un nivel parecido que el que sí ha entrado en el top. Ellos son:
Y ahora vamos con ese top 10. 10. Assane Diop (Lupin) Este año he aprendido a admirar mucho a los criminales, en especial a los ingeniosos con motivaciones más profundas que el poseer «cosas caras». El ladrón de guante blanco fan del ladrón caballero es un hombre con una mente tan rápida y tramposa como ética. Padre de familia, amigo... Se mueve por el mundo con plena conciencia y al margen de la mente tan impersonal del típico genio. Es un Sherlock Holmes (o un Moriarty) con mucho carisma y mayor bondad. Sabe lo que importa y lucha por ello pero no se deja consumir del todo por la venganza. Además, tiene un salero... Tal y como lo interpreta Omar Sy es imposible no cogerle aprecio. Un Lupin más brillante y más digno que la versión animada que he visto rulando por ahí. 9. Sylvie (Loki) La variante femenina de Loki es una superviviente un tanto radical que batalla para encontrar su hueco en el mundo y de paso hace replantearse todo el sistema de creencias de la AVT (o TVA si se dice en inglés). Lo que me encantó de ella es que bajo toda esa capa de tía dura se esconde un alma en pena (no que yo la compadezca) harta de vivir con miedo. Por no hablar de las miraditas tan dulces que intercambia con su compañero, ejem... 8. Shade (Stargirl) Bendita segunda temporada por presentarnos a este villano que en realidad termina siendo un antihéroe bastante práctico y refinado (estilaco), con gusto por el drama (gran actor) y un humor muy inglés. Desde el momento en que apareció supe que sería un gran personaje; otro ladrón con su toque caballeresco que se ha robado toda la temporada con su gran carisma y se ha convertido en mi favorito de toda la serie. Como buen controlador de las sombras, es un fantasmón, pero cuando aparece te garantiza una buena conversación y una conclusión muy divertida. Aunque cuando se pone serio... uuuuu, tampoco pierde appeal. Un criminal con principios. No voy a negar que hasta lo veo atractivo físicamente. ¿Será el bastón con forma de pájaro o su acento? Ya veremos... 7. Kang Sae-byeok (El juego del calamar) ¡Más ladrones! Aunque yo siempre tuve fe en ella. Sabía que sería una avispada que llegaría lejos y cambiaría de bando continuamente para sobrevivir, pero la historia que reveló fue todavía más conmovedora. Quizá solo por eso el episodio de la prueba de las canicas es mi favorito (aparte, la actriz lo hace tan bien emocionalmente, pasando de la frialdad al reconocimiento de su humanidad, que no se sale sin admirarla). Yo apostaba seriamente por ella como ganadora (me dio un poco de rabia su final), pero la vida no siempre es justa y este juego mucho menos. PD: Sí, veo que, a juzgar por los nombres y las descripciones que voy dando, tengo una tipología de personaje que me atrae en especial. No me escondo, a mí me encanta pelar cebollas aunque acabe llorando. 6. Moiraine (La rueda del tiempo) No me enamoró a la primera, lo confieso. No me llamó en especial porque la vi muy dentro del arquetipo de maestra, pero conforme avanzaba la temporada terminó siendo mucho más y fue una delicia descubrir a esta mujer de clase alta orgullosa que aprendió a ser humilde y con dos dedos de frente se lanzó a hacer algo para cambiar el curso de la historia. Valiente, maternal, paciente, inteligente... Su empatía con los chicos equilibrada con su practicidad la convierten en la versión mágica y femenina de Obi-Wan Kenobi, con un espíritu algo más rebelde. La razón por la que ha sido ella y no Nynaeve (que también me parece sublime) la que ha acabado en este top es por todo lo que sacrifica por la causa: a su gran amor, su hogar, su vínculo con su guardián y hasta su poder. Por favor, se merece el cielo. Para ella un vídeo entero porque el mundo tiene que conocer su grandeza. 5. Zero (Cortar por la línea de puntos) Este es tan sencillo de explicar que solo necesito una frase (pero usaré más, por supuesto). Zero me representa a mí, te representa a ti, nos representa a todos los millenials y, en unos años, también a las generaciones venideras. Zero es ese golpe de realidad que ocurre en algún punto entre los 30 y los 40 cuando empiezas a atravesar la crisis que supone ser consciente del tiempo y lo poco que se ha invertido en vivir de verdad en lugar de bajo los preceptos de la sociedad. Es un personaje súper auténtico, verosímil y muy bien construido, con unas ocurrencias la mar de chistosas y profundas. El narrador perfecto, un filósofo de la calle. 4. Viktor (Arcane) Lo voy adelantando: voy a ser pesada con Arcane en el futuro y no me arrepiento de nada. Tengo un análisis planeado para él y más, pero supongo que no pasa nada por un pequeño anticipo, porque mucho se puede comentar de este joven científico soñador de la ciudad subterránea que, a pesar de contar con privilegios negados a su gente, continúa sintiéndose inferior y enajenado, queriendo explorar más allá de lo que permite la ciencia normal en busca de una cura para todos los males, algo no solo con lo que dejar huella, sino que ayude a los que peor viven. Más todavía se puede comentar de su relación de compañerismo con Jayce o de cómo en su persecución de esa cura se va acercando a lo monstruoso y se refrena a tiempo. O eso pretende (yo creo que aun así caerá en el lado oscuro de esos Ravenclaws demasiado curiosos que se aventuran por caminos que no pueden controlar aunque insistan en encontrar la forma). Este personaje tiene uno de los mejores desarrollos de toda la serie con un recorrido tan ambiguo como acostumbra el guion pero unas luces en esa mente..., que es muy difícil no acabar dándole la razón. Tanto me fascinó, que acabé destripándome su historia en League of legends porque no aguantaba no saber más, pero eso solo ha provocado más enamoramiento. Deseando seguir esta trama, porque entiendo que no va a ser 100% leal. Los tullidos inteligentes marginados son otra de mis debilidades. Para él otro vídeo: 3. Alex (La asistenta) El 2021 me ha presentado personajes admirables, memorables, pero como modelo de vida tengo en lo alto del podio a esta muchacha a cuya intérprete le auguro buen futuro en los próximos premios si la vida es justa. Alex no solo es una gran madre, sino que es una chica muy valiente, con un sentido de la responsabilidad que ya quisiera yo, una luchadora que puede que no se enfrente a dragones, ni a asesinos, ni a seres oscuros, ni a experimentos locos, pero sí a la vida, en concreto, los obstáculos, que en su caso son mayores que un simple despido o una falta de oportunidades. Alex es un personaje que empieza bien, bien en el fondo, que tiene muchos motivos para enfadarse y gritar al cielo, pero no lo hace, se concentra en luchar por darle luz a su hija, por mantener su vida lo más alejada posible del drama que está viviendo y ha vivido. Solidaria, con un espíritu que llena. Es imperfecta, pero resiste los golpes como nadie. Yo quiero llegar a ese nivel. Entonces, si tanto la admiro..., ¿quiénes se han colado en los dos primeros puestos? Bueno, ya sabéis lo de las malas obsesiones... 2. Kate Bishop (Hawkeye) Si antes decía que Zero me representaba, Kate es mi animal espiritual, no solo por su admiración ciega (y a su vez con su conocimiento de causa) hacia Ojo de Halcón, el mejor Vengador del mundo: su estilo, su gusto por el tiro con arco, su forma de pensar, su gracia, su curiosidad... Es divertida y tiene más nervio del que se le aconsejaría a una superheroína, pero nada que la experiencia y las enseñanzas de un maestro no puedan subsanar. Es torpe y hábil, confiada y segura de sí misma, y sin duda nos ha brindado muchos de los mejores momentos del año. Me postro a sus pies, señorita Bishop. Quiero ser ella en su totalidad, quiero pelear junto a Clint con un arco, quiero vestir ese traje, tener un «pizza perro», tener una guarida, derrotar a un villano como Kingpin... Estoy verde de la envidia. 1. Kaz Brekker (Sombra y hueso) Para qué negarlo: ha sido mi obsesión casi todo el año. Me enamoré de él en los libros y verlo luego en escena fue un sueño, superando las expectativas. No solo le debo al 2021 descubrirme a este maravilloso personaje, sino también a Freddy Carter, del que he estado pendiente desde abril (tampoco había hecho mucho antes, así que naturalmente me lo he visto todo). Hay personajes en esta lista que suponen un reto elevado en interpretación (como Alex), pero lo de Kaz, constructivamente hablando, es otro nivel, porque es más duro tener que reflejar distintos rangos emocionales con poquísima expresión facial, en pequeños gestos, en la mirada. Kaz es la mejor demostración de todo lo que los ojos esconden, esa oscuridad fruto de un sufrimiento que pocos han conocido y del que en la primera temporada apenas tenemos atisbos. Es un personaje muy trágico y al mismo tiempo un cómico, un burlón, un genio adolescente del crimen que no por ir con bastón está indefenso (al revés: ojo con cabrearle que te zurra de lo lindo), que ha visto demasiado y por ello siempre va un paso por delante y no le cuesta improvisar cuando algo se tuerce; la mente estratega con la que quieres contar para cualquier clase de golpe, sea sencillo o complejo. Puede que sea un cascarrabias con una moral muy ambigua, pero es justo, leal y tiene muchas de las mejores frases y razonamientos de la saga y la serie, con grandes momentazos. Como dije en la meme review, es el híbrido entre los mejores criminales de la historia, un Frankenstein que salió muy bien (y eso que todavía ni siquiera hemos visto lo mejor de él en pantalla). ¿No había dicho yo hace nada que los tullidos inteligentes marginados son mi debilidad? Y los ladrones complejos con pasado turbio. Mi nueva aspiración en la vida es crear un personaje tan guay y que me genere tanta obsesión como él, porque os juro que desde que lo conocí no hago más que verlo en todas partes. Cualquier excusa es buena para sacarlo a colación. |
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Enero 2023
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