Post de Naiara Salinas Las vacaciones tienen a todo el mundo ocupado en el descanso, o eso quiero creer que es posible (para eso se inventaron, ¿no? ¿No era esa la teoría?), así que podríamos decir que las mías ya han llegado a una especie de fin. No es seguro todavía porque sigo disfrutando de un poco de tiempo libre y haciendo cosas supuestamente de ocio como ir al cine y comerme maratones de series. Supuestamente. Pero claro, ahora estoy aquí dejando la procrastinación a un lado para resumir (o intentarlo) lo que he visto estas últimas semanas. Un lugar tranquilo 2 (fecha de visualización: 23 de julio de 2021) Motivada por la oportunidad de ver con mis amigos una película en los Madriles, esta fue la única que nos llamó la atención a todos aun sin haber visto la primera entrega. ¿Porque salía Cillian Murphy? No decimos que no, pero esa no fue la única motivación, os lo prometemos. Y recuerdo haber comentado a posterior en redes que era preciso hablar de por qué este filme era de todo menos tranquilo. Bajo la dirección de John Krasinkski, el guion se desarrolla con un punto inicial muy claro y bien perfilado, pero sin un final tan sólido, no porque no exista una conclusión, sino porque esta es tan débil que parece que promete una tercera parte, o quizá es que ha sido un final abierto demasiado perezoso, o quizá es que no le he encontrado el punto todavía a la forma de contar esta historia de una familia que sigue tratando de sobrevivir en un mundo invadido por aliens ciegos sin la presencia del patriarca. La cámara los va siguiendo sin muchos aspavientos y cuando entra el querido Murphy en escena decide dividir el montaje en dos surcos paralelos que utilizan la misma mecánica pero que siguen sin desarrollar del todo a los personajes. No es difícil conocerlos gracias a ciertos flashbacks y eso, para quien va sin gota ni conocimiento como nosotros, fue de agradecer, pero más allá de la superficie no hay apenas posibilidad de conectar con ellos: sus motivaciones, interacciones o incluso historial me resultan muy pobres en general, obviando a la familia protagonista, que es la que consigue lucirse, aunque sea a duras penas. Insisto: no se trata de personajes planos ni mucho menos, pero el foco es ante todo la acción y no deja mucho momento para la contemplación. Y por eso el tono que refleja un ambiente de peligro continuo es más importante para el director que la historia en sí. Se nota simplemente porque ese aspecto técnico-narrativo le sale mucho mejor que todo lo demás y es verdaderamente notable cómo emplea el silencio para generar una tensión que te agarra y no se despega de ti durante todo el visionado, exceptuando algunos momentos breves de descanso. Es increíble que ese recurso no se mencione más en los análisis del género de terror porque funciona demasiado bien y este largometraje es un gran exponente de cómo provocar miedo muchísimo antes de que suceda nada, mediante un ritmo aletargado que va acelerando hasta el clímax. En la sala, a veces que llegara un ataque era un alivio para liberar toda esa tensión. En resumen: el debut de Krasinski en la dirección con esta saga nos deja una muestra de una visión interesante pero a la que todavía le queda mucho recorrido. No está muy claro qué tipo de director quiere ser, si indie o comercial, contemplativo o activo, familiar o individual. Hace cosas nada típicas de un blockbuster pero al mismo tiempo le da esa estructura y carácter. Lo mejor: el reparto es muy eficiente y lleva el drama de forma satisfactoria. Emily Blunt está increíble y hasta le hace sombra a Murphy. La atmósfera general cala mucho en el espectador, lo cual causa que el título sea como una bofetada sarcástica en toda su jeta. Lo peor: el guion necesita unos cuantos arreglos y, en cuanto a montaje, mejoraría un poco el ritmo. La última carta de amor (fecha de visualización: 28 de julio de 2021) 2020 me tuvo en vilo esperando algo de esta adaptación que me había leído en otoño de 2019 porque sabía que se estaba rodando en esos momentos. Y luego por las vacaciones esperé más de lo que lo habría hecho para verla, hasta que me ganó el ansia. Como película sigue siendo muy bonita, con un desarrollo claro de los personajes en otro montaje paralelo que sigue por un lado el romance entre Jennifer (Shailene Woodley) y Anthony (Callum Turner) en los 60 y, por otro, la relación entre Ellie (Felicity Jones) y Rory (Nabhaan Rizwan) en los 2000. Ahora bien, como adaptación... he de confesar que me molestó un poquito, pero sobre todo porque yo tenía expectativas muy altas y fui un poco quisquillosa con los detalles de la novela. Aunque el reparto realiza un trabajo magnífico y son perfectos en su rol, me dio mucha rabia que el guion simplificara a los personajes de Turner y Jones porque sus dramas eran lo que verdaderamente enriquecía una trama de amantes muy explotada en este género y a la que los españoles le verán mucha similitud con El verano que vivimos (aunque debería ser a la inversa porque la novela de Jojo Moyes es anterior). Sin entrar en muchos spoilers, había más pasajes sobre el trabajo periodístico de Anthony en el Congo, lo cual le dejaba con un trauma y un problema de hígado. Tal vez para la historia principal este dato no aportase nada, pero sin duda daba más profundidad a este hombre al que parece que en la película le va todo muy bien, aparte del affaire con Jennifer, y no es verdad. Por su parte, el verdadero interés de Ellie en investigar sobre las cartas guardaba relación con que ella misma estaba viviendo su propio affaire, donde ella ocuparía el lugar de Anthony. Eso lograba en el libro que las dos historias conectasen con mucha más fuerza emocional por la cantidad de paralelismos incrementados. Incluso el personaje de Joe Alwyn como el marido de Jennifer tenía su propia trama oscura. Vaya, que si el filme en sí ya denota un aire de culebrón, en la novela lo era todavía más. Normalmente, cuando se producen estos cambios intento comprender por qué y no me apego tanto al texto, pero en este caso no he visto razón de peso para eliminarlos (aparte del presupuesto), creo que hubiesen encajado muy bien en ese guion y lo hubiesen hecho más original e interesante. En resumen: ¿seguiré recomendando la película a pesar de sus lagunas? Obviamente, porque con lo que salvan del libro (incluso algunos diálogos literales) funciona bastante bien y, aunque se nota que está incompleta, consigue cerrar muy armónicamente las tramas en la medida de lo posible. Vamos, que no está mal hecha. La relación entre los personajes lo vale. Por supuesto, si os acaba gustando, tenéis que leer el libro también. Lo mejor: el reparto, la química tan maravillosa que consiguen Shailene y Callum (los perfectos Jennifer y Anthony. Me alegra que este chico esté llegando a papeles cada vez más maduros), Felicity Jones y el giro que le dan al perfil de Rory, distinto de la novela pero que se compenetra muy bien con la energía de Jones y hace que su relación de compañerismo sea muy divertida. Cómo cuelan la relación epistolar, la música, el vestuario y el bello paisaje de Mallorca son otro plus. Lo peor: omitiendo los pasajes más peliagudos de la novela no solo simplifican la trama, sino que no la convierten en el foco del género que hubiese podido llegar a ser. Es otra más, no tiene mucho que destacar. No estará en la lista de mejores películas románticas de toda la vida (en el top 10 desde luego no), aunque al menos sí de 2021 y de Jojo Moyes, espero. La dirección también es muy básica, no arriesga a mantener el misterio de la novela ni siquiera un poco, va al grano más rápido de lo que me hubiese gustado. El cover (fecha de visualización: 4 de agosto de 2021) Cuando el año pasado, tras ver Explota explota, comenté que en España deberíamos tener más musicales, nunca esperé que volviese a tener otro meses después. El cover es el debut del actor Secun de la Rosa en la dirección (parece que esta lista va de debuts) y se nota que ha puesto en la historia el mismo sentimiento que transmite como intérprete, dado que el guion entero es un homenaje a los artistas, expresado en forma de canciones que, aparte de ser versiones logradas de temas muy populares, son la manifestación de lo que los personajes llevan dentro de sí. Tenemos un argumento ambientado en Benidorm, tierra donde el extranjero se siente un patriota más, donde el spanglish es el idioma oficial y el ritmo no falla nunca, como tampoco la comicidad. Allí los artistas amateurs tienen la oportunidad de debutar como actores poniéndose las pelucas de sus cantantes favoritos para dar el do de pecho en los diferentes clubes y hoteles. Todo el mundo quiere dedicarse al arte... menos Dani, que solo quiere ser camarero, hasta que conoce a Cristina (aka Adele) y ella le inculca un poco de respeto por los covers, pero sobre todo lo anima a luchar por sus sueños. La trama es muy simpática y se desarrolla sin artificios, poniendo el eje de atención en la música y las relaciones de los personajes con ella a la par que se desarrolla su amistad y/o romance. Dentro del elenco hay talentos que sorprenden (ejem, Álex Monner, mi arma, no sabía que cantaras así) y otros un poco menos, pero todos logran dejarte con una sonrisa en la cara y unos números que dificultan mucho mantenerse quietos en el asiento (y callados ya ni os cuento. Misión imposible). Romantiza la situación, sí, pero también me convence de que ese es el ambiente que reina por esos lares (aquí una que nunca ha veraneado por allá). Muy buenos los cameos de cantantes reales también. En resumen: como buen actor, Secun dedica un tributo a su profesión y de paso expresa su amor por la música en esta trama llena de dobles caras que nos deja el mensaje de que uno es capaz de convertir la piel de los demás en la suya, pues los covers son empatía ante todo (no los defiendo solo porque yo también tenga mis pinitos, ojo, sino que lo creo de verdad). Todos los fans de Glee la tenéis que ver: parte con el mismo espíritu, es un "Don't stop believing" continuo a la española. Lo mejor: todos los arreglos y el descubrimiento de talentos cantantes entre nuestros actores. Marina Salas es pura luz, qué encanto de mujer. Es una película refrescante y juvenil para el alma, una celebración, un lujo para poder cantar sin vergüenza en plena sala hasta con mascarilla. El origen del tema principal también fue un punto de giro muy guay. Lo peor: ehhhh ¿que no hay más canciones? El Escuadrón Suicida (fecha de visualización: 7 de agosto de 2021) Tras la adaptación fallida de David Ayer de los cómics de este grupo de DC tan peculiar y popular, reconozco que otra no me motivaba mucho, me daba la impresión de que era rizar innecesariamente el rizo. Pero me retracto completamente, puesto que James Gunn era todo lo que hacía falta para mejorar el producto. Con la misma socarronería que nos vendió en Guardianes de la galaxia, el tipo forja una historia de auténticos perdedores y marginados, pero, mejor aún, le da un sentido más literal al concepto del Escuadrón Suicida (no pasan ni cinco minutos de metraje y ya empieza a caer gente como moscas). Me parece un acierto y un gran punto a favor el que no hicieran un lavado completo ni pretendieran negar la existencia de su fracaso anterior (aprende, Star Wars), sino que esta entrega vale como una secuela que solo modifica la imagen para adecuarla a lo que debería haber sido el filme desde el principio: una explosión de acción y violencia con muchísimo humor negro, humor payaso y badassismo por todas partes. Sigue sin ser la película perfecta de villanos reformados como antihéroes, pero se tiene que llevar mis aplausos por la mejora considerable y la introducción de los nuevos miembros protagonistas, que son menos de los que venden (espero que, si la habéis visto, no os llevaseis una decepción tremenda al ver lo que dura en pantalla el 70% del cast tan guay prometido). Margot Robbie consigue lucir a su Harley Quinn como en ninguna de sus pelis anteriores gracias al aprovechamiento de un guion que por fin muestra lo diosa que es. Idris Elba es un líder nato y al resto es que es imposible no cogerles cariño por su disfuncionalidad (King Shark, por ejemplo, es de lo más adorable). Hasta Peacemaker hace gracia. Pero he de señalar en lo alto de mi podio a la portuguesa Daniela Melchior como Ratcatcher II, para mí el descubrimiento absoluto del filme, el personaje que, aparte de gracia y simpatía, aporta humanidad, dulzura e inocencia de una forma que, en medio de tipos duros y crueles, sale ganando muy sorprendentemente. En resumen: ya puedo descansar en paz. El Escuadrón Suicida ha resurgido de sus cenizas y ahora sí que no me importan más secuelas. Pero solo si las dirige este hombre. Lo mejor: Harley Quinn, Ratcatcher II y Sebastian (el mejor dúo), todo el tercer acto y algunos gags. Lo peor: puede excederse en sus recursos y volverse demasiado violenta y obscena (James Gunn, eres un bestia. Un R.I.P. por todas las partes del cuerpo desmembradas a lo largo del largometraje), el humor también tiene su parte demasiado simplona y algunos chistes pueden sobrar, pero al menos la risa está garantizada. Tiempo (fecha de visualización: 14 de agosto de 2021) El último largometraje de hoy sigue bien, bien presente en mi cabeza, digiriéndose. Night Shyamalan es un veterano del terror y no sé hasta qué punto debería considerar terror paranormal, pues ninguno de sus argumentos es lo que se dice normal, claro que no se trata de monstruos, ni de fantasmas, sino de fenómenos extraños. El tema de este ya de por sí es uno que a mí por lo menos me provoca escalofríos y me deja contemplando la pared un buen rato, y es que... ¿qué más aterrador hay que ver lo rápido que pasa el tiempo..., lo rápido que te consume... y las experiencias que te obliga a dejar atrás? Night lleva estas preguntas a un terreno muy literal cuando varias familias que están de vacaciones en el mismo hotel van de excursión a una playa de la que no pueden salir y en la que todo avanza muy deprisa: las enfermedades se agravan, los niños crecen en cuestión de minutos, los mayores encuentran arrugas, canas y demás estragos de la tercera edad en horas... Esa es la semilla de una trama que, aparte de dejar al espectador con la boca abierta por su mero planteamiento y desarrollo, se alimenta del misterio que rodea esa cala y que hasta el último momento no se descubre. Shyamalan suele ser un director irregular en su carrera: cuando firma éxitos son muy exitazos (El sexto sentido, El protegido, Múltiple y Glass) y, cuando fracasa, a menudo la crítica no perdona y es bastante fustigado (ejem, mejor no hablamos del live-action de Avatar: The Last Airbender, ¿no?). No sé cuál es la opinión general que hay ahora sobre Tiempo, pero para mí se sitúa en su lista de éxitos por la complejidad que encierra y el cómo decide abordarla, destacando los movimientos de cámara que, en este caso, me parecen muy importantes para la narración (no recuerdo la última vez que pensé tanto en la palabra "paneo"), aparte de simbólicos por el papel del propio Night en la película (por supuesto, cuenta con su cameo en ella, a lo Woody Allen, y es gracioso porque el hombre, sea como director o como personaje, está detrás de una cámara todo el... TIEMPO. CHISTACO). En resumen: uno de los guiones más originales y escalofriantes del año, con un manejo del dramatismo y el thriller destacable y una historia que deja mucho que pensar. Posiblemente de lo más controvertido que se le ha ocurrido a este hombre en su vida. Maravillosa resolución. Lo mejor: pues todo lo que está prenominado a los Emmys Cinéfilos 2021. Lo peor: un poquito visceral, a veces, y aunque en general está todo muy bien hilado, a lo mejor hay alguna conveniencia de guion que se le ha escapado.
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Post de Naiara Salinas y Rosana Rábago Cuando Iron Man 2 se estrenó allá por abril de 2010 y apareció una pelirroja que se disfrazaba de secretaria y luego aporreaba matones con movimientos muy fluidos de artes marciales diversas no fuimos pocos los que nos preguntamos: "Coñe, ¿y esta quién es? Quiero conocerla". Cuando en 2012 la misma mujer recibió la llamada de S.H.I.E.L.D. para reclutar al mismísimo Bruce Banner en el que sería uno de los equipos más legendarios de la historia, aunque supiésemos su nombre y la noción de su pasado oscuro, todavía queríamos seguir sabiendo quién era. Cuando lo dio todo por recuperar a su amigo y posible interés amoroso (para nosotras esa relación siempre ha sido una realidad, aunque Marvel no haya querido dárnosla) con el que había luchado en Budapest, deseábamos saber cómo habían sido esa misión y esa relación. Cuando ella misma destapó sus trapos sucios a ojos del mundo para denunciar a H.Y.D.R.A. ante las autoridades gubernamentales, nuestros ojos intentaron volverse lupas para poder leer lo que esos documentos contaban. Al final, solo hemos tenido que esperar once años y cuatro meses para obtener esos datos como buenas espías: Viuda Negra. El paréntesis en la línea temporal marvelita Ha pasado mucho tiempo desde la irrupción del UCM en nuestras vidas, tanto que ha llovido de diez formas distintas. El viaje ha supuesto mucha evolución para nuestros héroes sin necesidad de bucear más allá. Así que, como era de esperar, Viuda Negra no está para contarnos una historia de orígenes, o por lo menos no la de Natasha Romanoff (o Romanov. No entendemos esto de la ortografía rusa, disculpadnos. ¿No debería ser Romanova, de todas formas?). Hemos tenido suficientes horas de metraje para enamorarnos de ella y ver su proceso de redención por su "cuenta en rojo". Y sí, lamentablemente su historia llegó al final en 2019 con Vengadores: Endgame. ¿Qué cuenta entonces esta película? Se ambienta entre Capitán América: Civil War y Vengadores: Infinity War (todo wars, ni un minuto de paz) y a los espectadores nos sirve para llenar algunas lagunas que habían dejado esas dos entregas, empezando por los últimos minutos de Civil War: cómo escapa Natasha de la ira del general Ross y qué le sucede entre que saca a sus compañeros de la cárcel y se van de Vengadores encubiertos por el mundo hasta que salvan a Wanda y Vision de un destino fatal en Reino Unido. Ello tiene una consecuencia y es que no debemos ver el filme como lo que suele ofrecer Marvel habitualmente, pues supone un retroceso en más de un aspecto. La trama no contiene grandes pretensiones en comparación con otros proyectos de la fase 4, sino que en todo momento se mantiene la sensación de la "cuenta pendiente" que la Casa de las Ideas guardaba para con sus fans y este personaje. Si la vida hubiese sido justa, Viuda Negra hubiese llegado poco antes de Los Vengadores, quizá justo detrás de Iron Man 2, y hasta nos hubiese ofrecido su propia saga, que bien merece. Pero habiéndose muerto la querida espía, no podemos obviar ese "por cierto" con el que buenamente hubiese podido empezar el guion de su debut en solitario. Sin embargo, sí que nos parece un buen filme si se ve como lo que es: un homenaje a Natasha y el paso de la antorcha de Viuda a otro personaje que también promete dar juego. Pese al "por cierto" omitido, no se puede decir que ese comienzo no sea brutal; ese "Smell Like Teen Spirit" con escenas de la Sala Roja se ha convertido en nuestra parte favorita de toda la película al implicar un tono más oscuro y crudo del que parecíamos estar alejándonos con tanta magia y comicidad donde se muestra que, a pesar de lo que pueda parecer, el mundo sigue siendo un lugar donde suceden cosas terribles como entrenar a pequeñas huérfanas para ser unas brillantes asesinas a sueldo. Si creíais que con Capitán América ya habíamos tocado ese lado oscuro, más bien era la punta de un iceberg. Viuda Negra contiene una presentación que bien valdría para un thriller de espionaje tipo Gorrión Rojo, y es que la historia de Nat no es nada amable y poco margen hay para la risa en la primera mitad de la película, cuyo ritmo mantiene envalentonado al espectador, hasta que aparece Yelena y ambas muchachas escapan por los pelos de sus enemigos en una persecución digna de Misión imposible. Hasta ahí, el enganche es muy real y poco nos falta para olvidar ese "por cierto". El tributo a la primera VengadorA A partir de la segunda mitad esa acción frenética se entremezcla con pequeñas dosis de comicidad de la casa y una soberana nostalgia, ya que las lagunas siempre están presentes y se llenan mediante muchos easter eggs. Y es que no debemos olvidar que esta película está principalmente dirigida para esas personas que consideran que la fase 4 es quizás innecesaria y que todo debía acabar junto a Tony y Nat. Por eso, vuelven a intentar atraparnos mostrándonos comedia con una Yelena que se burla, y con razón, de las poses de su compañera mientras vemos cómo esa noción de "familia" vuelve a hacer acto de presencia. Y es que si algo aprendimos con Vengadores: Infinity War, Vengadores: Endgame y ahora, con Viuda Negra, es que los personajes que nos han ido presentando desde la fase 1 de Marvel son ya una familia en toda regla. Disfuncional, sí, pero familia al fin y al cabo. Es muy destacable el cuidado con el que se ha escrito el guion en cuanto a esas referencias, que rescatan detalles con la mayor precisión posible y nos reavivan el viaje por el tiempo de Endgame (véase por ejemplo el colgante en forma de flecha que Natasha llevaba también en El soldado de invierno, el episodio de Budapest, el chaleco que luce Nat en Infinity War...). La coherencia interna es de diez, no solo dentro del propio largometraje, sino de todo el UCM. Si hay algún gazapo no hemos sido capaces de cazarlo. No obstante, se va alejando cada vez más del tono oscuro en pos de la aventura y es una pena, porque tras tantos años esperando este relato merecíamos un poco más de contemplación. Llegados a ese punto, podía suceder un poco como con Thor Ragnarok: pasarlo bien, pero con un tono que jamás hubiésemos asignado a Natasha. Aparte, otro punto donde flaquea la trama son los villanos. Esperábamos con ganas a Taskmasker y al final ha quedado reducida a un robot con la cabeza comida por el villano de turno que, claramente, no tenía peso en la historia más allá de ser la cuenta pendiente de Natasha. Y es que el villano estaba ahí por estar, porque hacía falta tener un antihéroe en la historia que no llega al nivel de enemigos como Thanos o Loki, de los que nos enamorábamos y queríamos saber mucho más. Al encargado de la Sala Roja le olvidamos pronto y quizás esta ha sido la gran pega que ha hecho que muchos no estén conformes con la película. Es cierto que, visto en retrospectiva, era un personaje que no iba a tener peso en el Marvel Cinematic Universe porque estaba justo antes del big bad, de Thanos. Pero teniendo en cuenta que el filme ha tardado en llegar, quizás podrían haberlo diseñado mejor. No obstante, como decimos, esta es para nosotras una pega pequeña dentro de una historia que claramente servía para homenajear a esta Natasha Romanoff interpretada durante ya una década por Scarlett Johansson. La transición a una nueva generación Para los que estamos siguiendo con fervor la fase 4 de Marvel a través tanto de las series como de las pelis, no nos cabe duda de que nuestros héroes están poco a poco pasando sus testigos a nuevos aliados, jóvenes inspirados por sus actos que prometen adoptar un legado en breves. Viuda Negra es el testigo necesario para Yelena Belova, su billete de acceso al UCM, y por ello el personaje interpretado por la brillante y en ascenso continuo Florence Pugh tiene casi tantos minutos en pantalla como Scarlett Johansson. Y sí, aunque a mucha gente pueda escamarle esto un pelín, valiera como excusa para que Marvel sacase de una vez el filme prometido. En principio nos despedimos de Natasha como no pudimos hacerlo en Endgame, pero no sería una cinta digna del UCM sin sus pretensiones proyectivas. Así que que conste en acta que esto no es solo un retroceso a las viejas formas y los viejos personajes, sino también un anticipo. Y en lo que a nosotras respecta, abrazamos a Yelena como digna sucesora. No podemos no mencionar, ya de paso, la gran participación de Rachel Weisz, leyenda donde las haya, y del bueno (aunque gruñón) de David Harbour, más amigable aquí que en Stranger Things pero igualmente con dificultades para ejercer de padre y mentor. A él le debemos el humor más chirriante del filme, nos tememos, pero le perdonamos porque es buen actor. Aprovechamos también para recordar, tal y como daba a entender la escena postcréditos, que nuestra Yelena volverá a aparecer próximamente en Hawkeye, la serie de Disney Plus que llega a finales de año para también saldar otra cuenta pendiente que tiene la Casa de las Ideas con otro de sus personajes: Clint Barton. Y desde aquí, os podemos asegurar que ya estamos contando los días para volver a verla y, sobre todo, para poder disfrutar de la puntería de Ojo de Halcón y de la que será sin duda su sucesora: Kate Bishop. Conclusión
Viuda Negra es la película que refleja todas las virtudes que destacó Naia de su protagonista en este post homenaje dedicado a los Vengadores originales tras Endgame. Lo hemos vuelto a leer para esta crítica y es muy complaciente que acertara con la definición de esta superheroína sin contar con su biopic peliculero antes porque eso significa que Marvel ha hecho muy bien su trabajo y ha conseguido captar la esencia de la pelirroja de forma muy concisa pero elocuente como el nexo de unión del equipo gracias a su componente emocional, que vuelve a destacar en su entrega solitaria. Como película no se aleja de la idea de paréntesis en esta fase, pero por su formato nos devuelve la Marvel de la década anterior, la del cine negro, la que aún no se consideraba grandilocuente y contaba historias sencillas sobre individuos extraordinarios. Es una vuelta al pasado, sí, pero también un bonito descanso antes del regreso al multiverso con Spider-Man: No Way Home, Eternals, Shang-Chi y Doctor Strange 2 (de vez en cuando se agradece un poco la normalidad). No está planteada como una trama apasionante, pero puede impresionar igualmente y es lo suficientemente dinámica como para mantener el ritmo a pesar de que la ejecución no sea perfecta o algunos personajes se queden muy en lo básico. En cambio, aunque quizá sea desear mucho, no podemos esperar para ver cómo siguen las vidas de los personajes principales que acabamos de conocer. Así que Hawkeye, ¡llega ya! Post de Naiara Salinas Nuevamente regreso con este resumen de películas veraniegas, más breve, si acaso, porque tampoco creáis que por ser verano me paso los días viendo películas. Si acaso es mi temporada menos productiva (ya sabéis, vacaciones y eso). Os garantizo que, si no los habéis visto, con los siguientes largometrajes lo pasaréis en grande. En un barrio de Nueva York (fecha de visualización: 19 de junio de 2021) Pues ya iba siendo hora. Madre mía, las ganas que tenía de hablaros del segundo gran musical de Lin-Manuel Miranda, genio de las tablas y la composición. En un barrio de Nueva York (In the Heights para los fieles al original) recupera lo mejor de Hamilton (Lin-Manuel, la divergencia de estilos musicales y más equipo "Miranda friendly") y nos introduce en otro micromundo dentro de la súper poblada Nueva York: Washington Heights, un barrio humilde del norte donde están apiñadas varias comunidades latinoamericanas. El filme desarrolla varias tramas interconectadas protagonizadas por individuos que persiguen sueños que por x circunstancias no han sido capaces de alcanzar todavía o con los que presentan algún conflicto de interés. Así, en primer lugar Miranda cede la batuta del protagonismo número uno a su colega de Hamilton Anthony Ramos, que interpreta a Usnavi, un puertorriqueño que nada desea más que volver a su tierra natal y levantar el chiringuito de sus sueños (bueno, el de su padre), sin tener en cuenta que puede dejar atrás más de lo que espera. A continuación, tenemos a Nina, la primera del barrio en salir de esa vida marginal preescrita por la sociedad y estudiar en una universidad de prestigio de la que "escapa" por no sentirse a gusto, tan alejada donde la ves de sus raíces; tenemos a Vanessa, una maquilladora aspirante a diseñadora que desea mudarse a un apartamento en la zona centro de Nueva York para tener un estudio en condiciones; a la abuela Claudia, llena de paciencia y fe; al padre de Nina, hombre trabajador dispuesto a endeudarse por el bien de su pequeña; y a Sonny, primo de Usnavi, que nunca ha conocido Puerto Rico, habiéndose criado por entero en la Gran Manzana y aun así sin la ciudadanía, lo que recorta sus derechos y le lleva a plantearse si seguir o no a su primo a su país. La película desarrolla estas tramas en dos mitades, antes y después de un apagón eléctrico que pone de manifiesto el declive de ese barrio donde las oportunidades llegan como estrellas fugaces (oseasé, una vez al año). Por ello gira en torno a las subidas y bajadas de estos personajes, que desean llegar lejos pero se refrenan por miedo o dudas (salvo Usnavi, que como es el protagonista número uno y el narrador está henchido de optimismo y ganas). Bajo la dirección de todo un experto en ritmo y baile, Jon M. Chu (responsable de la saga de Step Up y Crazy Rich Asians), el largometraje se convierte en todo lo que se espera de una adaptación cinematográfica sobre un libreto de Miranda: un festival de música, danza, color y alegría que supone un canto a los sueños y la identidad. Promete mucha diversión y mucha emoción. En resumen: una historia colectiva de dos horas y pico de entretenimiento y ritmo garantizados, refrescante, juvenil, muy idónea para el veranito, con una ejecución exquisita por parte de todo el equipo, promesas que apuntan alto y transiciones entre números tan bien coladas que es imposible no ponerse a bailar en el asiento e imaginarse una adaptación de Hamilton propiamente para el cine bajo estas mismas condiciones. Los fans de los musicales la vais a gozar. Es magnífica de contemplar. Lo mejor: los personajes, la banda sonora, las coreografías y la dirección de arte. Deja muchos momentos divertidos. Ramos brilla y Miranda se pone más sentimental y personal porque proyecta su (más que posible) experiencia y la de sus compañeros en esta obra. Lo peor: nada. Por mí tiene un 10. El otro guardaespaldas 2 (fecha de visualización: 30 de junio de 2021) Ryan Reynolds y Samuel L. Jackson regresan con una Salma Hayek que asciende a coprotagonista en otra aventura más retorcida que la anterior donde el ex guardaespaldas, el sicario y la estafadora deben colaborar con la policía europea para detener a un magnate griego que quiere represalias por la asfixia económica a la que está sometida su país por parte de la Unión Europea. Los tres se ven metidos en este lío un poco forzadamente pero por exigencias del guion le echan huevos y se lanzan a por todas, no sin distracciones que bucean en los conflictos personales de cada uno. El otro guardaespaldas 2 llega en consonancia con su primera entrega y nos devuelve el humor disparatado y negro que parodia la acción con personajes muy caricaturescos y un trío calavera que no se detiene ante los gags que son capaces de sacar en un argumento como este: desde la personalidad mafiosa mexicana plagada de insultos originales, hasta lo absurdo del héroe noble "cumple-reglas" y el cabrón hijo de cabra amante de los líos. Como añadidos de interés están Morgan Freeman en el papel de padrastro de Michael Bryce (Reynolds) y Antonio Banderas como el villano, más otro sicario y otro guardaespaldas (interpretado por Tom Hooper de The Umbrella Academy) que son el contrapunto perfeccionado de Michael y Darius. Por supuesto, no falta Frank Grillo para sacar todo su genio, solo que en el bando de los buenos, para variar. Este largometraje está hecho para hartarse de risa y en ese sentido no decepciona porque sabe jugar muy bien con el chiste a través de la exageración de sus recursos (como en toda parodia que se precie) y por otro lado es un gusto ver evolucionar la dinámica de los protagonistas tras su última fechoría. En resumen: tanto como o más disparatada y rimbombante que la primera. Pero la carcajada se produce continuamente, así que aprobada queda. Lo mejor: Ryan Reynolds ha encontrado una zona de confort humorística tras Deadpool de la que no parece querer salir enseguida y, honestamente, ni falta que hace, porque sin esa actitud la risa no sería la misma. Sus interacciones con el resto de actores en esta trama es lo que alimenta al espectador. Súper achuchable, y que siga destacando dice mucho en una película donde supuestamente es la mujer la que lleva las riendas. Lo peor: a veces abusa de la repetición de gags, pero por el tiempo que ha pasado estos ayudan a conectar más con la primera película. Realmente son un tributo, aunque en algún momento distraen de la trama principal. La resolución también podría haber sido menos cliché y queda el asunto de que, aunque Salma se luce, no domina la escena por encima de sus compañeros, por lo que... ¿estrategia de marketing la del eslogan? A saber. El notable se lo lleva por el rato tan divertido. Post de Naiara Salinas Hace un año me aventuré a ordenar en un top a 25 actores jóvenes de todo el mundo que estaban despuntando en la pasada década. Para celebrar el Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+ he decidido que bien valía la ocasión de dar visibilidad a las promesas del séptimo (y el octavo, aka tele) arte pertenecientes a este colectivo. Solo que sin top ni franja concreta de edad esta vez. ¿Que por qué? Porque aunque yo siempre defiendo que da igual de dónde venga un actor o de qué orientación sexual sea, puesto que su trabajo siempre le obliga a bucear en perfiles varios, también es verdad que la industria siempre ha estado dominada por los prejuicios y nunca es mal momento para destacar carreras que ya eran grandes antes de salir de un armario que no debería haber existido, para empezar. 1. Elliot Page Empezamos por un representante del colectivo trans (llamarlo minoría a estas alturas para mí no es verosímil), que comenzó sus andaduras como Ellen Page. Se hizo un nombre gracias a Juno y X-Men: la decisión final antes de unirse a la banda criminal de Leonardo DiCaprio en Origen, pero lleva actuando desde los diez años y suma ¡más de treinta títulos entre cine y televisión! En 2014 salió del armario como lesbiana, hace solo un año que se declaró trans y actualmente es uno de los hermanos Hargreeves de The Umbrella Academy, donde su esposa Emma le ayudó con los pasos de baile de su personaje. 2. Ezra Miller Se ha definido a sí mismo como queer, esto es, "que siente atracción por todas las personas". Este estadounidense de 28 años dejó al mundo sin habla con Tenemos que hablar de Kevin, sacó toda su pluma en Las ventajas de ser un marginado y más marginado se volvió cuando le tocó cumplir el sueño de su vida de pertenecer al Mundo Mágico gracias a Animales fantásticos, donde sigue mientras intenta correr la carrera de su vida como el gran Flash en el Universo DC. No tiene tanto bagaje como Elliot pero ha aparecido en episodios de Ley y orden, Californication y Arrow, por citar algunos. 3. Jim Parsons El reputado Sheldon Cooper le debe todos sus premios a The Big Bang Theory, pero lleva actuando desde 2003, donde interpretó a un asistente de casting en Quiero ser famosa. Más presencia tuvo a posteriori en la película nominada al Oscar Figuras ocultas (2016). Ha participado en The normal heart, Extremadamente cruel, malvado y perverso y Los chicos de la banda, que es un hito LGTBIQ+ bendecido por el director gay predilecto de Hollywood, Ryan Murphy. 4. Matt Bomer Hablando de Los chicos de la banda, no hay que olvidarse de este guaperas ladrón de guante blanco que actualmente cosecha mucho éxito (a pesar de llevar la cara vendada) como Larry Trainor en Doom Patrol y Jamie en The sinner. Su balanza entre cine y televisión se encuentra muy equilibrada. A este cuarentón de Misuri lo vimos también en la gran pantalla gracias a Magic Mike, Los siete magníficos e In time, mientras que en la pequeña, aparte de por los títulos que he mencionado, Chuck, Glee, The normal heart, Titans, Will & Grace, American Horror Story y American Crime Story: el asesinato de Gianni Versace. Está felizmente casado con un publicista y son padres de tres retoños. 5. Kristen Stewart Vayamos un poco con las mujeres. La eterna Bella Swan de Crepúsculo salió del armario como bisexual en 2016 cuando confirmó su relación con la cantante y actriz francesa Soko. Kristen se hizo un nombre entre los adolescentes de todo el mundo, pero también la hemos tenido en mucho cine indie, compartiendo pantalla con Eddie Redmayne, Maria Bello y William Hurt en The yellow handkerchief, haciendo de hermana mayor de Josh Hutcherson en Zathura, una aventura espacial, liándose con Jesse Eisenberg en Advertureland... Hacia rutas salvajes, The runaways, On the road, Siempre Alice, Personal shopper, Café Society, Blancanieves y la leyenda del cazador, el reboot fallido de Los ángeles de Charlie... Entre sus últimos estrenos están Underwater y The happiest season. 6. Evan Rachel Wood Otra bisexual declarada desde 2011. El papel con el que se ha ganado la atención de todos ha sido su reciente Dolores Abernathy en Westworld, pero al igual que los anteriores, Evan ya tenía una carrera más que sólida a sus espaldas. En televisión lleva desde 1994 y, entre otras, tiene créditos en American Gothic, CSI, El ala oeste de la casa blanca, True Blood y Robot Chicken. Al cine llegó en 1997 y estuvo en la popular Across the universe, así como en Los idus de marzo. Cantar la hemos oído varias veces; por ejemplo, mientras cataba el doblaje en Strange Magic y Frozen 2. Por si fuera poco, ha aparecido en varios videoclips, como "Wake me up when september ends", de la banda Green Day. 7. Wentworth Miller El experto en fugas de prisión desde Prison Break en principio negó su homosexualidad, pero acabó saliendo del armario en 2013 y desde entonces varios de sus personajes más famosos se han hecho eco de ello, como Leonard Snart en el Arrowverso y Luke Seacord en The Loft. Lo suyo es la acción; debutó con Buffy cazavampiros e intervino en Urgencias, Dinotopía, Underworld, Resident Evil, etc. etc. 8. Drew Barrymore Esta ángel de Charlie ha estado más rodeada de hombres (por lo menos a nuestros ojos), pero ella misma se declaró bisexual en 2007. Es una de las actrices más veteranas de esta lista, tanto en trayectoria como en fama, pues su gran salto lo dio con solo seis añitos en E.T. Y desde entonces, además de en el cine se ha implicado en la fotografía, la producción, la enología (ojo al dato) y es embajadora de varias causas benéficas. 9. Neil Patrick Harris El hombre que obtuvo la fama por interpretar al personaje más mujeriego de la comedia estadounidense (lo podemos discutir si os apetece) es padre desde 2010 con su chico, con el que contrajo matrimonio tras diez años de relación en 2014. Ha intervenido en Los Pitufos, The Paperboy, Hotel Transylvania, Perdida, en múltiples series de animación donde ha prestado su voz, varias obras de teatro, Glee, American Horror Story... Como coprotagonista solo tiene Cómo conocí a vuestra madre y podemos considerar Una serie de catastróficas desdichas, donde también es el antagonista. 10. Ruby Rose Muchos oyeron hablar de esta australiana por primera vez cuando aceptó encarnar a Kate Kane en Batwoman, serie del Arrowverso (aunque solo duró en ella una temporada), pero esta lesbiana ya había aparecido en películas como Dando la nota 3, Megalodón, John Wick 2 y Resident Evil: capítulo final, más en series como Orange is the new black y Dark Matter. 11. Asier Etxeandia Vamos con los españoles, que poco salen en estos especiales. A ningún fan de Velvet le debe sorprender la presencia de este buen nombre en esta lista. Asier es uno de esos actores que se ganó la fama interpretando su orientación sexual pero que consolidó su talento con papeles más dramáticos y heteros (ejem, La novia, ejem, nominación al Goya, ejem). También fue homosexual hace eones en algún episodio de Un paso adelante; apareció en Las 13 rosas, Mentiras y gordas, El Capitán Trueno y el Santo Grial... y, cómo no, se unió a nuestro director gay por antonomasia, Pedro Almodóvar, en la oscarita Dolor y gloria. Orgullo para los de Bilbao. 12. Fernando Tejero El portero de Aquí no hay quien viva y el padre de Lola en La que se avecina se descubrió como homosexual en 2013 cuando rompió con su pareja, que para colmo era Mister Gay España. Pero no estoy aquí para dedicarme a la prensa rosa o amarilla, sino para repasar la carrera de este actorazo que el año pasado versionó a Rafaella Carrá en Explota explota pero que cuenta títulos desde 1998 con Leones. Crimen ferpecto (no es una errata), El penalti más largo del mundo, Volando voy (pero no vengo), Días de cine (como el programa de la ETB2 y el canal de YouTube), Al final del camino (reencuentro con Malena Alterio) y El sueño de Iván son solo algunos otros. 13. Anabel Alonso Declarada homosexual en 2016, queremos mucho a Anabel como una de las grandes cómicas de nuestra televisión, como en 7 vidas, por ejemplo. Ha sido presentadora de Pelopicopata, participado en Tu cara me suena, El club de la comedia y El club del chiste, MasterChef Celebrity, El gran reto musical... Y además fue la voz de Dory en Buscando a Nemo y Buscando a Dory, así como la de Caperucita Roja en La increíble pero cierta historia de Caperucita Roja. 14. Zachary Quinto Quien fuera Sylar en Heroes dio una vuelta de tuerca a su carrera cuando fue elegido para encarnar a uno de los personajes más míticos del mundo mundial: el vulcano Spock en la Star Trek de J.J. Abrams. Aparte de eso, Ryan Murphy lo fichó para dos temporadas de American Horror Story y Los chicos de la banda, ese filme que parece que es un padrenuestro en este post a estas alturas. En Lizzie Maguire hizo de director; en Embrujadas, de demonio; en 24 no me acuerdo de su rol exacto pero figura en su IMDB. Con las series muy bien el hombre. ¿Y con las pelis? Un poco menos, pero tiene Snowden, Hitman y Hotel Artemis, por mencionar las "famosas" aparte de la espacial. Por cierto, ¿sabíais que fue pareja del siguiente actor de la lista? 15. Jonathan Groff Tenemos que tocar el sector teatral también. Nuestro Johnny se dio a conocer en Glee (cómo no), pero donde más se ha dejado ver es en las tablas de varios musicales: Hamilton, El despertar de la primavera y Bat Boy: el musical. Lo alucinante para filólogos/as como yo es su intervención en los Shakespeare in the park. Y porque el chaval no cantaba lo suficiente (nótese la ironía) lo ficharon en Disney para ser la voz de Kristoff en todo lo relacionado con Frozen (largometrajes y cortos). Ah, sí, también salió en The normal heart (nada raro) y como último éxito televisivo podemos contar Mindhunter. Huelga decir que casi todos sus papeles conocidos son heteros. 16. Michelle Rodríguez Bisexual estadounidense con sangre dominicana. Para mí, de lo suyo primero viene Perdidos y luego Fast & Furious, pero sé que es tan armas de tomar que ha hecho más cosas (aquí es cuando abro disimuladamente su perfil en IMDB para echar una ojeada). Contó con papeles en S.W.A.T, Aullidos, Avatar (anda, mira, de esa podría haberme acordado), Machete, Turbo... Parece que solo se ha dedicado a un género... ¡Oh! Coñe, ¡que también ha salido en Los pitufos: la aldea escondida! Bueno, no su cara, sino su voz. Eso sí que ha sido inesperado. 17. Angelina Jolie Por mucho que queme la ruptura de Brangelina, es interesante ver qué le depara el futuro ahora a esta leyenda que nunca ha escondido su bisexualidad. Jolie ya es un nombre que se sostiene por sí solo sin necesidad de mencionar su trabajo, claro que todos la recordaremos siempre por ser la primera Lara Croft del cine. Su lado maternal afloró en Alejandro Magno y Beowulf, y como fiera que es puso voz a la maestra Tigresa en Kung Fu Panda. Ah, cómo no, le debemos la resurrección de Maléfica en una historia completamente nueva y tengo muchas, pero que muchísimas ganas, de verla como Thena en Eternals, que es el estreno marvelita que más espero de este año, sinceramente. 18. Alan Cumming Escocés bisexual (para variar, en lugar de chica habemus a un hombre). Alan es actor, productor, director y guionista de más de una docena de títulos, desde 1980 hasta la actualidad. Tiene bajo su brazo algunas películas de James Bond, una de las muchas versiones de Emma (1996), Los Picapiedra en Viva Rock Vegas, Josie and the Pussycats (para los fans de Riverdale y Katy Keene), Spy Kids, Sexo en Nueva York, X-Men 2 (donde fue Rondador Nocturno), Frasier, Gardfield, Burlesque, The Good Wife, Doctor Who... y creo que con eso basta por ahora. 19. Anna Paquin Ya que he mencionado a un mutante, sigo. Aunque casada con su amor de True Blood, Paquin ha defendido abiertamente su bisexualidad. Esta Pícara es toda una prodigio dedicada a las causas humanas que fundó su propia productora con su hermano. Debutó con El piano y de qué forma: granjeándose una nominación al Oscar como Mejor Actriz de Reparto. Tal vez os interese también que fue la voz de Sheeta en El castillo ambulante. Donde la hemos visto por última vez ha sido en El irlandés, de Netflix. 20. Sir Ian McKellen El colectivo tiene el poderío de Gandalf y Magneto de su parte y no es tontería, oye. Aparte, desde 1991 es un caballero (condecorado con la Orden del Imperio Británico en 1979), recompensa otorgada por "su servicio a las artes y la igualdad", y es que desde 1988 ha sido un activista de las causas del colectivo, así como cofundador de la Albert Kennedy Trust, una de las organizaciones LGTB más influyentes de Reino Unido. A su edad podemos decir que el hombre ha hecho todo lo que ha podido y más, especialmente en teatro y cine. No contento con las dos sagas que he insinuado, también fue el narrador de Stardust, la voz de Iorek Barnison en La brújula dorada, el reloj Cogsworth del live-action de La bella y la bestia, un Sherlock Holmes decadente en Mr. Holmes y el gato Gus en Cats. 21. Hunter Schafer Como estamos en 2021 voy a zanjar la lista exhaustiva aquí, y que valga como intro al siguiente apartado presentando a esa generación de jóvenes (y no tan jóvenes) que prometen despuntar en los años venideros. En esta lista buscaba variedad para intentar abarcar a todo el mundo, pero al final ha habido mucho homo y bisexual. Por eso quiero cerrar con esta chica que se ha ganado los corazones de todos en los dos últimos años interpretando a la soñadora, dulce y complicada Jules en el drama de HBO Euphoria. Hunter es modelo además de actriz y a sus 22 años es toda una luchadora por los derechos del colectivo en general y de los trans en particular. En enero de este año se estrenó como guionista del episodio especial dedicado a su personaje, una delicia interpretativa y narrativamente hablando (para quien no lo haya visto). Seguro que veremos más de ella en el futuro porque un espíritu así no pasa desapercibido (o no debería en un mundo justo). Menciones honoríficas
Como comentaba, esta lista podría seguir y seguir, pero no sería divertido si solo hablo yo (seguro que vosotros también tenéis a vuestros propios ídolos del colectivo. Vayan soltándolos, señoris). Voy a acabar con algunos nombres que no puedo ignorar:
¿Qué más actores (o directores) se os ocurren? Post de Naiara Salinas El viernes pasado se estrenó Luca, lo último de Pixar, y porque mientras la veía no podía evitar acordarme de más historias, he decidido que ya podía ser hora de retomar los bloganálisis. ¿Los echabais de menos? Bueno, yo sí. ¿Listos? La mitología como base Como sabéis (y si no para eso estoy aquí), Luca trata sobre dos monstruos marinos jóvenes que, para alejarse de las reglas impuestas por sus mayores, deciden hacerse pasar por humanos, mezclarse con ellos en la ciudad italiana de Portorosso y participar en la Copa Portorosso, una competición que se celebra todos los veranos, para así poder ganar su propia Vespa, moto con la que ambos están obsesionados, y poder recorrer con ella el mundo a sus anchas. Estamos acostumbrados a los relatos con los monstruos marinos, casi siempre en el lado antagonista. Casi todos presentan el aspecto de una serpiente o dragón; conocemos, por poner unos ejemplos, las hidras, el leviatán, Jörmundgander en la mitología nórdica... Luego está el kraken, de la familia de los cefalópodos. Ahora bien, si Newt Scamander tuviera que identificar la especie que aparece en Luca lo mismo se llevaría la mano a la cabeza, ya que los realizadores quisieron apostar por algo nuevo. Enrico Casarosa, el director, estaba especialmente interesado en los cambiantes, esos seres que pueden alterar su cuerpo para aparentar ser un homínido. En concreto, le interesaba la leyenda italiana de Colapesce, sobre un hombre llamado Nicola de Messina que era hijo de un pescador y un apasionado de la natación al que su propia madre maldijo para que se convirtiera en pez porque siempre dejaba escapar la pesca. Si queréis, podéis acceder al mito completo aquí (el final, voy adelantando, es digno de Atlas, el titán). Para el aspecto de Luca, Alberto y familia se basaron en los mosaicos italianos. Y es que estos seres se encuentran muy presentes en la arquitectura de diversas ciudades de "la pata de Europa", como Florencia, donde decoran las populares Fuentes de los Monstruos Marinos, dos gemelas situadas en la Piazza della Santissima Annunziata que fueron esculpidas por Pietro Tacca a mediados del siglo XVII. Sin embargo, aunque seguramente se halle "cerca", no nos desplazamos a esa zona de la Toscana, y es que Portorosso es una ciudad ficticia cuyo nombre significa 'puerto rojo', aludiendo quizá al tono de las viviendas, todas de colores cálidos (rojos desgastados, rosas, naranjas, amarillos...), pero también a otra cosita que comento más abajo... Una vez aclarado esto, veamos esas referencias, algunas de las cuales seguro que habréis reconocido también. En este post trataremos tanto argumentales como easter eggs propiamente visuales. 1. La sirenita Empecemos por la obvia. En la película se nos muestra claramente a un Luca muy curioso insatisfecho con su vida de pastor de peces cabra que desea aventurarse a lo desconocido. Todo empieza cuando el chiquillo avista una barca humana una noche y, en su incursión a tierra, conoce a Alberto y este, a su vez, le descubre un afán por el coleccionismo de cachivaches humanos, por no hablar de la decisión de dejar a un lado las escamas y la cola para probar la experiencia humana, no exenta de momentos incómodos como ver cómo se cocina el pescado, cómo tratan de cazar a los de su especie o aprender a usar un tenedor de la forma correcta. Lo sé, son demasiadas coincidencias como para que sean mera casualidad. Lo único: al menos ni a Luca ni a Alberto les persigue una deuda con cierta bruja de los mares. 2. Buscando a Nemo Que Nemo y Ariel no son tan diferentes quizá no sea la revelación del año, ¿pero alguna vez os habéis detenido a comparar la actitud de estos personajes que se revelan contra las directrices paternas y se marchan a explorar mundo con consecuencias fatales? ¿Qué le dice todo el rato Marlin a su hijo? NO te acerques al bote. ¿Y qué hace? Exacto. Justo como Luca, que se pilla el rebote rebelde y desatiende las órdenes de su madre. Huelga decir que los padres de estos tres personajes (también Tritón, sí) son muy severos con sus normas, y cuando lo que está en juego es irse a las profundidades, algo así como la versión marina de un internado o una academia militar alejada de la mano de Dios, pues... casi que mejor arriesgarse a la bronca. Además, Nemo y Luca tienen una personalidad parecida: son curiosos, inocentes, amables, adorables, con iniciativa, no les gusta que les prohíban cosas... Por si fuera poco, ¿acaso los padres se quedan esperando a que su retoño vuelva de su aventura? Negativo: se lanzan a buscarlo, arriesgándose a pisar suelo seco. ¡Como Marlin! Nuevo título para este filme: Buscando a Luca. PD: las profundidades también salen en Nemo. El tío de Luca está hecho a imagen y semejanza de ese pez horripilante eléctrico. 3. H2O Hablando de sirenas, salgamos de Disney un momento, puesto que nuestros queridos monstruitos no realizan su metamorfosis de cualquier forma, nein. Los dos cobran forma humana al secarse, de la misma forma que se vuelven a transformar al tomar contacto con el agua, sea dulce o salada. Justo como las protagonistas de esta serie. Aunque, haciendo honor a la verdad, ese tipo de conversión es bastante habitual en los seres acuáticos. 4. Pinocho Seguramente lo hayáis visto ya por ahí si no os fijasteis en su momento: entre los muchos libros que lee la pizpireta Giulia, se encuentra el que dio origen a otro clásico Disney ambientado en Italia. Muy buena referencia no solo por tirarle las flores a la compañía del ratón Mickey una vez más, sino porque el escritor de la novela (que, por cierto, se publicó por fascículos en el diario local), Carlo Collodi, era natural de Florencia, justo donde está ubicada la famosa fuente de los monstruos. Fuente que, a su manera, también cuenta con un cameo. Aparte de esta relación, gracias al entusiasmo que Giulia consigue transmitirle a Luca, el niño también quiere asistir a la escuela. Un poco a la inversa de la marioneta, pero porque esta se desdobla en Luca y en Alberto, que sería la versión independiente que solo quiere pasarlo bien, viajar y vivir aventuras. Luca, por tanto, se convierte en su conciencia. Pinocho es para mí la historia más referenciada en espíritu a lo largo del segundo y el tercer acto, porque tanto Luca como Alberto son dos jóvenes que aprenden de responsabilidades mientras se entrenan para la carrera, en un ambiente que continuamente les está motivando a meterse en líos, desde el parental control que les corta el rollo, pasando por los matones que les buscan las cosquillas y les amenazan, hasta las normas de la propia comunidad. Para secundar, son dos niños que están asimilando las experiencias humanas reales por primera vez, que desean encajar y ser como los demás, no algo de lo que el resto hace burla o trata de matar. No quieren hilos en su vida. 5. Coco En un momento dado se ve un barquito con una pareja en cuyo casco pone "Elena" acompañado de una bandera mexicana. Si no os acordáis, ¡ese era el nombre de la abuelita de Miguel! Por cierto, las banderas italiana y mexicana usan los mismos colores, casi (que no pase este dato desapercibido, pardiez). 6. Hayao Miyazaki Sí, ya sé que Hayao no es exactamente una película, sino el artífice, pero es que aquí hay que añadir dos referencias. La primera quizá más obvia para todos los que conozcan la filmografía del director nipón: Ponyo en el acantilado. Básicamente cuenta lo mismo que La sirenita, pero más en la línea de... ¿Luca? Tenemos un pez que ansía ser humano y traba amistad con un niño de la costa, pero su familia va a por él. Y, así, se completa el círculo. El siguiente largometraje sí que es una inspiración directa reconocida por los responsables de Luca: Porco Rosso. Lo sé, el nombre os es demasiado familiar. ¿Dónde lo habremos oído? Este filme de 1992 que también se ambienta en Italia acabó bautizando la ciudad pesquera donde transcurre la aventura presente. Y una vez ves las imágenes no extraña, ya que la fotografía y el diseño se inspira mucho en la versión japonesa. Por cierto, ¿sabíais que al principio Portorosso iba a ser el apellido del protagonista? Pero lo acabaron cambiando. 7. El relevo Otra inspiración reconocida. En esta hay una competición de ciclismo en la que participa un grupo de amigos, y creo que con eso ya lo he dicho todo. Pero además el director de la cinta pixariana explicó en esta entrevista cómo este filme les había ayudado a construir la estructura de un guion que debía desarrollar una amistad en dos mundos: "Fue interesante ver cómo esa película entrelazó sus dos elementos, lo que nos ayudó a conectar nuestros dos mundos y temas para completar nuestro propio rompecabezas". ¿No os parece curioso? 8. Julio Verne Como comentaba, la educación es un factor importante en este relato y lo vemos sobre todo a través de la familia de Giulia. Pero, en concreto, se aprecia una debilidad por las ciencias, pues lo primero que motiva a Luca a estudiar es contemplar las estrellas, la inmensidad del firmamento. Nuestros personajes son unos jóvenes entusiastas con mucho deseo de explorar, como los protagonistas de las novelas de Verne que alcanzan mundos recónditos en el espacio... y en el mar. El póster de 20.000 leguas de viaje submarino también tiene su aparición estelar, muy camuflada. 9. Up Hablando de explorar, es imposible que observando a Giulia no venga a la cabeza este otro clásico de Pixar, pues la muchacha recuerda un poco a Ellie en su juventud, cuando conoce a Carl: valiente, extrovertida, justa, curiosa, tenaz, con las ideas muy claras, enérgica, rara y marginada... 10. Vacaciones a Roma ¡La Vespa! ¡El póster! ¡Italia! ¡El verano! Si es que lo tiene todo. Este largometraje protagonizado por Audrey Hepburn y Gregory Peck fue el que inmortalizó la Vespa como símbolo de la carretera italiana. Un largometraje como Luca que se presta a la exaltación nacional no podía dejar esto de lado. Una metáfora sobre la pubertad
Algo que me llamó la atención tanto viendo el filme como investigando después es lo abierta que está a las múltiples interpretaciones, cosa que me parece excelente. Por un lado, como afirma el propio director, la transición de monstruo a humano es un reflejo del desarrollo del cuerpo, cuando "empezamos a sentirnos diferentes" e incluso fuera de nosotros mismos. Un redescubrimiento físico. Porque, por si todavía no ha quedado claro, el 80% del guion gira en torno a descubrir: el mundo, los sueños, los amigos... Luca es un canto enorme hacia la amistad, que no se normaliza tanto en el cine en comparación con las relaciones amorosas. Y esta perlita que acabo de soltar viene a cuenta de la interpretación que todo el mundo se cuestionaba durante la promoción: la representación del colectivo LGTBIQ+. Como estamos en el mes del orgullo no seré yo quien tire el jarrón de agua fría, puesto que explícito, lo que se dice explícito..., no es. Sin embargo, tampoco es un no rotundo. Resulta una práctica excelente de Pixar el dejarlo abierto a pesar de las reticencias (mías también) iniciales, porque no hay que olvidar que es un largometraje dirigido a un público mayoritariamente infantil que no buscará ahondar en la profundidad del alma como en Soul, sino tirar a lo sencillo. En determinados momentos de la película somos testigos de la conexión entre Luca, Alberto y Giulia, y de cómo el segundo incluso presenta celos que pueden ser los típicos de un bromance o... algo más. Que no evolucione más allá de eso es positivo porque le da la oportunidad al público de disfrutar de un gran trío amistoso y al mismo tiempo se sugiere la posibilidad de que en un futuro lo que deseábamos que ocurriese sí llegue a pasar. Porque lo que se está normalizando sobre todo es el amor: entre familiares, entre amigos... En una edad en que tanto se redescubre como se pone a prueba, porque es un momento de cambios y decisiones trascendentales, de empezar a pensar por uno mismo en el futuro que se quiere construir. Todo ello con un humor magnífico que nos hace pasar un gran rato y coger simpatía enseguida a todos los implicados (menos al grupo de los matones, claro). Luca es una aventura para todos los públicos en su sentido más literal: niños, adultos, cinéfilos sedientos de easter-eggs, gente que solo quiere pasarlo bien, homosexuales, heteros, bi... El estreno veraniego ideal. Ahora decidme vosotros: ¿qué otras referencias habéis encontrado? Otros b/vloganálisis:
Post de Naiara Salinas *Asoma la cabeza con timidez* Confesiones de una cinéfila pseudo parada en el arte de ver películas: mayo no ha sido un mes muy activo para mí (lo siento), pero estas son mis impresiones de lo que he llegado a ver: La apariencia de las cosas (fecha de visualización: 30 de abril de 2021) Muy digna de su título, no solo intrínsecamente. Es otra apuesta de Netflix en la ruleta de las historias de fantasmas, en este caso sobre un matrimonio, Catherine y George, que se muda con su hija a una casa maldita en un pueblo recóndito con habitantes algo extraños que contribuyen a aumentar la sensación de paranormalidad (huelga decir que ninguno de los protagonistas es consciente de a qué se enfrenta, sino que acuden allí por motivos laborales que no tienen que ver con expedientes Warren, cazafantasmas ni novelas en proceso). Pero hay algo que no termina de cuajar. La película adopta el simbolismo religioso como núcleo de conexión y va conduciendo el delirio de los protagonistas alrededor de su matrimonio y del espacio como buenamente lo hizo Stanley Kubrick en El resplandor. Salvo que aquí las posesiones son de otro cantar y nuevamente se traza una división entre el bien y el mal espirituales. La historia muestra a una Catherine aparentemente descompuesta con un trastorno alimenticio, mientras su marido perfecto es el relaciones públicas triunfador. Pero si fuera todo tan idílico no se llamaría La apariencia de las cosas y progresivamente las tablas se van tornando, surgen los secretos y se revela la verdad, donde no falta colaboración fantasmal. El plot twist se va mascando de a pocos, pero consigue el impacto debido a la confusión de los personajes (y del espectador) y a la barbarie en la que desemboca todo. En resumen: turbia historia con mucha simbología y un final de más o menos libre interpretación. Un poco amarga. Lo mejor: aunque no es la primera vez que veo a James Norton en este género, nunca lo había hecho en este tipo de papel y ha sido un descubrimiento. Por otro, aunque a veces es confuso, me gustó cómo se empleó el arte y la filosofía en relación con la trama. Lo peor: que no está dirigida por Mike Flanagan, por lo que el desmadre no está tan brillantemente ejecutado y hay partes descompensadas. Entonces... ¿es mala? ¿Podría ser más buena? Quizá más bien esto último. No se queda corta (de hecho se alarga mucho), pero le falta chispa, más emoción (lo que, teniendo en cuenta la sinopsis, ya es decir). Chaos Walking (fecha de visualización: 1 de mayo de 2021) La película que junta a Tom Holland y Daisy Ridley en una aventura literaria distópica es, haciendo honor a su nombre, caótica a su manera, culpa del Ruido (y así lo llaman, más no pudieran haber acertado) de coros mentales que pueden llegar a agotar el oído durante el visionado. Pero el defecto del filme no es ese, sino el poco esfuerzo por generar un contenido profundo en ciertas partes, lo cual desequilibra el guion. El argumento no aburre ni mucho menos y, de hecho, entretiene, pero se ahoga en un tópico tras otro donde la única salvación es la química de los protagonistas y el mensaje de fondo. Mads Mikkelsen como villano hubiese podido ser otro punto a favor, si no fuera porque el guion no lo favorece ni logra que cale en el espectador. En otras palabras, el desarrollo de los dos héroes es óptimo, pero aparte de eso la trama se encauza muy superficialmente y apenas arriesga en explorar a los antagonistas, lo cual duele porque llaman bastante la atención y podrían dar mucho juego. En lugar de eso tenemos una aventura de una búsqueda con un largo viaje a contrarreloj que llevará a los protagonistas a conocerse y unirse y a los demás... a ser mero polvo existencial en nuestras cabezas. En resumen: la última frase del párrafo valdría para esto. Lo mejor: Daisy y Tom están en su salsa y brindan un poco de comedia romántica, ya de paso. La forma en que se va revelando su historia es notable, aunque tampoco sea demasiado nueva. Lo peor: superficial al cubo. Desaprovecha la dirección y el guion. ¿Es fiel a la novela, aunque sea? No puedo confirmar ni desmentir porque no la he leído, pero tengo la sensación de que como adaptación tampoco está tan mal. Lo del Ruido es molesto pero efectivo. La mujer en la ventana (fecha de visualización: 14 de mayo de 2021) Una historia prometedora como la primera, que se queda muy en la superficie como la segunda. Amy Adams interpreta a una mujer aquejada de agorafobia que juega a la "vieja al visillo" emulando a Hitchcock en La ventana indiscreta, razón por la que ve cosas turbias que no debería y se empieza a montar una película (esta película, para que de paso quede muy meta todo) de dudosa fiabilidad por sus tendencias (como le ocurría a la protagonista de La chica del tren, qué casualidad). El guion es un pobre intento de salto de pértiga que se queda a la mitad de la cima o se estampa contra el palo y cae trastabillando. Quiere sorprender, pero no lo hace. Quiere ser misterioso, pero aburre. Quiere ser profundo, pero cansa, y eso que el reparto sale adelante como puede (contra Amy no tengo nada que decir. Si hay que culpar a alguien, a ella no, desde luego). Pero no me acabé de creer los roles de la gente implicada (repito: culpa de una escritura muy pobre y sin solidez) y ni me introduje en la trama (hasta desconecté varias veces). Quizá porque tenía muchas expectativas ha sido la mayor decepción de mayo. En resumen: fisgonear por una ventana nunca garantizó buenos resultados. Este filme es un ejemplo. Lo mejor: la fotografía que consigue capturar la agonía de la distancia, la calma y la soledad del espacio cerrado y el misterio de la calle. Buena relación ahí. Lo peor: es un circunloquio muy innecesario con poca emoción climática. Este cuerpo me sienta de muerte (fecha de visualización: 15 de mayo de 2021) Divertida comedia negra que pudiera haber sido escrita o patrocinada por los mismos de Este cuerpo no es el mío (2002). En él Millie (Kathryn Newton) se enfrenta a un curso difícil donde, aparte de intentar superar la muerte de un padre que ha dejado a una familia inestable emocionalmente, es objeto de bullying tanto de alumnos como de profesores. A una chica como ella le sobran las desgracias a pesar de contar con dos amigos muy geniales, pero los guionistas lo retuercen todavía más cuando la convierten en la presa del asesino en serie de leyenda que anda a sus anchas por la ciudad y que, por culpa de una daga mágica robada, acabará intercambiando su cuerpo con el de ella. El largometraje comienza intenso, pero los responsables hicieron bien los deberes y consiguieron la armonía en su punto de cocción entre la risa y el susto. No faltan los momentos de tensión, los alocados, los gore (que se note que produce Blumhouse), los románticos y los desternillantes. Vince Vaughn es maravillosamente gracioso en su papel de adolescente marginada atrapada en el cuerpo de un grandullón con sed de sangre y sin este percal el filme no sería igual de cómico. En resumen: entretenimiento al máximo. Se juega con los gags más populares y se pasa muy buen rato. Lo mejor: la dinámica entre los amigos, Kathryn Newton y Vince Vaughn. Lo peor: nada. El fotógrafo de Minamata (fecha de visualización: 28 de mayo de 2021) Basada en hechos reales, cuenta la historia de uno de los fotoperiodistas de la Segunda Guerra Mundial con más reputación en su momento de decaimiento. En 1971 Eugene Smith, desconectado del mundo, recibe el permiso de la revista Life para viajar a la ciudad costera japonesa de Minamata, cuya población ha sido devastada por el envenenamiento por mercurio, debido a la negligencia industrial. Smith convive con la comunidad y sus fotografías inmortalizan la catástrofe de una forma desgarradora. De hecho, desgarradora es como mejor puede definirse esta película que comprende varios ejes centrados en el dolor humano: primero, el devenir psicológico del protagonista, a quien un Johnny Depp muy maduro le otorga un eco de su propia carrera y manifiesta el agotamiento a nivel laboral y personal; segundo, el pueblo que reclama una compensación a los empresarios por haber dañado sus vidas para siempre y, tercero, las propias víctimas. No es una película amable ni parece que esté pensada para llevarse una buena impresión. De hecho me recordó bastante a Mr. Jones y El fotógrafo de Mauthausen donde el énfasis está en la realidad que capturan los ojos, a veces a través del de una cámara, y cómo la experiencia le vale al protagonista para su propio viaje de conciencia que le lleva a descubrir lo importante, lo necesario. En resumen: un relato sobre el poder de la imagen en la búsqueda de justicia, pero también sobre abrir los ojos en general y cargar con la responsabilidad de los crímenes contra natura. Lo mejor: Johnny Depp ofreciendo una interpretación muy sentida en un personaje muy decaído que quiere conservar parte del humor negro de Jack Sparrow. El hombre se mimetiza con Eugene de una forma increíble y convierte la causa del personaje en la suya. Lo peor: puede ser dura de contemplar. Sueños de una escritora en Nueva York (fecha de visualización: 9 de junio de 2021) Con lo que apuesto yo por las historias con temática literaria, me hizo especial ilusión encontrarme con esta en la cartelera. Sobre todo por el ambiente que retrata, por el cual una no puede evitar sentir curiosidad. La trama nos presenta a Joanna, una joven que, como tantos otros aspirantes a escritor, decide instalarse en la Gran Manzana movida por el sueño romántico de una vida poco lujosa pero muy creativa. Por lo menos hasta que se da un golpe contra la realidad y se acuerda de que comer es importante también. Por suerte, encuentra trabajo en un ambiente rodeado de libros, una agencia literaria que, entre a otros muchos autores reputados, representa a Salinger, el autor de El guardián entre el centeno. El trabajo de Joanna consiste en gestionar el correo que llega de los fans para el escritor, el cual vive aislado y protegido por sus agentes de todo ese ruido, pero poco a poco la muchacha empieza a introducir algunos cambios en su rutina mientras trata de compaginar su vida diaria con su sueño, cada día más cerca de convertirse en frustrado. El filme supone un reflejo muy fiel de la juventud que se abre camino a tientas en el mundillo y comienza llevándose decepciones, así como de ese salto a la etapa adulta cargada de preocupaciones y responsabilidades que obligan a dejar ciertas metas aparcadas, con riesgo de acomodarse en la rutina como le sucede a Joanna. Al mismo tiempo, exalta el valor de las voces narrativas mediante el recurso de las cartas, que forman parte de la historia que nos cuenta Joanna, como si solo ella tuviera el privilegio de ser su megáfono, una verdad triste, pues todo lo que hace el mundo profesional es acallar esas voces, sin detenerse a escuchar sus deseos. El gran mensaje viene a ser que todos tenemos derecho a ser leídos o escuchados, ya sea por parte de un amigo, de una pareja, de un compañero, un jefe o un escritor famoso. En resumen: buena aventura casera sobre las aspiraciones de una romántica con mucho homenaje a lo que da sentido a la obra de Salinger y otros escritores curtidos. Lo mejor: su atemporalidad (aunque se ambienta unas décadas atrás, todavía se siente muy fresca), su buen manejo de los recursos narrativos y la química entre Margaret Qualley (muy alto va volando esta chica desde la penosa Death Note) y Sigourney Weaver, que evoluciona de jefa-secretaria a maestra-alumna. Lo peor: no se me ocurre, la verdad. Había algo pero se me ha olvidado. Post de Tessa Bueno, tal vez ese titular sea un poco de trampa. Ya que, por ahora, la evolución ha sido Wattpad, luego editorial y, por último, a la pantalla. Y es que aún no tenemos ninguna adaptación directa de las historias de una de las plataformas literarias más conocidas. En este post quiero mostraros todas las series y películas que empezaron como una historia en Wattpad. Estas historias ya las mencioné en el blog Literatura en Femenino, donde explicaba su paso de Wattpad a la editorial (una especie de post precuela que no es obligatorio leer). Pero ahora veamos cómo ha sido su camino a nuestras pantallas. Para quién nunca ha oído hablar de ella, Wattpad es una plataforma literaria donde sus usuarios pueden escribir y publicar historias capítulo a capítulo (actualmente hasta se puede ganar dinero) y los lectores leen (obvio) y comentan. Esta se hizo especialmente famosa con una de las historias de las que vamos a hablar hoy: After. After es una historia escrita por Anna Todd que se hizo famosa en la que los protagonistas eran los miembros del grupo adolescente del momento: One Direction. Una historia de amor entre Harry Styles (cambiado Hardin más adelante porque no se puede robar un nombre en una película o libro) y Tessa Young (no yo, por favor, no me relacionéis con ella). Además, la historia está inspirada en 50 Sombras de Grey. Vamos, que lo tiene todo, pero nadie fichó a los cantantes para que interpretaran sus papeles en la adaptación. No lo entiendo. Con todo esto, el libro se hizo tan famoso que se publicó en papel y más adelante se adaptó al cine. La primera película se estrenó en España como After: Aquí empieza todo y la segunda como After: En mil pedazos. El 3 de septiembre llegará la tercera parte After: Almas perdidas y, si todo sigue así, la historia terminaría con la adaptación del cuarto libro. Pero ya sabéis cómo son las adaptaciones juveniles: lo mismo te las dejan sin terminar que dividen el último libro en dos películas más. Josephine Langford (Moxie), hermana de Katherine Langford (Por trece razones, Maldita), y Hero Finnes-Tiffin (Safe) son los actores protagonistas. Como adaptación, los fans dicen que es buena, pero la película se ha llevado muchas críticas por su trama simple y la relación tóxica entre los protagonistas. Yo aún no me he atrevido a verla, pero leí los libros y puedo decir que ahí ya se podía ver que era bastante tóxico todo; sin embargo, parece que lo han suavizado en la película. Igualmente, la controversia vende y la historia engancha así que tiene muchos fans. La siguiente adaptación es también un romance, con adolescentes, que muchos posiblemente hayáis visto por el catálogo de Netflix: Mi primer beso (El stand de los besos o The Kissing Booth) de Beth Reekles. La película es una adaptación medianamente fiel, medianamente libre que resulta perfecta para los amantes de las comedias y romances adolescentes. En el reparto tenemos a la maravillosa Joey King (Expediente Warren), Joel Courtney (The Messengers) y uno de los chicos del momento Jacob Elordi (Euphoria). Divertida, entretenida, pero un tanto sin más. La típica película para pasar la tarde con amigos tomando palomitas en casa, con un tono a las películas de Disney Channel, pero menos hortera y más cursi. La película, tiene una segunda parte que ni he visto ni he leído. Sinceramente, creo que vale con el final de la primera y no estoy segura de querer saber qué líos meten después. Ahora voy con una adaptación que viene de Wattpad, pero muchos no saben ese dato. Vamos a jugar a las adivinanzas. En España la tiene HBO, pero es original de Hulu. Es también adolescente (algo habitual en el contenido de Wattpad), pero esta vez es de fantasía. Con 2 temporadas (2018-2019) y 4 protagonistas. Y, última pista, para los fans de la película Jóvenes y Brujas. ¿Ya sabéis cuál es? Si habéis respondido Ligera como una pluma, ¡estáis en lo correcto! Fue una serie que en general gustó a sus espectadores, pero no parece haber tenido mucho éxito. Con un tono paranormal de terror, se alejaba un poco de las otras series adolescentes de fantasía. El reparto cuenta con Liana Liberato (Hasta los huesos), Haley Ramm (Chasing Life), Peyton List (Cobra Kai, Jessie), Ajiona Alexus (Empire, Runaways, Por 13 razones) y Brianne Tju (A 47 metros 2: El terror emerge, Scream: La Serie). Es probablemente la historia más diferente de esta lista ya que se aleja del tono romántico y colorido de las anteriores, para ser más oscura y sombría. Yo aún no le he dado una oportunidad (y hasta que no empecé con esto ni sabía que venía de un libro, menos de Wattpad), pero quién sabe, pronto puedo estar cantando “ligera como una pluma, rígida como una tabla”. Ahora entremos en las próximas adaptaciones de Wattpad. ¿Qué se viene? Tal vez hayáis oído hablar ya de ella, pero Netflix ha anunciado que traerá A través de mi ventana de Ariana Godoy en formato serie. Yo voy a deciros, que la historia es divertida, el romance engancha y, si lo hacen bien, podemos estar a punto de ver otro éxito juvenil español en serie. Por ahora, no hay mucha información, pero ya nos han ido mostrando al casting (uno bastante desconicod así que tal vez haya jóvenes promesas ahí) y veremos a Clara Galle y Julio Peña Fernández (Madres. Amor y vida, La catedral del Mar) interpretar a Raquel y Ares. Ella era una protagonista graciosa así que esperemos que le hagan justicia. En marzo comenzó el rodaje así que tal vez para finales de año o inicios del siguiente podamos verlos. Yo creo que esta vez va a ser mi vuelta a la ficción española, así que esperemos que sea un éxito. Otra adaptación, en este caso para película, es la de Bad Boy’s Girl de Blair Holden. La productora italiana Leone Film Group anunció en abril que iba a adaptar estos libros protagonizados por Tessa O’Connel (sí, otra Tessa. After puso de moda el nombre en la plataforma).
Sin casi más datos poco puedo decir, yo no llegué a terminar el segundo libro (que ya parecía estirar el chicle y aún hay otros 3 detrás). Pero quiero dejar aviso que tal vez volvamos a la controversia de las relaciones tóxicas, ya que es un triángulo amoroso muy complicado en el que uno de los intereses amorosos es el chico que le hacía bullying cuando era niña. Además, la chica tiene problemas de bulimia que si deciden incluirlos esperemos que lo hagan con la delicadeza necesaria… Ahora quiero leeros. ¿Las habéis visto y/o leído? ¿Tenéis ganas de ver alguna de las dos que se vienen? Post de Naiara Salinas "La ves venir y crees que es el diablo/Pero al llegar tendrás que admitir/Que en gran error estás/pues ya de cerca ves/Que Cruella es mucho peor que Satanás". Eso decía la letra de la mítica canción con la que tantos niños crecieron en los 90, yo incluida. Y ese "diablo" es el último escogido por Disney para desarrollar en forma de acción real, con un spin off que para los más fieles creyentes hasta podría pasar por biopic, ya que no en vano lo que se explora en la trama es la biografía de una de las villanas más perversas de la factoría (obviedades en modo on). Precisamente por esto el título de este artículo es un interrogante, ya que, como cantaba Madalen Duke, un villano se hace, no nace. Todo mito que se precie tiene un origen y, como ya ocurrió con Maléfica en su día, para conocer a Cruella tenemos que llegar al "antes" de la canción, del espanto y la carne de gallina. La (bi)polaridad de los villanos: el gran mensaje del siglo XXI Durante siglos, era tradición que el mundo fuese blanco o negro. Y en lo que se refiere a los cuentos infantiles, más todavía, pues un niño no es capaz de comprender o asimilar la complejidad del universo, no digamos ya del ser humano (existe una razón por la que en Inside Out solo se introducen cinco emociones). Así pues, lo mejor era quedarse en lo básico y presentar a un héroe protagonista muy bueno y a un villano o antagonista muy malo, sin trasfondos. Esto es importante recordarlo teniendo en cuenta que tanto 101 dálmatas como Cruella parten de la novela infantil de Dodie Smit publicada en 1956, donde todo lo tenemos es una mujer que secuestra perros para hacerse un abrigo con su pelo moteado. Hasta ahora, todas las adaptaciones cinematográficas coincidían en hacer honor a la canción y sacar lo peor del personaje, pero en la década de los 2010 nos sacudió una tormenta en forma de movimientos sociales que poco a poco consiguió diluir el blanco y el negro en un gris que provocó que Hollywood tomase una decisión tanto atrevida como peligrosa: justificar a los villanos, bien contando la misma historia desde su punto de vista o bien yéndose más atrás, a sus orígenes. Por si acaso, el experimento salió adelante ante todo con personajes ficticios y, así, llegaron historias como las de Maléfica y Joker, donde el antagonista acabó siendo más bien un antihéroe como mínimo o, como cantaba Britney Spears: "un chico malo con un corazón contaminado". ¿Es positivo este cambio? Desde un punto de vista psicológico, realista incluso, la dualidad se agradece, ser testigos de cómo la oscuridad no es absoluta y, por mucho que alguien quiera ver el mundo arder, siempre queda un rayito de sol reservado para alguna causa o alguna persona. Y esa persona tiende a ser un familiar, en especial padre o madre. Hiere a uno de ellos y adiós muy buenas. Un corazón roto también vale como excusa, al parecer; una traición, si nos vamos al significado general. Ahora bien, ¿se carga esto buena parte de la esencia del villano? Me temo que un poco sí, pero son los gajes del protagonismo también. De nada vale un personaje principal plano hoy en día: eso es cargarse la historia antes de empezar. Mi conclusión es: a lo mejor los antagonistas de este siglo no imponen tanto como los antiguos, pero están mil veces mejor construidos, obedeciendo a una realidad donde todo parece ser cuestionable y esas cuestiones se han ido complicando, por lo que un niño empieza a mirar la vida con los ojos de un adolescente antes de llegar siquiera a la preadolescencia. El target de esta película es de unos doce o trece para arriba, y eso implica un rango elevado de público que asiste a esta transformación de una niña humilde con el pelo blanco y negro de Sia en una mujer poderosa que no se detendrá ante nada para ver su deseo satisfecho. De Estella a Cruella: un viaje satisfactorio, pero incompleto Ahora bien, no siempre el guion consigue satisfacer al espectador que ha crecido con cierta idea de x villano en su cabeza. Joker acabó salvando la jugada, pero recuerdo que Maléfica me decepcionó respecto a eso porque, aunque Angelina lo hizo genial, quería que el resultado final llegase a la villana que me había atormentado en pesadillas (la escena de la rueca me persiguió buena parte de mi infancia, sí) y acabó siendo la salvadora junto con Aurora. Me trastocó mucho. Aun así, tenía esperanzas con Cruella. Algo en los avances me decía que iba a ser rompedora de alguna forma. En la fiereza y el poderío de Emma Stone ya creía, pero quería que tuviera una historia digna, una antagonista a la altura y un salto al lado oscuro semejante al de Anakin Skywalker. Celebro que lo consigue en un 90%. La trama toca todos los clichés habidos y por haber en un argumento de "conversión": desde el trauma infantil, pasando por los torpes inicios en el mundillo a pesar de una mente criminal más que capacitada, hasta el deseo de venganza que genera la rabia que se convierte en odio que lleva al lado oscuro. Pero funciona para la caracterización, señalando muchas causas de la personalidad de "Cruella" (acertada decisión el convertir su nombre en un mote, para variar) o sus habilidades, como por qué siente obsesión con los dálmatas, de dónde le viene la histeria o esa gallardía con la que se pasea, su estilo, cómo se convierte en una de las diseñadoras de moda más prestigiosas e imponentes del mercado, cómo conoce a sus secuaces... ¡Hasta cómo consigue ese cochazo y ser la reina de todo un imperio con ese casoplón! Las referencias son constantes y casan con el personaje que interpretó Glenn Close (que en este filme ejerce de productora ejecutiva con la propia Stone). Emma tiene el carácter ideal para dar vida a esta chica con todos los matices que se abordan: su lado sentimental y su lado perverso. Quizá porque, al final, la historia de Cruella no difiere de la de un famoso que se convierte en el personaje que crea para sí. La complejidad de esta villana está en intentar ser "buena" en un mundo que le anima a dar cuerda a su otra cara. Pero es importante añadir que no es el mundo el que la convierte en lo que es, sino que es ella quien toma la decisión, y por eso es genial. Un simbolismo de ello lo tenemos en el vestuario y la peluquería: existen dos tipos de disfraz aquí: uno más físico (el tinte rojo) y otro más de carácter (la crueldad de "Cruella"). Estella decide teñirse el pelo de rojo para no llamar tanto la atención, ser normal. Llega un punto en que el nombre de Estella se relaciona con la normalidad y nada más, pero lo que subyace es la verdadera identidad: la de una chica extravagante y salvaje de armas tomar que cuando quiere es muy buena, pero cuando es mala, es muy mala. Esa sigue siendo Estella, pero es la que todos apodan como Cruella. Sabes que el personaje evoluciona cuando se quita el disfraz físico y asume del todo el personal, juntando su actitud presente con la de la fachada de diva poderosa. Aun así, la trama no es perfecta, hay algunos giros de guion que se nota que están colados más para el fan service y que sí rompen con la noción general de la señorita De Vil, aunque al mismo tiempo la promesa de una secuela en ese final nos lleva a pensar que todavía hay más chicha en esta transformación. Porque se nos cuenta el origen del empoderamiento, pero no el momento en que se convierte en ladrona y asesina de animales (¿puede que para alejar a Greenpeace de las protestas?). Y está bien que sea respetada y temida sin haber llegado tan lejos aún, porque en el punto donde comienza 101 dálmatas solo es una jefa egoísta, maleducada y desagradable, es decir, el mundo desconoce los límites que es capaz de traspasar. Por tanto, no estaría bien que los traspasase en su juventud (aparte, no dejamos de asistir únicamente a esta etapa de la vida de Cruella donde sus maquinaciones todavía están forjándose. Se suele decir que cuanto más vieja, más cabrona y sinvergüenza. En este caso va a ser verdad). En líneas generales este devenir guarda más relación con los live-actions (el de Más vivos que nunca y su segunda parte, 102 dálmatas). Otro aspecto es que cuando ves la película distingues claramente a los personajes anecdóticos frente a los que de verdad aportan. El trío Gaspar-Horacio-Artie encandila, son grandes compañeros de crimen (aunque aún estoy en shock por la idea de Gaspar teniendo un crush con Estella), pero Anita y Roger... meh, quizá los que más confunden al fandom (no quiero soltar spoilers, pero después de la escena mid-créditos para mí no tiene sentido que el dueño de Pongo componga una canción con semejante letra insultante. Un poquito de por favor). El diablo viste de punk de los 70 Una sinopsis que sitúa en duelo a dos divas como Stone y una Emma Thompson en modo Miranda Priestly (la enemiga perfecta para una historia ambientada en el mundo de la moda) necesita adornos a la altura. La verdadera razón por la que funciona es porque condensa muy bien todos los elementos y nos ofrece un producto muy fresco con muchísima personalidad. La música es increíble y para darle un Oscar al encargado o a la encargada de seleccionar la playlist, esos temas tan populares de la época que nutren la narración como en el mejor de los musicales y se unen con lazos de regalo a un montaje súper rítmico que entretiene y engancha con esas transiciones entre secuencias (nuevamente tenemos lo que yo llamo el "montaje del golpe" cuando se va a cometer un crimen organizado, por ejemplo). Toda la estética es acorde con la historia y su protagonista, una delicia visual que entronca la elegancia clasista antagonista con la rebelión punk de los bajos fondos, lo cual a su vez es un eco del movimiento histórico, cómo afectó a la población joven, especialmente (no solamente tenemos una lucha entre diseñadoras con estilos muy diferentes, sino también entre generaciones, rasgo del que se hace eco constantemente el filme). Fantasía auténtica que viene muy bien para el gusto por lo retro de la actualidad. Y sí, aun con clichés, puede sorprender. En resumen: al final Disney sí rompió sus moldes. No es el atrevimiento más grande de su trayectoria, pero tampoco se queda en la zona de confort. Ha conseguido situarse en el top de estrenos del año con un largometraje muy gamberro, una batalla increíble de divas, una protagonista claroscura muy badass que, en lugar de asumir de primeras su título de "dama araña", entona: "Uno de estos días estas botas caminarán sobre ti". Es el tema que mejor define a esta versión. Aunque el toque de Florence & the Machine... también lo compro bastante. Lo mejor: la música, el estilo en general (toda la cinematografía, el vestuario, etc.), el ritmo dinámico y el reparto encabezado por estas leonas. Lo peor: el argumento a estas alturas ya está demasiado explotado y la ruptura con la historia de ciertos personajes le resta mérito, aunque en general han sabido equilibrar las referencias y la coherencia interna. La escena mid-créditos es un pequeño detalle para los fans y emociona, aunque puede dejar alguna que otra pregunta, como en qué momento Cruella deja de perdonar la vida a los animales. Puntuación: 9 Post de Naiara Salinas Voy a empezar este post con una pregunta: ¿tú cuándo te diste cuenta de que uno de los mejores años de la historia del cine para todos los millenials llegaba a su 20º aniversario este querido 2021? Yo hace exactamente una semana, cuando empezaron a saltarme notificaciones de aniversario tras aniversario. No contenta se quedó El señor de los anillos con reestrenarse entera en cines para cumplir mi sueño frustrado de verla en una pantalla grande de verdad (porque yo era una mocosa cuyos padres no tuvieron consideración, o más bien tuvieron demasiada --¿una niña de unos 8 años viendo escenas de decapitación a orcos, posesiones demoníacas y sangre por doquier más arañas gigantes? Nanai--), que tuvo que llamar a todas sus amigas: Shrek, El viaje de Chihiro... Hasta Harry Potter y la piedra filosofal. Sí. Kubrik anticipó la odisea de 2001, pero quizá no había que irse tan lejos. Ese año inició un viaje que para muchos de nosotros se nos ha quedado grabado en el corazoncito a fuego. Nuestra vida no volvió a ser igual tras él. El comienzo de las grandes franquicias, de cintas (sí, literalmente cintas, rozando el borde con el DVD) que hoy se consideran CLÁSICOS. Por ello, nada mejor que el 25 de mayo, aka el Día del Orgullo Friki, para festejar esta oleada de cumpleaños. ¿Os unís? ¡Pues dale! Nota: el orden de esta lista obedece a un criterio de "según iba mirando en Google cuáles eran las cumpleañeras y cuáles eran sagas y cuáles no". 1. El señor de los anillos: la comunidad del anillo (estreno en España: 19 de diciembre de 2001) Anda que no le queda todavía para cumplir 20, pero imagino que la crisis de los cines obligaba a adelantar el reestreno como reclamo. Y, por lo menos en mi caso, funcionó, aunque fuese una película. Ese momento de revivir lo más memorable de una de las sagas que mejor ha envejecido (y me baso en la cantidad de espectadores que me acompañaron con emoción a la sala) en pantalla XXL, sonido ultrasonic... OMG. No hay palabras. Si me tengo que quedar con detalles: lo joven y apuesto que se veía el reparto en aquella época; el doblaje castellano TAN acertado; la bestial banda sonora de Howard Shore; el grandioso paisaje fantástico y buenamente capturado que lograba sumergirnos en la Tierra Media; la epicidad de las batallas; una de las muertes más memorables de Sean Bean en su carrera y los grandes discursos sacados de la pluma de Tolkien y el trazo elegante del guionista. Aunque la cumpleañera es la primera entrega, quiero destacar al gran Samsagaz Gamyi, porque su monólogo de Las dos torres (mi favorita, fight me) me lo pondría en una camiseta. 2. Shrek (estreno en España: 13 de julio de 2001) La siguiente franquicia es la reinventora de los cuentos clásicos. Shrek llegó a Dreamworks Animation para romper y poner en jaque a Disney. Tal vez la compañía del ratón fuese la reina de la animación en el siglo XX, pero ¿en el XXI? El pescador de la luna entró por la puerta grande con este ogro verde que se amistó con un asno, una dragona y se casó con una princesa. Shrek no solo aportó una historia original con mucho ritmo, sino también con muchísima guasa. Se amoldó enseguida a la moda de la década de incluir canciones poperas en una trama medieval; subvirtió los clichés al hacer que el monstruo, por una vez, fuese el protagonista y el héroe, mientras que el caballero, el malo; concentró nuestros cuentos de hadas favoritos mucho antes que el crossoverazo de Once Upon a Time. Simplemente una genialidad. Yo todavía le agradezco al de arriba el habernos brindado esta saga, que, a pesar de contar con una cuarta entrega muy floja, me tuvo en su legión de fans hasta el final. El secreto de esta producción fue contar con un líder tan nato como era Andrew Adamson, que también dirigió las dos primeras de Las crónicas de Narnia (uy, uy, ya hablaremos de esa en algún momento también, que le tengo ganas). Otra de las razones por las que fui/soy tan devota, para una niña con mi humor (sí, desde chiquita dando caña), fue poner a mi dúo cómico español favorito, Cruz y Raya, como las voces principales (José Mota, rey del doblaje de los compañeros con labia rápida). Mi parte favorita, otra vez, es la segunda (¿quién dijo que no eran buenas? Eso no se puede aplicar a las de esa década, ¿no?). Vamos, por favor, Jennifer Saunders se marcó la mejor cover de "Holding out for a hero", ¿alguien me lo niega? ¡Por cierto! Que no se me olvide: el año pasado fue seleccionada para el National Film Registry de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. ¡Ya es pieza de museo! 3. Harry Potter y la piedra filosofal (estreno en España: 30 de noviembre de 2001) Ay, Harry, mi Harry. Cuántas alegrías me ha dado el Mundo Mágico, cuánto amor por Inglaterra, Escocia y todo su folklore me ha cultivado, cuánto buen actor he disfrutado. Y, curiosamente, para pecado y herejía mía, no recuerdo haber visto la primera entrega en el cine (y aquí, lo siento por mí, la edad ya no vale como excusa porque tenía la perfecta para ir). Yo soy la loser que acabó catando esta saga porque le regalaron la cinta (literalmente cinta) un buen día de primavera-verano, no sé, cuando salió, y decidí que los libros que me había ido comprando y regalando mi madre merecían de pronto toda mi atención. O quizá fui más lista y los leí antes de ver la película (aggg, un pensadero no me vendría mal a mí a veces). No obstante, lo importante es que al final me exorcizaron y desde entonces puedo confirmar que esta es la saga de la primera década del XXI que con más fervor he seguido año tras año. Cuando no había películas que ver o libros que leer, me compraba la revista Diario de magos y brujas (que, ya de paso, fue mi iniciación al Señor de los anillos también, ya que mis padres se emperraron en mantenerme ciega hasta que sacaron las pelis en la tele y no tuvieron más remedio que dejarme) y jugaba con mis amigas y mi hermana a las aventuras que nos inventábamos (¡mi primer fanfic en forma oral! No es coña, tengo grabadas a fuego las conversaciones con mi hermana donde en vez de narrarle cuentos propios le tejía una serie entera del Mundo Mágico a mi imagen y semejanza. Nota: yo siempre tenía que ser o Harry o Ron y mi hermana, Hermione. Teníamos una amiga que cogía el papel que quedaba vacante). También veíamos las películas juntas cada año, era una tradición que no podía faltar (normalmente aprovechábamos fechas clave donde nos reuníamos, como cumpleaños y fiestas de Halloween). En fin, ya paro, que me entra la morriña y os escribo toda mi biografía. 4. Monstruos S.A. (estreno en España: 2 de noviembre de 2001) Otra mítica. Es cierto que no generó una saga hasta más adelante, gracias a la precuela Monsters University (y ahora la serie de Disney Plus Monsters at Work) pero tenía que aparecer aquí. Curiosamente, le he cogido más cariño como joven adulta que cuando se estrenó (pero también era la misma niña imperfecta que se vio La piedra filosofal en casa. ¿Qué? ¿Os atrevéis a juzgar?). Solo para confirmar el auge de Cruz y Raya en aquella época, José Mota volvió a poner voz a uno de los dos protagonistas. En sí la trama no es algo que me atrajera especialmente, pero era Disney Pixar y había que verla. No sé vosotros, pero yo le cogí mucha fascinación al diseño de Sully y de Randall. El segundo no necesita mucha explicación: loca de los dragones y demás reptiles con patas desde siempre (aprendí a amarlos antes que a los perros, cuenta la leyenda). Pero el primero..., el primero fue ante todo por el pelo. Sí, por el pelo. Tan milimetrado, tan auténtico, tan bonito... Quería acariciar ese pelo solo para confirmar si era suave como parecía. Por eso la curiosidad que os regalo es que de hecho se creó un departamento dentro del laboratorio de animación de Pixar exclusivamente para el pelaje, más un programa de simulación llamado Fitz que también se encargó de la ropa de Boo. Yo siempre he sospechado que Pixar es superior a Disney en muchas cosas y enterándome de historias como esta lo voy confirmando. Al final, cada revisión de este clásico solo ha logrado que me enamore más. PD: quisiera tener la ilusión y el optimismo del eterno ninguneado en las fotos Mike, si es que no lo tengo ya. 5. Ocean's Eleven (estreno en España: 18 de enero 2002) Como se puede ver, a nosotros nos llegó un poco tarde, ya que en USA se estrenó en diciembre de 2001. Todo el mundo está de acuerdo en darle prioridad a la fecha americana, así que yo no voy a ser menos. En su día recuerdo preguntarme, con mi cerebro inocente, por qué Eleven y no One, que sería lo lógico: uno, dos, tres. Mi cerebro sabía contar hasta trece y más allá, pero no concebía semejante desorden (luego ya todo cobró sentido, no alarmarse). Esta es otra a la que llegue muy, muy tarde, cuando crecí y empecé a fascinarme por el mundo del robo (no que yo quisiera ser delincuente, ojo, sino que con tanta movida de poli y caco que metían en la pantalla... lo de aprender a trazar estrategias se volvió muy educativo para el cole y demás). Tengo la impresión de que, ahora que tenemos La casa de papel y Ahora me ves, más de una persona habrá querido recordarla. En su época dorada yo estaba enganchada con mi madre a Prison Break y la mente criminal que admiraba era la de Michael Scofield. Ahora mismo tengo a Lupin por un lado y a Kaz Brekker por otro (las series van ganando terreno, ups). Si algo hay que concederle a esta aventura es su reparto, su gran, famoso y hermoso reparto lleno de las estrellas del momento, objeto de babas por parte de aquí la presente (bah, a quién quiero engañar, los aparto a todos para que le abran paso a mi Matt Damon. No, Brad Pitt, no lo siento ni un ápice). En definitiva, es una buena época para rever a George Clooney siendo muy George Clooney. Como segundo punto favorable es la secuela ¿spin off? feminista que dejó en 2018 protagonizada por Sandra Bullock, Anne Hathaway, etc., etc. Otra legión de superestrellas, pero mujeres. 6. Spy Kids (estreno en España: 24 de agosto de 2001) Mi favorita de las que ha hecho Robert Rodríguez (más la segunda que la primera. Exacto, lo habéis pillado, a mí me encanta el número dos y estoy dispuesta a lanzarme a la yugular del/de la que me abuchee). La buena noticia es que esta SÍ la vi en el cine (uiiiiii). La mala es... que me puse enferma y me tuvieron que sacar de la sala sobre la mitad, así que no llegué a verla completa hasta que sacaron el DVD (mi historia de venganza va dedicada a la persona que me echó un mal de ojo ese año, porque no lo entiendo, sinceramente). Tanto por la trama como por la estética, la recuerdo como muy original y al mismo tiempo infantil. Creo que todavía seguían echando el Gran Prix por aquel entonces, así que las manos que salían me recordaban a las del programa. Otra cosa que recuerdo es que, cuando por fin vi Harry Potter, acabé descubriendo el doblaje porque Michelle Jenner había doblado tanto a Hermione como a Carmen Cortez, curiosamente ambas chicas muy inteligentes y hábiles, salvadoras de situaciones comprometidas. También recuerdo lo sexy que me parecía Antonio Banderas. Y que Carla Gugino tenía la voz de Monica de Friends (esta bien, estas tres últimas cosas las descubrí durante la adolescencia). No creo que sea una saga que envejeciera muy bien (con excepción de la dos, claro). No tengo claro que la volviese a ver para otra cosa que para el recuerdo. 7. El diario de Bridget Jones (estreno en España: 8 de junio de 2001) Siempre recordaré cuando la vi por primera vez (casi) entera en un viaje en autobús muy largo, en plenas vacaciones. Solo que en vez de verla con propiedad me dediqué a doblarla por encima con mi querida Rose porque decidimos que preferíamos escuchar mientras la playlist Disney que nos habíamos puesto en la tablet. Quizá me sorprende más descubrir que el libro en el que se basa es homónimo (escrito por Helen Fielding). Me he pasado igual una década creyendo que era una versión moderna de Orgullo y prejuicio, lo cual también es verdad, pero creía que la relación era la misma que entre Clueless y Emma. Curiosidad cinéfila: la autora era muy fan de la adaptación de la BBC de 1995, donde Colin Firth interpretaba a Darcy. ¿Y de quién hace él en Bridget Jones? Exacto, Darcy ("it is destiny, my love"). 8. A todo gas (estreno en España: 5 de octubre de 2001) Para los extrañados, así es como empezó a titularse Fast & Furious en tierras castellanas antes de decidir que era mejor el título original. Con esta cerramos la parte de las sagas. Y qué menos, porque la última vez que conté eran justo ocho entregas y un spin off. Así que sí, esta joyita no solo cumple 20 años, sino que además sigue creciendo y no promete parar enseguida porque para algo va "rápida" y "furiosa" (*guiño*). Es la saga que representa a nuestra Tessa, aunque ella niegue que sea su favorita (no niega, en cambio, que la representa, así que todo está bien y correcto). Es la más longeva, la que más reparto ha conseguido mantener y despedir con los años (R.I.P., Paul Walker), la que más países ha visitado (hasta Rio de Janeiro, ¡yuju!) y se las ingenia para rizar el rizo una poquita más con cada parte. Eso quiere decir que si ahora comparamos la octava con la primera las diferencias son tan abismales que podríamos hablar de dos historias por separado (y como de hecho se titulan distinto cuela y todo). Supongo que la mejor forma de celebrar este aniversario es lanzarse a la carretera ahora que se puede. Si conduce Tess, no obstante..., bueno, igual conseguimos atravesar la frontera sin que nos vean o, si nos ven, burlar a la policía. Y así la novena o décima parte se basaría en nosotras. 9. Menciones honoríficas
Que haya acabado con las sagas no quiere decir que no vaya a zanjar la lista. Nanai. Quedan todavía grandes clásicos por recordar y no es mi intención desperdiciar mis buenas palabras o anécdotas en torno a ellos:
¿Qué película añadís a esta lista? ¿Qué recordáis de cada estreno de 2001? Post de Naiara Salinas Cuando empecé este especial hace un año sabía que era cuestión de tiempo que cayera esta temática. La suerte me ha sonreído en abril, un mes que por ahora está resultando más soleado y alegre de lo que esperaba. ¿Será el brillo de la estatuilla dorada? Esta madrugada se entregan los codiciados galardones en una gala que promete ser muy peculiar. Este mes me he dedicado, como buena cinéfila, a ver las películas nominadas a Mejor Película, y aunque es verdad que no he completado la tarea (lo cierto es que rara vez lo hago, con la excepción del año pasado), he conseguido hacerme con una opinión de cuál creo que merece más el premio y cuál creo que se lo va a llevar en serio. Así que procedo al top, excluyendo la parte crítica de aquellas que ya reseñé meses anteriores: 1. El juicio de los 7 de Chicago Me parece que acierta en todo y por eso la sitúo en el top top. El reparto es de lo mejor. Contiene un montaje brutal, dinámico y muy acertado para transmitir con parsimonia y carisma un proceso tedioso como el juicio al que fueron sometidos estos hombres defensores de la paz. Dudo mucho que vaya a ganar, no obstante, aunque me encantaría que me contradijeran. Sí le garantizo Mejor Guion Original. Puntuación: 10 2. Una joven prometedora Nunca un título en la historia de los Oscars estuvo tan bien acuñado. Una joven prometedora prometía y acabó mereciendo cada segundo de metraje. Esta película se lanza como la propuesta más visceral y feminista, con la escenografía más comercial de todas las nominadas, pero cuenta con una protagonista sobresaliente que ilumina la pantalla y se gana a todo el mundo por su bravuconería, agudeza mental y porque es Carey Mulligan y es un amor. Interpreta a Cassandra, una joven que abandonó su futuro brillante en Medicina después de un conflicto de intereses y que desde entonces trabaja de camarera y se dedica a cazar violadores por las noches haciéndose pasar por una borracha. Sin embargo, no es esta sinopsis la que le ha otorgado un puesto de honor en el cine de este año, sino toda la profundidad del relato y la maravillosa interpretación de Mulligan, quien todavía es capaz de otorgarle a Cassie en medio de su ira varios instantes de sentimentalismo tierno y doloroso. Es una dramedia con mucha desfachatez donde la heroína surca entre el perfil justiciero y el psicópata, aunque las tablas acaban poniéndose de su parte, porque el guion no esconde la rabia y la impotencia en ningún momento, hasta que acaban siendo tan fuertes que llegan también al espectador. Por tanto, ¿es una película que enfada? Sí, pero tiene un final muy digno del recorrido y valiente. Se atreve, arriesga y gana; por eso está nominada, claro. En lo que a mí respecta, atrapa enseguida, tiene muy buenos personajes, muy buen montaje, buenos plot twist o cliffhangers (el guion está genialmente escrito) y ya por el uso de su versión terrorífica de "Toxic" la admiro. Me causa tristeza que compita contra El juicio por el Mejor Guion Original. Pero si cualquiera de las dos lo gana aplaudiré. Puntuación: 9,5 3. Sound of Metal Aquí retomamos el cine en streaming con una historia que me cautivó un poco tarde. Lo importante es que lo hizo. Sound of Metal entra dentro de la temática del viaje interior y el redescubrimiento de la realidad, que tan popular se ha vuelto esta edición. Su protagonista, interpretado por un hasta ahora minusvalorado Riz Ahmed, es un batería drogadicto de una banda de heavy metal (al menos creo que es heavy metal. No tengo muy clara la distinción entre los subgéneros metal) que comienza a perder capacidad auditiva, lo que transforma por entero su presente y futuro. Incapaz de adaptarse a esa vida es llevado a un espacio para sordomudos donde le enseñan lenguaje de signos y le ayudan mediante terapia de grupo a superar su malestar y su adicción, pero más aún a entenderse un poco a sí mismo y a los demás. Sin embargo, a él le cuesta bastante hacerse a la idea de no volver a ser el de siempre y se pasa buena parte del filme intentando retroceder. El fuerte de esta película, un poco obviamente, es su increíble montaje de sonido, que nos sumerge en la experiencia de una persona con un 20% de capacidad en sus oídos. Si entonces casi no oímos nada ¿cómo es la experiencia audiovisual? Bastante pasable, ya que lo vivimos como oyentes y no oyentes. Lo cierto es que se pueden tomar muchos apuntes sobre todo lo que acontece, las cosas que le enseñan. El protagonista se ve obligado, pero acaba aceptando la oportunidad de un viaje interior donde, tras una vida de mucho ruido y actividad, todo se detiene y enmudece, lo cual le permite contemplar en serio por primera vez. Como historia es entrañable y deja una buena moraleja, ya que es casi como una fábula o una parábola. Y creo que Riz tiene muchas papeletas para el premio a Mejor Actor Principal. Puntuación: 8,5 4. Minari. Historia de mi familia Vamos progresando de lo más blockbuster a lo más independiente. Este es un largometraje tranquilo y familiar, donde se nos cuenta el vaivén de una familia coreana intentando cumplir el sueño americano (un poco como Parásitos, pero más verosímil). La trama se desencadena cuando el patriarca decide mudarse a una mobile home en Arkansas para plantar un huerto mientras mantiene un empleo con su mujer catalogando pollitos en la fábrica. Cuando el hombre comienza a verse saturado y a su mujer le cuesta un poco adaptarse, esta decide llamar a su madre para que vaya desde Corea a echarles un cable. La historia se cuenta desde la perspectiva del benjamín de la casa, David, y dado que se encuentran en los años 80 deja un aire considerablemente similar a Cuéntame cómo pasó. La cinta mantiene un tono costumbrista y un ritmo más pausado del deseable donde seguimos la relación entre David y su abuela, la cual aporta el humor liviano donde escasea. A través de esta familia se pone en jaque la relación del extranjero con su nuevo hogar, bajo el punto de vista del idealista que no tiene miedo de probar cosas nuevas y la realista muy arraigada en su cultura que ni se siente ni parece que desee sentirse en casa. La historia tiene buen fondo, pero podría tener mejor superficie. Al menos se puede hablar de historia con trama. Puntuación: 6,5 5. Nomadland Hay películas que están hechas para admirarse desde la distancia, como quien observa un cuadro naturalista y se pierde en el bello paisaje, sin llegar a sumergirse en él. Solo observar y admirar, nada de entender. Con Nomadland me ocurrió un poco eso; no me duele admitir que fui al cine con mucha expectativa después de tanto premio y tanta buena crítica. Y me fui con una sensación un poco... decepcionante, incompleta. Podía entender qué era lo que veía la crítica: el retrato de una Estados Unidos en decadencia desde la perspectiva del pueblo sin hogar fijo obligado a cobrar un mísero sueldo cada cierto tiempo y emigrando en busca del siguiente empleo en una caravana. Las road movies tienen su atractivo como modelo de la conexión entre el ser humano y la naturaleza, otro de esos viajes espirituales donde aprendes a valorizar la vida de nuestros antepasados, la oportunidad de vivir una aventura y descubrir mundo... Sin embargo, tienen un problema, y es que la trama puede quedarse ahí y no avanzar tanto como el vehículo por la carretera. Así que lo que parece que tiene un argumento al final se pierde, ya que no hay un hilo conductor firme aparte de seguir a Fern, la protagonista, en su viaje durante un año, incluyendo los amigos que va forjando, los lugares que encuentra... Es una historia, básicamente, de experiencias, sin sinopsis. Y eso, para quien le atraiga, puede estar muy bien. Pero para los amantes de un guion sólido, bien estructurado y un montaje inteligente se puede volver tedioso y repetitivo, hasta el punto de encontrarte mirando el reloj y preguntándote en qué punto del viaje van a decidir fundir a negro porque no existe ni la sensación de clímax, y la cosa podría seguir y seguir. ¿Una metáfora vital? Tal vez, quién sabe. Porque algo bueno que logra Chloé Zhao y que se lo tengo que conceder es que sabe capturar la esencia vital de las cosas y sabe transmitir emociones mediante la fotografía, que junto con la hermosa y sentimental banda sonora de Ludovico Eunadi es lo que corona el filme y nos traslada a ese mundo ensoñador, esa naturaleza viva de la que solo la carretera y quien la cruza son testigos. Ello, más la experiencia real de rodaje, cuya decisión de emplear a nómadas verdaderos en lugar de actores (con la excepción de Frances McDormand y algún que otro más) le da un toque casi documental, es lo que para mí le daría el Oscar que estoy segura de que va a ganar: el GALARDONAZO de Mejor Película. Por lo demás, para mí es una cinta que no me cautiva como las anteriores, culpa de un montaje muy aburrido. No tenía que tener un guion completo ni sólido, pero podría haber jugado un poco más para suplir carencias. Puntuación: 6 6. Mank
Es la que menos me ha gustado de todas las que he visto de este año. Tiene puntos fuertes en el apartado técnico e interpretativo, pero ya está. Eso sí, nunca puede faltar la película meta sobre cine. Puntuación: 6 |
El diálogo cinéfilo de la semanaRuido de fondo
Jack: La sorpresa es infinita. Siento lástima por nosotros y por el extraño papel que desempeñamos en nuestras catástrofes, pero, a partir de un persistente sentido de ruina a gran escala, seguimos inventando la esperanza y aquí es donde esperamos: juntos. Acceso a Calendario CinéfiloArchivos
Agosto 2023
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